Partida Rol por web

La Busqueda

Fiesta sin fin (2.0)

Cargando editor
19/05/2016, 05:06
Gianna Scarpati

Igual podía darse el gusto de la donación y las palabras del sacerdote le dejaban en claro que por muy de la Iglesia que fueran los hombres, seguían siendo hombres.

-Si, es mejor que no sepáis mucho, a menos que deseéis una confesión.

Sonrió un poco más relajada.

-Basta con que lo mire y hable unos segundos con él
Prometo que seré breve y nadie notara mi presencia.

Podía dar el nombre pero temía meter en problemas a Bastien. Le sonrió con falsa inocencia pero él no lo sabía, así que para lo que servía esa sonrisa, Dios lo sabía.

-Os seguiré a donde sea, confío plenamente en vos...

Cargando editor
19/05/2016, 06:03
Sacerdote Gino

Por un momento viste más del lado masculino que el del religioso cuando le ofreciste una confesión. “No puedo pedirle una confesión, tiene que ser su deseo hacerla.” Comento también empezando a relajar como ella.

“Estoy seguro que hara eso. Se nota que es una mujer muy sensata.” Le decia mas para halagarla, que en verdad era una contradicción a palabras anteriores de su parte. De nuevo pareció verla con atracción, eso le quedaba claro a la mujer que ya podía imaginar que hacerlo pecador seria fácil. “Confié, no la decepcionare.”

Dicho esa solto sus hombros y le hizo un gesto para que lo siga. Al seguirlo noto que ya nadie mas la veía con gran atención como antes cada uno siguiendo lo que habían estado haciendo antes. Adentrándose en la iglesia la llevo por una puerta del costado que la llevaba un lugar de la iglesia que no había visto nunca ya que en si eran los pasillos personales delos miembros de la iglesia. Tras cruzar unas cuantas puertas mas llegaron a una habitación medianamente grande, chica para Gianna pero siendo un especie de lujo en una Basilica.

Ahí se encontraban hablando entre ellos los que parecían todos caballeros, algunos solo ante la presencia de ella parecieron sentirse indignados los demás no parecieron notarla mas haya de una mirada pervertida de alguno. Luego de echar un buen vistazo noto que falta Bastien, lo que no tenia sentido ya que Gino le había dicho antes de entrar que aca debía estar toda la escolta del Cardenal.

Cargando editor
19/05/2016, 06:32
Gianna Scarpati

Gianna lo siguió con rapidez con el celo puesto para no delatarse pero incluso eso parecía estar bien al menos allí. No se sorprendió cuando notó que algunos lea molestaba su presencia, era lógico pero se quedó desconcertada cuando notó que Bastien no estaba ahí.

-Mucho me temo que aquí faltan personas, mi señor.

Se vio contrariada, quizás él le había mentido y por eso no estaba ahí pero no podía ser tan estúpida. Si hubiera estado a solas seguramente se habría maldecido en voz alta pero como no lo estaba, más le valía guardar las formas al menos hasta que él le confirmara que había sido engañada.

-Es posible que... ¿Faltará alguno?

Las cosas no estaban saliendo como ella quería para haber ido tan lejos.

Cargando editor
19/05/2016, 06:57
Sacerdote Gino

El sacerdote la miro y volvió a mirar la sala. “¿No se encuentra quien busca?” pregunto aunque la pregunta de la mujer se daba una idea que era eso. Con un gesto de la mano le pidió que se calmara.“Mmm no sabría decirle, pero podría preguntarle a uno de ellos. Solo espéreme aquí un momento que no tardare.” Le pidió el joven sonriéndole tranquilo y despidiéndose un momento mientras iba a hacer las averiguaciones.

Mientras esperaba no podía evitar pensar el posible engaño de parte de Bastien y como a pesar de la cercanía que sintieron la noche de ayer, el hombre al parecer había jugado cruelmente con ella. Eso le dolia y mas que con otros hombres, algo que ella no esperaba.

