Había poco digno de mención, ya casi era la tónica a aquellas alturas. - No sé si alegrarme por no ser la única paranoica, pero aún así te agradezco el apoyo Allegra. - La joven de ojos rasgados le devolvió la mirada a la joven música de pelo azul, tan azul como su apellido, una mirada cómplice entre tanta locura y sin sentidos. Me pasa igual, por más que lo pienso más segura estoy de ello. Se tomó un par de segundos tan necesarios para organizar lo que sus labios pronunciarían. - Me hace creer en lo siguiente, si dudamos de la inocencia de Paul, también deberíamos dudar de la culpabilidad de Mathías. ¿o no? Y eso no es todo, en el caso hipotético de que Roger sea inocente, Anya en cambio no saldría tan bien parada. Y tomando en cuenta la teoría que expuse anteriormente...digamos que no variaría mucho el resultado.
Se llevo una de sus uñas al labio inferior, como si a eso le facilitase la exposición de ideas y conjeturas. - Sobre los sonámbulos no tengo mucho que aportar la verdad, prefiero ir a lo más seguro. - Desvió su atención a la rubia. - Si la capacidad de Anya es cierta, podrá proteger a otros traidores, y ya sabemos lo que eso pasaría, ¿cierto? En cambio ella ya no puede protegerse a sí misma. - Dejó escapar un suspiro irrefrenable antes de añadir algún detalle más. - Optar por cualquier otro es un riesgo que no tengo intención de asumir. - Después de aquellas palabras se mantuvo callado, mientras dedicaba más tiempo a meditar en todo, o al menos lo que su mente podía procesar.
De soslayo echó un vistazo al imponente reloj que cada vez poseía más llamas blancas y negras iluminando las horas. - El tiempo se acaba....otra vez – Comentó en un susurro. El tiempo que nunca se detenía, y por cada segundo invertido, no se recuperaba.
Después de las palabras de Alana, se aclaraban cosas. Se aclaraba principalmente el supuesto envenenamiento de Templar, que parece que sí es tal y será o no será su muerte según lo bien que éste se defienda de las acusaciones. Lo cual no era muy de fiar, pero habría que ver qué acababa sucediendo.
La discusión entre todos los implicados no atraía luz a la cuestión. Tampoco sabía yo dónde buscarla.
- No hacéis más que marear la perdiz. - Dije de viva voz. - Los que mientan seguirán mintiendo y los que no seguirán dando palos de ciego. Sólo una cosa es cierta, que alguien trató de acabar esta noche con ella - Señalé a Anastasia. - y no lo consiguió. Así como nadie más fue herido esta noche, cuando venimos de una noche donde se contaron hasta cinco muertes. ¿Qué ha pasado? Me alegro profundamente que no haya muerto nadie, pero me desconcierta tal cambio. - Me llevé los dedos a la sien, como para concentrar mis neuronas.
- Yo creo que Templar es culpable. Es mi opinión. - Sentencié. - No porque lo diga Paul, porque lo ha dicho él mismo. - Declaré, señalando al actor. - Cuando se vio la espada de Damocles sobre la cabeza, supo que moriría y así lo dijo. ¿Por qué? Porque se sabe culpable. Lo peor de todo esto es que ha conseguido que Alana se exponga, para explicar lo que sucede. - Entonces miré a Roger a los ojos. - Ahora es cuando gimoteas diciendo que tú no sabías que dependía de tu inocencia o culpabilidad si acabarías muerto. ¡Vamos, lo pone en el guión! Pero también pone que nadie se va a tragar esa patraña, pues algo en ti me dice que eras consciente de tal juicio desde el momento en que te supiste "envenenado".
