Partida Rol por web

El cuaderno del hombre parecia ser mas confuso de lo que habia leido en un principio, para empezar habia una mezcla de mensajes religiosos o documentación de las monotonas acciones que llevaba acabo pero eso se mezclaba con una conversación que tenia con otra persona. Esta persona también escribía ahí las acciones que realizaba durante el dia y luego mensajes para Thomas. No sabias el nombre de la otra persona o algo sobre ella solo que tenia una letra diferente. Por lo demás habia mensajes indescriptibles en ese latin que aun para ella que conocía el idioma parecían extrañas palabras como si de un dialecto se tratara, de cualquier modo con algo de reflexión y varias releídas empezabas a comprender.

 La lectura empezó a hacerse preocupante mientras mas la entendías, habia muchas señales de demencia en este hombre de una demencia que no la habías visto presente al principio. Habia algo malo en esto que leias que te daba una sensación que no debías seguir leyendo porque las atrocidades que seguirían no parecían contenerse. Entonces encontraste una propuesta hecha por la otra persona sobre concretar un encuentro en la plaza de las cuatro estatuas donde había quedado un mensaje anónimo que implicaba una ayuda para ellos con el tema de los sacerdotes pero Thomas había decidido ser cauteloso y habia sugerido no ir al encuentro.

Pronto la hora del encuentro llego y ya había averiguado un par de cosas. Thomas no era un hombre bueno sino alguien que escondía un pensamiento muy oscuro, alguien que parecia estar involucrado en el asesinato del sacerdote hermano de Maximiliano y mas importante no estaba solo

Al entrar en la biblioteca a la noche te recibió el viejo y arrugado guardián, que rápidamente te guió hasta el pasadillo secreto. Era una sensación rara estar ahí caminando tranquila con quien antes habían tenido una pelea. Sin embargo ahí estaban bajando y dirigiéndose hasta la famosa biblioteca donde esperaba el Sabio Vinay sin la mascara puesta.

En la camilla estaba tomas, desnudo completamente y con los miembros atados por cuerdas gruesas. Tenia un pañuelo en la boca para evitar que gritara, algo que claramente parecia que haría por la intensidad de sus ojos. Cerca habían cuchillos y demás herramientas que parecían más de tortura aunque tuvieran su utilidad medica en esos años.

“Bienvenida Leonor. Por favor acompáñanos y dinos lo que paso.” Comento el sabio sacando su atención de Thomas para ir a ella.

Leonor no comprendía cómo aquel cuaderno le resultaba tan difícil de descifrar. Aquellas páginas eran una parafernalia de palabras aparentemente sin sentido, con dos tipos de letras diferentes y utilizando el latín de una forma tan poco ortodoxa, que tenía que leer y releer para poder asegurarse de entender lo que trataba de plasmar en esos papeles.

Igualmente se esforzó al máximo por retener todo lo que allí había escrito, y llegó a la conclusión de que, o bien se trataba de dos personas totalmente diferentes, o bien aquel hombre estaba tan sumamente loco que tenía doble personalidad. Nunca había oído hablar de que la personalidad múltiple pudiera cambiar el tipo de letra, pero tampoco lo descartaba. No obstante, lo más seguro es que hubiera dos hombres implicados en el asesinato del sacerdote amigo de Maximiliano, lo cual no era nada hogareño precisamente.

Las atrocidades en la mente de Thomas no pasaron desapercibidas, y tampoco el hecho de que habían decidido no acudir a la plaza donde las cuatro estatuas esperaban. No obstante, aun desconocía quien era esa segunda persona y la relación que tenía el falso sacerdote con el padre Vico.

Cuando la hora de la reunión estuvo próxima, la joven huérfana volvió a acudir a la basílica y fue conducida por el sirviente de Vinay hasta el lugar que ya conocía. Un extraño escalofrío recorrió su cuerpo al ver todos aquellos instrumentos de tortura, puesto que la mente de Leonor había querido evitar pensar en que posiblemente el vampiro haría exactamente lo que estaba visualizando su imaginación en estos momentos, lo que hizo que inmediatamente se pusiera pálida y tuviera que hacer esfuerzos para retener la comida de su estómago

-Bu…buenas noches sabio Vinay… yo – Dijo haciendo una pausa mirando hacia otro lado, no soportando contemplar el rostro del hombre que estaba a punto de ser torturado – Lo que tengo que deciros tiene que ver con el secreto que os confesé la otra noche, por lo que preferiría decíroslo sin público, si no tenéis inconveniente. – Afirmó con humildad, sabiendo que el vampiro asociaría sus palabras con su capacidad para ver espíritus.

