Partida Rol por web

“Es un lindo vestido.” Continuo repitiendo aunque su razon para hacerlo no fue entendido por la joven hasta mas tarde. “Hay gente que podria discutir con el noble. Aunque no seria necesariamente por la joven que lo acompaña sino por la razon que lo hace.” Le aclaro corrigiendo un poco sus palabras como si estuviera dispuesto a dejar un punto en claro.

El vampiro acomodo su cuerpo y manos para arreglar la falta de equilibrio que tuvo tras su comentario del barco, aunque tambien se ocupo de sonreír divertido ante esa reaccion. “Ya veo tu respuesta.” Comento dejando ver sus anteriores como una propuesta para ella.

“Ambos tenemos tiempo. Pero Venecia se sigue moviendo Leonor.” Le comento como un pequeño reproche tras escuchar sobre su avance con los musulmanes, aunque su tono no terminaba de ser muy opresivo como podia esperar tal vez por las palabras siguientes de ella. “Me complacería mucho escuchar cual es el asunto que lo ha traído del norte a nuestra ciudad. Por lo que cuando estes lista solo susúrramelo al oido, sin olvidarte de nada.” Le pidió agachándose un poco para que la pequeña no tuviera que hacer mucho esfuerzo para hacer lo que el hombre pedia.

Leonor no volvió a replicarle cuando el vampiro se reiteró en sus palabras, dejando su posición bastante clara con respecto a su presencia en la fiesta. Sabía que Tommaso deseaba quedar por encima de ella en todo, por lo que la joven se limitó a asentir y se dejó conducir por su abrazo en la pista de baile, rezando para que Konrad no apareciera.

En su fuero interno se alegró de que el Lasombra no supiera que la anfitriona de esta mansión era su amiga, puesto que seguramente habría querido tomar ventaja de dicho conocimiento de alguna manera, por lo que la huerfanita no estaba dispuesta a darle más motivos para atormentarla.

Cuando él le regaló aquella sonrisa ante su acalorada reacción, Leonor se maldijo a sí misma por no tener las agallas suficientes para plantarle cara. Sabía que podía abofetearle ahí mismo delante de todos los presentes sin que le hiciera nada en público, pero la venganza de aquella criatura de la noche cuando la atrapara a solas sería terrible... y eso era algo que ella sabía bastante bien.

Por todo ello, tan solo fantaseó durante un momento con la imagen de aquella posibilidad, justo antes de inclinarse hacia él para susurrarle al oído – Lord Konrad me contó que anda buscando negocios y a alguien con buenos conocimientos para llevarlo a sus tierras. Su intención es que su ciudad natal se convierta en algo tan relevante como Venecia o como otra ciudad estado, y está aprendiendo todo lo que pueda de esta ciudad, para utilizar dichos conocimientos cuando regrese. ¿Deseáis que profundice un poco más en sus motivaciones y actividades? En cuanto sepa más información, seréis el primero en saberlo. – le dijo, esperando que aquella información fuera suficiente por esta vez.

Tommaso escucho pacientemente todo lo que decia sin interrumpirla de ninguna manera, tras terminar de escuchar se paro correctamente y se puso serio. “Es una idea muy loable. Sin duda es un buen objetivo para cualquiera de nosotros con nuestras ciudades, seguro si nos lo pidiera podríamos ofrecerle varios de hombres mas capaces y creativos.” Comento pareciendo pensativo. “Si me gustaría que profundices mas, porque la verdad lo que me has dicho parece una respuesta para dar a un humano que te pide la razon del viaje. No es para nada suficiente para nosotros, ni para ti.” Le aclaro mirándola seriamente con sus ojos oscuros en ella.

“Dime algo mas…estoy seguro que eres suficiente lista para enterarte de cosas que el esconde.” Le pidio porque su tono a pesar de lo serio que estaba no era para nada autoritario.

