Cuando se encontró entre sus compañeros de fatigas, Lucrecia se dio cuenta de que el corazón le latía con tanta fuerza que todos debían estar oyéndolo. ¡Incluso los monstruos del sótano! Calma, Lucrecia, calma. Todo ha pasado.
Ahora sí, ¿no? dijo con un hilo de voz. Tuvo que hacer una pausa y tomar un par de bocanadas de aire antes de proseguir. Decidme que nadie tiene alguna razón que nos impida largarnos de una vez.
Hablaba con sus amigos, pero tenía un ojo pegado en las escaleras.
¿Has tenido suerte? preguntó a Namarra. Suerte encontrando algo de valor, quiero decir. Que estés viva ya es bastante afortunado, per se.
-Si! -dijo ella mostrándoles todo lo que llevaba entre sus brazos.
-Vámonos cuanto antes! No quereis saber lo que he visto alli abajo!
Tras escuchar paso acercándose Elianne levantó el arma de nuevo. Casi desperdicia un virote de los puros nervios pero pudo refernar el disparo al ver asomarse una cabellera castaña en lugar de un craneo putrefacto.
—¡Menos mal que han vuelto! Ya estaba preocupándome. No, ningún motivo para quedarnos.
A Puente Brandon?
Sanya abrazó a la pequeñaja en una explosion de afecto bien rara en la ruda enana.
-Bravo, pequeña! Sabía que volverías! Estoy de acuerdo, volvamos al pueblo a informar y a recuperarnos. Vamos a necesitar clerigos para sacar a esas cosas de ahi.
Raellia soltó un aire que no era consciente de estar reteniendo, con más que evidente alivio al ver volver a sus dos compañeras.
-Marchémonos, volveremos más adelante listos para plantarles cara-dijo, ahora más animada. Habían vuelto. Aún estaban enteros, y tenían posibilidades de deshacer aquel mal.
-SÍ. EL KRAKEN TAMPOCO VE OTRA OPCION.
Vamos. Antes de que decidan subir, coincidió Lucrecia.
Sin esperar más respuesta, se puso a caminar hacia la salida del templo. La idea de regresar, ahora que por fin estaban a salvo, le resultaba perturbadora, pero odiaba dejar el trabajo a medias cuando su reputación estaba en juego.
Cuando lleguemos a Puente Brandon, podemos separarnos, propuso. Un grupo que se quede a informar y a pedir ayuda allí. Los demás a Tormentos Cristalinos, en busca de sacerdotes que quieran acompañarnos.
/A Puente Brandon.
Lazarus se alegró al ver subir al par de chicas, sin embargo, no demostró su alegría, pues estaba molesto con su imprudencia. Pensé que ya se habían convertido en el postre de esas cosas. dijo a manera de sádico chiste.
Pues vamos de una buena vez. dijo sin más.
Puente Brandon.