Partida Rol por web

Algo se movió tras un árbol al fondo. Fue apenas el crujido de una ramita pero suficiente para llamar la atención de oliver.

Detrás de Markus, una persona salio de detrás de uno de los arboles del fondo del parque. Era un chico de su edad completamente desnudo que alzó la mano en su dirección para saludarlo en silencio. Solo gracias a que la luna estaba hoy casi llena pudo llegar a distinguir los rasgos faciales e identificarlo como Andrew. Uno de sus compañeros de curso.

El chico se dejo caer hacia adelante mientras sus piernas se encogían y sus brazos se transformaban en patas, su rostro proyecto un hocico adelante y su cuerpo se cubrió de pelo. Ya en forma de lobo, se volvió a esconder detrás del árbol a tiempo para que Markus no lo viese al girarse.

Frunzo el ceño cuando a Markus le entran tantas ganas de irse porque yo, al menos, estaba bastante cómodo pero entiendo enseguida que él no es el más apropiado para hablar de nada de esto. Seguro que con Travis hubiera sido más fructífera la conversación pero, eh, al menos lo ha intentado. Y, seamos sinceros, la culpa es mía por darle un crédito a mi amigo que seguramente no debiera darle.

Suspiro mientras me levanto, recogiendo. Aún quedan dos cervezas, y una tercera que yo he empezado pero no he terminado.

—Al menos vamos a terminarnos las birras, ¿no? — le digo, aunque en realidad es sólo una manera de retener el momento de irnos porque no tengo claro que quiera ir a ver a Nirvana. No debería. Ellos dos están de fiesta por su lado y no quiero ir a cortarles el rollo — Te ha entrado mucha prisa ahora por ver a Claudia... — sonrío de lado, picándole — A ver si tanto hacerte el duro y va a resultar que eres todo un enamorado — río y decido mandar un último mensaje a Sam para zanjar, por ahora, el tema.

De acuerdo, Sam, lo entiendo perfectamente. Hablamos el lunes, entonces. 

Es al levantar la vista del móvil que escucho el sonido de esa rama y, al buscar la procedencia, le veo: el puto Andrew me saluda y después se transforma el lobo para largarse como si nada. Me quedo un momento helado, flipando, pero tengo que disimular delante de Markus. 

—Ahm... Tío, me estoy meando; la cerveza, ya sabes. ¿Me das un momento que mee entre esos árboles? — señalo la zona donde se ha escondido el pavo este — No tardo nada. 

Me adentro entre los árboles y me aseguro de que Markus ya no me vea para empezar a llamar a Andrew.

—Eh, Thompson, ¿dónde te has metido?

—Aquí Myers.

La saludó desde la oscuridad.

—Que callado te lo tenías. Aunque algo tendría que haber sospechado al verte jugar hoy. Felicidades por el partido, por cierto. Aunque cuente como suspendido, lo habéis ganado.

Se apoyó en un árbol.

—No pareces muy sorprendido, ¿ya te has cruzado con mas sobrenaturales?

Me incomoda un poco que el tío esté totalmente desnudo, como suelo estarlo yo cuando me transformo en Shadow. Y debería estar acostumbrado de ver a los del equipo desnudos más veces de las que he visto nunca a ninguna chica. Pero es que esto es raro: la oscuridad, escondidos entre árboles... Rarísimo.

—No tiene nada que ver con cómo he jugado — me defiendo — Llevo muchos años preparándome, y este verano me he metido mucha caña en lugar de irme de vacaciones así que no me quites mérito — alzo las cejas — ¿Bromeas? El insti está lleno de sobrenaturales... Pero nunca...me había encontrado con nadie que se transformara, como yo. Así que un lobo, yo soy más bien un chico-perro — ladeo una sonrisa — ¿Eres un hombre-lobo o algo así? ¿Y qué haces por aquí merodeando?

—No te quito el merito, pero un poco si que te habrá ayudado el poder de tu totem ¿o no?

Lo miró un segundo, muy sorprendido al procesar la segunda parte.

—Para el carro. ¿Como que chico perro? Eso no puede ser. No hay chicos perros, no si eres un Teriantropo. Osea puede que te guste más convertirte en perro que en Lobo, pero tu primera transformación, tu tótem, fue un lobo ¿no? y ya luego aprendiste de golpe las formas de perro, zorro, hiena y demás animales ¿no?

Parecía algo inquieto de repente.

