Partida Rol por web

Para Nichole, The Ring era la película más terrorífica que había visto nunca. La piel se le ponía de gallina sólo con pensar en la niña saliendo del pozo y acercándose al filo de la pantalla, para salir por ésta y acercarse, retorciéndose, con los cabellos cubriendo completamente su rostro. Había tenido pesadillas con aquella imagen. Quizás por eso se habría grabado en su memoria todos los detalles de la película y había tenido claro cuál era la tele que se tenía que romper. 

«No te vengas arriba...» Se dijo, intentando calmar la emoción que había sentido al ver que había acertado. Arqueó ligeramente una ceja y una sonrisa sardónica asomó a sus labios al escuchar a la Latin King. Pues claro que era lista... ¿Qué se habían creído? 

Se volvió a mirar a Scott y, mientras los otros tres cruzaban la puerta, ella se acercó al chico.

— Vamos a ver qué nos espera en la siguiente. ¿Qué ha querido decir la la... Renata sobre un animal carnívoro? Creo que la siguiente no la he visto... — Le confesó y sus labios formaron un suave mohín. A punto había estado de llamar a la chica "latin king", pero a tiempo se dio cuenta y recurrió a su nombre para referirse a ella. Le cogió nuevamente de la mano para ir junto a él a la siguiente sala.

—¡Lara! —por un momento casi olvidó dónde estaba e iba a avanzar rápidamente hacía su amiga, pero pronto fue conciente de que cualquier acto premeditado podría significar su muerte. Vio a Mindy y a Drea tratando de echar abajo el cristal a golpes. No sé los habría criticado. Seguramente ella hubiese tratado de hacer lo mismo. Sin embargo Lara no parecía estar disfrutando de aquello, ¡Mindy, Drea, le estáis haciendo daño, bas...! 

Se calló, una escena de la primera película, el silencio de los corderos, vino su mente. Difícil de olvidar pues era de más más icónicas del filme. En ella Hannibal cortaba la cara de su captor para hacerse pasar por él y dejar que así lo sacasen del lugar donde lo tenían atrapado. 

—¿Es Lara? ¿Están seguras que es ella? —avanzó hacía la jaula y trató de buscar su mirada. Cualquier cosa que pudiera confirmar que si era Lara la que estaba ahí. No era la primera vez que Elsie se hacía pasar por quien no era—, Hannibal en la película se cubría el rostro con la piel del rostro de su guardia. 

Apoyó la mano con suavidad en el vidrio. 

—Necesitamos que nos responda, no es necesario que hable, si es Lara puede contarnos que está pasando aquí o al menos decirnos que si o que no a los peligros que haya alfededor.

Miró alrededor. Los atrezos de las películas estaban alrededor decorando todo. Se preguntó de dónde vendría el siguiente ataque. 

—Un momento... ¿Dónde está  Danno?

Lara se había cerrado en banda.

-¡No! Escucha. ¿Qué te ha dicho la señorita Mc...- _{ya iba a llamarla por su nombre de profesora}- Elsie? ¿Qué has visto? Seguro que hay alguna forma de sacarte- dije tratando de hacer algo contra el cristal templado que nos separaba en dos bandos. Uno el suyo y otro el mío con Mindy _{al que se añadieron Renata y Daphne.}

Me giré en cuanto noté la nueva presencia, esperando que la silueta fuera de Erick o la de... no sé, ¿Más gente?

-¿Danno?- sin apartarme del cristal _{y esperando que Daphne comprobara por sí misma que realmente se trataba de su compañera}, intenté hacer cuentas -Mindy, Renata...

-Eh... oye, ¿No estaban con vosotras Nichole y Scott?

- A ver... - Me encogí levemente de hombros mirando a Renata.- Es que este chico no es un chico cualquiera.- Dije refiriéndome a mí mismo.- El Rulas y el Chirla, del barrio de abajo, me enseñaron a disparar así, to chulo de lado. Eso... da más flow, ¿sabes?

