Partida Rol por web

La Busqueda

Escureciendo el espiritu (Cap 1.9)

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05/02/2016, 16:07
Konrad Földessy

Aquella respuesta pareció dejarlo pensativo. “¿Es eso cierto? Supongo que has olvidado lo agradable que se había sentido cuando estuvimos juntos y las ventajas que te he dicho antes que consigues consumiendo solo un poco de ella…” comento posiblemente tratando de tentarla. Si bien sus palabras no tenían la fuerza de lograrlo, la sensación dulce que volvía a recordar la joven con una precisión envidiable si lo hacía.

“Eso empezaría la creación de un vinculo entre ambos y como ya te dije te diferenciaría de otros humanos. Eso es algo que un vampiro puede notar y termina respetando. Al menos aquí y en demás ciudades donde la civilización se respeta.” Le explico escuetamente de nuevo evadiendo la parte más importante de este proceso.  

“Nada de nuestro encuentro donde me dio el golpe, eso es lo que le he sacado de su cabeza pero claro que me he ocupado de que este incidente no se repita a menos que alguien externo vuelva a influenciar a ese hombre a intentarlo de nuevo.” Le respondió pareciendo ignorar por el momento sobre la falta de confianza que demostraba ella. “Simplemente no vuelvas a hablar mucho de eso.”

Entonces cuando llego la súplica por parte de ella ya tenia su mano en la pera de ella, viéndose algo mas humano en su acercamiento. Aunque se habia quedado en silencio hasta recibir aquel piropo involuntario. “Mi hermoso rostro…” repitió para que no dejarle duda a ella que habia escuchado eso. “Tal vez se lo merezca, pero hay otra cosa que podrías darme que me causaría un mejor impacto. Un par de armas que te gusta usar con picardía en ciertos aspectos pero en otros tengo que esperar muy paciente antes de que voluntariamente me bendigas con su dulce toque.” Dijo con un tono mas delicado bajando sus ojos en medio de sus palabras a los rosados labios de ella, que habia reclamado tantas veces pero ahora solo pedia.

Se notaba que no quería volver a esos temas en ese momento y por eso habia tardado en responder a las preguntas que le habia planteado pero se ve que notaba la preocupación y determinación por fuentes iguales en los ojos de la joven. “Sobre la secta ya conozco lugares y he meditado un par de ideas. Aunque todo parece ser mas complejo de lo esperado…al menos si lo meditas un poco y ves el escenario desde otro punto de vista importante.” Comento con mayor seriedad como hacia con temas de carácter militar.

Notas de juego

Tiro autocontrol dif 8, para no sentirte tentada por la sangre. Si lo superas actua como si nada, sino no es que vayas a consumir pero no podras hacerte la que no te importa :P

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07/02/2016, 02:16
Leonor Amore

-No…no estáis siendo justo. Vos mismo me habéis prohibido hablar de temas privados que realizamos en una habitación fuera de ella y… ¿ahora me preguntáis? ¿Es esto una prueba? – Le tanteó algo confundida mientras añadía – Y no he olvidado nada, pero ya os dije que no deseo ese tipo de poder puesto que no estoy segura de que sea del agrado de Dios Todopoderoso – Le confesó mientras sus mejillas adquirían ese tono rosado tan característico que la hacía tan adorable.

Los dedos del Vampiro que aun sostenía su barbilla le resultaron tremendamente dulces, a pesar de que su espíritu trataba de mantenerse fuerte ante la convicción de que era una persona caprichosa y peligrosa de la que prefería estar alejada lo máximo posible. Escuchar como repetía las palabras que la habían traicionado al afirmar que le parecía terriblemente apuesto, también la hizo sonrojar, aunque no fue nada comparado con la petición de él de que fuera ella esta vez quien le besara.

-¿Perdonaréis a Josef si lo hago? – Preguntó con algo de reticencia, teniendo que realizar una lucha interior entre su conciencia, la cual se negaba a besarle en rotundo, y el deseo de volver a sentir esos carnosos labios rozando los suyos – Pe…ro nada de sangre, por favor – Le pidió dulcemente, justo antes de cerrar los ojos y acercar su rostro para realizarle el regalo que él mismo le había solicitado con gentileza.

Leonor se mantuvo unos segundos en silencio, tratando de asimilar que había sido ella la que le había besado esta vez, mientras escuchaba las respuestas sobre las investigaciones con respecto a la secta. Se encontraba extrañamente alterada por aquel contacto físico, notando como una oleada de placentero calor la envolvía y le impedía pensar con claridad.

-¿Qué escenario es ese? – Preguntó al fin, tratando de dominar su ajetreada respiración o el incesante latido de su corazón.

- Tiradas (1)
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11/02/2016, 21:00
Konrad Földessy

El vampiro la observo con una sonrisa que era una mezcla extraña que la joven casi no podía entender, sabia que parte de ella era diversión aunque también parecía haber cierto orgullo por ella. “Supongo que lo fue Leonor…” acepto mintiendo sin esconderlo mucho. “Como desees después de todo si algo debo aprender es tener mas paciencia, ya en algún momento te daras cuenta de que es lo que nos permite hacer Dios.” Comento acariciando mas del delicado rostro de la joven que sin pensarlo se mecía ante su mano.

“Lo hare.” Le respondió conservándose frente a ella esperando con seguridad el momento que vendría. “No habrá nada de sangre, lo prometo.” Se comprometió pocos segundos antes que ambos labios impactaran en esa dulce y lujuriosa unión que como prometió no acompañada con sangre.

El oscuro ser pareció aprovechar aquel momento bajando una de sus fuertes manos por el cuerpo de ella hasta llegar por encima de la cadera acercándola mas a èl como habia hecho antes en un deseo de sentirla junto a èl mientras estuviera en ese estado. “Que quien rige esta ciudad es un vampiro católico, incluso algunos lo llamarían un líder espiritual de nuestra comunidad. A eso hay que sumarle que es un hombre inteligente y atento, asi que porque permitiría que una secta de esta clase se instalara en su ciudad?” le respondió aunque tal vez no de la forma mas directa dejándole que ella misma se respondiera.

