Partida Rol por web

Leonor no le estaba ocultando información a propósito a Naywa, pero si le hubiera contado todo con pelos y señales, posiblemente no la hubiera creído, especialmente si le decía que la lista la había sacado de los escombros de una casa en ruinas, porque el espíritu de una niña se lo había pedido. No obstante, cuando su amiga comenzó a cambiar la expresión de su rostro, se sintió con la necesidad de aclarar ciertas cosas y confesarle otras.

-El sacerdote me dijo que eran amigos y que solo estaba alterado por las muertes acaecidas – afirmó mientras se rascaba la frente ligeramente – verás… averigüé que un monje muy querido había sido asesinado a palos en un callejón, y el sacerdote me dijo que su amigo estaba muy alterado por la pérdida. Creo que podría encontrar al sacerdote, pero tampoco quiero que mates al barbudo sin saber qué es lo que está pasando realmente.

Dicho esto se sentó en el banco que ambas usaban para descansar después de los entrenamientos antes de decir – Naywa, hay una cosa que normalmente no digo para que no me cause problemas, y confío que me guardes el secreto, y sobre todo que no se lo digas a Esmail ¿Me harías ese favor? – Preguntó antes de continuar.

“¿Acaso hablas del franciscano que fue asesinado hace unos días?” pregunto tras lo que la joven tuvo que pensar unos segundos antes de darle la razón. “Ya veo bueno trata de localizar al sacerdote, para luego ver al barbudo y asegurarte que este sea culpable o inocente. Aunque no voy mentir que preferiría que fuera culpable así la injusticia que paso aquí recibirá la justicia que se le niega desde las altas esferas.” Comento pareciendo frustrada la espadachina musulmana ante la vuelta de nuevo a cero de la investigación.

La acompaño al banco sentándose a un costado de ella acomodándose para estar comoda mientras seguía atendiendo a sus palabras. “No se qué tiene que ver Esmail con este secreto, ni que relacion piensas que tengo con él pero prometo no decirle nada a él o nadie de lo que me reveles ahora. Puedo jurarlo si es necesario.” Comento la espadachina que se fue acercando a al joven para que hubiera mas privacidad entre ellos.

-Ese mismo Franciscano. Al parecer fue horrible. Estuve en el callejón y quien fuera que lo mató, no parecía humano – Respondió con un escalofrío recordando a los monstruos de los sectarios, después de asentir ante la petición de Naywa sobre localizar al sacerdote.

Después de que ambas mujeres se sentaran, Leonor escuchó lo que su morena amiga tenía que decirle, para luego levantar las manos en señal de negativa – No no Naywa, confío en ti. No necesito que me jures nada… Verás mi vida no ha sido fácil y hay cosas que suelo ocultar por mi propia seguridad. Tu amistad ha hecho que comparta cosas contigo, pero aún tengo algunos secretos que te contaré cuando esté preparado. Espero que no te moleste… – Afirmó algo triste antes de dar un suspiro y continuar hablando. – Yo sé leer y escribir, pero nunca lo digo por varias razones. La primera es porque la gente suele descuidarse y dejar información importante a su alcance si no lo sabe, y la segunda es para evitar que ciertas personas se interesen demasiado en mi… no sé si me entiendes. – le preguntó, dejando caer lo que podrían hacer algunos indeseables con ella - Tu amigo Esmail me insultó un poco por no saber leer, por lo que no querría herirle en su orgullo si se entera… como ves, no tiene nada que ve con la relación que tengas con él.

Hizo otra pausa para estudiar la expresión de su rostro antes de seguir – Bueno, cuando descubrí la lista de nombres, decidí que la mejor forma de encontrar a esos hombres era en el registro de la guardia, por lo que al no ser capaz de colarme en el cuartel sin que me mataran, me alisté como mensajero, ya que nadie me conoce allí, salvo Amedeo. Ahora cuento con ciertas fuentes de información para otros muchos asuntos. Por eso he descubierto tanto en tan poco tiempo, aunque sigo sin saber cómo entrar en la casa de los Ziani, y no tengo mucho dinero ¿Alguna idea?

