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La Busqueda

Una noche con amigos (Cap 1.1)

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27/02/2015, 17:32
Narrador

Luego de la gran misa y las exhaustivas charlas con los creyentes de esta ciudad, Claude se sentía algo cansado. Si bien al principio todo parecían quejas normales o pedido de ayuda para gente hambrienta, empezaron a mezclarse problemas de infidelidades, violencia infantil y negocios de varios tipos. Al final el cruzado tuvo que empezar a alejar a la gente para que el obispo tuviera alguna paz.

Al revisar comprobó que alguno de los más importantes miembros de la ciudad ya se habían retirado y un soldado papal le aviso que el Cardenal se había retirado con el Dogo a su palacio para charlar un poco antes que comenzara la fiesta que tendrían pensada.

Claude por supuesto tenia la obligación de asistir porque en parte era una fiesta de bienvenido para toda la comitiva del Cardenal, además de paso debía continuar o empezar algunos diálogos que tenia pendiente por lo que con la ayuda del Jacques salieron de la Basilica por un puerta aparte que el Obispo de Venecia fue tan amable de informales. Tanto el obispo y el cruzado debían cambiar sus ropajes por unos mas limpios y elegantes para la futura fiesta que era lo que harian luego de ingresar al palacio y pedir una habitación cada uno para eso mismo.

El trayecto como era de esperarse fue uno corto hasta el palacio que se encontraba junto a la Basilica y en la misma plaza. Dentro fueron recibidos por sirvientes que les ayudaron a cargar sus equipajes y los guiaron a cada uno a las habitaciones preparadas para ellos. Se les pregunto si iba a ser necesario que trajeran para que pudieran bañarse o algun perfume para tapar un olor, que con toda la delicadeza posible señalo uno de los sirvientes que tenia Claude.

Cuando terminaran cada uno irían al gran salón junto a la demás gente esperando disfrutar la noche, como parecían ya estar haciendo el pueblo en la plaza.

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03/03/2015, 18:01
Claude Frollo

El obispo parisino asintió ante el ofrecimiento de perfume. <<Algo como a naranja...>>, pidió. El tiempo que había pasado en el sur de Francia se había aficionado a ese olor: la flor de azahar, el dulce cítrico de la naranja... ese árbol era todo un mosaico de buenos olores. Abandonando su habitual negro y blanco que simbolizaba su pertenencia a la Orden de los Dominicos, se vistió con el rojo, y dorado de su cargo como obispo. Hizo que le peinaran -aún más repeinado para atrás- y una vez listo pidió que le llevaran al salón.

Una vez en aquella reunión de prohombres, Claude examinó las caras congregadas. La crème de la crème de la sociedad veneciana: cada cual con más pecados que confesar, seguro... Deambuló por la sala, andando apoyado en su báculo y saludando sobre todo a las caras conocidas. Buscaría principalmente al Cardenal o al Dogo, a quien fuera que se cruzara primero en su camino. A menos, claro, que algún otro quisiera hablar con él...

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05/03/2015, 15:17
Narrador

Los sirvientes actuaron como correspondían acatando las órdenes del obispo para tenerlo preparado para la fiesta que ocurría dentro del palacio del Dogo. Cuando estuvo listo se dirigió subiendo unas escaleras que parecían casi doradas y que llevaban al segundo piso donde estaba el gran salón del Maggior Consiglio.

Una sala enorme con la capacidad de albergar mil personas y decorada en el techo con "El Paraíso", el mayor lienzo del mundo obra de Tintoretto. Generalmente usada para cuando se reunían las familias nobles nombradas en el cuaderno dorado para crear leyes o para votar los miembros políticos de la Serenísima.

Como esperaba Claude se encontró con un salón lleno de nobles y comerciantes vestidos con una elegancia que claramente los ponía muy por encima del pueblo llano. Incluso los sirvientes que servían vestían con trajes de corte parecido al de los nobles a los cuales no debían estar acostumbrados pero que no impedían que cumplieran sus objetivos.

