Partida Rol por web

Leonor dedujo al instante que el espíritu estaba hablando del hombre que había visto junto a Massimiliano. No obstante, cuando el espíritu tuvo un momento de lucidez con respecto a su situación actual y le comunicó que una musulmana le rebanó el cuello, la jovencita no pudo evitar estremecerse al pensar que perfectamente podía tratarse de Naywa.

-¿Cómo era esa musulmana? – Se escuchó decir sin poder evitar la pregunta y sin poder evitar mirar fijamente la escena sangrienta que se estaba desarrollando justo delante de ella como si de una historia de horror se tratase.

No obstante, las pisadas en el pasillo la sacaron de su ensimismamiento, haciendo que se apresurara a esconderse o bien detrás de la puerta o bien en algún lugar oscuro y recóndito de la habitación, hasta esperar que quien fuera que se aproximaba, pasara de largo.

“Como todas piel, ojos y cabello oscuro. Aunque su piel no siendo complemente oscura sino solo un poco manchada.*” Describió dejándole una descripción bastante simple y que lamentablemente parecía ser la mejor que podía darte. Aquello dejo a la joven dudando aunque no pudo concentrarse en eso al escuchar pasos del pasillo.

Mientras el hombre parecía detenerse incluso caer al suelo de rodillas por la sangre espectral que parecía el suelo que recién ahora la joven notaba más oscuro en ciertos lados irregulares.

Detrás de la puerta era el mejor lugar que podía pedir la joven, con la oscuridad y la posibilidad de ver lo que pasaba por la hendidura. A quien vio fue a un guardia a uno distinto al que habia visto antes pero no parecia nada extraño. Este se detuvo frente a la puerta echando un pequeño vistazo en la habitación pero sin entrar. Comentando lo raro de que estuviera abierta se dispuso a cerrarla con cuidado.

Eso habría sido un triunfo fácil para la pequeña pero revisando al espíritu noto como este parecia alterarse con ese movimiento del guardia y a pesar que no podía verlo, imaginabas que si el espíritu volvia a abrir como antes la puesta entonces el guardia sospecharía que alguien se encontraba dentro.

La descripción que recibió sobre la atacante bien podría ser la de Naywa, puesto que su amiga no era tan oscura como el resto de personas de color. Hasta cierto punto podía entender el asesinato de aquel caballero, puesto que el hombre estaba demostrando ser un fanático tanto con sus palabras como con sus expresiones. Lo que no podía entender es que su amiga no hubiera dicho nada cuando ella le enseñó la lista, por lo que quizá tendría que hablar seriamente con ella si es que conseguía salir de la mansión con vida.

Las dudas se intensificaron al escuchar al guardia, lo que hizo que se situara tras el único sitio seguro que pudo encontrar. Casi pudo sentirse a salvo, pero cuando éste comenzó a cerrar la puerta, la damita se asustó al pensar que quizá el espíritu quisiera abrirla, por lo que apoyó los deditos con cuidado en la madera para presionar hasta acompañar el movimiento natural de la puerta al cerrarse si era necesario, evitando que el caballero consiguiera moverla en el caso en que intentara algo.

Ella sabía que n era lo suficientemente fuerte como para noquear al hombre antes de que diera la alarma. Por lo que, si la descubría, de seguro estaba perdida. Tan solo rezó para que el espíritu que había empequeñecido tras descubrir su asesinato, no tuviera las fuerzas necesarias para hacer nada en absoluto.

El intento fue bueno incluso consiguió verse muy natural desde el lado del guardia, pero el espiritu no parecía muy contento y en un momento lo dejo ver. Pareciendo que la puerta se cerraba mas rápido al menos por un segundo hasta que sin aviso volvió a abrirse golpeando con tal fuerza la punta de sus dedos que ella podía haber creido que se los quebró. Aunque al final no fue tan grave, pero el dolor que eso le provoco casi la hace gritar bien alto sino fuera porque ella misma se tapó la boca.

Sin embargo a pesar de ese pequeño juego el espíritu no continuo con su deseo cayendo en el suelo de nuevo muerto y dejando al guardia cerrar la puerta. Por suerte sin trabarla ninguna forma para que la joven solo tuviera que quedarse en la oscuridad mientras esperaba a que sus pasos dejaran de oírse.

