Partida Rol por web

Nego con la cabeza lentamente. “Mejor es que no empieces a comparar ambos encuentros y no te confies con un hombre como ese. Que si bien tal vez o puedas odiarlo de muerte no te evita contradecirle o pensar por tu misma como haces ahora.”comento advirtiendo tras escuchar lo que expresaba el corazon de ella aunque no pareciendo muy complacido con lo que terminaba diciendole ella.

“Tu eres joven, dejar de tomarla no te daria una mayor desventaja que estarias libre de ser controlada por otro ser que te alimentara con su sangre. Esa seria tu desventaja si dejaras de beber.” Le aclaro mirándola a los ojos aun cuando le mentía, no dejando gestos para que sospechara otra cosa. “Se dice que la sangre de vampiro permite a un humano vivir tanto como ellos, pero si se saca la sangre se dice que a los pocos días los humanos muy ancianos se vuelven polvo.” Agrego pensando en aclarar sus primeras palabras.

Si las preguntas de Leonor habrian parecido ponerlo cada vez mas incomodo lo ocultaba mas o menos bien, aunque seguian causandole cierta impresión la sinceridad de ella y la falta de temor. Pero la vez no se enojaba con ella sino que le dejaba hacerlas y respondia lo mejor posible.

“¿Vos habrias hecho esto sin mas? O le habrias dicho que si yo no te lo permitia no lo harias?” pregunto el vampiro tratando de marcar un punto, ya que sabia cual seria la respuesta de ella basándose en lo que ya le habia contado ella. “De cualquier forma no defiendo lo que hizo contigo o lo que pensara hacer en un futuro si le permites mas encuentros contigo. Pero es algo con lo que tengo que vivir con tal de que protejas tu amada ciudad.” sus ultimas palabras fueron muy neutras tirando a algo de frialdad, pero es que todo el asunto no era complicado solo para ella.

Leonor sopesó lo que Konrad le decía con una serenidad que contrastaba muchísimo con lo que había tenido que pasar aquella noche. Quizá fue dicha experiencia traumática la que le hacía hablar sin reservas ante el ser que, consciente o inconscientemente, era su dueño y señor. No obstante cuando su Domitor le habló sobre las desventajas de la sangre, sus palabras la hicieron recapacitar profundamente hasta tomar una resolución que posiblemente al vampiro no le gustaría.

-Espero no tener que encontrarme nunca lejos de ti, pero al menos ahora sé que tan solo tengo que evitar que un cainita desalmado me atrape, si alguna vez estoy en una situación como la que mencionas. – Respondió, acurrucándose un poco junto a él, para sentir el calor de su pecho a pesar de no poder escuchar los latidos de su corazón.

Hubiera permanecido allí durante toda la noche, de no ser por la pregunta directa que le hizo y que la obligó a incorporarse para mirarle fijamente a los ojos con sorpresa – Amor… Yo jamás le daría preferencia a ningún vampiro si tú no me lo permites. Lo que quería decir es que si Tommaso o el príncipe me hubieran explicado la situación amablemente y me hubieran pedido ayuda para salvar la ciudad, posiblemente hubiera colaborado de buen grado, aunque siempre con tu permiso. No entiendo por qué me insultaron, me agredieron y me sometieron así, puesto que de esta manera lo único que deseo es hacer todo lo contrario de lo que quieran de mí – Le explicó con calma, esperando que no hubiera malinterpretado sus palabras.

Pero cuando él le habló en aquel tono neutro, la jovencita supo que había algo que a él no le había gustado, por lo que no dudó un segundo en tomar el rostro del vampiro con sus manos para que sus dos rostros quedaran tan cerca que sus labios casi se rozasen – No es por mi amada ciudad que aguantaré lo que sea que tenga que venir. Es por mi hermano… pero principalmente es por ti. Quiero darte tiempo e información para que la uses en tu beneficio mientras ambos buscamos a Theo. No quiero dejar Venecia sin encontrarle, pero al mismo tiempo deseo serte útil y permitirte la posibilidad de que hagas justicia por lo que nos han hecho a ambos… aunque si no lo deseas. Si prefieres que me quede encerrada y oculta hasta que encuentres a mi hermano, lo haré… tan solo quiero ayudar sin sentirme tan impotente cómo me siento ahora mismo, y su puedo proteger mi amada ciudad sería doblemente feliz…. pero tan solo si tú estás de acuerdo, mi Rurik.

El vampiro no tuvo problema que ella se acercara y asintió a la lección que ella pareció aprender de sus palabras acerca de la sangre. A pesar de lo que ella pensaba de la pregunta que le habia hecho, Konrad solo necesitaba una simple afirmación para poder probar su punto, aunque las palabras extras de ella no fueron mal recibidas por él.

“Esto es justamente lo que pensaba que responderías. De cualquier forma me agrada mucho que digas tanto con sinceridad cuando bien con un no o un jamás, yo no habría satisfecho.” Le contesto con una sonrisa mas grande de la usual hablándole de paso en un yo no mas cariñoso que solo usaba con ella.

Sin embargo eso no duro gracias a la actitud del hombre que era demasiado facil de volverse más neutro y frió o al menos eso comenzaba a descubrir la joven. Aunque también habían otras razones que solo él sabia.

Por eso el acercamiento de ella era bien recibido y su atención terminaba centrándose solo en ella. Dejándola hablar espero hasta que terminara hasta volver, dejándole un tiempo a ella por si planeaba besarlo pero al no llegar nada hablo. “Estoy de acuerdo. Además entiendo que no puedo atarte a un poste como si fueras una animal, no nos hará bien a ninguno de los dos….” Comento y se abrio paso a los labios de ella hasta depositar un beso corto. “Buscar a tu hermano no será fácil, pero en mi grupo tengo buenos rastreadores, uno que conoces bien. Uno que su única misión se le volverá clara cuando terminemos….” Continúo volviendo a dar un nuevo beso a ella pero suspendiéndose mas en este mientras colocaba su mano en la nuca de ella. “Te gusta llamarme Rubik?” pregunto con una sonrisa llena de deseos que parecia indicar un posible final de la conversación.

-Te quiero – le respondió sin más. Sin darse cuenta de que aquella frase le había salido de forma espontánea tan solo por contemplar su sonrisa, y sin importarle demasiado que acto seguido él se volviera más serio, puesto que ya le conocía lo suficiente como para que aquello no le afectara demasiado.

Pero cuando él la besó, las mejillas de la jovencita volvieron a encenderse de forma inmediata mientras un cosquilleo la recorría. Se sentía terriblemente extraña puesto que no sabía si deseaba que se detuviera o que continuara besándola y sosteniendo su nuca con el cálido tacto de su mano – Yo… me gusta porque fue el primer nombre que escuché de tus labios cuando una máscara ocultaba tu bello rostro… es más… íntimo y personal. – Respondió, perdiendo un poco la autoconfianza que había mostrado hasta ahora, para sentirse algo más vulnerable entre sus brazos a la vez que excitada.

- ¿Me… me concederás ese baño? – Preguntó al fin, viéndose perdida en aquellos profundos ojos que la miraban con deseo, justo antes de que se dejara llevar por un segundo y pasional beso que la dejó sin respiración.