Entre ellos podía reconocer al Giovanni duelista hablando amistosamente con otro joven, aunque no podías encontrar a su hermana cerca de ellos. También pudiste encontrar al otro noble que hablo poco pero fue testigo del asesinato del sacerdote, este parecía ocupado hablando con damas nobles que parecían pasarla bien conversando con él por las risas que lograba sacar en ellas. Ambos devolvieron el saludo con respeto al obispo, pero ninguno de los dos le ofreció compañía.

El Dogo como era de esperar se encontraba en el centro pareciendo vigilar a los invitados disimuladamente, aunque eso termino cuando noto al Obispo acercarse a él. Con una sonrisa calmada se dirigió a él, llevaba una copa de vino tinto en la mano. Por otro lado no podia encontrar al Cardenal por ningun lado.

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05/03/2015, 15:48
Dogo Giacomo Tiépolo

“Buenas noches su santidad, Obispo Claude.” Saludo respetuosamente realizando una leve inclinación. “Desea algo de tomar o comer?” pregunto educadamente haciendo su papel como anfitrión.

Luego de escuchar su respuesta llamo a una de las sirvientas para pedir lo que deseaba el obispo y ordeno llevarlo a una de las habitaciones cercanas. “Espero no le moleste, solo deseo que pueda comer cómodamente y podamos hablar con algo más de privacidad sobre ese asunto. A menos que claro desee hablar con demás personas en esta reunión.” Comento con una tranquilidad que parecia dejar claro que el obispo tenía la oportunidad de rechazar el ofrecimiento si deseaba.     

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08/03/2015, 19:17
Claude Frollo

Ah... la corte. La República de Venecia no tenía mucho que envidiar de la corte del Rey francés, que conocía bien. Se paseaba discretamente por allí, andando sin demasiada prisa, observando quién se encontraba presente y quién no. Le sorprendió no ver al cardenal. Saludó a Dante y a Emilio, pero tampoco se detuvo a hablar con ellos. Ya habría tiempo más adelante, si Dios quería. Su atención se volcó en el Dogo, de quien parecía acaparar la suya.

-Un poco de carne y vino, si pudiese ser, mi Señor. Con eso estaría más que servido -fue la respuesta que dio respecto a lo que le apetecía.

Lo acompañó a aquella sala anexa. Se sentó y dejó que se preparara la comida y bebida distendida que esperaba poder compartir con el dirigente. Se puso cómodo, indicando que no tenía prisa por moverse de allí.

-Es un honor disponer de vuestra atención en una noche en la que hay tantos invitados en vuestro palacio. De hecho, vos ocupabais mis prioridades de esta noche, Dux... -confesó con una sonrisa-. No obstante, antes de nada, me ha sorprendido no ver al cardenal Titus... Decidme, ¿ha anunciado estar indispuesto?

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09/03/2015, 04:50
Dogo Giacomo Tiépolo

La puerta se abrió dejando ingresar a un par de sirvientas que prepararon con bastante precisión la mesa dejándole un suculento trozo de carne que haría babear como un animal al obispo si no fuera porque era alguien educado. No muy lejos de la carne había un poco de vino al parecer por el aroma y el gusto procedía de las tierras de parís, incluso parecían haber adivinado tu gusto. “Espero le guste el vino y reconozca su origen.” Dijo con una sonrisa mientras despedía con la mirada a las sirvientas.

Desde fuera del cuarto la música parecía comenzar a adornar aquella preciosa velada y antes de que se cerraran la puerta viste como varios de los nobles comenzaban las elegantes danzas que hacían famosas estas reuniones.

“Había pensado que ese sería el caso, por lo que decidí darle toda mi atención como bien se merece.” Comento sentándose frente a Claude con una leve sonrisa. “El Cardenal ha hablado conmigo más temprano en el momento que no habían tantos invitados, pero no pudo evitar ser increpado por uno de ellos con un deseo de tener una reunión privada con él. Al parecer no era nada más que expiaciones a sus pecados y temas relacionados con donaciones y demás negocios con la iglesia. Nada importante.” Dijo haciendo un gesto con la mano para que Claude no le de mucha importancia. “Me dijo que si le encontraba y vos preguntabas por él, que te informara sobre este encuentro.” Agrego con tranquilidad tomando un sorbo de vino.

