Leonor escuchó las razones que le daba su tío sobre la importancia de aquel medallón con la heráldica de su casa. Realmente quería creer que en algún momento había tenido una familia que la quería y que se preocupaba por ella hasta el punto de confiarle algo tan importante…
No obstante, en el momento en el que Albar dijo que ella había nacido antes que Theo, sus sueños se desmoronaron ya que siempre había sabido que Theo era su hermano mayor. ¿Por qué entonces su memoria jugaba con sus sentimientos de esa manera? Todo parecía una terrible broma cruel con el único propósito de dañarla. Seguramente sus padres les abandonaron a ambos en el hospicio porque no les querían o por no poder alimentarles… ¿O acaso había estado equivocada siempre y Theo se había ocupado de ella a pesar de ser el menor de la familia?
Pero no tuvo mucho tiempo para reaccionar ante aquellas nuevas incógnitas y ante las dulces palabras de su tío, puesto que pronto el escenario cambió, y se encontró siendo transportada por él con la mirada perdida en dirección a una gran hoguera, hasta que ambos fueron lamidos por el fuego hasta ser consumidos.
Cuando Leonor por fin volvió en si después de gritar de dolor intensamente, estaba sudando y sus manos temblaban presa del trauma que acababa de experimentar. A punto estuvo de desplomarse en el suelo de la taberna mientras Piero la miraba impasible, como si todo aquello no fuera importante para él.
Con un movimiento involuntario, se apartó unos pasos intentando aclarar sus pensamientos, hasta que la voz del Vampiro hizo que saliera de su mutismo al tiempo que le miraba con una melcla entre dolor e incredulidad.
-S…si ¿Qué significa? ¿Lo sabéis? Yo… no entiendo nada ¿Por qué todo el mudo se precipitaba hacia las llamas? ¿Por… por qué sigo con vida? ¿Por...por qué me miráis de esta manera? – Preguntó, sabiendo que posiblemente Piero no le respondería, o lo haría con acertijos como siempre solía hacer, o incluso la repudiaría por darse cuenta de que en realidad ella era un monstruo que no debía caminar entre los vivos.
La joven se había levantado lo mejor posible de la cama en la que había estado y tras recuperar algo del equilibrio se sostuvo ahí mismo, en medio de los dos adultos. Los cuales se acercaron a ella encerrándola un poco, aunque Piero parecio pedir con un gesto de la mano que Camila les diera espacio, algo que ella acepto.
“Presentí que viste eso…es algo que vi también hace tiempo. No se bien lo que viste pero se que te diriges hacia tu muerte…aunque no se si es tu destino o algo que puedes cambiar.” Le termino revelando con la misma frialdad de antes con unos ojos llenos de vacio. “Sabiendo esto no tengo otra forma de mirarte Leonor. Acaso quieres mi pena?” pregunto acercándose a ella con su rostro, quien se encontraba mas palido que otras veces.
“Quiere que la ayudes Piero, quiere que la trates bien.” Comento desde su lugar Camila que parecía algo molesta con Piero aunque también parecía cansada, mucho mas que antes que Leonor tuviera la visión.
Piero la miro a camila y luego volvió con Leonor. “Yo te soy sincero. Yo vi lo que pasara en el futuro, puedo sentirlo aun mas cuando estoy contigo. Tu sangre me ayuda.” Seguía hablando aunque su mirada bajo al frágil cuello de ella. Pero entonces fue empujado por una enojada Camila que termino tirándolo al piso, el vampiro quedo tirado sin responder mientras Camila tomo en una abrazo a la joven. El abrazo se sentía raro como todo luego de que ella saliera de esa visión, como si se hubiera metido en otro mundo, uno mas frio donde camila se encontraba temblando mas que ella a pesar de ser mas fuerte supuestamente.
La joven pelirroja se sintió algo mareada, tambaleándose ligeramente entre aquellas dos personas a las que tanto quería. Tras asegurarse de que sus pies no le jugarían una mala pasado, se afianzó en el suelo de madera mientras alzaba la cabeza para mirar a Piero y escuchar lo que le decía.
-Piero yo… me vi morir cuando era niña. Pero vos estáis diciéndome que ahora es cuando me dirijo hacia mi muerte y que ocurrirá en el futuro – Respondió, haciendo grandes esfuerzos para comprender aquello que el apuesto ser le revelaba. – No quiero vuestra pena, sino la verdad… la verdad aunque me duela y cualquier cosa que ayude a combatir mi destino ¿Es por eso que esa sombra me acosaba? ¿Acaso es un espíritu que desea mi muerte? ¿Cómo puedo derrotarla?
Estaba a punto de decir algo más, cuando Camila salió en su defensa, enfrentándose incluso al Vampiro que debía de ser su Domitor. Aquella relación entre ambos fascinó a Leonor, la cual sintió por primera vez el profundo vínculo que unía a la bella pareja y el amor que se profesaban, basado en una intensa confianza. Una confianza tan grande como para que ninguno jurara el papel de siervo o vasallo, sino más bien el de amantes con el mismo derecho a opinar, independientemente del poder que ostentaran.