Tras unos minutos el sacerdote volvio. “Mi signora. Al parecer tuvo razón usted, aquí falta gente. Le contare mas pero por favor sígame fuera de aquí, que no quiero incomodar a algunos que están aquí.” Dicho eso le indico la salida y guio afuera hasta que ambos terminaron en un pasillo solitario, mas o menos iluminado. “Al parecer había un grupo de cuatro franceses y un par de franciscanos que acompañaron a la comitiva. Imagino que su hombre es uno de los franceses, pero lamentablemente solo se la dirección de un par de ellos. De un obispo y su cruzado.” Le explico y se le quedo mirando esperando si al final había conseguido lo que había venido a buscar.

Cargando editor
19/05/2016, 07:00
Gianna Scarpati

La muchacha estaba algo fastidiosa porque él le había visto la cara hasta que el sacerdote la llevó a otro lado y le contó aquello. Ciertamente se le olvidó contarte que el que buscaba era un francés y cuando le dijo aquello, un poco de calma volvió a ella.

-Quizás sea él o quizás ellos sepan dónde encontrarlo. ¿Me daríais la dirección?

Lo miro con sus ojos más tiernos, no quería que él se arrepintiera de ayudarla. Ademas casi que era la única oportunidad que tenía para dar con él pero no se olvidaba que el asesino podía ser su amigo.

-No diré quién me dio esa información, lo prometo.

Tomó sus manos entre las suyas y aguardó pacientemente.

Cargando editor
19/05/2016, 07:45
Sacerdote Gino

El sacerdote se la quedo mirando y sin resistencia alguna se dejaba tomar de las manos, mientras su rostro no se cambiaba de un aspecto neutro que se esforzaba por conservar. Si embargo había cierto interés formado en los ojos del hombre.

“Yo puedo darle la dirección para encontrarlos…” comento volviendo lentas sus palabras mientras daba miradas furtivas a los costados. “Pero tal vez al obispo le molestaría que lo hiciera. Al menos si simplemente se la doy sin razón.” Continuo con un tono mas normal y casi pareciendo confiado en sus palabras. “Le pediría que me diera una buena razón, mi signora.” Dijo tomando sus manos con fuerza pero sin herirla mientras su rostro se acercaba al de ella esperando esa dulce razón.

Notas de juego

A ver si te sigue pareciendo un pobre. :P

Cargando editor
19/05/2016, 15:11
Gianna Scarpati

Lo miró fijamente, le estaba pidiendo lo que cualquier hombre y Gianna sonrió sin soltarse de su mano.

-El obispo no tiene que saberlo, Gino..

Dijo su nombre con toda la alevosía, suavizando cada letra y luego se acercó un poco más hasta el oído del sacerdote.

-¿Mi señor aceptaría un dulce beso como muestra de buena voluntad?

Sus pechos rozaban ahora las manos que estaban sujetas por parte de ambos. Gianna se apartó un poco, lo miró a los ojos y sonrió dándole a Gino un beso suave en los labios, cerrando los ojos y sin entrometer la lengua.

Notas de juego

Pobre, si xD

Cargando editor
19/05/2016, 21:08
Sacerdote Gino

Gianna no debía preguntarlo dos veces con la claridad de su afirmación ante el ofrecimiento de un beso, aunque su atension paso un poco hacia lo que rozaban sus manos y que el no hacia movimiento alguno para apartarlas. Tampoco se apartó cuando ella le dio un suave beso, al contrario aprovecho ese pequeño paraíso en el que ahora estaba mientras untaba los labios con ella y haciéndolo lo mas largo que pudo.

Tras apartarse la miro con una sonrisa confiada. “El obispo no tiene que saberlo…” repitió las palabras de ella. “Ni nadie.” Concluyo mirando de nuevo a los costados y soltando las manos de ellas con suavidad.

