Partida Rol por web

Daphne se pasó las manos por la cara, desesperada, todos hablaban al mismo tiempo, todos discutían, en la televisión no era así, en los libros tampoco, no podía seguir el ritmo así. No podía hacer nada y eso la frustraba de una manera que no había conocido antes. Y si a eso le sumabamos el hecho de que sus vidas estaban al borde de ser segadas por el psicópata de Ghostface la cosa se volvía peor todavía. Volvió a ver a Lara, pero está había vuelto a subirse en el silencio. Aunque quizás estaba solo como ella, tratando de descubrir una luz debajo de esa red de mentiras y falsedades. Juego de máscaras le había llamado Billy.

Scott parecía tener más de una personalidad, Nichole acusaba a Jack de no ser tan idiota como parecía, Danno era acusado de conocer los nombres de los asesinos. 

—Estais haciendo exactamente lo que Ghostface quiere. Discutiendo entre todos para que luego tenga la excusa de que "todos somos responsables". ¡No sé siquiera cómo se atreve a votar por alguien! Yo tengo una pregunta ¿Por qué no estamos tratando de desactivar las sillas o de salir de acá? Al menos deberíamos intentarlo. Ghostface tratará de matarnos igual. Elijan lo que elijan. 

Daphne comenzó a caminar hacia la puerta para darle de patadas. Aún no creía en lo del gas mortal, además que el cuarto era muy grande, la estatua tenía demasiadas rendijas para que las hubiera cubierto apropiadamente y probablemente él mismo estaba ahí entre ellos. Claro, siempre podía dormirlos y matarlos después dormidos, le dijo una voz en el fondo de su cabeza, pero si lo quisiera hacer así ya estarían muertos también. 

—¡Y alguien que le tape al menos los ojos a esta loca, para que no pueda seguir dándose mensajitos con el asesino!

Cuando Ghostface os atacó en tu casa, ¿iba a por Anthony o a por ti? ¿Y qué tiene que ver él con los Hallwinter?

Abrí la boca queriendo contestarle a Nichole.

-Bueno, Ghost... -En su discurso, todo parecía encajar con lo que sabía de su “conexión Hallwinter”. Y eso, dados los secretos, era un punto a su favor que me hizo querer responderle (sino llega a ser porque me quedé con el dedo en alto, viendo escenas que bien le servirían a la nueva entrega de puñalada, pobre diabla o tierra amarga).

TÚ LE CAMBIASTE LAS PASTILLAS ¿VERDAD?

Con los ojos bien abiertos, observé igual que en un partido de tenis la forma en que Renata le pegaba a Klaudia, mi supuestamente mejor amiga se quitaba la ropa _(?), me enteré _tarde que Danno traficaba, Sydney revelaba ciertas confidencias que a mí no me contó ni en mitad de esas conversaciones con combos detrás del mostrador del cine, sacaron un traje del asesino que guardaba Jack en la mochila de clase y Scott _{o el "otro" Scott} hablaba igual que un abogado _{sólo que en tercera persona}.

-Jo- fui bajando el dedo –Der -Y luego se quejaban de que creyese en reptilianos...

La única que no tiene testigos de como se hirió, es Drea.

Imaginaba que me vería como el genio azul de aladin cuando la mandíbula se le descuelga hacia el suelo. Impactada y dudando que pudiese aportar algo interesante _{que no fuesen unas palomitas para conocer el desenlace}. 

-Eh…- si hubiera tenido un micrófono, este hubiera chirriado. Lo cual me dio cierto reparo por si acaparaba la atención del puño de Renata, _{quien supuse que había desconfiado de mi al preguntarle a Gabbi por el "nacimiento de nuestra amistad"}.

-En mi caso Ghostface- o mister G _{anda como mister Corn} –Entró por la ventana de la casa que le teníamos Rowdy y yo alquilada a Mo- mi particular casera. 

-Él dijo _{o ella, pues la voz le sale de un modulador} que, aunque no hubiéramos hecho nada, nuestra vida valía mucho… que la mía sería causa de un conflicto político –miré a la pelirroja contestándole a lo primero que me preguntó -Al parecer quería matarnos a los dos.

-Sé que suena absurdo y que lo mismo me equivoco... pero pensaba que Anthony podía ser un Hallwinter- a fin de cuentas, Riley tenía dinero, rozaba la popularidad (aunque no se decantara por ella) y encajaba con la descripción que daban del hijo de Jordan en los foros de "los amantes de puñalada": un niño de pelo rizado y ojos marrones.

