Partida Rol por web

La Busqueda

Presentacion ante el Principe (Cap 2.1)

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28/05/2016, 03:52
El enfermo (Vinay)

Podias observar algo en su vista a pesar de la mascara, una decepción que se palpaba incluso en el aire. “Deberias pensar mas en ello, no solo agradecerlo…como haces con la sangre de tu Domitor, deberías buscar su posible origen, todos sus limites y una posible razón por la cual la posees.” Le aconsejo mientras una de sus manos parecía hacer símbolos en la mesa con sus dedos. “Yo podría ayudarte en que consigas todo eso, pero mis métodos tal vez no vayan de acuerdo con los pensamientos de tu Domitor y a pesar de tus palabras no imagino que le guardes secretos. Aunque me harias un favor si se lo sugirieras y le también le digas que esto podría ayudarle a él también.” Comento pareciendo concluir ese tema, a menos que ella tuviera dudas.

Nego con la cabeza. “No tienes la culpa, ya el príncipe ha dejado dicho que la culpa recae en Lord Konrad y agradece que seas lo suficiente sincera para que muestras sus fallos como es debido.” Dijo posiblemente haciéndola sentir mal de que sus palabras al final no hacían mas que aun entrar la culpa de su vampiro.

“Hay gente en las sociedad humanas que también deben esconderse por sus propias razones, son mucho mas de lo que piensas y en cierto grado te incluye a ti pequeña. La gran mayoría de la gente trata de pasar desapercibida, de cumplir las leyes lo mejor posible y de hacerse pasar por uno de algunos de los moldes que la iglesia instruye a su rebaño.” Le rebatió sacando el tema de los poderes a pesar que estos los ponían en mejor posición que la de los humanos distinto a los normales impuestos por la iglesia.

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28/05/2016, 19:23
Leonor Amore

No supo por qué razón, pero Leonor se sintió mal al notar la decepción que causó su repuesta en el sabio Vinay, por lo que se sintió en la obligación de excusarse de nuevo aunque con cualquier otra persona o circunstancia no habrá tenido por qué hacerlo.

-Lo lamento señor, pero mi vida no ha sido fácil y mi principal preocupación siempre fue encontrar un lugar seguro donde dormir y algo de alimento que llevarme a la boca, por lo que no he tenido mucho tiempo para investigar el origen de mi memoria... Pero si vos queréis yo... No tengo inconveniente en que lo estudiéis... Si...siempre y cuando no me duela ni me cause mal - puntualizó algo temerosa, recordando aún al cadaver que encontró en la biblioteca prohibida.

Después, cuando él afirmó que suponía que no guardaba secretos para con Konrad, la damita se inquietó visiblemente antes de continuar expresando en voz alta las preguntas que la inquietaban - Yo... Se lo haré saber si así lo deseáis, pero... ¿cuáles serían vuestros métodos? Y... ¿Sería malo que le guardara secretos? Quiero decir... No pensé que debiera saberlo todo de mí. Apenas le conozco y me gustaría continuar poseyendo mi privacidad a pesar de acatar sus deseos... - expuso algo inquieta ante los nuevos pensamientos que el vampiro había depositado en su cabecita y que hacían que se sintiera aún más esclava de los caprichos de un hombre al que aún no sabía si amaba, o si la habían obligado a amar.

No obstante se centró en las últimas palabras de su interlocutor antes de continuar con su conversación referente a la libertad que sabía que ya no poseía - No niego que hay gentes en la sociedad humana que también deben esconderse por sus propias razones, mi señor, pero tan solo deseaba puntualizar que los Vampiros no poseen una libertad completa ya que deben ocultar su verdadera naturaleza para subsistir, por lo que opino que ni los humanos ni los vampiros son enteramente libres, aunque en mi condición actual, creo que yo, además, también he perdido mi libre albedrío... - finalizó con una mezcla entre tristeza y resignación.

Notas de juego

Amore! Perdona si hay algún fallo que he escrito el post en el tren y con el móvil tampoco puedo escribir subrayados :)

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29/05/2016, 19:15
El enfermo (Vinay)

“Supongo que has tenido una gran cantidad de dificultades en tu vida, pero no puedo evitar pensar que tu excelente memoria y tu habilidad para leer te habría llenado de una curiosidad de cómo funcionaba tu mundo.” Le refuto no terminando de aceptar la excusa que le daba de ella. “No te causare daño alguno, llevo años practicando la medicina aunque necesitare un dia de tu vida para hacer los estudios. Alguna vez haz atestiguado una cirugía?” pregunto curioso en ella revelando un poco de lo que le haría y haciéndola pensar con mas fuerza en los cadáveres que había encontrado en el sotano.

