Partida Rol por web

La Busqueda

El rastro fresco (Cap 1.7)

Cargando editor
17/10/2015, 20:41
Naywa Al-Faqadi

“Yo, vos y todos en esta ciudad.” Se defendió con una sonrisa maliciosa haciendo referencia a la famosa vendetta hecha famosa en las ciudades italianas. Para luego encogerse de hombros ente tus siguientes palabras. “No estare contenta hasta mi venganza chico.” Le dijo sacándole la lengua juguetonamente aunque viéndose algo peligroso con las espadas de madera en cada mano.

“Pero no te portes asi pequeño, que solo juego un poco. Ha sido un gran movimiento de tu parte que me tomo por sorpresa y en verdad seria tonto que no lo utilizaras de nuevo solo por mi actuación.” Le alecciono con cariño mientras le ofrecia una de las espadas.

Entonces luego de ponerse otra vez en guardia solto una carcajada ante un pensamiento de ella. “Aunque deberías al menos tener una cita con ellas, antes de intentar hacer algo así en otra mujer que no sea como yo.” Le termino aconsejando antes de bajar su arma. “Bueno descansemos un poco, te parece?” pregunto pareciendo al fin aceptar la paz propuesta por Leonor hace tiempo.

Cargando editor
17/10/2015, 23:02
Leonor Amore

-¡Lo sabía! Sabía que no te gustaba tanto – Exclamó ante la respuesta de la dama de azabache justo antes de que ella la alabara finalmente por el truco empleado y la aconsejara para que no lo eliminara de su repertorio de “juego sucio”.

-Bueno, pero te prometo que nunca más lo usaré contra ti. Primero porque me asustarán las represalias y segundo porque eres demasiado inteligente como para tropezar dos veces con la misma piedra.

Finalmente, cuando Naywa bajó su arma, Leonor se relajó y dejó de tensar los músculos antes de responder – Descuida, cuando las chicas me interesen, las invitaré a salir primero antes de tratar de desnudarlas – Afirmó con un guiño y una sonrisa, aceptando de buen grado su propuesta de descansar.

Cargando editor
18/10/2015, 07:27
Naywa Al-Faqadi

“Me gustas lo suficiente para no llenarte de golpes ahora mismo.” Afirmo con una media sonrisa dejándola con una respuesta tan ambigua que transformaba su sonrisa en una divertida.

Asintió de acuerdo con sus palabras. “Si será mejor que no lo olvides…” comento con cierta seriedad como si aquellas dos cosas fuera eventos asegurados si lo intentaba de nuevo. “Aunque tambien puedes no hacerlo porque no me gusto mucho.” Afirmo relajando un poco su rostro y tono de voz como si fuera mas un pedido.

Cuando la joven acepto el descanso, la guio hasta la pared que antes la habia podido sido agarrada por Naywa y se sento apoyándose en esta. Con un gesto le pidió que se sentara con ella. “Es bueno saber que posiblemente salve a una pobre doncella de tus manos traviesas.” Le siguió el juego devolviéndole el guiño.

“Bien, entonces que has aprendido y que has visto en mi. Dilo en serio que esto es algo que hacia hacer mi maestro.” Comento en un tono diferente si bien era mas serio no terminaba de ser tan distante.  

Cargando editor
19/10/2015, 01:14
Leonor Amore

Leo rió ante la frase que le dedicó su amiga, comprobando que era una manera de izar la bandera blanca por fin, por lo que finalmente relajó la postura definitivamente y se acercó hasta ella con naturalidad.

-No te preocupas Nay, te respeto lo suficiente como para no volver a incomodarte así – Se sinceró, al tiempo que sonreía ante el comentario sobre salvar a las chicas de sus manos traviesas… “Si ella supiera la verdad” pensó para sus adentros, suponiendo que si ese fuera el caso, seguramente no le permitiría acompañarla a la casa de los sectarios, usando la misma excusa que todos ponían ante las mujeres de aspecto delicado.

-Veamos… he aprendido que a pesar de no ser muy fuerte, la astucia me puede salvar de una situación difícil. También he aprendido que no debo usar dos veces el mismo truco contra un adversario, a mantener ciertas distancias… y que no debo desnudar a las damas lindas cuyo nombre empiece por Nay y termine por wa. – Enumeró con los dedos, contando hasta tres y dedicándole una sonrisa.

