Partida Rol por web

Camila suspiro y sonrio algo divertida cuando noto el rubor de ella. “No pretendo que hagamos nada que se considere como una emoción fuerte, no te preocupes entiendo que ese sea tu deseo y te confieso que tampoco el mio. Lo que sugería era enseñarte toques y masajes simples, sin caer en un area sexual. Como ves nada del otro mundo…” le explico con una sonrisa amistosa que no mostraba motivos diferentes como los que había percibido la pobre huérfana del hombre enmascarado.

“Estas demasiado tensa Leonor, me gustaría ayudarte ahora mismo pero no quiero obligarte a pesar de que siento es lo adecuado para ti.” Dijo mirándola con lamentación, ella debía saber lo que le costaba a Leonor abrirse de esa manera pero contaba con la esperanza que su confianza aunque de pronto se le ocurrió una idea. De pronto saco su mano de ella. “Que te parece si solo lo hablamos, te sería mejor?”

Leonor la miró algo confundida antes de preguntarle algo más seria – Y… ¿en qué me ayudaría eso contra un hombre? Siento ser tan directa pero cualquiera que trate de propasarse conmigo no se va a limitar a toques y masajes simples… o al menos eso creo, por lo que imagino que no estaría preparada igualmente.

Tras mirarla fijamente, Leonor dio un suspiro antes de relajarse un poco más ante la propuesta de Camila – Está bien. ¿Qué deseas contarme?

Sonrió contenta que Leonor aceptara escucharla al menos, por lo que junto sus manos frente a ella para darle confianza en no las usaría en este ejercicio. “Ahí está el problema, vos lo piensas como lo que él quiere. Pero lo que hablaremos ahora sera para obtener lo que vos quieres.” Le aclaro como si fuera lo más simple a pesar que hasta ella misma lo pensaba algo complicado.

“Pensando en ese sujeto que te encontraste, queda claro que él te deseaba y te quería controlar manteniéndote agarrada para poder cumplir sus deseos con vos. Seguramente para desecharte más tarde como algo usado…” comenzó poniendola en perspectiva del tema que hablarían, sin importar que sonara algo duro. “Me agrada que pudieras escaparte de él, pero por lo que te escuche decir fue algo más que ver con la suerte que hayas podido escaparte de él.” Sentencio en parte adivinando gran parte de lo que paso, ya que le habia sido escueta en tus palabras.

“Me preguntas acertadamente de que servirán hacerle caricias o toques  y te diré que sirven para algo muy esencial este tipo de ocasiones. Sirven para que el otro piense que te ha ganado, que te ha dominado y que finalmente harás como él desea. Pero no será asi simplemente buscas que se confié y que crees una oportunidad para hacer tu futuro escape más seguro.” Explico con lo que parecía mucha confianza tal vez rebelando a la joven que ella tenía practica en estas cuestiones, aunque eso bien podía pensarlo antes la joven que posiblemente tenía una imagen algo lasciva de lo que pasaría ahora mismo.

“Pero primero es necesario que tengas confianza en ti misma, dejes de ser tan tímida como presiento que eres…” comento con una gran sonrisa mientras sus manos se acercaban a las de ella, uniéndolas para dejar escapar una risita. “Entiendes lo que digo?”

Leonor siguió las explicaciones de la tabernera rubia con todo lujo de detalles. No obstante habían muchas cosas que no conseguía enlazar. ¿Por qué había comenzado hablando de que lo más importante era lo que ella quisiera, para luego pasar a describir cuál podría ser una manera de engañarle para zafarse de su agresor? Fingir estar disfrutando no tenía nada que ver con lo que ella quisiera en realidad, aunque tenía que reconocer que engañar al contrario siempre era una buena forma de escapar de un apuro.

En cualquier caso, ella no podía decirle a Camila que su misterioso enmascarado era algo más que un hombre que deseaba poseerla y que la plaza estaba llena de criaturas como él. En primer lugar porque probablemente no la creería o la catalogaría de loca, y en segundo lugar porque sería muy peligroso para ella, por lo que se limitó a asentir dándole la razón.

No obstante, la joven pelirroja no estaba dispuesta a confiarse, puesto que poco a poco, Camila había vuelto a insinuar ciertas cosas que no hacían más que inquietarla, a la vez que volvía a acercar lentamente las manos hacia ella. Fue ese mismo instinto de supervivencia que siempre la sacaba de aprietos, el que le advirtió de nuevo que algo no andaba bien, por lo que, bostezando y estirándose visiblemente, le dijo a la tabernera.

-Vale, lo pillo. ¿Te importa que mañana sigamos con las lecciones? Estoy destrozada y no aguanto despierta.

Leonor esperaba que sus palabras dieran resultado, puesto que su siguiente opción sería salir corriendo de la habitación, y no le apetecía nada dormir en la calle aquella noche.

Cuando la vio bostezar no pudo evitar parecer algo molesta, aunque sus palabras le colocaron una sonrisa de nuevo en el rostro. “No, te preocupes trataremos mañana si no aguantas mas.” Dijo levantándose y con cariño acariciando su pelo. “Hoy fue un largo dia para vos, pero me asegurare que no sea así de nuevo.” Finalizo y calmada como estaba volvió a besar su frente.

Sin mas avanzo hasta la puerta y hecho una ultima mirada hacia la joven. “Duerme bien querida, ojala tengas un lindo sueño.” Se despidió dejando a la pequeña sola en su nueva habitacion.