Partida Rol por web

Misty se quedó mirando durante largos segundos a Allegra. Inclinó la cabeza a la derecha. Yo... La inclinó despacio hacia la izquierda, como si estuviera evaluando a la chica que tenía delante por primera vez, como si fuera un ser de lo más extraño. Soy... Frunció el ceño, algo insegura por primera vez. Era una sensación nueva para ella. ¿Tu padre?

Preguntó, dándose cuenta de lo raro que sonaba aquello y sintiéndose algo rara. Vaya. Eso es algo... inesperado. Volvió a escrutarla. ¿Tengo que hacer algo o así? Preguntó de pronto. Darte algún regalo, o no sé. Han sido muchos años... Y ella tampoco había tenido padres como para saber lo que debía hacer. La propia Allegra parecía más madura que ella.

¿Está segura? No es que me moleste, ni nada. Es solo que... Wow. No sé ni que decir.

Allegra soltó una carcajada al escuchar la pregunta de Misty y se encogió de hombros. - Bueno, si quieres podrías pagarme todas las propinas que me debes. - Bromeó mientras sonreía. - Aunque con la guitarra que me conseguiste estoy más que satisfecha. Puedes estar tranquila. O tranquilo. No espero nada especial de ti. Sólo el haberte encontrado y poder conocerte ya es mucho más de lo que creía posible.

Asintió con la cabeza. - Es lo que ha dicho Falmari, aunque no sé hasta qué punto eso nos puede dar una seguridad absoluta. Pero en todo caso... Me alegro de que seas tú si es que es cierto. - Afirmó entonces ensanchando la sonrisa antes de caminar hacia la butaca para dejarse caer en ella. 

Desde allí se quedó pensativa un instante. - ¿Crees que el árbol miente? ¿O hemos hecho algo mal en las preguntas? ¿O Lúva nos la está liando? El reloj podría haberle dado la capacidad de resucitar a alguien. ¿Y qué piensas de Paul? Me tiene desconcertada, ya no sé si confiar en él o no.

- Por cierto -continuó sin esperar-, Falmari me ha contado algo más. Al parecer la princesa Celebia no era la verdadera princesa. La verdadera fue secuestrada por Falmari porque había gente tanto en el palacio como en el bosque que querían matarla. Dice que puso a otra niña en su lugar y escondió en el bosque a la verdadera princesa. Y también dice que si se descubriese quién es, tanto el palacio como el bosque querrían matarla. Creo que la verdadera princesa podría estar detrás de Alana o Jane. - Añadió tras quedarse un segundo pensativa. - ¿A ti qué te parece? Creo que lo contaré en el sueño, tal vez alguno allí sepa algo más de este tema.

Allegra se deshizo de los zapatos y subió los pies a la butaca, acomodándose en ella con aire pensativo.

- Es cierto lo que dije en el sueño. Lassa me dijo que ella había resucitado a Jane. Y me lo dijo antes de que Kammy dijese nada. Pero voy a preguntarle a ella de nuevo antes de decir nada más sobre ese tema. - Hizo una pequeña pausa antes de añadir algo más. 

- Creo que voy a pensar en Seth cuando el reloj me reclame. - Dijo tras algunos segundos. - Estoy harta de sentir sus ojos sádicos sobre mí cada vez que suenan las campanadas y no hacer nada. Además, no tengo nada claro ese asunto entre Kammy y Alana, tal vez las dos digan la verdad. Me da la sensación de que discuten por un hombre y no por el asunto que nos tiene aquí. Kammy me tiene mosca, pero creo que tienes razón, lo mejor es esperar un poco y ver qué pasa por si acaso. Y con Paul no sé qué pensar. Así que creo que será Seth. No creo que muchos piensen su nombre, pero al menos me desquitaré.

Gracias! Parecía animada por que Allegra se alegrase que ella fuese su padre. Es un verdadero honor haber tenido una chica tan lista e inteligente como tú. Le dijo, sincera.