Se quedo meditando unos buenos segundos antes de responder lo de los secretos. “Me pones en una posición complicada, ya que en si debería responderte que nunca es bueno guardar secretos de tu Domitor pero por otro lado como consejero entiendo lo valioso de un secreto bien guardado. Es tu decisión en parte decidir que le cuentas aunque como todo deberías pensar en la consecuencia de tus actos en cualquier caso…” dijo y parecio ponerse la examinar de arriba abajo. “Aunque veo cierta falta de consecuencias por parte del Señor Konrad.” Termino expresando haciendo referencia a las faltas de heridas mas allá del enfrentamiento en la calle y del vestido que llevaba ella.

Finalmente afirmo con sus palabras pareciendo estas calar finalmente en sus pensamientos. “Si, todos finalmente somos sirvientes de alguien aunque no queramos. Lo importante para ti seria no solo aceptarlo, sino aprender a vivir con ello.” Le aconsejo a la joven señalándole el papel donde escribiría el libro de Nod. “Nuestro libro seguramente te dara algunas respuestas a los problemas que ahora tienes, por lo que deberías prestarle una genuina atención a este y pensarlo como algo valioso que no merece ser quemado.”

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29/05/2016, 23:04
Leonor Amore

-Nunca he atestiguado una cirugía, aunque tengo algunos pequeños conocimientos médicos… Espero que no desee cortarme como a… - Se detuvo unos segundos antes de volver a usar aquel gesto suyo, ligeramente infantil, de llevarse las manos a la boca, antes de añadir – Perdón señor, yo… le pediré a Lord Konrad que os permita realizar los estudios. Es lo mínimo que puedo hacer por haberos agraviado con respecto al libro de Nod…. Y confieso que sí que me gustaría saber por qué soy diferente a la mayoría. – Afirmó algo incomoda.

Cuando la damita escuchó su respuesta sobre los secretos que podría guardar, estudió con cuidado sus palabras, hasta darse cuenta de que aun podía decidir qué debía saber Konrad y qué era mejor guardar, por lo que no se sentiría mal por ocultarle cosas cuando él no se las preguntara directamente, si éstas no perjudicaban al hombre que la había reclamado como su posesión ante los ojos del resto de los hijos de Caín. - ¿Consecuencias? ¿Os referís a que no me ha golpeado para castigarme? – Preguntó confundida y bastante horrorizada por la sugerencia – Lord Konrad no ha necesitado agredirme para mostrarme que no debo desobedecerle, aunque os agradezco los consejos y trataré de mantener silencio ante los secretos que no me pertenezcan... – Se propuso, pensando principalmente en la relación clandestina que mantenía el sabio Vinay con la hermosa mujer que asistió a la reunión del Príncipe.

Finalmente, la jovencita se sorprendió visiblemente cuando aquel Vampiro finalmente le dio la razón con respecto a sus argumentos. No esperaba que un hombre al que llamaban Sabio pudiera aceptar las palabras de alguien como ella, lo cual hizo que Vinay le gustara aun más, a pesar de su aspecto y el desasosiego que le causaba – Os agradezco los consejos, y tenéis razón. De nuevo me disculpo y os prometo que jamás volveré a quemar un libro en el futuro. Si lo deseáis puedo comenzar a escribirlo cuando gustéis. Acudiré todas las noches hasta que esté completado si es necesario. – Afirmó de corazón, esperando poder expiar aquello que hizo.

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30/05/2016, 06:02
El enfermo (Vinay)

El Vampiro no respondió a su duda, ni hizo comentario alguno al gesto infantil de ella pareciendo dejar que ella misma llegara a su propia conclusión. Aunque a lo que tenía que ver con su pedido le respondió con una simple afirmación de su cabeza. “Esperare su respuesta.”

“Si me refiero a golpes que es una forma común de castigo, pero también hablo del uso de ciertas disciplinas que son fáciles de ver sus resultados. Pero no importa, supongo que Lord Konrad ha usado otros métodos.” Afirmo sin demasiado interés, que te hacia pensar que podía llegar a tener una idea de lo que paso aunque dudabas que fuera lo  que verdaderamente paso.

“Tus palabras me han dado algo que pensar, algo nuevo que en mis años de vida no he escuchado….“comento pareciendo sincero en sus palabras. “Por lo que con que escribas una hoja hoy debería ser mas que suficiente. Después de todo ya el mensajero del príncipe estará a punto de llegar con el horario en que te reuniras con él esta noche. Alguna otra noche esperare que termines de darme las hojas faltantes y esperare que sea lo mas pronto posible.” Afirmo dejando una posible gentileza de su parte algo corta cuando le recordó que su paciencia no era infinita sino lejos de ello.

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30/05/2016, 20:22
Leonor Amore

Leonor no entendió a qué se refería con el uso de ciertas disciplinas, aunque algo le decía que prefería no saberlo, por lo que mantuvo silencio para evitar que continuara leyendo su mente como si de un libro abierto se tratase.

