Partida Rol por web

No mucho tiempo luego de su captura fue que el hombre recibio su primera visita no hecha por algun guardia que le llevaba su comida que era escupida por este mismo enfrente del prisionero o del galeno que revisaba con cuidado su rostro para ver como sanaba aunque le habian advertido que el hombre era un brujo por lo que tampoco pudo ayudarlo mucho.

Su cara no habia sanado bien, habia quedado con la nariz rota y unos cuantos dientes faltantes de donde a veces se le salia sangre de la boca aunque eso no es algo que verian ella ya que se le habia puesto una capucha al hombre. Su otra herida habia sanado mas rapido, algo que sorprendio al galeno pero no por ello no se encargo de cuidarlo bien para que no se infecte.

La celda no era una muy espaciosa siendo algo angosta para que entraran solo dos personas encerradas en esa celda, no habia camas ni ningun otro mueble. Solo una cadena enganchada a la pared que ahora con la visita de ellas sujetaba los brazos del aleman. Poniendo sus brazos arriba de su cabeza mientras este permanecia sentado.

Por lo demas a diferencia de lo que imaginaba Leonor y correspondiendo a las estructuras de venecia, la celda no se encontraba en lo mas bajo del palacio sino arriba en un lugar bien apartado y escondido o mas bien mimetizado de tal forma que ella nunca se habria enterado que iban hacia las celdas si no fuera por el guardia que los guiaba por los pasillos. Mas tras cruzar una puerta de madera reforzada pudo observar la parte mas fea de esa mansion...

Aunque Gianna no quería hacer aquello, lo cierto es que era mejor que lo hiciera ella dado que no quería inmiscuir a su tío en algo turbio, además que justamente esa fiesta era la que había hecho tras convencer a Cirino y podría regañarlo por ello, así que mejor era hacerlo ella misma y ¿con quién mejor que con su nueva y única amiga? Los pasos de ambas resonaban en el suelo y es que la noble iba callada porque la tarea la ponía nerviosa.

Tras una caminata enérgica finalmente subieron lo suficiente para llegar a donde tenían al alemán como prisionero. Cuando la puerta se abrió, si bien los guardias quedaron fuera, les indicó que no se apartaran demasiado por si acaso llegaban a necesitarlos. Finalmente ambas muchachas descubrieron al maltratado prisionero.

-Lamento mucho vuestra situación pero si habláis pronto, menor será vuestro castigo.

Gianna miró a Leonor para que la ayudara a preguntar si era necesario y tomó su mano sin disimulo alguno pues realmente no hacía falta.

-¿Cuál es la verdadera razón por la cual vinisteis a mi casa?

Si bien la noble hablaba con firmeza, por dentro estaba nerviosa y se odiaba por haber hecho aquello solas.

Hacía mucho tiempo que no se encontraba tan bien. La única vez que había podido sentir un cariño similar desde que su hermano desapareció de su vida, fue en los brazos de Camila, a la cual había abandonado por voluntad propia para no hacerle daño. Gianna era tan especial, que desde el primer momento se sintió atraída hacia ella, con una mezcla de amor fraternal y deseo de protegerla, a pesar de que la dama era fuerte y decidida como pocas mujeres.

Había pasado algún tiempo desde el día en que se conocieron y desde el incidente en la mansión Scarpati, y el Galeno había tenido la posibilidad de curar las heridas del Alemán que tantas veces se había cruzado en su camino de un tiempo a esta parte. Ella desconocía si el extranjero hablaría, aunque algo le decía que preferiría morir antes que traicionar a aquellos que le habían dado aquellos poderes. Igualmente, con Gianna junto a ella para el interrogatorio, no podría hablarle de Vampiros u otras criaturas de la noche, por lo que prefirió permanecer en silencio de momento, a la expectativa de lo que ocurriera, sosteniendo la mando de su amiga, y transmitirle cuanto la apoyaba ante el coraje que estaba mostrando.

“No me lo creo…” dijo dejando escapar la frase con un claro acento alemán pareciendo buscar con la vista tapada donde se encontraba la mujer que le habla y que por el momento parecía ser la única presente en la habitación ya que Leonor habia decidido estar callada. “Tus guardias no parecen muy contentos conmigo, tampoco otro de tus hombres.” Comento no mintiendo ya que aun Gianna habia visto como no le perdonaron el daño que le habia hecho a ella y las muertes de sus compañeros.

Sin embargo a pesar de sus palabras, el alemán continúo hablando para responderle a la noble. “Vinimos a robarte…que esperabas con todo lo que tienes?” pregunto como si fuera algo obvio. “Eso es lo que veníamos hacer y si no me habrías detenido me habría ido con esas monedas sin hacer nada mas.” Respondio el alemán que parecía incomodo en su posición o tal vez incómodo con la capucha, porque movia como acomodándose.