Escucho con atención a Xia y Allegra, ambas mujeres inteligentes, ambas desean mi muerte hoy para acabar con sus sospechas -Chicas, como ya dije estoy dispuesta a morir pero creo que mi muerte hoy os dejaría exactamente igual que ahora, sin revelar nada de interés. Si me votáis no podré hacer nada para defenderme y moriré pues no tengo poder alguno. Mañana Paul podrá decir que soy inocente o culpable pero, si dice lo primero, no le creeréis igual que no lo creéis ahora cuando ha revelado que Templer ha mentido. En resumen solo podrá decir que yo soy malvada si no quiere morir. Sinceramente creo que tiene más sentido que Alana use su habilidad contra mí para que otra persona muestre la verdad y, si aún no estáis convencidos, me votéis al día siguiente. Si Templer dijera la verdad me salvaría, si miente moriré. Si hacéis lo mismo hoy el resultado, tanto para lo que dice él como para lo que digo yo, es mi muerte.
A continuación miro a Andy, que parece no querer mi cabeza al menos por ahora -Chris murió envenenado ayer antes de esta hora, por lo que si Templer dijera la verdad ya estaría muerto. Además lo único que reveló en vida fue mi nombre, algo para lo que no hace falta ser un agente secreto para percatarse, solo tienes que añadir una "V". A fin de mostrar mi inocencia fui tonta y dije la verdad, si hubiera mentido él no podría haber seguido atacándome. Si recordáis nuestra conversación podréis ver que no hay prueba alguna que demuestre que tiene el poder del que hace gala, solo ha usado mis palabras contra mí todo el tiempo.
Chris asintió a las palabras de Allegra, y terminó de escuchar al resto. Él ya había escuchado suficiente, así que lanzó al aire el dado con el que llegaba jugueteando en la mano. Quienes decidieron seguir con la mirada el vuelo, no vieron nada raro en el dado, y este cayó sin más nuevamente en la mano del chico de pelo verde. El resultado del dado quedó para Chris, y al verlo sonrió.
Sssi. Lo que pensssaba.
Ya tenía una idea aproximada de todo lo que se estaba diciendo. No es que lo supiera a ciencia cierta, pues estaban hablando de Fatas. De Fäe. Pero había que decidir y la suerte estaba echada. Sólo quedaba un tema, y se giró hacia Kammy.
Quizásss la encuentresss rara dicha petisssión, pero me gustaría que me ssseñalaras a mí hoy. Consssidero que te debo esssto, y yo te lo agradesssería. - dijo Chris con una sonrisa afable.
Cuando Anya empezó a soltar todo ese sermón, Zaira puso los ojos en blanco. Estaba segura de que ella había dicho que elegiría a la víctima. Ja... ¡Pero si es ella la que no ha parado de cambiar el como iba su poder! Sabía que era inútil discutir más sobre ese asunto, así que dejó que terminara, sin interrumpirle.
- Patinas mucho - Le dijo y una pequeña mueca se formó en sus labios. - No tienes ni idea de cómo están yendo las cosas en el otro lado. En ningún momento les he engañado, al igual que aquí tampoco he venido con otras historias. Si no dije antes que Ivanna había sido envenenada, es simplemente porque no lo sabía - . Se mordió el labio y miró hacia el señor Templar. - Cuando Roger ha dicho que ha sido envenenado, lo he comentado allí para que supieran un poco cómo estaban yendo las cosas. Entonces ella me lo ha dicho y yo lo he comentado aquí - . Volvió a mirar a Anya. - Vuelves a tergiversar las cosas. Al igual que ayer insinuaste que Samuel era un asesino por haber dicho que Anastasia podía hablar con los muertos, ahora insinúas que Roger dice que está envenenado porque sabía que Ivanna había muerto así. Pero querida... No lo sabíamos - .
Tras esas palabras se quedó en silencio, con la mirada perdida. Finalmente asintió suavemente y miró nuevamente hacia el señor Templar. - Ivanna me ha confirmado que la envenenaron al principio de la noche. Cuando se fue a dormir sintió algo extraño y cuando se despertó se encontraba muy mal. Así que no murió ipso facto - . Explicó para que la escucharan los que sospechaban que Roger se estaba inventando lo del veneno.