En esa oscuridad, aun con dolor en sus dedos se tuvo que quedar pensando que haría ahora mismo que el espíritu habia quedado al menos algo satisfecho. Acaso continuaría o se volveria enseguida para afuera.

Leonor contuvo la respiración mientras el corazón le latía con intensidad al poner los dedos sobre la madera ayudando al guardia a que pudiera cerrar la puerta sin interrupciones. No obstante, el caballero no le puso las cosas fáciles, y la pobre huérfana fue víctima del embate y la fuerza del espíritu, el cual le causó un dolor tal, que tuvo que hacer acopio de su fuerza de voluntad para no soltar un grito de dolor.

Finalmente, la puerta pudo cerrarse y el guardia volvió a su ronda tras asegurarse de que todo estaba en orden, mientras la jovencita se recuperaba de aquel terrible daño infringido, mordiéndose el labio y esperando que se mitigara lo más pronto posible.

Aun no había descubierto la razón por la que habían atacado a los Ziani de una forma tan cruel, aunque supuso que quizá guardaran algo de valor que fuera importante. Desconocía si la muerte de los miembros de la familia había sido cuidadosamente escogida o había sido realizada al azar, pero imaginaba que en la sala principal del noble, se guardaría algún documento sobre lo sucedido o, quizá lo que los asesinos habían estado buscando.

Por todo ello, se dispuso a arriesgarse un poco más e investigar algo más en la mansión, antes de retirarse. Esperaba no necesitar demasiado tiempo, aunque si encontraba imposible la manera de entrar, se iría sin arriesgarse más de lo necesario.

Aun con el dolor resonando en sus dedos la joven huérfana salió de aquella habitación con nueva información aunque esta aun no terminaba de ordenarse en su cabeza sintiendo que faltaban algunos datos que no poseía. Por eso aunque había terminado con el espíritu decidido seguir buscando respuestas en esa mansión, tentando su suerte por más tiempo al menos por el momento.

Su siguiente objetivo era la oficina de aquel noble que ahora se encontraba muerto, pero a diferencia del caballero no parecía haber sensación alguna en la joven de que ese noble estuviera presente en la mansión. Mas no dio mucha importancia aquella peculiaridad, buscando como podía esa sala importante. Para su sorpresa el camino hasta esta si bien no fue fácil no fue tan complicado como podría esperarse, ya que la casa tenia un orden particular uno que ya había visto en unos de los libro que su mente recordó.

Al llegar a la sala principal esquivando unos cuantos guardias y sirvientes, se dio cuenta que se encontraba al frente del edificio. El frente que daba a la calle, la cual se veía por las ventanas al costado de la sala. Dentro la sala estaba decoraba de forma nada humilde, con una gran alfombra que casi tapaba todo el piso, con dos estantes llenos de libros y un gran escritorio de madera con un asiento tan amueblado que podría ser un trono para el dueño del escritorio. Habia un mapa mas o menos detallado de la parte central y oeste de europa y una cruz de tamaño medio tras el escritorio.

Sin duda habia mucho donde buscar en ese lugar, he incluso al acercarse a una puerta trasera se habría un pasillo que daba a una habitación privada no muy grande, hecha para una sola persona con un escritorio propio que tenia ropas de hombres, sumado a varios muebles y cajones.

Maldijo en silencio su suerte al sentir como sus dedos aun palpitaban a causa del dolor. No obstante continuó avanzando, puesto que si algo no tenía era tiempo, y aun debía intentar encajar las piezas del rompecabezas que no conseguía unir.

Por todo ello, y tras memorizar el recorrido de los guardias para evitar que la atraparan, la jovencita se adentró en los corredores de la mansión, cruzando algunas puertas hasta llegar a la que suponía, tendría más información, dándose cuenta de que se encontraba situada en la parte frontal de la casa.

La muerte del noble aun era un misterio para ella, por lo que, una vez en el interior de la sala, procuró centrarse en los detalles. Lo primero que comprobó fue cualquier cosa que pareciera no tener polvo en comparación con el resto. Algún libro de la estantería o el escritorio que pudiera haber sido movido o quizá alguna pieza faltante. Después, intentó averiguar si había alguna entrada secreta que pudiera darle pistas de lo que pasaba y por último pensaba centrarse en leer cualquier documento que fuera importante o forzar la cerradura de cualquier mueble o cajón situado primeramente en el cuarto privado y después en la habitación principal del noble fallecido.