Tras ello, el hecho de que el sabio Vinay le dijera que sus palabras le habían hecho pensar, la llenó de una extraña felicidad, como si aquello hubiera sido el cumplido más grande que hubiera recibido en su corta vida. La joven huérfana no había tenido muchas oportunidades de platicar con alguien tan culto, que fuera capaz de calentar su alma con la chispa del conocimiento, por lo que atesoró estos momentos a su lado como un regalo, y se preguntó si en un futuro podría aprender más de él, o simplemente compartir experiencias.

Por todo ello, asintió con una sonrisa, y tomó esa hoja en blanco para disponerse a rellenarla con aquellas letras tan sagradas para los Vampiros, deseando que no le causaran los efectos que cayeron sobre ella la primera vez, y no sintiéndose tan inquieta ante el hecho de tener que acudir a aquel lugar durante varias noches consecutivas.

-Así lo haré, mi señor. – Respondió solicita, justo antes de concentrarse en la pluma y la tinta, aunque con una energía renovada gracias a la conversación que había mantenido con aquel hombre repleto de sabiduría que había logrado enriquecer su espíritu.

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31/05/2016, 01:21
Narrador

Mientras escribia la joven no podía evitar sentir algo de miedo por lo que podría ver mientras realizaba el trabajo que le pedia el Sabio Vinay. Aunque no fue su sentido de la vista lo primero que se sintió afectado, empezando a sentir frio luego hambre y por ultimo tristeza mientras escribia las palabras en el papel. Era raro que a a pesar de esto pudiera seguir escribiendo pero su mano se movia casi sola mientras una gran tristeza la invadia.

Solo continuando empezó a sentir como los efectos se iban achicándose en ella y un nuevo sentimiento de cariño la reclamaba. Le permitia escribir con menos distracciones y con menos dificultad ya que empezaba a sentir algo muy diferente a la gran soledad que habia sentido tras matar a su hermano. Al levantar la vista encontró quien le habia arropado y protegido del frio, una mujer de cabellera dorada  con un hermoso cuerpo aunque se notaba que no estaba sola acompañada por un hombre que salía de detrás de ella con un aspecto igual de atrayente que la mujer, en especial para Leonor. La joven se encontraba confundida en ese momento ante esos dos caminos que la tentaban con amor, pero sin que ella tuviera que elegir ambos la invitaron para que estuvieran juntos. Cada uno prometiendo librarse de su frio, sufrimiento y soledad.

Cuando termino de escribir sintió un extraño alivio, pero también un sentimiento de deseo que la impulsaba a volver a esa taberna de la cual se habia marchado sin ni siquiera despedirse de los que habían hecho tanto por ella.

Sin embargo ese no era el momento, con el mensajero parándose cerca hablando con Vinay. Él cual cuando lo vio consiente se le acerco para informarle que la cita con el príncipe seria mas pronto de lo que ella esperaba, que el mensajero la llevaría con este y sin mas haría esa pequeña presentación. Tras una corta preparación la joven siguió al hombre hasta el palacio, un lugar que nunca habia podido ver por dentro por lo que mientras subia la larga escalinata tras la entrada principal no pudo evitar quedarse viendo los cuadros de las paredes, algunos eran paisajes con el mar siendo un claro protagonista y otras veces eran hombre nobles que bajo ellos tenían sus nombre junto a su numeración como Dogo.

Fue un poco tarde cuando la pequeña llego a cuenta del peso que tenia que un Cainita, un príncipe al parecer trabajaba dentro de del que debía ser el lugar de autoridad del Dogo y los consejeros. Pero eso no parecía ser asi en la nueva realidad que descubria la pequeña, continuaba siguiendo al mensajero por pasillo apartados de las salas principales pero no por ello menos hermosos a la vista.

Finalmente terminaron frente a una puerta, que el mensajero te indico que te metieras para ver al principe.

Notas de juego

Otro tocho post, que pudo llegar a ser mas largo. :S

Y si pongo algo de dudas en la joven junto con un buen motivo para volver con algunos de los olvidados :P

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31/05/2016, 02:19
Leonor Amore

La escritura fue causándole de nuevo aquel sentimiento de desasosiego que conseguía rasgarle el alma. El frío caló en sus huesos como su estuviera consumiendo su espíritu, y ese nudo en la boca de su estomago amenazaba con destruir su fuerza de voluntad, haciendo que la tristeza ganara la batalla…

Pero cuando pensó que no había esperanzas para ella y estuvo a punto de abandonarse únicamente a los trazos de su mano sobre el papel mientras la desesperanza y la soledad la devoraban, un pequeño y amoroso sentimiento la reconfortó, al mismo tiempo que el dulce abrazo de Camila la protegía del mismísimo pozo del olvido causado por el asesinato de su propio hermano.

