“Me enseñaron desde chico a no pedir ayuda si podia hacer las cosas por mi cuenta.” Respondio con seriedad antes de suspirar y liberar un aire blanco que extramente no llamaba la atension de Imanu. “Aun no me esta costando por alguna razón meter esta carta. Tal vez deba intentar en otra boca.” Dicho eso se movio a otra de las bocas de Leon y trato sin éxito de meter esa carta que llevaba en la mano.
“¿Porque lloras? Ya me disculpe y lo siento pero no me sentí bien al estar ahí.” Comento con cierta vergüenza mientras pasaba su mano por su cabeza muy cerca de su lección en el cuello.
Nego con su cabeza ante su ultima propuesta. “Es que tu no sabes como soy, eres muy ingenuo Leo. Disculpa que te lo diga pero se nota. Incluso ahora cuando pareces llorar por mi….” Dijo el moreno sin mucha energía en sus palabras como si fuera algo que no quisiera decir mucho. “Leo te he engañado. No abandone al grupo de ladrones que nos permitieron encontrarnos de nuevo.” Admitió dejando el intento de meter la carta para dirigir su mirada a ella.
Escucharle decir que podía hacer las cosas por su cuenta volvió a ponerla triste al saber el verdadero resultado de aquella acción, aunque procuró mantener el tipo a pesar de la pena que encogía su corazón e intentó fijarse en la carta que llevaba en la mano el difunto. Dudaba mucho que tuviera una carta de verdad, pero quizá podía tratarse de una proyección al igual que las supuestas ropas que llevaba, aunque no estaba segura de nada de todo aquello y tampoco sabía si podría leerla.
-¿Qué… qué pone la carta que quieres meter? Pensé que no sabías leer ¿Es importante? Quizá pueda ayudarte. – Dijo temblorosa por la aflicción.
No obstante, cuando Imanu le dijo que la había engañado, la muchachita abrió los ojos como platos al escuchar de su amino que había estado ayudando a los sectários pero… ¿qué es lo que había hecho? ¿Era esa la razón por la que le habían matado? Su corazón latió muy rápido y, lejos de enfadarse, tan solo consiguió preocuparse aun más – Pe… pero…. ¿Por qué? Si tú mismo viste los monstruos que quisieron comernos. Dime que no les has dicho donde está la posada de los norteños.
La carta parecía casi pegada a él al menos por lo que notaba Leonor al verle fallar una y otra vez en meter esa carta. Prestandole mas atención a esta se veía que el papel donde estaba escrita estaba doblada dejando el mensaje escondido a simple vista.
“Yo…bueno hago lo correcto.” Decia el chico que se resistia a hablar y a pesar de lo que respondia no se veía muy seguro. “Mi abuela dijo que era raro, puedo hablar mas o menos el italiano pero se escribir el idioma de mi gente aunque no puedo hablarlo bien. Espero que entre los consejeros del Dogo haya alguien que sepa de nuestra lengua.” Comento con media sonrisa en especial cuando mención a su abuela, esa mujer que habias conocido primero.
“Es la dirección de la secta y algunos de sus planes.” Termino diciendo en un susurro rápido, tras tanta pregunta.
Ngo rápidamente cuando le preguntaste de la posada. “No, eres mi amigo no te traicionare en eso. Pero fui a robar con ellos y pienso seguir haciéndolo porque necesito vivir con el dinero que me dan. Vi sus monstros pero quise no pensar en ellos, que según me dijeron solo los usaban en casos de defensa. Lo que paso con nosotros fue…un accidente.” Comento no muy convencido pero posiblemente tratando de convencerse mas a si mismo que a ella.
Tras comprobar que el mensaje estaba a la vista, la jovencita trató de leerlo, aunque no dejó de escuchar las palabras de su amigo y de pensar en la abuela que la había ayudado no hace demasiado tiempo atrás. ¿Cómo estaría aquella veterana mujer? Y lo peor ¿Cómo reaccionaría al saber que su nieto ya no estaba en el mundo de los vivos?
-¿Cuáles son sus planes? Si… si quieres puedo transcribir en italiano lo que pone la carta. Casi nunca lo digo pero sé leer y escribir. – Le comunicó, siendo consciente de que ya no importaba demasiado que lo supiera – Imanu… ¿necesitas vivir con el dinero que te dan… o estás manteniendo a alguien? Porque si fuera por dinero, el norteño tenía suficiente para pagarte por tus servicios – Le preguntó, sintiéndose en la necesidad de ayudarle de alguna forma y desconociendo si todo lo que había hecho hasta ahora era para ayudar a su familia o a alguien más.
