El cajón se encontraba mejor cerrado de lo que ella habia imaginado, con una tapa bastante pesada que sentía que aun si no hubiera estado tan nerviosa le habría costado empujarlo igual.
Bastien se acercó a ella para ayudarla a empujar el cajón, sin duda ahora se encontraban llamando la atención de las demás personas que le habían dejado espacio a Gianna para que se despidiera personalmente de su prometido. Pero aun con la atension que generaban ningún parecía tener la intensión de detenerlos o al menos asi lo pensó ella.
“¡¿Que haces?!” grito la madre de Leonzio que vino corriendo con uno de sus hijos teniendo su brazo para que no se caiga en la carrera frenética que hacia. “Como te atreves… ¿que haces con el cajón de mi hijo?” pregunto mostrando lagrimas de tristeza en su rostro pero también una mirada mirada asesina dirigida hacia Gianna.
¡Maldito seas Leonzio!
Pensó Gianna cuando vio a su madre venir hacia ella y buscó con la mirada a su tío.
-¡Tengo que verlo! No puedo creer que este aquí hasta que lo vea...
Ella también lloraba pero no se detenía en su intento se abrir el féretro.
-Deja, Bastien, lo haré yo.
No sabía si podría abrirlo pero no quería que esa mujer se la agarrara con Bastien porque no era un noble como ella.
-Leonzio y yo íbamos a casarnos, tengo derecho, mi señora.
Y era así, no se habían casado pero ella era la prometida de Leonzio hasta el día de su muerte.
Su tio estaba junto con Salomon, mirando la escena mientras se acercaba al lugar al ver el escandalo que provocaba la madre de Leonzio. Bastien mientras tanto la siguió ayudando mirando con nerviosismo a la mujer que se acercaba.
La respuesta de Gianna no hizo parar a la mujer, que seguía viniendo como una leona a quien amenazaba a sus hijos, uno de los cuales habia empujado a un costado para que no la retuviera. “No tiene derecho a nada. A nada putana!!” le grito la mujer.
Finalmente con la fuerza de ambos se pudo abrir el cajón dejando ver un cadáver dentro. Con los ojos cerrados se encontraba Leonzio ahí mismo, con una gran marca roja en el cuello señalando una herida profunda. Pero Gianna no tuvo tiempo de ver mas ya que se encontró siendo tirada para atrás por los pelos con una brutalidad que le causó gran dolor, la responsable siendo la madre de Leonzio que se veía furiosa. “Esto es tu culpa.”
De pronto todo el funeral habia terminado volviéndose un escándalo con la gente retrocediendo asustados y comentando entre ellos el espectáculo. Mientras el tio de Gianna y Salomon corrían mientras gritaban para que la soltaran a Gianna. Fue por un instante pero ella vio como la mano de Bastien fue al pomo de su espada y su mirada se volvió mas fría contra la madre de Leonzio.
Si asì era como Salomon Ruzzini pretendìa que el poder y el dinero de Gianna los ayudara, estaba muy equivocado. Por alguna razòn Leonzio no la habìa querido llevar a ver a su madre y ahora entendìa bastante del por què. Se vio envuelta en un momento en gritos, empujones y demàs, tras ver a Leonzio aquello era casi nada. Sì, sentìa mucho la perdida del joven, sì, sabìa que a su madre debìa dolerle como a nadie pero ella no debìa dejar que nadie la tratara como una basura. Echò una mirada a su tìo, una de reproche porque èl habìa insistido que fuera allì donde nadie la tenìa en estima alguna. Cuando notò que Bastien tenìa la mano sobre el pomo de su espada y que no dudarìa en sacarla, Gianna le pidiò que no lo hiciera.
-No, Bastien, no les demos el gusto.
La mujer tiraba con fuerza de los cabellos de Gianna que tenìa los ojos llenos de làgrimas, su corazòn latìa con fuerza y no podìa disculpar a aquella mujer que la conocìa de niña y que no le dio siquiera la oportunidad de demostrarle que era una buena persona a pesar de los pesares.
-Tal vez soy una puta pero era la puta que su hijo eligiò para casarse... Me irè de aquì y nadie de su familia volverà a saber de mì pero ahora debe soltarme o Bastien me liberarà...
Era una orden, lo lamentaba por Salomon pero no por esa mujer enloquecida, si la culpa de la muerte de Leonzio era suya, tendrìan que darle màs pruebas que sòlo tratarla como a una puta.
Bastien parecio salir de un trance en ese momento, pero afirmo retirando su mano de ahí. A pesar de ello y la advertencia de Gianna, la mujer seguía tomándole del pelo causándole mas dolor a ella y el temor que pronto le arrancara un pedazo.
Fue ante la llegada de Salomon, que las circunstancias cambiaron de golpe o mas precisamente con un golpe cerrado que dio el hombre a su mujer. “Como te atreves mujer a causar un espectáculo decadente en el funeral de tu hijo. Tranquilízate o te hare encerrar” dijo mientras ayudaba a Gianna a moverse lejos de su mujer y a los brazos de su tio.
Pero la mujer lejos de inmutarse se paró rápidamente y con un gran orgullo enfrentando a su esposo sin temer un posible nuevo golpe. “Espero que hayas disfrutado tu ultimo sueño tranquilo porque será el último. Te juro por mis niños que cuando estés durmiendo tomare una daga y te arrancare la vida como lo han hecho con mi hijo. Lo mismo ira con vos putana.” Los amenazo abiertamente y sin preocuparse en lo más mínimo por la demás gente que miraban con desagrado y nerviosismo todo eso, algunos incluso tratando de parecer invisibles.