“Es una dama muy particular mi signora, tal vez luego de que termine su asunto pueda pensar en una confesión que siento hay ciertos pecados que debe confesar.” Comento el hombre haciendo una invitación a un encuentro privado que él tal vez sentía como sutil.

Mas no importando lo que respondiera ella, le dijo donde se encontraba el obispo. En la Basílica de San Giorgio Maggiore, que se encuentra en la isla que le da su nombre. Una isla algo apartada de las islas centrales que forman en los mapas a Venecia, pero que podría llegar sin mucho problema en un barco chico o en una góndola si quisiera.

Cargando editor
20/05/2016, 00:21
Gianna Scarpati

Claro que nadie tenía que saberlo, un beso no se negaba a nadie y menos a un hombre de fe. Cuando él la soltó y le dijo dónde estaba lo que buscaba, ella sonrió con coquetería pero más aún cuando mencionó lo de confesar sus pecados.

-Sólo si es a vos a quien he de confesarme... Quizás el domingo a temprana hora podáis venir a mi casa. La casa Scarpati atiende bien al clero.

Finalmente le dio su apellido, tal vez no su nombre pero seguramente debía saber quién era ella pues era la única que quedaba.

-Os pediría venir conmigo pero no quiero que os regañen por mi culpa, así que partiré ahora mismo.

Ya sabía qué decirle al gondolero, así que no debía demorar más. Pero antes de partir le guiñó un ojo y le dijo:

-Habéis hecho una buena obra, aseguraros de cobraros el favor.

Y estuvo lista para partir.

Cargando editor
20/05/2016, 07:36
Sacerdote Gino

El sacerdote se notaba feliz ante la propuesta de la mujer. “Por supuesto que ire yo mismo, no me gustaría dejar mi deber con usted a alguien mas. Confio que se me atienda bien.” decia con una sonrisa cómplice que se acompañaba de un nuevo toque en una mano. El apellido noble no parecio escaparse de su atension pero no hizo comentario alguno sobre este.

“Le agradezco que piense en mi, igual la acompañare hasta la sala principal para que no se pierda.” Se ofrecio empezando el aso notando el guiño. “No me olvidare, lo juro por dios.” Dicho eso paso su mano de vuelta por ella aunque con mas confianza tocándole el posterior sin vergüenza de lo que hacia o donde lo hacia.

Llegar a la sala principal no fue demasiado complicado y tras un saludo cordial que quería simular que nada había pasado. Lo siguiente fue darle la localización para su siguiente destino en la búsqueda de su francés.

Cargando editor
20/05/2016, 14:24
Gianna Scarpati

El sacerdote era un hombre dulce a pesar de ser un hombre de Fe. Gianna pensaba que era un desperdicio, lo pasaría espectacular en una de sus fiestas pero ya habría tiempo para ocuparse de ello. Ya con la dirección en la mano se dispuso a marcharse, no sin antes ponerle una cara de pena porque se alejaba de él.

-Mi casa os esperará con ansias.

Sonrió y se marchó a darle órdenes al gondolero y marchar a esa isla a buscar a Bastian.

Notas de juego

Minipost estoy muerta.

Cargando editor
20/05/2016, 22:11
Narrador

El gondolero asintió a las órdenes de la mujer y empezó a navegar una vez ella se encontrara bien sentada en su lugar. El viaje fue menos obstaculizado que en la ciudad ya que pronto se encontraron saliendo de esta y pasando al lago que tenia que atravesar para llegar a la isla. Pasaron por el costado de algunos barcos y góndolas que parecían viajar también a esa isla, haciéndola sentir algo más tranquila ya que en si no había camino alguno en ese viaje.

Cuando por fin llegaron a la isla, terminaron en un puerto pequeño pero bastante bien cuidado donde todos los transportes marinos hacían tierra. La isla no era chica pero no por ello le costaría a Gianna encontrar su camino a la Basilica ya que como siempre los edificios religiosos eran construidos en lugares altos y con unas toras que se veían muy de lejos. Por lo que ella sabia los benedictinos tenían el control de la isla luego que el anterior dueño religioso se los dono antes de morir.