El sabio la miro por unos segundos y luego a su guardian que ya se encontraba en un rincón escondido por las sombras, pero aun desde ahí Leonor podía sentir su desden en especial ahora.

“No veo razon para que no hables aquí. Los que estamos aquí guardaremos tu secreto pequeña y el hombre que tienes enfrente tiene que dar demasiadas explicaciones para estar contando lo que aprenda aquí a cualquier otro.” Comento el hombre sin expresión en especial aunque una mirada que parecía incentivarla a que hable.

“Rea no esta pero estoy seguro que puedes hablar tu sola.” Termino agregando antes de quedarse viendo al hombre empezando a tocarlo con su mano en el pecho, pareciendo como si midiera su respiración en un momento que dejo la mano quieta. Obviamente la respiración del hombre esta exaltada.

La jovencita tenía bastantes náuseas. Jamás se había encontrado en una situación como esta y era consciente de que aquel hombre posiblemente no saliera vivo de allí. Igualmente, no podía hacer nada para evitar su destino, y se consoló pensando que Thomas no era una buena persona y que seguramente fuera un asesino fanático, tal y como su cuaderno le había indicado. Estaba segura de que su desaparición salvaría vidas, ya que no volvería a hacerle daño a nadie más, ya fuera un espíritu o alguien que aun respirara. En cuanto a su secreto… confiaba en que el sabio Vinay cumpliera su palabra, por lo que comenzó a hablar tal y como le pedía, a pesar de la audiencia.

-Yo… encontré a un espíritu en la capilla. Era una buena persona y estuve hablando un rato con él, ya que ambos queríamos saber qué le había ocurrido a un sacerdote que fue asesinado en la basílica de una forma horrible. Entonces, este hombre disfrazado de cura entró, y me pidió que me fuera. Luego comenzó a seguir al espíritu y comenzó a decir algo en la lengua de ultramar… estas palabras exactas – Narró, recitando lo que había dicho Thomas a pesar de no comprender su significado – En ese momento el espíritu comenzó a flotar más despacio y a mirar a su agresor con miedo. Yo… me coloqué a su espalda y le di con un candelabro en la cabeza sin que me viera. Tan solo quería dejarle inconsciente y averiguar qué sostenía entre los pliegues de su túnica mientras retenía al espíritu, pero se despertó y me golpeó con tanta fuerza que casi pierdo la respiración. Sus ojos no eran los de un sacerdote asustado, sino los de alguien cruel que disfrutaba haciendo daño. Por eso le ataqué hasta que perdió el conocimiento, aunque su fuerza y resistencia me sorprendieron. Antes de quedar inconsciente me dijo que sabía que si moría aquí, su señor le estaría esperando en su dominio para que pudiera aprender todo lo que no pudo en vida, y que yo no lo sabría, como las demás cosas que había olvidado ¿Os ha dicho algo a vos? ¿Es un Ghoul? – Preguntó con curiosidad, a pesar de la consternación que sentía.

Vinay se te quedo escuchando ignorando mejor que la joven a hombre desnudo que tenia junto a él. Incluso cuando este se agito mientras ella contaba lo que habia hecho. “Repiteme las palabras…” le pidio y tras que Leonor lo hiciera asintio dandole una señal para que detuviera sus palabras por un momento. “Es un encantamiento antiguo contra espiritus, no es un conocimiento normal sino al contrario es algo muy sospechoso para que un Italiano lo sepa.” Le explico rapidamente aunque no de forma muy extensa.

“A mi no me ha dico nada, ni yo le he preguntado nada. Crei que querias estar presente cuando lo interrogue.” Respondio mirándola. “Estaremos solos en este interrogatorio. Si tienes sospechas o alguna pregunta para él, no seas timida en sugerirlo.” Le comento no pareciendo tener un comentario especial de la pelea que habia hecho ella.

