Partida Rol por web

Tal vez podamos hacerle comprender que solo queremos que las cosas en este bosque se normalicen, que no somos sus enemigos. dijo a Lomenar, invitandola a usar sus palabras para mejorar la actitud del lobo cautivo.

El lobo pareció quedar resignado ante la superioridad numérica y los sonidos de Lomenar. Sus orejas indicaron sumisión y se quedó en silencio mientras escuchaba todo lo que tenía que decirle. El conjuro no duraría mucho, por lo que la conversación tendría que ser lo más rápida y breve posible, además de que ambos tampoco podían hacerse entender perfectamente.

Hambre. Dijo sin más ante la pregunta de por qué les atacaron. Y defensa. Concluyó Lomenar y sus compañeros parecían haber invadido su territorio y los habían visto como posibles presas. Hambre y territorio. Volvió a decir ante la pregunta de la preocupación. Parecía que los viñedos de los Licorambarinos estaban mermando el tamaño del bosque y ya no les quedaba tanto espacio para seguir cazando, por eso de vez en cuando se acercaban al lago a beber y a ver si cazaban a algún otro animal o a veces se daban un paseo por los pastos en busca de alguna pequeña presa.

Uno de tu manada. Concluyó el lobo al preguntarle por lo que había en el interior de la manada. Parecía referirse a un druida o a un hombre o elfo como ella.

Mientras todos miraban a Lomenar y al lobo, pudieron ver como el segundo agachaba las orejas en señal de sumisión. Después empezaron a hablar haciendo sonidos similares a ladridos y gruñidos.

Nerviosa y expectante, Lictea observaba el buen hacer de su amiga. EN un gesto inconsciente se aferró con fuerza al brazo de  Andrey.

- ¿Qué le estará diciendo?- Con un poco de suerte obtendrían alguna pista del morador de la cueva.

Finalmete Ilene asintió y deshizo los últimos nudos que sujetaban al lobo, liberándolo.

- Suerte. - terminó diciendo ya en la lengua común mientras le señalaba el bosque, invitándolo a salir a la libertad.

- Nos atacó por instinto. Hambre y territorio. Son comportamientos básicos de los lobos y no voy a culparle por eso, su manada ya ha tenido suficiente castigo por lo que he decidido dejarlo en libertad.

- Es dificil elucubrar, pero sí parece que el bosque se ha reducido, limitando las zonas de caza y haciendo a los lobos más agresivos. Podría ser que los Licorambarino hayan ampliado sus campos, pero el lobo lo único que tenía era hambre y necesidad de su propio territorio. No hubo otra razón por la cual nos atacase.

- En cuanto al ser del lago, el lobo sí lo ha visto pero no puede darme una descripción completa. Pensad que ellos no distinguen muy bien a los distintos humanos.

- El concepto era "alguien de tu manada". Ahora podemos pensar que se refiere a un humano, elfo o semielfo por mi forma física o a un druida como yo. Al menos ya sabemos con seguridad que hay alguien ahí y debe ser humano o elfo.

- El animal no sabía más y le he liberado. Recuperemos la cuerda y si hemos terminado aquí quizás sería bueno ir al lago y decidir allí nuestro siguiente paso.

- No voy a engañaros, no estoy nada contenta con los Licorambarino y a la vuelta me gustaría que respondieran algunas preguntas. La vida para los animales salvajes cerca de las ciudades es muy difícil.

Lomenar se puso en pie y se estiró, disponiéndose para regresar al lago en cuanto hubieran recogido sus cosas.

-No tengo ni la más mínima idea.- le susurró Andrey a Lictea, no quería romper la concentración de Lomenar. Una vez está terminó de interrogarlo y lo liberó Andrey se colocó la mochila al hombro, recogiendo la cuerda marchando hacia la cascada.-Tal vez el humano que indica el lobo pudiera ser alguna clase de druida enfurecido con los Licorambarino por el uso que le están dando a la tierra. Si llegase el caso¿cómo queréis actuar?-el soldado se adelantaba a las posibles consecuencias del comentario de Lomenar, si entraban en combate quería tener la cosas claras. En mitad de una batalla era el peor momento para las dudas y si llegado el caso sus compañeros compartían los ideales del atacante sería mejor hablar sin tan siquiera sacar las armas. Era mejor tenerlo todo claro desde un principio, que no matar a alguien sin sentido o que sus compañeros le vendieran, aunque ese sería el peor de las cosas.

