Partida Rol por web

Lúva volvía a poder comunicarse con Loth. Al menos así eran solo los dos.

Se acercó a su amigo y le dijo - ¿Cómo te sientes? -.

- Aliviado, por ahora - respondió, agradeciendo la familiar sensación de hablar con la Fata - Saber que ella ha regresado y no me han obligado a hacerlo con ella, es... relajante. Si alguien me lleva de nuevo, sé que moriré, y hacerlo 3 veces... es horrible.

La voz del vagabundo sonaba cansada.

- Es un vínculo asfixiante... la amo, y sé que no es buena para mí... que me ha traicionado... y aún así...

- Lo entiendo. No te juzgo por amarla de esa manera, pero tampoco comprendo por qué no deseas volver - le dijo algo preocupada.

- ¿De verdad crees que te matarán otra vez? -.

Le puso una mano en su hombro y le dijo - ¿Qué está sucediendo en el lado de los muertos? ¿Cuál es la identidad de Lera? -.

- Porque sé que irán a por ella, como han ido otras veces, y entonces, yo tendré que morir también - explicó, haciendo hincapié en tendré - Si yo fuera uno de los asesinos, sería la opción más inteligente, mataría dos pájaros de un tiro, como se suele decir. Lo que deja claro que ni ella ni yo pertenecemos a los anarquistas, porque sería reducir sus posibilidades.

Un suspiro se dejó escapar por sus tentáculos, saliendo como un silbido burbujeante.

- Namárie, o eso creo. Es quien ha aparecido nueva, cuando tú te has marchado - dijo, y su tono pareció animarse - Me alegro que estés de vuelta... te mereces toda la felicidad del mundo. Aquí poco te puedo decir... no hacen más que hacer cábalas acerca de quién puede ser miembro de ese cónclave de asesinos.

Con la vuelta de Lúva a ese lugar habitado por los muertos esta conexión se rompió. No tardaríais en reencontraros, pero ya no podríais hablar a solas.

Y con el fallecimiento de Kammy esta línea fina que unía vuestras voces volvió a hacer su trabajo, permitiéndoos hablar de nuevo.

Lúva tardó en procesar su muerte pero al fin se animó a decir algo - No me protegieron, ¿Verdad? Randir es un necio - dijo con un tono algo lúgubre.

-Te lo advertiiii, Lúva. Eres demasiado valiosa.- Habló el susurro de nuevo. -No te engañé amiga mía. Te advertí que no poseía ese don, que no podía protegerte.-

- Randir...mucho tiempo lleva sin hablarme, Lúva. No sé que le ocuureee- Lamentó el susurro.

- Dame un poco más de tiempooo, déjame intentar ayudarte. Hasta entonces, desconfía de los muertooos.-

Lúva suspiró cansada y profundamente para luego decir - ¿Por qué no me muestras quién eres? - dijo tranquilamente.

Luego recordó algo y se lo hizo saber a ese susurro - Aina ha dicho que puede observar a los vivos o algo así y que habla con Randir, quien puede ver en el interior de las personas. Ha llamado inocente a Loth, traidora a Vanya quien se encuentra dentro del cuerpo de Lyman, Tarma también es una traidora y Essä es inocente. Además, dice que Anastasia ha copiado el poder de Andy y que vio que Gelion es un traidor. ¿Algo que puedas compartir? Esperar sin tener detalles es aburrido -. 

-Traté de ayudarte, Lúva, síiiiiiiiiiiiii. Pero miraste al sol y te cegaste. Trataste de correr antes que aprender a caminar...y te caiste.- Sonó una voz familiar e inchoerente. -Quería ayudarte pero te condenaste cuando desvelaste tu poder...- Un silencio se hizo.-Podría haberte ayudado Lúva...pero dime...¿acaso estás preparada para tratar con la locura?. ¿Esperabas acaso que me dejase arrastrar por tus buenas intenciones, sí, pero carentes de prudencia?. ¿Crees que el loco no se esconde, que no sabe ocultarse de las miradas?. ¿Piensas que el loco sólo carga contra molinos?...Nooooooo.- Un canturreo se dejó escuchar. Incomprensible y poco dado a interpretación. -Solo un consejo puedo darte ya... déjate envolver por la carencia de razón. Naaaada en la locura y descubre las realidades que ofrece, y la bruma te reconocerá como suya y nada deberás temer...-

Lúva se había resignado al silencio y decidió no insistir, no decir nada, había perdido la esperanza hace mucho de vivir, pero cuando la figura se reveló como Morchain, su viejo amigo, su expresión del rostro se convirtió en una de tristeza. Sentía su corazón roto al escucharlo hablar y una lágrima se escapó de sus ojos.

- ¿De qué estás hablando? - lo miró sorprendida, tratando de comprender de qué hablaba - ¿Acaso entregaste tu ser a la Bruma? ¿Desde cuándo te dejaste corromper de esa manera? - le dijo ofendida para luego girarse nuevamente hacia él.

- ¿Cómo querías ayudarme? - cuando escuchó que se entregara a la locura, lo miró aún con un mayor interrogante en su rostro - Sabes bien que odio la Bruma y la enfrentaré como lo he hecho siempre, sin temor. La Bruma no puede dañarme porque mi espíritu es fuerte. Si ya no vas a ayudarme, entonces que así sea, pero yo nunca te hubiera dejado solo y lo sabes - se sentía molesta pero no dijo nada más.