Camila… pero no únicamente ella, sino que aquellos dos luceros verdes de Piero la miraban con cariño, regalándole promesas de amor y consuelo mientras la arropaban con su poderoso abrazo. Pero… ¿Qué era aquello que sentía? ¿Había hecho mal al alejarse de las únicas personas que le habían regalado tanto sin pedir nada a cambio?... ¿Se había equivocado al tomar aquella decisión? La duda la embargó mientras lo único que deseaba era volver a verles aunque tan solo fuera una vez.

No tuvo mucho más tiempo para pensar en aquello, puesto que nada más terminar la página del libro de Nod, fue llamada por el sirviente para que la acompañara hasta el palacio del príncipe. Por lo que, tras una reverencia respetuosa hacia el sabio Vinay a modo de despedida, salió de allí y acompañó al hombre, sorprendida por no tener que caminar demasiado lejos, al ser conducida nada más y nada menos que a la mansión del mismísimo Dogo.

Leonor se quedó maravillada ante semejante despliegue de opulencia y obras de arte que pudo contemplar a medida que avanzaba. Y se encontró pensando lo mucho que le gustaría poder gastar su tiempo en los pasillos y galerías de semejante belleza arquitectónica.

Aun así, durante la subida por las escalinatas del palacio, la jovencita sintió como la herida de su pierna se abría ligeramente tras las vendas, coloreando las mismas de un intenso carmesí, que afortunadamente fue tapada parcialmente por su vestido aun manchado que portaba, aunque sin llegar a disimularla por completo. En el momento en el que se situó frente a la puerta indicada, Leonor pensó que le hubiera gustado estar algo más presentable para su primera reunión formal con el príncipe de Venecia. No obstante, se dijo a sí misma que al menos había podido asearse como es debido y quitarse el hollín del rostro, por lo que golpeó con cuidado y esperó pacientemente a que la llamara para entrar, conteniendo la respiración.

Notas de juego

jejeje, mil gracias por el post, ¡¡amore!!

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31/05/2016, 07:51
Guilelmo Aliprondo

“Pase por favor, la puerta esta abierta.” De escucho detrás de la puerta.

Tras escuchar eso la joven abrir la puerta adentrándose en el cuarto, que cumplía una clara función de oficina para algún miembro del consejo que trabajaba en ese Palacio. Pero la oficina a la que habia entrado no pertenecía a ningún consejero, sino a un príncipe aunque esta no diferenciara demasiado de las demás habitaciones del Palacio.

 Lo primero que vio era el gran espacio en la habitación decorada en el suelo por una enorme alfombra con varios diseños en el centro de ella. Una chimenea de piedra con unas placas de hacer encima de ellas, tardo un poco en reconocerlo pero se trataban de pasajes del libro de Nod. La habitación contaba con varias sillas de todo tipo incluyendo unos bancos cerca de la mesa principal. La mesa principal se encontraba extrañamente vacia excepto por un par de libros cerrados, detrás de la mesa esperaba el Principe sentado en su gran sillón que sin duda le daba un aire de realeza que habias visto en tantos libros con imágenes. En varias de las paredes habia armas antiguas colgadas y un par de estancias de libros. De tras del vampiro habia ventana de tamaño considerable que daba al puerto de la plaza y al resto de la ciudad de Venecia.

“Cierra la puerta detrás de ti y acércate aquí.” Comento el vampiro ofreciéndole uno de los asientos. “¿Sabes porque te encuentras aquí?” comento aunque sus ojos se encontraban extrañamente cerrados mientras le habla a ella.

Notas de juego

Algo asi esta él, pero con los labios menos pintados.

 

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01/06/2016, 00:09
Leonor Amore

La educada invitación que recibió la pequeña damita hizo que de nuevo la inseguridad se apoderara de ella y que un suave cosquilleo recorriera su columna vertebral, justo antes de empujar con suavidad el ornamentado portón y adentrarse respetuosamente en la estancia.

Nada más atravesar el umbral, Leonor quedó maravillada por la lujosa decoración de aquella cálida sala que transmitía una sensación de confort difícil de disimular. Las placas de la chimenea mostraban algunos de los pasajes del libro causante de su estado actual, por lo que Leonor supuso que esta sala era de uso exclusivo del príncipe, a pesar de encontrase en el mismísimo castillo del poderoso Dogo de Venecia.

Pero sus ojos no tardaron en dejar de observar la decoración de la habitación, para posarse irremediablemente en el apuesto príncipe que portaba un elegante jubón azul, haciéndole asemejarse aun más a los encantadores protagonistas de algunas historias románticas que había oído.

Tras obedecer solícita y cerrar la puerta tras de sí hasta situarse frente a él, se sentó en la silla que le mostraba y contempló las preciosas vistas del puerto y la plaza iluminada por farolillos, aprovechando que él mantenía los ojos cerrados.