Pero ciertamente no había más motivos para disparar, ya que Nichole hizo uso de su memoria peliculera y acertó. Suspiré aliviado de no tener que usar la pistola y cagarla.

- Hannibal Lecter era un tío que se comía a sus víctimas.- Conteste a Nichole.

Como buen friki que era, y las horas pasadas con Drea hablando de conspiraciones alienígenas y otras películas de serie B, esa película para mí no me daba miedo. Tampoco era un experto, la verdad.

- Es la secuela directa de "El silencio de los Corderos"- Me quedé pensando levemente, ya que seguro algunos no sabrían de esa película con la wenorra blanquita de la Foster...- Hannibal es como... el Jocker del tito Fenix, pero de hace años. Intentan hacer pasar por un buen tío a un villano, poniendo el argumento del revés, que empatices con su... como decirlo... sociopatía caníbal.

Miré a todos esperando poder pasar a la nueva sala.

[Un tío majo, sin duda.]

Finalmente tanto Scott como Nichole abandonaron aquella oscura sala que recreaba un pozo para llegar a una en la que pudieron encontrar un cristal templado enorme que dividía la habitación en dos. A un lado estaban todos ellos, con Mindy y Drea intentando hacer tirar abajo dicho cristal, de forma muy sonora.

Al otro lado, Lara estaba en el suelo sentada, cruzando sus brazos entre las piernas y tapándose los oídos. Había algo de sangre en el suelo y es que parecía que, gracias al cuchillo que tenía pegado en el guante, consiguió rasgar el traje y la mordaza, que ahora se encontraban desperdigados por el suelo, además del cuchillo.

Pero antes de que la rubia y la friki continuaran haciendo el cabra, a través del altavoz que había en la habitación pudieron escuchar la voz de la que había sido hasta la fecha su profesora.

¡Pero cuantos habéis llegado hasta aquí!

Os estaréis preguntando por qué no he matado a Lara aún y la verdad... Es que habría sido muy aburrido.

En esta sala no os voy a hacer pensar, os voy a decir lo que hay que hacer.

Hannibal a lo largo de la película "El silencio de los corderos", intenta meterse en la mente de Clarice, acceder a sus traumas, saber como hacerla llorar y jugar con su mente. Disfrutaba no solo comprendiéndola, si no teniendo el poder de ser capaz de destruirla solo con palabras.

En este caso, Lara es la pobre Clarice, que siempre anda buscando como hallar la justicia entre todo este caótico mundo y vosotros, sois los monstruos caníbales. - rio de forma bastante sonora. - Así que ya sabéis, si queréis sacar a Lara de esa prisión, debéis hacerla llorar, os recomiendo que le digáis la de barbaridades que habéis hecho hasta ahora, seguro que le destroza el corazoncito saber que sus amigos han sido capaces de todo lo que habéis hecho.

Otra opción, también interesante, es que os comáis un pedazo de carne humana. Scott ya tiene algo de experiencia, pero por hacerlo entretenido, tiene que tener por lo menos el tamaño de una mano el alimento, eso sí os podéis dejar los huesos.

Y bueno, la tercera opción es dejarla ahí, las puertas a las siguientes habitaciones están abiertas... Aunque ya sabéis lo que pasa con vuestras pulseras si os quedáis mucho en el mismo sitio, si no preguntadle a Danno... - volvió a reír, esta vez de forma algo más leve y cortó las transmisión.

Mindy miró preocupada a Lara. - No pienso dejarla, pero joder, tampoco tengo mucho que decir... - hizo un leve mohín, mirando cabizbaja al suelo. - Antes era una capulla, será que no os he jodido veces durante las clases o incluso fuera de ellas ¡pero desde el cine no he hecho nada malo lo prometo! - miró a los demás con gran desesperación.