Cargando editor
20/10/2015, 05:22
Naywa Al-Faqadi

Naywa la miro algo extrañada ante el diminutivo de su nombre, pero no teniendo problema en aceptar sus palabras. Luego se puso a ver a la nada evitando la mirada a la joven mientras le enumeraba las cosas que habia aprendido, para darle algo de tensión de que no supiera si sus palabras estaban bien.

Se voltio para prensar la sonrisa luego de escuchar sus palabras. “Son muy buenas lecciones aprendidas. Cada una te permitirá sobrevivir mas años en esta ciudad y mas cuando vayamos a ese lugar oscuro.” Le premio sonriendo de forma pequeña, aunque aprovechando la cercanía le golpe en uno de los brazos no para lastimarla sino en un gesto tipo de chicos. “Pero te falto escuchar atento lo que digo. Dije que te pusieras serio ya que no necesito tu calentura, jovencito. Tengo suficiente con la calentura de otros hombres mas grandes y  estúpidos.” Le alecciono sonriendo con calma y empujando su cabello para atrás en un vago intento para peinarse. Era claro que no sabia nada, si no aquellos comentarios no saldrian a la luz.

“Igual te agradezco el cumplido y el pequeño sobrenombre, aunque si soy sincera me suena algo raro. Supongo que es porque sé que quiere decir Nay en Arabe, no es nada grave el significado asi que no te preocupes. Si quieres sigue llamándome así cuando estemos solos.” Le otorgo amistosamente mientras comenzaba a estirar.

“Leo, ¿visitas mucho la taberna de Facciolo?” pregunto de repente aunque parecía que le interesaba algo o al menos lo creía la joven por la mirada en sus ojos. “¿Es ahí donde pasas las noches?” continuo preguntando.

Cargando editor
25/10/2015, 02:48
Leonor Amore

Leonor sonrió ante la respuesta que su amiga le dio con respecto a las lecciones. Realmente no sabía cuánto más viviría, sobre todo después de lo que le había sucedido últimamente y del hecho de que no tenía ningún sitio al que pudiera llamar hogar. No obstante, la esperanza era lo último que perdería tanto en la investigación sobre el paradero de su hermano como en la búsqueda de su propia felicidad.

-Por supuesto que sobreviviremos juntos. Ambos tenemos mucha vida por delante – Le respondió con alegría dejando que la golpeara en el hombro sin problema – Y te repito que no estoy interesado en chicas, así que no sigas intentando conquistarme ¿Vale? – Dijo con soltura, guiñándole un ojo.

-Ummm, ¿qué quiere decir? Preguntó con curiosidad. Tan solo he usado un diminutivo, aunque no sabía que tenía un significado específico– Se sinceró, desconociendo que la palabra “Nay” en árabe significaba alteza y gracia – Solo te llamaré lo que quieras que te llame, porque para eso somos amigos – Afirmó tajante mientras observaba lo extraordinaria que era aquella mujer independiente y segura de sí misma, deseando poder llegar algún día a ser tan fuerte como ella tanto externa como internamente.

Pero cuando la mujer de azabache le hizo aquella pregunta, Leonor no pudo evitar que todos los recuerdos sobre Camila y lo que había dejado atrás, se agolparan en su corazón haciéndole un doloroso nudo en la garganta antes de que pudiera recomponerse y responderle como pudo – No… yo. Me gustaba ese sitio pero ya no me paso por ahí. Y no, no tengo techo fijo donde dormir ¿Por qué lo preguntas?

Cargando editor
25/10/2015, 15:41
Naywa Al-Faqadi

Dio una sonrisa divertida ante tus primeras palabras pareciendo dispuesta a decir algo pero se silenció a si misma mientras escuchaba las últimas palabras del supuesto joven que le divertía aún más con sus palabras. “Ah, cierto me olvide que a vos te gustan los hombres guapos y con espadas largas. Que cabeza la mía.” Comento con tremenda soltura haciendo un chiste bastante usado pero que era la primera vez que escuchabas de una chica.