-Mi señor… Lord Konrad me dijo que he de presentarme formalmente ante vos para formalizar mi situación. Asimismo acudí porque vos me lo pedisteis personalmente y deseo complaceros. – Respondió con un hilillo de voz, sin saber si el Vampiro estaba enfadado con ella, y dispuesto a demostrárselo ahora que estaban a solas.

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01/06/2016, 16:24
Guilelmo Aliprondo

Finalmente el vampiro abrió sus ojos dejando ver cierta calma en ellos mientras observaba a la pequeña. Apoyándose con sus codos en la mesa la continuo examinando por un buen rato hasta por fin volver a hablar.

“Agradezco el sentimiento y confió que podrás lograrlo, ya que se te nota como una mujer capaz.” Comento sin dejar que cualquier sentimiento decorara sus palabras. “Antes que empecemos a hablar de los temas que nos han traído aquí me gustaría saber que paso contigo luego que tuve que dejarte, me gustaría enterarme que Konrad no ha descargado su frustración contigo como harian otros pero tampoco quisiera que me mientras para defenderlo.” Comento en un tono que mostraba preocupación “Debes saber que estoy para ayudarte en esta relación que se ha formado entre ustedes, mas de tu lado que sos la afectada en este caso y una Veneciana.” Acoto mirando al costado de la mesa donde tenia algunas bebidas.

“Deseas algo de tomar? Tengo vino, hidromiel o limonada?” pregunto en un claro rol de anfitrión mientras esperaba la respuesta de ella.

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01/06/2016, 17:55
Leonor Amore

La jovencita trató de mantener, con sus intensos ojos azules, la mirada que se clavaba en ella estudiando cada rinconcito de su cuerpo. En un instante, la seguridad que había mostrado momentos antes, desapareció, y en su lugar la asaltó el horrible sentimiento de encontrarse frente a aquella impresionante criatura, con un vestido viejo y manchado de sangre, y totalmente desaliñada.

Ante la pregunta que le hizo, la jovencita no pudo evitar sentirse en una encrucijada, puesto que algo le decía que ese hombre deseaba escrutar hasta el último rincón de su alma con sus preguntas aparentemente educadas. No obstante, le había hecho la promesa de no mentirle y procuraría cumplirla a pesar de lo que pudiera costarle.

-Yo… un poco de vino está bien. Muchas gracias. – Respondió, habiendo preferido la limonada para mantener la cabeza fría, pero temiendo parecerle demasiado infantil a aquel apuesto caballero. - Mi señor… Konrad me obligó a beber de su sangre a pesar de que yo no lo deseaba. Después… - se detuvo sintiendo como sus mejillas se sonrojaban visiblemente y se acaloraba tan solo de pensar en lo que había sucedido hace tan solo unas escasas horas – Después… me llevó a una posada para tener un poco más de intimidad y se… se alimentó de mí. – Afirmó, sin pronunciar las palabras específicas, más por vergüenza que por otra cosa, pero dejándole intuir qué era lo que había sucedido realmente esa noche.

No sabía por qué razón acababa de acalorarse, y la mirada del príncipe no hacía sino empeorar su estado, por alguna razón que no terminaba de comprender.

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01/06/2016, 19:23
Guilelmo Aliprondo

El hombre se levanto de su asiento para buscar un par de copas en uno de los muebles de su habitación, se encontraba escuchando mientras servia en una copa un vino y en otra un vino diferente.

"Ya veo…" fue su respuesta por un largo tiempo mientras le acercaba una copa a ella y se volvia al lugar con su copa. “Entonces no su declaración que eras su amante fue cierta. Una muñeca de sangre dirían algunos.” Comento antes de darle un sorbo corto a su copa con un claro objetivo de solo mojar sus labios antes de una larga charla. “Supongo que no conoces el concepto, te explico…Hace mucho tiempo una Cainita uso el termino con desprecio contra una ghoul que servía justamente de amante a otro Cainita. La Cainita hembra en realidad estaba celosa de la ghoul por el amor que le daba su Domitor y por eso busco despreciarla toda su vida hasta que la Ghoul termino falleciendo, por razones no muy claras. Mas tarde el termino perdió algo del desprecio hasta convertirse en una definición para las ghouls creadas como amantes.” Explico con una manera mas educativa que paternalista como si fuera un simple maestro enseñándole a un alumno suyo.

“No es necesario que me cuentes mas de lo que paso.” Dijo rápidamente mientras hacia un gesto con la mano para que se calma, dándole incluso algo de tiempo para hacerlo antes de continuar. “Aunque te veo algo desarreglada e incluso podría apostar que te has lastimado haciendo algo antes de nuestra reunión. ¿Qué ha sido?” pregunto de nuevo educadamente mientras parecía querer averiguar que había sido de ella desde su ultima reunión con él.

