Partida Rol por web

Gianna se calmaba poco a poco, Ignacio la hacia reír, era un buen compañero.

-No es que lo deseé, ni quiero estar presente cuando lo hagas porque si sospecha que estoy de acuerdo o que te lo pedí, buscará la manera de fastidiarlo todo.

La joven sonrió y asintió.

-Podrías presentarme a dos o tres pero no hace falta. Puedo sobrevivir comiendo algo rico y bebiendo con vos.

Respiró profundo y se acercó al oído de Ignacio.

-¿Estás tratando de seducirme?

El hombre parecio pensarlo un momento y luego sonreir asintiendo. “Es muy posible, pero un futuro supongo que tendre que hacerlo…ya sabes por eso del cortejo y esas cosas de la nobleza.” Comento dejando ver la poca prioridad o importancia al tema de matrimonio formal.

“Tal vez mas tarde…Ya creo que conoces un par de ellos.” dijo encogiéndose de hombros ante la idea de presentarte mas giovannis. Aunque lo que si le interesaba era el acercamiento de ella. “Acaso esta mal, estaremos casados y yo nunca me olvidare de atender mi labor de esposo con vos...” Le expresaba pasando su brazo por detrás de ella para acercarla aun mas.

“Claro que te trato de seducir, solo un tonto no lo haria.” Respondio con mucha mas claridad.

Gianna sabía que la charla con su tio era inevitable pero no quería detenerse más en ese penoso asunto, por suerte, Ignacio no había hecho lo que Cirino y había aceptado el matrimonio con ella de una vez, lo cual le restaba dolor a lo que acababa de hacer.

-Todo a su debido tiempo...

Entonces lo observó pasar a estar más cerca de ella, a tocarla y calmarla como estaba intentando desde que la vio llegar.

-Conozco a un trío y de esos el que más me gusta eres tú... Espero que eso lo tengas claro, aunque me vi tentada por tus primas, pero eso es un secreto entre nosotros.

Se acercó y lo besó apasionadamente.

-Entonces seduce a tu figura esposa, Lord Giovanni...

Asintio aceptando dejar eso a otro momento en parte porque como habia mostrado él tampoco lo tenia como gran prioridad. Pero al menos le habia aceptado donde otros hombres no lo habian hecho.

“Lo tengo muy claro Gianna…” dijo con orgullo aunque su sonrisa crecio mas al escuchar ese comentario de sus primas. “Oh asi que ella te tentaron. No te culpo son muy lindas. Podria permitirte que sigas esa tentación si luego me cuentas lo que paso…” le ofreció sin descaro o vergüenza para luego recibir su beso.

Tras el beso se alejo un poco para ir a la entrada “Lo hare, solo dejame pedir el vino.” Le informo y abrió la puerta para ordenar a un  par de sirvientes para que trajeran una gran jarra de vino y una copa para cada uno. Cuando estos cumplieron volvio con ella y les sirvio a ambos.

“Dime esposa mia…haz visto la linda noche de Venecia,? Haz visto las estrellas siendo reflejadas por el mar? Bien podriamos salir en algun momento luego de tomar unas cuantas copas y compartir un buen momento con ella…” le propuso con un tono mas seductor. “Podriamos entrar ambos en el agua y permanecer juntos para juntar nuestro calor.”

Gianna estaba satisfecha por una cosa: Ignacio sabía lo que tenía que hacer y eso era de agradecer.

-Bueno, pide el vino, querido.

Sonrió mientras lo esperaba y cuando volvió estaba claramente mucho más relajada y eso también era de agradecer. Tomó la copa de vino y bebió un buen sorbo, tal vez por lo que había ido a decir tenía la garganta seca.

-Mmmm, tal vez te lo cuente o tal vez te haga participar.

Jugaba con el, lo miraba, sonreía, Gianna era una seductora natural y no lo podía evitar entonces se mordió el labio.

-Conozco Venecia de noche pero estoy segura que tú podrías sorprenderme y enseñarme algún lugar nuevo y es una noche estupenda para un baño, querido esposo y amante. De hecho ya empiezo a imaginarte dándome calor en el agua.

Se acercó a besarla pero cuando lo iba a hacer se escabulló hacia su cuello y lo beso y mordió terminando en su oido.

-Sirveme otra copa entonces...