—Pues te vi convertirte en lobo en el partido, cuando se desató el infierno con el entrenador gorila.  Y ahora estaba de camino a un encuentro con la manada y te olí de casualidad. Y pensé: "de puta madre puedo presentarlo a los demás". Pero mejor lo dejamos estar ¿vale? Déjame investigar primero lo de los tótem perro. A lo mejor eres otra cosa. Un hada o  yo que sé. Hay muchas cosas en este pueblo. ¿Sabes que la profesora buenorra es una vampiresa? ¿Oye que paso con el gorila? ¿De qué iba todo e_so?

Su última silaba se superpuso con el grito de Markus.

—¿Qué pasa, tío? ¿Te bebiste el misisipi antes de salir de casa o qué?

Su berrido impaciente tronó en el parque.

—Cada día más putorraro —murmuró para sí, pensando que no podría escucharlo desde tan lejos.

El móvil le vibró en aquel inoportuno momento

Es bueno saber eso. Eres idiota, no estoy borracho. Aún xD Y no soy rarito, solo terrorífico ^^u Mañana hablamos, capullo ;-P Si no decides dejar de ser un cobardica de mierda y venir :P

Me jode mucho que se dude de mi respecto al deporte, pues no llevo todo el verano puto entrenando para que me digan que soy un puto crack gracias al poder de mi tótem, que me imagino que se refiere a Shadow. Ya era fuerte y rápido sin él.

Pero no pude siquiera quejarme de ello, que era lo que me apetecía, porque todo lo que dijo a continuación hizo que me explotara la cabeza. 

—¿Teriántropo? — hago una mueca. ¿Eso es lo que soy? No tiene pinta por lo que sigue diciendo. Y con lo que me cuesta entender las cosas no creo que me quede nada claro de esta conversación — No, no... Yo me convertí en Shadow, en perro, primero, cuando la profesora que has mencionado mordió a Sam en la piscina municipal — le cuento, aunque distraído porque estoy pensando en muchas cosas al mismo tiempo que sigo escuchándole — Espera, ¿en lobo? — ahora sí que estoy confuso, ni siquiera... Oh, sí que Nirvana lo mencionó pero lo pasé por alto. ¿Me transformé en lobo? — ¿Quieres decir que puedo transformarme en todas esas cosas: zorro, hiena, lobo...? ¿Hay más como nosotros?  — cierro los ojos y sacudo la cabeza. Mira, sólo espero no ser un hada de esas porque suena a gay y nada molón. Paso.

Entonces, ambos escuchamos el grito. Puto Markus. Me había olvidado de él. Mierda.

— ¡YA VOY! — le grito, pero sigo mirando a Andrew — Búscame en Instagram y escríbeme — le pido — Yo no entiendo nada de esto, no... Sé lo que soy ni... Y quedamos. Me cuentas y yo te cuento lo del gorila o lo que quieras. Ahora...tengo que irme, pero hablamos, ¿vale?

Me voy a regañadientes porque ahora mismo me habría quedado de buena gana con Andrew pese a su incómoda (para mi) desnudez. 

—Tio, eres un puto impaciente — le suelto a Markus — Me cuesta mear al aire libre, lo siento — miento, bufando — Pero ya está, vámonos, va. Si tantas ganas tienes de ver a Claudia...

Saco el teléfono mientras vamos hacia el coche y escribo a Travis:

Voy para allá. Sé que estás de fiesta pero Andrew (sí, el Andrew que tú y yo sabemos) es un hombre-lobo. O teriántropo, así lo ha llamado él. Resulta que soy raro porque me convertí por primera vez en perro y no en lobo (que ya os vale, creí que Nirvana me estaba vacilando, anda que me lo dices). Y también resulta que hay una manada! Estoy flipando. Y he bebido un par de cervezas... Eso, que nos vemos enseguida.

Hecho esto, decido abrirme la última cerveza que queda para ir bebiéndome en el coche. Joder.

Andrew asintió a lo de hablarle por internet. Aunque no parecía tener respuestas concretas a sus demás preguntas. Y mucho menos cuando había prisa de por medio. Se dio la vuelta y en unos segundos ya estaba trotando en forma lobuna.

Era evidente que, por algún motivo la revelación de que Oliver tenia como animal de poder un perro en vez de un lobo lo había perturbado mucho.

