Partida Rol por web

Esta modesta estructura de madera de un solo piso parece fuera de lugar cerca de los dos complejos amurallados que rodean a las extravagantes catedrales. Pero este templo de madera emana una tranquila y poderosa dignidad, que puede incluso exceder al conspicuo despliegue de riqueza de los otros dos. El símbolo de Fharlanghn se encuentra tallado en las puertas de este edificio y también adorna cada uno de los escalones de piedra de la corta escalera que conduce a la fachada.

El templo también cumple la función de posada, que da la bienvenida a gente de todos los credos siempre que respeten el edificio y a su deidad tutelar. Hay iconos religiosos por todo el templo, pero de forma sutil y discreta en todas las habitaciones.

Los precios son bastante económicos pero se tiene el acuerdo tácito de que los visitantes asiduos dejen donaciones que cubra la diferencia o incluso algo más.

La joven muchacha examinó el aspecto exterior del sencillo templo. Si bien no era del todo si agrado, sí que empatizaba más con este lugar que con la posada del Cuervo de Plata.

-Tal vez no tengamos que buscar un hospedaje. Bien pensado, tiene todo el sentido del mundo que el mismo tiempo de Fharlanghn sea al mismo tiempo una suerte de posada, pues es diós de los viajes, y gran parte de sus feligreses son peregrinos que vagabundean por el mundo.

Dijo aportando algo de sus conocimientos al respecto.

-Bueno, aquí quietos y parados no lograremos gran cosa.

Y así, acompañada de esas palabras, la muchacha entró en la construcción buscando algún novicio o peregrino que le pudiera presentar, o por lo menos indicar quien era el sumo sacerdote. 

el viejo sonrío con agrado a las palabras de la muchacha y se apresuro a seguirla, mientras recitaba palabras en voz baja que ninguno logro entender, en ellas le agradecía a Fharlanghn por su hospitalidad y rogaba para poder dar cabal cumplimiento a la tarea que se le encomendara allí.

Tras esto, le hizo un ademan levantando la mano izquierda sobre su hombro invitando a sus compañeros a que siguieran a la pequeña que pareció llegar bastante animada.

Erik miraba a un lado y al otro del templo, con cierta incomodidad al estar rodeado de toda aquella iconografía religiosa que le provocaba cierta urticaria. No era muy devoto que digamos. O al menos, de las religiones que no se centraran en la buena vida y la buena compañía.

Pero siguió los pasos de Enna y asintió al escuchar sus palabras sobre la posibilidad de poder descansar en el templo aquella noche. No habría masaje ni bañera caliente, pero era mejor que dormir en plena calle.

Al pasar junto a un muchacho que hacia toda la pinta de formar parte del "rebaño" de aquel templo, Erik saludó y le preguntó con voz suave y ceremoniosa:

-Perdone hermano, estamos buscando al sumo sacerdote Gerald Isslor. Serías tan amable de indicarnos donde podemos encontrarlo?

Hasta él mismo se asombró de la dignidad de sus palabras. Sería posible que ya notara la fe en el interior de su alma? "Naaaa!" se respondió interiormente de forma cómica.

La pequeña Enna estaba muy animada, se notaba en su actitud la forma en que se apresuraba por entrar. Y no estaba mal, pero tampoco estaba bien, he aprendido que en el mundo todo a su tiempo, ni tan lento y ni tan deprisa. Sin embargo ahora estaba en su compañia, y como no me parecia mal dicha actitud los seguiria con alegria.

Esperaria a que el muchacho le respondiera a Erik y saber que nos depararia el futuro. Si no respondian nada, supongo que seguiriramos avanzando hasta encontrar a alguien que nos recibiera.

Mi nombre es Gerald Isslor y soy el clérigo superior de este templo. ¿Dígame, en qué puedo ayudarle?

La joven muchacha saludó con una leve reverencia al sumo sacerdote Gerald Isslor.