La dama terminó de relatar todo aquello que Konrad le había dicho, sin ser interrumpida en ningún momento por el vampiro. En un principio le sorprendió que hablara positivamente de lord Konrad y que incluso se ofreciera a ayudarle en dicha tarea.

Imaginó que las personas que le ofrecerían los Lasombras sería los perfectos espías en las tierras del norteño si por casualidad aceptase aquello que proponía Tommaso, aunque únicamente se limitó a asentir al tiempo que respondía – Se lo sugeriré sutilmente – Respondió, justo antes de escuchar que el vampiro no estaba para nada contento con la información obtenida por su parte, lo cual la obligó a fingir una profunda tristeza.

-Lo… lo lamento mucho, mi señor… Siento haberos fallado. Todo esto es muy nuevo para mí. El mundo de las criaturas de la noche no existía hasta hace escasos días y hay muchas cosas que desconozco…. Aunque sé que eso no es excusa y trataré de ofreceros algo más valioso la próxima vez. Daré lo mejor de mí... os lo prometo. – Le susurró, con la expresión de alguien totalmente deseosa de complacerle.

El noble parecía dispuesto a contestarle algo rapido a sus palabras, mientras la soltaba y acariciaba su mejilla pero algo mas lo distrajo de ella. Pronto la joven supo de que se trataba sintiendo una pesada mano en su hombro, que se trataba de la mano de Konrad.

“Buenas noches Lord Tommaso.” Saludo el hombre apoyándose tras de ella haciéndole sentir su cuerpo enorme detrás de ella. “Veo que se encuentra charlando con Leonor…espero no estar interrumpiendo.” comento con seriedad acariciándole el hombro a ella como si tratara de tranquilizarla. “Sigan hablando tranquilos, no pretendo sacarle a Leonor sino unirme a la conversación.” Decia el hombre aunque parecía que el ambiente se había vuelto mas duro con su llegada.

“Buenas noches Lord Konrad. Efectivamente estaba charlando con su ghoul…” respondió susurrando la ultima palabra. “Es una joven muy interesante y muy hermosa si me lo permite decírselo. Sin duda ha tenido suerte en encontrarla o tal vez lo mejor es decir que ella ha sido quien lo ha tenido.” Comento con media sonrisa sin alejarse de la joven aunque apartando su mano de ella, concentrando su mirada en Konrad.

“Sabe le comentaba lo noble que ha sido de tu parte traerla…Cierto?” pregunto enfocándole en la chiquita. “Cuéntale un poco de lo que hablamos, integremos al Lord a nuestra conversacion.” le pedia a ella dejando a ella la decicion en como se haria lo que pedia.

Leonor se sobresaltó ligeramente al sentir la mano de Konrad sobre su hombro, el cual a pesar de sus palabras, había acudido hasta allí con la clara intención de protegerla. No obstante, la joven era perfectamente consciente de que la situación podía volverse muy tensa por momentos, puesto que ambos hombres tenían una personalidad tan fuerte, que posiblemente prefirieran luchar hasta la muerte por su presa, antes que uno de los dos cediera, concediéndole la victoria al otro.

La palabra “Ghoul” resonó en sus oídos, haciendo que algo en sus tripas se revolviera. No había oído aquel término con anterioridad, aunque entendió a la perfección el concepto y que seguramente era la forma de llamar a la gente como ella o como Camila.

No obstante, tuvo que enfocar toda su atención en los dos vampiros, puesto que Tommaso continuaba regodeándose en mostrarse cruel de una manera refinada que seguramente pasara desapercibida por la mayoría. Tenía que reconocerle el mérito de que sus insultos eran tan sutiles como hirientes y, cuando éste trató de que ella contribuyera en la conversación que ambos hombres había iniciado, la dama de cabellos de fuego tuvo que hacer esfuerzos sobrehumanos para no decirle en la cara lo que realmente pensaba de su despreciable forma de actuar.

