Partida Rol por web

A pesar de todo, en cuanto vió a Scott corrió hacia él para asegurarse que se encontraba bien palpandole con cierta ansiedad la cara, los hombros, el pecho... Había dejado en buenas manos a Arthur, las de Martha y el personal sanitario de la ambulancia. La chica ya no llevaba su sudadera ya que la había usado para taponar la herida. Revisó con la mirada el estado de los demás y miró con verdadero odio al hermanastro de Drea, pero por respeto a ésta, no dijo nada ni le arreó la bofetada que tenia ganas de darle.

- Estaba fuera... y él me escribió. Me dijo que había borrado mi mensaje a Lilliana. Qué él controlaba todo... Y luego... se borró el mensaje solo - la mano con la que les mostraba su celular aún temblaba pensando en las consecuencias de aquello. Le daba igual si ahora los estaba escuchando, pues era algo obvio que iba a contar - Luego Daphne y yo vimos dentro a uno de ellos, pero apareció otro más que atacó a Arthur. De seguro que hay dos Gosthface pero quizás haya más, porque al de la plaza no se si le habría dado tiempo a llegar en tan poco tiempo...-

—Ghostface tiene que ser alguien de la clase de la arte... Al menos uno de ellos —dijo Daphne con la voz trémula y los ojos llorosos, tanto por los restos de anhídrido cómo por sus propios sentimientos—, nos conoce a todos al menos de nombre y es el único lugar donde coincidimos. Aunque también puede ser alguno de los profesores. El punto es que —tosió un poco—, al menos ha de ser alguien de la universidad... 

Notó como la ambulancia que se llevaba a Lara estaba a punto de partir así que se separó unos pasos del grupo.

—Tengo que acompañarla... Pero no quiero ir sola... Ninguno de nosotros debería estar solo desde ahora—los observó a todos con una muda suplica en su mirada mientras comenzaba a retroceder.

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Martha estaba de brazos cruzados tras escuchar las palabras de Renata. - Joder ¿puede hacer eso? - realmente estaba preocupada, empezó a revisar su teléfono. - Entonces si puede borrar los mensajes de otros, incluso los suyos propios ¿podría también enviar mensajes desde nuestros teléfonos? O peor ¿y si usa la cámara del móvil para saber qué nos rodea y el GPS para saber donde estamos?

Se notaba un gran miedo en su mirada, las manos le temblaban un poco con aquél dispositivo en las manos. - Pero no podemos renunciar a él... Bueno, al menos yo. No sé los demás, pero tengo todas mis tarjetas bancarias aquí, además de las tarjetas de acceso a la universidad.

Miró entonces a Daphne, antes de que se fuera. - Sí, coincido ¿pero quien creéis que puede ser? Uno era muy callado, el otro muy hablador y bromista... Si no fuera porque ayer casi se cargan a uno de ellos, diría que encajan en el perfil de Terrance y Thomas. - se mordió el labio. - ¿O es alguien que se está haciendo pasar por ellos?

Y si... - miró hacia la ambulancia. - ¿Y si es Lara? Tiene la coartada perfecta, al igual que Damian Oldman. - empezó a respirar de manera muy agitada. - O peor ¿y si han sido Scott y Mindy? No los hemos visto tampoco salir, podrían haberse disfrazado, haberse desecho de los trajes y volver a salir por el conducto de ventilación. - empezó a hiperventilar, mirando a todos los que tenía delante, presa del pánico. - Joder, puede ser cualquiera.

—No, Lara estaba conmigo en el parque y... Ahora... No lo creo... —No sonaba muy segura— Pero eso es lo que tenemos que hacer. Necesitamos comprar impresiones, lo antes posible y en un lugar seguro.... Pero debo acompañar a Lara ahora —agregó al ver que el paramédico le hacía una seña para que se apurase, ya le había pedido antes que no partiera sin ella—, ¡podemos juntarnos en el hospital! Mientras más público el lugar más seguro estare... —¿Cómo un cine? Se preguntó antes de terminar la frase, miró alrededor —Maldición, no sé me ocurre un lugar mejor.

subió de un salto a la parte de atrás de la abundancia y volteó una vez más, para ver si alguien se había decidido a subir con ella.

Suspiré al ver amis amigos bien y de una pieza.

Incluso di un abrazo a Renata cuando acudió a mí, como esas abuelillas que en las visitas te miran por todos lados si has engordado o no. Cosa que agradecí bastante, pues todo había sido bastante intenso y peligroso.

- Estoy bien.- Susurré a mi amiga separándome de ella para formar círculo con el resto.

