Partida Rol por web

La Busqueda

A la caída del sol (Cap 1.4.3)

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14/09/2015, 22:53
Leonor Amore

No supo cuanto tiempo estuvo conteniendo la respiración hasta que obtuvo una respuesta de su nuevo amigo. Su corazón comenzó a latir con fuerza en el momento en que sus expresivos labios se movieron para pronunciar unas palabras que deseaba y temía a partes iguales. No obstante, y pese a la intensidad de sus deseos, Ashriel confirmó que desconocía la identidad de su querido hermano, así como su paradero, cubriendo su rostro con una capa de tristeza durante unos escasos segundos.

Pero aquella desesperanza no duró demasiado tiempo, puesto que ante el ofrecimiento desinteresado del juglar, sus azulados ojos comenzaron a brillar con la ilusión del que sabe que ya no tiene por qué estar solo en su empresa y que, pase lo que pase al final del camino, podrá contar con un hombro en el que llorar o con un rostro amigo con el que compartir la alegría del reencuentro.

-Os agradezco enormemente la ayuda, aunque no tengo mucho por dónde empezar a buscar. Quizá os ayude saber que, además de alguien llamativamente atractivo, mi hermano tiene la cultura y los modales suficientes como para no pasar desapercibido. La última vez que le vi fue en la calle del Fabbri, donde nos despedimos y donde me aseguró que no tardaría en volver… hace casi tres meses. – Respondió con voz abatida, dándole toda la información que poseía con respecto a su paradero.

Pero toda la tristeza del momento desapareció en cuanto el bardo le instó a mirar hacia arriba, para que lograra contemplar el paisaje más resplandeciente que jamás hubiera podido soñar, y que despertaba tímidamente ante sus maravillados ojos, dibujándose en sus azulados iris, como si aquellos diminutos astros de luz brillaran exclusivamente para alumbrar su presencia clandestina sobre la centenaria e imponente basílica de San Pedro.

Como si de un pintor se tratase, cada trazo que salía de los estilizados dedos del juglar generaba, una a una, nuevas y más radiantes estrellas, hasta que el cielo quedó tan repleto de luz que cualquier hubiera jurado que un nuevo día se abría paso ante ellos. Parecía que no habría cabida para ninguna proeza más... cuando -¡Mirad! – exclamó la pequeña damita de cabellos de fuego, cuando una estela dorada cruzó el plano celeste, regalándoles un hermoso vestigio de esperanza, que completó el perfecto cuadro de belleza que ambos habían pintado en aquel quimérico lugar, adornado dulcemente por las mágicas notas del cálido laúd.

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16/09/2015, 21:03
Narrador

El firmamento era como siempre un hermoso tapiz que nunca podría ser reproducido por la mano humana sin importar cuanto se esfuercen, aunque en esta época habría réplicas de aquel tapiz que se asemejaran mucho. Ashriel ahora mirando eso se acordaba de la habitación de ocio del joven Perin que poseía un tapiz en el techo de una gran calidad.

Mientras ambos admiraban una gaviota paso por encima de ellos, no lo suficiente cerca para hacerles algo pero si para llamar su atención del cielo a ella. Ambos la miraron mientras descendía hasta llegar al puerto cerca de los pescadores que han tardado en llegar de su pesca, seguramente con la idea de conseguir alimento fácil.

Sin embargo había algo extraño en las redes de los pescadores, algo que si bien no notaba desde el punto alto donde se encontraban ambos podía verse que causaba un escándalo en los que se encontraban cerca haciendo que haya un gran círculo de persona rodeando a los pescadores recién llegados.  

Notas de juego

Solo pongo esto aca, si quieren pueden seguir mirando a las estrellas. :P

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22/09/2015, 15:53
Ashriel Leo Bevilacqua

El juglar escuchó con detenimiento toda la explicación de la joven, asintiendo ante sus palabras. Después se mantuvo un rato en silencio, dubitativo, cavilando sobre las distintas opciones que tenían a continuación. Entonces la joven señaló al cielo y Ashriel pudo ver cómo la brillante cola de una volátil luminaria desaparecía en la lejanía, regalándoles a ambos un deseo que era posible que se viera cumplido, algún día. Ashriel no es que fuera supersticioso, pero ese tipo de cosas le gustaba pensar que fueran verdad y, no sabiendo muy bien qué pedir así, de buenas a primeras, lo único que se le ocurrió fue pedir que su joven amiga lograra encontrar a su hermano sano y salvo, de una vez por todas. 

-Bueno -comentó al fin, al cabo de un rato-, si la calle del Fabbri es el último sitio donde lo viste, entonces debemos empezar por ahí. En esa calle hay comerciantes, tanto fijos como ambulantes y muchos negocios cuyos dueños se pasan allí el día, trabajando todo el tiempo y viendo pasar a la gente. Lo primero que tenemos que hacer es ir uno por uno, hablando con ellos, preguntando a ver si alguien lo vio marcharse, si es así en qué dirección o si alguien escuchó algo que él dijera sobre su intención o su próximo destino... hablando de esto ¿no te dijo nada a ti sobre qué pretendía hacer? -le preguntó a Leonor, tratando de recordar si ella se lo había contado en algún momento- si no es así, quizá podríamos hablar también con las personas que sepas que eran allegadas a él, a alguno de ellos podría haberle mencionado algo. 