Tras eso, miró momentáneamente a Shawn. El reloj... Pestañeó y se volvió a mirar hacia la torre. - No sé qué significan las llamas, pero ésta última ha aparecido y no ha muerto nadie. Con eso creo que se desmonta la teoría de que nos representan - . Se quedó un momento pensativa. - Ivanna comentó que eran el reflejo de las decisiones que uno toma sobre su destino, o sobre el de otros - . No ha muerto nadie todavía, pero Roger cada vez está peor - Quizás refleje el envenenamiento que ha sufrido el señor Templar - . Aventuró, aunque sacudió suavemente la cabeza, todo eran suposiciones...
Roger haciendo nuevamente uso de flema británica, asistió impasible a toda suerte de acusaciones y sospechas que estaban vertidas sobre su persona. Miró en primer lugar a Alana, cuando esta terminó golpeó sacudió levemente el cigarrillo con el pulgar para liberarlo de parte de la ceniza.
- Creo, señorita McRae, que no me he contradicho en nada de lo que les he contado. Se me acusa por tener malas intenciones y por un crimen que se cometió hace tiempo. Aquel crimen fue confesado por Míriel, lo que vio en esos niños era malvado y ponzoñoso, actuó por el bien de Fae en su momento fue perdonado por la familia real... puedo entender que la Fata afectada de manera directa odie todo lo referido a Míriel, pero no así los demás. En realidad yo he sido el que ha hablado con más claridad desde el principio, mi versión de lo hechos no ha cambiado en ningún momento y aporto lo que sé sin omitir nada. Pero nadie me cree, porque todavía se me juzga por lo anterior... ni siquiera cuando digo que he sido envenenado y que si nadie lo remedia me quedan- miró el reloj y lo señaló con la mano del cigarrillo- exactamente unos minutos. Pregunta, ¿Por qué decir que he sido envenenado si no lo estoy? ¿que gano? ¿Un aplazamiento?... sin embargo muere Paul, lo traen de vuelta a petición de Anya y sus palabras tienen más peso que las mías...- dió una calada al cigarrillo y la miró una nueva vez más- ¿Qué más quiere que le diga? Usted a mí si me ha convencido, no es necesario que me dé más explicaciones, ni se las voy a pedir, ni tampoco...- le deció una mirada de medio lado a Andy- pedirle que me cure... mejor dejar pasar el tiempo para que me pueda morir tranquilo, así no tendré que escuchar a nadie más y ustedes se libraran de mi presencia... ¡Ganamos todos!
Entonces Zaira intervino y Roger guardó silencio asintiendo a las palabras de la mujer.
- Gracias querida, no añadiré nada más a lo que has dicho- Roger se volvió a centrar en su cigarrillo y volvió a mirar al reloj.
Al escuchar a Roger me estraño y digo casi preguntando al resto sin comprender.- ¿A petición de Anya...?
Roger se giró de mala gana hacia Paul, realmente prefería pasar lo que le quedaba de vida sin discutir con nadie más.
- Sí, Zaira nos comentó que fue Anya la que había sugerido que fueses resucitado... ¿o me equivoco?... - arqueó una ceja dejando parado el cigarrillo a unos centímetros de los labios.- Yo no estaba aquí... es lo que he entendido.
"Dos claros frentes, cinco culpables y no hay mas que palabras de por medio, quien dice la verdad, quien miente, es imposible saberlo, y eso incrementa la duda, hasta el narrador de esta historia le cuesta decidirse"
Mr.Ink negó con la cabeza tras escribir las ultimas lineas y tras pensarlo un poco mas decidió dar su opinion sobre todo aquello, como otros tanto habían hecho, ahora que sabia un poco mas de cada uno.