No menos evidente era el enfado de Markus. Que era ademas uno de esos enfados que se trataba guardar para sí mientras hacía como si nada. Enfado que fue barrido por la sorpresa al escuchar el destino.

—El bar de moteros de mala muerte de cerca de la carretera, ¿ese Iron lady?

Miró a Oliver estupefacto.

—Esta bien. Pero sabes que es un sitio chungo, ¿no? Es un antro de moteros.

Su enfado había dado paso a genuina preocupación y evidente curiosidad

—¿En esos sitios se mueve nirvana? ¿Hippie por el día, motera camorrista por la noche?

Reconozco que me quedé tocado con la reacción de Thompson a mi confesión sobre que mi primera transformación fue en perro, ¡y ni siquiera sabía que podía convertirme en lobo! Mucho menos en otros animales... Pero ¿por qué parecía preocupado? ¿Debería estarlo yo? ¿Acaso era un raro entre los raros? Menuda pedazo de mierda.

Trato de sacar todo eso de mi cabeza, al menos hasta que pueda hablar con Travis. Él parece mucho más puesto en este tema de cosas sobrenaturales. Aunque a ver cómo le pillo... Ha dicho que no está borracho pero estando donde está, no me creo nada. También me preocupa un poco el cómo me encontraré a Nirvana, y si pasará de mi por la discusión anterior o habrá meditado y se habrá dado cuenta de que soy un capullo del que merece la pena pasar.

—Algo así... No sé, sólo sé que está ahí — le respondo a Markus — No te preocupes por mi, tio, sé defenderme, va — le animo a que arranque y le sonrío — Estaré bien.

La verdad es que me enorgullece bastante que se preocupe tanto por mi. Es un idiota, pero me está demostrando que, pese al reinado de Valentina, quiere ser mi amigo y permanecer junto a mi.

Durante el viaje en coche, me terminé la cerveza. No suelo beber así que esperaba al menos estar algo atontado con ese par de cervezas. Pero no, creo que toda la preocupación de mi cabeza me la está jugando y ni siquiera la bebida ayuda. O quizás le he dado mucho crédito a esa gente que dice que bebiendo se olvidan todos los males y penas.

—Mira, si pasa algo te llamo, ¿vale? Pero tú vete tranquilo y disfruta de Claudia — le guiño un ojo a Markus cuando estamos llegando al Lady Iron y le hago un gesto para que pare en el párking — Gracias, tío, en serio. Gracias por no juzgarme y pasar de mi. Te debo una. 

Tras chocarle la mano, me bajo del coche y me ajusto la chaqueta. Está claro que mi outfit no pinta mucho aquí pero...bueno, es lo que hay.

Markus parecía entre nervioso y molesto, como si llevase algo en la cabeza que no se decidiese a compartir.

Lo llevo hasta la carretera con Marietta. Paró un poco después de la gasolinera donde un camino de tierra emergía del asfalto sin más señalización que un tótem amerindio de madera. 

—A partir de aquí son diez minutos a pie.

Antes de que Oliver se bajará del coche, Markus aexplotó lo que estaba guardándose:

—¿Somos amigos? Si es que sí, no tendrías que apartarte para ocultarme un audio. Si soy tu amigo, dime que estás quedando otra vez con el fiki y que habéis hecho pandilla con la hippie y que te pone burro. Aunque te joda oírme decirte que ese tío era tu mejor amigo y de repente paso de tí y desapareció y que los sitios donde quedan son... cuestionables.  Pero como intentes jugar a dos bandas conmigo otra vez, pasaré de tí,... aunque me joda mucho.

Las ultimas palabras hicieron temblar su voz.

—Mandame un wassap cuando estés de regreso en casa. Intenta que no te metan una navaja entre las costillas hasta el final de la liga.

Y hablando de los audios de Travis, a Oliver le vibro el móvil en el bolsillo del pantalón

Ya sabía yo que este tío barruntaba algo... Le conozco lo suficiente, pero como a veces se pica por cosas absurdas, quise pensar que no sería importante. Pero lo es o, al menos, parece importante para él. 

Estaba ya fuera del coche cuando soltó todo aquello así que me agaché para mirarle a través de la puerta.

