Partida Rol por web

Konrad no se espero la respuesta de ella, aunque una gran sonrisa se dejo ver junto con una mirada desinteresada. “Ya veo...por cierto no te lo dije pero ese es un lindo vestido. Como fue que lo conseguiste? Que hiciste por esta supuesta familia que no solo te agradecen sino que te dan un sobre nombre raro y te compran un vestido?” empezo con la ronda de preguntas el vampiro que seguia dansando aunque se habia puesto con el rostro mas cerca de ella aganchandose de su gran altura. “¿Hay algo que yo no se de ti?” pregunto finalmente en su oido.

Pero claro a pesar del interogatorio que tenia con ella se veia contento de estar con ella en ese momento. No pareciendo darle una segunda mirada a Gianna o al Giovanni mientras estaba con Leonor. “No sabia que conocias a Leonzio o Gianna. Pero si quieres saber mi motivo no se desvia mucho del de los otros hombres aqui...” empezo a decir dejandole un momento de pausapara que ella pensara lo peor. “Tambien me encuentro aprovechando la oportunidad, aunque mi busqueda es de los nobles que vienen aqui.Estoy cuirioso de ver quienes vienen o si incluso se presenta uno de los mios.” Comento lo ultimo en voz muy baja. Siendo mas sincero que en otros momentos.

“Nosotros dos podriamos saber muy bien que seremos cuando termine esta noche.” Comento con cierta picardia. “Aunque tal vez me estoy adelantando...” comento con media sonrisa dejandole que ella decida mientras sus dedos aprochaban para darle unas disimuladas caricias en la mano.

“Como lo desee mi lady. Seguro la fiesta seria mas activa de lo que esas ahora sin esos viejos rostros desesperados.” Comento sin evitar la malicia de su parte y dejando ver que podria ayudar a hecharlos. “Tal vez asi esta fiesta se volveria una de las que usted esta mas acostumbrada.”

“Le propongo muchas cosas, huir es una de ella. Para conocernos para divertirnos.” Comento no dejando muchas dudas en sus intensiones inmediatas. “Aunque la veo mirando a su amiguita, acaso no desea separarse de ella esta noche?”

La sonrisa de lord Konrad no vaticinaba nada bueno, puesto que al momento contraatacó, no dudando ni un segundo en ponerla contra las cuerdas.

Durante unos instantes la jovencita palideció, no sintiéndose tan segura como al principio y temiendo que la obligara a hablar. ¡Maldita sea! Si es que era una bocazas. Nunca tendría que haber tentado su suerte frente a alguien que tenía todas las cartas sobre la mesa y que podía obligarla a contarle cualquier cosa, usando tan solo sus palabras para activar esos odiosos poderes suyos.

No obstante, Leonor se había propuesto a sí misma no dejarse amedrentar, puesto que no deseaba que su relación con el hombre con el que puede que pasara el resto de su vida, se basara en el miedo. Por todo ello, y a pesar de lo cerca que se había situado él de su oído haciéndola estremecer ligeramente, la dama de cabellos de fuego trató de recuperar la sonrisa, al tiempo que contraatacaba.

-Hay muchas cosas que no sabes de mi, al igual que existen aun más cosas que yo no conozco de ti – Comenzó con un brillo en sus azulados ojos justo antes de continuar – No obstante te diré que las conocí por casualidad no hace mucho y que defendí a Anna de los insultos que su primo Dante le profería en mitad de la calle. Quizá la razón de que me apoden así es porque llamé Stronzo al duelista, cuando al parecer ninguna dama se le resiste… Aunque el vestido es prestado, ya que después de aquello les causé tan buena impresión a las primas Giovanni, que insistieron en que las acompañara a una fiesta donde conocí a Gianna ¿No te acuerdas? Aquella noche que no acudí a la posada… Aunque quizá estuviste tan ocupado que ni siquiera notaste mi ausencia. – Le picó con un guiño haciéndose la ofendida y ocultando aquellas partes de la historia que podrían haber puesto en peligro a Josef.

