Partida Rol por web

Creciste siendo una chica fuera de lo común.

En medio de una sociedad que te condenaba a coser, cocinar, tener hijos y ser sumisa con tu marido, tú ansiabas otras cosas.

Envidiabas a los hombres, envidiabas la libertad que poseían, y envidiabas a las mujeres que no estaban condenadas a llevar aquella vida de perpetua insignificancia. Las cortesanas suscitaban en ti una gran admiración.

Cuando tu familia quiso casarte con un viejo decrépito para lograr una mayor fortuna, no lo dudaste. Huiste, y le rogaste a una de aquellas mujeres que te enseñara todo lo que debías saber para ser una de ellas. Los años te fueron dando la fama, y tus clientes cada vez fueron más adinerados. Llegaste a lograr una posición tal que no era extraño verte en la Corte.

Ahora, Próspero te ha invitado a su refugio, para que puedas consolar a los caballeros que con él huyen de la Muerte Roja. Y mientras complaces los deseos de los hombres, una muchacha ha acudido a ti en busca de consejo. No es otra que Martina, la hija del mercader.

Sí, abriré una escena para que hablen ^^

Se pueden añadir detalles. Personalidad, anécdotas, curiosidades, creencias religiosas, ambiciones...

Cuanto más mejor, para poder llevar al personaje sin problemas a la hora de interpretarlo. 

Creo que me va mejor definir la personalidad del personaje interactuando con los demás... De todos modos, los demás aspectos los puedo definir un poco más aquí, para que quede más claro.

- A pesar de sus tareas principales, como son las de atender a los caballeros de la Corte, y a pesar de ser por lo general inmune al amor, ver cómo los años pasan hace que se replantee si cerrar o no su corazón del todo. Conocer a Attilo ha hecho que ese planteamiento sea más vigente aunque, por mucho que su presencia haga que su corazón lata por un sentimiento novedoso para ella, hará lo posible para que no destruya su estilo de vida actual. O al menos por ahora.

- Cecile siente debilidad por el vino. Cuando bebe, aunque sea poco, no puede evitar volverse más activa de lo que es cuando está sobria. Si normalmente se comporta juguetona con los caballeros, el vino multiplica esa conducta.

- No siente que la religión sea un tema de peso en su vida, pero seguía siendo creyente por la educación que recibió cuando vivía con su familia. No había nada que le hubiera hecho cambiar su perspectiva, por el momento.

- Se siente muy agradecida por haber sido invitada al refugio y su forma de agradecerlo es atendiendo las necesidades de los caballeros, en principio, sin ningún problema. Por lo menos estará alejada de la Muerte Roja.

- Ante las mujeres que ya han caído en la situación de la que pudo huir Cecile en su momento, se muestra como una mujer más de la Corte. No quiere levantar sospechas entre ellas y así evitaría malentendidos. Pero ante las jóvenes se mostrará comprensiva. Las tratará y aconsejará como hicieron con ella. Su intención es hacer ver a las jovencitas que pueden llegar a ser liberales, sin tener que depender de un hombre (aunque no por ello deben dejar de divertirse).

Al sonar las campanadas del miediodía, sientes un profundo miedo irracional y algo más. Por un momento crees que símplemente es ese sentimiento de huida que crispa tus nervios lo que te altera de esa manera tan específica, pero poco a poco te convences de que no. Algo no encaja. Algo ha cambiado. 

Miras tus propias manos, y durante unos instantes, al parpadear, las ves envueltas en carmesí, y lejos de cualquier sentimiento lógico ante tal visión, sientes una lujuria irrefrenable que te lleva a mirar alrededor, fijándote en cada uno de los que te acompañan, preguntándote qué susurrarán entre las sábanas, o en qué clase de persona se convierten cuando actúan como amantes. El sentimiento es tal, que te ves impelida a hacer cábalas, y sabes que de tu criterio dependen realmente las relaciones personales de aquellos a los que escojas.

- Mmm... Difícil elección... 