La caminata por los escalones de piedras hasta llegar a la basilica fue algo larga, pero muy tranquila y bella en muchos lados por el paisaje bien cuidado que se veía a los lados. El lugar tenia esa naturaleza que no se encontraba en la ciudad, pero aun se notaba la marca humano con lo corto de los pasos y enredaderas. Pero en si los arboles ancianos y frutales que decoraban el camino hasta generarle cierta paz a la mujer apurada a pesar que este no fuera su ámbito preferido.

Al llegar un par de golpes en el portón fue necesario para le abrieran y le invitaran con amabilidad dentro, mientras ellos se irían a buscar a los franceses.

Notas de juego

No hay problema que mi post tambien fue mas corto de lo que debia.

Fata 1 post.

Cargando editor
20/05/2016, 22:37
Claude Frollo

Tras unos minutos de silencio apareció el Obispo, junto a un caballero que podias asumir como el cruzado que te había contado el sacerdote Gino. Ninguno de ellos era Bastien eso quedo claro con solo verlos.

El obispo se acercó a ella con una cara de pocos amigos parecida a la del cruzado y la examino de arriba a abajo. Mas su rostro se volvió mas neutro antes de hablar. “Me han dicho que me estaba buscando. Puedo servirle de algo señorita…” dijo dejando un claro espacio para que se presentara.

Cargando editor
20/05/2016, 23:09
Gianna Scarpati

Gianna había escuchado muchas cosas de él pero a ella nadie la asustaba, además, sabía que a los hombres por muy de fe que fueran, las mujeres lindas siempre los hacían ceder. Como al descuido dejo caer su capucha e hizo una reverencia breve ante él.

-Mi señor, estoy buscando a uno de sus hombres... No es nada malo pero tengo entendido que son los mejores en lo que hacen y ha sucedido algo en mi casa que necesita de un buen soldado...

No era la mejor excusa pero tampoco iba a decirle lo mismo que a Gino, no podía arriesgarse así.

-Sé que no están aquí más que para cuidarla pero soy una muchacha huérfana, que debe cuidar su reputación y la de su casa... Hace unos años me quedé sola y sé que un hombre como vos podría ayudarme.

Lo miro con sus grandes ojos expresivos y buscó con la mirada por si asomaba alguien más. Si metía en problemas a Bastien, él se enojaría con ella.

Cargando editor
20/05/2016, 23:58
Claude Frollo

Tal vez a otros hombres menos severos en su religión, pero Claude ya se había encontrado tentado por mujeres en su vida. Hace poco por una Giovanni muy inocente pero pecadora y luego por su familia que le pidió piedad esperando que la sangre fuera mas esperanza que su creencia en dios. Esas mujeres se equivocaron.

Lo primero que hizo fue mirarla con gravedad ante sus palabras y ante su falta de presentación. “Actuas con respeto pero no te identificas a ti misma mi señora. Como espera que la ayude siendo una desconocida.” Le devolvió con severidad negando con la cabeza lentamente.

“De cualquier forma lamento decirle que el único hombre que tengo a mi servicio por voluntad propias, es el caballero frente suyo.” Le aclaro desilusionando a la joven que debería pensar mejor su plan. “Aunque estoy curioso de saber para que una daba tan solitaria necesitaría un soldado en su hogar.” Comento cambiando el tono de la conversación que parecía convertirse rápidamente en un interrogatorio de su parte. “Es para saber mejor como puedo ayudar mi señora.” Agrego sin mucho esfuerzo como si fuera un pensamiento secundario en esa cuestión.

Cargando editor
21/05/2016, 00:16
Gianna Scarpati

-Mi nombre, signore es Gianna Scarpati y quizás me equivoqué viniendo a molestaros, la verdad es que no era mi intención.Soy huérfana, vivo sola y suele pasar que los hombres confunden eso pero... Perdonadme por robarle vuestro preciado tiempo ya que no pretendo robaros a vuestro soldado, el único a vuestro servicio.