“Alteza y Gracia. Es árabe mi nombre y Nay tambien. Ademas se usa tanto para mujer como hombre.” Respondio enseguida luego de su pregunta. “Seria bueno que me llames asi cuando estemos solos, ya sabes cómo es la calle con los sobrenombres. Uno luego no se lo puede quitar.” Dijo sonriendo aunque la razón era distinta. Probablemente no deseaba verse tan dulce frente a otros habitantes de la calle, algo que Leonor sabia bien por las advertencias de su hermano.

La mujer de azabache como le decía en su mente Leonor, se vio algo incrédula ante tus palabras aunque ella decía la verdad en esta ocasión. “Por curiosidad, recuerda que nos vimos por primera vez ahí.” Le recordó algo que bien la pelirroja sabia bien. “Por otro lado es una lástima que no tengas techo para dormir, acaso ninguna de las casas de pobres te reciben o no has querido ir por ahí?” siguió preguntando mirándola con algo de seriedad y pareciendo no acercarse a la posibilidad de extenderle una invitación a la joven huérfana.

Cargando editor
25/10/2015, 18:34
Leonor Amore

Ante la respuesta que le dio, la joven huérfana primero se puso colorada y luego golpeó a su amiga levemente en el hombro en señal de protesta - ¡Ey! Esas cosas no se dicen ni en broma. ¡Yo no soy gay! – Le reprendió, sabiendo lo terriblemente mal visto que hubiera estado si no hubiera tratado de defender su hombría.

Ante la confesión del significado de la palaba Nay en Árabe, Leonor volvió a sonreír con malicia - ¡Ah! Ya sabía yo que algo de realeza tenías, con esos aires que te das – Bromeó, aunque asintió ante el consejo y se prometió a sí misma nunca llamarla de aquella manera delante de otras personas para evitar problemas. – Descuidad, alteza, que nunca osaría poneros en evidencia en público. – Concluyó haciendo una reverencia.

Pero cuando Nyawa volvió a sacar el tema de la taberna, la joven huérfana se puso algo seria, aunque sin perder la calidez de su mirada, mientras le respondía – Nos vimos por primera vez allí, pero esa era la primera vez que pisaba aquel lugar. Me lo mostró el guardia con el que me viste, aunque desde aquel día no he vuelto a hablar con él – Se sinceró sin mentir tampoco en esta ocasión – Se buscarme la vida solo, no te preocupes. No me gustan las casas de pobres. Huelen mal y la gente suele robarte lo poco que tienes mientras duermes, o roncar lo suficientemente alto como para no dejarte dormir. Descuida que techo tengo, solo que no es uno convencional. – Finalizó guiñándole un ojo, no queriendo decirle que se colaba en la biblioteca a pasar las noches leyendo y recorriendo sus pasillos en busca de misterios hasta que el sueño la vencía.

Cargando editor
27/10/2015, 15:55
Naywa Al-Faqadi

Parecía que había esperado aquel gesto porque te había dejado el hombro para que la golpearas, como antes hubo una sonrisa gatuna antes de comenzar a reír. “Ya sé, ya se no te enojes. Esas igual son cosas de nobles, que tienen el dinero y tiempo.” Comento de nuevo bromeando antes de darle un medio abrazo para calmarlo.

“Por supuesto, todas las mujeres somos princesas o así me dijo un tipo que quería estar conmigo. ¿Porque mentiría?” Le confeso sacando la lengua ante la tonterías que escuchaba. “Por supuesto que no mi caballero sin armadura o caballo, eso iría contra tu código de honor.” Devolvió volviendo a ese sobrenombre que le había dado antes. “El caballero y la dama de la realeza, supongo que era el destino que nos encontremos.” comento en un tono un poco más serio, pero sin sacar la sonrisa divertida de su rostro.

Naywa escuchaba atenta lo que decía Leonor, relajada como correspondía a una conversación de amigos o amigas en este caso. “Es raro escuchar que hallas estado en compañía de un guardia, ambos saben que nos tienen un odio por ninguna razón en especial.” Comento luego de escuchar de Amedeo. “Es bueno escuchar que tienes un techo, aunque me llama la atención eso que no sea convencional…” confeso con una sonrisa notándose la curiosidad en sus ojos. “¿Acaso no me puedes contar donde ese eso?”