Al parecer, según los mensajes de móvil, que volvían a funcionar, y la noticias que nos llegaban, todo había sido una jodida y maldita fiesta macabra. Incluso al hermanastro de Drea le acusaban de otras cosas. Le miré con el ceño fruncido apretando los puños. Maldito imbécil...

La sola idea de que alguien de la clase estuvieras en medio de todos aquellos asesinatos, me hacía enojar. Y realmente, dudar de algunos.

- Claro.- Dije poniendo los brazos en las caderas.- Seguro que ha sido Scott. Como es negro...- Miré de forma bastante irónica a Martha, cuando lo mencionó. - Las cámaras del sitio ya saben que no hemos sido nosotros.- Me quejé- Además, yo estaba con vosotros, y fui a buscar a Mindy porque Lara lo dijo. Y hemos estado allí arriba hasta que oímos a la poli y salimos de la sala de proyección.

Fin del alegato, señoría.

- Bien, a partir de ahora que nadie se quede solo. - dije poniéndome serio. Esto ya me estaba tocando los cojones de verdad. - Alguien nos está cazando y buscando alguna excusa para hacerlo.- Bajé un poco la voz e hice a todos que se acercaran un poco más, cerrando el círculo.- Y la poli no va a hacer una mierda por nosotros. No voy a esperar a que mate a nadie más. Así que, lo siento, pero hay que cazar a esos hijos de puta.

Por mi parte estaba claro.

- Daphne, Mindy te acompañará. - Miré a la rubia, sin darle opción a marcharse a otro lado. - Y de paso que le pongan algún antibiótico en el dedo, que a saber el que te ha mordido, que se ha metido en la boca.- Torcí el gesto un poco mirando al resto y me señalé con el pulgar. Dando por entendido que era yo mismo el que tuvo que hacerlo. De hecho, un trozo de mi camisa estaba roto y un jirón hacía de venda sobre el dedo de la pija.

- Yo tengo que ver a alguien- Miré a Renata sabiendo que seguramente quisiera venir también- Supongo que no puedo convencerte para que no vengas y descanses, ¿no? Y ahora... esperadme un momento.

Cogí de la mano a Mindy y me la llevé hasta la ambulancia donde estaba Lara. Desde donde estaba parecía que la estaba aleccionando sobre su estado. Al volver, enseñé el móvil de Lara a mis compañeros y me lo guardé en el bolsillo.

- Tengo una idea, y necesito su móvil. Y tú, Sidney, quiero que estés junto a Klaudia. Y basta de hacerte la heroína, ¿quieres? La tienes preocupada.- Miré a la investigadora antes de empezar a andar para irme.- Holmes, llámame, ¿vale?

El llegar hasta Lara, la miré y sentí pena por ella. También culpabilidad, pues fue mi plan el que la puso en peligro. Tenía suerte de estar viva, también. Cogí una píldora de mi bolsillo y me la tomé. Necesitaba tener las cosas claras que no saliera lo malo de mi de nuevo.

- Mindy, quiero que la cuides. ¿Entendido? No te separes de ella hasta que yo te lo diga. Y cualquier cosa, quiero que me llames al móvil de Lara, no al mío. Al de Lara.-La miré muy seriamente.- Sé que no es nada sexual, pero este es el favor que necesito que me hagas. Además, ella fue la primera en avisarnos y que quería ayudarte en el cine. Ella es tu salvadora. 

Acaricie el pelo de la muchacha con el respirador.

- Cuando despierte, dale las gracias y dile que la quiero. Como amiga, no sea que se haga ilusiones. - Miré a Mindy y suspiré.- Y lo siento por lo del dedo. Y por lo de allí arriba.- Me disculpé torpemente. - Realmente no te odio, Mindy. Pero no hagas que me arrepienta de confiar en ti. ¿Puedo confiar en ti?

Esperaba una respuesta mientras rebuscaba en los bolsillos de Lara, a ver si encontraba algo extraño, además de cogerle el teléfono móvil.

- Es alguien que sabe hackear móviles - añadió a los detalles que se estaban dando del sospechoso. Asintió con firmeza cuando Daphne mencionó al hijo del dueño de los cines. Había que investigar a ese chaval y pensaba hacerlo. Al menos cuando Arthur se recuperara un poco.

- Aseguraos en el hospital que el señor Oldman está bien y me teneis al tanto - dijo mirando suplicante a Daphne, también porque se sentía culpable de no acudir con ella al hospital, luego se movió junto a Scott

Había sobrevivido dos veces a la presencia de un Ghostface armado. DOS. Y me hubiera esforzado en alejar el pensamiento de “a la tercera va la vencida” sino llega a ser porque la muerte de Kristian, el suicidio de Liliana (que vi una vez accedí a las redes) y el abuso por parte de Rowdy, me estaban dando vueltas en la cabeza como moscas en los cubos de basura.