En ese punto miró al soldado y luego al obispo de nuevo.

-Os ruego me perdone y aceptéis una limosna de parte del sello de mi casa para con vuestra iglesia.

Gianna lo único que quería era salir de allí cuánto antes y no volver nunca más, de todas maneras, ¿a ella qué mierda le importaba la maldita mujer muerta? Estaba seria y lista para retirarse pero no quería ser una grosera y menos pecar de altanera como claramente lo hacía el obispo, ¿Dios le permitía esas licencias? Al parecer sí.

Cargando editor
21/05/2016, 01:23
Claude Frollo

“Mucho gusto signora Scarpati, Mi nombre es Claude Frollo, obispo parisino. Mi compañero se llama Jaçques de Chatillon y es mi protector, por lo que no podre ofrecérselo sin que vaya junto a él.” Dijo con tranquilidad y algo mas de diplomacia presentándose a él y a su caballero.

Nego con la cabeza lentamente. “No me roba nada de mi tiempo señora, lo que si lamento que se encuentre huérfana. Sin embargo estoy seguro por sus modales que sus padres la han criado bien y estarán orgullos de usted en el cielo.” Comento apoyando una de sus manos en el hombro de ella, aunque a diferencia de Gino había cierta frialdad en si gesto a pesar que su toque era extrañamente mas cálido que otros. “No me piense como los demás hombres, una vida solitaria no es necesariamente una vida de pecado, a menos que la soledad no sea verdaderamente una soledad.”

Sonrió mostrando un poco sus dientes, negando de nuevo. “No hay necesidad de ninguna limosna. El saber que sirvo a nuestro señor como corresponde es suficiente recompensa para mi.” Le respondo con una sinceridad clara, aunque este usaba un atuendo típico de obispo pero con unos detalles que delataban la nobleza de su nacimiento.

“No creo que tenga nada que perdonar, ya que es dios quien perdona nuestros pecados si hay arrepentimiento en nuestros corazones. Pero esa no es la razón en que la detengo ahora sino para saber su motivo de estar aquí…” comento de nuevo sonriendo con algo de condescendencia para ella. “¿Que precisa con esos caballeros franceses que acompañaron al cardenal junto a nosotros?” volvió a preguntar sin permitir una huida rápida a la mujer.

Cargando editor
21/05/2016, 01:43
Gianna Scarpati

-Es un placer conoceros a ambos, signore...

Gianna no quería entrar en el debate de los pecados y la fe porque ella estaba hasta el cuello pero además porque no quería entrar en esos menesteres precisamente con un obispo.

-Seré concisa o al menos lo más que pueda para que ambos podamos volver a nuestras ocupaciones. Hubo un robo, una pintura muy costosa y querida por mi familia, por mis padres muertos y sé de buena fuente que cuando fue sustraída y llevada por los canales, el ladrón se topó con algunos de los hombres del cardenal... Mentiría si os digo quiénes porque no lo sé pero pensé que podría empezar por los antes mencionados y así encontrar al ladrón.

Gianna, eres toda una artista. Deberías estar en una compañía de teatro.

La muchacha se acomodó en el asiento que parecía amplio para ella, la capucha se soltó un poco más y su escote quedó visible, quizás involuntariamente, quizás no pero no se cubrió enseguida, fue como si no se hubiera dado cuenta y entonces volvió a acercarse a la mesa del obispo como para confiarle un secreto.

-El ladrón también se ha llevado a la hija menor de mi nana y comprenderéis que no quiero hacer un escándalo de esto, signore mio.

Puso su mejor cara de pena y esperó poder convencerlo.

