Partida Rol por web

La Busqueda

Llorando lo perdido, aprovechando lo ganado (Cap 2.5)

Cargando editor
19/10/2016, 05:59
Tommaso Bresiano

El hombre sonrió una sonrisa pequeña ante esa pregunta. “Tienes razón, no tiene sentido que nos enfrentemos y por eso quiero hablar contigo.” Afirmo sin bien dándole la razón mostrándole que decía tomar un enfoque menos violento, mientras continuaba acariciándola al ver como se iba calmando como él quería.

“No me imagino a nadie en sus cabales admita que se encuentra causando caos en una ciudad, por lo que aunque agradezco tu respuesta necesitaría algo mas de ti para empezar a creer que no quisieras dañar a esta ciudad.” Comento casi enseguida esperando mas razones de ella que el amor que ella había confesado.

“Gente ha desaparecido y el clima se está agitando en esta ciudad, eso incluso una chica de la calle debería haber notado…” respondio dejando alguna de las posibles razón pero no sin ser nada especifico en como ella entraba en esas razones. “Si te soy sincero me han hablado de ti, de tal forma que se me ha formado interés por ti. Por lo que fue por pura voluntad que vine a conocerte.” Confeso pasando su mano con delicadeza de nuevo por el rostro hasta llegar a su mentón y elevárselo para que se viera obligada a mirarlo.

Se le quedo mirando un buen rato antes de preguntar. “Has visitado estos días el Gheto de los musulmanes? O te has hablado con alguno de esa nacionalidad?” pregunto con tono nada duro sino como si tuvieran confianza el uno con el otro. “Piensalo bien antes de responder. Que si contestas bien todo lo que te pido te premiare.” Le termino ofreciendo aunque dejando el premio que le daría en secreto.

Cargando editor
19/10/2016, 22:09
Leonor Amore

La pequeña huérfana continuó mirándole fijamente mientras él usaba palabras dulces para referirse a ella, como si su voz pudiera convertirse en un bálsamo para volverla más dócil y sumisa. Leonor sabía que estaba ante un vampiro tanto por el poder que había demostrado poseer, como por las advertencias de lord Konrad, el cual le había prevenido contra el príncipe de la ciudad. No obstante, el trato que estaba recibiendo le daba incluso más miedo que si la hubiera amenazado sin contemplaciones.

-Y ¿por qué te interesa el bienestar de Venecia si hace tanto tiempo que la abandonaste? Soy yo la que tendría que sospechar de tus intenciones, ya que como ciudadana por derecho, no tengo ninguna razón para sembrar el caos en mi propia casa. – Le respondió recuperando un poco el valor para poder decir aquello que su alma rebelde le pedía a gritos.

-Ni siquiera me dices quien te ha hablado de mí con anterioridad, aunque te lo he preguntado amablemente, ni por qué piensas que soy culpable de algo, y ¿encima te burlas de mí prometiéndome un premio si me porto bien, como si yo no fuera más que una simple mascotita? Pues bien, si eso es lo que piensas que soy, me comportaré como corresponde y te diré que si tienes alguna pregunta que hacerme, se la realices a mi Domitor, el cual estará encantado de iluminarte con sus respuestas. Y ahora, ¿Podrías ser tan amable de desatarme y dejar de extorsionar o dañar la propiedad ajena, por favor? – Le respondió, justo cuando él levantó su mentón para obligarla a mirarle directamente a los ojos.

Cargando editor
20/10/2016, 00:42
Tommaso Bresiano

“¿Quién te dijo que la abandone? Si la habría abandonado no estaría acá ahora mismo preguntándote estas preguntas, sino tal vez estaría en otro lugar de este mundo.” Le respondió aunque no entendiera bien la razón de esa pregunta. “No es asi de sencillo pequeña, aquí hay muchos habitantes y ciudadanos esta ciudad crece pero lamentablemente eso también es aprovechado por gente que causa problemas mezclándose entre tantos inmigrantes.” Le explico aunque pareció quedarse sin insistir más por ese punto o tal vez solo se quedó pensando.

Pero claro también podría ser que estuviera dejando que la rebeldía de la chica quedara expuesta y de lo que digiera ella seguir con su interrogatorio. Tal vez por eso la dejo seguir hablando.

“Quien hablo de ti no quiere que lo sepas, aunque si en vez de hablar de esa forma me contestaras bien te lo diría. Lo mismo va con mi razón para desconfiar de ti pero eso supongo que no será algo que averigües porque prefieres pelear conmigo.” Contesto no mostrando ninguna clase de rencor por lo poco cooperativa que habia sido. “No eres una mascotita para mi, ni tampoco menos. Sos una mujer hermosa que parece responder mejor si uno es amable con ella.” Comento acercándose los centímetros que quedaban para robarle un beso, que no fue corto sino que se dejo estar para que ambos pudieran sentir bien los labios del otro.

Separandose solo lo necesario para hablar la empezo a rodear con sus brazos haciendo mas a la imagen de que se trataban de amantes disfrutando un lugar privado para amarse. “Tu eres la que se cree que la dañare pero muy al contrario, yo solo me defenderé pero no sere quien dé el primer golpe Leonor.” Le aclaro con una pequeña sonrisa sin avergonzándose de su conducta. "Ahora que espero que haya quedado mas claro por favor háblame de lo que te pregunto."

