¡Por favor! Gritó a la mujer. ¡Ve al Faro de Tormentos Cristalinos y pregunta por Liria! Ella es la mejor druida de la que disponemos en la ciudad y podrá ayudarnos a encontrar a la mujer. ¡Yo me encargaré de ir a buscar a Iborian! ¡Muchas gracias por el aviso!
-¡Tks!- Se maldijo porque la usaran de "correveydile" pero cuando el guardia mencionó que la persona a la que tenía que avisar era la druida más poderosa de Tormentos Cristalinos ya cambió la cosa.- Voy enseguida.
Al Faro.
Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.
Las palabras de Clarice cambiaron la cara del alcalde a una ligeramente menos hostil, pero no lo suficiente como para que cambiara de opinión, tendría que esforzarse mucho. El alcalde se dirigió hacia el cuartel donde llevó a la desconocida mujer hasta un guardia.
Esta mujer ha intentado robarme. Dice que no es ladrona, y que busca a algo de trabajo. Creo que será mejor que la metáis en el calabozo. Yo ahora tengo un asunto urgente del que ocuparme. Como sabéis hay una rana gigante suelta en la ciudad y puede suponer un auténtico peligro. Así que tengo que ir a la Catedral de Pelor a dar la alarma. Luego vendré para hablar con ella, pero me temo que tendrá que ser encarcelada. Hay muchas formas de ganarse la vida y robar al alcalde no es una de ella. Dijo mientras la empujaba contra el guardia y la pobre Lucrecia se caía al suelo de lo cansada que estaba.
Masca, me pones en unas situaciones...
Me mandaron a una aldea, a ayudar a defenderla de los monstruos, musitó desde el suelo, pero yo no sabía ni siquiera cómo usar una espada. Si hubieran sido una escoba y un plumero para limpiar, o una bandeja cargada de jarras...
Realmente estaba agotada. ¿Cuántas horas llevaba despierta? Unas cuantas de esas horas llenas de emociones negativas, del tipo que le drenaban la fuerza vital y la dejaban rendida, como un trapo viejo y sucio.
Disculpéme, caballero, pidió al guardia, mirándolo con ojos vidriosos y tendiéndole una mano lánguida. No he comido hoy, y me tiemblan las piernas. Sujéteme con fuerza, o temo volver a caer de camino a esa celda.
¿Qué podía hacer? Si se limitaba a esperar a al alcalde, podía descubrir su charada. Si trataba de usar sus habilidades, se revelaría como algo más que la muchacha desamparada que pretendía ser.
¿Hay muchos guardias en el edificio?
De cualquier manera, antes de hacer nada drástico, Lucrecia esperará a que el guardia la conduzca por un lugar solitario, o al menos donde no haya testigos que vayan a hacer saltar la alarma. Todavía tengo buenas puntuaciones en habilidades sociales y un par de conjuros disponibles para este día.
El alcalde dejó solos a los guardias con la muchacha y se marchó de allí. En vista de que aquella mujer no suponía ningún tipo de amenaza, uno de los guardias la cogió para que no se desplomase contra el suelo y se la llevó a un pasillo. La mayoría de los guardias estaban resolviendo el asunto de las rana gigante, y se había ido para luchar contra ella y para informar al pueblo. Allí solo quedaban dos guardias de oficio, uno de ellos se dirigió al recibido y el otro acompañó a Clarice hasta un banco para llevarla un vaso de agua y más adelante conducirla a su celda.
Lucrecia se quedó sentada unos instantes, recuperando el aliento, luchando por mantener los ojos bien abiertos. Estaba en apuros, y mamá no estaba allí para sacarla de la oreja; tenía que arreglarlo por sí misma, no podía permitirse desfallecer ahora.
El guardia era un encanto de muchacho, por fortuna. Silencioso, pero solícito incluso con una suopuesta ladrona traída allí por el alcalde. Un joven meni¡os caballeroso la hubiera tirado de cabeza al calabozo. Y tengo que meterte en un lío para salir yo del mío... espero que Timertikos no se acuerde de tu cara. Suponiendo que esto salga bien.
Y si salía mal, al menos en la celda podría descansar. O eso esperaba, tenía que haber al menos un catre miserable o un montón de paja, ¡los criminales también eran personas!
Cuando el muchacho se acercó, la muchacha cuyo rostro y figura había adoptado Lucrecia realizó los gestos y pornunció las palabras de un sencillo encantamiento para fascinar al guardia y hacerlo susceptible a la sugestión.