Cargando editor
01/11/2015, 23:48
Leonor Amore

Leonor rió abiertamente cuando su amiga afirmó que todas las mujeres eran princesas. Estaba segura de que si conociera a Donna, no diría cosas como aquello, aunque prefirió no hacer ningún comentario para no romper el bonito momento que ambas tenían.

-Supongo que tienes razón, aunque nuestra primera conversación a solas fuera mientras ponías tu afilada daga en mi cuello… alteza – Le recordó, pensando con cierto grado de diversión, en su primer encuentro justo después de que escapara de la casa de los pirómanos.

Sin embargo, cuando retomaron temas más serios, Leonor decidió sincerarse con su compañera y contarle lo que había sucedido entre Amedeo y ella. – Verás, yo me encontraba viendo la recepción del Cardenal cuando descubrí a un hombre con una espada que se dirigía directamente hacia él para atacarle. Entonces le seguí entre la multitud y le robe la espada delante de sus narices. Ese guardia estaba justo detrás de mí y me felicitó por mi hazaña justo antes de atacar al asesino. Pero el malhechor fue más fuerte y casi le mata si no hubiera intervenido. Así que a cambio me compró unos panes y me invitó a la posada para proponerme que le ayudara a encontrar a uno de los asesinos que se habían escapado ese día, y evitar con ello que el capitán la tomara con el guardia que no pudo atraparle. Yo accedí a cambio de su ayuda en el futuro y fue gracias a eso que descubrí que el asesino fugado era un alemán que posteriormente volví a encontrar en la casa de los sectarios… Realmente algo muy malo está pasando si esa secta está involucrada en un intento de asesinato al cardenal o si usaron el movimiento como medida de distracción para algo más.

Suspiró ante su última pregunta sabiendo que no podía decirle donde dormía por temor a que ella pudiera hablar con alguien sobre el asunto y los vampiros se enteraran de alguna manera, por lo que, simplemente se encogió de hombros – No duermo en un lugar concreto. Cada noche encuentro a un buen samaritano que me ofrece un refugio caliente… pero sin saber que me lo ha ofrecido, claro está – Finalizó con un guiño.

Cargando editor
03/11/2015, 04:41
Naywa Al-Faqadi

Rio por lo bajo ante ese comentario tan cierto de parte del supuesto joven. “Si, supongo que es una de esas historias para los hijos. Tu encuentro con una mujer que te amenazo con una daga en uno de los callejones de la ciudad…” comento dramatizando un poco el final, haciendo parecer que tenia una daga en su mano y la apuntaba al cuello de Leonor. “Me parece que eso no deberías contarlo.” Bromeo bajando su mano y riendo con ganas.

Aunque ella se puso seria cuando observo que ese gesto reinaba en Leonor, escuchando paciente el relato de la joven. Al terminar la mujer parecia quedarse pensando en lo que habia escuchado. “Es como dices, algo malo ocurre por lo que fue adecuado que te mande a espiarlos aunque al parecer fue mas peligroso a lo que habia pensado.” Comento mirándola con algo de pena al supuesto chico. “¿Qué paso con el aleman? Si sigue con ellos tal vez lo mejor que podría hacer es matarlo, de nada te sirve tener un enemigo así en contra.” Le dijo pareciendo ofrecerse a acabar con ese persistente alemán. “Pero igual me parece algo raro…no, no el alemán sino la secta. Porque atacaría a un Cardinal? aun si fuera para distraer.” Preguntaba o se preguntaba a si misma.

La miro no muy impresionada con su historia. “Claro un buen samaritano cada noche. Chico la próxima dime que no deseas decirlo y déjalo asi.” Le devolvió casi en seguida haciendo caso omiso al guiño de este. “Igual lo importante es que no duermas en la calle o en aquella posada. Te advierto que tengas cuidados con las mujeres ahí, dicen que devoran hombres y no de la forma agradable.” Agrego dandole otra mirada de advertencia antes de mirar de nuevo al cielo tranquila y pensativa.

Cargando editor
08/11/2015, 22:37
Leonor Amore

Leonor sonrió ante la mención de las historias para los hijos, imaginando cuando llegaría el día en que ella pudiera estar en una situación en la que pudiera engendrar niños propios y, sin querer evitarlo, se encontró pensando en Piero y en su incapacidad para tener descendencia. No obstante, sacó de su cabeza aquellos pensamientos lo más rápidamente posible, mientras contestaba con humildad y con una pizca de humor – No... eso no sería bueno para mí.

