Partida Rol por web

La Busqueda

Primeros pasos (Prologo)

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30/11/2014, 17:46
Narrador

Un nuevo lunes había llegado para Leonor, ya había pasado dos meses desde aquella abrupta separación entre los hermanos.

Donde la pobre huérfana tuvo que aprender a valerse completamente por sí misma, había sido extraño en un principio como ciertas cosas aun salían como ella se las proponía en el día pero fueron las noches solitarias cuando notaba con mayor angustia la falta del único familiar que conocía. Las noches empezaron a ser diferentes para ella escuchando ruidos y pareciendo notar cosas que la presencia de su hermano parecía haberla protegido.Era por ese nuevo miedo que enfrentaba que aun pasado el tiempo continua teniendo la esperanza de llegar a encontrar a su hermano en esa Basílica, aun entre la enorme cantidad que habían empezado a frecuentar el lugar más que antes.

Pero hoy especialmente era un día importante y el guardia veneciano, que no tuvo vergüenza alguna de patearte lejos de la fachada de la Basílica a un supuesto niño vagabundo, se lo recordo. Hoy venia una persona importante para Venecia, un Cardinal bajo la directiva de papa del cual su llegada suponías que tenía que ver con el creciente conflicto entre el Emperador Federico II y el Papa.

Recuerdas unos pocos detalles del inicio de este conflicto, que lleva años en actividad pero sin escalar aun en un conflicto armado. Sabes que en parte se debe a que los estados italianos desean por sobre todo conservar su autonomía en el gobierno de cada uno y que además las ciudades mercantes no desean pagar los excesivos impuestos que impone el emperador.

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30/11/2014, 22:38
Guardias

"Muevete vagabundo...No queremos que los tuyos contaminen nuestra sagrada Basilica durante la visita del cardenal!" le gruño mientras le dedicaba un puntapié en sus posadera.

El tipo no era mas que uno de los bajos guardias que supuestamente protegía la ciudad y a sus habitantes, aunque durante todo el tiempo que has vivido en esta ciudad nunca te has sentido algo parecido a una protección de este grupo. Al contrario has sentido su desprecio mientras andabas disfrazado de chico y su claramente falsa cortesía cuando te vestías como una dama.

Ahora enfrente tuyo te miraba con deseos de volver a pegarte, aunque esta vez con el dorso de la mano en tu cara."Y bien, necesitas que me repita?" pregunto con una sonrisa despreciable.

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30/11/2014, 23:50
Leonor Amore

Leonor se sentía bastante perdida sin Theo a su alrededor. Ella nunca había estado sola en su vida, y no se había dado cuenta de todo lo que le necesitaba hasta que se había ido de su lado. ¿Por qué la había dejado así sin despedirse siquiera? Estaba segura de que algo malo le había sucedido, puesto que él nunca le había fallado en todos los años que llevaban juntos.

Desde que recordaba, las noches la habían asolado con extraños sueños, o incluso incomprensibles pesadillas, que la dejaban desorientada durante varias horas al despertar. Ella, totalmente ajena a la sangre desconocida que corría por sus venas, lo achacaba a que una parte de su subconsciente recordaba de alguna manera lo que fuera que le había sucedido a su familia biológica… pero la partida de su querido hermano había acentuado ese hecho, y desde hacía semanas amanecía envuelta en un sudor frío y sacudida por irrefrenables temblores que casi la hacían enfermar.

Los chicos con los que compartía cobijo lo habían intentado dejar correr e incluso ayudarla, pero hacía tres días que Carlo, el huérfano de mayor edad que había asumido el liderazgo, le había dicho que debía marcharse de allí, puesto que sus gritos nocturnos podían atraer a la guardia sobre todo el grupo y echarles de aquel lugar que con tanto sudor y esfuerzo habían conseguido… En cierto modo tenía razón, por lo que Leonor no pudo replicar ante la lógica aplastante de sus argumentos, y esa misma mañana hizo el petate para no causarles más problemas.

Aun así, el joven le dio provisiones para tres días y le dijo que siempre podía acudir a ellos si les necesitaba. Esos tres días habían pasado, por lo que el hambre estaba empezando a hacer mella en su barriga. A pesar de todo, acudió a la Basílica como todos los lunes con la esperanza de reunirse con su hermano, cuando se encontró el inesperado escenario de la inminente llegada del Cardenal, junto con aquel desagradable guardia recordándole cuan miserable era su existencia.