“Estare esperando que lo intentes, asi cuando me toque defenderme tendré una buena razón para hacer algo que hace años tuve que haber hecho contigo mujer.” Le devolvió Salomon que tampoco parecía achicarse ante ese desafío que habían terminado puesto el uno al otro.
Gianna no podía evitar recordar el pasado y como ambos parecían un buen matrimonio, aunque con esta muestra de amor entre ambos empezabas a dudar mucho de tus recuerdos de niña. Por instinto echaste un vistazo a lo que seguramente estaban siendo más afectados que eran los hijos y notabas como ponían unas caras neutrales casi perdidas, como si en ese momento estuvieran encerrados en su mente tratando de ignorar lo que pasaba.
Supongo que no es necesario que te diga quien dijo cada cosa :)
Gianna estaba fuera de si pero se controla a porque esa era otra cosa que su padre le había enseñado, así que disimuló su ira y asintió a la mujer, si quería matarla pues tenía bastantes testigos. Miró a su tío pero no se dirigió a él.
-Bastien, llévame a casa.
Era una orden clara y lo único que hizo fue dirigirse a Salomon con total ternura y un poco de coqueteo, eso por el simple gusto de darle por culo a la maldita esposa que tenía.
-Mi Lord, las puertas de mi casa están siempre abiertas para vos y vuestros pobres hijos. Lo veré cuando desee.
Hizo una breve reverencia y se marchó co Bastien siguiendo la de cerca.
Batien asintio sin decir nada comprendiendo que se trataba de una orden y si asi no fuera igualmente no habia mucho que comentar tras esa escena decadente de la nobleza local. Solo dios sabia como miraba eso el extrajero.
El Lord demostrando algo de su habilidad social fue rapido en calmar su aspecto y cuerpo, aunque sus ojos no se enfocaban del todo en Gianna mirando aun con enojo a su mujer que era levantada por uno de sus hijos. “Se lo agradezco mi lady, le me disculpe por hacerla pasar por ese incidente hart todo en mi poder para que esto no se repita.” Le prometio el hombre tratando de salvar un poco la relacion pero so dependeria mas de Gianna que de él.
El tio de ella tambien hizo una breve reverencia y se fue junto a Gianna y Bastien hacia el bote. Sin mucha demora se encontraron saliendo la mancion en la gondola de los Scarpati, dejando el funeral detras de ellos. Nadie parecia querer atreverse a hablar, tal vez queriendo que el viaje sea silencioso para que cada uno se encierre en su mente.
Tenía las manos heladas, el corazón le latía con fuerza desmedida, no quería saber nunca mas ni una sola palabra sobre aquella maldita familia y no tenía por qué pues ya Leonzio no estaba con ella, nada le importaba. Se volvió a mirar a su tío y con lágrimas en los ojos se dirigió a él.
-No quiero saber nunca mas sobre la familia. ¡Te dije que no debía venir!
Quería ir a su casa y encerrarse a solas en su alcoba. Leonzio también había tenido la culpa, cuando ella le pidió que la llevara con su familia, él se había negado teniéndola escondida, si, así como decía su madre: cual si fuera una puta.
-Ahora tengo que lidiar con ese odio y por nada, como si yo hubiera matado a su hijo.
Cuando llegaron a casa subió rápidamente los peldaños del muelle y le dio órdenes a Bastien de no permitir que nadie se acercara a su alcoba. Estaba furiosa con su tío, aunque lo quisiera mucho, de momento.
Su tio apesar del tono que ella estaba usado con él, se encontraba sereno y serio mirandola con una mirada que si diferenciaba a las que complacientes que terminaba dandole siempre.
“Te escuche, pero aunque no lo pienses ahora esa familia nos va a ayudar. No con un buen matrimonio ahora mismo, pero si con su apoyo en caso que los necesitemos. Porque aunque uno de esa familia no te quiera los demas pueden ser bueno amigos.” Le comento, dejando ver su lado mas politico en esta situacion. Un lado que estaba a favor de la casa aunque eso terminara yendo contra los deseo de Gianna.
“Ignora a esa mujer esta loca. Una loca asi no termina durando mucho en esta ciudad y te juro que nunca te tocara antes tendra que ir sobre mi.” Le juro el anciano hombre que la miraba con la seguridad de un caballero que no era.
Bastien por su lado asentia como si hiciera la misma promesa, pero sin emtrometerse en la discucion de ambos. Pronto llegaron a la mancion de ella y luego que se ayudara a todos a bajar, nadie impidio a la joven correr a su pieza.
Gianna escuchó las palabras de su tío, se lamentaba que tuviera que ser así pero no iba a permitirse amistad con la familia de Leonzio, no por esa mujer sino por toda la situación pero no dijo nada en ese momento. Se alejó totalmente furiosa y se encerró en la alcoba.
Ya no hacía falta que respondiera, lo que quería era irse de Venecia. Se tiró boca abajo y se quedó pensando en cómo haría para poder marcharse de Venecia para siempre.
Nadie interrumpio en la habitacion de la mujer, dejandola que pudiera pensar y llorar con total intimidad en su habitacion. Bastien se quedo afuera como ella le habia ordenado y con una nuva orden entraria, pero mientras tanto vigilo para que nadie entrara.
Aunque la nueva situacion para ella no le hacia sentir con deseos para nada y no era para menos porque esta seria una visagra en su vida, una que tardaria años en notar pero mientras tanto sufriria las consecuencia de los hechos que ocurririan mas tarde a los que ella no podria escaparse tan facilmente.