Cargando editor
20/10/2016, 01:36
Leonor Amore

-Dijiste que tu padre te hizo viajar mucho por el mundo y que hace tiempo que no estás en la ciudad. También has afirmado venir en barco ¿Cómo definirías eso si no es abandonar tu ciudad natal? – Le razonó, aunque más por justificar sus palabras que por querer entrar en una discusión con él.

Cuando Tommaso le habló de aquella manera sobre los inmigrantes, la damita le miró de una forma diferente ¿Acaso también había tanto odio en el corazón de aquella criatura, a pesar de sus palabras dulces y sus gestos amables? No lo comprendía, pero suponía que, como con todos los fanáticos, no habría nada que pudiera decir para hacerle cambiar de opinión en sus creencias, por lo que seguramente ya la habría condenado, dijera lo que dijera.

-Yo no quiero pelear… pero está claro que piensas que soy responsable de algo que ni siquiera conozco. Dile a la persona que ha decidido mandarte y no revelar su identidad, que es un cobarde al enviar a otros para no mancharse las manos. - Le respondió con vehemencia, sintiéndose cada vez más y más acorralada.

Entonces, sin que lo esperara ni en un millón de años, aquel ser se acercó a ella y le robó un prolongado beso de sus carnosos labios de seda. Durante unos segundos se resistió, intentando apartar la el rostro de él, pero poco a poco fue cediendo ante su captor, permitiéndole que su suave lengua recorriera su boca hasta que finalmente se separó de ella para contemplarla con cierta calma en su semblante.

-Creo que el primer golpe ya lo has dado hace rato, así que no juegues el papel de caballero de blanca armadura, porque está claro que para ti no soy más que un cordero listo para llevar al matadero.– Le respondió con desesperación, mientras trataba de reducir los latidos de su desbocado corazón – Dime ¿Por qué es tan importante lo que te pueda decir? Mi amigo Imanu era inmigrante, pero le han colgado en la plaza ¿Es eso lo que quieres? ¿Qué te cuente como los que abusan del poder matan a niños huérfanos? El era una prueba más de que algo no anda nada bien en esta ciudad, y si te importara de verdad Venecia, estarías buscando justicia para víctimas como él, en lugar de considerarle un criminal por su raza o por sus creencias. – Le respondió al fin, dejando salir todo el dolor que había estado conteniendo por la pérdida de su amigo, junto con un par de lágrimas de pura frustración.

Cargando editor
20/10/2016, 04:58
Tommaso Bresiano

“Uno no olvida donde nace, aun cuando viaje a ultramar y hable muchos más idiomas que el materno. Al final si uno siempre termina volviendo a su hogar no lo abandona, eso es lo que hago vuelvo una y otra vez.” Respondio el hombre que aunque tampoco quería una discusión sentía que fuera necesario aclarar eso.

Suspiro moviendo a un lado y otro su cabeza como si pensara como responder a ello. “Tengo mis sospechas contigo, no es algo que tenga que ver con nadie mas que mis ideas. Ya te he dicho lo que sospecho y quienes podrían estar relacionados pero pareces ignorar constantemente la pregunta. Algo que te hace ver aun mas culpable que al principio de nuestra conversacion.” Afirmo dejándose sentir algo de hostilidad en su parte aunque eso no rompía su buena voluntad que quería generar.

Negó con la cabeza lentamente tras sus palabras luego de su beso, que parecia no habia hecho mucho resultado aunque el viajero se lamio lentamente los labios como si aun saboreara lo que habia hecho con ella. “Entonces piensas que ya tengo un juicio listo para ti. Uno que podria terminar con tu muerte o conmigo lastimandote de alguna manera pero aun asi continuas con tu rebeldia como si eso no importara en vez de ser tan sumisa como el supuesto cordero que eres. Dime ¿porque lo haces? ¿que ganas con ello?” pregunto no solo curiosidad por su respuesta sino queriéndola hacer razonar fuera de esa idea de que continuara resistiendo.

De nuevo quedo en silencio esperando que terminaras antes de hablar. “Ya te dije que lo siento por tu amigo, que fuera un inmigrante o que fuera de otra raza no me lo hace pensar como un criminal. A veces la justicia en esta ciudad falla, aunque debo dejarte en claro que es mucho menos el fallo aquí que en otras ciudades que he visitado. Si él fue una victima de una injusticia entonces buscara justicia como quieres pero eso necesita que se aclaren las cosas y quienes estaban relacionados con todo este incidente cooperen….” Entonces acerco su mano al rostro de ella, delicadamente sacando todas las lagrimas que tenia cayendo de su rostro. “Tu estas en ese grupo Leonor, tus palabras pueden darle justicia.” Le informo con una voz calida mirándola a los ojos esperando su respuesta.  

Cargando editor
20/10/2016, 22:09
Leonor Amore

Leonor sentía como estaba perdiendo esta batalla, puesto que su captor no tenía la más mínima intención de respetar a Konrad y dejar tranquila a la “muñeca de sangre” de otro vampiro. Lo que aun no llegaba a comprender era por qué no la obligada a decirle lo que quería saber con alguno de los poderes a los que ya había sido sometida en el pasado por las criaturas de la noche.

