Hola, caballero. Estas son algunas de las cosas que debe saber de mí:
Desde el momento en que llegué a la corte, cuando usted aún no se encontraba por estos lugares, me preocupé de hacer las suficientes amistades como para quedarme de forma definitiva, aún cuando mi piel comenzase a arrugarse y mi figura no fuera la misma.
Siempre he tratado de que todo el mundo se encontrase cómodo en mi presencia, y sé ser correcta sin dejar de lado mi postura.
Cualquier persona que pueda necesitar ayuda puede encontrarla en mí. Puede que sea algo que ni yo ni ellos olvidemos, es cierto, pero siempre he sido comprensiva y caritativa.
Nunca tuve ningún problema con respecto a su origen: un hombre no se define por dónde nace, sino por cómo se comporta.
Por mi parte señora, he de decirle que le guardo el mayor de los respetos. Efectivamente no es el título lo que define a un hombre, sino sus actos.
Soy el bastardo de la mano derecha de Próspero, fui engendrao cuando mi madré decidió pagar a mi madre con una violación sus esfuerzos por curarle las heridas tras una batalla...
Odio a mi padre por lo que le hizo a mi madre y vine aquí en busca de venganza, pero sorprendentemente mi padre me reconoció y he de admitir que estoy consiguiendo muchas cosas... sin embargo estoy marcado por mi nacimiento, siempre seré un bastardo...
Siempre serás un bastardo, sí, igual que yo siempre seré mujer. Hay cosas en nuestro nacimiento que nos limitan, pero debemos encontrar cómo aprovecharlas.
Ha de ser un hombre inteligente si llegó buscando venganza y supo cambiar de idea, al menos por el momento.
¿No ha contraído matrimonio? A pesar de su origen, probablemente se pelearían por alguien de tal rango y poder.
Si, siempre seré un bastardo, pero he decidido utilzarlo como escudo y como arma. Creo que mi padre decidió reconocerme por algún tipo de remordimiento, así que seguiré utilizandolo. Con respecto a mi supuesto matrimonio la verdad es que aún no estoy interesado, lamentablemente la mujer con la que me gustaría intimar acapara toda la atenció de nuestro principe... espero que la revelación que le acabo de hacer no la imprtune, le guardo el mayor de los respetos.
No, por supuesto que no me importuna... la verdad es que es lógico, supongo. Ella es joven, hermosa e inocente. Hay pocas cosas más atractivas para un hombre. Yo una vez fui dos de ellas, y el tiempo no ha cambiado ni la una ni la otra.
¿No se lo habéis dicho a ella?
No...¿Creeis que debería hacerlo? No creo que a Próspero le agrade saber que haya alguien interesado en ella.
No creo que debáis hacerlo. Si ella fuese más... menos inocente, puede que sí, pero conociéndola seguro que nuestro Príncipe no tardaría en enterarse.
Por supuesto contáis con mi total discreción, como no podría ser de otra manera. Ahora, decidme... sé que muchas veces los ánimos son difíciles de calmar, y más aún los de los hombres. ¿Habéis descartado por completo la idea de la venganza?
-Gracias señora...venganza...vivo para ella... mi padre ha de pagar por la afrenta contra mi madre y contra mi persona. El problema es que es demasiado poderoso y primero he de conseguir la confianza del principe.