“Son estas cosas que vuelven al sur un lugar mas complejo de lo que debería, allá en el norte esto no ocurre y si pasara acabaría poco después de empezar.” Agrego pasando una de sus manos por los rojos cabellos de ella admirando la belleza de estos.

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13/02/2016, 23:59
Leonor Amore

Leonor desconocía por qué Konrad sonreía ante su confusión, e incluso comenzó a intuir que la trataba con condescendencia. No obstante, cuando escuchó que sería paciente con ella y que no le daría más sangre, la joven damita se permitió un suspiro de alivio, mientras la agradable mano del vampiro la acariciaba.

Entonces, sus rosados labios se unieron a los fríos de su acompañante, el cual aceptó su beso con pasión, mientras ella se esforzaba sin éxito alguno por no sentir nada en absoluto. El roce de las manos de él, deslizándose por su espalda consiguió hacerle sentir un escalofrío, mezcla de miedo y placer, y Leonor se encontró a sí misma inclinándose algo más hacia delante para sentir su contacto, tratando de usar el frio como excusa para no reprocharse su debilidad de espíritu.

-El príncipe que vi era ¿católico? Me resulta muy extraño teniendo en cuenta que no dijo nada ante las sugerencias de la príncipe de Ravena de enviar a Venecia a luchar por la causa del emperador, puesto que no había razón para ayudar a que la iglesia consiguiera más poder del que ya tiene, e incluso sería la excusa perfecta para deshacerse de ciertos indeseables que, según ella, habitan en estas tierras – Respondió, tratando de pensar en una razón coherente detrás de todo lo que sabía.

– No obstante, si es cierto lo que decís, una de dos: O no está al tanto de dicha secta y de sus movimientos, cosa bastante poco probable porque hasta vos lo sabíais, o les ha permitido estar en la ciudad para que cumplan alguna misión en particular. Esa secta es responsable de varias muertes muy concretas, y uno de sus secuaces intentó atentar contra la comitiva del cardenal, el día de su llegada. – Respondió sin saber muy bien por qué se lo contaba, mientras Konrad acariciaba sus cabellos haciendo que un agradable cosquilleo la recorriera.

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15/02/2016, 01:26
Konrad Földessy

Tras el beso se la quedo viendo con una simple sonrisa mientras la veía acercándose a èl de nuevo y con un corazón que latia con una rapidez tan atrayente en èl. Pero era claro que la joven deseaba aprender de ellos y èl lo estaba descubriendo mientras hablaban.

“El príncipe de esta ciudad es católico junto a muchos de su clan. Un clan que siempre ha estado ligado con la iglesia. Pero también es un hombre muy reservado sobre sus verdaderas opiniones en especial tras una propuesta de esa magnitud.” Comento pensativo y como si fuera a comentarle mas a la joven si era paciente. “Si tuviera que pensar en su decisión por lo poco que conozco y de lo que escuche de èl, entonces diría que es más posible que ayude a parte de la iglesia contra el emperador. No creo que tome la oferta de la Principe, pero supongo que ha decidido tomarse un tiempo para pensar la forma adecuada de declinarla. Es un hombre muy educado y diplomático, supongo que eso si abras notado.”

Se sorprendió ante parte de sus palabras. “Disculpa? Yo no sabía de esta secta. No lo supe hasta que Josef y vos me informaron.” Dijo pareciendo no comprender donde la joven había entendido lo contrario.

De pronto se quedó aun más pensativo con el resto de las palabras de ella. “Leonor tienes prueba que fueron los responsables de ese ataque? Te pregunto porque el ataque al cardenal no creo que sea algo que aprobaría el príncipe a conciencia. Si podemos señalar su culpabilidad el príncipe podría usar las fuerzas que desee para encargarse de ellos.” Le ofrecio por fin dándole una posibilidad para acabar con aquella secta.

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24/02/2016, 00:58
Leonor Amore

De nuevo aquella sonrisa del vampiro le produjo sentimientos enfrentados mientras trataba en vano de convencerse de que lo mejor era apartarse de él como fuese, en lugar de sentirse atraída como una polilla ante una luz, a medida que le revelaba aquella valiosa información.

Por todo ello, escuchó tratando de asimilar todo lo que le explicaba, en intentando comprender un poquito más sobre la naturaleza de aquellos seres y sobre aquello que les impulsaba a actuar como lo hacían. ¿Qué clan sería el que mencionaba? Había intuido que existían clanes diferentes gracias al libro prohibido que había leído, aunque aun no era capaz de distinguir cual era la diferencia entre un clan u otro, salvo quizá los poderes que albergaban.

-Entonces… Según lo que decís, es muy posible que el príncipe desee mantenerse neutral en todo esto. A decir verdad, la iglesia y el emperador están en una posición algo delicada, y una inclinación por uno u otro bando, sería el comienzo de una cuenta guerra, que muy posiblemente no desee para su ciudad, con toda la miseria y destrucción que esto podría generar ¿no es cierto? – Elucubró esperanzada, rezando a Dios para que aquel vampiro fuera tan versado y diplomático como Konrad afirmaba.

-Yo… por vuestra forma tan segura de hablar en nuestro primer encuentro supuse que ya conocíais de su existencia. La… lamento la confusión. – Respondió algo aturdida ante la respuesta de su hermoso acompañante sobre su desconocimiento sobre la secta, recordando perfectamente la seguridad y autoridad que emanó de su persona cuando hablaron de este tema la primera vez.