Yo apenas llevo aquí unos días y siempre he estado buscando a mi hermana. - con la muerta mirada que tenía, pasó por encima de todos, de uno en uno. - A penas os conozco y ya puedo decir que precisamente buenas personas, no habéis sido siempre.

Os importa una mierda las pérdidas que hayan tenido los demás o lo mal que puedan estar, solo os importáis vosotros mismos y si no cumplen con vuestras exigencias, os enfadáis u os tiráis en los brazos de cualquiera que os haga caso, aunque sean asesinos. - suspiró. - Joder Syd... Con la de gente hay en el mundo...

—¿Cómo sabes que Lara no está llorando? Mírala ahí, acurrucada, encogida,  ¡Lara! —Si la loca de la profesora decía que podían gritarle cosas era porque su amiga ciertamente podía escucharles. ¿Debía llorar de frustración? Ciertamente habían muchas razones para que pudiese llorar sin que tuvieran que insultarla—, nos vamos a morir todos aquí. Lara... quiero ver a mis padres otra vez...

Lara al dejar de escuchar el incesante e increíblemente alto ruido que estaban generando entre Drea y Mindy, levantó la cabeza y finalmente se puso de pie con un leve suspiro de alivio. Estuvo atenta a las palabras de Elsie y cuando terminó su discurso, caminó hacia sus amigos.

Puso la mano en el cristal, justo enfrente de Daphne. - Vete Daphne, vosotros y todos los demás. No me importa quedarme aquí, no quiero ver como alguien se come una mano o se pone en riesgo por mí. - sonrió levemente, dedicando una mirada pasajera a todos. - Sé que no habéis hecho nada malo, sois mis amigos, confío en vosotros. - aunque su mirada se paró un momento en Denver. ¿Quién diantres era aquél chico, qué hacía allí y por qué parecía tan triste? Eran preguntas que se hacía a sí misma, pero dada la situación, no iba a preguntar, pues le parecía que no procedía.

Drea contestó con otra pregunta en lugar de responder. Bueno, ella no iba a contestar a la suya, más que nada porque a los pocos segundos aparecieron ambos. Scott y Nichole.

Elevó el rostro cuando escuchó a la profesora en un gesto instintivo, como si con ese gesto pudiera verla. Escuchó cruzada de brazos. Atenta. Odiaba ser la marioneta de aquella psicópata pero ahora lo único importante era sobrevivir. Desde luego que la segunda opción quedaba descartada.

Estaba pensando cuando Denver aportó su granito de arena.

- Si, es posible que ser objetivo de un asesino en serie y de un posterior secuestro en tu propia casa, el lugar "más seguro" - entrecomilló con los dedos sus palabras - para cada uno, puede que te vuelva un poco paranoica. Que sospeches de todo y no encuentres un lugar seguro dónde correr... si, puede que te vuelva un poco egoista. Pero creo que sin conocerte de nada ni pedirte nada, te ayudé a encontrar a.. - la voz se le atragantó un poco. Suspiró mientras daba un paso hacia Denver - pero tienes razón. Lo siento. Tú perdida - musitó en apenas un susurro mientras le ponia una mano en el hombro - Ella se arriesgó por todos nosotros. Incluida Lara. Intentó reconfortar a Daphne cada vez que se quedaba echa polvo y preocupada ante sus huidas sin explicaciones. Y su chica... Virgencita, no sé que pasará cuando se entere - Aunque estaban enfadadas la noche anterior, seguro que la destrozaria averiguar que Sydney ya no estaba.

No estaba segura de si aquello lograria algo, pero tenia que intentarlo. Ella desde luego tenía la conciencia limpia, pues al menos que supiera, no había dañado a nadie. Al contrario. Así que habia tenido que recurrir a otros "argumentos"

Al entrar en la nueva sala y ver a Lara a través de un cristal, Nichole frunció ligeramente el ceño. ¿Qué se suponía que tenían que hacer allí?