-Si continúo con mi rebeldía es porque quiero pensar que cuando me matéis, al menos no habré sido asesinada como un cordero suplicante. Quizá sea ese orgullo italiano que me achacáis, pero no me molesta demasiado que penséis que soy una mala persona o una instigadora fuente de caos, cuando lo verdaderamente importante es lo que yo piense sobre mí misma. – Le respondió al fin con resignación, tras suspirar profundamente al comprender que su situación podría ser infinitamente peor a manos de aquel ser - No entiendo tus argumentos ni quien ha podido hablarte de mí, pero te aseguro que jamás le haría ningún mal a esta ciudad… al menos de forma consciente. – Le confesó, mirándole directamente con sus ojos claros.

-Si… si me explicaras qué es lo que sucede, y qué hay detrás de toda esta situación que se escapa de mi mente yo… hasta intentaría ayudarte por propia voluntad. No hay nada que me interese más que mantener la paz en Venecia y que nadie sufra. Si dices que he hecho algo malo, me gustaría saber el qué. – Continuó, tratando de ordenar sus pensamientos para darle algo, cualquier cosa, que mejorara su situación - ¡Por Dios Santo! Si incluso ayudé a un guardia a evitar que asesinaran al Dogo y al Cardenal. Si entré en el gheto de los musulmanes fue para tratar de averiguar quién había incendiado las casas y quemado viva a aquella pobre gente… Dime ¿Por qué me haces esto y por qué no hablas directamente con mi Domitor en lugar de atarme e interrogarme en un frío callejón? - Preguntó con consternación, después de haber contestado algunas de las preguntas que le había hecho.

Cargando editor
21/10/2016, 01:16
Tommaso Bresiano

“Pero si te llego a matar todo esto que hiciste no ha servido de nada e incluso todo lo que podrias haber hecho para ayudar a otras personas tampoco existiría.” Le señalo pareciendo querer mostrar lo inútil de esa resistencia. “De cualquier forma si quieres mentirte a ti misma con que no te importa lo que piense la gente, entonces podríamos ir cambiando algo importante aquí…” dicho eso le saco su gorro y lo tiro a unos pasos de ellos pero lo suficiente para que ella no pudiera volverlo a tomar sin liberarse del hombre. “Entiendo eso. Por eso te insisto con mis preguntas porque bien podrías no darte cuenta del peso de tus acciones.”

Tras decir eso le dejo unos segundo pensando en ello, dejándole responder. “No he escuchado nada que hayas evitado un asesinato. Porque razón te quisiste involucrar en eso? Acaso tenias un amigo entre las victimas?” continuo con el interrogatorio pareciendo ignorar las demás palabras para aprovechar la reciente cooperación de ella. “Porque ya he hablado con tu Dormitor y ahora prefiero conocerte a ti. Ver lo que ve este en una pequeña humana.” Comento con una pequeña sonrisa antes de acercarse aun mas dejando que el calor de su cuerpo se sintiera en Leonor.

“Podemos ir a otro lugar, pero pareces muy escurridiza. Por lo que si lo necesitas podría tratar de calentarte.” Decia mientras se acercaba a ella con su rostro pasando al cuello de ella apoyando sus labios aunque no para besarla. “Me han dicho como te enciendes con ciertos gestos.” Pronuncio cerca de su oido.

Cargando editor
21/10/2016, 02:20
Leonor Amore

En el mismo instante en que él le arrebató el gorro que cubría sus cabellos, la joven huérfana notó como si una parte de ella hubiera sido quebrantada en ese instante. Se sintió frágil, vulnerable, desnuda… y de alguna forma un rinconcito de su subconsciente luchó en vano por aflorar recuerdos de una horrible escena en la cual, no hacía mucho, había sido privada de sus ropas, a merced de otro manipulador de sombras. Los recuerdos se escaparon de su cabeza con la misma rapidez con la que habían intentado salir, pero la sensación de desesperanza permaneció, haciendo que su cuerpo temblara irremediablemente.

Igualmente, la damita pudo contenerse lo suficiente como para conservar la compostura, a pesar de que se sentía flaquear a cada paso de aquel ser que parecía disfrutar poniéndola contra las cuerdas – Me sorprendería que hayas escuchado todo lo que he hecho en mi vida – Le respondió, tratando de parecer fuerte – Me quise involucrar porque estaba viendo el desfile de bienvenida y vi como un hombre se movía entre el gentío con la clara intención de arremeter con su espada contra la comitiva, así que me adelanté y se la quité sin que se diera cuenta y ayudé al guardia que trataba de detenerle. No tengo por qué tener un amigo entre las víctimas para actuar. Para tu información, a los nobles no les suelen gustar los huérfanos andrajosos. – Le instruyó, cada vez más asustada del curso que estaba tomando esta conversación.

Leonor no pudo evitar abrir mucho los ojos al escuchar que aquel vampiro afirmaba haber hablado con Konrad, dejando a su imaginación qué tipo de conversación habían mantenido entre ambos. Le resultaba imposible creer que su Domitor le hubiera dado permiso para que la tratara de esta manera, pero cuando le habló cerca de su oído sobre sus reacciones en los momentos de intimidad, su rostro empalideció y su cuerpo se tensó como una cuerda de violín ante el roce de los labios de su captor Sintiendo una extraña y terrible mezcla de excitación y miedo difícil de controlar.

-¡Socorro, que alguien me ayude! – Gritó desesperada, esperando ser salvada de aquel ser que pretendía disfrutar de su cuerpo con total impunidad, sin darse cuenta de que, con sus gritos, quizá estuviera firmando el preludio de lo que cualquier criatura de la noche podría hacer a su costa tras su resistencia.

