Mereklar es una immensa ciudad de forma triangular rodeada de unas altas murallas hechas de un material blanco muy recio, poderoso y pesado.
En las murallas se hallan dibujos que parecen ser muy antiguos, uno de aquellos dibujos parece representar tres figuras masculinas y dos femeninas, dos de los tres hombres representados parecen más grandes que el humano que está colocado a su lado. Son de gran tamaño y robustos, especial mente uno de ellos. Las mujeres, son muy dispares entre sí, una es grande y alta y la otra es delgada y menuda.
Mereklar guarda tres puertas alojadas en cada lado de la muralla. La entrada más cercana, la entrada del Este y otras dos, una a cada lado, La Puerta del Noroeste y las del Suroeste.
Graak observó las imponentes murallas mientras avanzaba, una buena ciudad donde tal vez aprendiera algo más sobre el combate, no se hacía muchas ilusiones, pero nunca daba nada por sentado, se dedicó a seguir al grupo en silencio mientras silbaba una alegre melodía.
Me detengo frente a las impresionantes murallas y me dirijo al resto de mis compañeros.
- ¿Conoceis la ciudad?
No, yo no, al menos contesté a la mujer
Venga, lo mejor es entrar cuanto antes dije y, sin esperar confirmación de nadie, empecé a andar hacia el interior, por la puerta Este
Ni la mas remota idea de la ciudad. Se encoge de hombras y acto seguido sigue a Snit.
Cuando os disponéis a atravesar las murallas, un hombre se os acerca, interrumpiendo vuestras conversaciones.
- Parecéis forasteros, verdad. Quizá seais vosotros los aventureros dispuestos a cumplir la misión. ¿Es eso posible?
Me quedé mirando al hombre y asentí. Con mis mejores movimientos me acerqué y le hablé
Sí, hemos venido aquí por ello. Hemos leído que necesitaban a alguien y ¡aquí estamos! No encontraréis a nadie mejor que nosotros
Miro al hombre que ha interrumpido nuestra conversacion.
-Puede... ¿de que mision estamos hablando?
Ah! Perdonad, ¿no venís juntos? Usted con quien viene, señorita dijo mirando a Snit ¿Y usted, cuál es la razón por la que está aquí? - dijo a Eylune
Miré mal a Eylune. ¿Por qué habrá hecho esa pregunta tan estúpida?
En Tormentos Cristalinos vi un cartel que se buscaba a gente para una misión. ¿Acaso es falso?
El semigigante bajó su mirada cuando el grupo fue interceptado por aquél hombre, se estaba impacientando y según lo que él sabía, tenían que hablar directamente con otro hombre. Dudo que este hombrecillo sea quien buscara aventureros, lo mejor será seguir y buscar al contacto.
Devuelvo la mirada a Snit sin pestañear un ápice.
- Este hombre se nos ha acercado, y no creo que sea nuestro contacto. Me imagino que habrá más de una persona en este sitio dispuesto a ofrecer una recompensa por un trabajo, a parte de la persona a la que buscamos.
¿Venís o no venís para reuniros con Lady Sheeva?
Sí contesté sin hacer caso de ninguno de mis compañeros. Parecían nuevos
Venimos a reunirnos con Lady Sheeva. ¿Nos llevarás ante ella o nos indicarás el camino?
Sea lo que sea hagámoslo rápido, tengo que encontrar algo de ropa y volver a Tormentos antes de que empiece el torneo.
Pues entonces os llevaré yo ante ella. ¿Me seguís todos?
Yo sí dije echandome el pelo hacia atrás
Para algo he venido aquí
Inclina la cabea afirmativamente y sigue a sus compañeros.
-Estábamos esperando que llegase más gente. Los que han llegado, mmm, no sé yo... Sabía que tarde o temprano alguien más vendría a la ciudad. Acompañadme.
El hombre os lleva por una calle que bordea la muralla, a los pies de ésta hay muchos gatos. La verdad que las figuras gatunas, pequeñas estatuas y representaciones gráficas sobre os felinos abundan en todas partes. Después llegáis ante una carroza que está tirada por dos tigres, en lugar de los caballos usuales. El hombre se sube y toma las riendas. Desde allí os mira y os dice.
- Entrad, os llevaré hasta donde está nuestra señora.