Hombre, preferiblemente, sería bueno que de aquí al lunes hubieras decidido a tus candidatos, para que tu rol entre en juego cuanto antes.

En cuanto a condiciones, cualquiera es susceptible de caer bajo tu hechizo. No importa sexo, edad o condición ^^ podrías crear un incesto, una relación lésbica o lo que te de la gana (quizá sea incómodo y difícil para los jugadores, pero por poder puedes y tienes la potestad de divertirte viendo cómo salen de esa situaciónXD)

- Tentador... 

La posibilidad de tergiversar los sentimientos de cualquier persona conllevaba una responsabilidad enorme.
Cecile era consciente de que su decisión iba a ser muy importante.

Pensó varias posibilidades, desde diferentes puntos de vista y teniendo en cuenta las posibles consecuencias.
Aún y así, no poseía una bola de cristal para saber con certeza qué ocurriría.

¿Qué sería lo correcto?
¿Realmente quiero hacer lo correcto?
¿Toda elección supondrá una consecuencia negativa para alguien?
Se preguntaba Cecile mientras pensaba qué podría hacer.

Tengo la posibilidad de hacer que dos personas se amen hasta el fin de sus días, obviando sus propios sentimientos.
Puedo recomponer una familia rota.
Puedo enamorar a dos hermanas, más allá del ya poderoso amor entre hermanos.
Puedo ayudar a una joven enjaulada, a salir de la prisión de su padre...
Muchas eran las opciones que dificultaban la decisión final.

Por lo que respecta a Attilio, tengo mis propios métodos para complacerle.
Chiara sólo necesita mis consejos, pero ya ama con toda su alma al Príncipe Próspero.
Juliana no necesita nada, parece que entre Fausto y ella puede surgir algún sentimiento de forma natural.

Descartó finalmente la opción de enamorar a dos personas de la misma sangre. Más que por lo que podría suponer, fue por la importancia que le daba a otras opciones. Sobre todo, al hecho de ayudar a las jóvenes con las que se sentía más identificada.

Lucrezia había pedido a Cecile que la ayudara con Elisabetta, la joven no parecía muy escarmentada con lo que le había ocurrido.

Lo ideal sería emparejarla con alguien decente como Fabiano, Enzo o Nicola (desde luego alguien quien no fuera Lautone), pero creo que su misma rebeldía la ayudará a madurar y a escoger libremente.

Fionna y Patricia... No tenía suficiente relación con ellas como para saber cómo podía ayudarlas.

Martina... Finalmente, le quedaba la dulce y tímida joven que le había pedido ayuda. Era con la que más identificada se sentía, pero era consciente de lo difícil que supondría ayudarla de primera mano, estando su padre siempre tan pendiente.

Tras un largo tiempo meditando, Cecile se decidió. Ella había crecido con la idea de liberarse de las ataduras de la sociedad. De tener su propio criterio, de tener su derecho a escoger.

Ese derecho le ha otorgado poder seleccionar a dos personas que compartirán un sentimiento muy fuerte, tan fuerte que en el caso de que uno de los dos cayera, significaría la caída de ambos.

Finalmente llegó a una conclusión, descartando poco a poco las personas a las que había prometido ayudar quedándose con la que realmente podría hacer algo gracias a esta habilidad. Cecile decidió convertirse en la celestina entre Martina y Nicola.

A Cecile le pareció que Nicola podría enfrentarse a Giuseppe si fuera necesario. Además, Martina no estaba preparada para ser tan libre como ella. Necesitaría mucho tiempo y, dentro de la juventud, empezaba a ser mayor. Así que decidió que el caballero, quien disponía de una buena posición en la corte, fuera quien ayudara a Martina a librarse de su padre. O eso esperaba Cecile.

Arreglado ^^

Un fuerte dolor de cabeza te invade, desconcentrándote. De pronto, te sientes incapaz de fijar tu atención sobre la pareja que has decidido formar.

Durante la Sala Violeta, serás incapaz de saber aquello de lo que hablan los enamorados.