-No te preocupes por mí porque he sabido cuidarme solo. Además ¿Cómo podrías haber sabido algo así? – Respondió ante la preocupación de la joven por haberla enviado a una misión tan peligrosa – Si… el alemán sigue allí, aunque no tuve ocasión de matar a nadie, salvo a esos monstruos que te he descrito, mientras huía. – Dijo, aun sin agradarle la idea de matar a una persona tan joven por muy malvado que este fuera – Yo… no sé por qué atacaron al Cardenal. Quizá querían organizar un revuelo para echarle las culpas al emperador y poder empezar una guerra… o quizá aquello fue una maniobra de distracción para acabar con alguien más – Dijo, pensando en el padre Vico, pero guardando silencio sobre su muerte a causa de la promesa que le había hecho a cierto monje de no informar de su muerte.

-No duermo en la calle, no te preocupes – Fue su única respuesta ante la pulla que Naywa le soltó por no revelar su escondite, aunque enarcó una ceja al escuchar sobre las advertencias que le hacía en relación a la taberna de Camila - ¿Devoran hombres? ¿A qué te refieres? A mí me parecen muy agradables, sobre todo Camila, la cual tradujo unas palabras en alemán para Amedeo y para mí.

Cargando editor
10/11/2015, 08:03
Naywa Al-Faqadi

“Me imagino…” respondió pareciendo meditarlo unos segundos. “Por eso me ofrezco a terminar con su amenaza, si es que nos lo llegamos a encontrar cuando vayamos.” Comento con seriedad bajando su mirada a la espada de madera que tenía.

De nuevo se quedó pensando cuando diste las posibles razones. “Me temo que bien podría ser la segunda…lo temo porque entonces hay otro ataque mas sutil que no nos estamos dando cuenta.” Dijo preocupada. “Igual fue algo bastante arriesgado de ellos atacar tan de frente a un Cardenal, que bien como venganza si se entera de los responsables los buscaría por toda la ciudad y los exterminaría cuando los encuentre. Aunque tal vez ese es el plan…” siguió reflexionando pareciendo no estar nada segura de lo que planeaban esos fanáticos, algo esperado con la poca información que reunían ambas.

“Me imagino hasta pareces algo más limpia que la otra vez y eso que te agarre mojado.” Dijo con una media sonrisa y pareciendo ver un poco bajo la suciedad que se había echado encima para verse más sucia luego del lavado recibido en lo de Camila. “No digo que te devorarían como los monstros de la secta, sino que te usarían hasta agotarte y bueno no dudaría que te han tratado de seducir, pero créeme no lo vale estar con ella. Respecto a la rubia no se tengo un presentimiento que algo anda mal con ella…puede que suene raro pero debe haber una razón por la cual logra dirigir aquella taberna y lo mantiene todo en orden a pesar de cómo es esta sociedad con las mujeres.” Le trato de explicar y eso se notaba aunque no sabias porque no terminaba de ir a nada mas especifico y tal vez era porque no tenia ejemplo alguno para respaldar su sospecha.

Cargando editor
12/11/2015, 15:05
Leonor Amore

-Espero que cuando vayamos, esa secta ya haya sido destruida por otros y sus líderes asesinados o llevados ante la justicia – Dijo de corazón, rezando para que Konrad cumpliera su palabra de acabar con ellos y no tuvieran que exponerse ante semejante peligro.

Ante las suposiciones de su nueva amiga, Leonor se aventuró a descubrir algo más de lo que sabía, aunque de una forma bastante sutil – Puede ser… ¿Crees que la muerte del sacerdote molido a palos tiene algo que ver? Quizá lo mataron los sectarios y querían acabar con algún otro religioso que se les escapó. Después de haber estado allí, te puedo asegurar que esos fanáticos harían cualquier cosa que les ordenara su líder, incluso clavarse un puñal en el corazón si se lo pidieran.

Ante el comentario sobre su limpieza, la joven pelirroja se puso algo colorada y se dijo a sí misma que no podía ser descuidada a ese respecto. Afortunadamente ya no tenía un hogar donde poder lavar sus ropas, por lo que la limpieza ya no sería un problema. – Ummmm… hay una camarera muy descarada en ese sitio… Una tal Donna, pero ya te digo que no me interesa jugar a esas cosas y menos con alguien tan mayor – Respondió finalmente en un tono mordaz sabiendo que si la mujer la estuviera escuchando, seguramente no le haría ninguna gracia.