Antes de que el mal encarado guardia consiguiera golpear su rostro, la joven le esquivó grácilmente mientras añadía con picaresca – La Basilica ya se contaminó con tu fea cara esta mañana, y tampoco es que contribuyas a subir la media de inteligencia entre los presentes, ¡Stronzo di merda! – Acto seguido se dio a la fuga sin pararse a mirar la reacción de su interlocutor. Si intención era salir de su vista, para intentar buscar una mejor posición donde localizar a su hermano y, de paso, poder tener mejores vistas del evento que estaba a punto de acontecer.

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30/11/2014, 23:55
Narrador

El guardia le dedico unos cuantos gritos e insultos a ella y a su madre, pero rápidamente Valeria noto que no hizo esfuerzo alguno para ir a atraparla o seguirla. Así era la guardia de esa ciudad, al menos la que era de bajo estatus otro habría sido el desenlace de ese encuentro si le faltara el respeto a alguno de los más profesionales guardias e la ciudad aunque por otra parte esos individuos no se encargarían nunca de echar niños sin hogares de lugares públicos.

En cambio se encargarían de hacer lugar para el Cardinal como se encontraban haciendo unos de los muchos guardias con armadura que se encontraban formando un camino en la masa de gente que se había juntado en la plaza principal a la espera del cardenal. Aun faltaba tiempo antes la llegada de aquella figura pero como era costumbre en la ciudad de Venecia cuando venia alguien de gran importancia, la ciudad se preparaba desde temprano, incluyendo a algunos de los mercaderes de la plaza que habian llegado mas temprano de lo de rutinario vendiendo tanto a sus usuales clientes como a los viajeros que habían venido hacia la ciudad de los canales por la presencia del Cardenal.

La pequeña moviéndose entre la gente con una facilidad que le daba a la costumbre buscaba un sitio donde ser testigo de la ocasión. Difícil parecía porque nadie quería darle un lugar enfrente del tumulto de gente, e incluso la empujaban para atrás con una fuerza que no podía competir la pobre chica hambrienta.

Rindiéndose en su esfuerzo de mirarlo desde la primera fila, busco otra alternativa y se dio cuenta de unos jóvenes sentados en el techo de un puesto de madera que parecía no tener dueño alguno excepto por otro joven que se encontraba vendiendo unos panes recientemente horneado.

Notas de juego

Linda respuesta Amore, ojala el guardia denetico no se vuelva un problema mas tarde XD

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01/12/2014, 20:03
Leonor Amore

Fue reconfortante darle esquinazo a ese mal encarado guardia. Hacía tiempo que había aprendido a perderles de vista corriendo cual gacela bordeando los canales venecianos. Los guardias del Cardenal seguramente serían un tema a parte, y jamás se le hubiera ocurrido faltarle al respeto a ninguno de ellos, bajo pena de perder la lengua.

La plaza bullía con una intensidad que la joven no había visto en mucho tiempo, y tentada estuvo de robar algún pedazo de fruta o una hogaza de pan sin ser vista, cuando su estomago rugió cerca de los numerosos puestecitos que se habían apostado para vender sus mercancías… Bueno. Ya tendría tiempo. Lo primero era lo primero.

Debía buscar un lugar propicio para poder visualizar a su hermano, puesto que, con tal cantidad de gente, era muy posible que apareciera y que ella no pudiera encontrarle. Tras comprobar que sería imposible encontrar un lugar en primera fila, comenzó a ampliar un poco más su radio de acción hasta que por fin dio con lo que parecía el lugar perfecto. Acercándose con cuidado hacia el puesto de madera, le hizo un gesto de chico a los presentes antes de encaramarse al techo para situarse junto a ellos. Las vistas no estaban mal desde allí, pero el exquisito olor a pan recién hecho, amenazaba con desatar toda la furia contenida de su famélico estomago.

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02/12/2014, 04:16
Narrador

Los de arriba parecieron no haberse dado cuenta del gesto o mejor dicho lo ignoraron como si no fuera un tema de ellos. El chico de abajo cuidando el puesto te miro y sonrió amistosamente dándote libertad para que subieras tranquila.

