Partida Rol por web

Pudiste ver a Raelia la Oscura sentada en una mesa retirada. Estaba con los codos apoyados en la mesa y con la cabeza entre sus manos. Parecía triste, deprimida, o algo. Jamás la habías visto así, algo la había sucedido que parecía atormentada. Ella no os vio a ningun de vosotros.

Pudiste ver a Raelia la Oscura sentada en una mesa retirada. Estaba con los codos apoyados en la mesa y con la cabeza entre sus manos. Parecía triste, deprimida, o algo. Jamás la habías visto así, algo la había sucedido que parecía atormentada. Ella no os vio a ningun de vosotros.

-¿Raelia?-Pregunto a modo de saludo.-¿Estás bien?

Tras preguntar a los habitantes de aquella misteriosa ciudad, Ethan estaba convencido de que la única manera de poner fin a su maldición era la de volver a Tormentos y acceder a uno de los templos. Allí podría sanar su brazo y, el grupo, recuperar fuerzas.

-Compañeros, solo en Tormentos podré curar mi brazo. Allí podremos descansar algo mejor y puede que hacernos con alguna moneda que nos ayude a estar mejor preparados. Yo vuelvo a Tormentos...alguien me acompaña? Aquí no tenemos nada que hacer...-dijo el bárbaro mirando en dirección donde suponía se encontraba el hogar de las brujas-...de momento.

-Es cierto que no queda nada que hacer... Yo volveré contigo, Ethan. Espero que podamos dar con algún trabajo honrado que nos permita ganar algunas monedas, o no podremos mantenernos mucho tiempo-comentó la chica, mientras esperaba las respuestas del resto. Confiaba en que todos ellos se decidieran a volver a la ciudad. Una vez allí, tendrían que intentar encontrar algún modo de mantenerse para poder seguir adelante. 

Volvamos aunque solo sea para contar el resultado de nuestra misión, uno sera lo que sea  pero nos comprometimos a realizar algo y lo minimo seria informarles .Detengo en ultimo momento una palmada amistosa   al recordar su maltrecho estado .Sonrio lo mas amistosamente  posible y hago un gesto con la cabeza .Venga vamos 

Raelia se giró sobre sí misma al contemplar que estaba allí Nox. Tras él pudo ver a Askadi y a Otwin. Pues no, no lo estoy, la verdad. ¿Dónde narices está esa maldita bruja? Dijo poniéndose en pie y mirando a todas partes de la taberna.

-¿Que bruja?-Pregunto con dudas.-¿La gnoma?

El muchacho a la vista´de los acontecimientos suspiró y se encogió de brazos no había muchas más alternativas. Él ya los había avisado, solo esperaba que el destino fuera bueno con ellos.

- Yo también os acompañaré, mi lugar está a vuestro lado ahora Raelia, como os dije os ayudaré y si alguna vez hace falta, seré vuestra espada cuando no podais luchar.

-Otwin, Raelia..- musitó antes de que la terrible mujer se incorporara, siendo consciente de la presencia de ambos, apoyando en él una de las manos, demasiado pequeña como para intentar siquiera abarcar parte del brazo del enorme bárbaro.

Sí, Ialdabode se separa de ellos y dejo al personaje.

¡Qué gnoma! ¡No hablo de esa bruja! Dice negando con la cabeza, aunque por otra parte también se preguntaba por ella. Miró a todas partes tratando de ver si la gnomo también se encontraba allí. ¡No, no hablo de Snit! ¡Hablo de la Otra Raelia! ¿Dónde se ha metido? ¡Ese maldito Coran me distrajo, me lió y ahora la he vuelto a perder de vista!

-Coran ir con una mujer por donde estar los demás estúpidos fingiendo ver cosas invisibles -contestó el enorme bárbaro a la pregunta que Raelia le había hecho- esto ser broma, yo y Askadi volver a Tormentos -simple y directo, ya estaba harto de que lo fueran mareando por ahí.

-Ciertamente, creo que se ha ido a tormentos.-Digo apenado.-Coram llegó a donde Snit y yo estábamos distrayendo al resto. No te dije nada, Otwin, porque no quería que ellos se enterasen. La idea era que Raelia se enfrentase a su doble en un duelo, pero se las ingenió para huir. Es una maldita cobarde, después de todo. 

¡Pues a qué estamos esperando! ¡Debemos encontrarla antes de que llegue a la ciudad! ¡O si no estará amparada una vez más en las estúpidas leyes de esa ciudad! ¡Debemos separarle de ese traidor de lengua de plata! ¡Y enfrentarme a ella de una vez por todas!

Dijo mirando a los tres que la acompañaban. En cuanto Raelia esté muerta, os daré todo lo que tenga. ¡Y podréis quedaros con todas sus pertenencias también! ¡Solo quiero acabar con ella! ¡Quiero verla muerta! Y si acabáis con el estúpido de Coran! ¡Mejor!

¡Y Snit! ¡Snit también! ¡Esa bruja nos ha debido de vender o de traicionaros! ¡Hay que acabar con esos tres!

-A la orden.-Digo poniendo la mano en el pomo de mi maza.-Vamos.

Raelia miró a Otwin y a Askadi que se habían quedado completamente callados. Parecía figuras de piedra incapaces de soltar prenta. De pronto, la joven de cabellos rubios volvió a caer al suelo inconsciente, presa de ese sueño tan esporádico que tenía.

Raelia mostró sus dientes ante semejante acto de cobardía. Y por último miró a Otwin. ¿Y tú qué? ¡Piensas seguir haciendo de niñera! ¿O vienes con nosotros a partir unas cuantas piernas?

Hizo unos gestos para que se hicieran cargo de ella en esa taberna antes de afianzarse el mandoble en la espalda- Vayamos por esa rata -dijo sin añadir más y dispuesto a seguir a esa mujer, que de momento el ponía algún objetivo en ese lugar.