-Sobre los cinco que actualmente están en el punto de mira... empiezo a pensar que ninguno de ellos es culpable, pero mirar a otros que no sabemos nada, excepto igual alegando estar en silencio o no querer ayudar, voy a exponer lo que yo creo. Creo que Anya, sea o no aliada de los asesinos, estamos perdiendo el tiempo con ella, ya demostró lo que es capaz de hacer y ahora a perdido su poder, por lo que no tiene mucho mas caso continuar con ese camino, con no escucharla es suficiente, para aquellos que no confían en ella por su posible implicación.-Hizo una pausa y paso una hoja de su libro atrás.-Sobre los sonámbulos... la verdad es que creo mas las palabras de Seth que en las de Alana, el poder del chico es mas directo, mas de lo que hemos visto hasta ahora, ademas de que se ha expuesto a primera linea como otros muchos, por otra parte si Alana tiene ese increíble poder, seria todo un fallo perderla, siempre y cuando su juicio sea acertado. Por lo que antes de condenarlos, creo que se debería proteger a Alana esta noche, como supongo que han hecho con Anastasia.-A cada nombre que mencionaba leía una linea en sus anotaciones.-Y como ya se ha pedido, que alguien corrobore su poder.
-Y lo que respecta a Paul y a Roger... a estas alturas ya no se que creer, puede que ambos digan la verdad, pero uno ya esta muerto, según él. Siendo así los cinco los que tienen mas papeletas para salir en la votación esta noche.-Busco con el indice un nuevo apunte-Por eso creo que hoy, estoy de acuerdo con el ciego.-Intento recordar-Linnan. Y acabare votando al actor antes que al medico.
Tras terminar su exposición se sentó de nuevo y busco con la mirada a Thomas, ¿Tan afectado estaba por lo de ayer, ¿Para no hablar hoy en todo el dia?
Cada vez se fiaba menos de ninguno… Cuando Paul se le dirige, resopla, se rasca la cara y lanza una lenta ojeada de derecha a izquierda. Observa al ambiguo enfermero entonces, “otro”, y responde – Paul… no he dicho que insinuaras nada de nadie – aclara… - Tan solo digo que sería muy fácil que Anya fuese un blanco enredado en sus propias palabras, si tu no mientes.– sonríe, o algo asi… – Nada mas… – En resumen, daño colateral, en caso de que tal-cual-pascual.
Las conversaciones continuaron. Todo muy extraño… Aubin cruza sus brazos, ya cansado de estar cruzado de brazos, con el ceño fruncido… todavía rizaba el rizo sobre algunas cosillas, hasta que aquel chico bastante tranquilo en apariencia (Andy) mostraba cierta cólera llamando su atención. Se esnifaban nervios. Da unos pasos haciéndose a un lado, si no lo estaba ya… – Yo no me pregunto quién… si no la razón por la cual trajeron de vuelta a Roger antes de veredicto. Muy buena, desde luego… no creo. Si es culpable lo podríamos considerar ¿sacrificio? a sabiendas de que Paul iba a descubrirlo (pero sin contar con la estacada de Alana). Pero si es inocente… Paul y Anya… meh… – otra vez… - Y si, Anya recomendó tu vuelta, Paul - responde, ya puesto. Cada uno preservaba su postura, daba su opinión, disentía como el francés, o escupía mierda según le quemara el culo.
Por lo demás, Aubin sigue sin tener mucho que aportar al pastel de sin sentido que degustaba… tan solo quedaba esperar sentado. Hasta donde había entendido, Roger podía ver el interior de los vivos, y Paul el de los muertos. Cuando uno acusa al otro para el francés todo se reduce a creer en uno, o creer en otro… No vale creer en los 2 o estaría creyendo en un lío de 3 pares de ciudades oscuras. Las campanadas estaban cerca.
Lyman iba aprendiendo cosas de lo que pasaba, pero no estaba menos confundido que el día anterior.
¿Seth, Alana, Paul, Roger o Anya, por quién decantarse?
