Se encoge de hombros ante las últimas sentencias de Chris. - ¿Qué quieres? He fracasado en todos mis intentos. No me enorgullezco de ello. - Contesta con amargura por admitir su inutilidad. Saca su moneda y se la muestra. - Te parecerá mentira, pero cuando te la juegas al cincuenta por ciento, las cosas son más putas que cuando tiras un dados... A veces un siete con eso es más fácil que una cruz en esta. - Vuelve a guardarla y baja la mirada.
Escucha hablar a Hundo y agradece sus palabras asintiendo y mirándolo a los ojos cuando habla de él. - Gracias. - Dice al hombre, sin añadir nada más a sus razonamientos. No quiere mojarse entre quien de los sospechosos es peor. Cada uno tiene su juicio, y eso nos hace fuertes. La broma de Lera sobre el yonki le sacó una sonrisa ladeada. Adora ese humor en momentos jodidos y en una mañana de domingo en cama. Ácido. Siente la mirada de Allegra sobre él y se la devuelve de un tono distinto, sin gravedad. Respira hondo y mira la moneda. Puta suerte, resulta que no te encontré aquí.
- ¿Tú entiendes por qué hablan de lo que me ha ocurrido pero no me preguntan las cosas a mí?- preguntó, confusa, acercándose al que le parecía el más observador y reflexivo de todos los presentes. Hundo- A lo mejor no se han dado cuenta todavía de que he vuelto. O puede que tengan un... Una crisis de negación existencial. Por el estrés- dedujo, mentando algo que había visto en alguna serie de televisión.
- ¿Sabes? Sería divertido que me respondieras algo profundo y desconcertante, y bajo esa piel de humano que llevas estuviera Atanamir.- sonrió, observándolo- Sería algo parecido a rememorar los viejos tiempos.
Misty soltó una risita ante las palabras de Ivanna, divertida. Yo apostaría por la crisis de negación existencial. Le dijo. Claro, puedes tocarme el pelo. Siento lo de antes, me había abstraído. Se disculpó, dedicándole la más inocente de las sonrisas a la pelirroja.
Giró su cabeza hacia Alana. La verdad es que yo te creo. Tal vez seas tú la que más miradas atraiga, ya que eres la opción más fácil y que menos atención va a suscitar. Dio unos pasos hacia ella y le sonrió. Al menos si mueres sabremos quienes optan por la vía fácil y podremos preguntarnos la razón por la que lo hacen. Entre los que te acusan me parecen especialmente curiosos el escritor y Kammy. No se lo digas a ellos, pero parecen muy interesados en que salgas tú ajusticiada y no me gusta. dijo, fingiendo que le susurraba, pero usando un tono que cualquiera podía oír.
Dio una vuelta sobre sí misma. Parecía que estuviera siguiendo el rimo de una música. Ah, toma. Dijo, colocando en la mano de Adam unas pastillas. Las tenía en el bolsillo, no sé muy bien lo que hacen, ten cuidado con ellas.
- En estas votaciones estoy en riesgo de ser elegida. Lo siento pero no comprendo por qué quieres que te vote hoy. Si te sirve de algo, me comprometo a votarte mañana si no he muerto - le dijo lo más simpática que podía.
Luego, las palabras de Ivanna llamaron su atención y sus ojos se tornaron ligeramente naranjas - Creo que te equivocas, ya que Atanamir no se comporta de esa manera ahora - dijo con desdén en su voz para luego escuchar las palabras de Misty.
- ¿Te parece malo que presente hechos y los compruebe por alguien que he descubierto que ha manipulado información? ¿Acaso has hecho algo tú para develar la identidad de los traidores? No juzgues mis acciones pues yo he mostrado mi poder frente a todos, cosa que tú no has hecho. Si vas juzgarme, ponte mis zapatos y comienza a caminar -.
Una olla de grillos, en el mejor de los casos.
Todos cruzaban acusaciones pero nadie fundamentaba las mismas con elementos sólidos. Bien, quizá unos pocos, pero no lo suficiente como para generar un consenso como el de ayer.
Hoy sería una tarde aciaga, seguramente, pues con tanto ruido no se podía separar el grano de la paja.
Siendo así las cosas, volví a la sana ocupación que había ocupado ayer a estas horas: sentarme a lanzar piedras al río, que ya bajaba cantarín, libre de bloques de hielo.
- Así que Vanya salvó tu vida. ¿Cómo sucedió? -.
Niba se encogió de hombros y sonrió ligeramente.
- Aceptándome cuando aparecí en las Ruinas... - Respondió con sencillez- Allí donde los demás me rechazaron, porque era una extraña, ella me acogió como a una hija, me cuidó y me enseñó. Le debo mucho, la verdad.