“O bien podrias hacer ambas cosas.” Sugirió viendose intrigado por lo que hacia ella en las noches venecianas. Las siguentes palabras le hicieron ver que habia logrado entusiasmarla con una salida que bien podria salir por el lado de un baño nocturno o por otro lado.

“Me gusta imaginar eso…” dijo silenciandose a si mismo con los movimientos que ella hacia sus labios antes de sorprenderlo pasando a su oreja. “Por supuesto. Una y dos mas si consigo ponerte asi de cariñosa.” Comento haciendo lo que pedia ella.

“Dime es asi como imaginas nuestra vida casados? O tu tambien tienes una sorpresa para mi?” preguntaba el Giovanni queriendo ver el imaginativo de ella.

Gianna suspiro profundamente porque el vino había conseguido relajados, claro, la compañía de el también.

-No sería un buen matrimonio si no hubiera sorpresas.

Ella le sonrió y bebió un poco más antes de proseguir con su copa, re realmente un buen vino.

-Si te lo dijera ahora perderíamos el factor sorpresa y estoy segura que no quieres eso.

Le dio otro beso y luego suspiró.

-Pero te prometo que no vas a arrepentirte.

El Giovanni sonrio contento, sin duda las palabras que le daba Gianna llegaban a buen puerto y el hombre se encontraba contento con lo que escuchaba.

Tras dejar de besarla la miro con deseo. “Me imagino que no me arrepentiré y por eso acepte este arreglo. Tu tampoco te arrepentirás, ya que puede ser algo salvaje mi mundo pero pronto te acostumbraras.” Comento con algo de seduccion, aunque tambien malicia.

“Dime…para conocernos un poco, hay algun acto ilegal que hayas hecho en tu vida? Inmoral me imagino uno recurrente.” Comento en broma.

Ella lo miró con una sonrisa.

-No creo que hubiera más que no sepas.
Estoy segura que tampoco te asusta lo ay soy.

Gianna no quería casarse con alguien que no supiera entender su esencia y aunque con Cirino estaba dispuesta a dejar su vida de libertinaje atrás, eso no aplicaba para nadie más.

-Deberías contarme cuáles son tus negocios o enseñarme, así puedo ayudarte.

Y estaba siendo sincera.

-Anda, muestrame un poco ahora.

“Ya veo una vida muy divertida, no veo problema ahí si es que puedes controlar a tus hombres. Aunque a decir verdad no tendria problema en ayudarte si alguno de ellos se pone celoso.” Le ofrecio ante un posible problema que ella aun no encontraba por suerte.

El hombre rio pero no parecio subestimar el pedido de la noble. “Seguro sabes algo de las bandas criminales de esta ciudad…” empezo a decir y Gianna hizo algo de memoria recordando lo poco que le habia dicho su padre sobre el tema.

Las bandas en Venecia habian existido hace tiempo, casi desde el inicio de la ciudad pero ninguna habia sobrevivido tantos años. Pero el problema era que cada vez que la guardia, algun noble o otra banda se encargaba de alguna otra salia para tomar su lugar. Al parecer su origen y el de algunas mas recientes tenian como origen ser equipos de algun deporte que se participaba en Venecia. Por lo demas recordabas de tu padre que no le gustaba mucho tratar con ellos, pero no tenia intención de enfrentarlos ya que producían cierto orden en la ciudad.

“Hace tiempo que comando una bastante brava, no es como otras que hayas escuchado nombrar. Nos encargamos del pase del mercancías sin que la guardia lo vea y a azotar a las demas bandas que no se rinden a nuestros pies.” Le informo con una sonrisa maliciosa mientras pensaba la propuesta de Gianna. “Que te muestre ahora? Que quieres ver? Un asesinato?”

Ella suspiró, lo cierto era que Gianna empezaba a creer que nunca había tenido amor y que aunque lo sintiera, ninguno de aquellos hombres la tomaba en serio ni la amaba lo suficiente como para pedirle que dejara de ver a otros hombres, por triste que resultara, ninguno la amaba para pelear por ella y en esa cavilación se quedó unos segundos y por eso mismo no respondió a la broma de Ignacio.

-Entiendo, sé que es un trabajo importante.

Pero de inmediato día negó con la cabeza, no era una mujer miedosa pero no quería tener que ver con asesinatos.

-No, no quiero ver un asesinato pero tampoco creo que sea lo único que hagas...
Prefiero mantener en mi mente esa imagen que tengo de ti.