“Bien. Debes saber que mentirme no te sirve de nada y si buscas la muerte entonces la recibirás mas rapido cuando lo confieses todo.” Le explico al hombre tal vez esperando alguna respuesta de él a pesar de estar amordazado.

Leonor repitió obediente las palabras tal y como el vampiro le pedía. Pese a su aspecto y su forma de hablar, había algo que le decía que el sabio Vinay estaba contento con su actuación. Quizá fuera cierto lo que escuchó hace ya tanto tiempo en la reunión clandestina del príncipe sobre el hecho de que este hombre sentía debilidad por la gente aplicada y ansiosa por el saber, aunque no podía estar segura de aquello.

En cualquier caso, su expresión se arrugó un poco al escuchar que lo que había oído de boca de Thomas era un encantamiento contra espíritus. Aquello fue algo que no le sorprendió teniendo en cuanta lo que había visto cuando Marco fue afectado por él, pero la confirmación de que alguien pudiera hacer algo así, fue lo que sí que le disgustó realmente, ya que las pobres almas en pena ya tenían suficiente con su propio sufrimiento, como para que alguien agregara más penurias a su existencia.

-Yo… no sé qué pretendía con ese ataque al espíritu y me gustaría saberlo. Al igual que la relación que tiene con el asesinato del padre Vico y con el de un sacerdote Franciscano que fue encontrado hace unos días totalmente destrozado en un callejón del barrio de los musulmanes. Esta libreta que tengo aquí parece indicar que tiene algo que ver… y que no está solo en dichas atrocidades. – Afirmó tendiéndosela a Vinay, ya que la había leído por completo y memorizado.

El sabio escucho pacientemente y al final de las palabras de ella, dio una simple mirada al guardian para que tomara la libreta por él.

“Son preguntas interesantes para realizarle. Aunque serán mas interesantes sus respuestas.” Dicho eso lo miro a él como si buscara una respuesta a sus palabras anteriores y las preguntas que decía la joven. Pero para la extrañeza de ambos una sonrisa divertida se planto en los labios del prisionero.

De cualquier forma Vinay fue por la tela que tenía en la boca el hombre y la desato para sacársela. “Cual fue el interese que tienes por ese espiritu? Fue algo personal o acaso atormentas a todos los espiritus de este mundo?” pregunto el sabio tomando las primeras dudas de ella para hacerla una pregunta. “Quien te enseño a interactuar con ellos?” pregunto al final agregando una pregunta propia.

El supuesto sacerdote dejo su sonrisa y se quedo mirando el techo de la mazmorra sin responder a nada eligiendo el silencio como respuesta. Pronto el sabio tomo una de las cuchillas que tenia y empezó a realizar un corte no demasiado profundo en el brazo del hombre. Este se retorció un poco pero por lo demás hizo un esfuerzo para no hacer notar su dolor.

Leonor no había visto a hombres tomar el cuchillo como el sabio, no había brutalidad en su técnica sino una precisión que venia con la experiencia y lejos de cortarle al azar para causar dolor su verdadero objetivo fue remover un largo trozo de la piel del prisionero. Eso dejo una parte de los músculos del prisionero para la vista de los presentes.

La jovencita permaneció allí de pie cuando el Sabio Vinay tomó la libretita y por fin quitó la mordaza de la boca de Thomas. Un rictus de preocupación cubrió su rostro al ver la sonrisa de aquel hombre, puesto que algo le decía que no solo no estaría dispuesto a colaborar, sino que además no le importaba nada lo que le pasaría.

Por los ojos desencajados que había visto en él antes, Leonor había tenido esperanzas de que el falso sacerdote se derrumbara por el miedo y le dijera a su captor todo cuanto deseaba saber, pero el prolongado silencio que vino tras la pregunta que le hizo el vampiro, confirmó con pesar sus sospechas, y las acciones que aquella criatura de la noche perpetró en el brazo de aquel desdichado fueron demasiado para ella, que no pudo evitar llevarse las manos a la boca para tratar de impedir que la comida que había ingerido se escapara de su estómago manchando el suelo.