Entonces, y sin poder evitar sincerarse con él, la hermosa mujer de cabellos de fuego le relató con cuidado lo acontecido el día de la llegada del cardenal, cómo ella ayudó a un guardia a acabar con la vida de uno de los asesinos, cómo se dejó convencer para perseguir al último de los atacantes, y todo lo que ocurrió desde que le encontró, hasta que consiguió escapar a duras penas tras ver al pobre moribundo al que le habían extraído los órganos para dejarle morir en aquel lúgubre lugar. Tras ello, le explicó sus intentos de descubrir los verdaderos planes de aquellos que secuestraban huérfanos y sin techo, y le narró como el Alemán que casi la atrapa era uno de los secuaces del jefe sectario, el cual intentó vengarse de ella por herirle el brazo con su cuchillo.

Finalmente, permaneció en silencio contemplando los profundos ojos de aquel misterioso hombre, algo temerosa de que volviera a amonestarla por ponerse en peligro o de que intentara sobreprotegerla como ya había hecho no hace mucho.

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24/02/2016, 21:04
Konrad Földessy

Su gesto se volvió más serio pero no por ello más frio sino que parecía corresponder a la importancia del asunto. “Es algo complicado pero en pocas palabras es como entendiste. Seria neutral para las ciudades estados y para el mundo, aunque más adentro iria para un lugar más favorable a la iglesia. Al menos asi me lo imagino.” Comento el vampiro pareciéndose pensarse y sintiéndose algo cómodo con el tema dispuesto a charlar por mucho mas tiempo de este.

“Ningún vampiro desea una guerra en su hogar, en eso somos como los humanos. La miseria y destrucción tambien nos afecta por eso tenemos en general una actitud mas progresista en mejorar las ciudades en donde vivimos…” dijo con una sonrisa maliciosa quedándose fija en ella. “¿Te sorprende?”

No dio comentario algún de su suposición dejándola que continuara hablando para empezar el relato de sus días desde la llegada del Cardenal. Sus oscuros ojos parecieron ponerse mas atentos en partes del relato como cuando ella explico su ayuda a un guardia y ambos enfrentamientos con el Aleman. Pero no por ello no escucho el resto con paciencia.

Cuando termino deslizo su mano que ya la pelirroja parecía haberse acostumbrado desde su cadera a su espalda con cariño. “Gracias por contarme todo esto.” Agradeció tal vez compensando por la anterior discusión que tuvieron. “Has pasado por mucho Leonor, se nota que eres una joven muy valiente y noble. No me equivoque contigo.” Continúo halagándola dejando su mano quieta y sonriendo con un afecto palpable.

“Esto es algo que deberemos avisar al Principe. Este podría ser nuestro mejor acercamiento a esta situación con la secta y todo gracias a ti.” Comento para que supiera como continuarían este tema.

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28/02/2016, 02:15
Leonor Amore

Leonor se sintió algo reconfortada con las palabras del Vampiro, el cual confirmaba que el hombre que vio desde las alturas en aquella biblioteca, era realmente alguien capaz y bastante correcto y diplomático.

-No me sorprende puesto que es como vos decís. Una guerra tan solo trae miseria, sufrimiento y caos, y no creo que nadie en su sano juicio desee algo así para su hogar, entre otras cosas porque de este modo es más difícil de controlarlo, pero…. ¿Qué es lo que queréis vos? – Preguntó esperando que aquel hombre le respondiera con sinceridad – Este no es vuestro hogar, por lo que no estoy muy segura de qué preferís que le ocurra finalmente a mi amada Venecia. – Afirmó, esperando que no se tomara a mal su pregunta.

Cuando concluyó su relato y escuchó tanto sus palabras de agradecimiento como sus halagos, mientras se dejaba arropar con cariño, la joven pelirroja sintió una especie de agradable cosquilleo que recorrió su cuerpecito. De alguna manera, tener la aprobación de Konrad la hacía sentir bien de una manera que era incapaz de explicar de forma racional. Aunque cuando él habló en plural con respecto a comunicarle al príncipe lo sucedido, la damita alzó la mirada dejando sus inmensos y azulados mares fijos en los oscuros ojos del apuesto hombre por unos instantes - ¿Deberemos? Pensé que no querríais que ese vampiro tan importante me conociera. ¿Qué tenéis pensado exactamente? – Le tanteó, sin tener muy claro qué tenía en mente exactamente.

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01/03/2016, 00:13
Konrad Földessy

La pregunta le causo tal vez una sorpresa pero eso no quedaba claro porque su único gesto fue un levantamiento de una de sus cejas. “Yo quiero muchas cosas. Pero ninguna de ella es ver tu amado hogar en llamas, no porque en ese estado no podría controlarlo. Después de todo como dijiste no es mi hogar sino porque no deseo verte sufrir.” Respondió sin darle mucho tiempo a su respuesta convencido seguramente que eso era lo que deseaba escuchar su acompañante aunque nada en su tono hacia parecer que no lo deseara también. “Ten por seguro que no deseo que tu ciudad se meta en una guerra, ni que termine destruida por cualquier otra razón.”

Sonrio antes los gestos de cercanía de ella, también acercándose por su parte hasta que ambos quedaron en una posición mucho más cómoda para ambos hasta quedar relajados mientras disfrutaban el viaje. “Acaso te entendí mal? Pensé que deseabas hablar con èl también y que deseabas conocer más de nuestro mundo…” Respondió sin dar una respuesta a todas sus preguntas. “Aunque supongo que prefieres que sea todo a una medida más lenta para que te vayas acostumbrando.”

“Vos dijiste que no conocías a nadie mas de los nuestros, al menos personalmente, cierto?” pregunto aunque sin buscar una respuesta de su parte. “Yo seria tu primero en ese sentido…¿pero deseas conocer mas de los nuestros?” pregunto esta vez si dejando una pausa para que pudiera responderle devolviéndole su mirada con los ojos oscuros que tenia.