La mujer se inclinó hacia él y bebió un poco más de su copa.

El hombre parecio reir con su mirada ante la negativa de Gianna. De cualquier modo escucho lo que dijo y asintio a sus palabras.

“Lo comprendo, de cualquier forma no tienes que preocuparte…” dijo aprovechando la cercania de ella para darle un par de besos en la mejilla y cuello. “Si quieres puedo darte una rapida imagen para que quede no solo en tu mente sino en tu cuerpo.” Dijo acentuando su ultima palabra con un toque atrevido al culo de Gianna.

Tras eso se quedo meditando un rato. “Entonces prefieres ver un contrabando? Eso nos acercaria mas a ese plan que tenia de que nos bañaramos en el mar, ya que se hara el intercambio en uno de los puertos poco conocidos.”

Ella sonreìa con los avances de èl, la verdad era que Ignacio le gustaba mucho y tenìa ese toque de perversidad que la volvìa loca en la cama, asì que podìa tener un esposo y un amante al mismo tiempo, uno atrevido por cierto.

-Dame una o un millòn de imàgenes, seguro voy a disfrutarlas todas, futuro esposo.

Èl seguro sabìa que ella no mentìa en ese aspecto y casi en niguno, Gianna tenìa el don de ser honesta a pesar de no tener pudores o de ser algo casquivana, una cosa era segura: no mentìa.

-Pues vamos entonces, es una esplèndida noche para que aprenda màs de ti.

Dio un trago corto a su copa y luego lo beso larga y apasionadamente.

El futuro esposo de ella sonrio con maldad y asintio una vez para asegurarle que bajo cualquier circunstancia haria lo que prometia. Aunque claro ella queria verlo en una diferente accion esa noche antes de ir al placer, lo que en si no le causaba tanta molestia.

“Aprenderas entonces…” dijo antes de recibir el beso mientras su mano seguia apoyada en el culo de ella. Tras un largo rato de contacto espero unos segundos antes de volver a hablar. “Solo deberas cambiarte la ropa, algo menos llamativo seria perfecto ya que aunque dudo que cualquier otro hombre te toque estando conmigo…que se distraigan mirando tu belleza, no creo que ayude al trabajo.” Comento con humor sepandose de ella por un momento para pararse y mirarla entera.

“Cuando terminemos de vestirte iremos a un puerto algo aislado del principal, ahí estara esperando uno de mis hombres. Hoy deberia haber un cargamento llegando en unas horas, asi que tendremos algo de tiempo libre para explorar la pequeña isla donde iremos.” Le explico con mayor detalle, aunque fue mientras ella se vestia que termino de dejarlo mas claro que viajarían en un pequeño bote hacia una de las islas pequeñas que rodean a Venecia y ahí harian el intercambio famoso.

Pero antes de partir la miro con una sonrisa picara. “¿alguna pregunta? o ¿tienes dudas de venir o no?” pregunto la primera con interes, aunque la segunda era para provocarla divertido y ver de nuevo su valor.

Gianna se habìa tenido que cambiar de ropa con algo que èl tenìa por allì, no llegaba a parecer un muchacho pero casi y ciertamente pasaba màs desapercibida que con sus hermosos ropajes pero no le molestaba en absoluto, por el contrario, le resultaba incluso divertido.

-No tengo miedo nunca, mi señor, asì que puedo decir que estoy preparada para lo que venga y si es a vuestro lado aùn mejor.

Estaba claro que habìa mucha tensiòn sexual entre ellos y que aunque ya se conocìan en la cama, siempre podrìa haber alguna sorpresa como èl ya habìa demostrado, asì que si bien ella estaba deseando un nuevo encuentro, tambièn se sabìa capaz de esperar.

-Vayamos de una vez, asì volvemos antes a quitarnos esta ropa.

Sonriò con malicia por el doble sentido de aquellas palabras y se aprestò a partir con Ignacio, confiando en èl una vez màs.

“Llamame Ignacio. Que señor parece mucho mas formal de que somos el uno con el otro.” Le comento admirandola en su nueva vestimenta que habia conseguido para ella con un tamaño que no le quedara demasiado grande e incomoda. “Me alegra escuchar tu falta de miedo querida Gianna.” Agrego con una sonrisa maliciosa como si planeara hacerle una broma tras esa confesion.