- ¡No, por favor! No le hagáis eso. Hay formas menos dolorosas de sacarle la verdad. – Dijo la pequeña dando un paso hacia delante, bastante alterada – Mi… mi Domitor puede obligarle a hablar con sus poderes y…. y… si no os fiais de él, también el Príncipe puede. E incluso hacerle olvidar todo esto para que crea que nunca ha pasado y nos conduzca hasta su maestro sin saberlo. Por… por favor no sigáis haciéndole daño. Seguro que nos es más útil vivo y de una pieza, y no parece que tenga miedo a la muerte ni a la tortura. – Suplicó, en un intento por parar el tormento que Thomas estaba a punto de vivir, sin ser capaz de ser testigo de aquella atrocidad.

El olor a sangre empezaba sentirse en la nariz de Leonor mientras trataba de detener al sabio para que no siguiera cortándolo de esa manera como si se tratara de un animal. Era extraño que ella sintiera aquello con tal rapidez pero tal vez era debido a la fuerte impresión que generaba en ella esa herida.

“No hay razon alguna de pedir la presencia de ambos, ni me seria comodo invitar a tu dormitor a este lugar.” Respondia el vampiro con pasividad sin notar el malestar de la joven, aunque confesando algo extraño ante su incomodidad con su dormitor. “Si su muerte te hace temer no debes preocuparte no soy ningun novato en estos procedimientos, un hombre como él seguro resistirá lo suficiente para darnos las respuestas que queremos o al menos las que necesitamos...Ademas si la muerte llega en algun momento pero no sera su fina. Conosco otros métodos para seguir consiguiendo mas respuestas” Le explico a la joven mientras su cuchillo seguia cerca del hombre aunque sin tocarlo pero no haciéndole olvidar lo que paso y pasaria. “Respecto a su falta de miedo a la muerte no es algo cierto y si lo fuera no seria importante.” agrego al final aunque la joven sentía que no era solo para ella esa ultima explicación.

De nuevo se movio para hacerle un nuevo corto pero Leonor se metio el medio impidiendo que prosiguiera. “Muévete por favor.” Fue lo unico que expreso el vampiro.

Leonor vio con pesadumbre que sus intentos de convencer al Vampiro no surtían efecto alguno y cómo éste le refutaba cada cosa que había dicho. Finalmente, e ignorando completamente los deseos de la joven, el Sabio Vinay se dispuso a realizar un nuevo corte en el desdichado, haciendo que la pequeña se interpusiera colocándose justo entre ambos.

-¡Os lo ruego! ¡No le hagáis daño! Yo… no pensé que quisierais torturarle. Creí que si se trataba de un ghoul, llamaríais a su Domitor para que respondiera por él. Jamás pensé que teníais la intención de hacerle sufrir así. ¿No tengo ninguna posibilidad de convenceros al haber sido yo quien os lo ha traído? No… no soporto el sufrimiento. No puedo…. No… no… ¡Dios mío! Es… ¡Es demasiado horrible! – Respondió echándose a llorar desconsolada, esperando poder salvar a aquel hombre con todas sus fuerzas, a pesar de que se tratase de alguien cruel.

Sentiste unos pasos que hacian su esfuerzo para no hacerse notar aunque tras un corto vistazo notaste que era el guardián que se encontraba tratado de rodearte por alguna razon que solo podías imaginar.

“Tu confesaste tu domitor sin mucha insistencia, mientras él aun no nos ha dicho nada. Si eso continua no podré contactar con su Domitor como deseas.” Le devolvió en contraste tras que ella le aclarar su interpretación de lo que habia deseado que fuera el encuentro.

Entonces vino el momento que las lagrimas se derramaron por las mejillas de la pequeña causando un disfrute momentazo en el sacerdote desnudo. “¿Es horrible?” pregunto el sabio a la chiquita haciendo un gesto a su sirvo para que se detuviera ya que ahora quedaba claro que este pensaba en apartarla de ahí. “Esto no solo lo hago para conseguir respuestas de su voz, sino de su cuerpo tambien pequeña. Yo estoy estudiando a este hombre tratando de comprender lo mas posible de él.” Le fue explicando sin cambiar su tono a pesar de las emociones de la joven.

“Si deseas puedes irte.” le termino diciendo tras un momento de silencio.

