Llegada la noche, Falmari ni siquiera se molestó en fijarse si alguien la seguía o la estaba espiando. En lugar de eso caminó directamente en la dirección en que Andy se encontraba, cogiendo por el camino una barra de hierro. Y una vez dio con él se dedicó a desquitarse, acabando con un Andy ensangrentado y lleno de golpes y una Falmari resarcida.
Después de eso volvió a un lugar más o menos alejado del cuerpo, sin llegar a comprobar siquiera si estaba vivo. Después de casi una semana en el mundo de los difuntos, era evidente que se había quedado a gusto.