Este extraño edificio parece estar construido a partes iguales en madera, piedra y hierro. Numerosas chimeneas expulsan humo en su desigual tejado, y los sonidos de martillos, silbatos y golpes metálicos resuenan cada poco en su interior. Un cartel sobre la puerta muestra un juego de engranajes conectados.
Este edificio, la casa gremial de los caldereros, es una visión relativamente nueva de Tormentos Cristalinos. Todo tipo de inventores, relojeros, piñoneros, fabricantes de lentes y metalistas son bienvenidos a este lugar. El gremio de caldereros está dedicado a la construcción de artefactos mecánicos y ópticos, como relojes, lupas y demás inventos no mágicos aunque no por ello menos maravillosos.
Ialdabode entra y se dirige donde haya alguien, y le pregunta.
-Saludos, sabe Ud donde puedo encontrar a Andrati-dijo mientras observaba el interior del lugar.
Ethan se maravilló al entrar por primera vez al gremio de los caldereros. Ciertamente, todos aquellos extraños aparejos creados a partir de hierros, cristales y fuelles le eran del todo desconocidos. Poco conocía de la magia, ya que siempre había creído que era cosa de gente con algo de locura en sus mentes. Pero aquella nueva visión le hizo ampliar si concepto de “loco”. Hombres que miraban una y otra vez amasijos de metal que formaban esculturas con, según decían, ciertas utilidades. Otros que miraban a contraluz diferentes objetos utilizando cristales de diferentes tamaños, medidas y curvaturas... “Todos un atajo de locos!”, pensó el bárbaro.
La escuchar como su nuevo compañero pedía la atención de un tal Andrati, le picó la curiosidad y buscó obtener información.
-Qué te han dicho de ese tal Andrati? Qué tipo de trabajo nos puede ofrecer? Porqué viendo lo que hay por aquí... puede que nos den un encargo en que lo difícil será entender lo qué hay que hacer!
Y es que el bárbaro estaba más acostumbrado a los típicos trabajos de protección, combate o búsqueda... Y solo deseaba que el trabajo tuviera aquel perfil.
Ialdabode mientras espera respuesta para saber donde se encuentra el tal Andrati miro a su nuevo compañero y dijo.-Si te soy sincero no se absolutamente nada sobre el, solo es un presentimiento nada mas-dijo sonriente.
Un hombre anciano con gafas, alto y espigado se acerca a vosotros, lleva entre manos una rana de juguete que cuando os ve salta de su hombro y se aleja de allí escondiéndose tras algún mueble. El hombre os mira de arriba a abajo inclinando sus gafas para poder veros mejor.
- Yo soy Andrati, Andrati Paterwalus, maestre gremial de los Caldereros y esta es mi casa. Decidme, quienes sois y por qué preguntáis por mi.
Ialdabode miro al viejo y hablo.
-Mi nombre es Ialdabode, y vengo de muy lejos, en busca de trabajo, de lo que sea, me han dicho que ud podria ayudar-dijo mientras observaba al anciano.
El bárbaro sabía que había llegado a aquel lugar por mero capricho del destino ya que, tras el abandono de sus compañeros, quiso la fortuna que se encontrara con el misterioso Ialdabode y hubiera dirigido sus pasos hacia el gremio de caldereros.
Obtó por quedar en silencio y dejar que su nuevo compañero hablara. Era una manera de obtener información del lugar, la misión y las intenciones de aquel tal Andrati sin entrever un interés desmesurado.
Primero quería saber qué quería aquel viejo y después evaluaría si el encargo pordría ser de su interés.
- No sé quien te ha comentado tal cosa, es un gusto que hablen de uno mismo, pero no es cierto que necesite ayudantes. Yo sé manejarme solito y llevo años haciéndolo así. Así que si no queréis algún encargo o alguna otra cosa, decidle a quien os comentó aquello que no necesito ni ayudantes ni aprendices. Aunque gracias por la oferta, la tendré en cuenta cuando la edad me impida seguir con el oficio.
Ethan tenía la amarga sensación de haber perdido el tiempo en aquel primer día en Tormentos. Había acompañado a Ialdabode a aquel extraño gremio de caldereros, buscando algún tipo de trabajo y lo único que había conseguido era la respuesta de un viejo a quién nada le interesaba la presencia de dos aventureros.
-Creo que no te han informado bien...- dijo a su misterioso acompañante con cara de circunstancias. -Lo mejor es largarse de aquí.- y acto seguido se dirigió hacia la salida sin esperar la respuesta de su compañero.