Si bien no encontró algo una marca de polvo de poco o mucho uso por la oscuridad, noto examinando la alfombra que parecía manchada al tocar se dio cuenta que se trataba de algo que habían endurecido la suave sensación que daba el resto de la alfombra, solo tuvo que ver el color oscuro de la mancha para tener una posible idea de que se trataba. Pero aunque espero sentir una presencia nada se le apareció en ese momento haciendo que continúe sola en esa oficina.

Al seguir con la búsqueda se dio cuenta que si había algún cuarto secreto no estaría detrás de la bibliotecas que ambas daban a un muro fino que terminaban en los pasillos que recorrió ella para llegar a la oficina. Por lo que parecía el único cuarto secreto era la habitación privada que solo podía llegarse por la oficina del Señor.

Habian muchos documentos que leer pero uno que resalto sus ojos fue unas cuantas paginas sueltas que encontró en un cajón falso en el cuarto privado, pareciendo informes de movimiento de mercancías y de oro hechos por nobles que no eran de la familia Ziani, pero que recordaba unos cuantos del libro dorado.  Aunque lo siguiente que le causo algo miedo fue el nombre Giovanni estando presente en uno de los papeles, junto a la acusación de ser profanadores de tumbas y firmada por el caballero que habia conocido hace poco como espíritu.

Sus investigaciones tenían que ser rápidas para evitar que nadie la atrapara. No encontró demasiado en los libros ni en la habitación principal del noble, aunque la mancha en la alfombra no podía ser otra cosa que la sangre del difunto que había sido asesinado allí mismo. Afortunada o desafortunadamente, ningún espíritu se le apareció esta vez, aunque aquello no le impidió investigar en el cuartito privado contiguo a la oficina del noble, por si descubría algo de relevancia.

Tras un exhaustivo examen, la jovencita dio con un cajón de doble fondo que contenía unos papeles bastante reveladores. Aquellos movimientos de mercancías y oro estaban registrado bajo el nombre de algunas de las personas que ya había leído antes en registros de la ciudad, aunque descubrir el nombre Giovanni junto con acusaciones sobre profanadores de tumbas, era algo que no se esperaba.

¿Qué estaba sucediendo aquí? Ella no podía imaginarse a la dulce Celia o a la encantadora Anna haciendo algo tan horrible aunque… Dante había estado en la basílica el día que ella habló con el espíritu del Padre Vico, lo cual hizo que su corazón diera un vuelco al no poder imaginar que alguien como el despreocupado y brabucón duelista pudiera llegar a ser una mala persona en realidad…. Aunque desde luego este podía ser un buen motivo para matar los Ziani.

Por todo ello, la jovencita recogió primorosamente los papeles y los guardó con mucho cuidado entre las vendas que ocultaban sus pechos. Tenía que averiguar más cosas sobre este asunto, aunque no podía hacerlo aquí, y ya era hora de que saliera de la mansión, si no deseaba que la mataran.

Sin embargo para apaciguar su imaginación, leyó que no se trataban de los Giovanni aquí sino los de las colonias de Ultramar. Los que bien ella podía imaginar como una rama muy distinta a la de Venecia o es que tan solo eran mas descuidados que los de aquí y por eso habían sido atrapados por el caballero que habia conocido ella. No era algo seguro pero la muerte de los Ziani no podía llegar en mejor momento para la familia, eso bien parecía ser lo único seguro en todo lo que sacaba.

Siendo algo mas cuidadosa con su tiempo empezó la retirada de esa mansión que hasta el momento no se encontraba alerta, algo que no podía no agradecer en especial por el tipo que habia pasado en la habitación privado. Ahora solo quedaba volver en su camino, aunque tras esquivara a uno  de los guardias sintió un nuevo escalofrio de un espíritu pero por alguna razón no sentia que era el mismo caballero, sino algo diferente y entonces sintió que algo malo pasaba aunque no sabia que.

Podia continuar al patio por donde habia ingresado rezando que Naywa hubiera cumplido con su parte o volver hacia a dentro de la mansion para inspeccionar esa sensación extraña.

El hecho de que aquellas acusaciones no fueran dirigidas a la familia Giovanni que ella conocía, la dejó algo más tranquila. A pesar de todo, no podía quitarse de la cabeza que la muerte de del noble Ziani, especialmente si éste poseía unos papeles de aquella índole, podía ser extremadamente beneficiosa para Dante y los suyos.