Una vez arriba es cuando los dos jóvenes sacaron sus miradas lo que sería el puente por el que llegaría el cardinal a la Basílica y pusieron toda la atención en este nuevo joven que llegaba frente a ellos. En sus manos ambos tenían un pan recién horneado como el que vendía el chico de abajo.

“Ey…” le advirtió uno de ellos, el menor, antes que con un gesto seco el mayor de los chicos vagabundos lo callara.   

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02/12/2014, 04:16
Sabino

"Que tenemos aca? Al parecer nuestro amigo de los panes, invito a un amigo suyo acá arriba..." comento con una sonrisa divertida. "Ah no, cierto su padre no le deja tener amigos y en especial de esos que viven en la calle. Asi que supongo que sos de mi grupo..." dijo acercándose de forma que seguramente él pensaba intimidante, pero a vos te resultaba como mínimo molesto al ser hecho por un chico más joven que vos.

Luego de examinarte de cerca un segundo, empezó a negar con la cabeza lentamente retrocediendo. "No, no eres tampoco de los nuestros. Eso significa que sos alguien que pensó que este es un asiento público, pero no es asi. Lo entiendes?" te pregunto volviendo más lenta sus últimas palabras como si te tomara por imbécil y seguramente así te veía el joven.

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03/12/2014, 00:10
Leonor Amore

Leonor le regaló una sonrisa al joven que vendía los panes antes de sentarse en el lugar que tan amablemente le había cedido. No obtuvo la misma calurosa bienvenida por parte de los chavales situados junto a ella que, para desgracia de su rugiente estómago, portaban un panecito caliente entre sus manos.

No obstante, cuando estaba a punto de resignarse por su suerte, vio como parecía que ninguno tenía pinta de querer acogerla amigablemente. Sus suposiciones fueron acertadas cuando el que identificó al momento como el jefecillo de la mini banda, se acercó al lugar con aires chulescos regalando faltas de respeto.

-No leí que hubieras escrito tu nombre en el asiento… ¡Ah, Claro que no! Para eso tendrías que saber escribir. – Se burló la molesta pelirroja ante las arrogancias del recién llegado

- Tampoco veo que seas de la realeza como para permitirte un asiento privado, así que por tu forma de tratar al amable panadero, solo se me ocurre que eres un coglione venido a más al que no le han partido la cara a tiempo. – Finalizó poniendo pose amenazadora para intentar que se achantara, pero sabiendo que seguramente tendría que pelear por su asiento.

Notas de juego

jajaja, que curioso que la imagen del matón sea la de Peter Pan de la serie Once Upon a Time y que los otros chicos tengan pan en las manos :D

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03/12/2014, 05:18
Sabino

Sabino la miro detenidamente, con un odio que se notaba en su mirada ante tus respuestas a su persona, pero por lo demás estaba quieto como una estatua. Al menos por unos segundos hasta que su único compañero, antes que llegaras a este techo, se riera con los insultos bien realizados a su jefe. Por lo que respondió rápido a esto dándole un codazo en las costillas con suficiente fuerza para que gimiera de dolor y quedara totalmente callado.

"Ja. Creo que uno no debería burlarse de lo que también le falta a uno." comento obligándose a sonreír, batallando con sí mismo para no saltarle encima al supuesto joven que le hablado con una falta de respeto así. "Lo digo por lo de escribir, ya que dudo que vos también lo sepas hacer rosso." dijo resaltando fuerte su color de pelo, dejándole claro como lo nombraría de ahora en más.

"Por otro lado tal vez no pertenezca a la realeza, pero tengo algo de ellos. De una de las familias importantes en esta ciudad..." comento empezando a cambiar su tono a uno mas seguro con cada palabra de su superioridad ante vos, incluso corriendo para abajo su camisa para que pudieras ver un medallón de oro. "Que yo lo tenga en mi poder demuestra mis superiores habilidades en la calle y eso deja claro sin duda alguna que mis palabras valen Oro. Vamos saca un tesoro mejor y me arrodillare ante ti, rosso." te reto obviamente creyéndose con una mejor mano que la tuya.