-Un placer conoceros, sumo sacerdote del Habitante del Horizonte.- Empezó con solmenidad.- Mis compañeros y yo somos recién llegados a Tormentos Cristalinos, somo lo que podría considerarse aventureros. Dispuestos a ayudar a quien lo solicite, si el trabajo nos parece factible y no está más allá de lo decente. Oímos que vos estabais buscando a un grupo de aventureros, y nosotros acudimos. ¿Podría hablarnos del motivo por el cual necesitáis a un grupo de aventureros?

Mirando por la ventana, como el sol desciende, añade.

-Tal vez podríamos concretar dicho interés ante un plato de comida para nosotros, peregrinos recién llegados a la ciudad.- Terminó diciendo con una afable sonrisa y tono cantarín.

-Saludos Gerald. Me limitaria a ese par de palabras ya que nuestra vocera habia expresado todo a lo que veniamos. AL senorita Enna parecia de fiar, sobretodo en los asuntos que conllevaban las relaciones sociales. Aunque no se me difultaba, el carisma no era mi fuerte.

Toda palabra importante había sido pronunciada por Enna.

Parecía que aquella muchacha estuviera deseosa de trabajar y vivir centenares de emocionantes aventuras. Podría ser que aún no fuera consciente de la peligrosidad de aquellos encargos y de que, en alguna fatídica ocasión, se pudiera perder hasta la vida en su realización.

Pero Erik no deseaba eliminar aquella emoción en su nueva compañera. Así pues, esperó la respuesta del sacerdote. Cual sería el trabajo que les ofrecería: recuperar alguna preciada reliquia, acabar con alguna demoníaca secta o, simplemente, sacar algunas monedas para la manutención del templo?

Era cuestión de esperar a las palabras de Gerald Isslor.

- Lamento no tener nada de comer para ofrecerles. Dijo negando con la cabeza sin poder ayudarle. Pero si queréis podemos ir al Bote del Lagarto y comer algo allí. Kailee es una buena cocinera y hace unos manjares estupendos. Mostró una agradable sonrisa ante la idea. 

En cuanto al grupo que quería contratar era para que fuera a investigar la aldea del Loto, parece que los animales que rodean a la aldea se han vuelto hostiles y no paran de atacarles.

Rudlophus que se habia mantenido callado mientras Enna expreso con la claridad que se podia la razón de su visita al templo y tras oír la respuesta del Sacerdote dice:

Pues vera, respetable sumo sacerdote, en un tono de reverencia. si mal no he visto a mi particular grupo de compañeros, venimos habidos de aventura pero escasos de recursos, con lo cual se nos haría muy ameno visitar aquel sitio que menciona siempre y cuando no sea tan costoso como para superar nuestro presupuesto, pues de camino a acá pasamos por un sitio que si mal no recuerdo se llamaba el cuerno de plata.

tras decir todo aquello se queda reflexionando un poco para luego decir en un tono mas discreto con la intención que solo aquellos que están junto a el escuchen: ese pueblo que menciona de casualidad esta de camino a un poblado en un tal, acantilado verde, eso nos daría la oportunidad de matar dos pájaros de un sólo flechazo como suelen decir en mi pueblo.

La joven se muestra atenta a las palabras del sacerdote Isslor. Mantiene una expresión neutra de interés, a pesar de que por su interior se mezclan algunas dudas. La primera de ellas, sin ser de mucho interés, es la sorpresa del recibimiento, se había imaginado que  un templo como el de Fharlanghn, donde la mayor parte de sus creyentes eran peregrinos, estaría mejor preparado para atender sus necesidades. Pero ya se sabe, a veces las aspectativas sobre un tema en concreto estaban... sobredimensionadas; en ese caso tal vez fruto del interés.