Entonces se dio cuenta de la cantidad de información que estaba soltando de golpe, sin permitir que la joven pudiese hacerse una idea de lo que pretendía. 

-Perdona -se calmó, esbozando de nuevo una cálida sonrisa-, por mi experiencia personal, he llegado a la conclusión de que lo mejor para encontrar a alguien es seguir la pista de todos sus pasos desde el principio. Nadie se vuelve invisible, siempre hay algún rastro, en algún lugar... sólo hay que saber encontrarlo; y nosotros lo encontraremos, te lo prometo -la animó, colocando una mano en el hombro de la joven. 

Entonces, la gaviota pasó por delante de ellos, atrayendo su atención hasta un revuelo que se estaba armando en el puerto de pescadores, allí debajo. Desde aquella distancia el juglar no lograba atisbar qué era lo que ocurría, pero estaba claro que era algo. El joven de ojos azabache miró al árbol por el que habían subido, calculando si desde aquella distancia, algo más cercana, lograría averiguar qué sucedía. Su curiosidad se había encendido de golpe, pero no quería mencionar nada porque sabía que la joven pelirroja se encontraba a gusto allí arriba y no quería hacerla bajar tan rápido de aquel lugar reconfortante que ella necesitaba en esos momentos. Tampoco tenía intención de dejarla sola, así que simplemente se calló y continuó observando, escuchando, tratando de averiguar qué sucedía. 

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23/09/2015, 17:35
Leonor Amore

Hubiera permanecido horas e incluso días contemplando la belleza privada que Ashriel le había regalado, no obstante, cuando aquella estrella fugaz pasó sobre sus asombradas cabezas y ella formuló el deseo que anhelaba su alma, Leonor se vio obligada a volver a la realidad ante las cuestiones del juglar.

En ese momento, la duda volvió a sembrar su mente, puesto que de todos era sabido que los trovadores eran pícaros que estaban dispuestos a cualquier cosa, e incluso a vender a sus propias madres, por unas pobres monedas ¿Qué podría hacer aquel nuevo amigo que conocía de tan solo unas pocas horas con todos los datos que ella le había regalado en bandeja de plata? Una parte de ella se culpó a sí misma por ser tan ingenua, puesto que, si el bardo llegaba a descubrir que tanto ella como su hermano estaban siendo buscados desde hacía años, cabía la posibilidad de que él mismo la atrapara y la entregara para obtener la recompensa.

No obstante, aquellos oscuros ojos que la miraban y que trataban de consolarla eran demasiado amables, demasiado nítidos como para que la sombra de la desconfianza la abrazara durante mucho más tiempo. Si no era capaz de confiar en nadie en absoluto ¿Cómo podría encontrar a la persona que más amaba por encima de todo? Durante estos meses buscando a Theo por sus propios medios, todo le había conducido a un callejón sin salida, por lo que quizá era el momento de ampliar sus horizontes a pesar del riesgo que aquello conllevaba. ¡Qué narices! Su querido hermano merecía que ella hiciera todo lo humanamente posible por él, y eso es lo que iba a hacer.

-Ashriel veréis… No es muy buena idea remover demasiado el palomar. Theo y yo no teníamos amigos, salgo unas personas puntuales a las que ya interrogué, puesto que mi hermano me dejó a su cargo hasta que tuve que dejarles para no ponerles en peligro. Nuestra situación… era difícil y no deseábamos echar raíces, cuando cabía la posibilidad de que tuviéramos que salir corriendo de forma apresurada en cualquier momento. Si alguien te persigue de forma insistente, no quieres involucrar a mucha gente en tu vida, puesto que todo se vuelve más complicado. Él era muy cuidadoso y reservado. Lo único que me dijo fue que había encontrado una oportunidad para que ambos pudiéramos tener una vida mejor, e incluso nadar en la opulencia y me pidió que no le buscara, y que se reuniría conmigo lo antes posible, aconsejándome que, hasta su regreso, permaneciera en nuestro escondite. De eso hace meses, y durante este tiempo he tratado de buscarle sin hacer demasiadas preguntas para no llamar la atención de nuestros perseguidores pero… supongo que algo estoy haciendo mal. – Le confesó, no queriendo revelar aun quien les perseguía.

Pero entonces, la sombra de una gaviota sobrevolando sus cabezas la sacó momentáneamente de la melancolía y, gracias a ello, ambos pudieron comprobar cómo los parroquianos se estaban aglomerando en la plaza, al parecer por algo que había quedado atrapado en una red de pescadores. Un vuelco en el corazón le hizo pensar que quizá se trataba del cadáver de su querido Theo, el cual había podido ser arrastrado por la marea, por lo que, abriendo mucho sus azulados ojos y mirando directamente a su nuevo amigo, preguntó con voz nerviosa.

-¿Bajamos a ver qué ocurre?