Tengo que ir a... hacer mis necesidades. Volveré en un minuto, espérame aquí, pidió al guardia, sonrojándose levemente.
Uso hipnotismo (TS Voluntad CD 19*) para fascinar y hacer una sugerencia sencilla al guardia.
Si la cosa funciona, Lucrecia se larga de allí hacia "El Bote del lagarto (18)", deshaciendo el conjuro de disfraz en cuanto no la vea nadie.
*15 base + 1 soltura con encantamiento + 2 por ser un solo objetivo fuera de combate + 1 por la aptitud "conjurar a escondidas" de embaucadora.
Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.
Iborian de estar, estaría aquí. Y sobre lo de los rumores, yo no digo nada, ya sabes que tienes libertad de actuación.
Zarus se dispuso a llegar con Iborian, pero antes decidió cambiar su aspecto y usar un "disfraz".
La idea era sencilla, averiguaría a como diera lugar, aquello que motivo a Layla y a Intissar a llegar a esta ciudad. Según entendía, se trataba de una venganza, pero hacía mucho que los hermanos no pisaban Tormentos, entonces, nadie les podría reconocer, pero siempre existía la posibilidad de que sí, así que solo había que hacer correr el rumor de que aún seguían con vida.
Por fin Zarus logró divisar el cuartel, ahora solo había que ubicar al jefe de la guardia y hacer las preguntas indicadas. Esperaba que pronto le alcanzara Snit; le molestaba la idea que fuera a arruinar las cosas, ya había visto como algunos se iban de soplones a contar los planes de otros.
Con la apariencia de Intizar o lo mas parecido a este, el joven Lazarus solicitó hablar con el jefe de la guardia, diciendo que había algo muy importante que solo podía hablar con él. Se trataba de un trabajo que hace unos días encargó a un grupo de aventureros. Una vez con él, usó este gancho para tener su atención.
-Muy buenas, me presento: mi nombre es Intissar. Es un gusto conocerle.- le dice a Iborian (o al de mas alto rango en el momento). -Algunos amigos míos estuvieron por aquí hace unos días. Cierto asunto en la bodega de una taberna. Tengo entendido que le han hecho saber que algo extraño hay en ella, aunque a mi, francamente, solo me interesa saber si algo de oro se gana por terminar aquella tarea incompleta.- una vez escuchada la respuesta de Iborian, Zarus paso de asunto.
-Verá, hay algo de lo estoy seguro me puedo encargar. Quiero la recompensa que ofrece puente Brandon por atrapar a los ladrones que andan merodiando. Me servirían detalles: los lugares en donde estos han aparecido con mayor frecuencia? de cuantos ladrones se tratan? y, si los prefiere vivos o muertos?- dice con completa normalidad, haciendole entender que era un frio cazarecompensas.
Tirada oculta
Motivo: Disfrazarse
Tirada: 1d20
Resultado: 2(+13)=15
Tirada oculta
Motivo: Engañar
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+6)=17
Uso el conjuro Disfrazarse.
La tirada de Disfraz, es solo por si alguno ya hubiera conocido a Itissar, que creería que no es el caso, pero de todas formas dejo una de engañar, pues seguramente nadie le conocería lo suficientemente bien.
Iborian se quedó mirando a Intissar, su rostro le resultaba extrañamente familiar, pero no recordaba de quien se trataba. Después comprendió que hacía unos días que había venido a verle. El señor Argot Leular fue acusado de que haber envenenado la cerveza de Blagh, a su vez, éste era acusado de envenenar a los demás con su cerveza. Una extraña enfermedad atacó durante unos días el pueblo. Parecía convertir a la gente en hombres pez, u hombres lagarto. Algunos no eran capaces de sobrevivir a la enfermedad y terminaron falleciendo. Juraría recordad que aquel hombre que tenía delante, había sido objetivo de dicha enfermedad, pero si ahora estaba recuperado, es que realmente no había sido así.
Blagh fue investigado y analizada su cerveza. Nada de eso era cierto. La cerveza está en perfecto estado y no hay nada de lo que preocuparse. Lo de Argot Leular más parecía una vendetta personal que una investigación verdadera. Luego se quedó pensando en lo de la bodega de Blagh. Sí, se le acusó de que tenía algo escondido ahí abajo. Pero hasta donde yo sé, esconder cosas en su local no está prohibido y hasta ahora no hemos visto ninguna actividad que nos haya resultado sospechosa. Al menos no otra después de lo ya investigado.