-Lo que nos extrañó fue que el asesino no viniese preparado. Porque al asaltar la casa, sonó la alarma que avisaba a la policía. Y él suele ser bastante precavido con sus asesinatos.

Recordar el momento me afectaba. Se notaba que me molaba Anthony y mi futuro no pintaba mucho mejor que el de Myrtle la llorona –Cuando llegué al hospital y mientras Steve me cancelaba la llamada, al poco vino Jack avisándome de querer contratar mis servicios para detener a Scott - no hacía falta contar que sacó su característico fajo de dinero. ¿No?

-Afirmó que lo vio hablando con alguien en central park... Y después- _{tras coger la famosa caja}-  dijo que se iba al parking de caravanas porque si no iba le harían algo malo a_{l pelo de} Nichole. Por eso avisé a la policía y me comentaron que ya habían recibido la advertencia de los Bloomer esa misma tarde.

Bueno, nadie enseñó nada. Solo hablaban, igual que ella valga la hipocresía, pero notaba que no podía más. Con el corazón en el suelo y sintiendo los segundos pasar y caer por el precipicio se acercó a Gabbi y se acuclilló delante de ella.

Se quitó su sudadera y le cubrió los hombros con ella. No le apetecía hablar en desigualdad de condiciones y hablar desnuda provocaba que una se sintiera... ¿Desprotegida?

- Gabbi. Por favor. Dejanos salir. Te entiendo. Entiendo esa envidia cuando quieres algo con todo tu corazón pero nunca llegas a alcanzarlo. Te esfuerzas y esfuerzas y ves que no puedes. Se que ahora quieres redimirte por tus feos pensamientos pero no tiene porqué ser de este modo. Puedes hacer el bien de otras formas y Dios te protegerá. Y mi virgencita de Guadalupe también. No nos castigues a todos por algo que otra persona piensa que está mal - tomó sus manos entre las suyas mientras seguía mirándola a los ojos.

- Yo sé que en el fondo de ti no crees que matar gente te haga sentir mejor. Tampoco acabar con tu propia vida. Te mereces vivirla y disfrutarla, enamorarte, desenamorarte, tener hijos si los quieres. O un cachorrito - Estaba empezando a divagar, pero hablaba con el corazón y cada palabra era verdadera. - ¿Que me dices Gabbi? Porfavor...-

Gabrielle, que seguía desnuda, miró por primera vez con preocupación al grupo, en concreto a Renata. - ¡¿Pero qué te hace pensar que tengo algo para sacarnos de aquí?! - estaba a punto de quitarse la ropa interior a este paso para demostrar que ella, no tenía ningún tipo de control en aquél lugar. - ¡Mi penitencia es estar aquí con vosotros y mostraros como salir, pero si no decidís voy a palmar yo también! - bajó apresurada las escaleras.

¡Joder, panda de inútiles! Sé quienes son los culpables, ya que tengo que daros una explicación de lo que hizo ¡pero no os lo puedo decir, me lo pidió el señor G! - se acercó entonces a las sillas y las señaló. - ¡Es él quien controla todo! ¡Quién encendió la luz y apagó la corriente de la silla! Joder ¿es que enserio no os habéis preguntado por qué os hemos quitado los móviles? - gruño, disgustada. - ¡Es porque necesitamos poder ver lo que hay aquí dentro! Si hubiéramos cortado todas las señales, no podría verse nada aquí dentro.

Mientras hablaba, no quedaba claro de donde exactamente, la habitación empezó a llenarse de un humo verdoso.

¡Joder! - tosió. - ¡Se nos acaba el tiempo, hasta que alguien no acabe en la silla, no podemos reiniciar los votos ni ventilar esta mierda! ¡Votad o tened un acto de caridad alguno de los culpables, pero hacedlo ya!

Lara que estaba callada hasta el momento, se acercó a Daphne y la abrazó. - No soy juez ni verdugo. - estaba determinada a seguir en sus trece. - Hay más formas de impartir justicia, aunque él no lo vea. ¡Toda vida es valiosa, si no es ahora, lo podría ser en el futuro, pero no somos nadie para ir dictando quien muere!