Se habían dicho muchas cosas, algunas teorías no las había entendido del todo y la mayoría de explicaciones, tampoco. En medio de aquél lago de aguas agitadas creía, o creía creer, en Paul, quizás por la ingenua esperanza de que no se había equivocado en participar en la ejecución de Mathias a pesar de no haber previsto lo que sorpresivamente les exigiría aquél reloj.
Por lo demás, estaba de acuerdo con lo dicho por Andy, no había entendido por donde se inclinarían Xia y Allegra y no estaba seguro de haber entendido a Misty por mucho que lo repasase dos veces en su cabeza.
A ésa última estaba predispuesto a contarle los distintos efectos que podía causar un veneno, sin ser ni de lejos un experto, pero sí que con muchos venenos podían guardarle al actor una agonía mucho más dolorosa y prolongada que aquellas ejecuciones. Que se colapsen los pulmones y se inunden de sangre entre muchos otros efectos de algunos que listó el médico aguardaba una auténtica tortura que nada tenía que envidiar a las usadas por la inquisición.
Seguidamente habría vuelto a exponer el hilo del argumento sobre el que justificaba su voto, esta vez de una forma más escueta y concisa, pero antes de hacerlo se vertieron nuevas explicaciones, en parte de Alana que dejaban en claro algunos puntos, entre ellos los efectos de ese veneno en particular, cuya autoría admitía y que advertía que la posible cura quedaba en sus manos y que por ello, Roger no mentía. Al menos en este punto.
¿Pero mentía en el resto? ¿O solo había soltado verdades fragmentadas y a su interés? El ciego tenía razones particulares, que no personales, para desconfiar de él. Lo que no entendía era como lo habían traído de vuelta siendo alguien cuanto menos de afiliación confusa y como tantos, no todosni mucho menos, que sospecharon de él la noche anterior le daban ahora crédito. ¿Tan sólidos pesaban sus argumentos? el hombre ciego no lo veía así.
Pero habían algunos hechos que inclinaban al final su decisión.
El primero, es que el hombre moriría sí o sí, si Alana no retiraba su veneno. Así que no iba a destinar su voto a otro que le resultase más dudoso, sino a un hombre muerto. Él iba a morir igual, pensar en él cuando sonasen las campanadas sería la opción que le daría menos cargo. A ese punto Hundo se expresó mejor que no lo había hecho él, quizás por eso este era escritor.
Y segundo, creía muy bien en lo que podía hacer, conseguir información que los Fata se guardaban. Eso no le parecía nada malo, no si ayudaba, lo que le molestaba era no saber con qué fin y para quién recolectaba toda esa información, y sospechaba que no era para algo que les fuera a ayudar más que a caer unos después de otros. No obstante no tenía pruebas y él mismo era lo que más pedía al resto.
Pero lo que más lo decidía…
-Es el hecho, el hecho innegable de que los nombres de esos niños siguen grabados en su pecho.- Dijo hablando para él, pero inconscientemente de forma audible.
Se movió de donde estaba con resolución tomada y se justificó. –Lo siento, pero ésta vez tengo mi decisión tomada. Y será por Roger, la mantengo. No le odio. Pero no me fio. Nada. Le han devuelto a la vida, y al hacerlo han permitido los hados, o quién sea, curarle todas esas heridas y mutilaciones crueles que marcaron una agonía desproporcionada a cualquier crimen que pudiese haber cometido. O no. No lo sé, pero no creo en que nadie deba morir con tanto dolor. Pero los nombres… Los nombres los dejaron grabados en su pecho, como pecados que no deberían ser perdonados. Él no los niega pero los justifica, y esos siguen ahí, por alguna razón. No tengo pruebas ni contra él, ni contra nadie, muchos de los argumentos de quienes pesan sospechas me parecen o fuertes o flojos, pero dudables en ambos sentidos. En algunos puedo señalar su presunta culpabilidad a una torpeza oral y otros a que se nos oculta la verdad. Pero no sé discernir, aun cuales son cuales. Pero esos nombres que están ahí, son un hecho. Y no lo hemos mantenido ahí ninguno de nosotros. No es obra nuestra. Alguien de vosotros los grabó, sí, pero nadie los mantiene ahí. (O algo se me escapa). No pretendo convencer a nadie, solo pensé…- Acercándose al actor. –Que merecías saberlo, al menos lo que me llevaba a tomar mí decisión. No será ningún consuelo, ya lo imagino. Solo que, al igual que con Mathias, espero no equivocarme, pero si lo hago, lo siento mucho.