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01/06/2016, 22:27
Leonor Amore

Leonor aceptó la copa de su mano algo temblorosa mientras el Vampiro hablaba, sin llegar a beber nada. Cuando la llamó “muñeca de sangre”, sus ojos se abrieron de par en par y su estómago se revolvió hasta tal punto que fue incapaz de decir una sola palabra. Tenía ganas de llorar, y a pesar de ello permaneció en silencio escuchando aquel horrible relato, sin poder evitar extrapolarlo a lo que ahora sería su vida a partir de este momento. Pero… ¿Podría ella escapar de aquel destino tan horrible, o estaría predestinada a convertirse para siempre en un juguete de las criaturas de la noche, sin que hubiera nada que pudiera hacer para evitarlo?

Sus ojos se tornaron algo vidriosos cuando el príncipe le dijo que no deseaba que le contara nada más y, a pesar de que no lloró en ningún momento, no podía dejar de pensar que el apuesto noble estaba juzgándola, y de seguro la miraba como un juguete usado al que le habían arrebatado su flor más preciada y carecía de interés. Lo cierto es que no entendía por qué no la echaba a patadas tras haberse cerciorado de que no era nada especial y de que había sido mancillada.

-Ayudé a unas damiselas que se encontraban siendo asaltadas por unos rufianes, mi señor. Siento no estar presentable ante vos y os suplico que no se lo digáis a mi… Domitor, por favor. – Fue lo único que respondió con voz temblorosa, costándole aun referirse a Konrad como su amo a todos los efectos, mientras que las palabras “muñeca de Sangre” aun resonaban en su cabecita.

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02/06/2016, 23:35
Guilelmo Aliprondo

El príncipe parecio sentir el estado de angustia en que había quedado la pequeña y le acerco un pañuelo que saco de su bolsillo. “Lo siento mucho, no pretendía ponerla triste con mis palabras. Solo quería enseñarle un termino de nuestra sociedad…uno que lamentablemente es probable que escuche cuando se refieran a usted...Cainitas mas despiadados.” Aclaro el noble bajando un poco la cabeza ante ella en un gesto de disculpa a pesar que ella se sentía que este debía despreciarla. “En lo que a mi concierne es una ghoul, pero no una cualquiera sus acciones lo demuestran. Ademas creo que el termino muñeca de sangre no le corresponde, pero los demás seguro tendrán otras opiniones que no puedo controlar.”

El noble pareció examinarla de nuevo luego que la joven le contara del asalto. “Se ve que ha salido triunfante y en buenas condiciones también. Eso habla muy bien de tus habilidades.” Comento con media sonrisa felicitándola por el triunfo. “No veo necesidad para que se lo contemos sino quieres, incluso tampoco debería decirle de tu herida pero es probable que este la descubra por sí mismo.” Le comento para luego beber mas de su copa dejándole una pausa para que se preguntara como lo sabia. “El olfato de un vampiro puede ser muy potente para detectar sangre. Tenlo en cuenta.” Le aclaro con una leve sonrisa.

“Bien, te has presentado como debías y ahora es momento que charlemos, de lo que deseabas en la biblioteca. Aun deseas hablar de ello? Porque soy todo oídos.” dijo dándole la opción para que ahora ella eligiera el tema del cual hablar mientras él se acomodaba en su asiento sin dejar de mirarla.

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03/06/2016, 01:37
Leonor Amore

Cuando el noble sacó un pañuelo de su bolsillo y se lo tendió, la jovencita se sintió aun más desolada. Había vuelto a mostrarse como una niña frágil ante él, y lamentó profundamente no poder contener su pesar, frente a todo lo que estaba sucediendo ante ella en tan poco tiempo.

-No tenéis por qué disculparos de nada, mi señor, y menos ante alguien como yo – Comenzó de nuevo sorprendida por la actitud de su interlocutor, sin atreverse a usar el pañuelo que le había dejado por miedo a ensuciar algo tan bonito – Sois muy amable, aunque mis acciones tan solo han demostrado que no paro de meterme en problemas – Afirmó, aun apesadumbrada.

-Así es, mi señor. Los rufianes murieron y las damas Giovanni llegaron sanas y salvas a su mansión. Aunque el desenlace fue más gracias a mi acompañante que a mis habilidades... y aun así, el anciano protector de las jóvenes murió en la contienda – Explicó justo antes de centrarse en lo que decía sobre su sangre, abriendo los ojos con sorpresa – Yo… no lo sabía. Lamento mucho importunaros, puedo cambiarme la venda para que deje de sangrar... – sugirió, alzándose un poco la falda, dispuesta a hacerlo si así lo solicitaba, sin darse cuenta de que aquello podría inquietar al vampiro que tenía frente a ella, despertando aun más sus instintos.