En cuanto sintió como el guardián se movía, la joven supo que no había nada que pudiera hacer para impedir lo que estaba a punto de pasar. Tanto el vampiro como su ghoul eran lo suficientemente poderosos como para detenerla por la fuerza, y sus palabras no habían servido para nada, por mucho que había insistido y a pesar de todas las razones de peso que le había dado. Simplemente Vinay no deseaba dejar escapar su presa, y Leonor se sintió impotente, horrorizada y terriblemente culpable por su implicación en todo aquello.

Lo que más la inquietó, hasta el punto de hacer que su pequeño cuerpo se estremeciera, fue la sonrisa de Thomas, el cual parecía estar disfrutando con aquella escena a pesar de lo que estaba a punto de ocurrirle.

Entonces, el vampiro le dio permiso para irse de la habitación. Aun con lágrimas en los ojos, la damita asintió, agradeciendo que no la arrastraran como un saco de patatas para apartarla de Vinay. – Yo… estaré en la biblioteca. – Dijo con pesar agachando la cabeza, sin tener el coraje suficiente como para mirar al falso sacerdote antes de salir.

Fue en ese momento, cuando se quedó sola, que su estómago no pudo soportarlo más, obligándola a echar toda la comida que había ingerido hacía escasas horas, mientras lloraba como nunca antes lo había hecho.

La pequeña estaba demasiado impresionada para calcular el tiempo que paso llorando en la biblioteca tras su vomito. Las sensaciones que tenia en su boca se asemejaban bastante a lo que sufría en el resto de su cuerpo pero esto se volvía peor mientras su mente volvía a recordar el nuevo mundo al que pertenecía. Con el humano no siendo mas que una presa, un instrumente o nada, con los brutales asesinatos entre vampiros, su falta de respeto ante ciertas reglas que le suponían que debían protegerla y muchas mas cosas que ella deseaba escapar.

¿Pero a donde? ¿Y con quien?

Finalmente el guardian apareció junto a ella, sus pasos se dejaron escuchar en esta ocasión. Pocas fueron sus palabras pero este le indicaba que lo siga ya que Vinay deseaba hablar con ella en un cuarto diferente al que estaba Thomas. Tras sus palabras no espero la reacción de ella o que lo siguiera antes de volver hacia abajo por esas oscuras escaleras.

Pronto siguieron por los pasillos pasando por la biblioteca con su olor a sangre, un olor que la joven empezaba a referenciar cada vez mas con ese lugar. Terminaron llegando a la habitación que estaba antes de la habitación donde la habian encerrado a ella. La habitación seguia igual sin mucha limpieza, con las mesas a los costado y algunas sillas, el motivo de la habitación no era facil de entender.

En medio de esta estaba Vinay que la miro y asintio. “La sangre es parte de tu nueva vida, ya sea aquí o en el norte con tu Dormitor.” Afirmo ni bien se acerco ella.

No supo cuánto tiempo había pasado, tan solo fue consciente de que la pena y la culpa se abrían paso en su corazón. Lo único que agradeció fue que ya no le quedara nada en el estómago que poder expulsar y que los gritos no llegaran hasta la biblioteca donde se encontraba.

Cuando tuvo las fuerzas necesarias para volver a moverse, la joven huérfana se dedicó a limpiar el vómito que ella misma había provocado, siendo consciente de que la biblioteca era un lugar pulcro y casi sagrado y sintiéndose responsable y algo menos deshecha al poder hacer algo que la mantuviera ocupada, aunque fuera por un pequeño periodo de tiempo.

Entonces, el guardián volvió a aparecer y la condujo hacia una sala contigua a la que había sido su celda hace muy poco tiempo y que ya conocía ¿Acaso Vinay la habría torturado de no haber mencionado a Lord Konrad? Posiblemente si, aunque ahora no podía permitirse el lujo de pensar en aquellas cosas, puesto que, como bien decía el Vampiro, la sangre era parte de su nueva vida, para bien o para mal.

-Si… siento haberos decepcionado. Yo… no soporto el sufrimiento de los demás – Respondió agachando la cabeza, sintiéndose avergonzada. Por alguna razón que no comprendía, aun sentía un enorme respeto por aquel hombre a pesar de todo, y tampoco había tenido el valor de confesar que, desde que se cortó el pelo, había estado evitando a su Domitor.