-He pensado en subir yo usando vuestra magia, tras el salto anclaría el gancho en la cueva y bajaría unos metros para poder asistiros en la zona del salto. Si yo mantengo la cuerda tensa desde el otro lado no sería necesario saltar, bastaría con que pasaseis colgados por la cuerda, creo que de uno en uno podré soportar vuestro peso sin problemas. Así solo sería necesario que saltase el primero. En cuanto lleguemos intentaré hacer un especie de arnés con una de las cuerdas cortas, nos hará falta si queréis subir a los animales.-iba comentando sus ideas en voz alta con el resto mientras se ponían en marcha hacia la cascada. No tardarían mucho en llegar y ya se conocían en camino, tan solo hizo una pequeña parada en el lago para recargar las odres y refrescarse un poco la cara, para terminar así con cualquier ápice de sueño que le pudiese quedar en el cuerpo.

La pregunta de Andrey hizo que Lomenar se parara y le mirase mientras reflexionaba acerca de lo que haría llegado el momento.

- No ha visto signos de manipulación en el lobo, al contrario de como ocurrió en la Aldea del Loto en la que los animales habían sido inducidos a matar inocentes, el comportamiento a mi me ha parecido totalmente natural. - Lomenar intentaba hilar lo sucedido, aunque le faltaban demasiados cabos sueltos la idea se iba formando poco a poco en su mente. - Si es druida, ha respetado y protege el orden natural y no es agresivo hacia nosotros no me pondría en su contra. Sin más información no puedo decirte qué haré.

- Pero si somos atacados, nos defenderemos, tal y como hicimos con los lobos. Matamos a uno de ellos y no tengo el más mínimo remordimiento, es ley de vida y no transgredimos ninguna ley natural al hacerlo.

- Lictea, ¿sabes de alguna muerte en los campos de los Licorambarino? Creo que solo informaron de destrozos. De ser así no seré la primera en atacar. Además, creo que la misión consistía en conseguir información acerca de lo que estaba pasando, y eso es lo que pienso hacer.

- Lo que no te puedo decir ahora mismo es lo que haré cuando tenga toda la información en mi mano. Hasta el momento y por lo que se, los que no han respetado el equilibrio han sido los Licorambarino, pero me niego a acusar a nadie sin pruebas. Además, posiblemente Los Licorambarino hayan ampliado sus viñedos usando las leyes de la ciudad, lo que complicaría aún más el problema ya que sería la eterna lucha de las ciudades contra la naturaleza salvaje. No se les podría en ese caso reprochar nada tampoco.

- Es muy complicado decidir ahora mismo.

El rostro de Lomenar reflejaba la lucha interna que tenía y su preocupación. Lictea conocía mejor los detalles de la misión y ya había hablado en alguna ocasión con los Licorambarino. El punto de inflexión para la druida consistía en saber si habían habido muertes no naturales. Los destrozos materiales eran cosas que tenían arreglo y siempre se podría negociar, pero una muerte era algo que estaba más allá de la negociación.

Madre, ayúdame a elegir el camino correcto...

El rostro de Lictea era visiblemente de enfado.Los Pastores de Lobos vivían situaciones de aquel tipo constantemente. Las ciudades arrasaban los campos y el territorio del lobo se veía reducido. Cuando éstos, acorralados, atacaban alguna oveja indefensa, llegaban las quejas de los pastores. ¡Menuda hipocresia!

- Que yo sepa sólo ha habido destrozos en los campos, de los que han culpado a los hombres lagarto, creo.- Estaba más o menos de acuerdo con Lomenar. Si había un druida y no había manipulado a las bestias de la zona para atacar a los humanos, lo respetaría. Eso sí, quedaba otra posibilidad.- No descartemos que lo que esté haciendo esta humanoide sea tratar de inculpar de los destrozos, o ataque si hubiera habido, a los hombres lagarto. La situación en la ciudad para con ellos no es  la mejor actualmente, como nos indicó su embajador.-Ahora que el lobo se había ido sólo quedaba la cueva.