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06/03/2016, 01:14
Leonor Amore

La joven contempló ese familiar gesto del vampiro mientras alzaba una de sus cejas, volviéndole a parecer extremadamente atractivo pese a sus intentos por no fijarse en esos detalles. Afortunadamente las respuestas que le dio, lograron que prestara toda su atención justo antes de contraatacar con nuevas preguntas para su interlocutor.

-Y… ¿qué son esas muchas cosas que queréis? ¿Entonces es cierto que la razón por la que estáis aquí es porque deseáis controlar mi amada Venecia? – Inquirió, deseando conocer las verdaderas intenciones de Konrad para estar tan lejos de su hogar.

Pero cuando él le hizo aquella pregunta tan directa sobre si deseaba conocer personalmente a más criaturas de la noche, la damita de cabellos de fuego se detuvo unos segundos a meditar, para poder expresar con palabras todo cuanto le dictaba su corazón – Yo sí que deseo conocer más de vuestro mundo. Me gustaría entenderos para vislumbrar vuestras motivaciones e intereses y para ser capaz de ayudaros a convivir en armonía con los humanos… Además, jamás he tenido la posibilidad de platicar con personas tan cultivadas en toda mi vida, y sueño con poder tener acceso aunque sea a una mínima parte del saber que alguien tan longevo pueda aportarme. Pero… pensé que habíais insinuado que no era una buena idea que me dejara ver, puesto que puede ser peligroso para mí si ese príncipe descubre que estaba en la biblioteca cuando empezaron su reunión privada. Por lo que ahora estoy confundida… ¿Qué deseáis vos? – Finalizó, mirándole directamente con una expresión expectante en su delicado y rosado rostro.

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06/03/2016, 17:14
Konrad Földessy

Otro gesto familiar se le apareció a frente a ella en el rostro del vampiro que de repente se cerraba a ella por un segundo mientras la primera pregunta andaba en el aire aunque su segunda la hacía mirarla inquisitivamente antes de negar. “No se dé dónde has sacado eso, pero no es cierto. No solo no deseo control de tu ciudad sino que tampoco lo veo posible. La distancia para empezar ya crea una gran dificultad estratégica para lograrlo, luego están los demás detalles de tu ciudad que vos deberías conocer mejor que yo, al menos inconscientemente.” Termino respondiendo con seriedad dejando evidentemente la primera pregunta de la joven a un costado totalmente.

Konrad si bien no se lo vio sorprendio pareció más interesado cuando la joven se tomo un tiempo y le otorgó una respuesta mas compleja de la que seguramente se esperaba este. “Sigo viendo marcas de las enseñanzas de la iglesia en ti, aunque no te culpo suelen ser bastante buenos para meterse en la cabeza de la gente sin ningún de nuestros poderes. Por lo que permite corregirte que la gran mayoría vive con armonía con los humanos. Quienes no lo hacen son los mas salvajes entre nosotros a quienes son cazados inclusos por nosotros y luego están los que son tan feos que parecen como si estuvieran enfermos con la peste, lo cual como podrias pensar no atrae mucho la buena disposición de los humanos.” Le explico de nuevo con un tono paternalista que buscaba inculcarle sobre un error que ella cometía.

“Asi que deseas conocimientos de nosotros. Eso es muy bueno, es algo que puedo otorgarte en gran medida aunque algunos podrían darte más. Pero todo conocimiento que podamos darte pide que seas más abierta de mente y comprendas como verdaderamente esta formado.” Devolvió refiriéndose a su idea de obtener mas conocimiento “Aunque tendrías que tener cuidado con un clan que se dedica a decir que pretende a abrir la mente de muchos de nosotros porque su método solo lleva a la locura y eso es aun mas peligro.”

Fue hasta que el momento que sus palabras tendrían que llegar a su pregunta que se quedo en silencio meditando como habia hecho ella antes. “Yo te deseo a ti.” Respondio finalmente devolviéndole la mirada. “Se bien el peligro en el que estas por espiar una reunión privada de esa envergadura por lo que lo mas seguro es que estés conmigo que te presentes como alguien que me acompaña. Aquello puede que no aplaque la necesidad del príncipe para realizar un castigo pero habrá una diferencia clave entre que esta este contra ti o contra mi a través de ti.” Le explico con una frialdad que solo marcaba hechos de los que estaba muy seguro que terminarían pasando.

Dicho eso dejo una pausa para que la joven pensara lo que le decía antes de continuar. “Por lo que no solo puedo darte conocimiento sino seguridad…junto con algo que siento estas comenzando a sentir mientras te encuentras conmigo y sueltas un halago a mi persona.” Entonces una de sus manos fue a las de ella y la acercaron a la boca de este que deposito un beso en ellas. “Te puedo dar Amor.” Declaro sin dudas en sus palabra.

Notas de juego

Ahora si podes tener miedito :P

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08/03/2016, 00:34
Leonor Amore

-“Yo quiero muchas cosas. Pero ninguna de ella es ver tu amado hogar en llamas, no porque en ese estado no podría controlarlo” – Parafraseó con cierto retintín las palabras exactas que él había pronunciado segundos antes, para responder a su pregunta sobre de dónde había sacado esa idea. – Y si, conozco detalles sobre mi ciudad que seguramente vos desconozcáis, pero eso no tiene ningún mérito teniendo en cuenta que me crié aquí – Continuó con una sonrisa, justo antes de puntualizar – Decidme Rurik, ¿el comercio es la principal razón por la que estáis aquí, o asuntos algo más privados os han hecho realizar un viaje tan alejado de vuestro hogar? Comprendo que no me reveléis todas vuestras motivaciones, pero me conformo con un sí o un no – Le insistió con voz felina, posiblemente para saber hasta qué punto aquel vampiro estaba dispuesto a contener ese mal genio que le había visto con anterioridad, tan solo por ella.