Acomodó su rostro en el hombro de Daphne. - No somos nadie... - había aceptado su destino. Empezó a sollozar y abrazó con fuerza a su mejor amiga. Si al final el gas los acababa matando, quería estar junto a ella.

¡Joder, Lara! - la miraba apenada, no quería obligarla a votar, pero parecía que era la única opción para salir de allí. - ¡Mierda! - miró a todos los demás, sus ojos desprendían una absoluta desesperación. - ¡Votad, aunque luego tengamos que vivir con ello, es mejor que no vivir! ¡¿O de verdad vais a dejar que muramos todos simplemente por no hacer que muera gente que ha actuado de forma egoísta?! ¡Hay que elegir entre la vida de dos que han participado en la muerte de alguien o las de todos!

Billy empezó a reír ante los comentarios de Mindy. - ¡Votad, porque nadie actuó justamente, todos actuaron por pura malicia, todos mienten, nadie se va a sentar en las sillas voluntariamente para salvar a nadie! - los tétricos comentarios de Billy bajaron aún más la ya mermada moral del grupo, los cuales empezaron a mirarse unos a otros, decidiendo a quien votar finalmente, a pesar de que la balanza ya estaba en contra de alguien.

Viendo aquella terrible situación, y porque nadie parecía ser capaz de desempatar aquello sin recurrir a un baño de sangre; Jack Anderson pensó rápidamente en un buen plan para solucionar esto antes de que aquel gas terminara por matarlos o peor aún, arruinar su precioso cabello, o el de Nichole.

-Porque supongo que volver a vuestras miserables vidas y sobrevivir no es motivo suficiente para vosotros; supongo que tendré que hacer algo para daros el empujóncito para sobrevivir. 100.000$ para el primero que vote en contra de Danno, 50.000$ para el segundo que vote en contra de Danno, 25.000$ para el tercero que vote en contra de Danno; y el resto de los que voten en contra de Danno se llevarán 10.000$. -Aquel era un moviento completamente frío, pero teniendo en cuenta la alternativa era lo mejor- Y si os creéis que vuestra vida vale una mierda, pero queréis dejar algo para vuestra familia o quien sea; 1.000.000$ para quien se siente voluntariamente en una de las dos sillas activas.

Acto seguido, el ricachón se dirigió a Scott Lessard, la persona por la que el había empezando a votar, y que claramente no había podido conseguir demasiado apoyo por parte de la gente para conseguirlo verlo electrocutado. Por lo que, de manera pragmática, este decidió dejar de lado sus inquinas personales.

-Te odio, -dijo sin ningún tipo de miramiento a Scott Lessard- pero si Nichole confía en ti, supongo que tendré que confiar en ti yo también; ella siempre ha sido más lista, así que algo habrá mirado en ti... a pesar de todo.

-Si habláis de quienes tienen relación con la muerte de nuestro compañero de clase, el culpable es Danno, al menos uno de los cinco; a fin de cuentas, si el no hubiera usado uno de los disfraces que Danno le vendió; no hubiera muerto a causa de la policía.

La teoría de Jack era tan absurda que Nichole se quedó mirándole con los ojos muy abiertos, mientras las lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas. Se las secó, pasando las yemas de los dedos por el borde de sus ojos y los cerró un instante, intentando procesar toda la información que estaba llegándole de forma tan caótica y dispersa

Al escuchar a Daphne proponiendo desactivar las sillas volvió a abrir los ojos y dirigió su mirada hacia éstas; pero en ese momento de ligera calma, mientras Jack pegaba a Scott y Terrance avivaba el fuego, pero esta vez en dirección al chulito de Danno, Drea respondió a la pregunta que le había hecho Nichole. 

— No, Anthony no era Erick Hallwinter. — Dijo, arqueando ligeramente una ceja y mirando hacia la loca que los tenía allí secuestrados. — ¿Qué tienes tú que ver con los Hallwinter? ¿Y por qué creías que Anthony era uno de ellos? — Preguntó, volviéndose a mirar de nuevo a la friki. 

Sus labios formaron una suave mueca al escuchar que Jack había intentado contratar sus servicios. — ¿Qué clase de servicios quisiste contratar? — Le preguntó y suspiró. — ¿Y cómo sabías que yo estaría allí? — 

Mientras le hacía aquellas preguntas a su novio, la loca respondió a la latin king, que había intentado, inútilmente, que les dejara salir de allí. Nichole sintió una presión en el pecho al comprender que Ghostface no se encontraba entre ellos y que no iban de farol. Todo empezó a llenarse de un humo verdoso, que se iba extendiendo poco a poco. 