Notas de juego

Musica de fondo: http://youtu.be/tK2DPh00KSY

Ademas una pequeña correccion. El noble con las chicas no es Emilio, si no otro. Recorda que eran cuatro nobles sin contar al Dogo. Aca una foto de este:

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09/03/2015, 20:25
Claude Frollo

-Oh... mon Dieu... Vin rouge del Sena... Sin duda tenéis un gusto exquisito, Dux... -otorgó Claude probando el vino.

El obispo lo degustó, saboreó, paladeó con elegancia, sonriendo y asintiendo. Olfateó el trozo de carne asada y asintió aún más. El Dogo estaba colmándolo de atenciones... quizá más de lo normal o lo decoroso. ¿Qué querría? Sin duda él seguiría sonriendo.

-Bueno... ambos sabemos que el cardenal se preocupa por muchos asuntos... los negocios para él son importantes... debe manejar demasiado dinero... -aunque estaba excusando al cardenal, sus palabras dejaban al descubierto las verdaderas prioridades de Titus: el dinero... más que las almas-. En cualquier caso, vos y yo podemos entendernos bien. El cardenal se unirá cuando termine con "sus asuntos" -agregó con una sonrisa para dejar de hablar de él-. Antes que nada he de felicitaros, Mylord. Tuve ocasión de conocer a vuestro Capitán de la Guardia. Es, sin duda, un hombre excepcional... Puedo afirmar que tenéis el mismo acierto eligiendo soldados que eligiendo vinos -concedió con una sonrisa.

Notas de juego

¡Ay, qué guapetón! <3 (xDDDDD :P)

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10/03/2015, 01:01
Dogo Giacomo Tiépolo

Sonreía con una casi discreta alegría al verlo disfrutar de los manjares que tan fácilmente había conseguido para él. “Me alegra que podamos complacer los gustos de tan refinado invitado.” Comento cordialmente tomando un gran trozo de pan.

Asintió de acuerdo con sus palabras. “Por lo que escuche el Cardenal es un hombre muy preparado para ello, con sus estudios universitarios, asi que supongo que hará más ligera la carga del santo Papa en ese ámbito.” Comento dejando ver que no solo sabia algo de los posibles gustos de Claude, sino también de la educación de Cardenal.

De nuevo asintió aceptando la idea de pasar del tema del Cardenal. “Le agradezco, aunque le pido perdón si fue ofendido por este mientras hablaban. Es algo tosco, pero seguramente podrá adivinar que no le tengo para tareas de diplomacia.” Se apuró a  comentar pensando una falta de respeto hecha por su capitán. “Sin embargo en su labor como guardia de esta ciudad se excede tanto como nuestro querido Cardenal con los números. Manteniendo el orden y generando temor en cualquiera que quisiera causar algún mal en esta ciudad.” Decía con cierto tono de orgullo. “Le dio esa impresión a su santidad también cuando hablo con él?”

Notas de juego

Y esta soltero, asi que podes aprovechar :D

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12/03/2015, 22:10
Claude Frollo

Dejó a un lado el tema del cardenal. Ya hablarían más adelante de él, o en otro momento. Sin embargo, y mientras disfrutaba de la carne y el vino, negó con la cabeza en lo referente al Capitán de la Guardia.

-No hay nada que perdonar, Dux. Lo cierto es que fue atento. Lo único que inquietaba era su presencia. Pero, como decís, es su deber hacerlo, ¿no es así? -preguntó retóricamente con una sonrisa-. De hecho, le agradecí a él, como debo agradeceros a vos, la labor de protección para con nuestra comitiva. Comentamos brevemente el supuesto plan del Emperador para acabar con la vida del cardenal... -dejó intencionadamente la frase en el aire para ver la reacción en el Dogo-. Decidme, señor, ¿hay más noticias al respecto?

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13/03/2015, 17:09
Dogo Giacomo Tiépolo

Levanto una ceja en un gesto de incredulidad cuando escucho del obispo, que su guardia había sido atento. Pero no comento nada más de ello asintiendo con una leve sonrisa ante su pregunta retórica.