A Gianna aquello no le gustaba para nada en absoluto, su cabeza daba vueltas a todo cuanto acontecía. Se acercó hasta él y con suavidad le retiró la capucha.

-Escucha, esto no tiene que terminar mal...-se agachó hasta que pudo mirarlo a los ojos.-Ayudadme y os ayudaré... Hace unos días hubo un asesinato en mi casa, la muchacha fue encontrada con un símbolo que no entiendo. Os doy mi palabra que si me ayudáis, os dejaré marchar sin más.

¿Era atrevido? Tal vez pero ella no sabía tratar con prisioneros. Con hombres sí pero con prisioneros no.

Leonor permaneció escuchando, bastante tensa por la situación. No le gustaba ver a Gianna tan tensa pero ella ya conocía a ese hombre y sabía de todo lo que era capaz. Verle allí atado no es que la reconfortara demasiado puesto que era consciente de que si sus “amos” le querían con vida, acudirían a aquella mansión sin importar a quienes se llevaran por delante, por lo que esperaba que el alemán tan solo fuera un peón reemplazable en su juego de poder, y no alguien de importancia.

Cuando la noble se adelantó y le quitó la capucha, instintivamente evitó mirarle a los ojos al recordar muy bien cómo había estado a su merced la última vez que lo hizo. Aun así, no podía creerse la promesa que lady Scarpati le acababa de hacer. ¡Ese hombre era un monstruo! No solo había acabado con la vida de una invitada en su propia mansión, sino que además había matado por el camino a varios de los compañeros y amigos de estos soldados, había puesto en peligro la vida de su primo y la había golpeado a ella. Entonces… por qué le prometía semejante regalo? Esa rata tan solo se merecía pudrirse en la cárcel hasta el fin de sus días o ser ejecutado por sus crímenes.

Igualmente continuó en silencio por si todo aquello se trataba de un farol de la noble para hacerle hablar, puesto que sabía que si le soltaban, volvería a matar tarde o temprano.

El alemán parecio verse igual de sorprendido que Gianna le hubiera sacado la capucha y además le prometia que podría marcharse. Aunque no tardo en reírse divertido ante sus palabras mostrando sin vergüenza el daño que le habían hecho los guardias de la Scarpati.

“Deberas jurármelo por tu familia, para que pueda creerte que dices la verdad.” Le respodio dando un vistazo al costado notando a la callada pelirroja, volviéndose serio de repetente al recordar lo que habia pasado en la bodega o tal vez al fin reconociéndola como el chico. Aunque de eso ultimo seria algo muy complicado. “Igual te confieso que no se de que mujer me hablas, estuvimos hace unos días aquí pero no para lastimar a alguien sino para…ver el terreno. Para luego venir a robarte como hicimos el dia que me capturaste.” Comento volviendo su mirada a la bella anfitriona.

De nuevo volvió a tratar de acomodarse en sus cadenas pero ponerse comodo en esa situacion no seria fácil de lograr.

-Murieron un par de guardias.

Dijo Gianna sin prestar atención a lo que decía sobre jurar por una familia que ni tenía.

-Digamos que te creo sobre la mujer..., ya que vinieron a inspeccionar, ¿sabéis algo al respecto de la mujer que murió?

Miró lo que habían hecho sus hombres y sintió escalofríos que no pudo disimular dando un paso atrás.

Afortunadamente no estaba mirándole el rostro cuando éste respondió, puesto que probablemente sentiría lo mismo que Gianna al contemplarle -Quizá si le mostráis el símbolo pueda deciros más, pero dudo que así sea – Habló la pelirroja por primera vez tras escuchar su respuesta. Por alguna razón Leonor tenía la impresión de que no estaba mintiendo. Si no había sido él, entonces… ¿Quién habría dejado un signo demoniaco en el cadáver de una mujer?

La jovencita sentía curiosidad tanto por estudiar la reacción del prisionero tras mostrarle el dibujo, como por ver el símbolo en sí, del cual no sabía nada por el momento. ¿Acaso había más de una secta en su amada Venecia sin que lo supiera, o es que ese alemán estaba jugando con ellas?

“Murieron mas de mis compañeros.” Le devolvió casi enseguida luego que la noble le reclamara por los guardias.

La miro por un buen rato como esperando algo mas. “No tengo idea de que mujer me hablas. Podrias describírmelo.” Le pidió no pareciendo estar haciéndose el ignorando respecto a esa rubia que habia aparecido muerta la mañana siguiente de la inspección de los rufianes.

De Nuevo fue a mirar a la pelirroja cuando escucho su voz y aportación. “Si, déjame ver el símbolo que seguro lo identifico con mi conocimiento de brujería.” Dijo suspirando cansado mientras negaba. “Yo solo conozco un símbolo y ese es el de mi grupo. Parecia algo de donde van los cruzados.” Continuo aclarando los conocimientos que tenia.