Al salir, observó como el cielo comenzaba a oscurecer y, sin conocer la ciudad, la cosa se podía complicar para encontrar un lugar donde pasar la noche. La primera opción que le vino a la cabeza era la de visitar a Lassiter. Él había comentado que, si fuera necesario, podría echarles una mano. El problema era que aún no conocía suficiente a aquel Ialdabode y no quería poner en compromiso la confianza del hombre que le había contratado para llegar hasta Tormentos.
Al salir a la calle, comenzó a caminar sin esperar a que su compañero le siguiera o no. Si se quedaba atrás no era su problema. Puede que él quisiera quedarse en el gremio de caldereros a hablar con aquel anciano, pero Ethan no quería perder más tiempo. Y si le preguntaba donde iba, sería claro en su respuesta.
Me dirijo a Casa Lassiter (57), sin esperar a mi silencioso compi. Sorry!!!!
Saludos
Nanuk
Ialdabode espero que su compañero temporal se fuera, luego miro al viejo y le sonrio.
-He escuchado sobre-hizo una pausa-constructos en miniatura, ¿puede ser?-dijo mirando fijo al anciano.
- Si, pero ¿cómo lo has sabido? Hasta tan lejos han llegado mis juguetes como para que un forastero como tú haya oido hablar de ellos. Además, cómo has descubierto su magia. Ante algún hombre muy importante han tenido que llegar como para descubrirla.
Por favor, no menciones mi don, no quiero que el gremio de magos venga a aquí y quiera convencerme de unirme a ellos. Yo vivo muy feliz entre mis juguetes y mis pequeños truquillos.
Ialdabode miro al viejo y dijo con voz suave y delicada.
-No se preocupe no dire nada de nada, pero necesito trabajo, el que sea, si puedo ayudar en algo se lo agradeceria-callo por un momento-digamos que seria un favor por no decir nada.
¿Qué estás, tratando de sobornarme? Ya te dije que no necesito a nadie, y mucho menos a gente que quiera extorsionar a este pobre viejo. Así que ten cuidadito con lo que estás diciendo, dice el viejo con tono enfadado quizá tus labios se vean sellados y sea yo el que consiga de verdad que no digas nada. No creo que esta sea la forma de buscar trabajo. Desde luego que no, en fin, márchate sino quieres que mande a la guardia a por ti!
Intento controlarme mucho para que no me salga ese aura que se muy bien como controlar.
Miro al calderero y no se que hacer si seguir diciendole nada.
Como me amenaza me aparto un poco.
Le miro y en ese momento hago una reverencia, y empiezo a alejarme.
Me siento abatido, no que hacer en ese momento camino despacio por la calle intentando pensar que hacer, por que este reves no me lo esperaba.
Cuando sales de aquel lugar puedes ver como una columna de fuego sale de dos puntos de la ciudad. El punto que parece corresponder a la Taberna de la Cabra de Mimbre (5) y al Salón de Rarezas de Anmeh (32). Las columnas son del mismo tamaño y de las mismas dimensiones, eso te resulta extraño. Pero lo que está claro es que si hay alguien ahí es muy posible que esté en grave peligro.
Cuando veo las columnas de humo no se muy bien hacia donde diriguirme.
Esas dudas no me suelen gustar nada.
Entonces decido preguntar a alguien que este en la calle, cual de los dos lugares es el mas cercano.
Para poder tener algo en lo que estar seguro, y tener claro donde poder ayudar.
Hay una escena en la partida que se llama:
"Tormentos Cristalinos" Allí está el mapa de la ciudad.
Es muy tarde y no hay nadie por los alrededores, ya es de noche en la ciudad y para llegar allí hay que cruzar el puente desde donde estás. Una vez que cruzas el puente ambos lugares están más o menos a la misma distancia.
Ha caminado despacio y sin saber muy bien donde ir.
Por que cuando el maestro calderero le ha dicho que no de ninguna manera el ha sentido un vacio igual que el que sintio cuando su padre le dijo que se fuera.
Necesita saber sobre su nueva forma de vida y nadie le ayuda asi que bueno decide ir al incendio a ver en que puede ayudar aunque no esta muy seguro.
Cruza el puente andando y ve que las llamas han crecido asi que se guia por el olor a humo.
Lo lamento no he estado y no pude avisar por que fue algo familiar imprevisto.
Espero que no vuelva a pasar ya he posteado.