Partida Rol por web

Sonrío ligeramente después del beso y sus palabras. Lo cierto es que yo me siento muy parecido a cómo se siente ella: prefiero pasar un rato tranquilo con ella, dormir, y ya llegará nuestro momento.

—¿Caernos bien? No flipes — bromeo y río — No es mala idea esa, la verdad. Será todo un logro que no termináramos enganchadísimos, una novedad...pero muy maduro por nuestra parte — sigo riéndome y le acaricio la espalda de manera distraída — Yo también estoy muy bien y cómodo aquí contigo, Nini...

Y era verdad. Me asusta un poco lo mucho que me gusta pero no es algo que pueda o quiera controlar, la verdad. Por primera vez creo que prefiero dejarme llevar, aunque no podría prometer no recaer en viejos hábitos porque no se pueden cambiar algunas cosas de un día para otro... Menos cuando son cosas que uno lleva tan adentro como yo mis "traumas" con el tema chicas.

La mirada se le iluminó con sincero halago y cariño al escucharlo decir que él también estaba feliz y cómodo solo con estar a su lado. El corazón le latió un poquito más deprisa, y si no fuera por cuánto se había relajado en sus brazos, le habrían entrado ganas de cambiar de planes enseguida.

Alzó un poquito el rostro para darle algunos besitos en la mandíbula. Podría haber buscado sus labios, pero cada vez se acurrucaba más abrazando su cintura y no le apetecía nada separarse.

De pronto, le entró un sueño inmenso. Tanto, que tuvo que encogerse para bostezar, ya enterrándose en su pecho otra vez. Esta vez cerró los ojos, respirando profundo bajo sus perfectas caricias.

—¿Seguro de que te quedas? —Le preguntó, aunque ella misma se reprochó el darle siquiera posibilidad de no hacerlo. Pero es que claro, a todo efecto, encerrarlo ahí con ella era como secuestrarlo. Si ella se dormía, no podría salir a menos que la despertara. Y tenía muchísimo sueño.