Tras eso, la dama se entristeció un poco ante la mención del prometido de lady Scarpati, al tiempo que su semblante se tornaba algo más serio – Nunca le conocí, aunque es una pena lo que ha pasado. Gianna me ha contado que le asesinaron cuando acudía a verla durante la noche en las calles cercanas a su casa. Quizá podamos ayudarla a encontrar a los… - Estaba a punto de decir, cuando se detuvo unos segundos a analizar las palabras de él con respecto a los motivos de su estancia ahí.

Durante unos instantes se puso lívida, e incluso detuvo sus pasos dejando de sostener su mano en mitad del baile tras un ligero temblor. Aquello le había dolido más de lo que esperaba, por una razón que no lograba entender… Sin embargo, cuando él continuó hablando, Leonor se sintió algo estúpida por haber pensado que ella tan solo era un juguete desechable para él y que ya estaba tratando de reemplazarla, por lo que tan solo pudo exponerle sus dudas con algo de vergüenza, retomando la danza tras mantener la compostura - ¿Y por qué te importan las personas que quieran desposarse con una noble local? ¿Hay algo que me esté perdiendo? ¿Crees que alguno de los tuyos está interesado en mi querida amiga? – Finalizó con miedo, esperando que el destino de su amiga no fuera acabar siendo la marioneta de ningún Cainita, tal y como le había ocurrido a ella.

Gianna no podía decir que ese hombre no le resultaba atractivo pero su ánimo no estaba centrado en encamarse con otro imbécil que la dejara una vez consiguiera lo que quería, así que sonrió sintiendo en su mano aquella caricia.

-Supongo que si, sería una fiesta mucho más emocionante.

Siguió danzando con él, consciente de las miradas que aquella noche no la halagaban como cualquier otra noche, no, estaba harta de no significar nada para nadie aunque le dijeran que si.

-Mucho me temo que esta noche debo hacer lo que mi tío dice, no quiero tener otra pelea con él. Aunque, en verdad me halaga mucho su propuesta.

Miró entonces a la pareja, se notaba que estaban interesados en ellos mismos y fue entonces que Gianna se dio cuenta que eso era algo que jamás tendría. Tal vez porque ella era una puta como había dicho la madre de Leonzio, si, la vieja tenía razón.

-No es que no quiera separarme de ella pues bien acompañada está... Sólo es lo que ya os dije antes.

El Lord parecio disfrutar de esa palidez de la joven cuando hizo sus preguntas, sin duda esas pequeñas peleas le gustaban en cierta forma en especial cuando iban de su lado. Sin embargo la escucho cuando dio su explicacion aunque parecia tener un gesto eceptico en su rostro cuando termino.

“Un relato muy interesante, casi parece sacado de un cuento.Pero si es lo que dices que paso entonces te felicito por tu buena suerte.” Comento con ciarta incredulidad pero para su suerte decidio por el momento no interogarla mas. “De cualquier forma recuerdo la noche esa, junto con otras que no has vuelto.” Le devolvio tambien pareciendo ofendido aunque no dudando en acercarla mucho mas a él. “Tal vez seria el momento de asegurarse que eso no pasara tanto.“ comento con una sonrisa maliciosa hacia ella dejandola en suspenso respespecto a lo que haria para remediarlo.

“Me interesan porque son noble importantes Leonor, por lo que es mejor estar en lugares donde se reunen. Ya sabes para descubrir un par de cosas de Venecia.” Le comento revelando un poco de su deseo de busqueda de informacion. “Tu amiga es de sagre noble y tiene dinero, me pareceria raro que ya uno de los mios no estuviera ya con ella.” Agrego confirmando el miedo de ella y no jugando el papel necesario para tranquilizarla.

La danza de ellos continuaba a pesar de ciertas miradas y alguna que otra posible intervencion de los que estaban afuera que si bien querian danzar con ella algo los detenia de intervenir.

“Es una lastima escuchar aquello. No pense que fueras de las mujeres que permanecen en donde le es ordenado.” Comento el hombre sin duda queriendo provacarla un poco a pesar de la media sonrisa que tenia.

El giovanni tambien vio a la pareja aunque no demasiado tiempo y sin la anelacion que lo hacia Gianna. “Ya veo. Supongo que no te encuentras con los deseos ahora mismo, hay algo que pueda hacer para cambiar eso?” pregunto mirandola a los ojos. “¿Deseas tal vez sangre por tu prometido? O algun culpable de ese hecho?” pregunto esta vez yendo por una distinta forma de tentacion.

