Partida Rol por web

Los poderes de Celebia relacionados con la muerte eran magnificos. Mis ojos se abrían con expectación mientras la escuchaba y tras ello agarrando sus manos dije con alegría.- Eso... eso es genial, era lógico pensar que la princesa dominara incluso la muerte a su voluntad.

Pensé por un momento y dije.- No creo que sea lo más sensato, amo mi vida pero pienso que sería más útil salvar a otros que mi lugar.- Acaricio su pelo y le digo.- Princesa, sé que me amas como yo te amo a ti, y que todos estos juegos solo son las puertas de escape para nuestra pasión. Pero si yo caigo seguiré dentro de ti...

En cambio creo que si cayera Anastasia, sería mucho más duro para Fäe, y si mi intuición no me engaña, podría incluso decir que en un futuro podría volver.

Puede que Ivanna sea también una pieza clave si es el antagónico clarividente de Roger, pero jugar esa pieza depende solo de tí... mi consejo es ese.

Aquellas noticias llenaban el ambiente de esperanza, y hacerlo me llenaba de ilusión. Abracé a Celebia por la espalda y besé su cuello desde atrás.

Poco a poco imaginaba un Fäe de vuelta entre todos, y eso me hace sentir genial.

Celebia se dejó hacer, sentir su abrazo, sus caricias, su piel, y sus labios en su cuerpo le hacían sentir segura, lejos de todo el derrame innecesario de sangre. Una guerra que parecía no acabar nunca. Mantuvo silencio hasta escuchar cada palabra de su amado que no eran más que música, una melodía que nunca se cansaría de escuchar.

Estaba pensando lo mismo....creo que Anastasia es quien decide quién regresa. Me gustaría confirmarlo, por eso traeré de regreso a Ivanna. - Expuso con más serenidad que nunca. Cierto que tenía sus miedos, sin embargo, decidió enfrentarse con la cabeza alta ante lo que pudiese venir.

Es una suerte tenerte cerca, alguien en quien confiar. Porque lo creas o no, yo sola...no puedo. Y los aliados no abundan precisamente, digamos que como muchos no he conseguido integrarme del todo. - La joven princesa de pelo tan blanco como la nieve, agarró las manos de aquel a quién tanto había anhelado, cuyos secretos más oscuros, no eran apropiados en alguien de su posición, sin embargo, no le importaba lo más mínimo.

 Vamos a necesitar toda la ayuda posible, así que con vuestras capacidades de averiguar quien es quien entre los vivos y los muertos, y mi capacidad de amoldarme a la situación según a quién escoja para quedarme con su poder...es posible que sigamos adelante. - Añadió más convencida, esperanzadora incluso, solamente podía ser ella misma con Nur-Taur-Dunath.

Estaría con ella, a pesar de todo. Hiciera lo que hiciera era mi princesa.

Pero entonces algo paso en otra sala del palacio, en aquella Sala del Trono donde Nur estaba casi desde el principio con Aina. Puede que todo tuviera relación con la presencia de Loth al otro lado, junto a las almas errantes.

Princesa... ¿has comentado con Loth, que estás junto a mí aquí?. Si es así, creo que no debes de confiarle muchos secretos, pues Aina ya sabe que estamos aquí.

He tenido que confirmarselo, pues dudaba de nuestra situación.

A pesar de ello parece seguir sirviendo a vuestro padre y a vos... - Acarició su hombro y digo.- Ten cuidado con Loth... tu eres importante.

No le hagas saber, que sabes de su traición... Si ha sido él. Si no ha sido él, hay alguien capaz de ver más allá, y descubrir las diferentes partes de Fäe que nos unen a los demás.

Celestia observó con confusión su amado Nu-Taur-Dunath. No conseguía explicarlo. Realizó un gesto con su cabeza de negación. - No....no le he dicho a nadie que tenemos contacto. Quizás lo sospechaba....- Atinó a decir no muy convencida.

Después de haber mencionado aquellas palabras se quedó pensativa, utilizando segundo tras segundo para meditar sobre aquel cambio de situación. -  ¿Pero conocen nuestras identidades como humanos o solamente como Fatas? - Preguntó la princesa albina de forma intrigante.

Nuevamente el silencio se rompío ante las suaves y delicadas palabras de la princesa. - Tengo una conexión con Elendire, Ivanna. - Anunció a su amado pero no se quedaría ahí, aún había más que necesitaba ser dicho. - No es la única, alguien me ha encontrado....¿y puedes llegar a imaginar quién podría ser?. - Lanzó aquella pregunta con cierto tono de intriga en su voz antes de mantener sus labios cerrados durante unos segundos. - Eirien. - Al decir aquel nombre, no hubo más que indiferencia, ni una muestra de sentimiento, o al menos no lo aparentó.