Seguramente Miriel haría de nuevo gala de su agudeza verbal y su macabro sentido del humor soltando algunas ironías, o quizás estuviera exhausto para eso, no era lo que buscaba, él hizo lo que creía, y lo que creía era que si por su parte emitía una sentencia o un voto a la misma, el acusado merecía saber porque, aunque admitía que podía errar como cualquier otro hermano.
¿En serio?, pensó Shawn echando un vistazo al reloj. —Pues si es como sugerís entonces de poco nos sirve, ¿no? —Se llevó una mano a la barbilla mientras analizaba las llamas. —Somos muchos los presentes, si cada vez que se ilumina la torre es para indicarnos el karma de las acciones ocurridas... Descartar sospechosos resulta casi imposible de esa manera.
—Se acerca el momento. —dijo echando una mirada a Roger y Alana. —Alguien se dedica a diezmarnos noche tras noche, y lo siento en el alma si me equivoco pero no puedo permanecer pasivo más tiempo.
No pudo estar más de acuerdo con las palabras del ciego, e incluso con el discurso de este estuvo apunto de seguir la corriente y hacer como él. Sin embargo eso de que alguien pudiera pasearse cuando él estaba durmiendo no le hacía ni pizca de gracia. Era su momento más vulnerable. ¿Y si él caia, quien protegería el bosque?
—Dadle recuerdos a mi aprendiz si la véis en el más allá. -enunció al grupo.
- Sí, llevamos ya tres días y no consigo encontrarle sentido a ese reloj. Además, está en todas partes, recordándonos algo, tanto a los vivos como a los muertos - . Zaira se volvió a mirar a Shawn y se encogió suavemente de hombros.
Había escuchado la conversación que se llevaba a cabo a su alrededor, pero había estado absorta en otros pensamientos y no fue hasta que el hombre del brazo de madera habló, que no reaccionó. Suspiró y recorrió con la mirada los rostros de todos los que estaban allí reunidos.
- Jane me ha pedido que os explique cuál es su poder y su nombre de fata - . Empezó a decir, enfocando por un instante el rostro de Chris y esbozando una pequeña sonrisa, de disculpa.
- Su nombre es Tarma y dice que puede devolver a la vida hasta a dos fatas. Pero entonces éstas quedarán atadas a su voluntad y tendrán que obedecer sus órdenes - . Al decir aquello, sus labios formaron una pequeña mueca. Bueno, ya está dicho, espero que así esté contenta.
Tras escuchar a Xia y a Anya, Allegra permaneció en silencio varios minutos, dándole vueltas en su cabeza a todo el asunto. Finalmente, su mirada se dirigió al reloj de nuevo. "Tic tac" Había dicho Chris al volver. Y así se sentía exactamente ella, atrapada en el paso de cada segundo hacia un momento que se acercaba inexorable, erizando el vello de su nuca. Volvió a mirar al reloj y sus dedos tamborilearon rítmicamente sobre su pierna antes de hablar.