«¡Oh my god, volvemos a estar todos juntos...!» Pensó al ver a la friki y a la bitch de Mindy. Pero antes de hacer ningún comentario, la voz de la psicópata empezó a resonar por la sala. 

«¿Hacerla llorar? Que gilipollez...» No entendía por qué no estaba llorando ya, era fácil, sólo tenía que pensar en su miserable vida, en que su hermano era un puto asesino y su padre... También lo había sido, ¿verdad? ¿O estaba equivocada? 

Al escuchar la voz diciendo que podían comerse un trozo de alguien, los ojos de Nichole se abrieron como platos y alzó la mirada, buscando alguna cámara, que seguro que la había. 

Y cuando finalmente escuchó la última parte, dejó de buscar la cámara y pestañeó, volviendo a bajar la mirada.

— Pues nos vamos y ya está... — Todavía no había matado a Lara y dudaba que fuera a hacerlo. Bueno, lo dudó hasta que su mirada volvió a la rubia y entonces se percató de la pulsera que llevaba en la muñeca... — Oh my god... — La loca esa lo que quería era que las muertes cayeran en sus conciencias. Estaba como una regadera... Por cierto, ¿dónde estaba el Danno ese? Recapituló lo que acababa de decir la voz y sus labios se curvaron en una mueca. 

— Idiota... — Masculló entre dientes. ¿Por qué no había entrado en la sala donde habían ido Mindy y la friki? ¿Por qué se había quedado allí, sabiendo que iba a morir...?

Nichole suspiró y volvió a dirigir su mirada hacia Lara. Ésta estaba haciéndose la mártir, diciendo que no le importaba quedarse allí, que siguieran adelante mientras ella moría por todos ellos...

— Que patética eres... — Dijo de repente, lanzándole una mirada afilada, después de escuchar a la latin king intentando llegar a su corazoncito. — Mira bitch, no eres mi amiga, apenas te conozco y me importa un pimiento lo que te ocurra. Pero deja de hacerte la pobrecita heroína que no ha roto ni un plato. — Nichole estaba siendo dura, pero lo hacía a conciencia. Caminó los pasos que la separaban del cristal y se plantó delante de ella, mirándola con desprecio, como tantas veces había mirado a todo el mundo. — A mi no me engañas, bitch, sé que todo este tiempo has sabido que el psicópata de tu hermano estaba detrás de todo esto. ¿Lo habíais planeado juntos? Y ahora parece ser que la puta cabra de la profesora se os ha adelantado. ¿Qué hará tu hermano cuando encuentren tu cuerpo y el de su zorrita? ¿Crees que él sí que llorará? ¡Oh! venga va, apuesto a que buscará una nueva venganza e irá a algún pueblecito de mala muerte... Uhmmm... Seguro que la profe tiene familia en Lake Placid, algún hermanito pequeño al que adoooore tanto... Entonces Erick irá para allí y habrá un nuevo baño de sangre... ¡Ohhh! — Sus ojos se abrieron ligeramente y alzó la voz, mientras recorría la sala con la mirada. — ¡Vaya, profe! ¡Entonces podrás tener Puñaladas 24! Será fantástico, ¿verdad? — Volvió a bajar la mirada, clavándola nuevamente en los ojos de Lara. — Y así una y otra vez, una venganza detrás de otra. Morirá mucha gente, pero no importa... Lo único que le importa a tu hermano es su puto ego. Y te ha metido a ti en toda esta mierda... Aunque, ¿sabes qué? Sí que hay una cosa que tengo que agradecerle — Al decir esas palabras, aguardó un instante, dejando que la chica procesara todo lo que le estaba diciendo. — ...y es que me librara del gilipollas de Jack Anderson. Durante estos dos últimos meses he estado fingiendo cada día, haciendo que era la novia imbécil y perfecta y permitiendo que esa cucaracha me tocara y me besara. He estado todo este tiempo aguantándole, sabiendo que era un asesino y dejando que la persona a la que le había entregado mi corazón pensara que lo había traicionado. Todo por intentar encontrar pruebas suficientes contra Jack, para que mi tío, el perfecto fiscal, pudiera encerrarle por las muertes de toda su familia. Durante todo este tiempo he estado asustada, fingiendo ser lo que no era y viendo sufrir a la persona que quiero. ¿Y todo para qué, eh? Para encima sentirme como una gilipollas por no haber evitado su muerte, por no haber votado contra Danno y haber hecho que él muriera; total, ya está muerto, daba igual morir un día que otro... He perdido todas las pruebas que habían contra Jack Anderson y todo por culpa de tu hermano. Ahora él quedará como un mártir en lugar del asesino que es... Así que no, no se lo agradezco. Jack Anderson tendría que haber pagado por sus crímenes, tenía que haber sido juzgado y que todo el mundo supiera lo que había hecho. — Toda la rabia, la impotencia y el dolor que había sentido cuando su tito le dijo que la había culpado por la muerte de Jack, salieron en ese momento con palabras ácidas, llenas de amargura y sus ojos se humedecieron, mientras los mantenía fijos en Lara Mui.