Gianna sonrió, el argumento era muy barato. Al parecer el hombre era guapo pero no tenía mucha inteligencia y mucho menos tacto para seducir.

-Lamento tanto desilusionaros, mi Lord. A veces obedezco, especialmente cuando eso me puede servir para conseguir algo a largo plazo.

Él parecía dispuesto a llamar su atención así que eso se lo debía agradecer.

-¿Sangre? No, no quiero más sangre aunque sí que me gustaría saber quién le hizo eso a Leonzio.

Lo miró a los ojos fijamente, estaba casi segura que ese hombre estaba alardeando.

Leonor abrió la boca a punto de emitir una protesta ante las palabras de su Domitor y la sonrisa ladina que le regaló, pero la volvió a cerrar con un bufido, frunciendo el ceño con una expresión de enfado que resultaba adorable en alguien de su edad. - ¿De qué serviría que me quejara si tu eres el que tiene la voz cantante con respecto a mi destino? Tan solo diré que si me encierras como a un trofeo no te encontraras con agradables sorpresas como mis amistades en esta fiesta. – Se reafirmó, sintiendo un cosquilleo cuando él la acercó hacia su cuerpo.

Pero entonces él le habló de la riqueza de Gianna y de lo goloso que resultaba aquello para una criatura de la noche. Ella no se había parado a pensar en que su querida amiga pudiera estar en peligro, o siendo controlada por un Vampiro, aunque lo que decía Lord Konrad tenía bastante sentido.

Por todo ello, tan solo pudo mirarle con preocupación al tiempo que se fijaba en Ignacio durante unos segundos – No sé por qué te interesa descubrir cosas de Venecia si quieres irte de aquí… ¿Es acaso el Giovanni uno de los tuyos y por eso hablabas con él con tanta naturalidad? ¿Debo preocuparme por Gianna?

Al vampiro parecio resultarle tambien tierno el enfado de ella y se noto con la pequeña risa que dejo salir antes de quedarse escuchandola. “Supongo que tienes razon, supongo que deberia dejarte que realices tus escapadas nocturnas o ¿tal vez deberia acompañarte?” pregunto mostrando ciertos celos por ella, aunque no volviendose demasiado serio ya que pronto nego a su propia pregunta.

“Sin duda quejarte no te ayuda mucho, pero siento que no importa cuanto quieras no podras dejar de dar tu opinion.” Comento medio en broma dejando una sonrisa desafiante n su rostro retandola a que le dijiera lo contrario.

Konrad noto la preocupacion de ella y con discrecion la empezo a acariciar en la espalda. “¿Acaso no hable de forma natural con Gianna?” pregunte pareciendo algo extrañado por su pregunta. “Yo no hablo solo con los mios, tambien lo hago con humanos. Tu lo sabes, hable contigo la noche que nos conocimos aunque admito que no fue mi mejor mi mejor actuacion.” Comento el hombre dejando que su explicacion fuera respuesta suficiente, ignorando o simplemente no diciendo nada de su pregunta por Gianna.

“Respecto a Venecia, vos tal vez no lo ves por estar adentro pero se habla de importante que se estan volviendo estas ciudades para toda Europa. Solo un imbecil no se interesaria de descubrir algunas cosas.” Le explico con una mirada fija que mostraba su sinceridad y su genuino deseo de aprender de esta ciudad aunque lo que queria aprender en concreto aun no se lo decia.

“Espero que sea asi...que consiga algo. Que no vaya a ser que usted mi lady se ha portado bien solo para hacerle mas facil la noche a su tio sin ganar nada.” Comento con una media sonrisa, tal vez plantando la idea en su cabeza. “Espero gane mucho por lo que da.”

El giovanni continuo con el baile dejandose llevar por la musica y dejandole un momento para que ella reflexcione sus palabras. “No habra sangre entonces o al menos trataremos que no lo haya.” Dijo acompañado de un guiño. “Los giovannis podriamos investigar quien es el responsable. Entre nuestra familia tenemos buenos sabuesos, buenos hombres que se encargan de ver quien es tan miserable para asesinar de forma cobarde.” Le respondio con un tono que parecia bastante tentador y se acercaba a ella para solo dejar unos pocos centimetros.