- En realidad, lo que a mí me está dando vueltas a la cabeza es que Roger podría haber dicho la verdad sobre Anya. Y al mismo tiempo Paul podría haber dicho la verdad sobre Roger. - Dijo finalmente e hizo una pequeña pausa antes de intentar explicar la idea. - Hagamos una hipótesis. Supongamos que la primera noche Anya y Roger se encontraron, no como asesinos pero sí con la intención ambos de ayudar a estos. Supongamos que pactaron un acuerdo secreto, para que si uno de los moría, acusara al otro, haciendo que al demostrarse la culpabilidad de uno de los dos, el otro pareciese inocente. Es retorcido y... Bueno, sé que suena paranoico.
Miró de nuevo a la joven oriental. - No sé si es lo que Xia estaba pensando, me pareció que sí. Pero explicaría todo lo que no encaja, ¿no? Explicaría que Anya pidiese la vuelta de Paul, pues él al hablar de la culpabilidad de Roger, estaría dándonos la inocencia de ella. O eso podría parecer lo más lógico. Y también explicaría que Roger no hablase sobre lo que había visto en Anya hasta haber muerto.
Allegra se encogió de hombros con un gesto frustrado. - No tengo pruebas de nada de esto. Sólo es una idea que me lleva dando vueltas desde ayer. Pero tengo la impresión de que entre Roger y Anya están haciendo una cortina de humo que nos distrae de la búsqueda de los asesinos. Y si al parecer Roger se va a morir él solo... - Miró a Anya. - Espero no equivocarme, porque esta vez sí que voy a pensar tu nombre cuando ese reloj suene.
Sus ojos volvieron a dirigirse al reloj. Tic tac. Cada vez faltaba menos y no estaba segura de si se lo estaba imaginando, pero le daba la sensación de que el aire era cada vez más denso. Escuchó entonces las palabras de Zaira e hizo una pequeña mueca mientras bajaba la mirada. Miró a Chris y pareció a punto de decir algo, pero finalmente no lo hizo. Con un suspiro se alejó hasta llegar a la barandilla, de un salto se sentó en ella y se giró un poco para dejar que sus ojos se perdiesen en el río.
Después de mi segunda explicación, algunos seguían dudando y otros parecían convencidos, no obstante me daba la impresión de que sería la elegida esa noche. Había un alto porcentaje de probabilidades de que se juntaran los inocentes equivocados más los culpables que quisieran deshacerse de mí. Si no ocurría de esa forma ya sería por la noche, de una forma o de otra mis horas estaban contadas.
Me retiré a un lado a la espera de que llegara la hora. No tenía mucho más que añadir salvo estar de acuerdo con Allegra de que me había puesto en peligro, eso ya lo había dicho antes. Roger había decidido no defenderse, por tanto tampoco tenía más que hacer. En realidad no sabía exactamente cómo sería su muerte, solo deseaba que fuera rápido.
Por mi parte, si caía en ese momento lo haría satisfecha y con la conciencia tranquila, pues había puesto todo de mi parte para salvar el bosque que tanto amaba.
Cuando Allegra mencionó el nombre de la joven oriental se giró hacia ella con una expresión de que si no fue lo que había dicho, se quedó relativamente cerca. - Ni yo misma lo hubiese expresado así Allegra, aunque soy consciente de que roza la locura, pero hay que admitir que una artimaña así de elaborada sería bastante eficaz. - Comentó son severidad ante tal plan, descabellado o no, la posibilidad existía. Otro asunto sería lo remota que fuese.
Hizo una escueta pausa antes de añadir algo más - Y al fin y al cabo estamos hablando de un miembro de palacio, donde las mentiras estaban a la orden del día entre otros aspectos. Sin contar el hecho de que obviamente, nadie admitiría pertenecer al bando de aquellos que portan la semilla de la Guerra en su interior aún si se demostrase lo contrario. - Guardó silencio, tomándose unos segundos tan valiosos como escasos, para observar de soslayo el punto de interés de los presentes. - Ya no tengo nada más que decir al respecto. Pronto las campanadas sonarán, y ya sabemos lo que eso significa. - Añadió con expresión severa a sus últimas palabras.