La suposición de Naywa con respecto a Camila hizo que la huerfanita dedicara unos segundos a pensar. Cierto era que la rubia siempre había dicho que tenía guardias que les protegían, pero quizá fuera Piero el que realmente se ocupaba de todo entre las sombras… Al fin y al cabo eso tendría más sentido, a juzgar por la cantidad de libros que había en el dormitorio de la mujer, y que estaba casi segura de que Camila no había leído.

-Bueno, en cualquier caso no voy allí a menudo, aunque no está de más seguir tu consejo y mantenerme alerta. Gracias Nay – Le respondió con un guiño mientras cambiaba de tema – Por cierto, tu amigo el escriba… Esta coladito por ti, ¿eh? ¿Cual es vuestra historia?

Cargando editor
12/11/2015, 22:34
Naywa Al-Faqadi

Nego con la cabeza lentamente. “No. Eso no nos serviría pequeño. No hemos averiguado mucho de ellos y por lo menos me gustaría hablar un poco con alguno de los que no muerden.” Le informo a la joven mientras jugaba un poco con la espada. “Por eso si fuera por mi iria rápidamente esta misma noche, en vez de en una semana como pediste caballero mío.” Dijo casi como si se lo reclamara aunque no habia mal humor en sus palabras.

Escucho la pregunta de la pequeña asintiendo con seguridad. “Si, pienso que tienen que ver de alguna forma es atacar a la iglesia aunque los monjes se alejen un poco de esta.” Comento refiriéndose a la separación conocida entre la iglesia de Roma y los Franciscanos a pesar de formar parte de la misma religión. “Aquello es inquietante pero seguramente cierto. Todo este fanatismo es un problema para todos, con los católicos respondiendo de forma errónea a esto y culpando a cualquier otro.” Dijo con desanimo suspirando cansada.

La mujer parecio no notar como te ponías colorada o tal vez ya se habia acostumbrado. Por otro lado rio con ganas al escuchar tu descripción de Donna. “Si la conozco, no tambien como algunos de los hombres pero se lo que hace. De cualquier forma estas siendo malvado con ella, no es tan vieja sino bien linda.” Dijo parando de reir e inclinándose un poco para tocar con el hombro a la joven. “¿Hubo una pelea entre ustedes o algo? Yo tampoco me llevo bien con ella, así que no te guardes nada conmigo.” Respondio animada por la posibilidad que se pusieran a criticar a esa mujer.

“De nada pequeño, vas a ver que asi es mejor.” Dijo antes de quedarse callada ante la pregunta del supuesto joven. “Supongo que me lo merezco por llevarte ahí a hacer un dibujo.” Comento con resignación.

“Todo empieza desde mi infancia, que no fue para nada tranquila. Yo como seguro pudiste adivinar antes tenía problemas con mi padre y mi madre dejo de estar presente luego de mi nacimiento, por lo que tenía costumbre de irme de mi casa cuando volvia de su trabajo. Aunque tambien lo hacia cuando estaba afuera pescando.” Empezó con un tono neutro no pareciendo entusiasmada de contar esa historia, pero igual entregándosela a Leonor por una razón que no era claro. “La cuestión que una vez un chico de mi edad, se peleo conmigo empezándome a insultar a mi y a mis amigos. Incluso parecio tener la idea de golpearnos a todos. Por lo que en un momento me le quede mirando y me racionalice que como no era tan grande como mi padre no debía temerle. Entonces tire el primer golpe al estomago, eso lo sorprendió y no le permitio responder al segundo ni al tercero ni a los mordiscos que siguieron.” Comento sonriendo contenta mientras contaba la primera victoria física que habia tenido.

