Partida Rol por web

El capitan termino negando con su cabeza. “Si pretendían entregarle una carta personal a él deberian conocer su nombre o al menos eso pienso yo.” Comento como respuesta al interrogante de Leonor. “De nuevo deben disculparme pero esa pregunta va mas allá de lo que tengo permitido relevar sin la autorización de mi señora.” Aclaro para darle aunque fuera una respuesta lamentable a las expectativas de ella.

Sin embargo antes que la sesión de preguntas continuara, un golpe en la puerta del capitan lo hizo dejar la copa. “De quien se trata?” pregunto mirando por sobre los hombros de ellas concentrándose en la puerta. La respuesta fue de uno de los marineros que le informo al capitan que la señora habia llegado y deseaba hablar con el en privado.

El hombre apurado se movió rodeándolas a ambas. “Disculpenme. Le dire de su visita y pronto vendra aquí.” dijo antes de dejarlas solas en su habitacion.

La joven pelirroja miró al capitán como si tratara de identificar si era así de tonto o si estaba burlando de ella. No obstante, ante la respuesta de aquel hombre, Leonor no tuvo más remedio que intervenir.

-No pretendemos darle ninguna carta, sino un mensaje en persona. Preguntaros por su nombre tan solo era para corroborar su identidad y para poder estar segura de que no hacemos perder el preciado tiempo de vuestra señora, aunque me sorprende bastante que confirmarle el nombre de un italiano sin título a Lady Scarpati sea un problema para nadie. – Afirmó, haciéndole ver que el hecho de tanto secretismo hacia un nombre importante de Venecia por un supuesto don nadie, era una irregularidad bastante notable que tan solo hacía levantar sospechas.

Cuando el capitán salió del camarote de forma precipitada dejándolas allí, Leonor miró a Gianna al tiempo que decía – ¿Os apetece salir a tomar el aire a cubierta? ¿Quién sabe? Quizá podamos encontrar al chico misterioso del que todo el mundo tiene prohibido hablar. – Preguntó con la esperanza de que Theo pudiera encontrarse allí esperando fuera mientras el capitán y la señora hablaban. Desconocía si su amiga querría irrumpir en el camarote de la dama noble, aunque la seguiría decidiera lo que decidiera.

Gianna observó al capitán con cara de pocos amigos, no le gustaba para nada el hecho de que tratara aquel asunto como algo vetado para ellas y que se sintiera con el poder suficiente para pasar por encima de su título nobiliario. Resoplo y dejó que Leonor respondiera pero al poco lo hizo ella.

-Capitán, aprecio mucho su recelo para con señora pero no estamos aquí para hacerle daño o hacerla caer en algo turbio... Simplemente estamos buscando a ese joven y nadie ha dicho nada de una carta... Entiendo perfectamente que este es su barco y no quise llamar a las autoridades para una nimiedad como está.

Una a seguir cuando llamaron a la puerta, se encogió de hombros y esperó a que el hombre saliera.

-Estoy bien, Leonor. No quiero salir, será mejor que esperemos pero siento que ocultan algo y me estoy cansando. ¿Bastien? Tú y tus hombres estén atentos, querido... Espero que esto no se ponga raro.

“Me disculpo entonces, el italiano no es mi primer idioma y sus palabras me dieron una impresión muy diferente. De nuevo me disculpo.” Dijo agachando su cabeza tanto para Leonor como para Gianna. Por lo demas no dio una respuesta al tema de su reticencia a dar un nombre, no porque no pudiera por el aviso de la llegada de su señora sino porque parecia no querer darlo.

Mientras ambas charlaban Bastien ya parecia sospechar de la reunion y cuando escucho las palabras de Gianna asintio incluso sugiriendo por lo bajo para ella que fueran afuera como sugería Leonor. Explicando que de ahí seria mas facil salir si era necesario. De cualquier forma espero listo a como continuaban los acontecimientos.

Ninguno de los presentes tuvo que esperar mucho tiempo antes que la puerta volviera a abrirse. Pronto entro una mujer muy bella aunque con un rasgo bastante fiero en su rostro casi perfecto, su forma de moverse era como la de una dama noble que buscaba mostrar autoridad y parecia lograrlo ya que ambas se sentian extrañamente pequeñas frente a ella a pesar que la mujer no parecia muy mayor a Gianna.

Sin decir nada fue a la silla del capitan sentandose y mirando a ambas. “Me disculpo por no estar presente para recibirlas cuando vinieron. Mi nombre es Hypatia Soiledis, aunque supongo que ya lo saben.” Dijo en una escueta presentacion. “Mi capitan me hablo de un…mensaje que desean darme en persona a mi y a uno de mis nuevos sirvientes. Lo que me parece correcto pero no entiendo porque la necesidad que este ese sirviente presente….” Comento mirando a ambas como buscando una respuesta pero sin embargo realizo un gesto con la mano a alguien tras de ellos.