— ¡No-no puedes hacernos esto...! — Su corazón empezó a acelerarse y sus pupilas se dilataron, mientras buscaba con la mirada alguna cámara que pudiera estar observándoles. — ¡Para esto, por favor...! — Suplicó, con la voz desgarrada y se cubrió el rostro con ambas manos, mientras sus hombros se sacudían en cortos sollozos. Escuchó a Mindy y a Billy pedir que votaran, pero Nichole no soportaba la idea de que alguien muriera porque ella levantara un dedo. Todo el mundo merecía un juicio justo y, si era culpable, debían cumplir con su condena. ¿Quiénes eran ellos para decidir quién vivía y quién moría?

«Pero... Vamos a morir todos...» Mientras luchaba contra sus propios medios, escuchó a Jack Anderson ofrecer dinero para condenar a Danno. Ahogó un sollozo y apartó las manos de su rostro. Sus ojos estaban enrojecidos y sus mejillas húmedas. Su mirada se dirigió hacia Danno. Le caía fatal, era un chulo prepotente que creía ser alguien, pero sólo era un chanchullero y seguro que un drogata, a pesar de ello, aquello no estaba bien... ¡Lo que estaba haciendo Jack era horrible! Pero... ¿Estaba cambiando su voto...? ¿Qué... Qué estaba pasando...?

Haciendo de tripas corazón alzó la voz, intentando llamar la atención de Ghostface, mientras caminaba por la sala, buscando.

— ¡Erick Hallwinter! ¿Por qué nos estás haciendo esto? Tu padre fue una víctima de Ghostface hace veinte años. Seguro que te ha contado lo horrible que debió ser... No-no entiendo... Sé que tu familia lo ha debido pasar mal con los chalados frikis de puñalada, pero... No tiene sentido... Tu familia tiene dinero, ¿por qué todo este odio...?

Tras darle un par de patadas a la puerta y darse cuenta de que no servía de nada Daphne volvió donde Lara en el mismo momento en que el gas comenzaba salir. 

Entonces lo del gas era verdad… entonces Ghostface, el que había comenzado todo, no estaba entre ellos.

—Al menos ahora se acabada todo esto… —dijo devolviendo el abrazo a su amiga y sintiendo que las pocas fortalezas que le quedaban se le iban al suelo, con los ojos temblorosos imitó a Nichole y gritó al cielo— suerte con tratar de esconder todos los cuerpos después de esto y cómo justificado la muerte de tantos inocentes, gilipollas!

Su vista al mirar hacía arriba se cruzó con las escaleras por las que había bajado Gabrielle. Se tapó boca y nariz con su polera y tomó la mano de Lara.

—Vamos, con un poco de suerte ese gas es más denso que el aire y se demorará un poco más en subir.

Tiró de ella suavemente hacía la escalera mientras ignoraba abiertamente la discusión que comenzaba a gestarse entre sus compañeros. Ya había tomado  la decisión de no votar por ninguno de ellos, pero antes de subir miró al traje de Ghostface y sintiendo que la rabia la invadía sus valores comenzaron a desmoronarse. Fue a grandes zancadas hacía el disfraz, lo cogió de un tirón y lo tiró  con furia sobre una de las sillas.

—¡Ahí está el único culpable de todo esto! ¿Quieren un voto? ¡Pues, mi voto es para Ghostface!

Volvió atrás con Lara y prosiguió con su plan de subir por la escalera para alejarse del gas. 

El traje de Ghostface tardó poco en chamuscarse y dejar simplemente un rastro de cenizas, a excepción de la máscara, que era de plástico. Tal y como cabía esperar, ninguna luz más se puso verde, pues no había nadie más inocente en las muertes de Emily, Patrick y Dorcus que el Ghostface original.

Me sorprendía la seguridad con la que Nichole negaba mi suposición teoría de Anthony.

¿Y por qué creías que Anthony era uno de ellos?

-Pues por...- ¿que sí? - A mí al menos me encajaba la edad, los rasgos y ciertos comentarios.