Cargando editor
22/10/2016, 06:31
Tommaso Bresiano

El temblor pareció querer ser parado por las manos de quien la retenía contra su voluntad en ese oscuro y frio callejón, por lo que era algo ironico que tratara de trasmitirle calma a ella. Aunque al final el hombre no podia controlar la sensación intimidatoria que causa y que daba como respuesta las palabras de la joven.

“No dudo de lo que dices, pero que haría un solo hombre contra los guardias de esta ciudad o incluso con los guardias fanáticos que trajo con el Cardenal consigo. Seria imposible para un hombre lograr algo tan importante como un asesinato e incluso un grupo de personas tampoco lo lograría.” Entonces una sonrisa se le apareció en el rostro que parecía subestimar el esfuerzo de ella. “Es risorio que un hombre pueda lograr tanto, mas bien uno pensaría que fue algo para revolver las aguas ya agitadas por la guerra que viene. Al menos asi lo pensé yo.” Concluyo dejándole claro que no veía un peligro tan grande como lo veía ella o simplemente no le importaban aquellos dos personajes importantes.

Cuando finalmente parecio conseguir la reacción de ella que tanto habia esperado, con unas palabras que no eran nada ligeras el hombre pareció relajarse y dejarse llevar por ese pequeño triunfo. Sin darle mucha importancia al grito que salió de ella. Un grito que acallo no con violencia sino con un nuevo beso en los labios de ella que como el anterior no solo no fue advertido sino que no pretendía quedarse por muy poco tiempo con ella.

Solo cuando la dejo dar un respiro respondio a esas palabras. “Nadie vendrá corderita. Como dijiste de nada sirve suplicar…” comento mientras sus feroces colmillos por fin se notaban y su mano tomaba el cuello de ella. Fuera de ellos parecia probarse que nadie vendria ya sea porque no querian desafiar a un vampiro o porque tal vez no le era importante lo que le pasaba a ella.

Cargando editor
22/10/2016, 16:34
Leonor Amore

-No era un solo hombre. La guardia consiguió detener a todos los demás, excepto a uno, y aunque yo también pensé que aquellos asesinos jamás hubieran llegado a cumplir su cometido con éxito, en aquel momento no me paré a pensar en nada más que en tratar de evitar muertes innecesarias. Si piensas que esas acciones solo fueron para revolver las aguas ¿No tienes ninguna idea de quién puede estar detrás de todo o del por qué? Desde luego que yo no, y mi único crimen es tratar de ayudar, así que estás perdiendo tu tiempo conmigo. No hay nadie que desee evitar una guerra más que yo ¿Acaso no es evidente? Tendrías que dedicar tu tiempo a buscar sectarios y pirómanos, en lugar de dedicarte a tu estúpida caza de brujas sin sentido en mi persona. – Razonó, intentando que se convenciera de que ella no era la raíz del problema.

Pero cuando Leonor pidió auxilio en un intento desesperado de que alguien pudiera importarle su destino, aquel ser sonrió y la acalló con un nuevo y prolongado beso, donde la descarada lengua del vampiro se deleitó saboreando cada rincón de su boca mientras ella forcejeaba tratando de detenerle, golpeándole incluso con las manos que, afortunadamente, aun tenía libres.

Nada consiguió salvo quedarse sin respiración hasta que su actitud se tornó más dócil, paralizada por el miedo y una mezcla de emociones que era incapaz de acallar. Pero… ¿Por qué se sentía de aquella manera? Odiaba estar a merced de los caprichos de la apuesta criatura que la retenía, así como odiaba ser consciente de que nada de lo que hiciera cambiaría el hecho de que no tenía escapatoria posible. Aun así una parte de ella no podía evitar pensar que su pequeño cuerpecito estaba reaccionando ante los estímulos del desalmado ser que sonreía con cada victoria que lograba sobre ella, mientras sus palabras la hundían aun más en la desesperación.

Por ello, cuando Tommaso mostro al fin sus colmillos, agarrándola del cuello y pronunciando su cruel sentencia, la joven huérfana volvió a desafiarle con sus grandes ojos azules, viéndose totalmente perdida y prefiriendo abdicar con dignidad. – Jamás me oirás suplicar, stronzo. No te daré ese placer.

No estaba segura de ser capaz de mantener esa promesa si el Vampiro se proponía quebrar su voluntad, pero al menos haría todo lo posible por intentarlo.

Cargando editor
23/10/2016, 01:02
Tommaso Bresiano

“Sin embargo no reporto ninguna otra gente herida en ese incidente, excepto un par de guardias que recibieron cortes de los asesinos y un guardia que fue castigado severamente por su capitán.” Comento con una confianza de que sabe del tema, lo que no era difícil de creer ya que conocias que los vampiros tenían a uno de ellos en el mismo palacio del Dogo por lo que su información podría ser mas precisa que muchos grupos en la ciudad.

El vampiro te miro en silencio por un rato tras escuchar tu interés. “Él porque es sencillo traer caos en nuestra ciudad. Como buena Veneciana deberías saber o intuir importancia política de nuestra ciudad en toda Italia.” Respondio ignorando la primera parte tal vez por desconfianza por ella o porque simplemente no sabía. “Los pirómanos y las sectas no son nuestros únicos enemigos lamentablemente. También están los alemanes, los musulmanes y muchos de las demás ciudades estado.” Le aclaro pareciéndola meter en uno de esos grupos.

