A Kranjstar le hacía algo de gracia el ceño fruncido de su compañera. Era dificil ponerla de buen humor y esperaba que con la recompensa su expresión cambiara.
Asintió ante las palabras de Lictea en cuanto a la falta de preparación y de equipo para cumplir misiones como la que le habían encomendado. Tienes razón. Hará falta comprar varias cosas. No podemos ir a allá, simplemente a improvisar.
El clérigo se quedó atónito cuando escucho la respuesta de la señorita que les hablaba. El no encontrar al alcalde ahí, era desconcertante. Pues debe estar en alguna parte. Seguramente en su casa. Ademas, ya escuchaste por haí de que casi lo asaltan. repone ante los rumores que se escucharon en el pasillo.
Cita:
Eso dijo el alcalde xD
Pues a la casa del susodicho :D
Milkahá no tenia motivos para pensar que el alcalde les estaba evadiendo, simplemente pensó que algo había pasado por alto.
Vayamos a la casa del alcalde- les dijo a sus compañeros bajando la voz algo avergonzada de causar disgustos en donde no debía, le hizo una reverencia rápida a la señora que les dio las indicaciones para luego encaminarse con los demás a la casa del alcalde.
Ya en el camino siguió con la conversación iniciada con Kranjstar, Lomenar y Lictea.
- ¿Qué equipo sera necesario? - pregunto - ¿cual es la misión que tienen pendiente? - les dijo con curiosidad.
A la casa del alcalde
Al final el alcalde no se encontraba en sus oficinas, lo cual era algo raro, pues en su pueblo el trabajador siempre se encontraba en su lugar de trabajo desde el humilde obrero hasta el mandamas del pueblo. Cuando el resto de los presentes decide ir a la casa, el guerrero no dijo nada y solo los acompañó, pues el dinero, como a todos los que se encontraban ahí les iba a venir bien.
A la casa del alcalde entonces...
- Estamos investigando algo raro, raro, que pasa en los campos de los Licorambarino. Lo que necesitamos es equipo básico: cuerda, antorchas, etc. Nada del otro mundo.- Contestó Lictea a la interesada sin decir tampoco demasiado.
A la casa del alcalde
Tomas llega al ayundamiento y busca alguien con quien poder hablar y averiguar como conseguir la residencia. De pronto un grupo llega y se pone a cotillear algo sobre una misión y así como llegaron, se van a la casa de alcalde
-Disculpen, ¿alguien podría decirme como conseguir la residencia?-
Vamos entonces
A la casa del alcalde con el resto del grupo
El clérigo escuchó la pregunta del último en llegar y le saludó, en su momento. En la actitud de Kranjstar, perseveraba el ayudar, pero esta vez, no podía hacer mucho. Desconozco en realidad, como se adquiere la residencia en esta ciudad. Supongo que la recepción le pueden dar la información que necesitas.
El clérigo se retraso un poco para escuchar la respuesta que estaban por darle al niño, que segundos antes había preguntado sobre el tema de la residencia, así que fue el último en salir hacia la casa del alcalde.
Si logró escuchar la respuesta sobre el tema de la residencia, antes de marcharme, bienvenida sea ;)
Cuando no hay reunión del concejo, varios oficinistas y escribas trabajan en esta sala, copiando textos legales, investigando problemas o haciendo cuentas.
Un cartel indica que para solicitar la ciudadanía es necesario una espera de 15 días.
Cuando te diriges a una de las oficinistas, ésta te saluda con una amplia y generosa sonrisa haciéndote sentir cómodo con tus preguntas.
Ella te responde tranquilamente y sobretodo de muy buen humor.
- Bueno, jovencito, lo primero que tienes que entregar en esta oficina es un papel con tus datos, y sobretodo esperar unas dos semanas hasta que el concejo examine tus documentos..
Los requisitos necesarios para obtener la ciudadanía son:
- Demostrar habilidades comerciales. (4 rangos en Artesanía, Interpreta u Oficio).
- Ser capaz de ayudar en la defensa de la villa. (Tener al menos nivel 2 de PJ)
- No ser un criminal o fufián reconocido.
- El pago de una tasa de 10 po.
Los beneficios obtenidos gracias a la ciudadanía son:
- Abrir un negocio y tener propiedades en la villa
- No pagar la tasa al entrar a la villa
- Derecho a voto cuando el concejo pone a referendum alguna ley.
-Muchas gracias por la información- le responde desanimado Tomás a su interlocutor -Todavio no cumplo con los requisitos pero espero hacerlo prnto- y tras decir estas palabras se retira con paso consino hacia Recados de Tormentos Cristalinos -necesito urgente comida, dormir pero sobre todo un trabajo-
hacia Recados de Tormentos Cristalinos
Este alargado edificio de ladrillo se mantiene en un estado de conservación excelente. Una cúpula central es flanqueada por dos alas gemelas de oficinas, archivos y almacenes. La sala central sirve de cámara de audiencias para las reuniones del concejo, abiertas al público.
El bufón llegó raudo al ayuntamiento de la ciudad. Eso había sido la parte fácil del plan. Ahora la difícil: entrar y hacer pesquisas sin que los guardias se le echaran encima. Dar con sus huesos en la cárcel era lo último que le apetecía ese día. Por suerte tenía una excusa que solía colar siempre.