De pronto un hombre de pelos oscuros entro al lugar. Su rostro se veia frio e incluso aburrido sin darle mirada alguna a Gianna ni a Leonor, a la cual su corazon quedo quieto ya que a pesar de los gesto y ahora el atuendo algo mas refinado ella estaba casi segura que era su hermano perdido. Este siguió el camino que habia realizado la noble aunque su posición fue mas a una de las ventanas de la habitación del capitan. Theo parecia haber cambiado mucho creciendo hasta parecer mas un hombre que el niño que recordaba Leonor, pero lo que mas le importaba a ella era su desinterés por ella. "Bien ahora cual es el mensaje que quieren darme."

Leonor miró por última vez al capitán, antes de que saliera de la estancia dejándolas solas. Ese hombre mostraba un falso respeto, cuando en realidad tan solo las estaba tratando con educación para mantener las apariencias y les estaba negando deliberadamente algo que sabía de sobra.

No obstante, cuando Gianna decidió quedarse, Leonor no insistió más, a pesar de que se moría de ganas de salir a cubierta para saber si Theo estaría fuera mientras Stavros hablaba con su señora, y pese a la sugerencia de Bastien.

Pero la griega no les hizo esperar, entrando en el camarote con una elegancia y belleza que hizo que Leonor no pudiera evitar mirarla con la boca abierta, quedándose maravillada por su porte y por la fiereza de su mirada.

Cuando la noble se presentó y les preguntó por qué deseaban que su sirviente recibiera también el mensaje, Leonor estuvo a punto de responder casi movida por el tono independiente y autoritario de la dueña del barco. No obstante, las palabras se quedaron mudas en sus labios cuando, tras un gesto de su mano, Hypatia hizo que su querido hermano apareciera de entre las sombras, para mirarlas casi con hastío.

-Theo… - Dijo sin poder evitarlo, mientras unas lágrimas se escapaban de sus mejillas, fruto del alivio que le supuso saber que la persona que más amaba en este mundo y que había cuidado de ella desde que recordara, no había sido asesinado y arrojado a algún canal de su amada ciudad. Pero… ¿Por qué casi ni la miraba? ¿Acaso aquella mujer le había hechizado? O ¿O quizá Theo estaba intentando protegerla de algún peligro fingiendo no conocerla?

En cualquier caso, la hermosa damita no estaba preparada para algo así, por lo que, olvidando el protocolo, se echó a los brazos de su hermanito al tiempo que le decía - ¡Oh Theo! Te he buscado por todas partes temiendo lo peor. Pensé que… te había perdido para siempre. Estoy tan feliz de volver a verte…. – le confesó al tiempo que se giraba hacia la dueña de su hermano - ¡Gracias hermosa dama! No sabéis lo mucho que os agradezco que me hayáis permitido verle sano y salvo.

Gianna se quedó mirando a la mujer, en verdad era imponente pero ella ya estaba de mal humor y eso no iba a cambiar en bastante tiempo.

-En realidad, señora, el mensaje es que estamos... Estábamos buscando a...

Hizo silencio porque el hombre que entró con la dama parecía ser el hermano de Leonor y el chico era tan apuesto como la pelirroja. Gianna se vio sorprendida gratamente.

-Pues al hermano de mi doncella.

Tenía que darle un lugar a Leonor o los tiburones se las iban a comer pero aunque estaba atenta a Hypatia, no podía dejar de pensar que el muchacho había reaccionado de una manera rara a la presencia de la chica.

Los brazos del hombre no esperaron por ella, aunque por final sus ojos la observaron con mayor atención al ver que se acercaba a él. Pero tan rápido como se dio cuenta de las intensiones de ella se fue alejando y con una mano en el hombro de ella detuvo su avance para que parara.

“No se quien eres pequeña. Pero no soy quien buscas.” Le respondio en una voz algo mas grave que la del theo que ella recordaba, con un acento también algo mas distinto. “No soy tu hermano. No tengo familia, toda murio hace tiempo.” le informo pareciendo dolido con las palabras.

Dicho eso miro a su señora la cual no se habia levantado aunque miro la escena que realizo con Leonor con cierta molestia. El chico nego su cabeza a Leonor y luego lo hizo a su señora antes de volver a poner un espacio a Leonor.

“Mi siervo no me mentiría a mi. Por lo que lamento decirles que no es el hermano que buscan. Dios sabe que las ayudaria si estuviera en mi poder ya que donde vengo se han perdido muchos hermanos, padres y tios.” Dijo la mujer en un tono neutro mientras suspiraba cerrando sus ojos profundamente.