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23/09/2015, 18:25
Ashriel Leo Bevilacqua

Ashriel sintió los refulgentes topacios de la joven clavados en él, buceando, tratando de indagar en lo más profundo de su ser, seguramente para encontrar finalmente la mentira que creía que encontraría al fondo de todo, el engaño que todo gato callejero se espera de todo el mundo. Siempre. Así que el joven le sostuvo la mirada, esbozando una sonrisa sincera, calmada, y dejó a Leonor bucear por donde quisiera, el tiempo que quisiera. Entendía que, con una vida de vagabundeo como parecía haber llevado la pelirroja, no se podía confiar en nadie a la ligera. 

Así que, por primera vez desde hacía mucho, muchísimo tiempo, permitió a alguien entrar en su ser, sin reservas, ni miramientos. 

Debe de ser muy solitario llevar una vida de desconfianza y recelo... pensó, apenado; esta joven necesita alguien en quien poder confiar plenamente, al menos, hasta que encuentre a su hermano... Entonces le vino a la cabeza el rostro del duelista del día anterior. Y, desde luego, no ese tipo de persona... 

Pero entonces algo cambió en la mirada de Leonor. La duda y la desconfianza que el bardo podía percibir perfectamente desaparecieron de pronto, para dar paso a un claro fulgor de determinación que la hizo parecer más bonita incluso, a sus ojos. Una de las comisuras del juglar se ensanchó casi imperceptiblemente. Parecía que la valiente damita había decidido confiar en él y aquello le hizo sentirse mejor. Al menos ella tendría una persona menos en el mundo de quien guardarse las espaldas y, aunque fuera lo más mínimo, podría respiran un poco más tranquila. 

Fue en ese momento cuando la joven se sinceró y le contó mucho más de pronto de todo lo que había logrado que le dijese hasta el momento. El juglar, entendiendo lo delicado y complejo de la situación, guardó el laúd con sumo cuidado, pero mecánicamente, sin dejar de atender a la joven de bucles de fuego. Mientras ella hablaba, escuchó atentamente, palabra por palabra, sin interrumpir. Cuando ella terminó, Ashriel dejó pasar unos segundos, para asentar y reflexionar todo lo que le había contado. 

-Nada de preguntar, entonces... bien, habrá que moverse de otra forma mucho más sutil, desde luego. El que os persiguieran, cambia mucho las cosas... Entiendo vuestra creciente preocupación, mi pequeña dama -entonces dudó acerca de si su siguiente comentario sería adecuado o no, dada la clara desconfianza de la joven hacia todo, mas era necesario preguntar- ...Leonor. No es necesario que me lo digáis si no os sentís a gusto y tampoco quiero que penséis que mi opinión sobre vos va a cambiar si lo hacéis en lo más mínimo, sea cual sea la respuesta, pero para poder ayudaros con todo lo que esté en mi mano, necesito saberlo... ¿quién os persigue... y por qué?

***

Después, la gaviota, el revuelo del puerto y la repentina incertidumbre reflejada en el rostro de la joven llegaron y el juglar no pudo menos que asentir ante su urgente pregunta, creyendo saber exactamente qué se le había pasado por la cabeza a Leonor. 

-Por supuesto -respondió al punto, levantándose de un ágil brinco y atándose la funda del laúd de nuevo a la espalda para después tenderle la mano a ella con intención de ayudarla a levantarse-, pero no os asustéis, Leonor, no es él -le respondió sin necesidad de que ella preguntara nada.

No podía saberlo, en realidad, pero algo le decía que la historia de aquellos dos hermanos no podía terminar así. En lo más profundo de su corazón deseaba que un relato como el suyo no tuviera aquel amargo final... recordando la estrella fugaz, deseó que luego no resultase su comentario en una mentira, deseó tener razón en sus últimas palabras y que aquello no fuera Theo... 

No en aquel puerto precisamente, no en aquel lugar, no provocando dolor a alguien a quien apreciaba... otra vez no... Pero aquellos pensamientos... ¿Acaso estaba siendo egoísta? ¿Estaba deseando no presenciar de nuevo un evento de ese calibre por no reabrirse viejas heridas a sí mismo o realmente se preocupaba por el corazoncito de su amiga? Deseaba que fuera lo segundo. Sabía que era lo segundo. Tenía que serlo. Y aún así... el joven juglar comenzó a sentirse tan preocupado como ella por lo que pudieran encontrar abajo, así que emprendió el descenso, saltando arbotantes, escalando contrafuertes y, posteriormente, ramas de árbol, guiando a Leonor en su camino al suelo, de nuevo, a tierra firme. 

El cielo era hermoso, sin duda, pero no se puede vivir toda la vida en las nubes sin saber que en algún momento habrá que pisar el suelo. 

Notas de juego

Adoro leerte, Leo :D me encanta esta escena y disfruto un montón con tus posts^^ sé que ya lo he dicho, pero lo reitero^^ *_*

Jajaja

PD. Ufff... se me ha ido el internet XD menos mal que ya le tengo yo cogido el truco a esto y copio cada cinco segundos jajaja no he tenido que reescribirlo todo... 

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25/09/2015, 19:46
Narrador

Como muchas otras veces el bajar resulto más fácil que escalar hasta donde habían llegado ambos, dejando detrás de ellos aquel maravilloso lugar que en parte los dejaba fuera de mucho de los inconvenientes de la ciudad para mirarla desde un lugar bastante general.