Cuando el chico mencionó que lo que pasó con ellos fue un accidente, Leo se guardó para sí misma sus pensamientos al respecto, puesto que estaba convencida que no había sido para nada así. No obstante, y tras su silencio, no pudo resistirlo más y dio u paso hacia adelante con el corazón encogido por la pena.
-Dime… ¿qué es lo último que recuerdas antes de estar aquí? Tengo algo muy importante que decirte. Un secreto que saben muy pocas personas, pero quiero que me prometas que tratarás de creerme y que no te asustarás. – Finalizó. Quería abrazarle pero no estaba segura de lo que ocurriría si lo hacía.
No pudo leer nada del mensaje lamentablemente si bien le había parecido que estaba en la vista este era muy complicado de ver y si lo que Imanu decía era verdad entonces ella no podría leer el contenido que tenía un idioma que ella no podría traducir.
“Los que yo sabía era que querían robar, pero empecé a presentir sería algo peor…” comento extrañamente agitándose y tocando finalmente su cuello. Aunque solo para rascárselo. “Leo. Yo no quiero ser un peso para mi familia, ni tampoco para vos. No sé qué trato tienes con el norteño pero no quiero arruinártelo. Por eso hice todo para irme rápido.” Comento suspirando de nuevo dejando un blanco humo de su boca.
“¿Cómo lo último que recuerdo?” pregunto confundido pero por el gesto de su rostro intento pero algo pasaba quedándose medio detenido en ese momento como si estuviera perdido. “Yo creo que estaba hablando con otros chicos, mientras escribía el mensaje con lo robado.” Termino respondiendo luego de un tiempo perdido.
De nuevo pareciendo normal como cuando estaban hablando antes escucho lo último dudando un poco al escuchar sobre el posible secreto. “He visto cosas feas no creo que me asusté mucho, pero si te creeré lo que me digas aunque no entienda a dónde vas.” Respondió el moreno esperando a ver que decías.
-Algo peor como asesinato, me imagino. Escuché que hubo una muerte en casa de una noble y que ella misma estuvo a punto de ser violada. – Respondió algo triste, pero conociendo la respuesta tras haber estado personalmente en casa de Lady Gianna. - De verdad, yo puedo escribir esa nota por ti y meterla en la boca del león si eso es lo que deseas.
-Tú nunca hubieras arruinado nada entre el norteño y yo… de hecho, una de las razones por las que me quedé junto a él fue porque me prometió tu seguridad y afirmó que intentaría evitar que esa secta siguiera utilizando a niños pobres – Le confesó sabiendo que no importaba nada que supiera todos sus secretos y deseando desahogarse con su difunto amigo – Verás… yo… yo también te he engañado. No me llamo Leo. Mi nombre es Leonor y el norteño me… hizo suya aquella noche. De alguna forma se ha encaprichado de mí y quiere que me vaya a vivir con él como su amante ¿Ves como ni aunque hubieras sido tu el que robó a sus hombres, tampoco le hubiera importado demasiado? – Dijo con los ojos vidriosos mirándole con cariño y enseñándole un mechón largo de su pelo para volver a esconderlo de nuevo, tras asegurarse de que ningún transeúnte la miraba.
Cuando su moreno amigo le respondió que no se asustaría de lo que tuviera que decirle, la joven suspiró profundamente. Esta era la primera vez que hacía algo parecido, y le aterrorizaba pensar que el resultado fuera catastrófico. No obstante le dolía pensar que su amigo permaneciera allí plantado sin poder encontrar el descanso eterno y sin saber que realmente estaba muerto, por lo que, tras tragar saliva totalmente atemorizada, comenzó a hablar – Imanu… lo siento mucho. Mi secreto es que yo… yo… puedo ver espíritus. Y por eso… por eso soy capaz de verte a ti. Ojalá hubiera podido llegar a tiempo para ayudarte. Para encontrarte antes de que te pasara algo tan terrible. Ahora lo único que puedo hacer es intentar cumplir tu última voluntad y ayudarte a que encuentres la paz
“Leo…es una noble. Peores cosas nos han hecho sus esposos o hermanos a nosotros. No los he visto llorar por ello.” Respondió Imanu, dejándose llevar más por un rencor hacia los nobles tan habitual entre los oprimidos que por la mala situación que tuvo que pasar la noble. Por lo demás no contesto a la propuesta de ayuda de Leonor.