Pensando en el símbolo Gianna se daba cuenta que era uno mas europeo e incluso sentía que se encontraba en latin y no en alguno de los idiomas de ultramar.

Gianna miró a la pelirroja y luego de nuevo al hombre.

-Bueno, si no puedes ayudarme supongo que te quedaréis donde estás.

No lo miró sino que buscó a uno de sus guardias con la mirada mientras pedía el dibujo que no estaba en sus manos.

-Cuando el guardia vuelva, te daré unos segundos y luego me iré. De vos depende vuestra libertad o vivir aquí hasta que me canse de manteneros con vida.

La noble comenzaba a ponerse de mal humor. ¿Dónde estaban los hombres de su vida cuando los necesitaba? Ni siquiera la diosa que le había prometido ayudarla estaba ahí, la única que lo hacía y muy estoicamente era Leonor y eso nunca lo iba a olvidar.

-Tus compañeros y tú entrasteis a este mugar con malas intenciones. Sus muertes son una consecuencia de sus acciones. – Respondió la joven algo indignada, al escuchar la comparativa del alemán con respecto a las muertes acaecidas esta noche. Ellos no solo habían acudido a robar matando a varios hombres por el camino, sino que también asaltaron la habitación de lady Gianna y estuvieron a punto de violarla, si Dante y ella no hubieran estado allí para hacer algo.

No obstante, cuando el asesino afirmó que no sabía nada sobre el símbolo ni sobre la mujer, Leonor se convenció de que decía la verdad, por lo que ¿Quién sería el asesino de la dama noble que mencionaba lady Scarpati?

Por todo ello, Leonor se puso de puntillas para susurrarle a Gianna al oído – Si no sabe nada, la situación puede ser más grave al existir dos grupos realizando acciones contra vuestra casa. ¿Tenéis alguna idea de por qué vuestra mansión despierta tanto interés? Si me lo permitís, después quisiera ver el lugar donde asesinaron a la joven para tratar de encontrar alguna pista que os ayude. Igualmente no os recomiendo soltarle. Sabe demasiado y podría utilizar la información contra vos. Conozco el nombre de un oficial en la ciudad que tiene fama de no estar corrupto, por lo que si lo entregáis a las autoridades, sería una buena idea que fuera a él. – Le aconsejó con preocupación, bastante inquieta de lo que pudieran hacer esos monstruos contra su nueva amiga. Había muchas cosas que deseaba contarle, pero los vampiros se lo habían prohibido y no había nada que pudiera hacer para negarse a sus deseos.

“Ey ey, espera puedo ayudarte no te vayas!” grito el hombre pareciendo no querer que la mujer se largara para dejarlo solo con los guardias. “Pero no puedo ayudarte si no me cuentas bien las cosas, creme yo no le debo nada a mi grupo y se podrían morir todos si fuera por mí.” Comento rápidamente viéndose con el animo para contestar las preguntas de ella, incluso echándole un vistazo al dibujo que trajo el guardia.

“Seguro, la verdad esto no estuvo tan organizado como quisiera. Tuvimos que haber salido rápidamente de ahí pero cada uno hizo lo que quiso.” Le respondio a la pelirroja desvinculándose de las acciones de los demás y pareciendo no darle importancia a lo que habían hecho o tal vez esperaba que no lo metieran en el mismo saco.

Dicho eso se quedo cayado viendo el dibujo que mostraba el guardia y negó con la cabeza. “No es algo que tenga que ver con mi grupo, pero igual podría ayudarte con este. Podria buscar en los barrios que vivia por alguno que lo use.” Se ofrecio sonriendo una sonrisa rota.

Gianna empezaba a sentirse fastidiosa,el doble de fastidiosa de lo que estaba antes de comprobar que él no sabía absolutamente nada de lo que había ocurrido con la rubia asesinada antes. Negó con la cabeza.

-¿Qué me aseguraría a mí que volveréis y me diréis lo que deseo saber?

La noble atrbdio el consejo del Leonor, si era necesario prefería entregar a aquel hombre y olvidarse de otra muerte en su casa, no quería más de eso por el contrario, quería terminar con esa maldita mala racha.

-Tendréis que darme algo más...

Él podía saber que ella estaba hablando en serio, era verdad que Leonor no quería que lo dejaran libre pero si podía ser de ayuda quizás era lo mejor. Tomó la mano de la joven pelirroja y le dijo al oído:

-Creo que lo que me decís, es lo mejor.

Entonces volvió a poner su atención en el alemán.

