Partida Rol por web

El sol, con su luz del alba y su gentil calor, invitaba a los durmientes a desperezarse y disfrutar de la mañana llenos de la energía que había deparado un buen descanso. Era momento para todos los madrugadores de levantarse y comenzar con las tareas del día. Glennis, en cuanto los primeros rayos se filtraron por entre las cortinas de la habitación, hundió la cabeza bajo la manta, expuso su opinión sobre el astro solar en lenguaje que quizás sea mejor no transcribir, y decidió, como había hecho todas las mañanas en que no había podido quedarse a dormir hasta tarde, que de allí en adelante, su meta sería encontrar y tomar venganza sobre los responsables del funcionamiento de los horarios diurnos en la civilización. A continuación, se levantó a regañadientes; sin dejar de perjurar, se lavó con la ayuda de una jarra con agua y una palangana que había en la habitación, y salió a encontrarse con sus compañeros, deseando de todo corazón que algún criminal decidiera atacar el templo de Boccob en ese preciso momento y tuviera una excusa para descargar con un poco de violencia interpersonal, un parte de su mal humor mañanero.

-¿Estais despiertos?-Les dijo a las puertas tras las que dormían sus compañeros, después de dar varios golpes en ellas-Venga, venga. Que como las ovejas no nos paguen hoy, tenemos que empezar a buscar otro trabajo, si queremos dormir bajo techo.

Dagarth estaba profundamente dormido cuando la joven lo desperto, la verdad es que el descanso habia sido placentero por lo menos no habia tenido que dormir al raso en su primer dia en la ciudad , aun medio dormido se desperezo poco a poco intentando centrarse en lo que venia- ah si las ovejas , ya voy ahora un segundo- cierto era las ovejas habian sido el principio de todo aquel trabajo y supuestamente hoy tendrian respuestas aparte de su esperado pago .

Tras asearse salio rapidamente de la habitación y aun bostezando un poco saludo a la chica -Buenos dias , no seas pajaro de mal aguero seguro que algo conseguiremos al menos por conseguir revertir el estado de oveja.

Gaëlle abrió la puerta mientras terminaba de vestirse. Se había despertado poco antes de que Glennis tocase a la puerta. Tenía sus cosas ya preparadas para salir. En realidad, aun no había desecho su bolsa de viaje desde que llegase a la ciudad. 

-No penséis solo en el dinero. Estas personas necesitaban ayuda y se la hemos dado. Yo estoy contenta con eso. El dinero aparecerá. - comentó Gaëlle sonriendo mientras se acercaba a la puerta. Tenía aun la armadura aun a medio poner. Miró a Glennis, a los ojos - ¿Me ayudas con esto? - La armadura tenía unos cordones a los lado para ajustarla al cuerpo que estaban flojos. Gaëlle comezó a apretar los de un lado mientras le daba el otro a su compañera. 

No podían entretenerse demasiado. La druida estaría a punto de llegar. 

- Buenos días. Dijo Emirat al ver a los aventureros recién despertados. Antes de que el gremio de hosteleros me descubra, será mejor que vayáis a alguna de las tabernas a desayunar algo. Luego volved y ya hablaremos. Comentó algo preocupado por haber alojado a tres aventureros en sus aposentos.

Glennis suspiró mentalmente mientras terminaba de anudar la armadura de Gaëlle. Lo de desayunar estaba bien. Era una idea excelente. Había que reunir energías para enfrentarse a lo que sea que trajera el nuevo día. El único problema es que aún no conocía una taberna donde pusieran el desayuno gratis.

-Supongo que será lo mejor. Tendremos que comer algo. Y quizás incluso aprovechar para empezar a hacer contactos con la gente local. Siempre es bueno tener a alguien que te heche una mano cuando se necesita.-Hizo un último nudo en los cordones de la armadura para asegurarse de que no se desatara mientras pensaba a donde podrían ir. No conocía mucho de la ciudad por ahora, excepto El Cuervo de Plata. Y ya sabía que quizás el Cuervo sería un poco cara para sus bolsillos.-Creo que vi un cartel de un sitio que se llamaba la Rana Azul. Podemos ir ahí.