“A pesar de la mirada que me das estoy seguro que dudas que puedas cumplir con ello.” Le devolvió a las palabras desafiantes de ella menos preciándolas como si ningún peso tuvieran mientras su mano se acomodaba dejando que su pulgar se masara casi amenazante por el cuello de ella haciéndose sentir con cierta fuerza. “Sabes que no tienes salida, que te has metido donde no debes pequeña pero debes saber también que haya alternativas para no sufrir tanto.” Seguía hablando mientras su dedo descendía hasta llegar a la base de su cuello, apretando un poco este impidiendo que algo de aire llegue.

A pesar de eso su otra mano parecía distinta o que al menos queria hacer un contraste mientras se pasaba al costado del cuerpo de ella con una caricia suave ascendiendo por su vestimenta y apartando los brazos de ella que se habían puesto para inútilmente tratar de apartarlo. “Leonor repites mucho tu orgullo de ser italiana y lo tanto que te gusta esta ciudad. Entonces teniendo eso en cuenta porque invocas a tu Dormitor extranjero?” pregunto pareciendo genuinamente curioso por ello.

Cargando editor
23/10/2016, 02:55
Leonor Amore

Leonor escuchó el reporte del hombre que estaba tan bien informado, preguntándose de nuevo por qué tenía tanta fijación en implicarla. Ojalá pudiera decirle que no solo pirómanos, sectas, alemanes, musulmanes y ciudades estado mortales estaban interesadas en que Venecia callera. También príncipes vampiros de otras ciudades, como la mujer que había visto mientras presenciaba una reunión secreta que nunca debía haber presenciado.

-Pero… ¿Por qué sigues pensando que yo tengo algo que ver con todo eso, o que le deseo mal a esta ciudad? Dime ¿Dónde piensas que estoy metida? ¿Qué es lo que he hecho para que me acuses tan duramente? – Le preguntó con insistencia, pensando que si ella conocía las sospechas del Vampiro, quizá pudiera ayudarle a obtener lo que deseaba saber sin que nadie saliera herido en el proceso. A pesar de ser consciente de que Naywa ocultaba demasiadas cosas y que seguramente la habría utilizado y metido indirectamente en este lío, era su amiga y la protegería hasta el final. No permitiría que ninguna criatura, vampiro o no, le pusiera las manos encima si podía evitarlo.

De nuevo el miedo asaltó el cuerpecito de la huérfana, la cual tenía que reconocer que Tommaso estaba en lo cierto al afirmar que terminaría consumiendo su autoconfianza tarde o temprano. La mano que sujetaba su cuello comenzó a apretar su garganta hasta el punto en el que pudo notar como el aire llegaba a sus pulmones en una cantidad bastante más reducida. Sus azulados ojos le miraron incrédulos y aterrados, mientras él presionaba más y más, demostrándole que podía dar fin a su vida con tan solo ese pulgar que se había colocado en el lugar exacto para darle muerte en un segundo si ese fuera su deseo.

Entonces, viéndose perdida, Leonor dejó de forcejear con el vampiro, el cual se dedicó a acariciar su espalda con dulzura, como si ambas manos pertenecieran a dos personas totalmente diferentes, y con intenciones estrictamente opuestas. – Por… porque según las leyes de tu gente yo le pertenezco…. y dañar la propiedad de…. otro vampiro no está bien visto entre los vuestros. Yo… supuse que nombrarle… te… te recordaría vuestras propias normas y así… no…. cof cof…. no me harías daño. Si… quieres podemos discutir esto con… el príncipe… ¡Por Dios Bendito! ¿qué tengo que hacer para…. que no me mates? – Respondió a su mención de Konrad casi sin aliento y genuinamente asustada, en un intento desesperado de que su cuerpo no amaneciera destrozado en un callejón.

Acababa de perder a su amigo Imanu, aunque algo le decía que muy pronto se reuniría con él… y quizá también con Theo. Aquello volvió a estremecer su cuerpecito, aunque en esta ocasión, ya no se resistió, sino que permaneció muy quieta centrando todos sus esfuerzos en poder respirar, durante el tiempo en que aquel apuesto ser se lo permitiera.

Cargando editor
23/10/2016, 21:01
Tommaso Bresiano

El hombre suspiro ante la pregunta de la joven que no era más que una repetición constante a algo que parecía creer que ella debería adivinar por sí misma. “Un informante mío ha dicho que te has pasado unas cuantas veces por el gheto musulmán y lo que me comentaste antes de ayudar con la quema de casas me hace pensar que tienes una relación con ellos. Eso y tu falta de respuestas me hace sospechar que ocultas algo.” Le respondió mirando no intimidantemente pero pareciendo mas serio en ese instante.

Tal vez era por el miedo o por algo que hacía en ti el vampiro pero parecía mas grande mientras su mano con un esfuerzo minimo le restringía la llegada de aire a loa pobre pequeña. Sin duda no estaba en el mejor momento siendo de noche y abandonada de cualquier ayudada humana la joven podría dirigirse muy rápidamente a rendirse como el hombre habia afirmado.