-Lord Tommaso me ha aclarado los problemas que podía ocasionaros el hecho de traer como acompañante a alguien de mi condición a una fiesta de tal envergadura y los rumores que podría generaros. Lamento mucho si os causo molestias en modo alguno, y si lo deseáis, puedo retirarme para no importunar a ninguno de los nobles de esta sala – Respondió con sumisión, deseando que aquella situación incómoda se terminara pronto.

Konrad levanto la mirada de Leonor tras escuchar el tema de la conversación que tuvieron. “No causas ningún problema pequeña, no deseo que te vayas y no veo necesidad que lo hagas…” comento pasando su mirada hacia Tommaso.

“Tu mismo has dicho que lleva un lindo vestido, un vestido que ninguna mujer de clase baja podría conseguir en su vida. Por lo que no veo razón de que alguien pueda asociarla con alguien que no debería estar aquí…” le señalo mirándolo al Lasombra sin retroceder sino todo lo contrario poniéndose a un costado de ella para que no hubiera algo entre ellos. “Respecto a los rumores estos siempre abundan en esta ciudad, por alguna razón.”

Tom sonrió con cierta comodidad sin duda esperándose esa intervención de parte de Konrad. “Yo tampoco deseo que se vaya, pareces hacer esta fiesta mas interesante que la misma dueña de la mansión.” Comento tratando de corregir un mal entendido que podría tener Leonor y Konrad.

“Es cierto lo del vestido, a eso se suman sus modales refinados que parecen mostrar una mayor educación de lo que uno esperaría de alguien humilde.” Pareció halagarle a la joven dándole una mirada cómplice a ella. “Por suerte además parece ser sumisa como seguramente prefiere mi Lord.”

Fue ante el tema de los rumores que el Lasombra negó. “La razón es que hay mucha gente habladora que no tiene nada mejor que hacer con su vida. Aquí hay muchos de ellos, pero es algo inevitable. Incluso es algo que deberá acostumbrarse si pretende que su ciudad natal sea como Venecia.” Le respondió y recomendó mirando a los del alrededor, habían unos pocos mirándolos a los tres pero ni bien se los miraba desvían su mirada.

Leonor no podía creer que Tommaso sacara a relucir la información que ella le había dado sobre Konrad, un instante más tarde de recibirla y justo delante de ella. No pudoevitar pensar que si su Domitor no estuviera al tanto de todo, seguramente ahora mismo estaría terriblemente enfadado con ella por su indiscreción. No obstante, y afortunadamente para la joven, Konrad se estaba ateniendo al plan de hacer creer al Lasombra que él no sabía nada, por lo que, con cierto rubor en sus mejillas, la jovencita hizo más creíble su coartada atribuyendo el conocimiento del amigo del príncipe a un desliz por su parte.

-Os agradezco que me permitáis quedarme, aunque mi humilde opinión es que no hay nadie más deslumbrante en esta fiesta que la anfitriona. De hecho pensé que ella era vuestra razón para estar aquí esta noche. – Respondió como era de esperar, ignorando deliberadamente el hecho de que la tildaba de sumisa, cuando en realidad le hubiera encantado golpear a Tommaso con su sumisión en las narices.

- Justo ahora le estaba diciendo a Lord Tommaso lo mucho que os gustaría que vuestra ciudad se pareciera a nuestra amada Venecia, y él amablemente incluso se ha ofrecido a ayudaros… Pero… disculpad mi señor… Espero no haber pecado de indiscreta. – Finalizó fingiendo haberse dado cuenta de que quizá aquello podría molestar a su Domitor, evitando con ello que al Lasombra le pareciera extraño que Lord Konrad no reaccionara ante las provocaciones de su interlocutor.

El Lasombra encogió los hombros mirando la reaccion de Konrad, antes de pasar hacia Leonor. “Puede ser que ella sea mas deslumbrante pero no la he visto en toda la velada…” comento mas como si informara un hecho que como si se lo reprochara a la anfitriona. “Hay mucha gente interesante en estas fiestas y no estoy buscando matrimonio.” Le explico con simpleza y sin aclarar demasiado en sus razones para venir a esa fiesta.

