Partida Rol por web

Luego de acomodarse en el estudio del padre de Gianna las mujeres tuvieron que esperar solo unos cortos minutos antes que ambos caballeros entraran con uno de los sirvientes acompañándolos. No muy detrás entro Cirino que se sento coloco en el lugar de la habitación donde generalmente estaba su tio cuando el padre de Gianna aun vivia.

Ambos caballeros venían vestidos con algo mas de armadura que las veces anteriores como los habían visto, incluso llevaban a un costado cada uno una larga espada. Dando una mejor imagen de caballeros franceses con el terminado de sus armaduras y su postura mas rígida. Si bien Leonor a Bastien lo conocio la noche del incidente, a Mathieu se dio cuenta que lo conocía de antes de una fiesta anterior que fue al aire libre con una criatura de la noche succionándole la sangre y que luego lo viste despertandose solo en la plaza.

Sin embargo ese caballero parecía estar en un segundo plano y eso se noto mas cuando Bastien se adelanto un par de paso en dirección a la dueña de ese palacio. “Gianna quiero ponerme junto a mi compañero a tus servicio. Quiero estar aquí para evitar que algo como lo que paso antes vuelva a ocurrir. Espero que me permitas ese honor.” Dijo el caballero con cierta formalidad inclinándose en obediencia a la dama frente suyo. Sin duda una propuesta bastante directa que sorprendia en gran medida a Cirino que la miraba a Gianna buscando una respuesta.

Mientras Cirino no estaba y ellas se movían al despacho de su padre, la noble miró a Leonor y le preguntó:

-¿Qué demonios le pasa a Cirino?

Le ofreció un sitio al entrar al despacho y aguardaron, luego de un rato apareció Bastien con su compañero y una vestimenta algo distinta a la de todas las otras veces que había estado con ella. Gianna lo miró de pies a cabeza, se veía mucho más guapo de lo que le hubiera gustado y sonrió pero no sólo por eso, sino por lo que el soldado francés le estaba ofreciendo.

-Pues...

La noble se levantó y miró a Cirino en primeras instancias, luego fue hasta donde Bastien y le sonrió.

-Realmente no tienes que hacer esto, lo sabes pero..., si es tu deseo, yo estaría encantada y seguro que mi primo y mi tío también.

Quizás eso le quitaría el peso a Cirino y a su tío de tener que cuidar de ella todo el tiempo. Gianna puso un dedo en el pecho de Bastien sin dejar de mirarlo fijamente.

-Pero no será gratis, caballero. ¿Cuánto te pagaría cualquier otro noble?

Leonor asintió ante la petición de Gianna de acompañarla también en su reunión con los franceses. Le encantaba que la noble la considerara de confianza suficiente como para estar presente en este tipo de asuntos, y aquello conseguía alegrarla de una forma difícil de explicar, al poder pertenecer a un pedacito de su vida.

Cuando Cirino se adelantó y lady Scarpati le hizo aquella pregunta sobre él, la joven huérfana se quedó pensativa unos instantes antes de responder – Creo que le ocurren dos cosas. La primera es que es un hombre y no se ha dado cuenta de la razón de tu enfado y la segunda… si quieres mi sincera opinión, se siente un poco celoso de Bastién y quizá algo a la defensiva por su presencia. – Le respondió con una simple y llama sinceridad que posiblemente los nobles no tuvieran.

Una vez dentro, la jovencita se sintió bastante sorprendida al reconocer a Mathieu de aquella fiesta de campesinos en la plaza, donde una mujer bebía de su cuello con total impunidad, así como de su conversación al día siguiente disfrazada de Leo tras comprobar que no mostraba ni un solo rasguño de lo sucedido.

Por todo ello, permaneció en silencio, algo lívida al principio por temor a que la reconociera, quedando al margen de la decisión de su amiga de contar con su ayuda. Dadas las circunstancias, le parecía una excelente idea que alguien de confianza velara por su seguridad, al menos hasta que se esclarecieran los asuntos que parecían envolver a su mansión.

“Debo hacerlo…” comento Bastien mirándola a ella, aunque siendo interrumpido por el otro caballero.

“Debe hacerlo para al menos parecerse algo a un caballero.” Comento en broma aun arrodillado y sonriendo divertido. El hombre parecía no haberle dado un vistazo demasiado largo a los demás concentrándose en su amigo y en Gianna.

Suspirando algo avergonzado Bastien continuo. “Es algo asi. Pero además de mi deseo es mi deber, por lo que me alegra que me hayas aceptado.” Dijo con un tono aun serio, mas que otras vez cuando ella habia estado a solas con él. Una rápida mirada fue a Cirino que lo miraba con desconfianza.