-Agente, el ADN es de mi hermano- le dije al policía considerando que irse a comisaría, era lo mejor para Rowdy. Allí aprendería que se había colado de la raya y, aparte, supuse que las rejas le mantendrían al margen de los próximos ataques.

-La vi saliendo de mi casa cuando me dejó el coche policial- bajé la mirada recordando que en ese momento jamás pensé en la culpabilidad de él. Estaba tan cegada con saber que se encontraba bien, que hasta creí que era Liliana la psicópata que le había hecho daño.

Soltando un suspiro acabado en tos, miré con pesadez y decepción a mi hermanastro -Es lo mejor...- musité triste escuchando de fondo las acusaciones de Martha. En gran parte fruto de la desesperación que buscaban instaurar.

-Thomas no puede ser- negué al instante recordando que estuvo a punto de morir conmigo en central park.

Levanté la mano con la intención de parar la ambulancia y marcharme junto a Daphne. Me encontraba bloqueada, pero Arthur debía conocer qué hizo Damian la noche anterior. Y si el testimonio confirmaba la ausencia de su hijo en el Angelika... -Eso es. Ausencias.

Mirando a mi alrededor noté una bastante clara.

-Scott. ¿Tienes un segundo?- le pregunté rápidamente antes de irme.

- Para ti siempre, mi capitana Kirk.- Bromeé.

Bueno, era mi forma de ser y reconocía que a veces era algo cansino. Pero estaba claro que cuando lo hacía, era porque esa gente me caía bien y los quería como si fueran mi familia. Una familia que de pronto recordé que, sanguíneamente, no tenía.

-¿O Mejor Jean Luc?- Tome a Drea por los hombros y me aparté levemente de los demás.

-¿Estás bien, pequeña?- Pregunté una vez algo separados - Dime que necesitas.

Scott era un buenazo. Siempre bromista, tan amigo de sus amigos... que aquella pudo ser la primera vez que no me reí como una foca al escuchar sus genuinas referencias.

-¿Tú me mandaste este mensaje?- yendo al grano, saqué el móvil y dándole a la pantalla se lo enseñé directamente. 

Aquí Scotty de la nave estelar Enterprise, llamando a la venusiana Drea. ¿Dónde estás, maja? Estamos fuera, en el cine. ¿Estás dentro ya? ¿Te esperamos o vamos pasando?

Alcé una ceja, extrañado, mientras veía el mensaje del teléfono.

- ¿Quién más crees que se llamaría a sí mismo Scotty del Enterprise-A?- La toqué el hombro para tranquilizarla.- Sí, fui yo. No creo que haya nadie tan friki como nosotros dos para estas cosas.- La guiñe un ojo.- Salvo de Stargate, que de esa no he visto más que la película antigua del Kurt Russel y porque me recordaba al Snake Plissken.

Saqué mi móvil y le enseñé el mismo mensaje en el que aparecía su conversación y la mía.

- ¿Por qué llegaste tarde? ¿Te estabas liando con el tío ese... cómo se llama... el que parece sacado de Juego de Tronos?

-Lo cierto es que stargate tiene un 3,8 de 5 en sensacine y no le representa del todo. Osea, ¡la película del año 1994 tiene el encanto de los noventa! -abrí los labios queriendo rebatirle lo simple y malograda que era su comparativa con Plissken, cuando un "toc toc" llamó a Drea para que se subiera de nuevo a los mandos.

¿Por qué llegaste tarde? ¿Te estabas liando con el tío ese...

-¡Qué dices!- Negué en rotundo _{quizás de forma válida a lo de Plissken y Riley}-Estaba haciendo otra cosa... De todas formas, yo he empezado la ronda de preguntas. Así que dime... si tú eres tú _{y parece que eres tú}... ¿Desde cuándo te has cambiado el apellido a Larson?

Drea le enseñó el móvil a Scott y por un instante, ambos vieron el nombre del mensaje y claramente ponía "Scott Larson", pero en un parpadeo, el nombre se cambió a Scott Lessard. Como si el mismísimo universo hubiera jugado con sus ojos en esta vorágine de caos, mensajes, muertes y sospechas, pero ahora ambos tenían la seguridad de que Ghostface no era tan rematadamente disléxico como para enviar un mensaje falso con un apellido erróneo.