 Ya pisando el suelo de la plaza falto poco para llegar donde la multitud se había reunido, no fue del todo fácil avanzar entre ella hasta lograr tener una buena vista de lo que habían pescado los pescadores.

En esas redes había pescados, pero también algo que resultaba bastante extraño. No se trataba del cuerpo de Theo, eso era bastante sencillo de ver ya que se trataba de un baúl mediano. Un baúl que luego de unos pocos golpes del pescador mostro un montón de oro en monedas de otra ciudad que no era Venecia, según la sugerencia de una persona parecían ser de otra de las ciudades estado de Italia. De Pisa supieron quienes podían leer o tenían cierto conocimientos de los símbolos de esa ciudad.

Encontrar aquel tesoro de por si era bastante raro, aunque al notar un líquido carmesí en algunas de sus monedas algunas explicaciones se formaban en la mente de cada uno.

“¿Que hacemos?” pregunto un joven que fue el único en animarse a decir lo que pensaba el resto. Aunque esas palabras no lograron sacar una respuesta rápida de los demás sino que genero miradas suspicaces de uno a otro. Eran unas cuantas personas, unos pocos estaban armados. Duelistas con espadas, pescadores con red y arpon, junto con algun ladron con navajas. No habían guardias en el grupo por el momento.

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30/09/2015, 02:05
Ashriel Leo Bevilacqua

Ashriel se relajó al ver que el hermano de la joven no estaba ahí. Suspiró, aliviado, y se aproximó ligeramente al baúl. Estaba a punto de sugerir que le permitiesen ver una de esas monedas para identificarlas cuando alguien se le adelantó, comentando que podían ser de la ciudad de Pisa. 

-Quizá el baúl tenga iniciales grabadas o algún signo de identificación -sugirió, al ver que el ambiente se tensaba pero nadie decía nada; entonces notó que algunas miradas se volvían hacia él y levantó las manos-; oh, no me interesa el dinero, no os preocupéis por mí, me gano la vida por mí mismo. Sólo sugiero que tengáis cuidado con lo que hacéis con el baúl porque puede tener dueño. Y... -añadió mirando a ambos lados de la calle- yo que vosotros me daría prisa en decidir. Si vienen guardias, de seguro os lo confiscarán...

Entonces se quedó unos momentos, pensativo. Después, al ver que los hombres que rodeaban el baúl continuaban sin decidirse, añadió:

-Desde luego mi opinión, si es que la opinión de un juglar trotamundos os sirve de algo, es que quien lo encuentra se lo queda. No obstante, aquí hay un gran círculo de personas que llama demasiado la atención y si empezamos a armar revuelo, vendrán más. Primero curiosos, luego guardias. Así que no seáis tan llamativos y decidid rápido... en mi humilde opinión, podríais dar un poco a todas estas personas que os rodean, la mayoría de los cuales son los más necesitados de estas calles y el resto, quedáoslo -les sugirió a los pescadores que habían encontrado el cofre, con la esperanza de que quedara algo de ese oro para Leonor, a quien seguro que le venía de maravilla.

Entonces se aclaró la voz, compuso una expresión en su rostro mezcla de misterio y confidencia, esbozó una sesgada sonrisa y clavó su mirada, oscura como el mar en la noche, en los hombres que rodeaban el cofre... empezaba la función. 

-¡Imaginaos! -comenzó, modulando su voz como si estuviera contando la más épica de las historias- en ese cofre hay suficiente como para repartir entre todos los que os rodean ahora mismo. Pensad en la historia posterior... ¡Los valerosos marineros que rescataron el cofre del tesoro y lo repartieron entre los pobres! Dará que hablar, ¿no creéis? Vuestro nombre se hará leyenda -con cada nueva palabra avanzaba un paso, rodeando las redes, a los marineros y al cofre; con cada paso, tocaba en el hombro a uno de los presentes, ya fueran marineros honrados, duelistas, ladrones, o simplemente pobres y curiosos. 

Aquello era algo que había aprendido de un galeno; un erudito doctor en enfermedades del alma que vivía en el norte de Europa, en un lugar apartado, al fondo de un gran fiordo. Un, en definitiva, adelantado a su época. Él lo llamaba programación neurolingüística y consistía en convencer a las personas de lo que estaban escuchando por medio de su subconsciente, sin que se dieran cuenta, mediante las reacciones innatas que genera el contacto en todo ser humano. 

-Yo mismo me encargaré de que así sea -continuaba el joven juglar, controlando sus nervios y vigilando todas las armas que veía a su paso, mientras caminaba entre la multitud-, contaré esta historia, ¡seréis los más queridos entre las gentes llanas! Los grandes marineros que encontraron el tesoro con el que todos los demás pudieron vivir unos días más! ¿No es una historia para contar a hijos y nietos? ¡Haré que sea cierto! ¡Le pondré música incluso!

Su finalidad era doble: primero pretendía convencer a los pescadores de que lo repartieran, claro estaba, pero además tenía la intención de calmar los ánimos de la gente alrededor, dándoles esperanzas con sus palabras de que recibirían parte de ese tesoro. Cuando terminó de dar una vuelta completa, cesó su discurso. El silencio que siguió a sus palabras fue tenso, pero el joven bardo esperaba haber logrado sus intenciones, esperó paciente la respuesta de aquellos hombres. 