Claro que tampoco tenía forma de confirmarlo. No estaba segura al cien por cien de nada. Ni si quiera del motivo que habría llevado a Daphne a ignorarme desde la última vez en clase. O de que nadie hablase sobre el pasado de Jack y su posible adopción en la mansión de Madison Montgomery.

-Gabrielle- dije mirándola de repente -Has dicho que viniste a Nueva York y el señor G te contactó -me giré tratando que alguien soltase algo _{cuando una nueva piel de pescado se desplomó al suelo} -¿Alguien la vio? ¿Nadie se la encontró hablando con otra persona que conozcamos?- porque eso nos podría dar la clave de Ghostface _{o uno de sus ayudantes}. 

Era evidente que aún habiendo puesto toda la carne en el asador, la situación no había ido a mejor, por lo que, de forma heróica Jack Anderson no había logrado convencer a nadie ni por 1.000.000$ para sacrificarse ni por los dividendos para votar en contra de Danno Miller, por lo que hizo lo que cualquier persona en su sano juicio no haría.

-¡Tengo una idea!. -Exclamó levantando un dedo al aire- Sé que Nichole es lista, pero Nichole dijo que yo era más listo de lo que parezco, por tanto, si yo creo que Nichole tiene razón y Nichole cree que yo soy más listo... esto significa que... ¡Yo tengo razón todo el rato!.

Tras decir esto, Jack Anderson se preparó, caminando por la sala para posicionarse de la manera correcta mientras llamaba la atención de todos los presentes, cual profesor de universidad dictando su lección a unos alumnos completamente absortos con ella.

-Yo tengo razón en que Scott quiere robarle el corazón a Nichole, y es por eso que el ha preparado todo para ello, desde el primer momento. Por lo que, su objetivo es que Nichole me odie o peor aún, que su pelo quede arruinado para que yo no la quiera más. -Indicó mostrando su "intelecto superior"- ¡Esto solo puede significar una única cosa!.

Sin decir exactamente qué era lo que podría significar, Jack Anderson aprovechó el ángulo que había creado al alinear a Nichole Bloomer y la silla, para embestir a su novia para poderla sentar encima de aquel aparato de ejecución.

A pesar de que Nichole tenía un gran miedo de Jack Anderson y le vio caminar preparada para lo que fuera, no se esperaba que hiciera aquella arremetida tan brutal que la empujara de lleno encima de una de las sillas eléctricas. Cayó encima y...

El humo poco a poco se empezó a disipar, lo cual permitió a todos ver que las bombillas, habían cambiado.

Nichole había sido marcada como culpable y gracias a ello, todos habían ganado un poco más de tiempo, sin embargo, para aquellos que hubieran echado de menos un grito de dolor o el sonido trepidante de la electricidad atravesando un cuerpo humano, podían observar que Nichole estaba perfectamente bien.

Gabbi cayó al suelo, aliviada y suspiró. - El susto que me habéis dado cabrones. Pensaba que era nuestro fin.

Miró entonces a Jack, mientras se levantaba. - No sé sí ha sido puro egoísmo o realmente eres infinitamente más listo de lo que aparentas, como rumorean los demás, pero has sabido ver entre las pistas que he dado.

Tal y como dije al principio, nada más entrar aquí, aquellos que actuaron para que alguien muriera ayer, debían pagar, sin embargo, si actuasteis con justicia, el señor G lo dejaría pasar. - suspiró, secándose los ojos y el sudor de la frente.

Nichole fue la persona que provocó que la policía acudiera al Parking de caravanas y por ende, la policía mató a Dorcus. Por ende, las acciones de Nichole, desencadenaron la muerte de Dorcus, al igual que las acciones del impostor del Señor G. - caminó hacia su sitio, algo más tranquila, volviendo a mantener una posición superior al resto, excepto Daphne y Lara que habían subido para intentar retrasar la llegada del humo lo máximo posible. - Sin embargo, Nichole no llamó por motivos egoístas, llamó por el motivo más justo y puro posible, intentar salvar a Scott. Es por ello que el señor G consideraba castigo suficiente que todos supieran que tus actos llevaron a una muerte, pero no merecías morir... - arqueó una ceja y miró con una mueca a Nichole. - Mira que te lo hemos dejado bastante claro entre el Señor G y yo, pero aun así te han tenido que forzar a sentarte... Un poco feo a mi parecer, si me lo permites decir. - rio, algo más animada. - Y eso que soy yo la loca que accedió a explicaros las normas de este juego.

