Partida Rol por web

Llevaba dos días dándole vueltas al asunto. No estaba segura de qué pasaba con Nienor, pero desde luego el asunto de Míriel cada vez era más urgente. Suponía que los asesinos nocturnos querrían encargarse de él, pero no estaba dispuesta a arriesgarme a que lo protegiesen o tuviera cómo escapar de ellos. Dos personas con ese don, capaces de ver en nuestro interior... La sola idea me daba escalofríos, estábamos demasiado expuestos. Había llegado el momento de tomar medidas.

Una sonrisa se afiló en mi rostro mientras le daba vueltas a la puesta en escena. Una parte de mí pedía a gritos algo espectacular, hacer que las bocas se abriesen y los ojos se salieran de sus órbitas. No algo sangriento como lo que había hecho Namárie con el cuerpo de Ivanna, pero sí algo que cortase la respiración. 

Fue entonces cuando se me ocurrió. Lúva. Lúva y su demostración. Lúva y su supuesta seguridad de que sus resurrecciones eran así por una simple puesta en escena. Me reí internamente. Repetiría exactamente paso por paso lo que ella se había adjudicado. Algunos podrían pensar que su don tenía dos caras. Otros que era una prueba de que lo suyo no demostraba nada. Cualquiera de las dos me servía. 

Me puse manos a la obra, todo debía salir a la perfección. Ni siquiera Roger sabría que no estaba muerto de verdad. Mi pecho se infló con la idea de no sólo manejar sus cuerpos como títeres, sino también sus mentes, moldeándolas a placer.