Notas de juego

perdona Leo XD me he inspirado y me he adelantado :3 aunque tendrías que haber posteado tú :S sorry...

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30/09/2015, 04:11
Narrador

Notas de juego

Interesante idea.

Mientras esperamos a Leonor tira carisma o manipulacion (como lo veas mejor)+ expresion dif 7 para ver cuantos convences.

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30/09/2015, 09:41
Ashriel Leo Bevilacqua
- Tiradas (1)

Notas de juego

Oki^^ desde el móvil no puedo hacer tiradas, luego la hago ;)

Jajaja lo mismo me da carisma que manipulación XD aunque prefiero convencer que manipular, la verdad XD por cómo es Ashriel, no por otra cosa XD

O.O vale XD me temo que no lo he logrado XD jooo! Con lo bien que me había salido el discurso XD

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03/10/2015, 17:40
Leonor Amore

La hermosa joven se dejó observar por aquellos dos mares oscuros que eran los ojos de su nuevo amigo, mientras la luna confería un resplandor casi mágico al rostro de ambos infractores que disfrutaban sin temor a las represalias, de las impresionantes vistas desde la basílica.

La mujer aun no sabía si su confianza en él le traería problemas, pero aquella era la única vez que se había sentido totalmente a salvo en mucho tiempo, puesto que incluso Camila había tenido que ganarse su amistad durante días para conseguir borrar la sombra del recelo de su cabecita. Por todo ello, cuando Ashriel volvió a preguntarle, intentando conocerla un poco más, la dama de cabellos de fuego, suspiró profundamente antes de volver a entregarle otro pequeño pedacito de su alma.

-Me persigue un traficante de niños sin hogar. Mi hermano y yo nos escapamos cuando nos enteramos de que había formalizado una venta para entregarme a un hombre que pagó dinero por adquirirme. Desconozco si ya se ha cansado de buscar, porque hace años de nuestra huida, pero es influyente y posiblemente tenga a varios hombres a su servicio, por lo que no deseo generar demasiadas preguntas en la búsqueda de Theo… El no desearía que sus esfuerzos por conseguir que estuviéramos a salvo, se vieran arruinados por mi imprudencia. – Le confesó al fin, sabiendo que si ahora deseaba utilizar aquella información para obtener una retribución económica, no le costaría lo más mínimo conseguir la identidad del propietario del orfanato.

No obstante, su conversación se vio interrumpida por el descubrimiento de los pescadores y el revuelo que se generó alrededor de los muelles a causa de las monedas manchadas de sangre, posiblemente procedentes de Pisa.

La mente de la mucha voló rauda tratando de recordar cualquier historia o comentario que se hubiera podido mencionar recientemente, y que generara una explicación razonable para este hallazgo tan poco usual. Lo que si estaba claro era que aquellos marineros se habían topado con algún tipo de problema adicional si habían regresado tan tarde de su jornada diaria, puesto que normalmente a estas horas, ningún barco regresaba de la mar al no encontrar los peces suficientes que justificaran el hecho de permanecer a oscuras en unas traicioneras aguas, que podrían arrastrarles hacia el olvido y cubrirles de arrecifes y madreperla en un abrir y cerrar de ojos.

Por todo ello, la joven huérfana permaneció en silencio, meditando la razón de todo este asunto y tratando de encontrar una explicación plausible para este hallazgo tan importante, mientras Ashirel paseaba entre los presentes tratando de calmar los ánimos, demostrando una vez más lo importante que era la presencia de personas como él en este mundo deslamado en el que vivían.

-“Piensa Leonor, piensa” – Se dijo a sí misma mientras repasaba mentalmente todos los datos que había recapitulado. ¿Quién podría desear que en este preciso instante, junto a la basílica, se produjera un altercado que implicara unas monedas manchadas de sangre y a un grupo tan variopinto de lugareños, sin que la guardia estuviera presente “misteriosa y convenientemente”? Ya se había producido un atentado contra el cardenal a plena luz del día, y ella sabía que a ciertos personajes importantes le convenía mucho que Venecia dejara de mantenerse neutral en las trifulcas entre la iglesia y el Emperador, por lo que ¿Sería esto una forma de encender la mecha de la discordia al tener una excusa para decir que la unidad veneciana estaba tan podrida por dentro que hasta sus mismos habitantes se mataban los unos a los otros?

Por todo ello miró las caras de todos y cada uno de los pescadores que había arrastrado el cofre hasta allí en lugar de abrirlo directamente en su barco, como hubiera sido lo lógico, para intentar descubrir si entre ellos existía un posible hostigador. No podía estar segura de aquello, así como no podía estar segura de nada, pero cuando el juglar comenzó a intentar convencer a la gente de que repartieran las monedas entre ellos, una luz de esperanza se iluminó en su cabecita al mismo tiempo que trazaba un plan que quizá podía ayudar a unificar aun más su amada ciudad.