Nego “No me molesta, ni las amigas o amigos que se conocen de toda la vida se cuentan todo. Por lo que respeto tus secretos que seguro tendras tus razones para que se conserven de esa manera.” Respondio muy comprensiva dejando las preocupaciones de Leonor atrás en ese tema.

“Ya veo, no me preguntes porque pero sospechaba que tenias cierto conocimientos para leer. En la casa de Esmail te vi algo interesada en sus papeles o al menos asi me parecio. No me equivoque del todo.” Dijo sonriendo con cierto orgullo al haber acertado en parte. “Como dije nadie se enterara, aunque me tientas un poco para contárselo a Esmail solo para verlo comerse sus palabras y tal vez tenerte aun mas celos.” Comento con algo de malicia la joven, aunque podias saber que no te revelaría por eso.

Se la vio sorprendida cuando escucho de tu trabajo como mensajero y la información que habias podido recolectar. “Ya veo ese es una buena forma de infiltrarse en un lugar fortificado. De paso como mensajero seguro en tu mano terminas con mucha información. Haz sido muy listo Leo.” La felicito mientras movia su mirada hacia el frente pensativa.

“Creo que yo debería preguntarte a vos si tienes una idea. Porque a mi no se me ocurre otra cosa que uno de nosotros sirva de distracción mientras el otro se infiltra en la casa. Aunque no sé hasta qué punto servirá eso.” Dijo meditando y pensando en las posibilidades. “Como mensajero tal vez podrías pasar aunque sin duda como están ahora te revisaran completo sacándote cualquier arma y encima vigilándote en todo momento cuando estes adentro. Es complicado aunque no lo creo imposible.”

Leonor sonrió un poco al escuchar como la mujer había sido lo suficientemente inteligente como para intuir que algún conocimiento tenía sobre sus capacidades para leer. También le divirtió el humor con el que se tomaba la situación de Esmail, puesto que a pesar de que no le deseaba ningún mal al escriba, ciertamente se había comportado como un soberbio con ella. Tampoco le culpaba, teniendo en cuenta que según él, Leo no era más que un posible competidor por el amor de Naywa.

-Jajaja, ciertamente eres un demonio, mi dama. – Le respondió divertida, justo antes de volver a los asuntos importantes.

-Aun no tengo demasiada información puesto que acabo de empezar, aunque espero ganarme la confianza suficiente como para que comiencen a asignarme encargos más importantes – Afirmó deseando que ese día llegara pronto para poder ayudar a su adorada ciudad a salir de la posible guerra que se avecinaba.

-El problema para entrar en la mansión es que, a pesar de que lo he intentado, no me han asignado ninguna misiva para entregar en los dominios de los Ziani. Quizá podría enviar una misiva falsa, pero entonces posiblemente me quede sin trabajo o algo peor, cuando pidan responsabilidad a mis superiores…. También puedo decir que me confundí de mansión mientras envío una de las notas que me encarguen, aunque lo de la distracción me daría más libertad de acción una vez dentro… Eso si no me pillan, claro. Supongo que de noche sería más seguro para mí al estar amparado por la oscuridad. – sugirió, esperando que Konrad no la necesitara para algo.

“Me imaginaba, supongo que será solo cuestión que seas paciente y te esfuerces en el trabajo.” Algo que la mujer parecía pesar sencillo para Leonor por el tono que usaba. “Amedeo era el guardia de la taberna de Facciolo cierto?” pregunto queriendo comprobar, ya que parecía que mas haya de algunas miradas nunca habían hablado.

“Esas dos opciones que dices al principio me parecen muy peligrosas, en ambas podrias estar muy en manos de los Ziani y en el estado que están ahora dudo que metan a la guardia en tu castigo.” Comento mientras negaba seriamente. “Una distracción tendrá que ser y claro que en la noche. No vayamos a hacerle fácil la vida a los ballesteros.” Dijo finalmente con algo de gracia aunque volvió a ponerse seria.