“No tienes que disculparte nada Leonor, yo he sido él cometió el error. Había pensado que lo habías hablado con tu Sire, planeando ambos de hablar esto conmigo para que los ayudara como pudiera.” Agrego rápido tras las palabras de Leonor, dándole un rápido guiño a ella moviéndose una corta distancia hasta posicionarla de nuevo en el centro a la pequeña “Espero no la castigues de ninguna forma, ya que estos días ha tenido una gran cantidad de sustos por ciertas imprudencias de la edad.” Comento como si saliera en defensa de ella frente a Konrad.

Konrad por si lado reacción tal vez algo lento, pero se veia enojo saliendo por sus ojos ante las excusas del lasombra. “Leonor no debió hablar de esas cosas sin mi presencia, además que no deseo que piense usted o el príncipe que quisiera aprovecharme de su gentileza ya que han hecho tanto por mi.” Comentaba pareciendo rechazar la ayuda de Tommaso aunque haciendo el esfuerzo de no ser mal educado a pesar del reproche que le hacia a ella.

“De cualquier modo no recibirá castigo por una imprudencia, como vos la llamas.” Dijo volviendo a tomar su hombro bajando su mano por su brazo como una caricia silenciosa. “Creo que deberíamos apartarnos un poco del centro de la pista, para no estorbar a los demás que se encuentran bailando.” Decía el hombre que ahora parecía algo ansió por imponer ese cambio de escenario tal vez para dejar escapar un poco mas de su verdadera opinión al no estar tan a la vista de la demás gente.

La dama sabía que el Lasombra la estaba poniendo a prueba, y casi estaba segura de que busaba que realmente Konrad la castigara, para que ella se sintiera menos unida a él tras sufrir la ira del Vampiro… En ese caso, tan solo tendría que fingir que sí que recibió un correctivo cuando lord Konrad la tuvo a solas, para que Tommaso se sintiera más complacido… “¡Maldita criatura cruel!” Se dijo para sus adentros mientras sonreía agachando dócilmente la cabeza, sintiéndose furiosa consigo misma por ser incapaz de odiarle.

Igualmente, la noticia de que no había visto a Gianna en toda la velada hizo que al menos sonriera feliz en su interior al saber que su querida amiga por ahora estaba a salvo de ese monstruo. Por todo ello, cuando Tommaso mencionó la gran cantidad de sustos que había sufrido por ciertas imprudencias de la edad con la clara intención de herirla, la dama de rizos de fuego ni siquiera le prestó la más mínima atención.

-Os agradezco vuestra indulgencia, mi señor… No se volverá a repetir. – Respondió dócilmente, mientras permanecía expectante a lo que harían los dos vampiros ante la sugerencia de su Domitor.

A pesar que la pregunta no iba directa a ella, Tommaso se la quedo mirando hasta que finalmente respondió él. “Me parece bien. Si quieres dejar todo esto atrás vayamos a un cuarto o rincon privado.” Comento avanzando fuera del centro, junto a él iba Konrad que llevaba a Leonor.

Los tres avanzaron saliendo de la fiesta que se habia empezado renovar con una nueva tonada de los musicos que seguían trabajando con la mayor de las diligencias aun cuando parecia ser una fiesta algo olvidada por su anfitriona.

Pronto llegaron a un cuarto de invitados, de los cuales la casa tenia unos cuantos al ser una mansión que desde hace años recibia gente ya sea por bondad o para tener la habilidad de pedir un favor de los posibles desafortunados que terminaban en su techo. El cuarto no estaba muy lejos de la fiesta al escucharse aun a los musicos que tocaban.

“Bien ahora deseas hablar de tus planes para volver mas influyente tu ciudad o hay algo mas que deseas decirnos?” pregunto el Lasombra mirando a Konrad para ver que respondia, mientras se dirigió a una silla para sentarse.