Lara se acercó al cristal y puso la mano justo delante de Nichole, a modo de intentar mostrar así que quería estar lo más cerca de ella posible. Notaba su dolor y todo por lo que había pasado.  - Tienes toda la razón del mundo. - admitió con una sonrisa. - No he venido aquí porque haya planeado nada con mi hermano, de hecho, no sabía que tenía un hermano hasta hace unos días, fue lo que dijo Scott en el parking de caravanas lo que me hizo darme cuenta de todo y... Bueno, le pregunté a mi padre. - suspiró un poco, pero su rostro mostraba bastante ternura. - Siento haberlo ocultado, pero decir que era la hija de un asesino y además no tener ni idea de quien puede ser mi hermano... Solo habría hecho que me mirarais mal.

Negó con la cabeza, estaba algo arrepentida por no haber sido lo suficientemente clara, pero consideró que tampoco servía de ayuda para los demás. - Eres mucho mejor persona de lo que aparentas, Nichole Bloomer. Yo opino igual, la violencia solo lleva a más violencia y los crímenes deben pagarse en la cárcel, ninguno de nosotros debe juzgar quien vive y quien muere, todos podemos cambiar ¡y mi padre es el vivo ejemplo de ello!

Ladeó un poco la cabeza y le dedicó una gran sonrisa, cerrando los ojos. - Confío en ti para que hagas entrar en razón a mi hermano, a Elsie y pares esta matanza sin sentido. - a pesar de todas las barbaridades que habían pasado, Lara parecía seguir queriendo que Elsie siguiera con vida y pagara sus crímenes en la cárcel, donde esperaba que reflexionara.

Renata se colocó al lado de Nichole, hombro con hombro, y mirando a Lara - Si de verdad fueras tan buena persona, llorarías para evitar que acarrearamos con tu muerte en la conciencia. Llorarías para evitar que tu amiga sufra con tu perdida. No es tan difícil, creo yo - le parecía tan de cajón... 

Así que si no lloraba es porque esperaba sobrevivir y aparecer al final como la puta "resucitada" y decir "ey pardillos, os creísteis todo el cuento??"

Se encendió el altavoz, una vez más. 

Atención atención, estimados visitantes.

Desde dirección informamos que no aceptamos lágrimas de cocodrilo en este museo.

Si no vemos que rompa nuestra obra a llorar por estar destrozada psicológicamente, mantendremos su puerta cerrada.

¡Muchas gracias!

Lo dijo tan terriblemente animada, que daba miedo lo jodidamente mal de la cabeza que estaba la que había sido una vez su profesora. 