Al abrirlos dedico su atención a Gianna.“Hay algo mas en que pueda ayudarlas?” pregunto.

La jovencita no se esperaba que su hermano la rechazara. Puede que su acento fuera algo diferente, y su voz sonara un poco más grave, pero ella estaba segura de que era Theo, y también conocía el poder de los vampiros para moldear a la gente a su antojo… también sabía que una vez que tenían una presa, rara vez la dejaban marchar y posiblemente no había nada que pudieran hacer en estos momentos.

Ahora entendía por qué nunca había vuelto a buscarla. Aquella mujer que la miraba con desagrado le había convertido en un títere a su merced e incluso le había hecho olvidarse de la única familia que le quedaba. No estaba dispuesta a dejarle, pero ahora mismo tan solo esperaba que su amiga la ayudara a trazar un plan que pudiera darle algo más de tiempo.

No era el momento para echarse abajo, por lo que Leonor soportó como pudo aquel rechazo, para volverse hacia la noble con fingido respeto – Os agradezco vuestras palabras. Yo… siento profundamente el malentendido. Mi hermano es…era muy parecido a vuestro sirviente – Dijo volviendo la mirada hacia el joven - ¿Cómo os llamáis? Si me decís que vuestro nombre es Theo, será toda una coincidencia. En cualquier caso, sería un placer poder volver a veros, si no os importuna. – le sugirió, mirándole con sus profundos ojos azules mientras le sonreía con ternura.

Gianna estaba tan de mal humor pero al mismo tiempo la vista le era agradable asi que podía alargarla un poco más.

-Es una pena que no sea el hermano de mi doncella, Lady Hypatia, hemos hecho de todo para llegar hasta vos.

No entendía cómo podía no ser el hombre que buscaban si un hermano no debía olvidarnunca a otro pero supuso que ella no sabía nada de eso y sin embargo aquello le había hecho sospechar.

-Me disculpo si os hemos hecho perder el tiempo y para resarcirme, me gustaría mucho que vengáis a cenar esta noche en mi casa, no puedo menos que ofreceros esa cortesía.

Se levantó y tomó la mano de su doncella para tratar de tranquilizar la situación y sonrió a la mujer hermosa su estaba frente a ellos.

-Los Scarpati no aceptamos un no por respuesta y sera un placer agasarla en mi casa.

El joven empezo a mirarla con rareza como si algo en la actitud de la joven tras su rechazo le habia parecido extraño. Pero no dijo nada y miro a su señora tras la pregunta que de parte de Leonor. Solo tras la afirmación de Hypatia fue que volvio a hablar.

“No me llamo Theo señorita, mi nombre es Elio. No tengo apellido.” Contesto el hombre pareciendo incomodo ante la mirada de la chica, decidiendo no decir nada mas y enfocando su mirada en Hypatia para terminar su rechazo de Leonor.

Hypatia por su lado dio mayor atención a las palabras de la joven y en consecuencia respondio. “No quiero forzar a mi siervo en algo que no prefiere y por lo que veo no tiene una gran disposición en hacerlo.” Comento pareciendo que diria mas pero una mirada sobre Elio la hizo guardar sus palabras.

Volvio su mirada a Gianna. “Me conto mi capitan. Si desean volver hablare con los mios para que les permitan pasar.” Le prometio diplomáticamente dejando que las demas palabras de la noble fueran escuchadas antes de intervenir de nuevo. “No puedo esta noche. No deseo salir de mi barco hoy, tuve un largo dia de negocios y algunos eventos desagradables que lamentablemente agrietaron mi humor. Por lo que quiero quedarme aquí en un lugar familiar y tener una noche tranquila.” Entonces sin mucho mas dio un pequeño toque al brazo de Elio.

“Los Soiledis tampoco aceptamos un no…a menos que sea seguido por otra oportunidad por un encuentro. Que dice si voy mañana o pasado mañana a la noche a su casa por una cena?” pregunto no teniendo problema en admitir la negativa que le habia dado antes y seguir la conversación solo un poco mas, aunque esta reunion parecia llegar rapidamente a su fin si la mirada cansada de ella fuera una señal.

Aquello era cada vez más extraño, puesto que su hermano estaba repitiendo demasiadas veces que no tenía familia, más bien como si se tratase de una frase aprendida que de una conversación real.

El nombre que le dio también era extraño. De origen griego y una variante del dios del Sol, como si hubiera sido elegido de forma precipitada por la dama que ahora manejaba sus hilos, que a su vez debía de sentir una gran añoranza por el astro rey para comparar a su amado Theo con él.