“Según nuestras leyes lo que hizo fue tomar algo que nos pertenecia o al menos al príncipe si soy mas exacto…” le devolvió haciendo una especial acentuación en el príncipe como si quisiera que lo recordases por sobretodo. “De cualquier forma tienes razón en que por nombrarlo no te habría hecho daño, si ese hubiera sido mi plan.” Comento liberando el cuello de ella pero permaneciendo con su pulgar en el centro de ella.

Aunque pronto hubo una sonrisa en el vampiro cuando suplico tal vez no esperando una respuesta asi tan rápido. “Quiero todo confesa todo lo que sepas. Pero mas importante quiero que vuelvas a dejar en claro a quien le perteneces y que haras por esta ciudad que tanto amas.” Le respondio el hombre que saco su dedo del cuello de ella para metérselo en el cabello. "Necesito que entiendas en esta ciudad no gobierna tu Dormitor. Sino los Lasombra."

Cargando editor
23/10/2016, 22:48
Leonor Amore

La damita no podía apartar la mirada del hombre que sujetaba su vida con uno solo de sus dedos. Le costaba respirar y, por unos instantes, sintió el impulso de llevar sus manos al brazo de su captor para intentar obligarle a que dejara de apretarle en cuello. No obstante se mantuvo inmóvil sabiendo que aquello únicamente empeoraría su situación, al comprender que el vampiro era infinitamente más fuerte y poderoso que ella.

Cuando Tommaso le aclaró que ella pertenecía a los Lasombra, Leonor sintió como si una punzada atravesara su corazón. Incluso estando bajo el ala de Lord Konrad, la joven huérfana se había creído lo suficientemente libre como para sentirse dueña de su propio destino. En mayor o menor medida, el norteño no era para nada restrictivo, habiéndola dejado deambular con libre albedrío por las calles de la ciudad. No obstante, ese hombre parecía no solo ser aliado del príncipe, sino además, había dejado claro que pertenecía a su poderoso linaje, por lo que la joven pudo deducir que seguramente Tommaso estaría aquí por petición del mismísimo Guilelmo Aliprondo.

Pero entonces, su agresor aflojó su presa, apartando el dedo de su cuello y haciendo que no pudiera evitar toser durante unos segundos. Aquella libertad no duró demasiado, y cuando él introdujo la mano en sus cabellos, Leonor volvió a mirarle fijamente a los ojos antes de contestar.

-El príncipe dio su consentimiento cuando Lord Konrad me presentó ante él. Si, como dices, yo le pertenecía… ¿Por qué no lo expresó en la reunión que ambos tuvieron? - Le preguntó con genuina curiosidad, sin entender muy bien los juegos políticos de las criaturas de la noche.

Acto seguido, y recuperando de nuevo su fuerza de voluntad al haber escuchado de los labios de su agresor que al nombrar a su Domitor no le haría daño, la jovencita le respondió con toda la entereza que fue capaz, suponiendo que aquello eliminaría la sonrisa que se había formado en el rostro del Lasombra – Mira. Yo estoy en contra de que se inicie una guerra y de que mueran personas inocentes. Si mis palabras pueden ayudar a que haya paz en Venecia, estaré encantada de contarte lo poco que sé, aunque podrías habérmelo preguntado de forma amable o quizá haberme invitado a una copa. Pero si tus intenciones son las de que se continúen quemando niñas pequeñas en sus casas, apoyando a desalmados como Rodrigo de Navarra y sus seguidores pirómanos y asesinos, por mí puedes besarme el culo e irte al infierno del que provienes. Quizá le pertenezca a alguien, pero desde luego tú no eres ese alguien. Por lo pronto lo que voy a hacer por esta ciudad que tanto amo, es no darte la satisfacción de que consigas una mierda de mí.– Respondió, desafiándole de nuevo, intentando zafarse de los tentáculos que la sujetaban, esperando que, por un casual, habían podido aflojar su presa al haberse confiado el vampiro.

Cargando editor
24/10/2016, 06:28
Tommaso Bresiano

El hombre solamente negó sin dar ningún tipo de respuesta a la duda que tenía ella ya sea porque la pensaba como sencilla para que ella averiguara por si mima o porque no veía la necesidad de responder, de cualquier forma la dejo con la incertidumbre.

Pero entonces lo hizo ver que ese pequeño acto de misericordia al alejar su mano de su cuello no habia ayudado con su carácter, sino al contrario parecía haber despertado de nuevo la rebelión en ella por lo que el vampiro la dejo hablar aunque incluso ella veía que no le prestaba toda la atención debida a las palabras de ella aunque hubo instantes donde su atención pareció genuina aunque no de la mejor forma.

“Dije que le perteneces a todos los lasombra eso me incluye a mi, muñeca de sangre.” Le devolvió no cuidando en nada su lengua que pretendía insultarla sin duda por su lado las sombras permanecían en su posición bloqueando el movimiento de las piernas de ella. “Al parecer no puedes enteder bien el concepto de la amabilidad que muestro contigo pero se ve que esta no funcionara asi que dejame mostrarte lo que conozco de ti.” Dijo sin mucho mas preámbulo alejándose de ella solo lo suficiente para manipularla para que le diera su espalda.

La conversación habia terminado al parecer por la posición que la habia puesto, mientras sus manos se posicionaban en ella de formas que no mostraban la gentileza que antes había utilizado con una volviendo a ese frágil cuello pareciendo tomarlo entero pero sin apretar y el otro entre sus cabellos la sujetaba con algo de fuerza.