—Vayanse... Nichole, llévate a Mindy, Renata, encárgate de Denver; Drea... Busca al hermano de Lara. Yo. Yo me quedó aquí con Lara. 

Daphne miró con los ojos brillantes al grupo y tragó saliva..

—No es necesario que todos se queden aquí con ella y yo, ya estoy cansada, cubrí a Lara... Te cubrí las salidas y no quise preguntarte más porque pensé que éramos amigas. Porque estaba esperando que te abrieras a tu tiempo... Aún así, no pienso dejarte sola. 

El aviso del altoparlante la interrumpió, dejo que este sonase y luego continuó.

—¿Y como podrás reconocer que es un llanto de verdad y no otro? ¡No me jodas!... No se cómo funciona en tu juego esto de que Lara muera aquí, obviamente va en contra de todo el discurso de hacerte la víctima. Cualquier forense notará las marcas en las muñecas de Lara y los cortes de la ropa. Si muero, Elsie... Será por tu culpa y nadie más.  Vayan muchachos, nos vemos a la salida, claro. 

Trató de sonreír, mientras se pasaba la manga por la cara. Ojalá la prueba hubiese sido de hacerla llorar a ella. No era la primera vez que todo esto le hacía saltar las lágrimas.

Menuda mierda de palabrería.

Habíamos pasado de un literal canibalismo, a uno psicológico. Elsie quería que nos comiéramos los pedazos de Lara, lo poco que le quedaba ya de cordura o entereza que le pudieran quedar. Pero hacerla llorar no era algo que pareciera fácil, ya que tenía que ser de verdad, según las nuevas instrucciones.

Lara era tan buena persona, aun teniendo un pasado tan hereditariamente oscuro...

[Scott, esto se me da mejor a mí que a ti]

- No.- Corté en seco a todos.- No podemos dejarte, Lara. Eres nuestra amiga. Hemos dudado de ti y aún así te muestras comprensiva. No es justo.

[Déjame un ratito... llorará. Lo prometo.]

Chasqueé la lengua disconforme. El tiempo se acababa y sabía que en algún momento tendríamos que hacer algo.

- Salid.- Estaba mosqueado, pero, puede que fuera nuestra mejor opción. - Todos. Ya.- El otro Scott, desde luego, otra cosa no, pero era certero, hiriente con lo que decía. Puede que él tuviera otro tipo de tacto que nosotros no.

- ¡He dicho que salgáis todos ya a la siguiente sala, joder! ¡Ren, vamos, fuera!- Grité empujándolos a todos, para que se apresuraran a ir a la siguiente. - Yo lo arreglaré. Pero... necesito estar asolas con ella. Os lo prometo... la salvaré. - Miré a Nichole con una media sonrisa y un gesto para que se fiara de mí en esto.

Esperaba que el otro Scott fuera certero. Pero, dejándolo salir conscientemente... ¿Qué quedará de mí después?

Aquello se estaba volviendo desesperante y Renata comenzó a caminar por la sala como una leona enjaulada. Sus pasos se detuvieron de repente al escuchar a Daphne querer sacrificarse y elevó los ojos al cielo pidiendo resignación y paciencia.

Estaba tomando aire despacio cuando Scott los instó a marcharse. Se quedó fija mirándolo

- Pero no tardes, ya sabes que corremos contrareloj - rodeó a Daphne por los hombros - tenemos Heredity en una sala y Megan en la otra. En la primera hay muchas decapitaciones sorpresa, no se yo si me atrevería a entrar ahí, pero la otra no la he visto y ni se de que va - miró a Nichole y a Drea - ¿por dónde vamos? -

A donde dijeran, allí se llevaría a su amiga aunque fuera a empujones.

La voz proveniente del altavoz me provocó un respingo con el que alcé los ojos en busca de "oírlo mejor".