No tenía ni idea sobre la princesa. Lo cierto es que estuve más tiempo en el bosque, buscando a mi hermana, que en palacio. Las intrigas no eran lo mío. Aunque bueno, parece que las intrigas de palacio son la comidilla de los habitantes del bosque y de las ruinas. Se encogió de hombros, sonriente. Me da bastante igual quien fuese la princesa, siempre y cuando no tenga nada que ver en la guerra, claro. Si tuviera algo que ver, cambiarían las cosas... Arrugó el morro, pensativa.

Como sea, no se que pensar sobre el árbol, pero mantendré los ojos puestos en Kammy y habría que pensar en otras posibilidades, como que alguien haya podido engañar al árbol o que alguien lo pueda controlar... Pero eso nos deja como al principio, lo cual es un fastidio. Chasqueó la lengua. Supongo que habrá que esperar. No hay nada de información. Yo pensaré en el escritor, supongo. No sé.

¿Qué crees que puede querer decirme Alana? Me tiene intrigada. ¿Sabes que fata se esconde tras esa máscara?

Allegra sonrió al escuchar las primeras palabras de Misty. Y después asintió a su pregunta. 

- Sí, es Essä quien habita tras Alana. Lo dijo ella misma antes, pero creo que nadie le hizo mucho caso. Y ni idea de lo que puede querer decirte, supongo que te conocía en Fäe o algo... 

Se quedó un instante pensativa antes de añadir algo más. - El tema sobre la princesa perdida es que si fuese Alana tal vez eso podría explicar el acoso y derribo que está sufriendo hoy. Tal vez todo eso no sea sobre esos juicios que dice hacer, o si era amiga de Loth o no, sino un intento de quitar del medio a la verdadera princesa. - Se encogió de hombros. - Es algo que se me pasó por la cabeza, nada más. Sea como sea, creo que pinta mal para la rubia y no entiendo por qué ella y Kammy se han enzarzado en esa discusión.

Sacudió la cabeza levemente y esbozó una sonrisa divertida. - Oye, si encuentras por ahí en el puente unos zapatos sin tacón, deportivas o botas... Del treinta y siete... Negros si puede ser, aunque si son de otro color tampoco pasaría nada... Te lo agradecería. 

Intentaré encontrártelas. Dijo Misty, que parecía algo apagada después de lo que le había pasado a su hermana. Pero no siempre funciona como quiero. Le dedicó un amago de sonrisa.

¿Sabes? Pude haberla protegido y no lo hice. Confesó, negando con la cabeza. Espero que vuelva. Ella no se merecía eso. Lo que le hicieron... Se abrazó a sí misma. No sabía que alguien pudiera guardar tanto odio y rencor dentro.

Y lo peor de todo es que no estamos más cerca de acabar con esto. Se lamentó. No sé si votar al escritor, a Xia o a Lyman. Ni siquiera sé si estoy enfocando esto bien, pero no sé lo que puedo hacer. Parece que nadie sabe nada y que vayamos avanzando con los ojos vendados hacia un precipicio.

Allegra se había mantenido en silencio desde que había amanecido. Suponía que Misty estaría más que afectada por el terrible estado en que alguien había dejado a Ivanna y no quería importunarla. Sin embargo, se mantuvo cerca de ella, dejándole su espacio, pero esperando que supiera que podía contar con ella si lo necesitaba.

- Nadie se merece que le hagan algo así. - Murmuró cuando la joven albina habló. Hizo una mueca al escuchar sus palabras, imaginando lo culpable que debía sentirse y finalmente suspiró. - Estoy igual que tú. Esperaba que Roger al menos aclarase algo sobre Paul, pero... - Hizo un leve gesto con la mano. - Parece que vamos a tener que seguir a tientas. Estaba pensando en esos mismos nombres. El escritor hace tiempo que me da mala espina y en cuanto a Lyman y Xia... Apenas hablan. ¿Tratan de pasar desapercibidos? No estoy segura de qué haré, pero creo que pensaré en uno de ellos o en Paul.

- Voy a hablarlo con mi familia. Si quieres te diré en quién pensaremos antes de que llegue el momento. - Ofreció, encogiéndose de hombros.

Tras un rato, Allegra volvió a hablar. - Ellos sospechan de Hundo. Creo que los tres nos fijaremos en él. - Informó, con aire algo ausente antes de quedarse en silencio. Su ceño se frunció y sus ojos descendieron hacia sus manos con gesto preocupado. 