-El bardo tiene razón – Gritó para hacerse oír, simulando no conocerle de nada para que no pensaran que ambos estaban compinchados – Muchas desgracias están ocurriendo en la ciudad y seguramente están causadas por aquellos que nos desean mal y quieren que la guerra traspase nuestras murallas. ¿Queréis atacaros los unos a los otros para quedaros con unas monedas que posiblemente están manchadas con sangre Veneciana, derramando con ello aun más sangre de nuestra gente? Yo digo que con este oro ayudemos a demostrar a todos esos que ansían destruir nuestra amada ciudad, que somos un pueblo orgulloso que se preocupa por sus habitantes sin importar su condición. ¡Ayudemos a esa pobre gente cuyas casas fueron quemadas por los fanáticos e intolerantes hace unas noches y que fueron castigados por la justicia por ello! Así, no solamente demostraremos que Venecia es el lugar que deseamos para nuestros hijos, sino que las fuerzas del orden no podrán oponerse, al estar ayudándoles socorriendo a aquellos que lo perdieron todo, incluso la vida, logrando con ello aun más justicia. ¡Esa sí que sería una historia digna de mención! La que relate cómo el pueblo de Venecia no dudó un instante en socorrerse los unos a los otros, demostrando a todos aquellos que piensan que no somos más que bárbaros, de qué madera está hecho un Veneciano.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Bueno, ya está el post. Siento la demora. Espero que con mi tirada haya esperanzas para nosotros y que esto no se convierta en un baño de sangre :(

Jajaja, por cierto, a partir de ahora voy a tener que escribir post más cortitos para no demorarme en las respuestas, que así, siempre tardo más en contestar :P

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05/10/2015, 23:25
Narrador

No fue solo la mente de la joven la cual se puso a averiguar todos los datos que sabia de esa ciudad estado, sino tambien Ashriel. Ambos sabian que Pisa era una ciudad estado que rivaliza con otras ciudades italianas portuarias incluyendo a la propia Venecia, pero su mayor rivalidad eran los Genoveses. Incluso se habia escuchado de ciertos conflictos importante entre ambas ciudades, aunque la ventaja que sacaba Pisa no se encontraba en las batallas de frente sino en las incursiones de sus corsarios, entre los cuales la mayoria eran de nacionalidad Española.

Por su parte el pueblo de Venecia era uno muy peculiar descripto de varias formas por los extranjeros que volvían a sus hogares y transmitían a su familia lo que habían aprendido de ese pueblo. En los relatos había una fuerte coincidencia cuando se habla de una decadencia en su moral, ya sea por su pensamientos muy liberar respecto al sexo o su codicia por el oro. Sin embargo a los que rodeaban el tesoro no necesariamente se los podía incluir entre los peores ejemplos de aquellos males, pero como siempre había un gran deseo de oro en quienes no les era fácil conseguirlo.

Sin embargo cierto instinto de supervivencia en ellos que los detuvo en el lugar mientras el juglar hablaba, sabiendo que cualquier ataque se ligaría un ataque igual de contundente o tal vez peor. Además este, Ashriel, les estaba prometiendo cierta ganancia a todos ellos. Algo que con lo que algunos podrían conformarse, pero que otros miraban con completa desconfiancita sumado a que las armas que portaban le daban cierta confianza para no seguir lo que decía. Era difícil que el juglar lo supiera con certeza a quienes habia convencido pero veía una minoría casi convencida con sus palabras.

Cuando llego el turno de Leonor de nuevo la gente escucho algunos incluso terminando de bajar las armas que con silencio habían desenvainado mientras ellos hablaban. Había un deseo mayor de paz entre todos, nadie deseaba morir en aquel lugar aunque fuera por unas monedas que le faltaban. Pero como las palabras del bardo no terminaban de convencer a todos los presentes en esa variada masa.

Los guardias seguían sin aparecer, pero gracias a ellos dos se había producido una baja en la tensión a pesar que ahora se encontraban con más prisa para arreglar esto que en un principio.

“Son buenas palabras, pero…¿quien acá sabe cómo dividir adecuadamente el oro o quien aca es alguien de confianza?. Porque bien se sabe que los juglares no son inocentes de pecados a pesar que ellos mismo se afirman neutrales. Además algunos acá se los nota con mejor suerte en la vida que otros y otros se ven como gente sospechosa.” Comento un hombre mirando a los dos oradores con fastidio, contrarrestando parte de los razonamientos que habían usado ellos dos. “Además que mierda me importan los de las casas quemadas, esos tienen dinero propio y no son de aquí. No son de nuestra hermosa Venecia.” Afirmo con cierta autoridad y pareciendo incentivar a otros para que pensaran igual que él. Algo que también había hecho su efecto a pesar que las palabras estaban lejos de la elocuencia que habían mostrado Leonor y Ashriel.

Notas de juego

Al principio agrege unos datos de Pisa, lo iba a agregar despues pero releyendo un poco me parece que en este post quedaria mejor. ;)

Unos pocos datos mas de las ciudades estan en el post final de Republica de Venecia.

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20/10/2015, 22:59
Ashriel Leo Bevilacqua

El juglar levantó ambas manos con las palmas hacia delante, en señal de que no escondía nada. 

-Nada quiero para mí y nada escondo -respondió, con la voz calma y pausada y una expresión serena en el rostro-; de hecho, ya he mencionado previamente que no era mi intención llevarme un pedazo de este oro, sino más bien evitar problemas con los guardias aquí en la plaza. 