El medallón era completamente de oro, bastante limpio en comparación con la ropa posiblemente porque lo cuidaba mejor que a su vestimenta, en este se notaban unas letras pero no tuviste suficiente tiempo para leer antes de que se lo volviera a cubrir. Aunque parecía escrito en latín.

Notas de juego

Puras coincidencias, de seguro no volveran a pasar en el futuro :P

Que quede claro hay dos chicos en el techo de puesto. Sabino y otro mas joven. Mas un chico atendiendo el negocio. :)

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03/12/2014, 22:07
Leonor Amore

La pelirroja observó sin inmutarse como el matón agredía a su compañero. Estaba claro que el joven trataba de imponer su autoridad ante los otros vagabundos. Ella había visto grupos así antes, aunque no solían mantener la unidad demasiado tiempo a no ser que el jefe en cuestión diera tanto miedo que todo el mundo obedeciera sin rechistar, cosa que terminaba transformando al grupo en una banda de desalmados… realmente esperaba que aquello no ocurriera con un grupo de chavales tan jóvenes como aquellos.

-¡Vaya! hasta sabes hacer bromas sobre el color de mis mejillas. ¡Qué tierno! – Respondió manteniendo el tono burlón como réplica a sus insultos

- Jajaja, me gusta Rosso. Al menos me hace parecer más saludable y menos famélico – continuó, amortiguando los insultos para suavizar la tensión que pudiera generarse. -No necesito que te arrodilles ante mí, puesto que considero que todos somos igual de valiosos. Me basta con que te sientes a mi lado para que veamos juntos la llegada del cardenal. Me he fijado que tu tesoro tiene algo escrito que posiblemente podría incrementar su valor y serte de mayor utilidad. Ahora mismo no tengo nada que equipare a tu medallón, pero me comprometo a decirte lo que pone. Así de paso ambos nos evitamos que la guardia del cardenal nos eche a patadas a todos por haber iniciado una pelea a puñetazos por el sitio ¿Qué me dices? Leonor finalizó con una sonrisa amistosa.

Sabía que ciertamente todos serían expulsados del lugar si empezaban una trifulca, y desde luego no estaba dispuesta a ceder su puesto sin luchar, cosa que dejó bien clara en sus intenciones. Además, tenía la certeza de que, tal y como cuidaba aquel medallón, posiblemente se moriría de ganas por saber qué era lo que la inscripción decía.

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04/12/2014, 00:26
Sabino

El joven quedo algo descolocado con el rumbo que llevaste su insulto sobre tu pelo, entrecerrando los ojos mientras pensaba como te devolvería por esa risa. “Me reía de tu pelo…” respondió enojada quedándose sin mayor continuación a sus palabras.

Pero no llego a decir más ya que ahora se quedo escrutando para tratar de ver a que iba esa amabilidad repentina que mostrabas hacia él, se le paso completamente que querías algo de tranquilidad para disfrutar de la vista y la excusa de los guardias no lo convencía completamente. Aunque como ella había previsto el chico mostro un brillo de gran interés ante la propuesta de que  leyeras el contenido del medallón y aumentaras su valor, pero por otro lado era un chico de calle y eso generaba que algo de desconfianza se generara en el cada vez que alguien le prometía algo bueno.  “Y como sé que no me inventaras su significado? o que sepas leerlo?” pregunto negando levemente la cabeza.

“Chicos…No van a pelear cierto? Crei que era amigo tuyo…por favor no peleen que papa me golpeara de nuevo. Por favor estén calmados.” Le pidió el joven de abajo cuidando el puesto.

“Ya, ya. Estamos hablando como ciudadanos civilizados no te preocupes.” Le respondió rápidamente Sabino volviendo a adoptar un aspecto calmado, mientras meditaba como podía continuar con esto seguramente buscando una forma de salir bien favorecido. “Veamos que tal si me ayudas con algo primero y luego te dejo ver el medallón. Te pediré algo sencillo pero será luego que termine de pasar el Cardenal, no te preocupes no es nada riesgoso.” Te comento con una sonrisa que parecía algo amistosa. ”Trato?” le dijo ofreciéndole la mano.