Leonor casi se desesperó al ver como Hypatia rechazaba la invitación. Sin embargo, la contrapropuesta de ella, hizo que una sonrisa iluminara el semblante de la huerfanita, puesto que un día o dos era justo lo que necesitaba para hacer sus averiguaciones con respecto a aquella mujer misteriosa que, a todas luces, parecía una criatura de la noche. Sabía que los asuntos de los vampiros eran delicados, por lo que no podía enfrentarse a este problema tan solo con su querida Gianna… y su hermano era demasiado importante como para que su orgullo la detuviera.

Gianna estaba contrariada.

-Bueno, os avisaré con un sirviente qué día será. Tengo algunas diligencias que realizar en estos días y me gustaría trataros como corresponde.

La noble se levantó y tomo de la mano a Leonor.

-Vamos querida, seguiremos buscando a tu hermano pero no aquí ni ahora.

Echó una mirada a Bastien, tendría que hacer algo por ella pero no podía decírselo ahí, ya tendría su oportunidad.

-Pasad buena noche y si necesitáis ayuda con los generales, no dudéis en solicitarmela.

La noble asintio complacida con ese arreglo. “Estare esperando a su sirviente.” Comento mientras se levantaba de su asiento y cruzaba la mesa para acercarse a ambas.

“Gracias. De cualquier forma no se preocupe puedo encargarme yo sola de la mayoria de mis problemas.” Dijo restandole importancia con un gesto de la mano. “Uno de mis hombres las escoltara. Nos veremos otro noche.” Dicho eso los miro a todos una ultima vez antes de dejarlos partir.

Pronto bajaron del barco sin ningun tipo de obstáculo aunque sentian por alguna razon que afuera eran observadas. De cualquier forma podria partir hacia otro lugar si asi lo deseaban o tal vez se separarían para cada una pesar lo que paso.

Leonor no perdió la oportunidad de tocar la piel de Hypatia durante la despedida, ya fuera con dos besos, con un abrazo o con la forma en la que ella les dijera adiós. Tenía que saber la temperatura de su piel, y esta era una forma como cualquier otra de conseguirlo.

Cuando finalmente salieron del barco y comenzaron a andar por la calle, a la huerfanita no le pasó por alto que estaban siendo observadas, por lo que, simulando que le daba un beso en el rostro a su amiga, se acercó al oído de Gianna para susurrarle en un hilo de voz casi imperceptible – “Nos están vigilando y tengo que hablar contigo de algo urgente”

La joven no sabía si Gianna tomaría una góndola para todos, o preferiría andar por las calles de Venecia o tomar un carruaje de camino a su hogar.

Gianna estaba de malas pero no con Leonor sino con la situación por lo que cuando le dijo que estaban siendo vigiladas no le sorprendió en absoluto.

-No esperaba menos.

Tomó la mano de su amiga y sonrio.

-Vamos en una góndola a mi casa, Bastien viene con nosotros por si se tercia y los demás nos pueden seguir.

Estaba claro que Gianna confiaba en Bastien.

La sensacion de ser observadas desaparecio ni bien estuvieron lo suficientemente lejos del barco, haciendo que ese viaje en gondola con Bastien como el guardian de ambas se sintiera mas seguro que en un principio. Pasado el tiempo se sintieron mas calmadas y sin la sensacion de estar en peligro.

Por otro lado Leonor miraba su mano con la que habia tocado a la griega, un calor humano se dejaba sentir en ella como una piel suave en su rostro que recibio los besos de ella aunque parecia no poner mu contento a ella esos saludos.

Leonor asintió cuando Gianna le sugirió que fueran a su casa. Por alguna extraña razón tampoco se fiaba del gondolero, por lo que durante el trayecto permaneció en silencio, aunque cualquiera podía percibir su nerviosismo a simple vista.

El calor que notó en la piel de Hypatia fue algo que la desorientó un poco, pero suponía que todo aquello podría ser un truco, o algo que se escapaba a su control, por lo que tampoco es que pudiera hacer demasiado en esos momentos.

Finalmente llegaron a la mansión de su amiga, y esperó que ambas estuvieran a solas, o incluso con Bastien si Gianna quería, para hablar abiertamente.

-Gianna, ese hombre era mi hermano Theo. No sé qué tipo de droga le habrá dado lady Soiledis, pero le ha hecho olvidarse de mí y hasta de él mismo. Incluso el nombre que ha dado es griego ¡por el amor de Dios!. No sé cómo lo habrá hecho, pero muchas gracias por organizar esa cena. Puede que con ella tengamos alguna posibilidad de recuperarle. – Le dijo de corazón, dándole un enorme abrazo a su amiga, aun feliz de saber que su hermano estaba vivo.