El cruce de acusaciones y desconfianzas continuó a su alrededor, hasta que al final Aidane volvió a hablar, parecía dirigirse a Kammy, pero igual podía ir para todos.
- Yo no levantaré la mano contra nadie, la verdad no sabría a quién acusar ni tengo motivos para hacerlo, no me parece que haya asesinos aquí, más de lo que nosotros mismos nos empeñemos en serlo - Sonreía, y no parecía triste ni asustada por primera vez desde que estaba allí - Es genial reencontrarse con gente conocida después de tanto tiempo, hacer nuevos amigos, acercarse a un completo desconocido animada por una simple intuición, o saltarse una primera mala impresión para descubrir que detrás hay una persona que realmente merece la pena.
Se dio cuenta de pronto de que estaba hablando de nuevo más de la cuenta, y que la mayoría pensaría que no decía nada interesante o que les fuese útil de algún modo, así que decidió cerrar la boca.
"Las conversaciones no avanzaban e incluso había dudas de si eran las elecciones acertadas, como en otras ocasiones ciertamente, pero esto parecía diferente est...."
La pluma dejo de escribir por si sola cuando el escritor sintió la presencia de Ivanna.
-¡OH! Perdona estaba distraído.-Contesto a la mujer pelirroja.-¿Negación existencial? No lo creo, simplemente me parece que algunas personas están reacias a dirigirse a ti personalmente, después de lo que hiciste la noche anterior con el Fata. Al menos así me pasa a mi, veras, como Fata, no soy alguien que hubiera disfrutado de la carne como parece que lo hacíais vosotros y como humano, en esta cascara, aun no e sentido ese placer, por lo que se me hace difícil mirarte ahora mismo.-Ciertamente no parecía mirarla a ella a pesar de estar en frente.
Después la miro por un instante a los ojos al escuchar ese nombre antes de volver a mirar el paisaje por encima de sus hombros.
-Me temo que te equivocas, no soy ese Fata que mencionas y aunque lo pueda parecer, no soy nada profundo, simplemente me limito a observar tal y como hacia en Faë con la diferencia que aquí soy mas participativo y visceral.-El libro pronto tuvo una mancha de tinta por dejar subitamente de escribir, pero Hundo le quiso dar un pronto remedio haciendo que la tinta, como hormigas organizadas, volviera a la pluma.
- ¿Me estás diciendo que eres virgen?- le preguntó, mirándolo de hito en hito- Eres extraño - admitió, sintiéndose sorprendentemente herida después de escucharle, entristecida además al comprender que, sin lugar a dudas, Atanamir no se encontraba bajo su piel.
Suspiró, agitando levemente el rostro una vez más para desperezarse de aquella sensación que a veces pretendía invadirla, y sonrió al escuchar a Misty, acercándose a ella para acariciarle el cabello- Eres tan menuda y tan bonita...- confesó, entusiasmada, acercando un mechón a su nariz, con cuidado, inhalando su olor- Ojalá olieras a Fäe- dijo, anhelante, antes de besar su mejilla brevemente y alejarse unos pasos, sintiendo, tras verla moverse al son de una melodía, que aquella canción que siempre estaba enterrada en lo más hondo de su pecho, volvía a sonar, haciéndola estremecer y sentir una extraña calidez que ahora que había comenzado a recordar, empezaba a comprender.
Su sonrisa se hizo más amplia mientras miraba alrededor, suavizándose y tiñéndose de preocupación al posarse su mirada sobre Shawn, y llenándose de entusiasmo al encontrarse sus ojos verdes con los de Andy.
Le dedicó una sonrisa calmada y dulce a Niba aunque la vio distante. No supo si querría hablarle o no, pero optó por solo demostrarle que podía hacerlo cuando ella creyera conveniente.La mujer que se comunicaba con los espíritus de aquellos que ya se habían ido vuelve de su superficial tumba una vez más, esta vez causando un efecto considerablemente menos dramático debido a la costumbre que había generado aquella tendencia en los presentes.
Muchas revelaciones dieron a lugar, transformando a casi todos las carcasas presentes en en libros abiertos, dispuestos a compartir su historia e identidad. Aquello le alegró, pues podría significar que sus conflictos por cosas tan simples como el origen de un fata podrían quedar atrás, y ellos un paso más cerca de volver a Fäe.
Y a medida que los ánimos subieron, y el punto de sospecha principal resultaba ser una habitante del Bosque, se le hizo difícil imaginar que uno de ellos fuera capaz de tal maldad. No podía, siquiera por un segundo, pensar que alguno de los fatas con los que había compartido día tras día en aquellos incomparables paisajes pudiese albergar tantos malos deseos hacia lo que alguna vez había sido su hogar.