Por un momento la risa de su pareja de baile consiguió enfurruñarla aun más. No obstante, resultaba refrescante sentir que no estaba realmente enfadado con ella y que esta vez nadie la aprisionaba contra una pared dañándola de alguna manera y obligándola a hacer cosas que no quería, por lo que no tardó en unirse a él en una sonrisa, tras replicarle con un guiño.

-Siempre tengo razón, mi amor. Sería estupendo que pudieras venir conmigo en alguna de mis escapadas, aunque no te imagino disfrazándote de mujer. – Le sugirió con buen humor, justo antes de darle un beso en la mejilla tras aprovechar su cercanía.

Pero luego, tras escuchar el reto de él, la jovencita no pudo evitar mirarle con algo de tristeza al reconocer que tenía razón al afirmar que no podía mantener la boca cerrada – Estás en lo cierto… aunque sería mucho más fácil para mí que dejara de hacerlo y que me mostrara como la mujer sumisa que todos quieren que sea – Le confesó, agachando un poco la cabeza con pesar.

Las caricias que recibió en la espalda la consolaron ligeramente, pero no así la respuesta del Vampiro ante sus inquisiciones – Lo preguntaba porque te separaste de nosotras afirmando que habías visto a alguien conocido. Yo conozco a Anna, Celia, Dante… y ahora a Ignacio Giovanni, por lo que quisiera saber si hay algo sobrenatural o extraño en esa familia que deba saber y si tengo que alejar a Gianna de ellos. – Indagó justo antes de escuchar sus motivaciones a la hora de conocer cosas de Venecia.

-¿Podrías proteger a Gianna, o está más allá del poder que el príncipe te ha concedido en esta ciudad? – Le pidió con una mirada esperanzada, deseando que pudiera ayudarla a salvar a su amiga de las garras de los codiciosos, tal y como en el cuadro que estaba siendo representado en esta fiesta.

De nuevo rió educadamente ante la ocurrencia de verla vestido de mujer. “No lo disfrutaría y no podría con mi físico.” Comento el hombre recibiendo el beso en la mejilla sin problema alguno mirándola con cierta ansia aunque de que ella no sabia.

“Seguramente seria mas fácil.” Afirmo sin pensarlo mucho. “Aunque se perdería algo de ti en el camino entre lo que eres ahora y lo que serias si te dejaras dominar hasta ser un esclava mas.” Agrego rápidamente para que viera de que lado se encontraba él en el asunto. De paso yendo con su gran mano al mentón de ella para levantarla. “Sin embargo eso no quita que seria mejor que pensaras un poco mas antes de hablar, ya que a veces uno desconoce mucho las consecuencias de sus palabras.” Le aconsejo sinceramente y sin ningún autoridad dejando en ella si seguiría el consejo o no.

“Si afirme eso, pero el Giovanni no era de quien hablaba. Hay un hombre rubio y aleman que ahora mismo no encuentro. Pero cuando lo vea te lo señalare para que sepas quien ese.” Comento mientras miraba a los costados no encontrando a la figura de la que hablaba, pero no era del todo extraño con lo habitado que estaba el salon. “Se llama Lanzo Von Sacasen. No ha querido responderme lo que hace aquí, pero supongo que es ver como se encuentra Venecia respecto a la guerra y especial la familia de tu amiga.”

“No podria, mas haya de lo que pueda hacer mi familia que es muy poco en estas tierras. Quisiera decirte otra cosa pero supongo que preferirías la verdad.” Respondio con dureza en sus palabras sin endulzar de ninguna forma su actual impotencia.

Leonor no pudo evitar regalarle una risita cantarina ante la imagen de Konrad disfrazado de mujer, ya que le resultaba imposible pensar que pudiera cambiar de forma hasta transformarse en una linda señorita o disfrazarse lo suficiente para pasar desapercibido. Asimismo tampoco pudo percibir el ansia con la que la miraba el depredador que tenía frente a ella,por lo que se creía a salvo entre sus brazos mientras ambos danzaban al compás de la hermosa música de la fiesta.