Konrad que observaba el lugar con cuidado, se encontraba parado con firmeza pensando en lo que acaba de preguntar el Lasombra y tardando en contestar. “Mi ciudad natal no es como la tuya, ni creo que en un futuro pueda convertirse ya que tenemos distintas costumbres pero si puedo copiar parte de las instituciones comerciales de aquí por ahí logre algo.” Comento el vampiro evadiendo la posibilidad de hablar de lo que en verdad quería y que Leonor sospechaba que estuvo a punto de decir.

"Por lo que alguna sugerencia de parte de usted y el principe, seria bien recibida."

“Bien, eso es un buen comienzo…” respondio Tommaso, antes de mirar a Leonor. “Pequeña vos sabes algo de esto con el tiempo que has vivido en esta ciudad, tienes alguna sugerencia para tu Dormitor?” Le pregunto a ella desviando la pregunta hacia la mas pequeña del trio. "Piensalo que pronto ese sera tu hogar."

La dama de cabellos de fuego no sabía por qué Tommaso la miró como si esperara algo de ella que desconocía. No obstante, allí permaneció en silencio, permitiendo que las dos criaturas de la noche dictaminaran el lugar donde continuar con aquella conversación que tenía pinta de acabar de una forma bastante tensa.

Leonor esperaba que Konrad no flaqueara, puesto que al ser un invitado de la ciudad, lo más seguro es que incluso pudiera ser expulsado si el príncipe consideraba que había hecho algo indebido. La joven no conocía las normas entre los vampiros, pero se olía que algo así era posible, por lo que a pesar de que su primer impulso había sido dejar solos a los dos hombres para que hablaran de sus cosas, prefirió no decir nada y permanecer junto a ellos, para tratar de suavizar cualquier posible situación controvertida, siempre que estuviera en su mano.

Por todo ello, cuando finalmente fue conducida a una de las muchas habitaciones que la mansión de Gianna ofrecía, la damita de vestido carmesí permaneció en un discreto segundo plano mientras ambos conversaban, hasta el momento en que Tommaso le hizo una pregunta directa para que contribuyera con su opinión.

-Bueno… El sistema de comercio de nuestra ciudad difiere principalmente con el de muchas ciudades de ultramar, en que existe una relativa rotación en las esferas gubernamentales, lo cual se convierte en una muestra distintiva de su peculiar ordenamiento constitucional. La representación del Estado recae de forma vitalicia en la figura del Dux, el cual recibe un sueldo por su cargo. Al estarle prohibido mantener negocios privados, el cargo implica disponer de una amplia fortuna previa al nombramiento, puesto que el Dux veneciano paga impuestos como todos nosotros y está obligado a no abandonar el Palacio Ducal, excepto con motivo de las fiestas. Después, el cuerpo más numeroso del conjunto institucional es el Gran Consejo, integrado por un amplio colectivo aristocrático, órgano soberano del poder. Otros colegios especializados y el "Tribunal de la Cuarantia", junto al Consejo de los Diez, completan el aparato institucional del Estado veneciano… aunque la mayor parte del comercio de Venecia proviene del mar, fuente principal de subsistencia es el comercio en el Adriático, el cual ha hecho que la navegación marítima sea nuestra principal fuente de poder político y financiero. El problema es que aun desconozco la situación geográfica exactas de las tierras de lord Konrad, por lo que no se si un enfoque marítimo sería la mejor solución a la búsqueda que plantea.- Respondió, recordando textualmente varios fragmentos de los libros que había leído en la biblioteca las noches que había estado confinada, y sin ninguna intención de hacerle caso a las provocaciones que Tommaso le lanzaba, cuando le recordaba tan dolorosamente que Konrad pensaba llevársela muy lejos.

Ambos hombres se le quedaron viendo con una mezcla de asombro e incredulidad ante las palabras que salian de la boca de Leonor. A pesar de ello ambos hombres parecian listos para contestar a la joven cuando ella terminara, aunque sus gestos parecian muy distintos el Lasombra pareciendo mas contento que Konrad.