-Está bien Camila… Nunca he creído que vaya a vivir muchos años, pero.... no quiero que sea tan pronto.– Le dijo mientras correspondía a su abrazo con dulzura, sintiéndose aun extraña, como en un sueño. Estaba asustada puesto que no deseaba morir. Al menos no antes de poder liberar a su querido hermano de las garras de aquella mujer, pero también estaba decidida a dejar de esconderse. Si había algo que Piero podía hacer para ayudarla a comprender lo que pasaba, lo aceptaría, confiando en que ninguno de los presentes deseaba hacerle daño.
-Podéis beber de mi sangre si eso os ayuda. Confío en vos y sé que no permitiréis que me ocurra nada malo. – afirmó dulcemente, aun dejándose arropar por los cariñosos brazos de Camila.
El vampiro te miraba intrigado escuchando lo que le contabas de tu sueño. “La verdad es difícil de descifrar aun cuando me lo pase toda la noche mirando hacia el futuro…” respondió al pedido de la joven por mas claridad. “No se qué pretende la sombra que comentas, pero ahora mismo puedes verla aquí? Porque yo no siento ninguna sombra maligna aquí.”
Tras un corto vistazo volvió a ella, pero la intervención de Camila lo dejo en otro lugar pareciendo algo perdido tras el empujon. Pero ahora Leonor no podía notar muy bien aquel estado que estaba el hombre con el cuerpo de Camila pareciendo taparlo.
“No digas cosas asi Leonor.” Le reprocho Camila que la tomo con mas fuerza como si no pretendiera que se fuera nunca mas. Pero al escuchar como ella acedia que le tomaran la sangre, Camila empezó a aflojar su abrazo. “Leonor…eres muy gentil con tu sangre.” Comento en una frase que no imaginabas que escucharías en esta vida a menos que se tratara de una advertencia.
Sin mucho aviso Piero se presentó junto a Leonor ya levantado con otro rostro distinto. No tardo en tocar a ambas acariciarlas y acomodando su boca en el cuello la mordio sin dar advertencia alguna, ni tiempo para reaccionar la pequeña. No supo cuánto tardo pero empezó a sentirse mas débil con sus ojos teniendo dificultad para estar abiertos y con un frio colándose en todo su cuerpo. La muerte se sintió demasiado cerca para la pequeña, pero por suerte solo fue un desmayo esta vez.
De nuevo tenia la misma pesadilla que antes con su tio prendiéndose fuego junto a ella, pero estaba vez su hermano estaba presente llorando por ambos, aunque sin moverse de su lugar. A pesar del dolor que sentía ella logro con algo de esfuerzo ver que su hermano estaba encadenado de pies y manos, aunque no se podía ver contra que. “Los espiritus no se pueden enfrentar…se debe permanecer lejos de ellos. Se dice que están atrapados al lugar que habitan.” Decía la suave voz de Piero, que fue lo primero que escucho tras despertarse de repente toda sudada.
El rostro del hombre frente a ella, seguía siendo extremadamente serio aunque sus labios parecían mas rojos y sus ojos se encontraban intensos en ella. "Que haras ahora?"
-No… no puedo. Tan solo la he visto en sueños. En las visiones que me habéis mostrado. Nunca la he visto despierta… O al menos que pueda recordar. – Respondió ante la pregunta de si veía la sombra en estos momentos.
Acto seguido, y sin percatarse demasiado del estado de Piero, los azulados ojos de Leonor se posaron en los de Camila con cariño al escuchar sus palabras. – No me malinterpretes. No quiero morir, ni tampoco deseo sufrir un destino aciago, pero últimamente…
Sus palabras se perdieron en el aire cuando Piero se situó junto a ella mientras la acariciaba, hundiendo sus colmillos en su carne con tal rapidez que le fue imposible reaccionar. En ese momento un placer indescriptible atravesó su cuerpecito como tantas otras veces que era víctima del beso de una criatura de la noche, haciendo que sus músculos se relajaran y quedando totalmente a merced de aquel depredador capaz de apagar su vida en un instante.
Cada vez se sintió más débil, mientras su cuerpo se entumecía, hasta que pronto perdió la consciencia, volviendo de nuevo a aquel horrible lugar junto a su tío, donde ambos eran pasto de las llamas, esta vez siendo observados por un Theo encadenado que lloraba mientras les veía morir.
-¡Le he visto! ¡He visto a mi hermano! Por fin... – Respondió tras incorporarse entre sudores fríos al tiempo que su mirada se posaba en los atractivos ojos de Piero. Realmente le parecía alguien hermoso y enigmático, demasiado misterioso incluso para tratarse de un Vampiro, y también demasiado atento y preocupado por sus problemas, a pesar de la frialdad con la que le miraba ahora.