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04/12/2014, 01:21
Leonor Amore

-¡Vaya! ¿Mi pelo es rojo? No me había dado cuenta – Bromeó claramente sin darle mayor importancia al asunto. Acto seguido, se quedó mirando al joven matón durante unos instantes. Realmente sabía que el líder de su pequeña banda no podía dejarse pisotear por un extraño delante de sus muchachos, pero ella no estaba dispuesta a parecer débil ni ante él ni ante nadie.

-No acostumbro a aceptar acuerdos si no sé de qué se tratan antes. Además, no tengo por qué mentirte sobre tu tesoro. Si fuera un idioma que no entendiera, te lo diría igualmente. Realmente no sacaría nada engañándote. – Dijo encogiéndose de hombros, haciéndole ver que no tenía la mayor intención de jugársela.

Tras ello, se llevó los dedos al mentón pensativa mientras sopesaba una alternativa que pudiera contentarle y, a la vez, hacerle quedar como el líder delante de sus chicos – Mira, realmente a mí me da igual lo que ponga en tu medallón, así que si quieres te lo diré sin más, y si no quieres, tampoco pasa nada. Pero…. estoy dispuesto a hacerte ese favor que me pides, si me consigues una hogaza de ese pan calentito y, por supuesto, si me dices antes qué es lo que tengo que hacer. Extendió también la mano esperando que aceptara las nuevas condiciones, pero aferrándose bien fuerte donde estaba sentada por si acaso el chaval quería jugársela y echarla de allí de un tirón.

Realmente su estomago estaba empezando a rugir con vehemencia, aunque más le valía no parecer desesperada de hambre delante de aquellos muchachos. Sabía que con el giro de los acontecimientos el hecho de que se sentara o no en aquel lugar, había dejado de tener importancia. Su aceptación de los términos dejaba ganar al muchacho en cierta manera, pero al menos ella podría por fin llevarse algo a la boca.

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04/12/2014, 20:21
Sabino

Se rasco una de sus mejillas, mientras su gesto se volvía un poco más serio aunque sin barrar su sonrisa de su rostro. Comprendía la duda del otro chico para no aceptar un trabajo sin que le digan nada, incluso hasta le admiraba que no fuera tan estúpido como otros pero de cualquier forma le dificultaba su plan.

Entonces escucho sus palabras y un ruido que la joven habria deseado que no escuchara, una sonrisa más grande apareció en su rostro se le habia ocurrido algo en ese momento para salir airoso. Estrechando su mano y sin hacer ningún truco se acercó un poco más a ella. “Tienes un trato compañero.” exclamo con un falso tono amistoso.

“Igual primero me dirás lo que dice el medallón, luego iremos a lo otro.” Comento soltando su mano y sacando con esta el medallón de debajo de sus ropas. El chico quería al menos conseguir algo de este encuentro, por si lo otro no salía bien. Como habías pensado las letras en el centro de este se trataban de latín y para fortuna tuya la traducción era sencilla. “No es necesario que lo toque para leer…”

La familia siempre primero L.A.

“Entonces que dice?” pregunto ansioso. “Ah y conoces este escudo parece extranjero?” dijo dándolo vuelta y dejando ver lo que solo podía ser un escudo nobiliario, que te parecía conocido por una razón que no podías entender bien.

- Tiradas (1)
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07/12/2014, 19:32
Leonor Amore

El escudo le sonaba familiar, y por alguna razón que no entendía, era bastante más capaz de leer latín de lo que hubiera esperado en un principio. Era como si tuviera las bases de aquel idioma de cultos y eruditos, a pesar de que su memoria no le daba ni una sola pista de cómo era posible aquello, habiendo pasado toda su infancia en un orfelinato.

-Ummm, a juzgar por la inscripción parece un medallón de alguna casa noble, o quizá de una cofradía o hermandad. Dice algo así como que la familia va primero. ¿De dónde lo sacaste? Ese escudo me resulta familiar, aunque si supiera donde lo conseguiste, quizá recuerde por qué me suena tanto. – respondió con sinceridad mientras sintió un nudo en el estomago que no supo explicar.

De alguna manera las iniciales también le parecían conocidas, y el hecho de que Leonor empezara por L, no la dejaba indiferente ante aquel objeto tan valioso… ¿Por qué sería? Una vez que cumplió su parte del trato, miró con sus ojos claros a aquel avieso muchacho mientras se colocaba a su lado para que contemplaran juntos la llegada del Cardenal.