El último tirón de Glennis a la cuerda, para terminar de anudarla, la hizo terminar de erguirse. Por un momento se le escapó una sonrisa traviesa. En otro contexto... uff, Gaëlle, se te va la cabeza. No es el momento ni el lugar. 

-Gracias - le dijo a su compañera - Podemos ir allí, aunque no estoy segura de que vaya a comer nada todavía. No suele entrarme la comida tan pronto. 

En realidad en ese momento no podía pagar una comida, pero su orgullo no le dejaba admitirlo. Había gastado todo lo el dinero que le quedaba en invitar a comer a la guerrera extranjera que se habían encontrado en la entrada, y que poco después los había dejado en la estacada. 

-De todos modos deberíamos volver pronto, así que es mejor que nos pongamos en marcha ya. Liria debería estar al llegar. 

Le recordó a sus compañeros, y a Emirat. 

Supongo que puede ser buena idea- dijo encogiendose de hombros antes la propuesta de ir a la tal rana azul, esperaba que el sitio no fuera muy caro y quizas pudiera afinar los oidos en busca de otros trabajos si este de los magos no saliera bien.

-De todos modos deberíamos volver pronto, así que es mejor que nos pongamos en marcha ya. Liria debería estar al llegar. 

Le recordó a sus compañeros, y a Emirat.

Si no perdamos el tiempo, pronto la druida estara aqui y podremos acabar con esto- esperaba que asi fuera y no surgieran mas contratiempos en aquella pequeña mision, el dienero no les venia mal a ninguno seguramente

Glennis no pudo menos que notar la sonrisa de Gäelle

-De nada. Espero no haberlos apretado demasiado. Siempre puedes llamarme otra vez si necesitas ayuda para desvestirte.-Le contestó, con una sonrisa a su vez.

-Pues vamos, entonces. Cuanto antes nos pongamos en marcha, antes llegaremos y antes estaremos de vuelta para ver si la desovejización de los magos tiene éxito.

A los aventureros no les dio tiempo a llegar a la Destilería de la Rana Azul, porque cuando salieron del edificio se chocaron contra un joven que cayó al suelo. Cuando se levantó, les miró a los ojos y les dijo: ¡Será mejor que corráis! Les gritó poco antes de salir de allí haciendo caso de sus palabras.

Al mirar a su alrededor se dieron cuenta de que la poca gente que había en la ciudad a tan hora temprana corría en la misma dirección que aquel chaval.

¿Que pasa?- pregunto el joven viendo a la población  correr  en dirección contraria  e intento para a alguno de  ellos en busca de una explicación sobre aquello, antes de dejaers llevar por el panico y correr

Gaëlle miró al joven que acababa de chocar con ellos. No tuvo tiempo de preguntarle si estaba bien antes de que echase a correr hacia una dirección en la que parecía estar sucediendo algo. Observó aquello primero extrañada, pero luego esbozó una sonrisa. No sabía que habría, pero fuese lo que fuese quería verlo. 

-Esta ciudad es emocionante ¿no creéis? - comentó Gaëlle antes de encaminarse hacia el lugar al que iba toda esa gente - ¿Vamos? 

-¿Y qué pasa con el desayuno?-Preguntó Glennis, malhumorada y ya resignada a que probablemente iba a quedarse sin comer hasta el mediodía. Ya, ya: la llamada de la aventura, emociones intensas, tiempos interesantes. Todo eso que se suponía que llamaba al alma de los trotamundos. Todo eso estaba muy bien, pero como una vez habí dicho cierta persona muy sabia, "una salchicha es una salchicha". No sabía si era un dragón atacando, los recaudadores de impuestos, o la llegada a la ciudad del último bardo ídolo de masas, pero podían esperarse a media mañana, después de que la gente decente tuviese la oportunidad de afrontar toda esa acción con el estómago lleno.

-Vamos, entonces-le contestó a Gaëlle, poniendo rumbo en la misma dirección que ella y la turba.-¿Pero estamos huyendo de algo terrible o yendo hacia algo fantástico?

Tiene pinta de ser lo primero, pero imposible saberlo - dijo el joven que no daba parado a nadie en su huida, por lo que era desesperante  - nada vayamos tras ellos quizas con suerte evitemos algun mal y en algun momento alguien pare a dar explicaciones