No obstante, ante las últimas palabras del príncipe, la damita de rizados cabellos respiró profundamente antes de comenzar – Aun deseo hablar de ello si no os incomoda, ya que ese grupo de sectarios no solamente está introduciendo terribles monstruos inhumanos de dientes deformes y grandes garras en nuestra amada Venecia, sino que atentó contra la vida del Cardenal y del Dogo, y está realizando varios movimientos en la ciudad que no auguran nada bueno. – Respondió haciendo una pequeña pausa para devolverle la mirada con esos hermosos ojos azules suyos, tratando de averiguar qué era lo que pasaba por la mente de aquel ser tan poderoso.

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03/06/2016, 22:55
Guilelmo Aliprondo

“¿Porque no tendría que disculparme ante alguien como tu?” pregunto pareciendo genuinamente curioso “Eres una veneciana, no iniciada en nuestra sociedad seguramente no conoces mucho de nosotros.” Afirmo alcanzándole el pañuelo un corto tiempo mas antes de dejárselo frente a ella en la mesa. Por lo demás no hizo comentario ante las acciones de ella tal vez porque pensaba que con sus primeras palabras le había respondido.

“Ya veo, bueno una batalla difícilmente se puedo terminar sin ningún herido o muerto. Por lo que no lo piense mucho, hizo un buen trajo salvando a aquellas damas.” Dijo el hombre zanjando rápido el tema que parecía no interesarle mucho mas ya que para explicar el estado que había venido ella a esa reunión. Ante el alzamiento de la falda de la joven el vampiro solo cerro los ojos por un momento y continuo. “No por el momento, no hablaremos de ello pero no se preocupe que le permitiere limpiarse mas tarde. Ahora baje su falda, si es tan amable.” Le sentencio con mayor seriedad el hombre que de apoco parecía enfriarse en su relación con ella.

Su mirada no daba ninguna respuesta a la joven, nada se podía percibir en el ahora ni siquiera una emoción. Lo que lo volvia aun más inhumano que la falta de pestañeo que empezaba a notar. “El cardenal es un hereje que no merece nuestro mayor cuidado o compacion. Lo que si es problemático que se encuentra justo aquí atrayendo gente indeseable como si fuera comida en el piso para chacales salvajes.” Comento sin duda no teniendo una gran opinión del Cardenal, ni demasiado humor para mencionarlo. “Pero lo importante aquí es lo que paso con la secta. La secta fue atacada por una gran fuerza sin que mi permiso sea dado, algo que supongo te sorprendera. Eso es un verdadero problema para nuestra amada Venecia que podría hundirse en el caos si la autoridad no es respetada.” Comento un aspecto mas sombrío y distante a ella, como si la observara desde un lugar mucho mas lejos y alto.

“¿Por lo que donde debería empezar a buscar a los culpables pequeña Leonor?” le pregunto antes de tomarse un nuevo trago sin dejar de mirarla.

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04/06/2016, 01:00
Leonor Amore

-Pe…ro vos sois el príncipe y yo tan solo una simple huérfana sin techo… o al menos lo era hasta hace poco… – Respondió ante la pregunta que le hizo Lord Aliprondo sobre por qué no tendría que disculparse ante ella – No conozco casi nada sobre vuestra gente, pero nadie de noble cuna me ha tratado nunca con el respeto que vos mostráis. Os estoy muy agradecida. – Afirmó mientras contemplaba el precioso pañuelo bordado depositado primorosamente en la mesa, sin saber si mirarle a los ojos tras aquella confesión.

Pero cuando el vampiro, tras felicitarla de nuevo por su proeza con las damas del callejón, cerró los ojos y le pidió que bajara su falda con un tono bastante más frío del que hubiera esperado, la jovencita obedeció de inmediato sintiéndose terriblemente mal ante la reacción de su interlocutor. Pero ¿Qué es lo que había hecho mal? ¿Acaso aquel hombre pensaba que ella había intentado seducirle de alguna manera con ese gesto? La sola idea hizo que un sudor frío recorriera su espalda, haciéndole desear que la tierra se la tragara en ese preciso instante.

Asimismo, Leonor no supo interpretar la manera abierta con la que el príncipe expresaba su opinión con respecto al Cardenal ¿Acaso no debía guardar las formas ante una desconocida como ella? Por alguna extraña razón la jovencita se prometió a sí misma no hablar de todo aquello con nadie una vez que abandonara la elegante sala, aunque en ese mismo instante se limitó a contestar a las preguntas que le hacía, al menos hasta que no le diera permiso para expresar su opinión en voz alta.

-Lo… lo siento, pensé que, al estar en estos momentos en la residencia del Dogo, quizá le interesaba su bienestar. Dicha secta recluta niños pobres para su ejército, además de asesinar sacerdotes y abrir a personas en canal para robarle sus miembros internos. – Afirmó confundida justo antes de centrarse en responder a su pregunta exacta. No obstante, cuando el príncipe le dijo que la secta había sido atacada por una gran fuerza, sus azulados ojos se abrieron como platos al no saber quién había podido hacer algo así. A las únicas personas que ella se lo había contado eran Konrad y Naywa. El Vampiro era demasiado precavido como para hacer algo así, y su amiga le había prometido que esperaría una semana.