Con este pensamiento en mente, la jovencita decidió salir de la casa tan silenciosamente como había entrado. No obstante, cuando estaba a punto de salir al exterior después de haber esquivado a un guardia en su camino de vuelta, un nuevo escalofrío la recorrió y un peligro apremiante la obligó a detenerse para sopesar qué debía hacer.

Algo malo ocurría y ella lo sabía, por lo que no podía irse de allí sin intentar socorrer a quien pudiera necesitar de su ayuda, o sin saber qué era lo que andaba mal en la mansión. Por todo ello, y pese al peligro que corría, se dirigió con mucho cuidado hasta la nueva energía espiritual que parecía llamarla de alguna forma extraña.

Aquella energia no la llamaba de ninguna manera, ahora parecia cada vez mas cerca podia distinguir que o habia un llamado de su parte mientras su instinto la alertaba contra ir a ese lugar. Pero ella sentia que alguien podia estar en peligro y tal vez era asi.

Tras avanzar un buen rato llego a un pasillo que no podia ingresar, la razon era que habian varios cuatro guardias en el final de este protegiendo en parejas un par de puertas. Los guardias parecian estatuas por lo firmes que estaban sin duda protegiendo algo importante.

Mientras la joven pensaba de que podria tratarse lo que protegian y que era esa sensación, escucho un ruido pesado en uno de los cuartos. Los guardias que protegian la puerta de donde salio ese ruido abrieron enseguida la puerta para ser recibidos con gritos de un infante. Que en principio parecieron quejas que no comprendia hasta que la voz del chico se elevo en gritos mas fuertes pidiendo que le quiten algo.

Los guardias que habian quedado afuera parecian estar desconcertados como Leonor, uno metiendo la cabeza en la habitación que protegia mientras el otro se acerco a ver que pasaba con el chico.

Aunque eso no era lo unico que ocurria pareciendo sentir un ruido afuera y pisadas por los pasillos cercanos a ella. Era claro que muchos guardias y demas miembros de la familia se reunirían ahí mismo.

Leonor sintió un escalofrío a medida que se acercaba a aquel lugar. Algo en su interior le decía que se alejara, pero la mera idea de que alguien necesitara su ayuda, la impulsaba un pasito más cada vez.

No obstante, tras atravesar los oscuros corredores y encontrarse de frente con aquella habitación custodiada por un número tan alto de guardias, la jovencita sintió miedo de que hubiera entrado sola en una ratonera. A punto estuvo de darse la vuelta, cuando escuchó el golpe seco y los gritos de un niño en el interior. Su corazón empezó a latir con fuerza al sentir el deseo de ayudarle, pero rezó para que los numerosos guardias se encargaran de su seguridad, puesto que ella no tenía posibilidad alguna de intervenir sin que la pillaran.

Por todo ello, y antes de que las pisadas que había escuchado al otro lado del pasillo llegaran hasta su posición, la damita de cabellos de fuego, se escurrió como pudo hasta sobrepasar a los centinelas e intentar salir con bien de la precaria situación en la que estaba, pese a la extraña sensación que la embargaba y le decía a gritos que algo no estaba bien.

Los ruidos siguieron escuchándose en ese cuarto con los gritos del joven aun sonando y los guardias pareciendo forcejear con algo. El cuarto guardia que volvió al pasillo se puso a preguntar que pasaba con su mano apoyada en el pomo de su espada. La respuesta de los demás no se hizo esperar. “No se…el joven Ziani se esta agitando solo..parece poseído. Mierda que hizo ábranle la boca…abran su maldita boca.” Aquellas fueron las ultimas palabras que escucho Leonor mientras se retiraba de ese lugar aun sintiendo como los pasos de demás personas iban al cuarto del joven.

Mientras avanzaba algo mas se volvia claro frente a ella, habia un gran movimiento en la mansión en ese momento incluso en áreas que ella imaginaba que lo que paso con el joven Ziani no tuvo que haber llegado. Por lo que su siguiente pensamiento fue que algo habia salido mal y lo peor se comprobó cuando pasando por una de las ventanas noto  la presencia de guardias en el patio donde habia descendido.

Mirando por los muros notaba algunos guardias movimientos por donde había visto a Naywa por ultima vez. Pero no habia señal alguna de la joven por ningun lado, lo que era tanto bueno como malo. De nuevo miro a los guardias en el patio, era claro que tenían una reunión privada entre ellos posiblemente para organizar una búsqueda en la mansión.