“Esmail entra en esta historia cuando me puse a defenderlo de un chico algo mas grande que yo. Fue una pelea difícil que termine ganando con algo de suerte debo admitir.” Confeso encogiéndose de hombros como si no importara. “La cuestión que cuando Esmail vio eso no solo se hizo mi amigo automáticamente sino que comenzó a pensar una forma de que no tuviera que seguir peleando y que pudiera protegerme. Eso ultimo me lo admitió mucho más tarde, mientras se puso a buscarse una vida y por suerte fue adoptado por un viejo escribano que por una tragedia no tenia a nadie.” Le relato simplificándolo seguramente demasiado respecto a los sentimientos del hombre. “Finalmente cuando termino de estudiar y tuvo clientes frecuentes, terminamos saliendo un poco pero finalmente arruino todo cuando se me confeso.”

“En resumen si esta coladito, pero es un tonto.” Resumio suspirando de nuevo.

Cargando editor
15/11/2015, 15:28
Leonor Amore

-Afortunadamente me has prometido que esperarás una semana – Le respondió guiñándole un ojo confiando en que no se metiera sola en la boca del lobo y en que, pasara lo que pasara la llamaría si deseaba ir.

-Si… por mucho que los monjes se estén separando de muchos de los ideales de la iglesia, estoy casi seguro de que se unirían ante un enemigo común. Ya conocemos el dicho de “el enemigo de mi enemigo”… aunque las respuestas poco acertadas de las partes implicadas es lo que más me preocupa. - Respondió algo reflexiva.

Ante la alusión de Donna por parte de su compañera, Leonor supo que no debía hablar mal de ella puesto que seguramente podría descubrir algunas cosas que prefería mantener en secreto, al menos de momento, por lo que, encogiéndose de hombros, tan solo afirmó de forma algo despreocupada – Nada de eso, simplemente no me suelen gustar las mujeres tan descaradas. Casi la vi desesperada cuando intentó tomarse demasiadas licencias conmigo. Como si no pudiera encontrar a un hombre si no se comporta de forma vulgar y provocativa. – Dijo finalmente, sabiendo que aquel comentario sería suficiente para que Naywa se sintiera satisfecha, pero no lo bastante como para que empezara a sospechar nada raro.

Después permaneció en silencio escuchando las explicaciones sobre su relación con Esmail y la infancia tan dura que ha tenido. En ese momento se siente mucho más cercana a su amiga, la cual no había tenido problemas en compartir algo tan privado con ella, aun sin conocerla lo suficiente. Esperaba que esa amistad durara mucho tiempo, y que algún día no muy lejano ella también pudiera confesarle su secreto.

-Bueno, los hombres hacemos cosas tontas por amor. En eso vosotras tenéis ventaja – Fue lo único que le dijo, no queriendo hurgar en el dolor de la triste infancia que le había descrito para no abrir viejas heridas y aceptándola tal y como se la había dado.

Cargando editor
15/11/2015, 23:45
Naywa Al-Faqadi

Si bien sonreía amistosamente a tu gesto, se notaba que no tenía mucho ánimo de estar esperando a que pasara el tiempo que la joven pedia pero por el momento lo hacía empujándolo un poco con el hombro sin fuerza para mostrar su frustración.

“No se pequeño, me gustaría estar tan seguro como vos en eso que se vayan a unir. Pero tampoco lo veo tan seguro.” Comento con pesimismo sin deseo de hablar mucho de eso excepto por lo que más le importaba. “De cualquier forma no veo tampoco como beneficie a los míos que la iglesia y los monjes dominicanos de acá se unan.”

De la mujer salió una sonrisa felina al escuchar aquellas palabras que incluso la propia Leonor debía darse cuenta que no eran muy normales en un joven. “Me encanta escuchar que seas un joven que piense de esa manera, es tan inusual. No me mires asi, que seguro cualquier compañero tuyo se habría dejado llevar, pero al parecer tienes unos principios bastantes férreos como dicen por ahí.” Le comento desapareciendo de apoco la sonrisa gatuna para contentarse de la persona que tenía junto a ella. “deberías buscar alguna novia y así hacerla feliz.” Termino agregando volviendo su mirada a su arma de madera.

Rio un poco ante sus palabras. “Tienes toda la verdad, tenemos una gran ventaja ahí.” Admitió bromeando aunque en parte sintiéndose como algo sincero. “Sabes estas espadas de madera eran para que él y yo practicáramos un poco pero nunca le tomo gran interés. Aunque supongo que ahora lo hará.” Dijo con una media sonrisa.