-Bueeeeeenos diiiiias. ¿Que tal la jornada?
Enzo había ido derecho a la entrada, hacia los guardas de la puerta.
-Dispensen que les moleste, pero doy nuevo en la ciudad y me gustaría saber si este magnífico edificio se puede visitar. Mi padre era arquitecto, ¿Saben ustedes? Él me enseñó a amar este tipo de construcciones...
Pues lo lamentamos. Dijo el hombre. Pero este edificio no es visitable. En general ninguno lo es especialmente, pero si quieres puedes ir a hablar con el alcalde y preguntarle. Se encuentra en su mansión, que es la Casa Timertikos.
Cuando mientras, pruebas de engañar en oculto no vendrían mal.
-Pero... A mí me dijeron que había una parte abierta al público. Que el consejo había tomado esa medida para parecer más cercano al pueblo y que la gente le pierda el miedo a usar el ayuntamiento como mandan los cánones. Es más, un buen amigo mío llamado Socar me ha dicho que ha visto entrar a un mediano... Uno que llevaba una bandeja de bollos... ¿Mires, puede ser? Los nombres se me dan fatal, la verdad.
Terminó su frase con una sonrisa. Había que intentarlo al menos. Si la mentira colaba, eso que ganaba. Y si no, pues tampoco perdía nada, que al menos tenía otro dato interesante para seguir sus pesquisas. Malditos trabajos insulsos y complicados. ¡Ay, si no necesitara el dinero!
Tirada oculta
Motivo: Engañar
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+8)=19
No me pareció una mentira muy gorda como para tener que tirar. Para esta mentira, eso sí, sí que tiro XD. A ver si he tenido suerte x3.
El guardia se extrañó ante lo que contaba el bufón. Pues me temo que te han engañado. El ayuntamiento no tiene una zona visitable y tampoco se ha dicho nunca nada de lo que cuentas. Dijo entre risas pensando que el bufón estaba haciendo su trabajo y quería hacerle pasar un buen rato.
En cuanto a Mires, dijo corrigiendo el nombre, sí, de vez en cuando viene a traer bollos. Sobre todo cuando hay reunión de los miembros del consejo. También nos trae a nosotros. Es el líder gremial más amable de todos los de la ciudad. El rostro del guardia cambió por completo, como si recordar aquellos pasteles le llenase de la más absoluta felicidad.
Interesante... Lo que contaba el guardia coincidía con lo que decían los rumores. Ya sólo necesitaba pruebas de lo que Mires hacía y podría cobrar por un trabajo bien hecho. Claro, que era mucho mas fácil decirlo que hacerlo.
-Sí que parece muy amable, sacando tiempo para venir a traeros sus bollos personalmente. La mayoría de reposteros estarían tan ocupados que ni se les pasaría por la cabeza acudir aquí... ¿Cuánto? ¿Dos veces al mes? ¿Una vez a la semana? ¿Cada cuánto hay reunión del consejo, amigo?
Pues en función de la necesidad que haya y de los problemas que haya en la ciudad. Pero se reúnen al inicio de cada estación y es cuando votan sobre temas, leyes nuevas y escuchan las quejas más populares. Para aprobar una ley o cambiarla necesitan al menos 5 votos de los 6 miembros.
Maldición. Con esa periodicidad de reuniones, el bufón lo iba a tener muy difícil para pillar a Mires en fragante delito. A no ser... Enzo levantó la mano y empezó a chapurrear como un chiquillo emocionado.
-Oh, oh, ¿se habla de problemas como un puente caído que se debe arreglar? ¿O de una fuente de vino que se ha secado? ¿O de una amenaza de ataque de dragones flatulentos?
Si podía hacer creer a Mires que iba a haber una reunión de emergencia, tendría una oportunidad de conseguir esos dichosos bollos encantados. Luego sólo era cuestión de llevárselos a un clérigo o a un paladín para que detectara el conjuro y ¡BAM! Misión cumplida y dineros en el bolsillo. Ay, su cerebro a veces trabajaba tan bien.
Normalmente tratan de problemas de importancia. No tengo muy claro cuáles son, ni qué les llevaría a hacer una reunión de emergencia, la verdad. Dijo el guardia encogiéndose de hombros sin tener muy claro que responder a la pregunta del bufón.
-Entiendo. Muchas gracias por su información, caballero, ha sido usted tremendamente amable. Por favor, pase un buen día.
El bufón hizo una reverencia y se alejó del guardia. No le había dicho mucho, pero sí le había dicho suficiente. Ahora sólo tenía que pensar una buena excusa para una reunión urgente y así tentar a Mires a preparar sus bollos encantados. Pero claro, decirlo era mucho más fácil que hacerlo.
¿Qué le había dicho el guardia? Que el alcalde se encontraba en su casa en esos momentos. ¿Y si iba a verle? Quizás pudiera sacarle algo de información. O un contrato para entretenerle una tarde. O ambas cosas. Sí, moverse hasta allí era el siguiente paso lógico a dar. A ver si esta vez tenía más suerte con sus pesquisas.
Enzo viaja hasta 59, la Casa Timertikos.