El sabio escucho las palabras de ellas quedándose meditando en ella mientras pasaba sus manos palidas por una vasija con agua. “¿Aun no te sientes comoda con tu nueva vida?” pregunto el sabio buscando tu mirada. “¿Sabes como esta se desarrolla? Como vivimos en la noche, como nos alimentamos y ejercemos nuestras voluntades?” continuo preguntando sin dejarle mucho tiempo para responder pero tal vez él no necesitaba las respuestas de ella.

“Te haz metido en un mundo cruel, aun mas cruel que el que ustedes viven en el dia. Sin embargo pareces contenerte y rechazarlo, aislándote en tu propio mundo sin terminar de experimentar cosas que te serviran cuando pasen los años.” Le explico aunque sin entrar en detalles, terminadose de labarse y tomando una tela para secarse aunque el olor a sangre seguia estando.

Leonor notaba como sus mejillas se tornaban más coloradas a medida que el sabio Vinay buscaba su mirada. Ella no sabía cuánto tiempo había vivido aquel hombre, ni cuantas cosas había podido aprender a lo largo de su existencia, pero seguramente pensaría que ella no era más que una niña sin experiencia y que aún tenía mucho que aprender, probablemente de la forma más dura posible… Lo peor es que tenía toda la razón.

-Yo… nunca pedí esta nueva vida. Se… se que terminaré acostumbrándome pero… necesito un poquito más de tiempo. Hace apenas unos días que descubrí la existencia de criaturas sobrenaturales y aun… aun… Os prometo que haré todo lo posible por adaptarme cuanto antes y no volver a decepcionaros - Respondió tímidamente, no como un reproche, sino más bien para que comprendiera como se sentía.

– Ese hombre… ¿Os ha contado algo? ¿Fue él quien asesinó a los dos sacerdotes? ¿Qué pretendía hacerle al pobre espíritu? ¿Es… está vivo? – Preguntó temerosa de las respuestas que obtuviera, tratando de ignorar la sangre y deseando que el Vampiro no indagara más en su estado de ánimo.

“Hay tantas personas que no han pedido la vida que les toco o el cambio de estado que recibimos mis hermanos y yo. De cualquier forma tu promesa es alentadora, aunque no son palabras que yo necesite escuchar.” Le respondió con la seriedad de siempre acercándose aun mas a ella con ese olor a sangre. “¿Que opinas de este descubrimiento que tuviste?” pregunto casi de la nada pareciendo mostrar algo de emocion en esa pregunta con respuesta muy compleja.

Pero su gesto cambio y nego con la cabeza antes de responder. “Sus respuestas no eran muy concluyentes, aunque de ellas se puede suponer algunas cosas. Él fue quien llevo a su muerte al Sacerdote Vico y al Monje Franciscano, aunque la muerte de ambos fue por las manos de hermanos de su secta. Al espíritu pretendía atraparlo y saber a quien servia, porque dudaba que un espiritu asi no tuviera dueño…lo que parece muy posible por su descripción.” Le fue respondiendo dejando un corto pero presente espacio entre respuestas. “Esta vivo.”

-Tenéis razón… y estaré bien. Tan solo necesito un poco más de tiempo – Respondió la jovencita que era consciente de que el Vampiro tenía razón al decir que muchos de los suyos no habían pedido esta vida. Seguramente muchos ghouls tenía que estar incluso peor que ella, puesto que al menos Konrad la quería y no la trataba como si fuera un mero instrumento de usar y tirar.

-¿Mi descubrimiento? – Preguntó algo sorprendida por la curiosidad tan inesperada del vampiro – Yo… La primera vez que vi a una criatura de la noche fue en la fiesta del cardenal en la plaza. Pensé que esa mujer estaba matando al pobre hombre al que le quitaba sangre del cuello y me asusté tanto que salí huyendo de allí, pero… al día siguiente el hombre estaba contento y tan solo parecía tener resaca, por lo que me hizo replantearme algunas cosas. Luego… esos sectarios quisieron atraparme, y sus monstruos me persiguieron hasta casi devorarme y después leí un poco del libro de Nod y aquello me cambió para siempre, al igual que ser capaz de ver y hablar con espíritus hasta el punto de ayudarles. Hace muy poco conseguí que una niñita a la que habían quemado viva consiguiera ir al cielo, y mi amigo al que habían ahorcado, también se despidió de mí con una sonrisa después de hablar conmigo. Yo… pienso que este descubrimiento me ha dado la oportunidad de abrir las puertas de un conocimiento al que jamás habría tenido acceso. Es como si hubiera estado ciega toda mi vida y ahora empezara a ver, aunque no todo lo que veo me guste siempre. – Expuso, sin estar muy segura de qué era lo que buscaba el sabio de ella.