“No deben pillarte, porque ahí no sé cómo lograras escapar si no es por el rio…muerto.” Le advirtió de nuevo mirándola fijo en sus ojos azules. “Debemos hacerlo bien y con ambos saliendo de ahí vivos. Asi que no pienses en el fracaso sino solo en la victoria.” Afirmo dándote un golpe amistoso en el brazo para motivarla.

-Si.. supongo que tienes razón – Respondió la joven ante la sugerencia de que si se esforzaba, seguramente terminarían asignándole tareas de mayor responsabilidad.

-Amedeo era el guardia de la taberna. Ahora le han ascendido gracias al misterioso papel que se coló en su chaqueta con los nombres de los responsables del incendio y con sus planes de quemar más casas. Es uno de los pocos guardias no corruptos que conozco – Respondió, pensando de nuevo en su buen amigo e imaginando que Naywa y él podrían hacer buena pareja.

Pero cuando la dama de azabache apoyó su idea de colarse en la mansión Ziani de noche, la jovencita asintió algo más seria, sabiendo que se jugaba la vida con todo esto – Saldremos vivos de ahí, pero si no lo hago, deberás prometerme que intentarás encontrar a mi hermano Theo y asegurarse de que esté bien.

“Un papel misterioso que termina en las manos de los buenos…nunca escuche ese relato.” Comento refiriéndose a la lista que agitaba para llamar la atención a ella. “Bueno es para lo mejor que estas cosas pasen Leo y me alegro por Amadeo es especial como dices no es alguien corrupto.” Comento con una genuina sonrisa. “Aunque si lo que comentas del barbudo pelado es cierto entonces lamentablemente la lista no estaba completa.” Dijo claramente pensando en otra cosa muy lejos de lo que pensaba la joven romántica.

“Lo prometo pequeño, buscare a tu heramo y lo pondré a salvo. Pero como dije no hables de esas cosas.” Prometio aunque no muy animada con ello. “Que tal algo mejor si salimos de esto te daré ese beso que hace rato buscas de mi.” Le dijo dándole un guiño divertido al supuesto joven.

La jovencita se quedó mirando a Naywa durante unos segundos, intentando averiguar qué era lo que pasaba por la mente de la doncella de ébano, justo antes de añadir – Nay, no te obsesiones que la nota que le escribí tenía que ver con los pirómanos que hablaron de quemar a más gente en la casa donde les espié. Allí tan solo les indicaba donde encontrar a los culpables. No quienes eran. Aunque si ese hombre es culpable, lo llevaremos ante la justicia, ya sea la de Dios o la de los hombres, pero antes tenemos que estar seguros de no condenar a un inocente. – Afirmó convencida para darle ánimos.

Cuando su amiga le hizo aquella promesa, Leonor suspiró aliviada justo antes de contarle las pocas pistas que tenía sobre su hermano. – Lo último que sé es que una mujer noble extranjera se interesó por un joven apuesto de la calle y se lo quiere llevar con ella, pero no se mucho más, así que podría ser él o no serlo.

Finalmente cuando le propuso un beso, Leo no pudo evitar sonreír con picardía mientras le guiñaba un ojo - ¿Tanta insistencia no será que eres tú realmente la que quiere ese beso mío? No sabía que te gustaba tanto.

La mujer suspiro. “Tan obvias son mis palabras, bueno Leo yo esperare hasta que mi caballero este seguro de que ese hombre es culpable pero trata de que no se te escape.” Le comento la mujer que le devolvía la lista de vuelta, pareciendo aceptar lo que le decia la joven.

Su cara mostro claramente su confusión ante esa pista que tenia ella, en parte parecía a la Amedeo. “Bien, lo tendre en cuenta aunque tienes que admitir que buscar un barco y una noble extrajera aqui es algo muy complicado. Igual me esforzare para buscarlo, aunque tenga que seguir a esa noble a sus tierra.” Le prometio con una linda sonrisa poniéndole la mano en el hombro.

La mujer encogió los hombros mientras sonreía divertida. “¿Me culparías? Eres lindo y bueno, eso nos atrae a la mujeres.” Comento en un tono que era difícil ver si seguía bromeando o no. Sin decir mas se levanto y se puso a practicar de nuevo sonriéndote. “Que tal una corta practica antes de despedirnos?”