“No debe hacer Obispo Claude, es nuestra obligación y deber cuidar a las personas que vengan a nuestra querida Serenísima. Estoy seguro que su santidad podría garantizarnos las misma protección o una mejor el día que intercambiemos los papeles.” Contesto educadamente y un con cierta humildad de personaje de clase alta.

Del Dogo no vio mayor reacción que la seriedad adecuada para un tema de esa importancia. “El Emperador parece sentirse muy seguro, si pensaba que un plan asi pudiera funcionar en mi Ciudad.” Dijo con un tono neutro y casi con falta de emoción alguna. “Tal vez se confía mucho de todos nosotros, creyéndonos ciudades estado débiles. Un error que su antepasado sufrió con creces y que él también lo sufre ahora mismo.”

Nego lentamente con la cabeza. “El capitán no me ha mandado informe alguno de alguna nueva información. Luego de la misa se fue directamente a los calabozos y seguramente se encuentre en este momento torturando al hombre que lograron capturar por información.”

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14/03/2015, 18:52
Claude Frollo

Claude hizo un gesto algo fingido de horror por la noticia de la "tortura". Fingido, sin duda, porque, aunque no había tomado parte en ellos, él mismo había asistido a ese tipo de actos. Y tenía la certeza que, a veces, la tortura era la mejor forma de extraer la confesión del pecador, el traidor y el hereje. Dios sabía que eso era así...

-Espero que pronto sepamos más, Dux -no obstante fue lo único que dijo al respecto-. Tampoco sabía mucho -el Capitán- de la muerte del sacerdote en la basílica. Sin duda estaba ocupado fuera... ¿Os informaron vuestros guardias, mi Señor? -si no, el obispo estaba dispuesto a hacerlo en persona.

Comía y bebía con tranquilidad mientras dialogaba con el Dogo. La música se escuchaba fuera, así como algunas risas y el murmullo de las gran cantidad de nobles que se agolpaban en la otra sala, creando un ambiente sofisticado y cálido que a Claude le relajaba en cierta manera. "El Orden Celestial", "La Paz de Dios".

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14/03/2015, 22:08
Narrador

Notas de juego

Haceme el favor de tirar conciencia dif 9.

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14/03/2015, 22:11
Claude Frollo
- Tiradas (1)

Notas de juego

|0| ¡Juas! xDDD Leo, no nos quieren los dados a ninguno xD

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14/03/2015, 22:22
Dogo Giacomo Tiépolo

Su mente no tenia problema alguno en justificar la necesidad de torturar prisioneros, en especial aquellos que buscaban hacer daño a la iglesia. Era muy sencillo, tal vez demasiado ya que sin problema siguió comiendo su exquisita carne y tomando aquel vino francés de gran calidad.

Asintio lentamente y tomo un poco de su vino antes de responder sin mucha prisa “Si, creo que vio como uno de mis guardias me hablo al oído. Luego de eso me lo encontré en privado a este y uno de los guardias que se encargó de quemar el cadáver. Me informaron con mucha exactitud pero al parecer algo que falto en el relato de ambos fueron sus acciones y las del  joven monje franciscano.” Respondió en un tono oficial mirándolo con ciertas ansias de saber que paso el pequeño cuarto.

Efectivamente aun con la puerta cerrada se escuchaba la refinada música del gran salón y varios de los pasos de los presentes que bailaban con una elegancia que nunca podría atribuirle a los que habían ocupado la plaza en esta despejada noche.

Notas de juego

Perdes 1 de humanidad, 1 de conciencia y tenes una sorpresa en la ficha. Cualquier cosa me hablas por el off en privado o si no te importa que Leonor sepa en publico ;)

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15/03/2015, 14:23
Claude Frollo

Un último mordisco a aquella deliciosa carne antes de tragarla y hacerla descender por la garganta con un sorbo de vino. Tras limpiarse los labios con un paño, sonrió. Pero no era la sonrisa de alguien que iba a disfrutar con lo que iba a decir, sino la de alguien que había aceptado un desafío que sabía sería harto complicado.