No sabía qué era lo que estaba ocurriendo en aquella habitación, pero parecía que el pequeño noble estaba enfermo… o poseído de alguna manera. Desconocía si su estado tendría algo que ver con la presencia espiritual que sentía, pero no tenía demasiado tiempo para averiguarlo, por lo que decidió apresurarse para salir de allí cuanto antes.

No obstante, el movimiento proveniente de los guardias de la mansión le hizo darse cuenta de inmediato que algo no andaba bien. Naywa no estaba y la entrada que había utilizado ahora se encontraba ocupada por más soldados.

Sin ayuda de la cuerda no podría escapar por el muro, pero tampoco podría hacerlo si el lugar se encontraba atestado de guardias que podrían verla y atacar a la primera oportunidad. Su única oportunidad era encontrar una salida antes de que la reunión que estaban teniendo concluyera y comenzaran a buscar, por lo que se movió con agilidad, tratando de encontrar otra vía de escape, manteniéndose entre las sobras y procurando no hacer el más mínimo ruido. Quizá hablar con la segunda presencia espiritual la ayudara, por lo que, en la medida de sus posibilidades intentaría llegar hasta ella si podía.

El problema era que la presencia espiritual se sentía donde estaba el chico, un lugar que era mejor para la joven huérfana no volver al menos por el momento que estaba lleno de guardias. Por lo que prosiguió por la gran mansión esquivando guardias y moviéndose por lugares por donde al parecer habia una menos presencia de demás gente.

Pronto la joven estuvo en los pasillos vacíos del palacio encontrándose en las plantas altas de la mansión, algo que bien podría llevarla a la terraza y de ahí hacia alguno de los edificios juntos a la mansión. Pero también sabia que debía haber guardias arriba a pesar de lo agitado que esta la mansión en ese momento.

Sin embargo pocos lugares encontraba para salir, excepto alguna de las ventanas del segundo piso pero haciendo equilibro por los pequeños peldaños del lugar podría ser mucho mas riesgoso que encontrarse con guardias por lo que siguió su búsqueda pensando en una posible salida que habia leído en un cuento e involucraba mojarse en los canales.

No podía volver a la alcoba del pequeño noble y tampoco podía regresar por donde había entrado a la mansión. Todo le decía que tendría que encontrar otros métodos para salir de aquella casa o estaba perdida, por lo que comenzó a deambular por los pasillos tratando de encontrar la mejor manera de escapar.

Tras mucho meditar, las únicas opciones que le quedaban era tratar de moverse por los tejados hasta saltar a otras casas contiguas. Por lo que decidió subir a la parte alta de la mansión y acercarse a la zona pegada a los canales donde pudiera saltar al agua si la descubrían.

Sabía que aquello sería peligroso, pero no tenía muchas alternativas, por lo que subió con cuidado tratando de averiguar si había algún guardia, y procuró ir agachada para camuflarse con la oscura noche… Con suerte conseguiría salir de allí con vida, o al menos eso esperaba.

Con el sigilo que tanto dominaba la joven pudo subir a la terraza por una de las salidas que habían a ellas, por suerte no había guardia protegiendo aquella salida aunque notaba no muy lejos a demás guardias algunos de los cuales llevaban ballestas listas para dársela a cualquier intruso.

Aunque eso no fue lo único que le llamo la atención, cerca de ella se encontraba un hombre desmayado que no pudo mirar demasiado pero aun en la gran oscuridad noto la sangre una herida importante esparcirse por el suelo. Algo habia pasado mientras ella miraba por el interior aunque no tenia a nadie a quien preguntarle en ese momento por lo que fue en un principio a uno de los edificios cercanos para dar un salto rápido sin importarle que su aterrizaje causo un ruido importante.

Varias ordenes para que se detuviera surcaron el aire acompañado lamentablemente con la orden de otros para dispararle sin ningún tipo de piedad. Solo tirarse al suelo le permitió esquivar un par de saetas que iban por ella, aunque el miedo se apodero de ella al escuchar unos fuertes pasos de esos guardias acercarse. Era claro que debias continuar en el suelo para tu mejor protección tras unos pequeños muros que tenían la casa contigua pero no serias tan rápida como los guardias. Lo otro era levantarse y rezar que ninguno te diera.