-No te preocupes que no se me escapará. Si es culpable pagará por lo que ha hecho – Respondió casi inmediatamente sabiendo que le acababa de hacer una promesa a la hermosa mujer de ébano que no tenía más remedio que cumplir.

-No te preocupes que tan solo te doy las pocas pistas que tengo por si te ayuda en algo en tu investigación y por si me pasa cualquier cosa en la mansión Ziani, pero sé que es muy complicado – Afirmó con una sonrisa, apreciando la promesa de su amiga de seguir a la noble a sus tierras para dar con Theo.

No obstante, cuando Naywa afirmó que podía estar interesada en él de verdad, Leonor se encendió como un farolillo al darse cuenta de que quizá la dama de ébano estaba enamorándose de ella sin saber que era una chica. Definitivamente si salían de allí e intentaba besarla, no tendría más remedio que rebelarle su verdadera identidad, puesto que besarla no sería justo para la hermosa mujer, además de que seguramente se moriría de la vergüenza.

-Ehmm... si claro. Practiquemos un poco – Respondió confundida, intentando quitarse esas ideas locas de la cabeza, justo antes de que ambas prepararan juntas el plan para colarse en la mansión Ziani por la noche.

La práctica con las espadas de madera trascurrió con tranquilidad, ninguna de las dos realizando maniobras raras como había hecho Leonor la vez anterior. Sin embargo pareció que avanzaron bastante Naywa mejorando la forma en que la joven se paraba, realizaba sus estocadas y agregando a ello algunos consejos en enfrentamientos que podrían venir ahora ismo con los guardias de la casa. Algunos de ellos los conocía bien, pero le daba mas confianza que alguien como Naywa se los confirmara como buenas acciones.

Tras la practica tomaron un pequeño descanso y se separaron para prepararse para la noche. Cuando volvieron a encontrarse notabas a la morena con una ropa distinta y claramente se había ido a bañar antes de esa misión. Aunque su mayor diferencia además de una gran capucha que le tapaba era una tela que le tapaba la parte inferior de su rostro dejando sus ojos oscuros como su único rasgo visible.

Sin muchas palabras ambas decidieron escalar las casas al lado de mansión para encontrar un buen lugar donde podrían internarse a esta. Ya arriba la joven se sintió algo preocupada al notar que la vigia nocturna había sido entregada a diez guardias bien armados y equipados. Sin duda esperaban también un ataque nocturno, pero no todo estaba perdido porque había un par que estaban separados del resto. La cuestión seria que solo defendían una parte del muro alrededor dejándole luego de encargarse de uno la única opción de bajar por el muro.

Ambas mujeres combatieron como si aquello pudiera ser el último momento agradable de sus vidas. Las dos sabían que lo que estaban a punto de hacer aquella noche podría definir su destino para siempre, por lo que se dedicaron a disfrutar del placer de sus movimientos, mientras el sudor perlaba sus frentes y las hacía sonreír.

Cuando finalmente se despidieron, Leonor aprovechó el tiempo para intentar dar con Maximiliano, hasta que finalmente llegó el momento del encuentro y acudió al lugar indicado.

Sus ropas no habían cambiado, aunque aprovechó para asearse debidamente, limpiándose con agua y jabón para estar más presentable. Pero su buen humor del día quedó mermado al ver la cantidad de guardias que había asentados en la Mansión, una vez que subieron al tejado de al lado para observar el panorama.

-Bueno, la situación es algo difícil, pero creo que podré colarme aprovechando ese hueco de ahí – Señaló a los dos guardias separados del resto - ¿Hay alguna forma de que podamos dejar inconsciente a los guardias sin matarles? Si bajo por el muro sin que me vean, seguramente pueda entrar en la casa sin problemas.

“Lo es, pero es algo que tuvimos que esperar…” confirmo aunque no por ello perdiendo la esperanza de hacer ese trabajo. “Las hay, aunque es mas difícil que matarlos simplemente. Pero supongo que no quieres que derramemos sangre a pesar que ellos seguramente  no tengan la misma consideración. Cierto?” pregunto apoyada en el techo de la casa de al lado examinando la situación junto a Leonor.