Aunque su atension volvió a Gianna tras su toque y propuesta. “En verdad no se bien como es el cambio de monedas, pero confio que en que puedas otorgarme un sueldo que mejor te parezca por mis servicios. Lo demás seria un techo y comida, al menos asi se hace en el Reino franco.” Parecido se hacia en las ciudades italianas aunque ciertamente en ambos reinos se tenia precaución con los caballeros extranjeros.

Gianna asintió y miró a Cirino por si quería decir algo cuando ella dijera aquellas palabras.

-Techo y comida, mi primo se encargará de daros la paga que merecen que yo la verdad no sé cuál sea.

Ella sonrió y miró a su amiga.

-Leonor, si necesitas a uno de ellos, basta con decirlo y estoy segura que estarán dispuestos a ayudarte con ese maldito ladrón.

Ya quería terminar con ese problema de una santa vez.

-Cirino, ¿podría preparar una fiesta para este fin de semana? Es posible que me case pronto y quiero despedirme de toda la gente que me ha divertido de una u otra manera? También quiero hacer una reunión a los pobres de los alrededores, algo para que coman y beban pero de día.

Ella miró a Bastien y le dijo en voz alta:

-Gracias...

La jovencita escuchó la conversación en silencio, siendo consciente del cruce de miradas de los integrantes de la sala. Tan solo contestó cuando Gianna se dirigió hacia ella, para no interrumpir las transacciones que se estaban llevando a cabo.

-No será necesario, puesto que mi amigo se pondrá en contacto con el guardia para que vengan a por el extranjero cuanto antes – Afirmó, dándole a entender de nuevo a Lady Scarpati que el guardia no conocía su identidad de mujer y que resultaría bastante raro el hecho de acudir a él como Leonor acompañada de escolta.

Después, tras escuchar sobre una nueva fiesta y sobre la idea de repartir comida a los pobres, Leonor no pudo evitar sonreír ilusionada por la posibilidad de volver a asistir a algo tan hermoso y por el hecho de que la gente sencilla pudiera comer mejor aunque solo fuera una vez, aunque conservó las formas y mantuvo su papel de chica educada, no emitiendo ningún comentario al respecto.

Cirino aunque no muy complacido fue al lugar donde estaría su padre en esa oficina buscando un libro de uno de los escritorios para ponerse a buscar. “Mi padre seguramente habrá notado cuando es conveniente pagar por los servicios de un par de caballeros.” le aseguro a Gianna mientras continuaba la búsqueda y ella no podía evitar pensar que seguramente tendría razón que su tio anotaría esas cosas.

Ante la propuesta de una nueva fiesta el primo la vio por unos segundos antes de asentir. “Podria prepararla sin problemas, los sirvientes seguro estar preparados para ello.” Comento y no iba mal su suposición ya los sirvientes ya tenían la costumbre de las varias fiestas de Gianna.

El recordatorio de que se iba a casar no parecio caer bien a los hombres que ella habia tomado como amantes, pero ninguno pronuncio palabra alguna. Cirino siendo rápido en mover el tema. “Me parece un acto muy adecuado, que el pueblo llano debe recordar que siempre la familia fue generosos con ellos.” Comento pareciendo tomar nota en su mente aunque observando a Bastien que aceptaba las gracias ahora levantado erguido.

Cuando estuvo dicho y hecho, la joven Leonor se retiró de la mansión con una nueva misión en su mente. Se había vestido de nuevo como chico para ir a su trabajo en busca de su único amigo guardia, Amedeo.

Encontrarlo no fue complicado aunque tuvo que estar un buen tiempo esperando a que volviera de su turno por el arsenal. Lo que si fue más complicado fue la charla que tuvieron donde le informo el paradero del Aleman prófugo y sin entrar en detalles le informaba de los poderes que tenia en su vista. El guardia insistió un par de veces en saber donde había sacado esa información y como sabia d ese poder y si tenía alguna idea de donde lo había sacado el prófugo.

Aunque a pesar de tener varias dudas sin respuesta el operativo para sacar a ese criminal de la mansión fue con una gran discreción y cuidado para impedir cualquier tipo de rescate de parte de sus compañeros. Incluso volvieron a taparle el rostro con una bolsa. Dejándole en claro a ambas que cualquier información seria dada a ambas si el prisionero confesaba más cosas.

Al final la mansión habia vuelto a tener un ambiente igual de tranquilo que antes, algunos sirvientes estaban satisfechos con la posible justicia que se ligaría el Aleman y otros agradecían que pronto habia terminado todo. Aunque este incidente bien podría ser solo el principio….