Había pasado un rato desde que las campanadas sonaron en aquella ciudad y Allegra seguía con la mirada perdida y ausente, con el ceño fruncido en ese gesto preocupado. Sin embargo, al ver levantarse a Ivanna, su mirada volvió a buscar a Misty y dejó a un lado sus pensamientos para dedicarle una sonrisa. - Me alegro de que esté otra vez de vuelta. Sé que la estabas echando mucho de menos. 

Tomó aire despacio entonces y se puso en pie, estirando los músculos antes de empezar a moverse por aquella habitación de un lado a otro, recordando con su postura a un animal enjaulado.

- Estoy en peligro. - Dijo finalmente. - Aina ha descubierto quien se esconde tras mi carcasa y se está apresurando para inculparme por la espalda una vez más de un crimen que no he cometido. Como ya hizo en Fäe con el asesinato de los hijos de Lassa. Y esta vez dudo mucho que alguien con el sentido de la justicia de Míriel aparezca para atribuirse los méritos. No sé en qué momento me atacarán a mí o a mi familia, pero... No creo que tarde mucho. - Apretó los puños y tomó aire despacio. - Yo dejé esas rencillas atrás cuando llegué a las Ruinas. Pero al parecer ella no es capaz de hacer lo mismo. Lo peor es que ni siquiera sé por qué me odia tanto como para seguir deseando mi muerte después de tantos años.

Detuvo sus palabras y terminó delante de la esfera del reloj, con los ojos clavados en esas dos llamas que bailaban juntas. Desde allí suspiró y volvió a estirar la mano para intentar tocarlas, como había hecho el primer día. Tras varios segundos volvió a girarse para mirar a Misty a los ojos, buscando más allá de su carcasa, buscando a Elendë una vez más. Entonces sonrió a pesar de que sus ojos mostraban una mezcla entre preocupación, tristeza y rabia. Cuando habló de nuevo, sus palabras sabían a despedida. - Al menos todo esto me ha servido para conocerte. Eso ha sido genial. Espero que si muero todavía podamos encontrarnos aquí, pero por si acaso no es así... Quería que lo supieras.

Su mirada parecía mucho más apagada de lo habitual y su voz sonó más ahogada cuando añadió algo más. - Si muero, no me gustaría descansar en uno de esos pilares de piedra. Me gustaría que dejaseis que mi cadáver durmiese en el agua. Por favor.

Misty miró a Allegra, extrañada. No entiendo. Dijo, poniendo un rostro de incomprensión exagerado. ¿Cómo sabes todo eso? Peguntó, con curiosidad.

Lo cierto es que yo no puedo defender de todos los ataques. Dijo, con un tono algo triste. Si Aina intenta algo desde el otro lado no puedo hacer nada. ¿O crees que Aina enviará a alguien para hacer el trabajo?

La miró, con la disculpa marcada en el rostro. Yo... Iba a proteger a Ivanna esta noche. Dijo, mirando al suelo. Creo que se lo debo. Es la segunda vez que van a por ella, parece que alguien se la tenga jurada y yo no he hecho nada por evitarlo. Clavó la vista en Allegra. ¿Estás segura de que te van a atacar esta noche? Si lo estás te protegeré a ti.

Allegra se encogió de hombros. - Los muertos hablan con los vivos. Me avisaron a mí y avisaron también a uno de mis hermanos. Me ha llegado el aviso por varias fuentes diferentes, así que no puedo ignorarlo. 

Después negó tristemente con la cabeza. - No. No estoy segura de si será esta noche o mañana. Ni de si irán directamente a por mí o preferirán torturarme antes con la muerte de alguno de mis hermanos. No sé si será uno de los caídos el que lanzará el ataque o si Aina preferirá ganar apoyos en mi contra por los rincones para cuando el reloj nos llame. Pero no creo que tarde demasiado, Aina se ha movido rápido en cuanto ha descubierto cuál es mi carcasa. 

Suspiró y se giró para mirar a la muchacha, con determinación en la mirada. - Protege a tu hermana. No me perdonaría que le pasara algo de nuevo y la hubieras dejado indefensa por mí. Pero si algo me sucede, al menos ya sabes quién será la responsable. 