Distraído en sus pensamientos con los ojos entrecerrados mirando el suelo, solo vuelve a sí ante la llamada de Seth.
— ¿Yo? — pregunta, un poco sorprendido — Claro que estoy bien, ¿Por qué no lo estaría?
Miró a Kammy de reojo, preguntándose si lo que decía Aubin sería cierto. ¿Sería ella capaz de matar a alguien de manera tan fría? Decía que no tendría sentido, pero toda esta Guerra no lo tenía. Quizás el francés no estaría tan equivocado después de todo.
La pregunta de Kammy sobre mi elección me pareció un tanto ridícula, pues todos habíamos elegido a aquellos que considerábamos culpables solo con nuestras impresiones.
-¿Por qué has elegido a aquellos a los que has mirado al sonar el reloj? Porque te resultan sospechosos, ¿no? Por eso elegí a Ivanna. Cuando Mathias murió muchos le elegimos por su extraño comportamiento. De hecho, unos cuantos pensaron lo mismo de ella. Cuando llegó la noche y tuve que elegir, me pareció lo de la posesión no tenía mucho sentido y que era una forma de arreglar su comportamiento anterior para evitar ponerse en la misma situación que Mathias. Evidentemente el hecho de que la mataran, la exoneró. Ese error que casi cometí fue lo que provocó que me esforzara para no repetirlo y controlarlo. Después elegí a Roger, y lo hice convencida de que su muerte era una venganza por la muerte de esos niños y Paul confirmó que la historia que contaba no era cierta.
Dices que has cogido hechos y has descubierto que he manipulado información. No has descubierto nada. Has cogido lo que he dicho y lo has retorcido para adaptarlo a tus ideas. Lo peor es que no sé qué le habéis dicho a Samuel. Vale que estaba equivocada con lo de que me buscaba a mí pero, cuando lo dije, fue por defenderle de una acusación injusta. Has utilizado la defensa que yo hice de mi amigo, de todo corazón. También me has acusado de poseer a Ivanna pero con eso solo haces que quien realmente lo hizo esté a salvo.
Todo eso lo has hecho por miedo, porque te miré la última vez que sonó el reloj. Supongo que te asusta que te elija la próxima noche y prefieres que esté muerta. Sin embargo te equivocas por varios motivos. Primero porque ya he dicho que estoy usando mi capacidad con todo el cuidado y con lo que has hecho con Zaira habría sido suficiente. Segundo porque con lo que puedo hacer, si alguien volviera a protegerse como hizo Anya podría compensarlo por la noche. Finalmente, porque soy inocente y con esto solo consigues que ellos sean más y nosotros menos. De momento no has hecho un gran trabajo buscando a los asesinos, vas a tener que revisar tu radar.
Ya faltaba poco, cuando llegara el momento moriría y solo entonces se demostraría que no había dicho una sola mentira.
Después miré a Paul antes de hacerle una petición. – Cuando muera dentro de un rato te pediría que me miraras. Aunque yo siempre he creído tu palabra, sé que tú no has confiado en mí. Solo así demostraré mi verdad. –Me encogí de hombros con resignación, esperando el momento que se acercaba.
Adam alzó la vista en dirección a Allegra y Lera cuando comentaron aquello de administrar sus pastillas. Arrugó la nariz entrecerrando los ojos como si una ventisca le azotase el rostro. Cabizbajo se acercó a ellas y vació los bolsillos sacando las últimas dos tabletas que le quedaban, ambas empezadas. Restos de algunas acabadas, aparecieron de sus bolsillos que dejó caer con pena, como si de un buen amigo que se aleja para no volver se tratase. Se retiró aún cabizbajo, a penas a un metro de distancia. Y el milagro ocurrió. Aquel angel blanco le mostró el grial y su mundo se detuvo. Todo se difuminó. Tan solo aquella caja se mostraba ante él con perfecta resolución. La tomó con ambas manos casi lloroso, como el que sostiene a un hijo nonato. Y finalmente explotó. -¡¡TOMAAAAAAAAAAA, TOMA, TOMA Y TOMAAAAAA!!. ¡¡SÍIIIIII...SÍSÍSÍ SÍIIIII!!.- Alzó la vista para mirar a Misty con lágrimas de alegría corriendo por sus ojos. -¿Te he dicho que te quiero?, ¿te lo he dicho? sí, ¿verdad?.- A una velocidad casi imperceptible le plantó un sonoro beso en la mejilla que sonó incluso después de que el yonki volviese a su posición. Abrió la caja como aquel que abre el cofre de un tesoro que sabe repleto de riquezas. El plateado dibujó un reflejo en su rostro mientras sacaba una tableta con delicadeza.-Oooh baby, ooooh baby. Ya estáis con papá.- Dijo casi gimoteando. Miró como un niño pidiendo permiso a Allegra y Lera levantando el dedo índice, indicando que solo esa cantidad tomaría.