-A vos puedo decíroslo, Sire -cosa que no había hecho del todo con los guardias-. En efecto era una enfermedad la que consumió el alma y la carne del sacerdote. Pero no era una enfermedad terrenal... sino oscura e infernal -hizo una pausa para que digiriera lo que decía-. El mal nos rodea, Dogo, y nos tienta cada día y cada noche de nuestras vidas. Por eso debemos afanarnos en luchar contra él. Pues él lucha contra nosotros y contra Dios con el mismo empeño... -no podía evitar soltar el discurso moralizador-. Y ahora, ese mal se ha dejado ver en vuestra ciudad. La carne del sacerdote solo mostró la corrupción que había infectado su alma. Y fue cuando el agua bendita la tocó, cuando adquirió su verdadero aspecto. Prácticamente se deshizo...

Claude se reclinó hacia atrás en el asiento y tomó su copa, bebiendo mientras miraba intensamente al dirigente veneciano. Sabía que Tiépolo ya colaboraba, y había sido un buen anfitrión, pero debía obtener de él total carta blanca:

-En principio pensé que quizá tuviese algo que ver el atentado del Emperador con todo este asunto de la muerte en la basílica. Sin embargo, cada vez tengo más la impresión que son acontecimientos independientes. En cualquier caso, Sire, comprenderéis la importancia de realizar una investigación profunda...

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16/03/2015, 21:10
Dogo Giacomo Tiépolo

El Dogo dejo su copa en la mesa concentrándose solo en obispo mientras escuchaba la información que decidía darle. “Esto que me cuenta es una total aberración que justifica completamente su actuación a la mañana.” Dijo en un tono bajo pareciendo sobre cogido por la noticia que recibía por Claude.

Asintio con firmeza y con un gesto de la mano pareció darle aún más la razón. “Si, una investigación sobre aquel incidente seria lo adecuado. Asumo que usted querer formar parte o liderar tal investigación…” comento en lo que parecía también una pregunta de lo que haría el obispo.

“Solo me gustaría preguntarle… ¿De quien sospecha para que no lo vea como un atentado de otro tipo por el Emperador?” pregunto con bastante formalidad una mirada mas fría a la que había mostrado hasta ahora, tal vez empezando a probar las capacidades del Obispo.

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04/04/2015, 19:34
Claude Frollo

Claude aprovechó para comer mientras escuchaba hablar al Dogo. Asentía cuando era necesario, se mantenía inexpresivo cuando no tenía nada que agregar o cuando no quería que el gobernante sacase conclusiones de sus gestos. Desde luego, al menos parecía, Tiépolo se sentía afectado por la noticia de la extraña "afección", eso le dejaba en parte tranquilo. Podría confiar en él, o en su colaboración.

-Así es, Sire. No solo es mi deber, sino también un honor liderar investigaciones en nombre de nuestra Santa Madre Iglesia. Enriquece el alma de todo buen Cristiano acabar con los que la atacan y pretenden imponer en esta tierra el reino del Maligno.

Tomó un trago de vino tras su explicación y miró con serenidad al gobernante. Su última pregunta había sido igual de compleja que interesante. Y es que en realidad:

-No sospecho de alguien en concreto. Simplemente, no creo que el Emperador tenga el poder suficiente como para causar el daño que tenía el sacerdote -dijo mientras se limpiaba las manos con un paño y negaba con la cabeza-. Creo que sí pudiera tener que ver con el ataque a las puertas de la basílica, pero no con el que se perpetró en su interior -aunque quizá pudiera estar conchabado con algunas fuerzas oscuras-. De igual forma, tan solo con su intención de atentar contra el cardenal y su acompañamiento ya merece un castigo... Y lo tendrá, os lo aseguro...

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05/04/2015, 07:32
Dogo Giacomo Tiépolo

Su asentimiento fue uno demasiado leve, pero Claude lo pudo localizar. “Siendo sincero Usted me parece una excelente opción para llevar a cabo esta investigación. Tal vez solo lo conozca de esta mañana, pero me pareció un hombre muy responsable y dedicado a la causa, por lo que me parece que con su guía este acto podría esclarecerse más rápido que con otros.” Comento dando por sentado su opinión respecto a su tu propuesta de liderazgo, aunque ambos deberían saber que en el Dogo solo tendría una opinión mínima en este asunto. Sin embargo el Dogo sintió necesario dar con calma su idea de este arreglo. “Supongo que el Cardenal lo vera de la misma manera.” Agrego al final antes de volverle a dejar la palabra al obispo.