En cuanto Lera exhaló su último aliento sobre el puente, en ese lugar tras el reloj Allegra cerró los ojos, contrayendo el rostro en una mueca de dolor. Sus labios se convirtieron en una fina línea apretada y su respiración se entrecortó en un jadeo. La incertidumbre de no saber cuándo o en qué forma llegarían los ataques se había materializado en una certeza dolorosa, probablemente más que si hubiera sido ella la que lo hubiese sufrido en su propio cuerpo.

- No. No ha tardado demasiado. - Se respondió a sí misma en un susurro ahogado mientras recuperaba la respiración. Abrió los ojos y estaban brillantes. Lágrimas de dolor y rabia se mezclaban en ellos. Apretó los puños. Había un pequeño consuelo en lo sucedido. Al menos la que había desencadenado ese ataque a su familia, se había ido junto a Lera. - Me pregunto cuántos cartuchos más habrá preparado para nosotros. Tal vez pensaba que al caer Lera moriríamos los tres.

La mañana -si es que se podía diferenciar un momento del día de otro en aquel lugar- descubrió a Allegra sentada en una de las butacas, donde se había quedado dormida perdida en sus pensamientos. Mientras tanto, en otro lugar, contempló el cuerpo de Ivanna y negó levemente con la cabeza mientras buscaba la mirada de Misty.

- Lo siento. - Dijo con un suspiro. Sus ojos seguían teñidos con la misma tristeza de la noche anterior. Si alguien sabía lo que dolía perder una hermana esa era ella. Aunque al menos no había tenido que verla morir una vez tras otra. - Si hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor, sólo tienes que decirlo. 

Se quedó en silencio tras el ofrecimiento, envuelta en sus propios pensamientos y temores. Y pasaron varios segundos antes de que hablase de nuevo. - Falmari me ha preguntado cuál es tu carcasa, no sé para qué. Creo que te añora. Pero por supuesto no pienso decírselo sin tu consentimiento. Ha dicho algo sobre que Tarma la amenazó con llevarte a ese lugar de los muertos para hacerla sufrir, pero no lo entendí muy bien. Si quieres que le diga algo de tu parte, avísame. 

- Y bueno... Ya sabemos dónde se escondía Vanya. Supongo que si no pasa nada que aclare las cosas, pensaré en Lyman entonces cuando el reloj nos llame. Al menos ella es una apuesta segura. 

Había intentado no volver al tema de Ivanna para no hurgar en la herida, pero una duda le seguía dando vueltas a la cabeza. Al final tuvo que preguntarlo. - ¿No la protegiste al final? ¿O Kammy la arrastró con ella?

Lo siento. Dijo Misty cuando Lera cayó al suelo junto con Zaira. Lo siento mucho. ¿Te encuentras bien? Ha sido tan... repentino. La miró con ojos comprensivos. Ahora al menos se sabe que sois inocentes. Tal vez decidan traer a Lera de vuelta, ya lo hicieron con Elendirë antes.

Al pronunciar su nombre llevó la vista al suelo. No entiendo el interés que puede tener por mí Falmari. Prefiero que no le digas quien soy, si lo que se ha dicho por ahí es cierto... Se encogió de hombros. No puede ser nada bueno. Aunque no quedamos demasiados sin hacer el viaje al otro lado.

Tarma... Ni siquiera la recuerdo. No sé que puede querer de mí tampoco. Hay tantas cosas que desconocemos. Dijo, con aire pensativo y ausente. Tal vez Tarma sea Alana. Aventuró la chica del pelo blanco. Ella antes de morir dijo que quería decirme algo a mí, a Elendë. A saber.

Las últimas palabras de Allegra hicieron que Misty clavase sus ojos en ella, dudando un segundo. Yo... No quiero que te sientas culpable. Mi poder se puede dividir y puedo intentar proteger a más de una persona a la vez, ya lo he hecho antes. Cuando te protegí a ti me estaba protegiendo a mí misma también. Como dijiste que tenías miedo de Vanya, tomé la decisión de protegeros a las dos porque no quería perderos a ninguna. Pero no siempre sale bien. Puede haberos protegido a las dos, o solo a una, o a ninguna. Suspiró. Supongo que la avaricia rompió el saco. Por querer protegeros a las dos al final no protegí a ninguna.