Ante las respuestas de Vinay sobre aquel hombre, Leonor no pudo evitar horrorizarse a pesar de haber intuido de antemano que él mató al padre Vico. Sobre todo, al darse cuenta de que había una secta entera detrás de todo esto – Una secta… ¿se trata de la misma que me atacó? No parece probable, puesto que un sacerdote me dijo que lo que le hicieron al padre Vico ha condenado su alma para siempre y posiblemente permanezca vagando en este mundo sin posibilidad de ser salvado, aunque yo me resisto a creer que no le pueda ayudar. Si su muerte ha sido por hermanos de su secta, alguno tiene que ser una mujer, puesto que el padre Vico me dijo “Ella tiene ojos rojos como las llamas del infierno y nos maldice a todos. Sabe nuestros pecados y acabara con nosotros por ellos” ¿Habéis conseguido saber por qué están matando sacerdotes? – Indagó, tratando de comprender las motivaciones de ese hombre.

Luego, ante la sugerencia de que Marco pudiera servir a alguien, la jovencita se sorprendió bastante. Jamás se le había pasado por la mente esa posibilidad, por lo que a partir de ahora tendría que tener más cuidado con lo que le decía a los espíritus que se cruzase – No… no sabía que los espíritus pudieran tener dueño. ¿Cómo es eso?

“Tiempo no tienes.” Le alecciono a pesar de lo duro que sonaría para ella que aun no terminaba de acostumbrarse a la nueva vida que tenía y avanzaba con una velocidad endiablada.

Tras ello se quedo en un silencio meditando todas las experiencias que compartia la pequeña, sin dejar adivinar demasiado sus pensamientos respecto a ello.

“Las fiestas tanto en el salon como en la plaza atraen a muchos de los nuestros. Sirven para que muchos se alimenten y diviertan, esto ultimo es algo mas probable ya que no tienen tantas oportunidades de divertirse con los humanos en otras ciudades.” Comento sin nombrarse entre los que visitaban fiestas aunque su razon quedaba entendida con solo verlo.

Asintio un par de veces ante tu reflexión del libro de Nod sin decir nada, pero pareciendo muy de acuerdo con lo que decias. Aunque fue lo ultimo que decias lo que parecia hacer que sus ojos sin emociones brillaran.  “Lo haz estado, haz estado ciega como muchos humanos que viven en este mundo pero ahora tienes el privilegio que muy pocas personas pueden disfrutar Leonor. El gusto tuyo no deberia ser un impedimento para juntar mas conocimiento. Lo que lamento es que tus conocimientos y dones se terminaran desperdiciando en el norte.” Le expreso uniendo mayor emocion en sus palabras incluyendo una lamentación que poco habia escuchado ella de ese ser.

Nego de nuevo con la cabeza. “No es la misma, en este mundo y en Venecia hay mas de una secta. Tanto los humanos como los vampiros tenemos varias.” Respondio rápidamente. “No se que tanta verdad tienen esas palabras, pero tarde o temprano lo sabremos.”

El hombre cerro los ojos por un largo tiempo junto a su boca ante el relato de esa mujer de ojos de fuego. “Asi tambien la describió él. Lo que pronto informare nuestro principe ya que esta mujer es buscada en toda Europa y mas por el clan de nuestro principe.” Aclaro de nuevo con prisa. “Los mata porque quiere y puede. Nada mas que eso impulsa a esta mujer, aunque tambien su razon puede ser religiosa ya que es una diabolista.”

De nuevo nego con la cabeza. “No puedo contar mucho por eso, ya que es un tema personal pequeña. No puedo aclararte mas el tema.”