La verdad es que no tengo ninguna posada. ¿No podrías acogernos en tu casa? Ese sitio sí que sería seguro, ¿no crees?
Giró la cara para ver a su nuevo amigo. ¿Tu tienes una posada? En una de las últimas que estuve, estalló en llamas mientras dormíamos.
Lo lamento, pero a mi mujer dudo que le haga mucha gracia que le traiga a una desconocida. Además, los posaderos viven de gente como tú, y es necesario darles trabajo para mantener la economía de esta ciudad. ¿Eres nueva aquí, es la primera vez que llegas a Tormentos Cristalinos y ya has averiguado tantas cosas sobre Desthen?
¿Gente como yo? ¿Hay tanta gente en peligro porque un mago malvado les persigue? Esta ciudad es muy peligrosa razonó Aire, asintiendo lentamente mientras no quitaba la vista del guardia.
Llevo aquí algún que otro día, lo que pasa es que me gusta preguntar mucho y me cuentan cosas se encogió de hombros, era lo más normal del mundo. Pero me iré a una posada a dormir. ¿Hay alguna que no sea muy cara? A Aristóteles no le gustan los lujos, no, no, no
Dado que el Cuervo de Plata es la más cara, la Cabra de mimbre ya no existe y el Erizo Borracho se ha quemado. Las únicas posadas ahora mismo donde puedes descansar a un módico precio son, o bien el Bote del Lagarto, o bien la Pezuña en la Boca. Ambas pillan más o menos a la misma distancia y puedo acompañarte para que no te pase nada. Le dijo dedicándole una sonrisa.
Mmmm... ¡A la Pezuña del Lagarto! Digo... ¡Al bote del lagarto! dijo, levantando la mano con entusiasmo. ¡Acompáñame, que la noche es muy peligrosa! y, recogiéndose los bajos de la túnica, empezó a caminar mirando a todos lados.
Tomas la dirección que te dan para llegar hasta el hogar de Desthen. Finalmente te encuentras frente a su puerta. Era un buen momento para plantearte que es lo que ibas a decirle antes de llamar.
Llegado hasta allí, poco más tenía que decidir. Podía ser un hechicero malvado, quizá incluso intentaría matarla. Pero necesitaba oro, necesitaba comida, no podía dormir en la calle y parecía que por allí nadie quería darle ni cobijo ni dinero. Y, ante todo, se negaba a robar... Al menos de momento.
Quizá ese tal Desthen tenía algo de valor. O quizá podía enseñarla magia más avanzada. Sea como fuese, tenía que arriesgarse.
Se acercó hasta la puerta y llamó dos veces
¿Desthen? He escuchado que necesita protección. ¡Vengo aquí para ofrecerme!
Una voz se escuchó desde detrás de la puerta. Así es. Hace poco intentaron robarme y me han atacado. ¿Qué puedes ofrecerme que sirva para contratar tus servicios?
Va a ser muy divertido como Snit tenga que matar a Aire, porque lo estoy viendo venir... XD
Mi falta de escrúpulos fue lo primero que soltó quizá mi estatura no es la mejor para el combate, pero algo de magia corre por mis venas, y mi moral no me impedirá acabar con alguien si es necesario. Puedo convencer a la gente, y mi apariencia inocente les hará creer que no soy una rival... Hasta que sea demasiado tarde.
¿Acaso tienes a alguien para el trabajo? Yo necesito dinero.
La voz volvió a hablar. Hazte con un buen grupo que te ayude y que te ayude a lograr tu objetivo y tráemelos. Juntos trazaremos un plan y te indicaré de quién creo que debes encargarte primero. Son bastantes los enemigos que tengo, y bastantes los que se han metido en mis asuntos en los últimos días. Terminó callándose de forma seca y a la espera de una respuesta.
Snit puso los ojos en blanco. Le tocaba hacer el trabajo sucio. Qué remedio.
Muy bien. Pero necesito dos cosas. La primera es que debemos mentir sobre tu persona. Es mejor que piensen que no eres Desthen, que eres otro mago. Mantener tu identidad oculta es muy importante, pues si los ladrones han contratado a alguien para acabar su trabajo contigo, pueden infiltrarse al buscar ayuda. Así que si te parece, dame otro nombre para facilitar el trabajo.
