— Oh, basta, por favor. — Solicito entre risas. — Sois un adulador. ¿Por qué no me dedicáis otra canción en lugar de disfrutar sonrojándome?
Sonrio-esta bien, os cantaré la historia de una hermosa dama que lo perdio todo, por enamorárse del hombre equivocado....- Comienzo a acariciar con suavidad las cuerdas de mi laud y a cantar entonando nota a nota de la canción.
Escucho la canción atentamente y no puedo evitar tomármela como una señal. — Debo controlarme, no puedo permitirme perderlo todo... Pero... Es tan difícil... — Pienso mientras Attilio desgrana cada nota y cada acorde con una perfección arrobadora.
Cuando termina, aplaudo feliz, pero decidida a controlarme más. — ¡Qué grandísima interpretación!
-Me alegro que os guste tanto-sonrio y afino de nuevo mi laud justo al terminar.
— Debería irme, puede que el Príncipe me necesite... — Digo, con una sonrisa de disculpa mientras me levanto, pensando aún en la canción. A mí no puede pasarme como a esa mujer. — Muchas gracias por las canciones y por vuestra historia.
-No temais Chiara, vos sois más lista que la protagonísta de esta canción.-Sonrio con suficiencia.
— Eso espero. — Digo mientras empiezo a alejarme con una sonrisa, al darme cuenta de que ha notado lo que pasa por mi mente.
-Chiara, en mi siempre tendreis consuelo y una mano amiga-miro pícaro mientras se aleja.
Si no me equivoco la partida empieza hoy... ¿Hay algo que se nos haya quedado en el tintero? ^^
PUes sí hoy empieza, creo que no, sabémos que tonteamos pero nunca hemos pasado de ahí, nos atraemos pero sabémos que ir a más significa sufrír la ira de Próspero.