Lanzó un amago de sonrisa. Aún así dudo que hubiera podido protegerla. No parece que haya sido víctima de los que atacan bestialmente por la noche. Debió morir por otra razón.

¿Cuántos de ellos crees que quedan? Yo no creo que todos los ataques de esta noche buscasen lo mismo.

Allegra negó ligeramente con la cabeza con una mueca triste. - No estoy bien, supongo que tú tampoco lo estás. Pero tenemos que seguir adelante como podamos. - Estiró la mano para tomar la de Misty y apretarla suavemente. - Puede que vuelvan y tenemos que mantener esa esperanza. 

Suspiró entonces y se encogió de hombros. - Ni idea de qué quiere Falmari de ti. No le dije quién eras, pero me preguntó directamente por Misty, así que alguna sospecha tiene. De todas formas dice que va a resucitar pronto y creo que se va a cargar a alguien para hacerlo. Pero no creo que tenga intención de matarte a ti, parece tenerte aprecio. Tarma es Jane. Alana es Essä. Pero la verdad es que todo lo que dice Falmari es un poco confuso, así que vete a saber qué quería Tarma.

Y al escuchar la explicación sobre ese extraño poder, Allegra suspiró con tristeza. - Lo siento. De verdad. Pensaba que protegías a la gente de uno en uno. Aunque tengo la sensación de que no la han atacado a ella sino a Kammy. Creo que Elendire mató a Jane y robó su poder para levantar con él a Samuel primero y a Kammy después. Al morir Kammy la arrastró a ella. No creo que hubieras podido protegerla de algo así. - Hizo una pausa antes de negar suavemente. - No temo a Vanya, sino a Aina. Zaira. Se ha traído los rencores de Fäe hasta esta ciudad y por algún motivo que desconozco me odiaba en Fäe y ahora intenta que muera aquí acusándome de todo lo que se le ocurre. 

Finalmente se quedó pensativa un instante. - Creo que queda uno. Como mucho dos. - Dijo, antes de entrecerrar un poco los ojos. - Y sigo pensando que Paul es uno de ellos y que ha estado vendiéndonos humo desde el principio. Es lo único que explica que mintiera sobre Míriel... Y que no quisiera hacer caso cuando le propusiste aquella prueba. Vanya, ahora Lyman, está con ellos, eso me parece más claro que el agua. No será una asesina, pero puede ayudarlos a protegerse del reloj.

Hizo una pequeña pausa y finalmente asintió. - Voy a pensar en ellos dos, Paul y Lyman, cuando el reloj nos reclame. Siento que hay mucho más odio hoy en esta ciudad, pero cuanto más disgreguemos nuestras miradas, más posibilidades habrá de que caiga alguien de rebote. Así que sólo pensaré en ellos dos.

Misty asintió. Después de lo que ha dicho Andy no hay lugar a dudas. Nunca llegué a fiarme de Paul, pero ahora ya está claro. Lástima que Miriel tuviera que pagar por sus mentiras.

Si quedan tan pocos, espero que Elendirë pueda llegar antes de que todo acabe. No podría perdonarme perderla después de tantos años, aunque tampoco hubiera podido protegerla ella no sintió mi abrazo por la noche. Ahora debe pensar que me olvidé de ella. Se lamentó la joven. Quiero decirle eso, por si todo acaba esta tarde. Tal vez caigan dos fatas, el reloj tiene mucha fuerza hoy. No podría perdonarme que se vaya pensando eso de mí. 

Solo espero que lo que dice Xia sea cierto.

Allegra asintió ligeramente. - Creía que Elendire y tú podíais encontraros en algún lugar. No estoy segura de qué me hizo pensarlo, pero eso creía. - Ladeó la cabeza. - De todas formas... Dime lo que quieres decirle y le pediré a Falmari que se lo diga. Ellos se encuentran tras el reloj como nosotras aquí. Y si quieres decirle algo a Essä, o a quien sea, también puedo pedírselo y tal vez lo transmita en aquel lugar de los muertos. Creo que Zaira puede escuchar lo que decimos en la ciudad aún estando muerta, pero no creo que transmita nada. Al parecer algunos muertos están molestos con ella porque altera la información como se le antoja. 