Cargando editor
16/11/2015, 00:57
Leonor Amore

-Descuida que tan solo se unirán para vencer asesinos sectarios y cosas por el estilo. No creo que una alianza entre ellos dure tanto como para que pueda perjudicar a los tuyos. ¡Además! De todos es sabido que Venecia es una ciudad abierta, tolerante y neutral. Esperemos que no se vea afectada por los vientos de guerra que se avecinan. – Respondió para tratar de reconfortarla, no estando demasiado segura de si la paz duraría mucho si los vampiros decidían jugar con las vidas de los mortales a su antojo.

Cuando Naywa sonrió ante su comentario sobre Donna, Leo volvió a ponerse algo colorada, sobre todo en la parte de buscar una novia a la que hacer feliz. Por alguna razón odiaba engañarla, aunque prefería mantener su anonimato, al menos hasta que el asunto de los fanáticos estuviera resuelto y supiera que no pensaba dejarla al margen por ser una chica con poca fuerza para pelear. – Ahora no pienso en chicas… Mi hermano es la prioridad – Repitió algo más seria para zanjar el tema, aunque volviendo a sonreír ante los comentarios sobre su amigo el copista.

-Jajaja, si. Supongo que si piensa que soy competencia, decida entrenar contigo para evitar que le “levanten a la novia”. Tan solo espero que no seas muy dura con él en los entrenamientos. – Respondió con alegría, pensando que ciertamente a los hombres les perdían las mujeres.

Cargando editor
16/11/2015, 18:22
Naywa Al-Faqadi

Si bien Naywa asentía a las palabras de Leonor se la veía algo distanciada en sus pensamientos. Solo el además pareció sacarla y generar una sonrisa. “Si, es una ciudad bastante más tolerante que otras y también más preocupada por sus monedas que por una guerra o por la religión.” Comento dándose confianza con algo que era conocido que les picaba más que cualquier tipo de violencia o espiritualidad. “Al menos por lo que sé el Dogo posiblemente quedemos aparte de todo este embrollo.”

“Ya me lo dijiste.” Fue la única respuesta que dio la chica dejando el tema zanjado como prefería la pelirroja. Empujándola de nuevo de forma juguetona para sacarla de su seriedad.

Rio con ganas ante la complicidad del supuesto chico. “Es un hombre grande, seguro que se aguanta si le golpeo con más fuerza que a vos. En especial si trata de impresionarme.” Le respondió aunque no te pensabas que haría tal cual. “Ah y también si trata de desatarme los pantalones, ahí sufrirá más y vos también porque sabré que vos se lo sugeriste.” Continúo bromeando sacándole la lengua al pobre huérfano.

Notas de juego

Si queres vamos cerrando o nos diriguimos a donde querias antes de que apareciera Naywa.

Cargando editor
16/11/2015, 21:45
Leonor Amore

Leonor sonrió al imaginar a Esmail tratando de quitarle los pantalones a la dama de azabache, aunque no tardó en alzar las manos en un gesto de rendición mientras le aseguraba – Jamás se me ocurriría sugerirle tal cosa por dos razones: La primera porque me matarías si se lo digo y la segunda porque seguramente me ganaría la enemistad de tu amigo el escribano si alguna vez se entera de que he estado a punto de ver algo muy privado tuyo en tan solo unos minutos, cuando seguramente él no pueda verlo nunca o tarde muuuuucho tiempo hasta que se lo permitas – afirmó, sintiéndose muy bien al tenerla como amiga.

-Bueno alteza – Dijo al fin con una reverencia a modo de despedida – Creo que ha llegado el momento de que os deje. Aunque… ummm ¿Cómo podré encontrarte si necesito hablar contigo? Si quieres puedes dejarme un pequeño trozo de tela en la estatua de los Tetrarcas en la plaza de San Marcos y yo acudiré donde quieras lo más pronto posible, aunque no sé si prefieres otro método. – Preguntó antes de que las dos se dijeran adiós.

Su intención era realizar alguna investigación sobre los nombres de la lista que le había indicado el espíritu mientras tanto y tratar de encontrar la manera de darle el mensaje del padre Vico al obispo, aunque si Naywa deseaba algo más de ella, bien podía realizar todas esas tareas más tarde.

Notas de juego

Como quieras. Yo te he dado opciones por si quieres abrir otro hilo o por si deseas seguir por aquí :)