“Si bajas por ahí sin caerte entonces estas a dentro. Aunque tienes que tener cuidado que bien podrías volverte un blanco de los que están de frente al muro…” comento señalándole a los guardias que podrían cumplir ese posible futuro, aunque ahora sus miradas estaban puestas hacia afuera. “Aunque claro ellos miran para otro lado ahora y mientras no te esperen ahí, no deberías tener problemas.”

Le toco el hombro para llamar su atension. “No te pregunte mucho de lo que haras dentro algo que por ahí no quieras contarme mucho, pero deberíamos decidir como saldrás de ahi.” Comento preocupda antes que una media sonrisa se apodero de su rostro. “No vayas a ser tan estupido de responderme que será por la entrada principal, porque si lo decis me retiro.”

-Estás en lo cierto. Preferiría no matar a nadie, Nay. Esos hombres tienen familias y ya es suficientemente duro montar guardia para unos nobles con el salario de mierda que de seguro recibirán – Respondió a pesar de saber que no dudarían en acabar con ella si la pillaban ahí dentro.

-Ese hueco es la mejor opción. Si me ven, darán la alarma, por lo que tan solo me quedará intentar huir antes de que me manden al otro barrio – Respondió con una sonrisa, mientras sopesaba las opciones que tenían ante ellas.

Tras la pregunta de su amiga de azabache, “Leo” la miró con cariño justo antes de responder con soltura – Lo que quiero hacer dentro es encontrar pruebas que impliquen a alguien de la lista ylo relacionen con lo que les ha pasado a estos nobles, así que trataré de colarme en el despacho de los Ziani para buscarlas. Con respecto a salir… estaba pensando que quizá puedas lanzarme una cuerda por ese muro de ahí, cuando te haga una señal ¿Qué me dices?– Preguntó esperando que Naywa estuviera de acuerdo.

Realmente no había pensado mucho en un plan de salida, pero no podía reconocérselo a Naywa, por lo que esperaba que la opción de la cuerda fuera suficiente para sacarla de ahí después.

La morena suspiro con desgana ante la respuesta de Leonor, que si bien la esperaba parecia no dejar de desesperarla un poco. “Toda persona tiene familia, no venimos de un repollo como dicen los cuentos de niños Leo. No deberíamos divagar con eso mucho tiempo” Le comento no con molestia sino con la suficiente calma para que vea que tomaba en consideración sus palabras. “Además no creo que les paguen mal. Los nobles y comerciante saben que lo común es sobornar guardias o demás agentes en esta ciudad, por lo que tratan de prevenir la tentación dándoles buenos salarios.” Le informo aunque claro no era algo seguro ni algo que la pelirroja podría refutar.

Aunque finalmente negó. “Igual intentare hacer como deseas, aunque deberemos ser muy cuidadosos ya que un simple error podría alertar a los demás.” Le advirtió mirando de nuevo a los guardias que debían noquear.

“Si, por lo que se ve es nuestra única opción.” Acepto sin agregar otra vía, ya que no parecía haberla. Tras eso se quedo escuchando lo que haría ella dentro del lugar con paciencia hasta que por fin le llego una pregunta. “Que parece un plan improvisado en el momento, pero no me parece malo que lo sea. Buscare una cuerda por aquí, que no creo que tarde en encontrar y me quedare esperando tu señal.” Comento con una gran sonrisa casi como si estuviera divertida con esta infiltración que hacia con ella.

Leonor no respondió ante la respuesta de su amiga con respecto a su parecer sobre los guardias. Quizá tuviera razón, pero no estaba dispuesta a matar a ninguno, cuando era ella misma quien estaba irrumpiendo en una propiedad privada. Una cosa era matar para salvar la vida y la de la gente que le importaba, y otra muy distinta era realizar una incursión y acabar con todo aquel que se interpusiera en su camino.