-Es... una muñeca asesina- respondí tras la pregunta de Renata -Una inteligencia artificial que pierde "la cabeza"- _{más o menos como Elsie si la profesora fuera una muñeca y pudiésemos cambiarle el modo igual que al muñeco de Krusty el payaso.}

_{Porque eso sería lo suyo...}

-Podría ser una buena idea entrar ahí- dije separándome del cristal templado _{aunque fijándome en el Scott bueno que quería transformarse en malo.}

En ese instante, la indecisión entre imponerme a la orden o ser la primera en abrirles la puerta, me hizo pensar... PENSAR _{y a veces pensar trae ideas que podrían valer para otras estrategias (?)} -Scott tiene razón. Marchaos y en breve os cogeremos.

Di un paso en dirección al novio de Nichole -Sí. ¡Lo siento! Ese a solas deberá incluir también a una friki.

Estaba enfrente de la cristalera y solo giré a un lado la cabeza mientras mis ojos seguían fijos en Lara.

- Negativo.- Dije como si fuera un autómata.- Ese "a solas", NO incluye a ninguna friki.- Respondí dando a entender que estaría a este lado del cristal, realmente, a solas, conmigo mismo. (Badum-thss... XD)

[Oh, amigo. Al contrario, Deja que la friki de "tu amiga" se quede.]

[Si Lara decide no llorar, después de esto... bueno, de alguien tendremos que sacar la carne, ¿no?]

[En esta ocasión, comerle el coño a alguien, tendrá un sentido más... acertado... jajajaj]

- Mierda... solo... Solo Drea. El resto marchaos. 

«Eres mucho mejor persona de lo que aparentas, Nichole Bloomer.»

Las palabras de Lara la pillaron por sorpresa. Estaba acostumbrada a llevarse mal con casi todo el mundo, la gente era muy envidiosa y su popularidad y el dinero de su familia no habían ayudado a sus "relaciones". Además, lo había pasado tan mal siendo una niña, que cuando iba por la uni y sentía las miradas de celos y admiración sobre ella el ego le crecía. No le importaba si alguien lo pasaba mal e incluso había llegado a reírse de las desgracias de otras personas. Hasta que Scott llegó a su vida. Él consiguió arrancar la coraza que se había puesto alrededor del corazón hacía tanto tiempo. Una coraza que la había protegido de las burlas y los ataques de los niños cuando era pequeña y la había acompañado durante todos esos años. Pero ahora ya no estaba y las palabras y la actitud de Lara hicieron que su corazón se estremeciera y una lágrima consiguiera desprenderse de sus pestañas y rodara por su mejilla. 

— Idiota... — Masculló y sus labios formaron una suave mueca. 

De repente volvió a resonar la voz de la psicópata, sobresaltando a Nichole, que no esperaba volver a escuchar aquella voz histriónica. 

Al escuchar a Daphne instándoles a salir de la sala, la joven pelirroja la miró un par de segundos y asintió con la cabeza. Siempre estaban muy unidas, si no lo conseguía ella, ningún otro podría...

«No... Scott...»

Sus pupilas se dilataron al escuchar a su novio y se volvió a mirarle. ¿Qué estaba tramando? Le miró a los ojos y su cuerpo se estremeció. 

No, no podía hacerlo, no podía estar pensando en dejar salir al otro... Él era lo peor y la odiaba... Su primer impulso fue negarse, decirle que no, que ella no pensaba dejarle, pero la mirada que él le dedicó la desarmó completamente y sintió un vahído que la obligó a apoyarse en el cristal. 

Su corazón empezó a acelerarse y las lágrimas enturbiaron su mirada. Se acercó a él y le abrazó, susurrándole unas palabras en el oído y tras eso dio media vuelta e, ignorando al resto, se dirigió hacia la puerta de M3gan. Tenía que salir de allí cuanto antes, si no lo hacía, acabaría derrumbándose como una niña pequeña y acabaría humillándose mientras le suplicaba a Scott para que no lo hiciera... Y no, no podía, tenía que confiar en él...