Mindy asintió ante las palabras de Scott. - De hecho, antes de irnos. - sacó su móvil y le envió un pago a Daphne de quinientos dólares. - Es el dinero que me dio ayer Jack por tirarte el café. Con eso debería llegarte para la tintorería y compensar un poco la humillación. - agachó la cabeza. - Lo siento...

El dedo de Mindy estaba con la piel bastante rasgada, sin embargo su determinación parecía evitarle sentir dolor en ese preciso instante. Nada más subir a la ambulancia, escuchó lo que le dijo en privado, no sintió necesidad de responder, pues iba a demostrar su cambio con actos, no con palabras que podía llevarse el viento.

Tras arreglarle un poco el dedo el médico que les acompañaba y recibir a Daphne en la ambulancia, ambas se marcharon de allí.

Pues no hay más que hablar. Te vienes conmigo. - comentó poniéndole unas esposas a Rowdy, quien lo único que pudo hacer fue mirar con cierto mal a Drea. Después de haber estado con ella todo el día, cuidándola y protegiéndola del asesino ¿así se lo pagaba?

Las cosas podrían haber ido muy distintas, pero al final, esa fue la resolución de los actos de los dos hermanastros, uno entre rejas por aprovecharse de alguien en estado de shock y la otra completamente sola en su hogar, sin nadie que pueda cuidar de ella ante visitas inesperadas.

Una vez estuvo en el coche patrulla, Jayden se marchó de la zona, no sin antes mirar a los chicos una vez más, bajar la ventanilla y advertirles. - Siempre que ocurre algo parece que estéis en medio... Intentad no meteros en más problemas ¿vale?

Esperaba haber dado con un secreto inconfesable, una prueba única que me haría conocer información clave para seguir la pista de Ghostface.

-... ¿Eing?- pero en vez de eso, me había convertido en la rubia tonta de las pelis.

-Cre-creía que era algo importante- miré la pantalla y luego a Scott. Pantalla - Scott. Pantalla - Scott.

-Lo siento es que...- a ver qué hacía ahora. Había llevado a mi hermanastro a la comisaría y con mi actitud insinué que Scott "guardaba secretos" _{es lo que tiene ser el negro} -Yo...

Entre el extintor y la intoxicación, lo mejor era o quedarme quieta _{fingiendo haber desaparecido} o irme ya, que las ambulancias estaban cerrando sus puertas.

-Eh... ¡Tengo que irme! Vamos hablando- solté con un gesto preocupado; nerviosa y sobre todo creyéndome estúpida.

Drea se marchó de allí, dejando al grupo conformado únicamente por Renata, Scott, Martha y la silenciosa pero matona Sydney.

Mientras Renata esperaba que Scott terminara de hablara con Scott no pudo evitar de refilón al agente de policia. Aún recordaba como Juancho le había transmitido el miedo que le generaron los agentes cuando estuvieron en la comisaria. ¿Simple ignorancia o era ese sexto sentido que solo las personas especiales podían poseer?

Mientras pensaba en aquello recibió un mensaje que contestó escuetamente.

Una vez que su amigo hubo terminado, se despidieó de Sydney y Martha, a las cuales agradeció su ayuda. A la primera por entrar tan valientemente en el cine y a la segunda por ayudarla con el señor Arthur.

Una vez a solas, alejados ya del cine y el susto sufrido, Renata se sintió más libre de hablar, aunque saber que el móvil era un arma de doble filo aún coartaba ligeramente lo que hablaba pero no podía desprenderse de su teléfono, pues era lo que la mantenia conectada con Juancho.

- Necesitamos móviles de prepago. Uno de esos que no se pueden rastrear - lo miró de lado mientras seguían andando - Seguro que conoces alguien que pueda conseguirlos. Gente del barrio o con los que trapicheas - aquello iba directo a una de las cosas que la preocupaba desde hace tiempo pero que había respetado de su amigo, pero con todo lo sucedido esperaba que su amigo le dijera algo. No sabía como podría pagarlo, pero ya se las ingeniaria para eso. Algún curro extra quizás.

De su bolso sacó su lapiz de ojos negros y fue escribiendo en su antebrazo para ir enseñándoselo a Scott. Escribió

MARTHA

- ¿Que opinas? Yo apenas se na - Esperó que su amigo contestara antes de volver a escribir

OLDMAN HIJO

- Casi seguro. La respuesta siempre es la que tienes justo delante de la jeta - miró alrededor. Si, se estaba volviendo algo paranoica. Dejó de escribir de momento lanzando un suspiro al aire

- ¿Te han contado lo de Jacks? Nichole salió en tu defensa delante de las camaras - le dió un codazo en el costado amistoso mientras sonreia, aunque era una sonrisa... diferente. ¿melancólica?