Negué con la cabeza al escuchar aquella pregunta.

Acaricié su pelo al sentirlo aquella mañana aún a mi lado y digo.- ¿Quien está a tu lado que te hace sentir así?. No olvides que eres nuestra princesa y pase lo que pasé yo te protegeré y te seré fiel...

Así la mano de Celebia y le dije.- Aina quiere saber quien eres... Quiere encontrar tu identidad. Dice que lleva desde el primer día buscándote y que haría lo que fuera por defenderte.

Y dice que te puede ayudar... aunque no sé a que se refiere con eso.

Mojé mis labios y dije mirándola a los ojos.- No te desvelaré a no ser que tu seas quien me diga que le refiera tu identidad. Aunque no hacerlo me lleve a la muerte.

Pero quería que lo supieras, por si algo me pasara... que ella te está buscando.

Mientras esperaba una respuesta a aquello una nueva duda me surgió por lo referido en ese mundo donde estábamos avocados.- Eso es un error, ¿verdad?... Vuestra madre no debe de estar aquí.

Creo que alguien más sabe que estaís aquí y que espera un paso en falso para identificaros... Tened cuidado.

Alcé mi mano hasta su mejilla, acariciándola.

-No te preocupes por lo de Ania, estamos juntas y por el momento confiaré un poco en ella, hasta saber que puede ofrecerme.

Asentí.

-Intentaré tener cuidado Nu-Taur-Dunath, espero que nadie nos separe nunca.

Torcí mi cara, sonriendole, mirandole a los ojos fijamente.

Cerré mis ojos fuertemente y tras unos segundos volví a abrirlos.

-Por el momento no te preocupes de Roger, en el aire hay un choque entre vosotros pero gracias a mi influencia sobre Ania y el Fata de Roger, este no creo que te acuse, debería intentar desviar las dudas de los demás sobre ti. No permitiré que te miren, ni mal ni bien, solo yo puedo mirarte.

Y cerrando lentamente los ojos, en un suave movimiento me abalancé sobre su cuello con suaves besos.

Acepto sus besos con caricias y digo.- Ania está realmente feliz... me alegro por ambas.

Ella tenía muchas ganas de estar junto a ti.- Remezclo su pelo y digo.- La has hecho esperar mucho mi princesa...

Miriel sigue obstinado en mirar dentro de mí, puede que de esa manera al final se convenza de que no soy yo con quien debe luchar. Espero que la ida de sus marcas signifique que ahora podemos confiar en él...

Asentí con la cabeza, aun con mi faz por su cuello, para luego dejarme caer sobre su pecho, acariciando con mi mano su hombro.

-Si, espero que eso se solucione, pero por ahora, ha vuelto a caer Miriel, y eso es algo malo. Por otro lado, hemos hecho el primer movimiento, poco a poco te iré informando, pero debemos ser cuidadosas en quien elegir. Así que necesito hacerte una pregunta. ¿En quién desconfías, en quién de los vivos deberíamos centraron, y quien de los que ya han marchado de ninguna de las maneras es de confiar?

Lo sé... me hubiera gustado que hubiera mirado en mi alma para al menos poder contar con un apoyo más, que serviría para demostrar mi fidelidad hacía ti.

Mis manos la abrazaban y afirmando aquel sentimiento mutuo entre los dos mientras le seguía diciendo.- Por suerte, creo que aún muchos confían en él por lo que no tardará en volver...

Pensé por un momento aquella pregunta y dije.- Falmari... nunca traería ningún bien aquí...

Lleno de sorpresa aprieto contra mí a la princesa y digo.- El corazón de ese reloj se ha abierto a mis ojos... por las palabras de Anastasia parece que ella conoce la elección de los presentes, pues esos nombres que refiere pertenecen a imagenes que se enclaban en él... ¿Por qué no ha compartido con nosotros? 

Mis ojos se han centrado en el número del Padre, esperando que tras ese enclave encontremos cobijo y protección.

Un poco alertada por sus palabras, termino compendiendo un poco, sin quedarme del todo claro algunas de sus palabras.

-Anastasia, ella debe ser la próxima en morir.-Dije secamente de golpe-Ya lo había estado pensando. Cuento con mucha gente ahora mismo que apoyará mi decisión.

Con la muerte de Paul la figura de Nu-Taur-Dunath empezó a desvanecerse de este lugar, hasta desaparecer del todo...

Y al atravesar aquella grieta ambos volvisteis despacio a este lugar. Fue de una forma etérea, inconsistente, pero suficientemente firme como para poder conversar de nuevo. Al menos por ahora.