- Mi señor yo… no sabía nada. ¿Sabe quien ha atacado a la secta? – Preguntó aun confundida antes de suspirar profundamente y centrarse en la pregunta - Se encuentra en una gran casa vieja en una de las zonas pobres de la ciudad - Le dijo, intentando exponer los hechos de la forma más precisa posible y no pensar demasiado en el tono frío con el que el noble le hablaba después del incidente de su falda, para no sentirse mal. Acto seguido le indicó exactamente donde hallarles y le describió con pelos y señales todo lo que había visto allí dentro, empezando por el exterior de la casa y el jefe de los sectarios, y terminando por el ataúd y las habitaciones de los monstruos entre los que se escondió de los muchachos la primera vez, y que posteriormente la persiguieron, una vez que regresó para rescatar a sus amigos.

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04/06/2016, 06:14
Guilelmo Aliprondo

“No es nada.” Fue su respuesta tranquila antes que alguno que otro error de ella pareciera volver la reunión mas fría del lado del príncipe. Aqul desliz de ella había parecido afectar la reunión de una forma mas permanente de que ella deseara en ese momento porque el rostro del príncipe no cambiaba o tal vez no tenia que ver con ella sino con que ahora estaban solos y no había mas que fingir por su lado.

Por lo demás como antes parecio pasar de lo que hacia la secta mirándola como si no habría nada que alarmarse o sentirse mal por ello, pareciendo esforzarse mas en examinarla ante su sorpresa por el ataque. Tambien no dio mayor importancia a la dirrecion que le daba la joven y probablemente era porque ya conocía ese lugar.

“Eso ese lo que te pregunte a vos…aunque al parecer no entendiste mis palabras como debías” comento llamándole la atención de nuevo. “Pero no es algo que me extrañe ya que admites que eres una huérfana de la calle. Asi que te lo preguntare de nuevo. ¿Dónde piensas que debería buscar a los responsables del ataque a esta secta?” pregunto dejando ver una sospecha en ella que algún momento había generado la chica.

Notas de juego

Post corto :(

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04/06/2016, 16:13
Leonor Amore

El príncipe se fue mostrando más frío a medida que hablaba y la jovencita pudo incluso sentir en su piel, como la temperatura de la habitación bajaba de forma tangible. Leonor no sabía si se trataba de su falta de etiqueta de hacía escasos momentos, o que el noble estaba tratando temas bastante más serios que antes, pero lo que consiguió hacer que su corazón casi se detuviera fue el giro inesperado de la conversación.

¡No podía creerlo! ¿Ese elegante y educado caballero apoyaba las acciones de los terribles sectarios, e incluso estaba intentando castigar a quien fuera que había osado atacarles? Aquello hizo que le mirara con extrañeza, como si de repente toda la capa de perfección que lo envolvía comenzara a resquebrajarse, mostrándose ante ella por primera vez como el príncipe contra quien Konrad le había prevenido.

Por todo ello, y tras asimilar sus insultos velados hacia su persona, la hermosa dama de cabellos de fuego, le devolvió una mirada intensa y decidida y frunció el ceño mientras clavaba sus preciosos mares azules en los fríos ojos de aquel terrible y poderoso ser – Mi señor Aliprondo, pensé que vos no permitiríais que seres tan deplorables como esos sectarios, le hicieran aberraciones tan horribles a vuestro pueblo, y por esa razón confundí vuestras palabras. – Comenzó, si echarse atrás ante todo lo que estaba a punto de decirle - Esta misma noche os prometí que no obtendréis de mí a partir de ahora nada más que la verdad, por lo que no voy a faltar a mi promesa. – Afirmó con determinación, justo antes de suspirar por estar a punto de enfrentarse por primera vez a aquel impresionante ser de la noche.

– Por esa razón os digo que no tengo idea de donde deberíais buscar a los responsables, ya que no son sutiles precisamente y seguro se han ganado más de un enemigo, pero si la tuviera no os lo revelaría. Ahora, si le dais permiso a esta "huérfana de la calle" para no estropearos la vista, no os robaré más tiempo. – Finalizó sin hacer ningún amago de levantarse por no seguir faltándole al respeto, pero no deseando permanecer más en aquella habitación. No pudo evitar que su afán por proteger a los desamparados la volviera a poner en una situación difícil frente a seres muchísimo más poderosos que ella, aunque no por ello iba a faltar a sus principios y a su verdadera naturaleza, a pesar de que su corazón estaba a punto de salirse de su pecho en este preciso instante.

Notas de juego

jajaja, no hace falta un post largo para que Leo vuelva a meterse en líos :P