Y lo segundo, la recompensa. Nadie vendrá a ayudarte sin saber cuánto nos darás a cambio
Snit entiende que es mago porque los rumores dicen que le han robado pergaminos
Tengo un conjuro con el que puedo hacerme pasar por otra persona, aunque no durará eternamente, pero si es necesario puedo usarlo. Dijo mientras se paraba un rato a pensar. Supongo que puedo ofrecerte 250 piezas de oro para ti, y luego ya podrás repartirlas a tu antojo entre quienes te ayuden. Pero en principio iría para ti. Si quieres, puedes llamarme Gruguer. ¿Qué te parece?
250 piezas de oro... Snit no era avara, pero tampoco le hacía ilusión compartir ese dinero con nadie. Podía no hablar de la recompensa con ninguno de los aventureros a los que preguntara, pero al mismo tiempo sabía que nadie la ayudaría sin nada a cambio. Debía evitar a las "fuerzas del bien", y tendría que recurrir a lo peor de la sociedad, pues era allí donde nadie tenía escrúpulos.
¿Cuántos objetivos son? Entiendo que si piensas que no puedo yo sola con ellos es porque son numerosos o son más fuertes que yo aunque formaba parte de la conversación, no pudo evitar dejar un toque de amargura. Ella sería una gnoma, quizá no la más fuerte del lugar... Pero seguramente sí sería la más astuta.
Al menos son media docena de ellos, pero tienen habilidades mágicas y creo que saben bastante sobre mí. Me llevan investigando a fondo e incluso han puesto a la guardia en mi contra. Por suerte aún no tienen pruebas, pero será cuestión de tiempo que las hallen. Desconozco si tienen más amigos o alguien que les proteja, pero lo mejor será andarse con cuidado. Por si acaso.
¿Algún tipo de descripción de alguno de ellos? preguntó la gnoma, esperando no tener que estar buscando en toda la ciudad a cualquiera que hablara de ese hombre para ver si eran simpatizantes o enemigos. Era un trabajo demasiado pesado para ella, tendría que mover a la gente para facilitarselo.
Y volvió a pensar en el oro. Si se quedaba ella 100 piezas y daba a sus futuros compañeros 50, serían cuatri miembros al final. Si en vez de 50 fueran 25, habría más... Pero más en los que confiar, y eso como que no.
Hazme un favor. Si alguien viene para ayudarte, dile que hable conmigo o no le contestes. No quiero que este trabajo se vaya de las manos, hay que hacerlo de forma sigilosa.
Pues aquellos que vinieron a acosarme fueron una chica alocada que llevaba un sapo con el que hablaba, un tipo rubio y bastante modosito, una impresionante chica rubia de apariencia religiosa y también un semiorco bastante rudo y grande. También un par de chavales jóvenes, uno de ellos pelirrojo y de aspecto bárbaro y un gnomo de aspecto anciano y desagradable.
Está bien, no le diré nada a nadie, o al menos les diré que pregunten por ti. ¿Dónde pueden ir a buscarte?
Snit iba apuntando esas vagas descripciones en su cabeza, mientras a tres de ellos les ponía cara.
La loca del sapo, su amigo el beato y la otra religiosa. Mierda, estaban todos en la taberna meditó para sí.
Del chico modosito puedes despreocuparte, ya no está en la ciudad. Y si vuelve algún día, me encargaré de él. La loca la tengo localizada y también la tengo ganas. A la religiosa ya la he puesto cara. Se me escapan los otros tres, me temo que no les he visto en ningún momento y con esa vaga descripción, sería complicado..
Si viene alguien, dile que vaya al anochecer a la Dríada Bailarina, creo que allí estaremos tranquilos. Mientras tanto, buscaré a la loca para darla caza cuanto antes.
Si no tiene más que pueda interesarme, empezaré a buscar...
Si Desthen tiene algo más, me espero. Si no, a El Bote del Lagarto.