Esperaba que pudiera explicarle qué tenía que hacer para poder llevarse algo a la boca. No había comido nada desde las pequeñas migajas que le quedaban de ayer, y las fuerzas estaban empezando a flaquear ante el intenso aroma del pan recién horneado que los presentes sostenían en sus manos. -¿Y bien? ¿Qué quieres de mí a cambio de la comida? Por cierto, me llamo Leo, ¿y tú?

Notas de juego

Siento el retraso. Mis invitados se fueron hace nada. Intentaré ponerme al día lo antes posible ;) Jajaja, por cierto, que malvado con lo del medallón. Mi personaje no tiene ni idea de lo importante que es para ella esa pieza de oro ^_^

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08/12/2014, 02:14
Sabino

Al recibir tu respuesta Sabino miro con mala gana a su medallón y se lo oculto enojado. “Bah, que cosa más típica de nobles…” Negó enojado y en parte sintiéndose embaucado por el propio medallón. “Se lo saque a una familia noble importante de esta ciudad por eso tal vez te parece familiar, de la cual solo puedo decir que su seguridad no fue lo suficiente buena.” Confeso con una gran confianza en sí mismo, incluso en parte refregándotelo en la cara.

Dejándote con la incógnita de donde había sacado el medallón, se puso a observar el puente unos segundos y a su compañero que además de haberse callado comía su pan tranquilamente. Solo volvió su mirada al escuchar tu pregunta, acercándose a tu oído queriéndolo dejarlo como secreto entre ustedes. “Quiero que nos ayudes a mi y mi amigo a sacarles unos cuantos panes al panadero de abajo cuando esto con el cardenal termine…” susurro mientras partía por la mitad su pan, dejándote un pedazo en tu mano. “Ayúdanos y recibirás uno entero para vos sola.”  

Una vez termino de contarte lo que esperaba de vos se alejó de vos de nuevo, sin esperar tu respuesta. “Me llamo Sabino…” se presentó y luego señalo al chico. “A él lo llamamos Enano o Nano.”

Notas de juego

Ningun problema :)

Si me decis malvado con eso, que me diras mas tarde XD

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08/12/2014, 05:48
Narrador

Te quedaste pensando la ayuda que te pedía Sabino por un tiempo y justo cuando tenías la respuesta o creías tenerla escuchaste una voz grave bajo el techo de madera que se encontraban sentados. Con una señal Sabino pidió tu silencio, antes que comenzaran a escuchar de quien se trataba.

"Hijo, cómo va el negocio? Espero que no hayas dejado un pan gratis a nadie o ya verás..." decía la voz gruesa que no era difícil saber que se trataba del padre del Joven que estaba atendiendo cuando Leonor subió al puesto. Su tono parecía cariñoso al principio, aunque la severidad de la amenaza final se sintió.

El resto de la conversación fue más tranquila con el hijo mintiendo y ocultando la presencia de los tres mendigos en el techo del puesto de su padre. Por su lado los jóvenes habían quedado callados, algo que Leonor siguió al poder echar un vistazo rápido al aspecto bastante intimidante que el panadero irradiaba y el miedo que parecía mostrar en sus ojos su propio hijo.

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08/12/2014, 06:06
Cardenal Titus Fabbian

Las numerosas cornetas con su estridente sonido fueron las que llamaron la atención de todos los reunidos en la plaza, era sabido por todos lo que significaba. Era una señal de que el cardenal cruzaría el puente frontal hacia la Basílica de San Marcos, patrón de la Ciudad Estado de Venecia. No mucho tiempo después el sonido de la música se empezó a escuchar en un tono bajo y tranquilo en un principio para aumentar en su ímpetu ante la cercanía del Cardinal.

La gente tampoco se quedaba atrás alterándose al ver el carruaje, pero solo comenzando a empujar a los guardias de la ciudad cuando vieron al cardinal y la cruz dorada frente a ellos. Los sentimientos de la gente eran muy variados, unos estaban contentos incluso llorando de felicidad por la presencia del cardenal, otros se encontraban agradecidos por su llegada y se lo decían con gritos buscando tener al menos un corto contacto con este aunque los guardias no permitían aquello. Varios también parecían sentirse inspirados los músicos de antes tocaban como nunca habías oído en la cortos años que llevabas en la ciudad y los pintores que andaban por ahí pintaban rápidamente con sus pinceles. Habían mas emociones, pero ninguna dejaba de ser positiva con el Cardenal por lo que todo el espectáculo de energía y alegría se termina contagiando a los tres jóvenes del techo del puestito.