Cerro los ojos unos segundos como si meditara sus palabras “Le creo si en verdad cree que es así.” Comento antes de ingerir un trozo de su comida. “También creo que como usted dice el Emperador merece un castigo y posiblemente lo tenga pronto. Su reino está al borde de la guerra civil y parece no verlo desesperado por colocar a la iglesia a sus pies. Pero esa será misión propia será su perdición.”

Con una media sonrisa lo miro a los ojos. “Me disculpo que su llegada a esta ciudad haya tenido estos incidente, pero deseo que como muchos de nuestros invitados tenga una buena estancia. Por lo que en principio como he hecho con el Cardenal deseo invitarlo a que se hospede en mi palacio. El cardenal acepto, usted también lo hara?” pregunto formalmente y con delicadeza cuando el tema de la invitación salio a la luz.

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05/04/2015, 15:15
Claude Frollo

-Os agradezco la deferencia, Sire. Sin embargo, el orgullo y la vanidad son dos pecados en los que es demasiado fácil incurrir. Por ello habré de decir que todo cuanto hayáis visto en mí solo es posible por la luz y el poder de Dios Todopoderoso. Yo, por mí mismo, no soy más que un pobre mortal -hizo una pausa, alzando la copa y bebiendo un poco-. Pero estoy seguro que con su ayuda y el Altísimo de nuestro lado encontraremos la verdad...

Asintió en lo referente al cardenal. Él ya había dado su conformidad y no pensaba insistirle ni consultarle más. Que él se centrara en sus asuntos mundanos y dejara al obispo los espirituales. Lo mismo hizo Claude cuando el Dogo habló sobre el Emperador. Sabía que Venecia y el Sacro Imperio no tenían relaciones especialmente "buenas". Tiépolo debía ser un buen cristiano y apoyar a la Santa Sede cuando ésta reaccionara contra aquel pecador. Antes de volver a hablar, negó levemente con una sonrisa:

-No tenéis que disculparos. Vos y vuestro capitán consiguieron detener el ataque. Por ello os debo estar agradecido. Al igual que lo estoy por vuestra invitación. No obstante, es demasiado honor el que me otorgáis, Sire. Y ciertamente sería un pecado por mi parte creerme digno de ello -hizo una pausa, pensando por un momento en todo lo que significaría realmente quedarse allí en el palacio. Ocultó su rostro tras la copa y tragó el vino antes de seguir-. Sin embargo, si queréis honrarme realmente, quizá podáis brindarme la protección de alguno de vuestros hombres de armas. Si algo amenazó la vida del difunto sacerdote como para causarle la muerte, nada salvo una escolta podría evitar que yo sufriera la misma suerte. Por supuesto, no debéis preocuparos, mi hombre de confianza -Jaçques- se encargará de comandarlos el tiempo que estén realizando ese servicio. Así no tendréis que prescindir de ningún oficial...

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06/04/2015, 19:02
Dogo Giacomo Tiépolo

Una media sonrisa se plantó en el rostro del Doge y sus ojos parecieron desviarse un momento antes de volver con el obispo. “Le confieso que la primera vez que escucho una muestra así de humildad en una persona. Podría servir como un ejemplo para muchas de las personas que se encuentran en esta ciudad.” Comento buscando la botella de vino para servirle aún más vino al Obispo.

“No debe creerse digno para poder dormir en este lugar, debe creerme cuando le digo que ha habido gente poca digna en este lugar incluso en mi puesto. Por lo que no debe sentirlo como una invitación lujosa, sino como una oportunidad de estar en uno de los lugares mas seguros de Venecia.” Le explico con cierta indiferencia. “Igual si inseguro con aceptar mi invitación, no seguiré insistiendo.”

Asintio ante la idea de entregarle guardias a Claude. “Es una idea acertada. Le pediré que me dé un numero guardias con los cuales se sienta cómodo y los conocerá al terminar esta fiesta.”