Cuando su interlocutor mencionó a la iglesia, Leonor estuvo a punto de revelarle que a pesar de sus creencias, no era la santa biblia la que le había prevenido sobre la naturaleza violenta de los Vampiros, sino un libro mucho más oscuro. Un libro que había caído en sus manos de la forma más aterradora y que no había tenido más remedio que destruir tras haber memorizado para siempre su contenido. No obstante, la extraña obsesión que sentía por él, fue suficiente para que guardara silencio, y durante unos segundos se encontró pensando en la necesidad de volver a aquella impresionante biblioteca para colarse en su sótano prohibido y seguir buscando el resto del manuscrito.

Tan solo la mención de aquellos tan feos que parecía que estuvieran enfermos con la peste, la hizo volver al presente, puesto que la imagen de los dos vampiros que atendieron a la reunión le vino a su cabecita sin que pudiera evitarlo – Estoy esforzándome al máximo por ser todo lo abierta de mente que puedo. Tenéis que reconocer que ni me desmallé al veros la primera vez, ni fui derecha a la iglesia para delataros. Mis actos tan solo han demostrado un repetido deseo de supervivencia, y creo que huir del peligro es un reflejo intrínseco en cualquier criatura en su sano juicio. – Se defendió, frunciendo un poco la frente ante la mención de un linaje de vampiros capaces de conducir a la locura.

Pero, cuando Konrad le expuso su deseo y sus sentimientos tan abiertamente, volviendo a recordarle el piropo que ella le había regalado inconscientemente, la dama no pudo evitar sonrojarse de nuevo ante él, mientras sus azulados ojos se abrían de par en par a la vez que trataba de contraatacar con una excusa – No presumáis tanto. El hecho de que piense que sois apuesto no os otorga inmediatamente mi amor. He conocido hombres extremadamente guapos a los que he dejado plantados en mitad de una velada, por tomarse demasiadas confianzas conmigo, por lo que os sugiero que no seáis tan petulante. – Se defendió, pensando inmediatamente en Piero y en Dante, sin poder evitarlo, mientras su rostro se encendía con esa particular inocencia adorable que la caracterizaba.

Notas de juego

Jajaja, si que tiene miedito. Por eso saca las uñas ^_^

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08/03/2016, 17:57
Konrad Földessy

“Después de todo como dijiste no es mi hogar sino porque no deseo verte sufrir.” Parafraseo también terminando la oración de la cual ella había tomado solo la parte que le interesaba. “No porque en ese estado no podría controlarla, sino porque no deseo verte sufrir.” Termino abreviando esperando corregir el error en sus anteriores palabras.

Sonrió pareciendo divertido ante tus palabras sobre el mérito. “Desde mi punto de vista militar eso es un mérito muy importante, en especial si como dices fuera a invadir esta ciudad. Pero supongo que no planeo eso de poco nos sirve.” Comento encogiendo los hombros dejando la discusión ahí.

Ante su insistencia el hombre pareció querer dejar el tema de lado de nuevo aunque en ese momento se lo pensó mejor terminando respondiéndola. “No, el comercio no es mi prioridad aunque forma parte del todo por así decirlo. Uno no puede venir a un lugar sin una razón oficial Leonor, una razón para tus hombres y los guardias que custodian las aduanas.” Le fue respondió tal vez haciendo algo más larga su respuesta de lo necesario. “La razón principal es la búsqueda de información, ya que hace tan pocos años paso algo que nos ha golpeado fuertemente a todos los cainitas…” comento pareciendo a punto de corregirse su última palabra antes de continuar pero rápidamente se repuso continuando. “Es algo muy complicado pero ha cambiado muchas cosas y no para bien. Por lo que me gustaría saber cómo es el cambio que se viene pero lamentablemente para enterarme debo bajar al sur a esta tu ciudad.”

Sonrió con confianza ante la defensa de la joven mientras parecía aceptar ese combate. “Podría ser mejor…además los hechos que me das no son de alguien con mente abierta sino las de una superviviente como dices o tal vez de un cobarde con miedo de delatar a seres de los cuales no conoce todo su poder o influencia pero con la suficiente voluntad para correr lejos del peligro.” Le devolvió antes de agregar. “Ojo no te digo cobarde, solo doy otro posible ejemplo de persona que no revelaría nada y no se desmayaría ahí mismo.”

Aunque era claro que esa no era la discusión que más deseaba sino la que prosiguió enrojecimiento de las mejillas de aquella joven. Un gesto que sin duda la volvía más atractiva frente al vampiro que mostraba un sentimiento fuerte en sus ojos negros a diferencia del frio acostumbrado. “Lo tendré en cuenta. Aunque ahora mismo nos encontramos en una posición muy diferente a la que seguro has tenido con ellos. ¿O me equivoco?” pregunto con un tono más dulce volviendo a poner en labor a sus manos que volvieron acariciarla volviéndose algo más insistentes que otras veces. “Tu rostro falla estrepitosamente en intenta esconder tu deseo pero como antes usas tus palabras para defenderte de lo que vine. Igual no es algo que cambiara ya que es lo que te hace más atractiva para mi.” Le confeso sin la sutileza esperada en un noble. “Sin embargo me pregunto si en verdad vale la pena tal defensa en este momento.”

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10/03/2016, 00:43
Leonor Amore

Una risita cantarina se escapó de los labios de la joven huérfana por primera vez desde que Konrad la conocía. Jamás se hubiera esperado que el Vampiro la imitara de aquella manera, y mucho menos recitando frases que ella misma había usado con anterioridad, por lo que dicha acción le pareció un gesto más humano de lo que hubiera esperado de él.