Por su parte el Cardenal viajaba en un carruaje bastante ostentoso, que mostraba sin vergüenza alguna la grandiosidad que tan común era mostraba por la iglesia. A su alrededor viajaban jinetes con unas armaduras ornamentadas que seguramente envidia a los guardias con mayor estatus de la Ciudad de Venecia, que este momento quedaban se encontraban lo suficiente cerca para quedar opacados por los jinetes. Detrás des Carruaje venia un carro especial trasportando una cruz dorada de considerable tamaño y monjes que entregaban comida mientras pasaban a la gente de la primera fila, consiguiendo si era aún posible más devoción de la gente que se había reunido en la plaza mayor.

Te tardaste un tiempo en notar la presencia del Dogo de la ciudad, pero viendo su actitud no te parecio demasiado raro. Giacomo Tiepolo se encontraba sentado en el asiento del carro, bastante calmado y casi serio en comparación con el Cardinal. Su santidad en cambio mostraba una enérgica sonrisa y además con sus manos levantadas al cielo bendecia a la gente que rodeaba su camino a la Basílica.

Notas de juego

Cardinal:

Dogo:

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10/12/2014, 01:07
Leonor Amore

Al ver la reacción del muchacho ante su respuesta referente al medallón, la joven disfrazada de chico arrugó un poco la frente. Realmente no sabía qué se esperaba el tal Sabino, pero un medallón familiar era algo realmente importante por lo que podría sacar una pequeña fortuna si se lo proponía. Lo malo es que corría el riesgo de que le arrestaran si le pillaban con algo así, tan fácilmente identificable, por lo que Leonor suponía que el ladronzuelo debería acudir a cierto tipo de calaña particular para conseguir malvenderlo si realmente deseaba obtener algo de valor sin demasiados riesgos.

Aun estaba preguntándose de dónde había sacado aquella joya de oro, cuando Sabino le explicó en qué consistía su petición. Realmente ese chaval era bastante truhan por querer expoliar al único joven que había sido amable con él y con los suyos aun a costa de llevarse una paliza por parte de su padre si perdía algún pan. Además, para ella el hecho de que quisiera obligarla a robar varios panecitos a cambio de quedarse con uno para sí misma, le resultaba, cuanto menos, estúpido, puesto que si finalmente se hacía con los panes, lo inteligente sería quedarse con todos y salir corriendo.

Estaba a punto de replicarle algo, cuando el esplendor les alcanzó a todos de lleno vestido de música suntuosa y decorado con derroche y fastuosidad. Leonor jamás había visto nada parecido en toda su vida, y por unos momentos se olvidó completamente de Sabino, de sus chicos, del panadero y su hijo, e incluso de su hermano Theo. Durante un breve instante se sintió contagiada por la alegría de la gente, dejándose llevar por el entusiasmo hasta el punto de creer que su vida no era tan miserable como aparentaba.

No obstante, cuando la comitiva se encontraba tan cerca de ella que incluso podía apreciar los detalles del carruaje que transportaba al cardenal, la seriedad del Dogo sentado a su lado le hizo volver a la realidad de su existencia, en la que todo aquello no era más que un espectáculo para mantener entretenido al populacho, mientras los pobres seguían muriendo de hambre a costa de los poderosos.

Fue entonces cuando la joven se escabulló de la posición en la que se encontraba, arriesgándose a avanzar hasta situarse en el centro de la algarabía. Había tomado la decisión de que no le robaría a un pobre diablo que tan solo trataba de ganar unas tristes monedas para sobrevivir. Si tenía que conseguir comida, ésta provendría de los adinerados, por lo que la obtendría de mano de los monjes que la repartían a espuertas, en las primeras filas del populacho.

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10/12/2014, 01:19
Narrador

Notas de juego

Tirame Percepcion+Alerta.

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10/12/2014, 01:45
Leonor Amore
- Tiradas (1)