Leonor esperaba que el Alemán no convenciera a la noble para que la soltara con la pobre promesa de que podía ayudar. Además, ella sabía demasiado sobre el poder del vínculo de la sangre como para saber que, en esta ocasión, si que estaba mintiendo. Quizá si fuera cierto que aquellos que habían acudido a la mansión a robar le daban igual y por él podían morir todos, pero que la secta de donde había salido le importaba muy poco, no era más que una sarta de embustes para salvar el pellejo, teniendo en cuenta que le debía lealtad a su Dómitor.

¿Cómo podía mostrar tanta desfachatez si el mismo había sido el que mató a un guardia, dejó inconsciente a un noble de Venecia y golpeó a la señora de esta casa? El hecho de que intentara borrar tus acciones como si nunca hubiera ocurrido, la ponía enferma a causa de la facilidad con la que mostraba que no le importaba nada más que él mismo. Si Gianna le dejaba libre, no solamente se marcharía sin ayudar a la mujer, sino que seguramente volvería para vengarse por lo que le habían hecho en la mansión

Además, ella podía investigar en las calles sobre aquel símbolo bastante mejor que el asesino, por lo que lady Scarpati no necesitaba realizar ningún tipo de trato con una alimaña de semejante calaña. Por todo ello, y tras echar un profundo vistazo al símbolo para memorizar cada detalle, volvió a susurrarle en el oído a la noble, decidiendo confiar en ella bastante más de lo que había hecho hasta ahora y contarle un poco más información que de seguro no atraería la ira de las criaturas de la noche hacia ella, pero si que serviría para aclarar ciertos temas.

-Cuando podáis me gustaría hablar con vos… en privado.

“Que no tengo otra, yo solo te robaba para irme de esta ciudad con algo. Si puedo conseguir mi libertad y trabajando con vos algunas monedas entonces estoy dispuesto a ayudarte en todo lo que me pidas.” Le respondía algo nervioso tal vez sabiendo que no era la mejor oferta que podía dar.

Tal vez por ellos siguió hablando “Podría hablar con alguno s de mis compañeros y decirles que esta mansión no deberían intentar robarla porque es muy segura. Eso te evitaría otro mal momento.” Le propuso esperando un mejor resultado.

Sin embargo el hombre miraba con gravedad a la joven pelirroja, pareciendo intuir quien le jugaba mas en contra de las dos.

Gianna miró a Leonor.

-Claro, no os preocupéis. Hablaremos en un momento.

Ella volvió a poner sus ojos en el alemán y respiró profundo.

-No, tendréis que darme algo más,q ue eso.

Se apartó pensando, bueno, que dejaran de intentar robarle también era bueno pero además tenía que pensar en lo que habían intentado hacerle. No le iba a resultar fácil.

-Dos de tus himbres intentaron violarme.

Leonor esperaba que Gianna no se creyera una palabra de lo que decía el extranjero puesto que estaba claro que mentía para intentar salir con bien de esta. No obstante, ante el asentimiento de su amiga, no tuvo más remedio que esperar pacientemente a que llegara el momento en que pudieran hablar a solas. Había algo que deseaba decirle sobre el símbolo que había mostrado, pero no le apetecía que el Aleman pudiera oírla.

El aleman estaba entre molesto y nervioso por la respuesta negativa de la mujer. Pareciendo quedarse pensando que mas podia darle a ella, pero al final no se le podia ocurrir algo.

"No eran mis hombres, si mis compañeros pero no por eso yo les comandaba algo o seria igual de basura para tratar de violar una mujer." Comento bastante seguro de lo que hablaba. “No me olvido que te patie, pero no fue algo que quisiera hacer un principio. Solo que en la circunstancia que estaba no habia otra forma. Si te habria tomado de rehen te habria dejado libre ni bien estuvieramos fuera de la mansión.” le comento teniendo en cuenta que tambien la habia lastimado de una forma aunque no aceptando la culpa completamente.

“No se que piensan de mi pero les digo, soy solo un ladron. Nada mas, aunque en esta ciudad al parecer un ladron solo puede sobrevivir en una secta.” Dijo riendo mientras negaba con la cabeza.

Gianna no solía ser mala persona, tal vez un poco loca y pervertida, promiscua también un poco pero no una mala persona y no quería asesinar a nadie, con una muerte le bastaba y en su casa ya había visto una. La noble suspiró y volvió a mirar al alemán con aire desconcertado por un momento.

-Esta bien, voy a pensarlo pero el hecho de que me hayas pegado no te ayuda mucho.

Gianna se apartó y lo miró de nuevo de pies a cabeza.

-¿Nadie te ha dicho qué ganas mas con una mujer por las buenas?

Entonces se volvió a mirar a su amiga y compañera, convencida de que si la interrumpía era porque tenía algo bueno que decir.

-Vamos, Leonor, salgamos un minuto a hablar y veamos si nuestro amigo recapacita.