Anastasia había preferido dejar que la conversación fluyera escuchando a unos y a otros con más atención de la que jamás había prestado a nada. Se sentía realmente confusa y tanto sus ojos como sus pensamientos no hacían más que viajar de uno a otro de los presentes, grabándose sus palabras en busca de algunas que fueran la llave de la claridad de sus propios pensamientos.
Rió por debajo de la nariz a las palabras de Ivanna sobre sus crisis de existencia y apartó la mirada al instante en un acto reflejo para esconder que se había metido en un hecho ajeno. Sin embargo, no sintió la misma vergüenza cuando Kammy demostró haber perdido el norte al mostrar sus malas formas con la menos indicada: la chica arcoiris.
- No vuelvas a hablarle así.- advirtió sin alzar la voz, pues su tono ya era suficientemente revelador de su enfado. – Me da igual tu situación, guárdate tus ataques a la desesperada para otra persona.
Boqueó en un intento de expresar sus últimos pensamientos pero Alana se le adelantó, imponiendo su voz por encima de la de ella; y toda su atención quedó cautiva en esas palabras.
- Yo también te creo. – secundó las palabras de Misty – O por lo menos me creo más tu temple que el suyo. – señaló con la barbilla hacia Kammy – Pero no tiene ningún sentido comparar una con otra, ni siquiera discutís por reclamar una misma acción. Me parece mucho más inquietante quien empuja a esta comparación constante. O quien la inició. – sonrió a Misty agradeciéndole el empujón mental y señaló a Shawn con penoso disimulo, mal tapándose la mano acusadora con la otra.
El grito de Adam la hizo saltar de su asiento, casi cayéndose hacia atrás por el susto. De no tener reflejos rápidos y el brazo de Allegra, de seguro se habría caído de cabeza al agua. Lo miró con los ojos muy abiertos y el corazón saltón, viendo por qué era el alboroto. Oooooh, pastillas - pensó al ver la cajita en su mano que lo hacía llorar de alegría, soltando una pequeña risita al sonido del invisible beso. Lo miró divertida mientras abría su tesoro, aunque no pudo sino alzar una ceja al escucharlo gemir así. Era su hermano, y la idea de él de una manera tan sexual hasta le producía un poco de asco.
Sólo una - le permitió, guiñándole un ojo.
"...pero esto parecía diferente en esta ocasion la diversidad era mayor incluso que la interrogante de la mujer de rojo"
Escribió la pluma mientras Hundo tocaba el libro y respondia de manera escueta a la afirmación de Ivanna.
-Eso es, al menos siendo humano, pero como fata puedo decir que no. Incluso recuerdo algo muy parecido al amor seguramente lo fuera, pero al no conocerlo ahora, me es difícil saberlo con exactitud. No es un cariño por un familiar es algo mas intenso, como fuego.-La literatura daba paso en sus palabras, por desgracia la mujer no pareció escucharlo pues ya se había ido de su lado. Hundo ladeo una sutil sonrisa, negó con la cabeza y volvió a mirar a los presentes, si realmente volvía a equivocarse, entonces no sabia a quien mirar.
Allegra no pudo evitar un resoplido de risa al escuchar a Adam emocionado al recibir la caja de pastillas y contempló con una sonrisa de medio lado su exaltación de después. Asintió a las palabras de Lera y dejó que fuese ella la que guardase las pastillas que el yonki les había cedido.
Suspiró y volvió a llevar sus ojos hacia el reloj. Faltaba ya muy poco y podía sentir en sus venas cómo empezaba a surgir un crepitar de expectación. La adrenalina de saber lo que se acercaba se extendía por ellas, dulce y ácida al mismo tiempo, despertando sus sentidos, alertando su mente. Entonces, todavía mirando hacia el reloj, se dio cuenta de algo.
- Ey. Hoy no se ha encendido ninguna llama en el reloj, ¿verdad? - Dijo en voz alta, mirando a todos, pero en especial a Shawn, que era el obsesionado del reloj. - Es el primer día que llega esta hora y no sucede ni una vez.
Sin embargo, el cosquilleo nervioso en su estómago apartaba sus pensamientos de ese tema y la obligaba a centrarse en algo más urgente y acuciante. Su mirada volvió al reloj y sus ojos siguieron el movimiento de las agujas. Se imaginó que podía sentir cómo pasaba cada instante, acercándose de forma inexorable a la hora señalada. Y cuando apenas faltaban unos segundos, bajó la mirada, buscando a su elegido con ella y preguntándose si sus miradas se cruzarían en ese momento exacto en que la primera campanada retumbase en la ciudad.