- Vamos, pongámonos en movimiento.

Una vez llegaron a la cueva no habían aclarado mucho la situación, pero al menos ninguno era un radical ni un loco sediento de sangre, de todos modos el avanzar con dudas no era algo que le gustase a Andrey; sin embargo ahora mismo no había muchas más opciones. El joven se tomó su tiempo para preparar un "ocho" con la cuerda, un arnés sencillo que acomodar bajo las patas de los animales con el lazo sobre la grupa para poder levantarlos luego a peso.- Bien, la idea es que tras de mi suba Lomenar o Lictea, luego uno de los animales, luego la otra druida, el otro animal y por ultimo Kranjstar. Yo me quedaré a media altura para que podáis evitar el salto deslizándoos por la cuerda, imagino que un tramo corto estando atado y con los tres arriba podre treparlo sin problemas o en el peor de los casos podréis alzarme a pulso.-le pidió permiso a Lictea para poder probar el arnés con su lobo, prefería que ella estuviera cerca para mantenerlo calmado, al fin y al cabo el animal le conocía poco. No sería extraño que tratase de morderlo si las acciones de Andrey le incomodaban.

Al igual que en el día anterior el guerrero se quitó la armadura y dejó la mochila en el suelo, antes de iniciar la escalada se aseguró la cuerda a la cintura para luego ofrecerla a sus tres compañeros.- Cuando vaya a saltar soltad algo de cuerda para que tenga margen de maniobra.-después se enganchó a la espalda un pequeño fardo de tela, eran dos mantas enrolladas, comprobó el cinto de armas en el cual solo llevaba la daga para evitar mayores molestias. Una vez hubo acabado y repasado todo el equipo y los nudos miró a Lictea- Estoy listo, cuando quieras.- el guerrero parecía preparado para recibir el conjuro, decidido a alcanzar hoy mismo la cima sin mayor demora.

Kranj escuchó con atención lo dicho por Lomenar. Le miró con admiración por su trabajo con el lobo y se alegró al ver que lo dejaba en libertad. -Espero que la próxima vez evalúe mejor a quien morder- dijo con cierta sorna, mirando luego a Lictea.

La preocupación de Andrei era validad, si lograban dar con el druida y su lagarto y no tenían claro si iban a luchar o a hablar diplomáticamente, sería un problema; Lictea o Lomenar tenían motivos para estar de lado del druida que hizo los destrozos en los campos. -De mi parte, no puedo aprobar ese tipo de conductas, pero no por ello pienso que merezca la muerte. Si el druida de este bosque tienen un problema con su territorio, debe llevarse a negociación. Esto puede terminal muy mal si cada quien hace lo que se le viene en gana y el dejar a otro como culpable, es un acto totalmente deshonesto. Ahora bien, los animales de este bosque no reconocen a este druida como protector del mismo, lo cual es sospechoso.- el clerigo se quedó un momento meditando sobre el tema, pero luego negar con la cabeza. Era muy probable que este druida actura por cuenta propia.

Al llegar al lago, Kranj se preguntó algo que no había hecho antes -Cómo hace un lagarto para subir por ahí y saltar y todo eso? Cabe la posibilidad de que haya otra entrada que tal vez no sea escalando. Tal vez sea...- dijo mirando hacia el agua. Hasta ahora solo era claro que las huellas desaparecían al llegar a la cascada. -Para un lagarto de gran tamaño sería mas facil nadar que escalar, no creen.- declaró como una idea bien meditada. Lo otro sería volar, si tiene el suficiente poder mágico para hacerlo, claro. -En fin... creo que nosotros tenemos mas posibilidad de subir que de bajar. Te puedo ayudar un poco en tu primer intento, Andrei.- dijo para ponerse a la obra.

No le hacía ninguna gracia ceder el protagonismo a Andrey , pero no le quedaba otra después del ridículo que había hecho el día anterior.

- Ven aquí. Se arremangó dispuesta a sobetear el cuerpo del guerrero. -Era necesario para transmitirle la magia de la Diosa. Acabó con un salado pellizco en el turgente trasero del humano.