Cargando editor
21/05/2016, 08:57
Claude Frollo

El obispo la miro por un buen rato en silencio, intimidándola con esa mirada que le hacia sentir que su mentira no había llegado a convencerlo en lo absoluto y debería decir la verdad ahora mismo antes que la metiera en un calabozo o le hiciera algo peor. Pero para su suerte él hablo primero. “Lamento escuchar que han aprovechado de su impotencia para sustraer algo de su hogar, aunque debo admitir que me sorprende que decida buscar la pintura usted misma en vez de pedírselo a los hombres bajo su mando.” Comento en un tono que parecía tener algo implícito pero ella no podía terminar de entenderlo.

Aunque si las palabras del hombre no le habían parecido de lo mas reconfortadoras, su mirada al ver ese gesto involuntario desato cualquier hilo que sujetaba la mascara de neutralidad en su rostro cambiándolo por uno de enojo casi desprecio. Al parecer al contrario de otros hombres en la ciudad este obispo no se sentiría nunca atraído a ella sino que posiblemente sentitiria lo contrario si ella intentaba algo.

“Por supuesto mi señora, se mantendrá asi si lo deseo. Es bueno escuchar que a pesar de su estatus esta dispuesta a ayudar a los mas humildes.” comento de nuevo su rostro volviéndose de piedra no dejándola muy segura del convencimiento que había tenido en este.

Entonces se puso a meditar unos segundos. “No me he encontrado ningún ladron en mi andar por la ciudad. Ademas no sé dónde se encuentran los demás caballeros que venían también de Francia, como dije antes no me servían y por lo que se solo aprovecharon el viaje con el cardenal para estar mas seguros ellos.” Le informo con seriedad pareciendo mas severo cuando hablo de los dos caballeros. “Se que no es mucho pero es lo poco que sé.”

Pero como supiera que te largarias rápidamente tras pensar el desperdicio que fue este viaje continuo hablando. “No es de mi meterme en la vida privada de la gente, pero si tiene problema en cuidar la propiedad de su padre me parece que lo mas acertado seria que empezara a buscar un esposo señorita Scarpati.” Parecio aconsejarle con un tono menos agresivo.

Cargando editor
21/05/2016, 15:48
Gianna Scarpati

Nada, no le iba a decir nada solo estupidez tras estupidez. ¿Qué pensaba ese hombre que ella necesitaba que viniera alguien con cara de oler muertos a decirle que hacer? Podría ser muy hombre de fe pero seguía siendo un imbécil. A pesar de ello, Gianna se las arregló para sonreír xln todo la amabilidad del mundo mientras se cubría de nuevo.

-No esperaba que su eminencia hubiera topado su camino con un ladrón... ¡Dios os proteja de eso!

Ella se quedó pensativa unos segundos pero luego contestó.

-Ya he enviado a mis hombres pero pensé que sería buena idea ayudar, claro que parece que no es así y mejor volveré a casa. Enviaré el donativo bajo el sello de la casa en cuanto mi tío lo disponga para vuestra iglesia.

Mucho bla bla bla y ella perdiendo el tiempo con aquellas nimiedades y los detalles estúpidos que él le daba o al menos así parecía.

-Muchas gracias por tal información y dado que aquí se rompe la pista, no hay más que hacer.

Se levantó con elegancia dispuesta a irse más o menos airosa cuando escuchó aquellas palabras que retumbaron en su cabeza, la joven frunció el ceño y se volvió a mirarlo fijamente.

-Me temo que os habéis equivocado y mucho, si viniera a pedir consejo sobre un esposo, lo habría solicitado de una vez. Soy aún joven y pretendo serlo por mucho tiempo más, le guste a quien le guste y si a vuestra merced le parece mal o escandaloso, lo siento mucho pero pretendo llevar por mucho tiempo más el apellido de mi padre. Casarme para que alguien venga a robar y no a cuidar lo que me dejó mi padre, eso si seria un pecado. Buenas tardes y mil gracias por su ayuda, no sabéis, no tenéis una idea de cómo me habéis abierto los ojos.

Hizo una breve reverencia y se dispuso a irse sin más. Cansada estaba de ver aquel rostro amargado y lleno de suspicacias.