“Tu resistencia te hace interesante en un principio, pero al final te vuelve en una muñeca de un solo truco. Uno poco interesante.” Dijop volviendo a menospreciarla mientras la tomaba con ambas manos dejando la en una posición de nuevo sumisa ante tal demonio que la tenia casi en su control excepto por algunos movimientos de ella que poco lograban contra lo que ocurria ahí mismo.

“De cualquier modo puedo hacerte caso e ir al infierno, pero vos iras primero como corresponde siendo la dama que pase primero.” Comento con una falsa caballerosidad, que ella daba cuenta mientras mas se acercaba  sus piernas empezaban a ceder por algo que la hacia descender aun mas en su lugar. Aunque antes que pudiera bajar del todo sintio el rostro de él bien cerca del suyo y moviendo su cabeza como si nada la hizo mirar en su dirección para recibir un beso que de lejos fue lo único que le saco el aire ya que venía acompañado por impulsos de sus manos que la apoyaban aun mas cerca del muro y la tomaban de nuevo de cuello para conseguir esa sumisión de antes. Aunque ese sensación de una mano pronto fue reemplazado por otra cosa que no podia identificar de ninguna manera pero igual cortaba su aire.

Cargando editor
24/10/2016, 18:56
Leonor Amore

Leonor supuso que el que se calificaba a sí mismo como Lasombra sería duro con ella, pero no esperaba que fuera tan cruel, teniendo en cuenta que le había prometido al principio de la conversación que no le haría daño. No obstante, tanto sus acciones como sus palabras dejaron claro que no le importaba agredir a una mujer, ni humillarla en el proceso ¿Acaso todos los Vampiros eran lobos vistiendo pieles de nobles caballeros?

Lo peor de todo fue que el hecho de escuchar aquel hiriente insulto de labios de su captor le hizo pensar que, si salía de esta con vida, muy pronto lo asumiría como la nueva realidad de su vida y seguramente dejaría de dolerle, por mucho que se negara a que aquello pasara.

-Si piensas que has sido amable conmigo es que eres más zafio de lo que imaginaba. No es que no entienda el concepto de amabilidad, es que detecto a un hipócrita y un mentiroso en cuanto lo veo. Las respuestas que quieres tan solo las pronunciaré en presencia de mi Domitor o del príncipe, puesto que no te conozco de nada y seguramente eres un oportunista y un traidor a Venecia, por lo que te recomiendo que no pierdas más el tiempo. -respondió justo antes de sentir como el Vampiro la colocaba contra la pared sin ningún tipo de delicadeza.

A medida que Tommaso hablaba, acercándose paso a paso a su piel sin contemplaciones, la huerfanita fue más y más consciente de lo que pretendía hacer con ella: La violaría para luego saciarse con su sangre hasta que ya no quedara nada de ella. La mera idea de que la encontraran inerte y hueca en un callejón después de haber sido golpeada hasta la muerte la llenó de terror, pero ya no creía que tuviera ninguna posibilidad de salir con vida, y aunque su resistencia posiblemente enfureciera más a la criatura de la noche que la empujaba hacia abajo para que su rostro casi besara el suelo, esperaba no flaquear sin importar el dolor que le infligiera.

-¡Eres un cobarde! Estoy segura de que tan solo te creces ante humanos indefensos como yo, como si mostrar tu poder te hiciese más importante o te diera la razón. Me encantaría ver como tiemblas ante un enemigo que no puedas venc….– Le increpó justo antes de que él la obligara a girar el rostro y la besara de nuevo sin que pudiera resistirse ni terminar su frase, mientras sus manos y algo que no pudo identificar, le cortó la respiración de tal forma, que no le quedó suficiente aire a sus pulmones.

Llegado a ese punto, la hermosa muchachita de cabellos granates como el fuego, tan solo pudo intentar luchar sin éxito por respirar, mientras imaginaba qué nuevos tormentos le tenía preparado el Vampiro antes de matarla y una parte de ella se resistía a que su cuerpo experimentara esa extraña sensación que no hacía más que estremecerla y desear dulzura por parte de un hombre que jamás se la daría.

Cargando editor
24/10/2016, 21:08
Tommaso Bresiano

Mucho de lo que dijo ella no parecio llegar al vampiro que estaba inclinado mas por lograr su cometido de intimidarla de reducir la resistencia que ella tenia en ese momento dejando como tantos otros hombres los buenos modales para aprovecharse de la superioridad de fuerza que tenia.

Fue tras el beso de este que por fin parecio escuchar las palabras de ella, pero para ese entonces no se encontraba del buen humor que mostraba antes. Mirandola con otros ojos mientras lo que tomaba su cuello se abriendo apenas para que ella respirara. “Si quieres que hablemos frente al príncipe lo haremos.” Dijo mirando en dirección a la plaza esa que habia huido Leonor pero parecía que debería volver ahora mismo si el extraño la arrastraba. “Seguramente se encontrara ocupado pero por tu pedido seguro encontrara tiempo para que los tres aclaremos lo que esta pasando aquí y como tu ultima reunión el príncipe entiendas bien lo que pasara.” Comento su voz teniendo un tono no solo serio sino que seguro de quien no temia por las acusaciones de Leonor.

“Me empiezo a preguntar como has sobrevivido tanto tiempo fuera si esa es la respuestas que das a alguien que admites que te supera en facultades. No creo que escapar te hubiera ayudado siempre por lo que debo suponer que tienes una extraña suerte de tu lado o un angel protector.” Comento recuperando su sonrisa aunque siendo mas burlona en ese instante mientras continuaba teniéndola contra la pared.