Asimismo, le encantó el hecho de que él estuviera de su parte con respecto a su carácter y no deseara que se convirtiera en una sirvienta sumisa. Desde lo más profundo de su corazón sabía que aunque no quisiera admitirlo, en cierta forma le pertenecía y estaba a su merced a causa de la sangre que el Vampiro le había obligado a beber, aunque no podía dejar de mirarle con cariño a pesar de todo, y sonrojarse cada vez que éste le sonreía y sujetaba su barbilla con gesto seductor. Era tan extraño saber que no tenía libre albedrío pero a la vez sentirse bien a su lado… ojalá pudiera ser dueña de su destino, aunque en estos momentos aquello no importaba demasiado. – Intentaré complacerte, pero solo porque me lo pides tu – Dijo al final ante su consejo, sonriéndole como una idiota ante su proximidad.

-Entonces los Giovanni no son peligrosos para mi… bueno es saberlo. Ahora siento curiosidad por saber de qué conoces a ese Alemán, aunque espero que me lo presentes cuando le veas – Respondió ante la información que le daba, deseando saber si la consideraba digna de ser presentada a un Vampiro o por el contrario prefería no mostrarla ante los suyos.

Leonor acarició su mejilla con ternura cuando éste le habló usando palabras duras con respecto a su querida amiga, justo antes de contestarle con sinceridad – Prefiero la verdad por difícil que sea y la agradezco de corazón, antes de que endulces una mentira. Te quiero más por eso de lo que imaginas, aunque también te diré que lucharé por el bienestar de Gianna y espero que no me lo impidas… - Finalizó con convicción, mostrándole que haría todo lo que estuviera en su mano por cambiar el destino de su compañera.

Gianna dejó de prestar atención a su amiga por unos minutos para prestarla totalmente a Ignacio. Incluso dejó de bailar pero lo llevó hacia un rincón más apartado, junto a un ventanal.

-Está bien, mi Lord. Habeis captado mi atención, ahora decidme qué esperaríais de mí a cambio.

La noble lo miraba a los ojos, no era tanto la venganza que Salomon quería, sino su propia curiosidad y la idea de que quien quisiera hacerle daño a Leonzio, posiblemente querría hacérselo a ella. Se acercó y rozó sus labios con los de él.

-Tal vez me lo digáis de camino...

Tiró de su mano y se paró ante la otra pageja.

-Mi Lord, me veo en la necesidad de dar un paseo y llevar a mi amiga conmigo pero como soy una dama, vos también podeis venir y no aceptaré un no de ninguno de los tres.

Tenía que ir a ver a la artista, ella podía ayudar y de paso, los cuatro se escapaban de aquel castigo.

El vampiro tambien sonrio ante su respuesta, aunque su sonrisa distaba mucho de ser una de idiota sino que se encontraba finamente controlada que parecia volverlo mas guapo frente a ella.

“Supongo si sigues ayudándolos no deberían ser un peligro para ti, pero no olvides que siguen siendo mercaderes importantes.” le recordó el Lord haciendo una especial referencia a que eran mercaderes, aunque eso no era del todo extraño ya que aun Leo sabia de cierta desconfianza que tenían los nobles con los mercaderes que empezaban a reunir fortunas importantes en Italia.

“En las guerras del noreste contra los herejes, era una compañero de armas. La verdad no es alguien demasiado entretenido para tener una charla, por lo que no te ilusiones demasiado.” Fue su respuesta escueta y sin parecer tener demasiado deseo de hablar mucho de este su razon claramente la sabia solo él.

El vampiro la miro fija tras su declaración de lucha contra cualquier enemigo de Gianna, sin embargo no pudo contestarle ya que Gianna venia hacia ellos dejando su actitud tranquila con Leonor por una mas neutral y casi fria.

El Giovanni la miro con una sonrisa lobuna ante la afirmación que tenia su interés. “Ya sabes que espero yo de ti, pero mi familia seguramente querrá algo mas.” Respondió el hombre que se dejo agarrar por el brazo siendo guiado de nuevo hacia a la pareja.

Al llegar y escuchar la idea de un paseo asintió sin demasiado problema. Konrad tampoco parecio tener problema con el mirando hacia Leonor para ver que opinaba. “No tendra ningún no de mi parte. Aunque me gustaría preguntar donde se dirige nuestro paseo.”