-Lucharé. Lucharé por liberar a Theo al igual que trataré de recuperar mis recuerdos. Puede que sean dolorosos, pero son míos. Ahora más que nunca deseo vivir y ser dueña de mi destino… Y realmente me encantaría conocer la verdad. – Se sinceró, buscando la mano de Camila para apretarla entre la suya propia - Asimismo, haré todo lo que esté en mi mano para evitar ese mal que me aguarda, ya que pienso que lo que presentís es algo que se puede cambiar… No pienso ponérselo tan fácil a la muerte – Finalizó, sonriendo a pesar del miedo que tenía, tratando de darse ánimos a sí misma.
Había muchas cosas que la jovencita no comprendía, pero ahora tenía ciertas pistas que podía seguir, junto con un mundo de posibilidades ante ella, esperando a que decidiera su camino.
El vampiro se quedo escuchando las palabras de pequeña, sin dar una opinión concreta sino la frialdad que parecía tener este encuentro con ella. Aunque al menos generabas su interés al mencionar el tema de tus recuerdos y la que podría ser su participación en ello.
“Me alegra que pienses eso. Te ayudaremos todo lo necesario para que te recuperes…” empezó a decir una vez ella terminara de hablar. “Incluso podríamos impedir ese funesto destino que ambos hemos visto. Aunque debo de decirte que hay una forma muy sencilla de hacerlo.” Comento mientras Camila se acercaba para tomar la mano de ella y contenerla junto a Piero.
“Si te marchas no sabre lo que pasara en tu futuro, ni vos tendrás la oportunidad de saberlo tampoco. Pero si te quedas aquí con nosotros eso es algo que podremos continuar haciendo, además si decides estar mas unida a mi tu vida se alargara…no al igual que pasa con un vampiro pero podrias llegar a experimentar muchos años lejos de cualquier temor a la muerte.” Le explicaba con una media sonrisa pareciendo algo mas humano que antes.
“Seguro entiendes lo que te propongo, por lo que quiero que te nos unas y podamos asi cuidarte junto a tu hermano.”
Leonor alzó la cabeza al escuchar las palabras de Piero y miró extrañada cuando él mencionó que había una forma muy sencilla de librarse del funesto destino ¿Acaso quería convertirla en una criatura de la noche?
No estaba muy segura, aunque sus palabras la reocuparon enormemente. No obstante, cuando el vampiro continuó hablando y le sugirió que se quedara con ellos y se uniera a él, su mente comenzó a trabajar deprisa. Ahora por fin lo comprendía todo. Piero deseaba lo mismo que el resto de cainitas: Quedarse con ella, y seguramente toda esta capa de amabilidad había sido una estratagema para que ella aceptara.
Pero… aun había algo que no entendía ¿Cómo era posible que le pidiera a ella que decidiera su destino cuando ya tenía un dueño que, además, había recibido las bendiciones del príncipe de la ciudad para quedarse con ella? Comprendía perfectamente que los Lasombra jugaran con su mente, ya que ostentaban el poder en Venecia y Konrad no era más que un invitado extranjero para ellos, pero… ¿Piero? No era capaz de intuir como Piero se arriesgaba a algo así, cuando seguramente aquello iría en contra de las normas de la ciudad en la que habitaba y desavendría los deseos del mismo príncipe… eso, sin contar que cuidar de su hermano y hacer que viviera muchos años gracias a ser ghoul era algo que Konrad ya le había ofrecido.
Aun así, se guardó mucho de decir nada al respecto, puesto que en estos momentos se sentía atrapada y no deseaba hacer enfadar a ninguno de los dos. Por todo ello, con una sonrisa
– Lo entiendo… Espero que vos comprendáis que necesito un poco de tiempo para pensar y aclararme las ideas. Quizá tras la cena con la Griega os de una respuesta ¿Os parece bien? – Preguntó, mirando a ambos con una sonrisa dulce.
Jajaja este Piero se quiere meter en problemas políticos con la ciudad :P
Ambos se le quedaron mirando sin decir nada por el momento, Camila con su mano libre toco cariñosamente el hombre de Piero como si buscara darle su apoyo. Sin más la mano de ella se apartó de la pequeña y Piero se levantó para alejarse hacia la ventana.
“Nos parece bien.” Respondio Camila, sonriendo apenas y tal vez dándose cuenta al menos en parte de los pensamientos de ella. “Descansa un poco aquí y recupera tu fuerza. Nosotros te esperaremos a que puedas andar y si quieres irte te acompañaremos hasta la sala principal para cuando estes lista, seguro que tienes que irte a preparar para esa cena.” Comento ahora si con una mejor sonrisa pero solo por educación ya que pronto fue con su hombre a mirar por la ventana ambos dándole la espalda a Leonor pero quedándose en silencio en ese oscuro cuarto.
Lo hace por vos y vos lo rechazas? Que mala :P
Nada. Podes poner un post final, si queres o lo dejamos asi.
Bueno, no hay mucho más que decir. se quedará un rato y luego se irá, asi que puedes cerrar la escena si quieres :)