Asintio a su pedido y con ella junto a él salieron de la mansión Giovanni. Tras ello hubo un pequeño viaje por los canales de la ciudad, un viaje donde el Giovanni entretenía con algo de humor y provocaciones picantes a la noble para que se mantuviera entretenida. Tras ellos zarparon en un pequeño barco hacia una de las islas que habia dicho Ignacia, aunque ahora no estaban a solas sino que habian hombres que trabajaban para él con ellos.

Los hombres no se veian muy amistosos y la verdad pocos se asemejaban al buen aspecto del Giovanni, era seguro que si Gianna los habria encontrado en la calle habria puesto a Bastien en medio o a uno de sus guardias pero con Ignacio cerca eso no parecia necesario ya que mas a haya de un corto saludo ningun se atrevio a tocarla o mirarla demasiado.

En el barco no habia solo hombres sino cofres con lo que se suponia que se realizaria el pago. Unos cofres que fueron trasportados por los hombres ni bien llegaron a la pequeña isla, que casi ninguno recordaba su nombre por lo que Ignacio tuvo que recordarle que era la isla de Tessena. Una isla no muy usada en ese tiempo pero que en un futuro tomaria una función importante algo que el mismo Giovanni aseguraba.

“Bien. Que te parece? Toca esperar un poco pero no creo que se retracen.” Comento a Gianna mientras se separaban un poco del grupo, poniendose mas cerca de la orilla para observar a la ciudad de Venecia aun iluminada a pesar de que fuera muy profundo en la noche.

Gianna iba mirando todo a su paso, no porque no conociera la ciudad y algunos de sus secretos sino porque en ese modo nunca la había observado y eso le gustaba de una manera distinta. Los caminos siempre escondían secretos que no todos podían descubrir al mismo tiempo. Hablaba poco o nada pero era porque estaba entusiasmada como un chiquillo.

-Parece que no importará mucho que se retrasen...

En ese momento le sonrió a Ignacio como si lo admirara de alguna manera y no hubiera en el mundo nadie más que él, su mente trabajaba a mil por hora como casi siempre pero con el plus de hacerlo con él.

-Venecia es hermosa siempre pero de noche lo es aún más, ¿no lo crees?

Ella no lo dudaba pero quería ver si compartían aquello.

El hombre pareció leerle la mente en cierta forma o tal vez presintió lo que sentía ella porque le sonrió de manera guapa mientras observaban a Venecia esa noche esperando que los demás cómplices en ese negocio se presentaran.

“Lo es. Yo muchas veces he estado en esta isla mirando a la ciudad, al principio por algo de paranoia pero luego de un par de veces he aprendido a disfrutar la vista. Aunque ahora es mas especial con la compañía que tengo.” Dijo quedándose mirando a la ciudad iluminada antes de ir a Gianna.

“Sabes que si alguno te habla no te hagas la muda y diviértete un poco.” Le aconsejo refiriéndose a la reunion que tendrian. “Algunos de los comerciantes les gusta hablar, solo para tranquilizarse. Un truco viejo de los negocios.” Le explicaba aunque ella conocia ese comportamiento.

Gianna estaba emocionada por lo que iba a suceder allí o por lo que imaginaba. Podía ser que casarse no fuera lo suyo pero estar con un hombre que la hacia gozar, le daba un lugar y además confiaba en ella, era mucho más de lo que habría imaginado en un principio.

-Esto me gusta demasiado, tú también...

Se acercó y antes que él pudiera decir más lo besó largamente, luego se apartó como si no hubiera hecho nada.

-Intentaré hablar pero puede que te eche a perder algún negocio.

Sonrió con malicia, no se consideraba una experta en negocios pero tampoco una tonta. De alguna manera terminaba siempre negociando con su tío.

Si bien hubo un poco se sorpresa ante el beso de ella no tardo en corresponderlo y disfrutar todo lo que duro. Al final solo sonrio con diablura ante la actitud juguetona de ella.

“Me parece que no, hoy no se porque pero me siento con suerte.” Le devolvio a su comentario final antes de llevarla de nuevo al punto de reunion.

El lugar estaba como antes, solo que un par de hombres nuevos se encontraban frente a los hombres de Ignacio. Solo un pequeño saludo de su parte y algunas palabras que parecían una rara contraseña terminaron de relajar esa tensión que se formo por unos segundos.