Por todo ello, tan solo asintió cuando Naywa puntualizó que debían ser cuidadosos, y se alegró de que decidiera seguir con el plan y de que incluso le regalara una sonrisa.

-Voy entrando. Muchas gracias por todo Nay. Eres la mejor princesa que nadie podría desear. – Dicho esto, le realizó de nuevo una exagerada reverencia antes de comenzar a poner en práctica su improvisado plan.

Nay mordió su labio en un gesto que le evitaba reírse de la conducta algo inapropiada la pelirroja. Finalmente suspiro con una sonrisa divertida mientras negaba, mientras seguía a la chica.

Habia un espacio que ambas mujeres deberían saltar para terminar en el muro de la mansión de los Ziani. La distancia en si no era un problema, si el aterrizaje que no debía ser en el la empalizada sino en el piso del muro y luego estaba el ruido que provocarían cuando hiciera aquello. Por supuesto siendo parte del plan distraer al par y algunos más de los guardias la joven morena se adelanto.

Esperando a que Leonor estuviera oculta y que el guardia estuviera en posición, se dejo ver la gran paciencia de la mujer que sin moverse un centímetro de su posición de salto espero a que este la pasara para saltarle detrás y con codazo en medio del rostro lo dejo completamente sorprendido. La sangre se empezó a esparcir pero el tipo pudo decir poco con la nariz destrozada y Naywa le dejo aún menos porque rápidamente lo obligo a caer al suelo donde lo golpeo hasta noquearlo.

Los guardias más lejanos no se habían dado cuenta, mientras que el más cercano pareció sentir algo ya que se dio vuelta aunque no lo suficiente raro para notar como su compañero caía. Aunque sin duda sintió la necesidad de revisar que habia pasado, la morocha mientras dio una mirada a la pelirroja pareciendo incitarla para algo. Aunque no estaba claro si le pedia que lo noqueara o que simplemente pasara de ese guardia.  

El buen humor de su amiga animó a Leonor a continuar con aquel loco plan que ambas habían trazado de forma tan improvisada. Poco después, la joven pelirroja se situó en posición, totalmente oculta, mientras Naywa se abalanzaba hacia uno de los guardias para propinarle un golpe con el codo de una contundencia tal, que la nariz del hombre comenzó a sangrar visiblemente. Sin perder un solo instante, la ágil dama de ébano se apresuró a atizarle de nuevo hasta que quedó totalmente inconsciente en el suelo sin mostrar la más mínima resistencia.

Entonces, el guardia situado en las cercanías pareció querer comprobar el leve ruido que la rápida intervención de Naywa había ocasionado. Leonor sabía que si ella atacaba al sujeto, no conseguiría noquearle de ninguna manera, por lo que confió en su diestra amiga y esperó el momento preciso para esquivarle sin ser vista. No obstante, agarró una piedra para, una vez atravesado los metros que la separaban de su destino, lanzarla a un lateral, haciendo que el segundo guardia se girara, y facilitar a la dama de azabache el que pudiera atacarle por la espalda.

La ayuda de la pelirroja no fue en vano atrayendo la atension del guardia por los segundos necesarios para que la morena se encargara de este, dejándole la via libre a Leonor para que continuara con el plan improvisado entre ellas. Tras un vistazo rapido noto que los otros guardias aun no se habian dado cuenta de la falta de dos de sus compañeros.

Lo que quedo a la pelirroja empezar a bajar por la pared mas liza que la que le gustaría hasta descender a un jardín que tenían un gran numero de las mansiones de los nobles y comerciantes de Venecia. Dando otro vistazo noto varias entradas al hogar, aunque también como una de las puertas se abría pero no lo suficiente rápido para que ella pudiera esconderse en uno de los arbustos.

Mientras se encontraba en cubierto noto de nuevo un escalofrió como cuando había estado antes frente a la mansión aunque a diferencia de antes lo sentía mas intenso e incluso parecía darse cuenta de donde provenía este sentimiento. Lamentablemente lo sentía por donde se dirigía el guardia que tras salir al jardín se volvia a meter dentro cruzando la puerta frente a la que había salido.