La segunda duda, más relevante en el asunto, era la información acerca del trabajo. Nada más llegar a Tormentos Cristalinos y haber pagado el impuesto de acceso, ya nos quieren mandar fuera... Pero peor que eso era la naturaleza, nunca mejor dicho, del encargo. Ir a un pueblo, al parecer bastante aislado, que se ve acosado por animales agresivos. Ese tipo de asuntos son más trabajos aptos para gente acostumbrada a vivir en la naturaleza. Gente como cazadores, nómadas, chamanes, bárbaros. La joven miró a sus compañeros. Del primero al último hacían más pintas de vivir en la civilización que en la intemperie. Aceptar ese trabajo posiblemente sería una temeridad para un grupo como ese sin contar con alguien acostumbrado a los rigores de la intemperie.

-Bueno, las cosas se ven mejor con la tripa llena.- Dice con su voz cantarina.-Tal vez nos pueda contar más detalles del trabajo todo comiendo. Sin lugar a dudas, parece un trabajo arriesgado... enfrentarse a fieras salvajes; peor aún, a quien las dirige. Ni más, ni menos.

Me sentia muy comodo en estos momentos escuchando todo lo que decian mis companeros y Gerald. Al parecer todo saldria bien, conseguimos un trabajo donde podriamos conseguir recursos, que urgentemente nesecitabamos, y comida. -Gerald, espero que nos pueda al menos conseguir una rebaja a los precios de los alimentos que nos ofrce, en verdad no tenemos muchos recursos como bien dice Rudolph. En cuanto a la contratacion, me pareceria adecuado que nos infomrara de cada detalle que conzoca.

Yo no tengo ningún tipo de confianza con la señora del bote del lagarto, dudo que pueda conseguir ningún tipo de descuento. Dijo encogiéndose de hombros. El menú está a tres piezas de plata. La relación calidad precio está más que garantizada. Si queréis podemos ir allí, o a otro sitio. Me da igual.

Eso sí, sin duda, el lugar más económico es El Lenguado Macerado. Por si lo preferís, creo que el menú debe estar a mitad de precio.

Erik escuchaba el intercambio de palabras entre sus compañeros y el sacerdote. Al parecer, la preocupación primordial de alguno de ellos era si tendrían las monedas suficientes como para llevarse un plato caliente a la panza.

-Tranquilos amigos, de algún modo u otro saciaremos nuestra hambre.-dijo para tranquilizar a sus compañeros.

Pero lo importante era conocer más sobre aquel encargo para valorar si accedían a él. Tendrían que saber a qué distancia se encontraba aquella aldea de Loto y a quién deberían dirigirse para saber más sobre el asunto de los animales.

-Estimado Gerald, esa aldea de Loto tiene algún tipo de alcalde, regente o persona de importancia relativa con el que tengamos que contactar para desentrallar tal misterio animal? Y a qué distancia se encuentra la aldea?

Y mirando a sus compañeros de nuevo, les recordó que no solo era importante la comida, si no también un lugar donde pasar la noche.

-Sumo sacerdote, en el templo podríamos pasar la noche? Acabamos de llegar y desconocemos no solo locales para saciar nuestro apetito sino también donde descansar. Y creo que, al ver a mis compañeros, el mejor lugar para comer será El Lenguado Macerado. Nos acompaña?

La muchacha asintió ante la observación de Erik.

-En el Lenguado Macerado ese podremos terminar de concretar detalles. A parte de los detalles que pregunta Erik, hay alguien por la ciudad que nos pueda hablar más concretamente acerca de los ataques,¿tal vez el mensajero que pide ayuda? Conocer más detalles acerca de los ataques nos puede dar mayor margen para ir mejor preparados para lo que pueda aguardar nuestra llegada.

al ver a Erick tan tranquilo sobre el sitio para buscar un plato de comida, Rudpolphus sonrio haciendo una mueca un tanto extraña y dijo: Pues vamos a ese Lenguado Macerado, y allí resolveremos los detalles de la misión.

Aunque Rudolphus aceptó sin mucho problema, se pregunto que clase de iglesia era esta si el sumo sacerdote iría a comer al sitio mas económico de la ciudad.

-Vayamos entonces amigos! No esperemos mas, que mi estomago ruge con la fuerza de 100 leones! Diria para después encaminarme junto mis camaradas al lenguado macerado.