Cuando cambió de tema aprovechó para hablar también de ello. Puente Brandon se escapa de mi jurisdicción, es un problema de otro pueblo y no he oído nada más salvo los rumores y los carteles que hay colgados en las posadas. No es un trabajo del que me tenga que ocupar yo o mis hombres, ya que está fuera de la ciudad. Concluyó.
Zarus escuchó con atención las palabras del jefe de la guardia y luego hizo un gesto de desagrado al escuchar que no había ningún interés en seguir investigando a Blagh -Entiendo. Entonces lo de la taberna del enano no reporta ninguna recompensa. Vaya, por un momento pensé que lo que se esconde a allá abajo era un asunto que debería importarle a la guardia de esta ciudad, pero supongo que tendré que ocuparme de alguna otra cosa. Tal vez pueda encargarme algún trabajo que se le haya hecho difícil. Jugando por todas las cosas extrañas que pasan en este lugar, la guardia no debe dar abasto.- dice con plena confianza en ser de utilidad.
El cambio de tema, también reportó desinterés del jefe de la guardia y eso hizo que Zarus pensara en lo poco valioso que fue en llegar hasta este lugar. -Ya veo... Entonces eso tampoco es que importe mucho.- responde en relación a lo de Puente Brandon. -Supongo que lo de la recompensa aún sigue en pie en Puente Brando, entonce no hay de otra que llegar hasta allá. Puede darme las indicaciones para llegar y por quien preguntar?- le solicita a Iborian, para luego ponerse en marcha hacía donde se encontraba un viejo amigo de Intissar, el "herrero".
Tirada oculta
Motivo: Averiguar Intenciones
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+4)=10
Voy a aquel lugar al que una vez Intissar me llevo, donde su amigo el herrero. Ahí me presento como Zarus, él igual ya me ha visto y sabe que soy alguien de confianza para Intissar, la idea es que el me cuente lo que sabe sobre la historia de los hermanos y su venganza y mostrarle que Zarus esta dispuesto a llevarla acabo.
Bueno, tambien busco comprar Herramientas para ladrón o lo que pueda hacer sus veces, no creo que sea difícil construir unas para un herrero. De igual modo, le preguntaré por el trabajo que quedó pendiente sobre el rescate de su mercancía.
La tirada es para verificar si Iborian oculta algo en relación a Blagh o a lo de puente Brandon.
Iborian se encogió de hombros. En principio nuestros guardias se están encargando de los problemas de la ciudad. No veo razón por la que necesitemos a nadie. Dijo ligeramente molesto porque aquel hombre dudase de la habilidad de los soldados de Tormentos Cristalinos.
Puente Brandon se encuentra al norte de la ciudad, y desconozco más que lo que usted mismo ha escuchado en las noticias. Dijo molestándose más porque aquel hombre pensase que no tenía nada mejor que hacer que ponerse a resolver dudas estúpidas y que lo único que indicaba de él es que no estaba atento a lo que se anunciaba cada mañana.
laset, ya te lo he comentado más veces. Si quieres moverte de escena, tienes que esperar a que postee. De lo contrario, te cierro la que dejas pendiente y te quedas sin oír respuesta. Además, también sabes que tienes que indicarme la escena a la que quieres dirigirte concretamente. Sois más de 50 personajes, y ponerme a buscar ahora la escena de la que me hablas, supone mucho trabajo para mi si todos hicieran lo mismo...
Sobre tu tirada de averiguar intenciones, dice la verdad.
Luego de esbozar una leve sonrisa y dar las gracias, Zarus, hizo señal de despedida y tomó su camino hacia donde se encontraba el herrero, amigo de Intissar. Esperaba obtener información de quien debía conocer la historia de Intissar y de Layla, también habían algunas cosas que deseaba conseguir con él.
Al Yunque entonces.
Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.
Allí estaban los cuarteles, y no parecía haber señales de los otros. La muchacha aprovechó esa pequeña parada para descansar un poco, aquellos paseos estaban dejando claro lo agotada que estaba, aunque aún no podía permitirse parar y dormir. Tendría que aguantar un poco más, con un poco de suerte, hasta esa noche con sus compañeros.
-¿Los veis por algún lado?-preguntó, echando un vistazo a su vez-si no es así, deberíamos seguir a Puente Brandon.
A Puente Brandon pues, si no vemos al resto aparecer.
El Kraken asintio.
-EL KRAKEN ESTA DE ACUERDO. DEBEMOS ENCAMINARNOS HACIA PUENTE BRANDON