También le miró divertida mientras él acentuaba el hecho de que no deseaba tomar ninguna acción relacionada con controlar su ciudad de alguna manera, justo antes de intervenir – Es bueno confirmar que vuestras motivaciones no son belicosas, aunque conmigo a vuestro lado quizá terminéis amando tanto Venecia, que no deseéis volver a vuestras tierras… Tenedlo presente. – Afirmó alzando un dedo en actitud aleccionadora, mostrando cierto aire digno en sus palabras para enfatizar su pronóstico.

Pero entonces, su interlocutor comenzó a relatar las verdaderas razones por las que se encontraba en la ciudad, y como era importante para él obtener unas respuestas que le alejaban tanto de su tierra natal. Hubiera deseado enormemente que le revelara qué era aquello que había sucedido entre los hijos de Caín, pero supo al instante que aquel no era el momento para ello, por lo que se obligó a ignorar deliberadamente ese asunto, centrándose en un tema que volviera a añadir un toque de humor a la velada.

-¡Vaya! Me habéis descubierto
– afirmó fingiendo exageradamente un gesto de sorpresa mientras se tapaba la boca con ambas manos – ¿Cómo he podido ser tan descuidada como para permitir que me leyerais como un libro abierto, descubriendo la cobardía que se esconde detrás de mis impulsos suicidas por salvar niños huérfanos de manos de sectarios, o intentar evitar un atentado contra el cardenal?... Sois realmente hábil – Bromeó, justo antes de que su cuerpecito volviera a tensarse ante las caricias que le proporcionó, haciendo que un cosquilleo recorriera toda su columna vertebral y se extendiera por su sedosa piel.

-E…era una posición muy diferente porque habéis escogido una góndola en medio de los canales, para que no pueda dejaros plantado en mitad de la velada – Volvió a defenderse, aunque esta vez con visible menos fuerza – Y… y… os tomasteis demasiadas confianzas conmigo desde el principio sin que pudiera hacer nada para deteneros – Contestó, aun más sonrojada si cabe, sin saber qué era lo que pretendía poniéndola nerviosa de aquella manera, mientras su corazón comenzaba a latir cada vez con más rapidez.

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10/03/2016, 19:06
Konrad Földessy

El vampiro pareció complacido de conseguir esa risa cantarina ante su gesto, pareciendo parte de su objetivo aunque encogiendo los hombros ante la continuación de la respuesta de ella. “Tal vez consigas que me guste esta ciudad y tenga deseos de visitarla más de lo que he hecho en los años, pero lamento decirte que ninguna otra ciudad reemplazara el amor que tengo de mis tierras.” Dijo con una sonrisa calmada. “Aunque sin duda por el orgullo que muestras seguramente lo intentes igualmente así que buena suerte.” Termino concluyendo con algo de humor.

Por un momento se quedó esperando tras responder sobre sus razones por las cuales había venido a Venecia, posiblemente esperando que la curiosidad de la joven le ganara e hiciera más preguntas pero su silencio lo dejo algo confundido.

Aunque el humor de la joven lo volvió a entusiasmar a pesar que ella había tomado su comparación por el lado equivocado pero lo dejo pasar. “Como dije no te decía cobarde, que lo tuyo fue muy valiente. Pero bueno si seguimos con esto he escuchado unas cuantas historias de cobardes que superaron sus miedos por su bondad.” Le respondió en un desafío como si ahora dependiera de ella sacarse el nombramiento de cobarde que se habia puesto ella misma.

Una pequeña risa se escapó de Konrad ante la pobre defensa de Leonor. “Lo primero siempre es escoger el mejor terreno.” Le susurro cerca del rostro como si le digiera un secreto, dejando un tiempo antes de sellar sus labios con uno de sus dedos antes que nombrara aquella noche. “Hiciste cosas para detenerme, pero luego comprendiste que no deseo hacerte daño, Leonor. Pero aun así te resiste como si no supieras lo que pasara ahora mismo…” dijo dejando una pausa para que la mente, que según pensaba estaría muy activa con pensamientos lascivos ahí mismo, de la joven empezara a imaginar cómo continuarían. “Porque debo pelear con esa resistencia es que puedo parecer muy confiado, pero sabes que en lo privado no soy así.” Termino agregando de nuevo con vos baja en un secreto entre ambos.

Entonces Leonor noto como la fuerte mano descendió de su boca hasta llegar a las piernas, donde comenzó sus caricias que se internaron hasta cierto punto por debajo de la falda. “Eres muy hermosa Leonor, no sé si te has dado cuenta que tu presencia me hace sentir más vivo que en años pasados. Por eso es que hay veces que no puedo resistirme.” Siguió comenzando pasando su rostro por el costado del de ella hasta que sus labios descansaron el cuello de ella. “Puedes detenerme ahora mismo gritando por tu vida…pero entonces te perderás este placer para ambos y no descubrirás más de nosotros.” Dijo aunque simplemente no le dio demasiado tiempo dándole una lamida cálida al cuello de ella antes de dar un mordisco que pretendía drenarla.

Fue de nuevo en ese momento cuando lo pudo sentir mas vivo al hombre que ya la tenia rodeada y oculta bajo su gran figura, pero como antes la sensación que tenia en ella misma era diferente a lo que debería. Recordando intensamente su anteriores mordidas incluso una que no comprendía muy bien como había pasado pero quien lo hacia era diferente a Konrad*.

Notas de juego

*Si lo dejo enigmatico.

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11/03/2016, 19:05
Leonor Amore

-No es muy difícil que lleguéis a amar Venecia. Es un lugar lleno de sueños, donde las estrellas siempre iluminan con un resplandor diferente, seguramente dotadas de las risas y el buen humor de sus habitantes. – Le contestó sin darse por vencida, no sabiendo por qué trataba de hacerle desear permanecer aquí, cuando lo más sensato hubiera sido que se fuera para no regresar y saliera de su vida para siempre.

