Esta pequeña fortaleza en ruinas es poco más que una casa de piedra y una torre con una pared rodeando un patio inferior.
La parte superior de la casa se ha derrumbado por completo. Parece ser que estaba hecha de madera que ya solo quedan trozos astillados y quemados.El interior de la casa está en pésimo estado.
Todo está muy tranquilo a excepción de los abundantes mosquitos que son la única prueba de vida que hay alrededor.
Un gigantesco foso lleno de agua rodea el derruido edificio y solo un puente en dudoso estado permite cruzar desde el camino al interior.
Allí estaba al final frente al castillo derruido dispuesto a acabar con el culto que acechaba el poblado. No era buena idea afrontar aquella empresa de cara, pero después de un vistazo a la zona, el puente que atravesaba el foso era la única foram de entrar.
Caminó hacia el puente con paso cauto, mirando arriba y abajo, esperando que de repente algo apareciera entre las ruinas y le atacara. Puso el oido en detectar cualquier ruido que proveniera de dentro o de los alrededores, con la mano dispuesta sobre el mango de la espada para un rápido desenvainado.
Pues lanza pruebas de avistar y escuchar
Tirada oculta
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+5)=6 [1]
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+1)=8 [7]
Chaos no vio venir una cosa extraña que salió del agua que había en el foso. Una especie de apéndice viscoso y húmedo atacó al aventurero que estaba tratando de cruzar el puente. Por fortuna, sus reflejos fueron suficientemente ágiles y logró esquivarlo antes de que lo atrapara.
El ataque había venido del interior del lago, pero era incapaz de verlo. Quizá si se fijaba bien podría echar un vistazo para intentar atacarle, o a lo mejor lo más sensato sería salir corriendo hacia delante o volver al pueblo.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 15(+2)=17 [15]
Puedes volver a tirar avistar a ver si ves a la criatura o huir, tanto hacia delante como hacia detrás.
Se libró por poco del agarre de aquella cosa viscosa. Por un momento se quedó mirando al lago intentando identificar la criatura que le había atacado, pero lo más sensato sería evitar un enfrentamiento que no sabía si ganaría.
No iba a rendirse ahora que había llegado hasta allí, así que corrió hacia el interior del castillo. No sabía que le esperaba dentro, pero si podía ver a su adversario, mejor que con algo oculto bajo el agua.
Chaos cruzó el agua por el puente que estaba ligeramente inclinado y carcomido. Alguien parecía haber puesto un par de planchas sobre él indicando que aquella zona parecía estar menos abandonada de lo que parecía a simple vista. Al cruzarlo llegó hasta la puerta que llevaba al interior de la edificación.
Junto a la entrada había una torre derruida que en algún momento había tenido un par de plantas y una escalera de caracol. Ahora ya no quedaba nada de todo aquello pues parecía haberse consumido por algún fuego pasado.
La puerta que había cruzado daba a un patio interior pavimentado con adoquines, pero las malas hierbas y el césped se habían apropiado de él y habían crecido por todos lados. Todo está repleto de escombros y algunas de las paredes derrumbadas. También hay algunas manchas de color pardo en el centro. Al fondo, se puede entrar por el edificio, que aunque algunas partes están derruida aún conserva gran parte de su estructura.
Buscando el amparo de los ya derruidos muros, avanzó pegado a ellos. El camino más directo sería por el centro del patio, pero no quería verse tan expuesto aunque no hubiera nadie visible allí. La prudencia le hacía avanzar lentamente vigilando sus pasos hacia el edificio central.
No parecía que el lugar tuviera o hubiera tenido vida desde hacía mucho tiempo, pero en el interior de aquel lugar habría seguramente alguna pista que le dijera donde diablos estaría el culto.
De todas formas, su instinto le hacía mirar en todas direcciones esperando en cualquier momento que algo apareciera.
Chaos subió unas pocas escaleras que llevaban al interior del edificio cuando un fuerte olor a muerte le azotó en las fosas nasales. Lo que vio a continuación fue algo que nadie podría haberse imaginado. En el interior de aquella sala había un dragón recostado y dormitando que cuando vio aparecer a Chaos, abrió ligeramente los ojos y resopló. El dragón no era especialemente grande, era de color azul y bastante joven, pero aún así una criatura como aquella imponía bastante.
Cerca de él había un cuerpo de un hombre a medio devorar, llevaba ropas ocres actualmente echas trizas y llenas de sangre y aún estaba sujetando una maza pesada. No lejos de allí había otra mujer, vestida de forma similar con espada, arco y una armadura de color negra y completamente muerta y también a medio devorar.
No sacó las armas para no alertar al dragón y caminando con suavidad, mostrando sus manos libres de armas y señalando a los cadáveres se acercó poco a poco a ellos.
Voy a mirar los cuerpos. - hablaba lentamente para ver si el dragón le entendía - Quiero ver si son las personas que busco. Si lo son me iré - gesticulaba con las manos exponiendo con ellas lo que decía para intentar no ser atacado y devorado por el dragón.
El dragón colocó uno de sus cuartos delanteros delante de Chaos y negó con la cabeza con aptitud hostil. No dijo nada, pero parecía haberle entendido. Además, su mirada provocadora y amenazante hacía pensar a Chaos que sería mejor no seguir intentándolo. Aquel dragón parecía estar protegiendo algo, y no iba a dejar que un humano como Chaos cotillease lo que tenía.
Chaos podría enfrentarse a él, pero probablemente no duraría ni un asalto, así que si quería investigar aquel lugar, quizá la mejor idea sería la de obtener refuerzos.
No iba a enfrentarse a un dragón él solo así que se retiró del lugar sin perder de vista a la criatura. No tenía otra que volver a la ciudad a ver si encontraba a alguien que se quisiera aventurar a enfrentarse con el dragón.
No había sacado nada de aquel viaje y su bolsa continuaba vacía. Antes de salir de allí, investigó el resto del patio para ver si encontraba algo relacionado con el culto o con los que viván en aquel lugar. Las manchas del suelo ahora tomaban sentido, así como la estructura que parecía haber sido víctima de un incendio. Al parecer el dragón había atacado el lugar. Quizás haya algo por el patio que le sirivera de ayuda antes de partir de nuevo hacia la ciudad.
Busco por el patio y los escombros.
No encuentras nada, pero cuando quieras buscar, te recomiendo lanzar una tirada de Buscar (en oculto), porque habrá más posibilidades de encontrar algo.
Con las manos vacías y cansado del camino, decidió regresar al pueblo y de nuevo a la taberna. Allí intentaría encontrar ayuda para desentrañar el misterio de las ruinas, la Orden y si podían, derrotar a un dragón.
Pensaba mientras caminaba en su mala suerte de escoger la tarea más difícil, aunque probablemente no fuera mala sueret, sino el emprenderla en solitario. No volvería a cometer ese error en adelante. Aunque no era muy partidario de las compañías, era evidente que no podria solucionar problemas de envergadura, que son los que aportan mejores recompensas, solo.
Lo dejo así por si pasa algo por el camino. Si no, de vuelta a la taberna.
Cuando fue a cruzar el puente recordó que un apéndice viscoso había tratado de atacarle, y de nuevo fue así. Pero ahora lo vio venir con más claridad y fue capaz de esquivarlo antes de que lo atrapase.
Apenas unas horas después alcanzó a ver Llagron.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+2)=11 [9]