“La ciudad de Kiev se encuentra cruzada el río Dniéper. Eso le da capacidad naval a la ciudad y una salida al Mar Negro donde se encuentra la ciudad de Constantinopla, compañero de comercio de Venecia.” Fue explicando el dormitor de Leonor comenzando desde el último punto importante que había puesto ella. “Mas allá de eso tenemos muchas de las rutas comerciales terrestres en el este, en especial porque la ciudad sirve como uno de los puntos para adelantarse mas al este donde se encuentran los reyes paganos.” Siguió explicándose deteniéndose por un momento en su mención de los reyes paganos.

“Nuestra posición militar influye mas que en Venecia, teniendo enemigos y demás problemas que necesitan la intervención militar.” Agrego de forma escueta, buscando la mirada de Tommaso para ver como continuaría eso.

“Es como estaba informado.” Comente el Lasombra conservándose tranquilo ante la información que daba el Lord. “Hay muchas personas aquí con deseos de pelear de una u otra forma por lo que podría firmarse un contrato para que Venecia les entregue soldados para proteger sus fronteras. También para proteger la fe.” Comento sin parecer demasiado apegado a esos soldados que entregaba.

“El comercio por su tierra no es tan malo como en otras ciudades del este, aunque necesita una clara inversión extranjera y una mejor administración de parte los dirigentes de Kiev.” Comento con mayor seriedad asintiendo a sus propias palabras.

Cerrando los ojos como si pensara en los datos que ya tenia. “Todo esto Venecia puede entregártelo, aunque necesitaríamos que la organización de la ciudad cambiara. Porque aunque no lo hayas nombrado sabemos que el lider vampiro de la ciudad tiene una guerra personal con la iglesia y eso genera un conflicto entre paganos y eclesiásticos. Ademas con lo ocupado que esta con ello descuida mucho de sus deberes territoriales…” cruzándose de brazos parecio cambiar bastante su actitud a algo mas planificativo. “Incluso perdona a mucho de los paganos invasores, dejándoles libertad para que ataquen a rivales suyos. Eso no esta bien y no trae estabilidad al territorio, aunque es algo que seguramente lo sabes pero mi pregunta es que piensan hacer los demas vampiros ahí.”

Ver la expresión de asombro en los ojos de Tommaso fue una pequeña satisfacción para la joven, la cual por un momento se sintió algo más que la muñeca de sangre que pretendía hacerle creer que era. No obstante, sabía que no debía continuar por ese camino, o tendría más problemas que satisfacciones ya que no importaba cuanto se esforzara, que la fuerza física de las criaturas de la noche siempre la harían capitular.

Por esa razón, permaneció en silencio mientras ambos discutían de aquellos asuntos comerciales, sin interrumpirles lo más mínimo para no parecer impertinente. Al fin y al cabo seguramente era lo que se esperaba de ella. No obstante, no pudo evitar alzar la mirada cuando Tommaso mencionó al líder vampiro y su guerra personal con la iglesia. A pesar de saber que aquella no era la mejor de las ideas, no pudo evitar intervenir.

-Perdonar a paganos invasores ciertamente no trae estabilidad al territorio y me asusta bastante, sobre todo si dicho territorio va a convertirse en mi futuro hogar. – Afirmó, fingiendo algo de temor ante ambos vampiros, con la clara intención de que Tommaso no pensara que estaba de parte de Konrad en su idea de alejarla de Venecia. - Es por eso que estoy segura de que nuestro amado Príncipe se encargará personalmente de expulsar a los paganos sectarios que me atacaron y que están secuestrando y utilizando a su pueblo Veneciano ¿Verdad? ¿Cómo va ese asunto, por cierto? – Preguntó haciéndose la inocente y mirando al Lasombra dulcemente con sus bonitos ojos azules. - Vi que varios de los jóvenes secuestrados y utilizados por dicha secta habían sido ahorcados en la plaza, entre ellos un amigo mío, pero sus líderes no estaban con ellos… Espero que se haga justicia pronto. – Finalizó, poniendo a Tommaso ligeramente contra la pared.