Entonces se dio la vuelta, haciendo como que buscaba entre la multitud. ¡Qué bien le habría venido en aquellos momentos que Andêl o Axel se hubiesen dejado caer por allí! Tras un prolongado y exhaustivo vistazo, se volvió hacia el hombre que había hablado.

-Tenéis razón, amigo -corroboró sus palabras-, gente más sospechosa que otra se encuentra en este círculo. Incluso vos mismo, al dudar de los demás, hacéis difícil confiar en vos. Deberíamos dejar que lo repartiera alguien que no tuviera ninguna intención de quedárselo todo para sí. Alguien con la mirada limpia y puro el corazón... decidme, ¿vos conocéis a alguien así? -entonces volvió a echar otro vistazo a su alrededor y se detuvo en varias personas, mientras pronunciaba las siguientes palabras, hasta terminar en Leonor- dicen que un niño es quien tiene el corazón más puro. La joven que ha hablado detrás de mí, la pelirroja -señaló hacia ella, haciendo como que no la conocía-, en ningún momento ha requerido nada para ella. Se ha limitado a pedir por otros desafortunados (estemos de acuerdo con su idea o no), a proponer que lo usáramos para ayudar a los menos agraciados por el destino, en lugar de reclamar parte del tesoro para sí... ¿qué puede haber más puro que eso? Propongo pues, que sea ella quien lo reparta, o alguien con igual corazón. Pues a mí me hace confiar en ella sólo con fijarme en su mirada transparente o en su expresión sencilla, que nada esconde. ¿No creéis igual?

Dicho lo cual, Ashriel se retiró, dando un par de pasos hacia atrás y esperando la reacción de aquel hombre y los demás del público. Además confiaba en que la huérfana actuara bien y pusiera cara de angelito para la situación. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

tiro de nuevo con dificultad 7 como antes, aunque en este caso, aunque hubiera sido 6 no hay mucha diferencia en el resultado XD

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25/10/2015, 22:33
Leonor Amore

Leonor permaneció expectante ante lo que el pueblo decidía, sin dejar de mirar a todos los presentes uno a uno para intentar saber si todo esto era un truco para empezar rencillas entre los lugareños. De repente, uno de los hombres comenzó a cuestionar las palabras del juglar y las de ella misma, mientras la joven huérfana se debatía intentando recordar si le había visto antes en algún sitio.

Ciertamente fue una apuesta arriesgada mencionar las casas quemadas al estar situadas en el barrio musulmán, pero una acción así fomentaría tanto la fraternidad entre los Venecianos y los extranjeros, que no pudo evitar la tentación de sugerirlo como solución.

Cuando pensó que las cosas no estaban yendo bien, su nuevo amigo volvió a iluminarla con el don de la oratoria y embelesó a los parroquianos allí reunidos, los cuales parecieron aun más convencidos de repartir el oro entre los más necesitados, antes de que se derramara la sangre por conseguir un puñado de monedas… pero cuál fue su sorpresa al contemplar atónica, como el bardo la señalaba con el dedo y la convertía en el centro de mira de pescadores y campesinos, al sugerir que fuera ella quien repartiera el oro.

Nada pudo hacer sino seguirle el juego y mostrar una expresión atónita cargada de inocencia, mientras las personas aglomeradas en la plaza decidían cual sería el destino de aquellas riquezas. Si por ella fuera, lo repartiría íntegramente entre los más necesitados de la ciudad, concretamente a las instituciones encargadas de acoger a los pobres y moribundos para darles un plato caliente y un techo donde pasar las noches, aunque sabía que aquello sería imposible, puesto que todo el que estaba de pie en la plaza estaba esperando para obtener una parte del pastel.

- Tiradas (1)
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25/10/2015, 23:57
Narrador

El hombre que hablaba no era conocido por la joven, pero extrañamente al Juglar parecía sonarle su aspecto aunque no terminaba de localizarlo. Su mente empezaba a imaginar un fantasma de su pasado.

Sin embargo eso por el momento debía esperar porque aunque el hombre le habia dado un guantazo de desafío al juglar, este pudo responderle con una mejor moneda en aquel duelo. Primero la desconfianza que el hombre generaba se hizo palpable cuando el juglar la señalo con un comentario simple pero cierto.

“Yo no soy…” empezó a decir pero no se le ocurrió palabras en ese momento dejando al juglar hablar. Aquel juglar que mostraba sus talentos teatrales para engañar a aquella multitud de personas que pronto se enfocaron en la joven Leonor con una mirada no tan fiera como lo habían hecho en un principio con el juglar, ni como lo hacían ahora con el hombre.

Al parecer el discurso de ella la hacía ver como una inocente en la gente, tal vez bastante ingenua pero no alguien que pudiera jugarles una mala pasada. Algunos incluso afirmaron apoyo por la idea del juglar algo apurado por la cuestión de que apareciera un guardia. Entonces fueron manos que empezaron a mostrarse esperando que la joven repartiera monedas.