Dio una nueva palmada, sonora, para ser el centro de atención, algo que, cuando las cosas no se torcían, parecía que le gustaba. - ¡Ya no quedan más giritos, así que la próxima persona que se siente sí o sí debe morir! Pero de cinco que estáis aquí, al final solo va a palmar uno ¡para que luego digáis que el señor G no es justo!

¡Hijo de puta! - gritó Mindy mientras se avalanzaba para salvar a su amiga del empujón de Jack, hasta que observó atónita todo lo que pasaba. A cada palabra que decía Gabbi, Mindy se ponía cada vez más cabizbaja. - ¿Es eso verdad? - suspiró, sin poder dirigirle la mirada a Nichole. - Sabías que podías evitar una muerte... ¿Y aun así no lo ibas a hacer? - su tono de voz parecía bastante decepcionado. - No has cambiado nada...

Billy no pudo evitar reír mientras alzaba los brazos, acercándose a Mindy y poniéndole una mano encima. - ¡Os lo dije! ¡Nichole no es más que una mentirosa que porta una máscara! Sabía que podía sobrevivir, tenía tratos con Ghostface, parece saber que es el tal Erick Hallwinter. - con su mano libre, la señaló con un dedo acusador. - ¡A saber que más nos estará ocultando!

-¿Que pistas?. -Preguntó un poco confundido por lo dicho por Gabrielle Williams- Lo siento, estaba distraído peinándome cuando hablabas... ¿Hay pistas?. ¿Podrías repetirlas o... Bueno tanto da...

Al parecer o Jack Anderson tenía un "cerebro galaxia" como parecía que Nichole Bloomer había dicho, o simplemente era un descerebrado con mucha suerte de que su novia ahora no se hubiera convertido en un pollo frito en aquella silla eléctrica, sea como fuera, Jack Anderson había logrado salvar a todos... de momento.

-Si Scott quiere hacer esas cosas con Nichole, evidentemente Nichole no puede morir. -Comentó con cierto aire de soberbia- Y ella fue la primera en decirle a su tío que llamara a la policía, así que ella es "culpable" de la muerte de Darko, aunque lo hiciera pensando salvar a alguien del verdadero Ghostface.

Aquella lógica tambaleaba ligeramente en algún punto, pero eso no parecía importarle a Jack Anderson, quien creía que ya había demostrado la clara culpabilidad de Scott Lessard a la par que demostraba la inocencia de Nichole Bloomer, o al menos su mayor culpabilidad por "Llamar a la policía como una ciudadana preocupada".

-¿Así que, podemos ya votar por el culpable malvado?. -Preguntó al resto de los presentes mientras se alejaba de la silla eléctrica que aún estaba activa, por miedo a que alguien lo empujara en ella y este simplemente se sentaba en una de las dos sillas "seguras", al lado de Nichole como el "Rey y la Reina" de la "Estatua de la Libertad"- Votad por Danno como el que vende los trajes y por tanto que le vendió un traje a Darko que le llevó a que lo mataran, o a Scott por ser un roba-novias y ser el quien le dijo a Darko de hacer las bromas... o lo que sea.

Tras esto se giró hacia Nichole Bloomer.

-Estás despeinada. -Indicó señalándole su cabello.

Estaba...Atónita. Luego cabreada. También asqueada. Y toda aquella amalgama de sentimientos  que le generaba aquel tipo. Su adrenalina iba como en una montaña rusia convirtiéndola en furia pura para luego bajar a otros estados más comedidos y de nuevo subir con frenesi ¿Sería que le iba a bajar la regla o quizás era que ver tanta estupidez la enrabietaba?

- ¿¡Pero que listo ni que cojones?! ¡Quería matarla! ¡O ponerla en riesgo para obligar a Scott a correr a intercambiarse por ella! - Su dedo señalaba a Jack acusador - Yo te voto a ti Jack Anderson y puedo prometer ante la virgencita de Guadalupe que no me sentiré mal cuando te frías - tras eso dió un grito furioso para luego marcharse a una esquina apartada a sentarse. No queria saber nada más ni escuchar a nadie más. Solo quería que se hiciera justicia.

Nichole ahogó una exclamación al ver como se quemaba el traje de Ghostface que Daphne había lanzado sobre la silla y se dio la vuelta, cerrando un instante los ojos mientras un escalofrío recorría su espalda. 