—Claro que somos amigos— le aseguro a Markus — Pero es más complicado que todo eso: ambas cosas, lo de Nirvana y lo de Travis — suspiro — Quiero que sigamos siendo amigos, y también quiero salir con Travis de vez en cuando. Creo que eso no está reñido ahora que Valentina seguramente me eche de su corte y que tú quedarás a menudo con ellos y yo no estaré — le explico — Pero si quieres que a partir de ahora sea sincero, vale, está bien. Hoy me estás demostrando que puedo contar contigo así que lo siento. Y gracias de nuevo. Te avisaré en llegar a casa, e...intentaré que no me apuñalen hasta final de temporada — bromeo, sonriéndole — Prometido. ¡Conduce con cuidado! — le digo yo antes de volver a sonreírle y cerrar la puerta del coche. Necesito un poco de aire así que los diez minutos hasta el Lady Iron me irán de perlas.

Me choca toda esta intensidad por parte de Markus, ya que no es habitual en él. Y entre eso y el drama de antes con Nirvana sumado al encuentro con Andrew, puedo decir que está siendo un día de mierda. No más drama, por favor, estoy harto por hoy y servido, muy servido. 

Suspiro mientras empiezo a caminar y saco el teléfono móvil para ver el motivo de la reciente vibración.

Mierda. Este cabrón está borracho. Bufo. Algo me dice que no es buena idea, que me dé la vuelta y me vaya a casa. Ha sido un día largo y debería descansar. 

Le contesto con otro audio ahora que ya estoy sólo:

—Tío, sí que estás borracho. Mírate, si no saber ni hablar... Escuchando lo que escucho, no he bebido ni la mitad que tú — bufo de nuevo, ahora al móvil — Mira, estoy a punto de llegar pero si vais muy borrachos me vuelvo a la gasolinera y me pido un taxi. No estoy ni de coña a tu nivel.

De la carretera salia aquel camino de tierra. No tenía ninguna señalización oficial, pero estaba marcado por un tótem de madera con la peculiaridad de que las figuras que lo componían (De abajo a arriba: un oso, un lobo, algo parecido a un ciervo, un zorro, un águila y un gato) habían sido talladas con casco de moto. La figura superior era un cuervo sin casco con las alas desplegadas y pintado con un color rojo tan intenso que parecía sangre. De hecho aunque apestaba a pintura química normal, olía ligeramente a sangre también.

Aquel camino de tierra llevaba hasta una antigua granja. El edificio principal estaba prácticamente en ruinas y muy grafiteado. Pero el enorme silo de grano se iluminaba con un rótulo de neón. "Iron lady". El porche lateral del mismo había sido convertido en un aparcamiento para motos. El edificio retumbaba con musica de moteros y el griterío de los borrachos allá adentro. Olia a carne asada recién hecha.

Mientras caminaba los últimos pasos una motera llegó por el camino y aparcó su moto. Se quitó el casco y lo miro con una sonrisa.

—Ey, creo que es la primera vez que veo a alguien llegar a pie al Iron lady. ¿Una avería? ¿te robaron la moto? Cualquier lio en el que te hayan metido no dudes en decírmelo. Esta zona está bajo nuestra protección y no nos gusta que ataquen a nadie. Aqui nos ayudamos los unos a los otros

Se acercó al gran portón del silo que estaba medio abierto y del que salían bocanadas de humo y una peste a alitas de pollo que daba hambre solo con olerla

—Me llamo Blue.

A medida que me acercaba, más creía que debía haberme dado la vuelta o haberle dicho a Markus que me llevara a casa. No sabía qué pintaba yo en un sitio como aquel por mucho que hubiera recuperado la amistad con Travis; estaba claro que aquel rollo de los moteros no iba conmigo, y mucho menos un antro como aquel que olía a carne. Por muy bien que oliera.

Entonces, una motera me "asaltó", presentándose y haciéndome preguntas. La conocía, o me sonaba, ¿no era esta la amiga de Travis? Creo que sí, pero igual que a mi me cuesta identificarla, a ella también. Nos vimos hace ya tiempo, de críos, y en estos años se cambia mucho. 

—Oliver — me presento también — No tengo moto: le pedí a un amigo que me trajera y me dejó en el camino donde la gasolinera — le explico, sonriéndole un poco pues había sido muy amable ofreciéndose a ayudarme — Nos conocemos pero hace ya tiempo que no nos vemos. Soy el amigo de Travis. De hecho, vengo buscándole a él. Vino hace un rato con una amiga así que imagino que estarán dentro. 

—¡Ah coño! No te reconocí. El muy cabrón de amigo que tenemos en común ha venido sin avisar. Vamos a buscarlo y cantarle las cuarenta