Mientras paso eso el hombre miro con molestia al juglar. “Esto es una estupidez, confiar que una niña pueda repartir bien y que sepa contar.” Dijo al resto aun con la mirada en Ashriel pero parecia que nadie la hacia caso. Finalmente se quedo parado con los brazos cruzados mirando a la multitud, era claro que el hombre no se sentía parte de ellos y esperaba algo.

Notas de juego

No te voy a pedir que cuentes o algo, pero que describas un poco como distribuis las monedas Amore.

Ashriel vos mientras podrias hacer varias cosas, pero entre ellas no esta una tirada para recordar mas al hombre XD

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26/10/2015, 15:56
Leonor Amore

A la jovencita no le gustó nada la expresión en el rostro del hostigador, el cual no parecía que se conformaría tan fácilmente con el resultado, por lo que se aseguró de no perderle de vista mientras las personas allí reunidas decidían que fuera ella quien repartiera el oro.

No obstante, y pese a la enorme carga que había recaído sobre sus hombros, Leonor dio un paso al frente con determinación y se acercó al tesoro, contemplándolo con una mezcla de pena y respeto hacia los hombres que seguramente había perdido la vida por su causa.

Acto seguido se agachó para contar el total de las monedas que allí había, así como el número de personas aglomeradas, incluyéndose a ella misma y a Ashriel. Una vez hecho esto, realizó montoncitos iguales y los fue repartiendo a los presentes, lo más rápidamente posible para evitar que la guardia apareciera por fin en la plaza.

-No sé lo que haréis con vuestra parte – dijo inocentemente la damita de cabellos de fuego – pero yo utilizaré la mía para comprar comida y regalarla en los hospicios… Espero que alguno se apiade de los necesitados y realice acciones similares con la suya, ya sea para desconocidos, o para amigos y familiares menos favorecidos. - Afirmó mientras terminaba de repartir.

Notas de juego

Ashriel, si no aceptas tu parte, yo te insistiré afirmando que tienes tanto derecho como cualquier otro, y te diré que puedes darsela a los necesitados :)

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02/11/2015, 16:02
Ashriel Leo Bevilacqua

Ashriel aceptó el montoncito de monedas que le daba la joven y asintió a sus palabras, para darle confianza y decirle que lo estaba haciendo muy bien. Su parte, desde luego, no pensaba quedársela, sino que se la daría a los más necesitados. Tomó nota para preguntarle después a Leonor qué era aquello de las casas quemadas. Sin embargo, ahora había hecho como que no la conocía, así que no podía destaparse. 

Además, algo más rondaba por su mente inquieta.

-¿Me conocéis de algo, caballero? -preguntó directamente, con tono quedo, volviéndose entonces hacia el hombre que había intentado que no repartiera Leonor el dinero del cofre naufragado. 

Notas de juego

Perdonad por el post tan cortito... últimamente mi tiempo es efímero... :(

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06/11/2015, 07:06
Narrador

Mientras repartía las monedas se daba cuenta que la sangre no era reciente sino que se encontraba seca y pegada a las monedas pareciendo que el mar no habia podido ni limpiarlas un poco de aquella tragedia que tenían encima.

Por su parte las personas presentes no parecían darle el respeto o la pena que la joven, notándose en sus ojos un ansia para que la joven les repartiera su botín. Algo que se evidencio mejor cuando las palabras de la joven llegaron a sus oídos. Algunos si bien no dijeron nada afirmaron y se apuraron a tomar las monedas, otro aseguraron que harian lo mismo pero se les notaba la mentira a una milla, luego estaban los graciosos que admitían que con las monedas se pondrían a alimentar contundentemente a algunas prostitutas y por ultimo estaban los más caballeros que le pedían que no los joda y que se calle.

El hostigador por su lado aun con una derrota en su hombro parecía contentarse ante las palabras y actitudes de algunas de las personas. Aunque sus ojos seguían moviéndose rápidamente buscando un lugar donde pudiera intervenir o al menos asi fue antes de la pregunta de Ashriel.

El hombre miro fijo al Juglar como si tampoco supiera la respuesta y se encontraba examinándolo para cerciorarse. “Si, estoy seguro que lo conozco.” Termino respondiendo pero sin darle una respuesta clara a Ashriel. Sin embargo algo en la memoria de trovador lo empezaba a identificar al sujeto o al menos recordaba que no era la primera vez  ni la segunda que lo veía en esta plaza, pero lo que empezaba a preocuparle era que por alguna razón sentía algo malo en este hombre. “¿Acaso no me recuerdas?” pregunto el hombre pareciendo disfrutar este nuevo escenario de duelo.

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08/11/2015, 23:03
Leonor Amore

Leonor se entristeció al ver tan de cerca la codicia humana, pero no pudo hacer nada para evitar que aquella gente se burlara de ella. Igualmente, tanto ella como Ashriel habían conseguido mucho más de lo que cabía esperar, puesto que finalmente nadie había salido herido a causa de aquel oro maldito y todo había acabado sin derramamiento de sangre.

No obstante, una vez que el reparto concluyó, la joven pelirroja permaneció atenta al hostigador y a la forma en la que trataba su nuevo amigo, aunque prefirió permanecer en un discreto segundo plano por si debía actuar de alguna manera ante aquella actitud tan sumamente hostil.