Leonor no compartía la desconfianza del noble hacia los mercaderes en general, puesto que por todos los pobres era sabido que a los nobles les asustaba que pudieran llegar a quitarles su estatus de nacimiento usando su poder y su influencia. Para ella y para alguna gente de la calle aquello era un soplo de esperanza en sus vidas, si finalmente podía suceder que sus destinos no estuvieran escritos desde el mismo momento en que se nace y hubiera algo para mejorar la situación que les había tocado vivir. No obstante, no pensaba decirle nada de todo aquello a Konrad, el cual seguramente no lo vería de la misma forma por pertenecer a la nobleza privilegiada.

-Bueno, igualmente será interesante conocer a alguien que ha compartido aventuras contigo – Respondió la joven, sin gustarle demasiado el que el alemán y él hubieran matado herejes juntos.

No obstante, cuando pareció que el vampiro le diría algo más, Gianna se acercó a ellos y les invitó a pasear por los pasillos de su mansión. Leonor la vio algo alterada, pero en esta ocasión pensó que lo más educado era no decir nada, mientras la miraba con algo de preocupación en el rostro.

Gianna se quedó fría cuando el hombre que estaba con su amiga la miró de esa manera y negó suavemente con la cabeza.

-Yo... lo siento, no me encuentro muy bien pero...

Buscó alrededor con la mirada, seguía colgada del brazo de Ignacio aún.

-Lo siento, no quise interrumpir los, en cuanto encuentre a quien estoy buscando, les avisaré.

Pero si bien se alejó a un rincón del salón, no busco a la mujer, no se encaminó por los pasillos como era su idea, miró a Ignacio y sonrió con pesadumbre.

-Lo siento, debes pensar que he perdido la razón...

Gianna en aquel momento sólo quería descansar. Su amiga se veía bien, al menos una de las dos estaba bien.

Konrad observo la reacción de Gianna cuando ella se les acerco y tan rápido como vino se fue. Aquello había sido muy raro y pero no tenia un mayor interés de meterse, sin embargo vio a Leonor esperando a ver cual seria su acción.

Mientras tanto el Giovanni siguió a la mujer hasta llegar al rincón donde ella habia elegido refugiarse. “No lo pienso, aunque sigo curioso respecto a lo que pensabas mostrarme antes. No temas que si ellos no quieren venir iremos solo nosotros.” Comento el hombre que la incitaba a continuar o solo a apartarla de tanta gente.

Cuando Gianna se acercó a ellos, la joven huérfana la miró con preocupación tras observar la reacción que la mirada de Konrad le había causado. No hacía falta demasiado para darse cuenta de que seguramente su amiga pensara que había interrumpido una conversación importante y que sobraba en aquel lugar, cosa que distaba mucho de la realidad.

En ese momento, y sin ser muy consciente de que quizá se estaba extralimitando en su condición de ghoul, los ojos de Leonor se giraron hacia los de su Domitor, recriminándole tan solo con la mirada por su falta de tacto. A veces el norteño era bastante más rudo que la mayoría de los nobles italianos que conocía, aunque suponía que con el tiempo y con un poco de paciencia, Konrad corregiría esos pequeños detalles para convertirse en todo un caballero.

Pero no fue hasta que la hermosa dama se alejó, que Leonor pestañeó un par de veces alarmada, justo antes de soltarse del agarre del Vampiro para dirigirse a él – Regresaré pronto, mi amor. Creo Gianna me necesita. Gracias por ser tan comprensivo... – Le comunicó casi en una súplica, pero sin darle demasiado tiempo para que reaccionara y la obligara a quedarse con él.

Tras ello, Leonor se acercó decidida hacia la pareja, y con una sonrisa encantadora se colocó junto a ellos. Acto seguido, tomó a Gianna de las manos con dulzura al tiempo miraba al Giovanni – Milord, lamento mucho interrumpir vuestra velada y os prometo que os compensaré en el futuro, pero en estos momentos necesito robaros a vuestra pareja de baile ya que no me siento demasiado bien ¿Os molestaría mucho que la anfitriona me acompañara? Hay asuntos de mujeres que tengo que tratar con ella. – Comentó ensanchando la sonrisa, dispuesta a conducir a su amiga hacia la alcoba que ambas conocían tan bien.