Imanu se vio sorprendido ante el trato que tenías con el norteño que parecía no saberlo. Aunque mas le sorprendió las confesiones que siguieron saliendo de parte de la boca de ella dejándole sin palabras pero pareciendo hacerlo meditar bastante hasta verse mas transparente. “Lo siento mucho, no sabia que pasaba eso contigo. Tuve que ser mas sincero para evitar al menos parte de esto.”
Si el moreno habia pensado que nada mas le sorprendería esas últimas palabras lo dejaron mirándolo confundido y luego como si esperara que se tratara una broma de la recién descubierta chica. “No digas esas cosas Leo…nor. Yo no estoy muerto, al menos no aun. Respecto a lo que sería mi última voluntad creo que ya lo hiciste…” comento con una media sonrisa negándose a creerle. De pronto viste como la carta que tenía en la mano se introdujo en una de las bocas finalmente. “Bueno también quiero hacer muchas cosas más. Pero si fuera a morir dentro de poco creo que me aseguraría de contarte todo. Como que seguí con la secta, que yo robe al norteño y que me caes muy bien como mi amigo Leo..nor, me alegra tu compañia. Ojala te habría conocido antes.” Dicho eso sonrió grande acercándole a apoyar su mano en el hombro, haciéndole sentir un escalofrió por un momento a la joven hasta que dejo de sentirlo.
Sin que lo notara Imaru se había ido frente a ella, al cielo o al infierno u a otro lado sería algo que solo el chico lo sabría. Pero la tranquilidad en su forma de irse a diferencia de los demás espíritus que había hallado ella al menos le podría dar una buena esperanza que habría terminado en un mejor lugar que el terrenal.
Seguro tendras muchas preguntas, pero te prometo que esto tiene su sentido :)
Leonor no podía culpar a su amigo por pensar así de los nobles. A decir verdad, casi todos eran tan despreciables que era muy difícil no sentir indiferencia ante sus desgracias. No obstante, por alguna causa Gianna era diferente para ella. La dama tenía tanta energía que brillaba por sí misma, y estaba claro que se sentía atrapada en este mundo de hombres, y que trataba de hacerse un hueco entre los barrotes de la bonita cárcel de oro que habían dispuesto para ella, a pesar de que prácticamente estaba sola en el mundo.
Por todo ello, no dijo nada ante el comentario de su amigo y permitió que se desahogara, al mismo tiempo que continuaba sincerándose con él a medida que avanzaba la conversación. – No… no te preocupes. Como bien has dicho antes, los nobles toman lo que quieren de nosotros. Ni tu ni yo hubiéramos podido impedir lo que pasó – Afirmó para reconfortarle.
Entonces, todo pasó tan rápido que no pudo evitar quedarse totalmente quieta a su lado deseando abrazarle, mientras Imanu le confesaba todo aquello e introducía la carta en el buzón, sin poder reprimir un escalofrío cuando este posó su fantasmagórica mano sobre su hombro. De alguna forma, su amigo había conseguido alcanzar la paz y estaba sonriendo en los últimos momentos junto a ella. Leonor supo al instante que su alma no se quedaría atrapada entre dos mundos, y unas lágrimas, mezcla de tristeza y de consuelo, se abrieron paso en sus rosadas mejillas al tiempo que el sol adquirían las tonalidades cobrizas del atardecer.
-Te quiero Imanu… - Fue lo último que pudo decirle mientras la sonrisa de su compañero se desvanecía. El mundo se detuvo a su alrededor durante lo que pareció una eternidad, y cuando la noche calló sobre ella, la joven huérfana se escabulló al amparo de las sombras, lejos de los cadáveres colgados, de Selena e incluso lejos de su Domitor. Necesitaba estar sola para llorar en silencio, por lo que deambuló por los muelles sin un rumbo definido hasta donde sus pies la condujeran.
Ohhh que bonito y que triste a la vez. Bueno, pues puedes hacer lo que desees. Terminar este post aquí,continuarlo, o abrir otro mientras camina sola por las calles de noche ^_^