La voz de Jack era como un molesto zumbido en su cabeza. Abrió de nuevo los ojos y le miró, sin entender a dónde quería llegar. 

— No digas tont... ¡Ouch! — No llegó a terminar la frase al ser empujada por Jack hacia una de las sillas. No le dio tiempo a reaccionar, a evitar aquel mortal empujón que acabaría con ella bien chamuscada... Sus ojos se abrieron como platos y su rostro palideció mientras un grito desgarrador acudía a sus labios. 

Era el fin... Ya nunca podría...

Pero...

¿Qué...?

No había pasado nada y el humo se estaba desvaneciendo. Nichole se agarró a los brazos de la silla y giró el cuello, comprobando que la luz se había puesto verde. No lo comprendía, había visto arder el traje y sabía que no era un bulo, aquellas sillas de verdad podían freír a cualquiera, pero ¿por qué...?

Se había quedado sentada completamente tiesa, y podía notarse como su cuerpo temblaba y las lágrimas asomaban a sus ojos. Escuchó la explicación de Gabbi y sintió como la adrenalina la abandonaba y sus piernas se volvían de gelatina. 

— ¿Feo...? Pe-pero... Yo no sabía... Nada... — Balbuceó, todavía temblorosa por lo que había pasado. ¿Y si la silla no se hubiera desconectado? Entonces... Estaría muerta... 

El miedo que había pasado empezó a convertirse en cabreo y más al ver como Mindy y Billy la acusaban de haberse callado esa información y haber sido capaz de permitir que alguien pudiera morir... 

— ¡Yo también iba a morir, idiotas! — Les gritó, levantándose e ignorando de momento a Jack. — ¡Sabía lo mismo que vosotros! Ella nos dijo las reglas cuando despertamos y nadie pensó que se desconectaría. ¡Mierda...! ¡Si dijo que cualquiera que se sentara moriría en cuestión de segundos! — Sentía una presión en su pecho y respiró profundamente, intentando calmar los latidos acelerados de su corazón.

Caminó hasta los dos, pero sus ojos estaban fijos en los de Billy. — Te hubiera gustado que no se hubiera desconectado, ¿verdad? Dime, ¿lo habrías disfrutado? — Le preguntó con un ligero temblor de su labio inferior. — Dices que yo he cambiado, pero... ¿Y tú...? ¿Te has preguntado alguna vez por qué me distancié? — Suspiró. — No tienes ni idea de nada... Sí que he cambiado pero no me conoces... — Una mueca se formó en sus labios. — Y sí, sospecho de Erick Hallwinter. Mientras otros se dedican a fumar porros y a llorar por su miserable vida, yo he intentado encontrar la identidad de Ghostface para llevarlo ante la justicia. No lo he dicho antes porque no me fío de ninguno de vosotros... — Esta última frase la dijo apartándose un par de pasos de Billy y mirando hacia sus compañeros. — Habláis a medias, callando más de lo que sabéis y guardándoos vuestros secretos. — Terminó diciendo, clavando finalmente su mirada en la de Jack.

— Vete a la mierda, Jack. —

Las palabras de Renata hicieron que las lágrimas volvieran a acudir a los ojos de Nichole. Se abrazó a sí misma mientras dejaba que estas corrieran libremente. Había pasado tanto miedo...

Los comentarios de Renata Santos Cruz no fueron del todo positivos, a fin de cuentas, por algún motivo la muchacha se había enfadado de que a ojos de todos casi hubiera asesinado a su compañera de clase delante de todos los demás. 

-No, porque si la mataba y ella era inocente eso no se pondría verde y no hubiera servido de nada. -Indicó mientras señalaba la lucecita encima de su silla- Yo soy más listo de lo que crees, Nichole lo dijo. Así que debo tener razón sí o sí... Por lo que Nichole estaba fuera de peligro como pensé.

En efecto, puede que para los demás aquello había sido un movimiento completamente contrario a la lógica, pero para la mente "intelectualoide" de Jack Anderson, este no solo no había sido el movimiento correcto para salvar a todos -y más importantes- a él mismo, sino que además para salvar a Nichole y demostrar la culpabilidad de Scott.

-Ey, eso ha sido cruel... -Comentó poniendo pucheros ante el "vete a la mierda" por parte de su novia.