La mirada confundida de Konrad sí que la sorprendió, y se encontró pensando que quizá sí que hubiera deseado desvelarle un poquito más sobre lo que sucedía en el mundo de los vampiros de lo que ella imaginó en un principio – Me habéis calado. Soy tan buena que soy tonta, puesto que si no, no estaría intentando cambiar vuestro agrio humor anterior y sustituirlo por esa sonrisa que veo en vuestros labios. Directamente os hubiera considerado un caso perdido y habría intentado alejarme de vos lo más posible – Contraatacó como respuesta con un brillo divertido en sus azulados ojos justo antes de añadir, tentando un poco la suerte – Entonces… ¿Qué ha pasado y que es lo que ha cambiado entre los vuestros que vos hayáis averiguado?

Pero cuando Konrad se inclinó hacia ella para susurrarle, afirmando que este terreno no había sido escogido al azar, y la silenció suavemente poniendo un dedo entre sus labios, el pequeño cuerpecito de Leonor tembló sin que pudiera evitarlo, haciendo que su corazón latiera con intensidad, mecido por el murmullo de las pequeñas olas que golpeaban contra la decorada superficie de la góndola – Yo… yo…. Comprendí que no tenía nada que hacer contra vos, por eso no me resistí más. – Se justificó con voz temblorosa al notar como la regia mano del Vampiro acariciaba sus piernas justo por debajo de su falda, y un cosquilleo la recorría sin que pudiera hacer nada para contenerse.

Entonces, aquellos dulces halagos endulzaron sus oídos mientras los labios de él se situaban con cuidado en su palpitante cuello, justo antes de que su pequeño mundo se viera envuelto en un centenar de emociones diferentes, dejándola totalmente desbordada y a merced de aquel nocturno depredador, al mismo tiempo que le abrazaba de forma inconsciente conteniendo el aliento y con los ojos muy abiertos a causa de la sorpresa. De repente, una imagen quedo gravada en su mente al tiempo que sentía como su sangre era sustraída produciéndole un placer indescriptible.

-Yo… vos… ahhhh… no habéis sido el único… pero ohhhh….. ¿Cómo es posible? – Afirmó para sí misma, mientras continuaba unida a él por ese peligroso y placentero vínculo que amenazaba con volverla loca.

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12/03/2016, 04:52
Konrad Földessy

Pero tal vez otra parte de Leonor trataba de hacerle ver lo bueno de su actual hogar para que no la lleve lejos a sus tierras, donde posiblemente la comparación seria muy complicada. De cualquier forma fuera cual fuera el pensamiento de la joven el vampiro pareció sentirse atraído a revisar aquellas estrellas que la joven le decía y que en esa noche brillaban con una magnifica luz que se asimilaba bastante a las descripciones de ella.

“Es una linda ciudad…” admitió aunque un orgullo en ti no podía permitir un halago tan chico para tu ciudad. “Pero mis tierras tienen una naturaleza tan asombrosa que uno no necesita ver al cielo para quedarse impactado. Ni que hablar de los habitantes que si bien tienen que sobrevivir en un ambiente más hostil que el de Venecia no terminan de perder su humor y felicidad aprovechando mejor la vida que muchos aquí. Ademas que la falta de tiempo libre los alejan de malas costumbres como los duelos y las intrigas que abundan aquí.” Comento decidiendo pasar a una mayor ofensiva para dejar mejor al lugar donde venía.

La suerte y la paciencia del hombre parecieron estar de su lado, consiguiendo una media sonrisa que parecía mostrar una aceptación de las palabras de ella. Aunque esa sonrisa se desvaneció enseguida ante la última y directa pregunta de ella. “Se ha muerto uno de los nuestros…alguien muy preciado que era visto de varias maneras aunque ninguna de ellas no positiva. Algunos lo veían como un ángel guía, otros como un mesías y otros como un ejemplo de lo más santo que podíamos convertirnos.” Respondió con un tono serio casi pareciendo triste. “Ha cambiado mucho aunque eso ha ocurrido en mayor parte en el interior de cada uno. No sé si me explico…pero algo así como la esperanza y la felicidad  ha sido un poco perdida entre los nuestros.”

Pero antes que ella pudiera pensar el gran peso de lo que escuchaba toda la conversación se fue a un tema mas simple pero con mayor impacto para ella.

Las palabras de ellas pudieron haber hecho una brecha en los deseos del hombre, pero esto no se notó ante el movimiento de este que continuaba su deseo alimentándose de ella dándole una mezcla de placer y calma que tan pocas veces había sentido en su corta vida.

Mientras sus fuertes manos continuaban sus avances por las finas piernas de ella hasta internarse más allá de lo que podría considerarse adecuado en un lugar tan público como una góndola en medio de los ríos de la ciudad. En sus caderas se concentraron en separar sus piernas para permitir la entrada del fornido cuerpo de Konrad que pretendía realizar un osado contacto con ella.

Aunque su mordido no término siendo tan eterno como en un principio sintió con deleite ella, sintiendo una larga y acalorada lamida en ella. “No podemos continuar asi…no aquí Leonor. Quiero terminar esto en un lugar más privado.” Dejo dicho en el oído de ella con un susurro mas que tentador para cualquiera. Aunque habia algo en ella que no terminaba de hacer sentir inquieta a la damita.

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13/03/2016, 01:08
Leonor Amore

Leonor imaginó los parajes, las gentes y las costumbres que le describía, como si de uno de los innumerables libros que adoraba devorar se tratase. No obstante, arrugó su naricilla ante las comparativas, no pudiendo evitar soltar un comentario mordaz ante las insinuaciones del noble, el cual no había podido evitar contemplar el firmamento cuando ella se lo había mencionado.