Sin embargo volviste a sentir como te manipulaba la cabeza para que lo miraras. “Yo he sido amable pude llevarte desde hace tiempo con el príncipe para terminar con cualquier grado de resistencia en tu parte, pero comprendo que esta gentileza no ha servido de nada contigo. Ni siquiera ha servido que te he dejado claro que tenemos objetivos parecidos por lo que es mejor que terminemos con esto.” Dicho eso la miro a los ojos profundamente.

Cargando editor
24/10/2016, 21:54
Leonor Amore

Los intentos de intimidarla habían dado sus frutos con creces. No obstante, Leonor había traspasado la barrera de tener miedo y había ido al siguiente paso: La desesperanza. En estos momentos pensaba que nada de lo que dijera o hiciera la salvaría, por lo que prefería morir con la dignidad de una veneciana, que darle la satisfacción de suplicar.

Aun así, se odió a sí misma por aquel cosquilleo que sintió con el beso del vampiro, así como con el recuerdo constante de que la sangre de esos seres resultaba tan deliciosa, como placentero era el hecho de ser mordida por uno de ellos.

-No sé que quieres...decir. El príncipe es… el caballero que tu… nunca... serás. – Le respondió entre toses ahogadas postrada en aquella pared, sin darse cuenta de lo equivocada estaba ante tal afirmación y sin comprender qué había querido decir al mencionar al príncipe.

De repente y sin saberlo, Tommaso tocó la única fibra sensible que podía hacer que su muro de voluntad se resquebrajara, puesto que al mencionar a su angel protector, Leonor no pudo evitar pensar en su hermano Theo y en la terrible incertidumbre de su paradero. Por todo ello, los ojos de la pequeña se empañaron ligeramente, justo antes de que su voz sonara quebradiza incluso para ella – Mi ángel… ya no está… y no creo que…. vuelva nunca… – Respondió apenada y con un vacío en su corazón, devolviéndole la mirada con una mezcla de tristeza y resignación - ¿Por qué no me… matas ya? Yo… no se qué más….decir para que….lo hagas rápido.

La hermosa damita continuó mirándole a los ojos, sin mostrar desafío en esta ocasión, e incluso sonriéndole con una mezcla de paz de quien sabe que pronto va a abandonar este mundo. – Lo único que te pido… es que sea dulce. – Finalizó, cerrando los ojos y esperando que él le diera el golpe de gracia.

Cargando editor
24/10/2016, 23:04
Tommaso Bresiano

“Cierto.” Afirmo sin pensárselo ni un segundo tu descripción del príncipe de esta ciudad. “Es una persona muy admirable y un buen líder para esta ciudad. Es por eso que cuando puedo le ayudo a pesar de lo tortuoso que a veces se vuelva.” Comento el vampiro que no parecía mentir en sus palabras aunque sentías que sus últimas palabras iban a ella.

Ante el nuevo cambio de actitud de ella a algo más controlable, el hombre siguió tomándola con fuerza a pesar que las palabras de ella marcaban una clara perdida de espíritu de su parte. Pero lamentablemente el vampiro ya habia visto eso y ahora parecía desconfiar mas de ella por lo que aun con el pedido de muerte este no se relajó.

“Ya te he dicho lo que podías decirme pero te rehusaste a contestar a mis preguntas. Si bien eso merecería un castigo, no entiendo porque piensas que debería ser dulce.” Comento el hombre que si ella esperaba piedad no parecía dispuesto a dárselo. “La única forma que sea como pides es que finalmente aceptes lo que eres y me lo digas ahora mismo. Si lo aceptas sere dulce como pides, sino te atare pies y manos te llevare para luego dejarte aquí a manos del próximo extraño que aparesca. Para ver que tan dulce es este con una chica.” Le informo con una seriedad que no aceptaba broma mirando los ojos azules de ella sin temblarle el pulso.

Cargando editor
24/10/2016, 23:18
Leonor Amore

La joven sintió un extraño escalofrío ante la mención del príncipe. Sin saber por qué razón, el líder sobrenatural de la ciudad la asustaba más allá de la razón, aunque en estos momentos no importara demasiado a causa de su inminente destino.

El hecho de que volviera a menospreciarla, ya no le afectó, puesto que poco a poco estaba perdiendo el poco orgullo que le quedaba. Quizá fue por eso que cuando él afirmó que no tenía ningún motivo para ser dulce con ella y le comunicó qué era lo que pensaba hacer si no cooperaba, la damita volvió a mirarle a los ojos con tristeza antes de añadir.

-Tienes razón… no tienes por qué ser dulce conmigo… ¿Qué quieres que acepte? ¿Qué soy un juguete a merced de cualquier vampiro? No hace falta que lo escuches de mis labios para que sea la verdad… Igualmente, si eso es lo que quieres, te lo diré: No soy nada, no soy nadie. Tan solo una fea rata callejera en esta hermosa ciudad, que aun así intenta ayudar a la gente que lo necesita a pesar de que no consiga nada con ello. - Capituló ante aquel hombre cruel cuyo rostro no mostraba ni un ápice de piedad.

- Ya tienes lo que deseabas... Ahora mátame de la forma en la que te lo he pedido... por favor.