Se sentó en una de las butacas entonces y recogió sus piernas sobre ella, volviendo a un tema anterior con aire distraído. - Yo tampoco creo que todas las muertes sean obra de los asesinos. Creo que ellos sólo hacen una cada noche y que las otras son de rebote o de otras personas, con distintos objetivos. 

- Me temo que con el terremoto de anoche perdí la guitarra que encontraste para mí. - Dijo tras el combate, haciendo una mueca por la pérdida. Sabía que no era nada muy grave, pero la música, poder rasgar esas cuerdas, la había ayudado mucho en las noches pasadas. Y lo cierto era que desde que había descubierto quién era Elendë en realidad, apreciaba aún más esa guitarra multicolor. 

Negó levemente con la cabeza. - Lo siento. Ya no tengo contacto con Falmari en aquel lago. Yo ya no podré transmitir tus mensajes a los caídos. Pero seguro que algún otro podrá hacerlo en la ciudad. Sin embargo, antes de volver me dijo que Elendire también planea hacerlo, acompañada de alguien.

Tamborileó entonces con los dedos sobre el brazo del sillón, con un ritmo mudo. - Creo que hemos metido la pata. Debería haber caído Vanya antes que Paul. Pensé que tal vez con tanto odio, morirían los dos, pero no ha sido así. Ahora Vanya podrá protegerse mañana a ella misma o a Mathias y no sabremos cuál será su elección. 

Sí, Elendirë y yo podíamos hablar. Dijo Misty, esbozando una sonrisa triste. El tono era algo perdido. Pero eso cambió con su muerte. Aún así aún puede volver a contactar con ella. Lo intentaré esta noche. La noche que murió lo volví a intentar y la volví a ver en aquel lugar que tiene tanto linde como bosque y palacio, pero se desvaneció de nuevo. Me imagino que cada vez que muere se rompe. Es... como un segundo poder. Puedo usarlo para intentar localizar a mi hermana allá donde esté y hablar con ella. Por eso te pregunté en el lugar de los sueños perdidos por su identidad. Espero que vuelva pronto, tengo la sensación de que pronto acabará todo.

Negó con la cabeza. No importa, solo quería mandarle un mensaje a Essa para decirle que siento que me haya estado buscando y que haya sido tan esquiva. Esquivo. Jamás me acostumbraré.

No creo que hayamos metido la pata. Dijo Misty, tras meditar unos segundos con un dedo en la barbilla de forma algo cómica. Creo que ella se protegió a sí misma en el atardecer, por lo que no protegió a Paul. Si su poder es como el mío, ella no podrá volver a protegerse otra vez... Como yo no puedo protegeros ni a ti ni a Elendirë, si siguiese con vida.

Allegra asintió. - Yo también lo siento. Creo que estamos ya muy cerca de poder volver a Fäe. - Desde que Lera había regresado no podía evitar sonreír ilusionada también en aquel lugar tras el reloj. - Seguro que a Elendire le da tiempo de volver antes de que todo acabe. 

Ladeó la cabeza entonces, mirándola con curiosidad. - Cuando volvamos a Fäe, si ambas lo hacemos... Podremos vernos de vez en cuando, ¿verdad? Me gustaría que pudiéramos conocernos mejor sin tantas desgracias alrededor y todo eso. Aunque creo que echaré de menos tu carcasa. - Añadió con una sonrisa. 

Después meditó en silencio un par de segundos para acabar asintiendo con la cabeza. - Eso encajaría, ya que ella pensó en Paul cuando el reloj nos reclamó. Debió pensar que mejor él que ella... Espero que tengas razón y mañana esté desprotegida. Creo que con Xia muerta, sólo quedan Vanya y Falmari. Y... ¿quién sabe? Tal vez esta noche muera alguno de los dos si finalmente hay alguien dando caza a los traidores. - Terminó con optimismo.