-Tergiversáis mis palabras, puesto que yo jamás he dicho que necesitéis contemplar el cielo para quedar maravillado. De hecho, Italia es tan rica en cultura hecha por el hombre, como en bellísimos parajes naturales… No podéis negar que, gracias a esas malas costumbres que censuráis debido a esa abundancia de tiempo, Florencia y Venecia son el centro neurálgico de arquitectura, pintura, escultura, música y literatura plagada de librepensadores y novedosos artistas de todo tipo, capaces de crear las más bellas obras de arte plasmadas por el hombre, así como un lugar de contemplación donde residen la gran mayoría de tomos, papiros y pergaminos más antiguos de la humanidad. –Le aleccionó, no sin antes darle algo de crédito al hogar de su interlocutor, al añadir – Aunque esto no es una competición, sino un intento por mi parte de que disfrutéis de vuestra estancia aquí, a pesar de las razones que os han traído a mi ciudad, puesto que de seguro vuestras tierras son extremadamente bellas e interesantes.

Cuando Konrad reveló el asesinato de uno de los suyos, la jovencita abandonó su sonrisa para escuchar atentamente, e intentar asimilar las repercusiones que la muerte de una criatura supuestamente eterna debía conllevar. Parecía que aquel Cainita no solo era un Vampiro, sino alguien capaz de imbuir esperanza en los corazones de aquellos que caminaban entre las tinieblas… Desde luego, si era verdad, aquello era una tragedia, y Leonor pudo hacerse una idea de la pérdida que un líder espiritual de tamaña importancia podía llegar a suponer.

No obstante, cuando los colmillos de aquel hombre se clavaron en su delicado cuello, la huerfanita no pudo hacer otra cosa que emitir pequeños gemiditos mientras que su corazón acompasaba el fluir de su sangre con la del Vampiro. Las manos de su amante fueron avanzando peligrosamente hasta lograr separar sus piernas, llegando incluso a alcanzar su intimidad. Los suaves dedos de la joven pelirroja se crisparon mientras se aferraban a la espalda del hombre que la sometía de aquella manera, mientras su mente se esforzaba por luchar contra lo que su cuerpo deseaba, y subconsciente, siempre alerta, la prevenía del peligro que se cernía sobre ella si continuaba junto a aquel hombre que se estaba alimentando de su propia sangre.

Pero entonces, la magia que la había hechizado hasta el punto en que hubiera aceptado cualquier cosa, se fue mitigando lentamente como un bálsamo, cuando esa suave lengua de seda lamió con delicadeza su cuello, y el Vampiro le sugirió que continuaran aquella velada en la intimidad. Mientras le miraba aun embelesada, asintiendo a su petición, su cabecita comenzó a tomar de nuevo el control de sus acciones y le sugirió que, en el momento en que la góndola tomara tierra, huyera lo más rápidamente posible de él sin mirar atrás.

Notas de juego

He apelado a su conducta superviviente para querer simular estar conforme, y salir corriendo de nuevo, nada más tenga ocasión. :)

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13/03/2016, 06:07
Konrad Földessy

Tu descripción pareció mantenerlo interesado, incluso pensando mientras sencillamente asentía ante ciertas afirmaciones que decía ella. “No hay duda que las personas en esta ciudad han hecho algo impresionante e único. Incluso me atrevería tomarme un par de días más en tu ciudad para ver lo que me falta.” Afirmo aceptando tus palabras junto a la propuesta de no competir.

Aunque ello junto al asesinato del mesías habían pasado a un segundo plano con el accionar de Konrad que a pesar de algunas palabras de Leonor continuaba en su lascivo cometido, tal el que había sido el objetivo de esa velada. Pero la joven no lo sabría.

Finalmente en ese momento de claridad que ambos tuvieron, el cainita se movió hacia delante dando un par de palabras al dueño de la góndola para que volvieran inmediatamente a la tierra. Poco le tardo hacer eso al hombre que obediente como había permanecido lo se fue acercando a los bordes, pero lamentablemente para Leonor pareció percibir la intensión de Konrad.

Luego de una recomendación de parte del remero terminaron llegando a una posada con una entrada para góndolas, donde entrarían directamente sin necesidad de estar buscando algún lugar por la calle y facilitándoles lo que pasaría. Aquello fue desmotivador a pesar de que por momento quedo sola porque Konrad se puso a hablar en privado con el hombre antes de que partiera. Pero solo algo parecia cambiar que era su sensacion rara que extrañamente desaparecio dentro de ese lugar.

Notas de juego

-1 dado por usar la palabra neurálgico :P

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13/03/2016, 21:34
Leonor Amore

La joven sonrió ligeramente ante la capitulación del Vampiro hacia su preciosa ciudad, no obstante todo aquello dejó de tener importancia en el momento en el que Konrad se apropió de su cuerpecito y comenzó a moldearlo mientras se alimentaba de ella.

Cuando finalmente se apartó de ella para acercarse hacia el gondolero y solicitarle que volviera a tierra, Leonor volvió en sí y comenzó a sopesar la mejor manera de alejarse del vampiro sin que pudiera seguirla, para evitar que pudiera propasarse después de lo que le había hecho en el comienzo de su cita. La joven pelirroja no pensaba ponerle las cosas tan fáciles a aquel hombre, y pese a que ahora todo parecía más calmado, no tenía la menor intención de olvidar ni por un instante el trato recibido hace menos de media hora.

Cuando el gondolero escogió aquella entrada de posada para atracar, la joven huérfana no se desanimó, y aprovechó el hecho de que Konrad estaba ultimando el pago con el barquero para sonreír con expresión inocente mientras preguntaba – Si me lo permitís, voy al excusado mientras acabáis. No tardaré – Finalizó con voz melosa mientras se alejaba, sabiendo que las letrinas siempre se encontraba en la zona exterior. Una vez allí, pensaba correr con todas sus fuerzas para alejarse del vampiro. Después ya pensaría qué hacer a partir de allí.

Notas de juego

Supongo que eso que has dicho es una broma :P