Partida Rol por web

La noche de la fiesta que habia hecho su tio habia pasado ya hace dias, dejandole un tiempo para pensar bien a Gianna lo que haria a partir de ahora. Mas alla de sus trajes negros y su deseo de luto, su tio parecia haberse impuesto a si mismo la mision de buscarle un nuevo prometido. Mientras tanto parecia mantener a sus hijos lejos de la mansion, en especial a Cirino que parecia no mandarle cartas o que su padre las ocultaba.

Si bien eso habia pasado a generarle un especie de nuevo enemigo a la noble, tambien con la fiesta habia encontrado un buen confidente en el ex cuñado de ella que habia aceptado la invitacion de ella para verse en su mansion y hablar de temas confidenciales.

No tardo mucho en que llegara a su habitacion una sirvienta confirmando que su invitado habia llegado y se encontraban llevandolo a la sala principal como a todos los invitados.

La joven noble estaba lista para recibir a su invitado, tenía que ser extremadamente inteligente si quería que su no cuñado fuera con ella. Se vistió de luto pero muy hermosa y una vez llegó, fue a encontrarse con el joven en el salón.

-Buen día, mi lord. Muchas gracias por aceptar mi invitación.

Hizo una seña invitandolo a sentarse frente a ella y se sentó. Mientras lo miraba, se daba cuenta que era tan o más bien mozo que su hermano y posiblemente de carácter totalmente distinto.

-¿Deseáis beber algo?

Antes de entrar en detalles, quería que él estuviera cómodo por lo que iba a pedirle.

El joven tenia su parecido claro con su hermano teniendo el rubio que acompañaba a su familia, sin embargo su rostro era algo mas agudo teniendo una pera mas cuadrada que su hermano pareciéndose mas a su padre en ese sentido pero no por eso quedando atrás en la belleza que tenían los jóvenes Ruzzini.

“Buen día, mi lady.” Dijo acercándose y tomando su mano para besarla educadamente. “Me parecía lo correcto, tomando en cuenta que casi fuimos familia.” Comento el hombre con un gesto neutral ante sus propias palabras.

“Un buen vino no seria rechazado.” Comento el joven con una sonrisa que hacia parecer sus palabras mas serenas y menos serias que las de su hermano y padre. Siguiendo su invitación fue a sentarse donde le había indicado ella.

“¿Como se encuentra mi Lady este día?” pregunto en una forma muy generalizada para ver su estado de animo. Si bien esto era algo bastante nuevo para el joven, intentaba que la reunión no fuera tan incomode como bien podría ser.

Sin duda eran distintos.

Gianna ordenó a un sirviente que llenara ambas copas de vino y luego le ordenó retirarse.

-Podría estar mejor... Esta ciudad es un hervidero de habladurías y está cansandome mucho.

La mujer sonrió brevemente y lo miró a los ojos.

-Tal vez penséis que no es el.mejor momento pero decidí hacer un viaje. Un viaje al que llevaré a una buena amiga y a algunos amigos, más que nada porque ambas necesitaremos cuidados.

Gianna se puso seria.

-Estoy rogando que acepteis está invitación aunque primero que no os guardaré rencor si decidis no venir conmigo.

Con la copa en la mano el hermano de Leonzio se quedo escuchando atentamente lo que le decía Gianna. “Según mi padre y hermano siempre ha sido así, pero imagino porque podría cansarte ahora nuestra bella ciudad.” Dijo comprensivo antes de tomarse un corto sorbo del vino.

“Viaje y cuanto durara este viaje?” preguntaba sin dar una opinión o gesto que pudiera decir bien si le parecia bien o mal la decisión de ella. Pero finalmente mostró sorpresa cuando la invitación a él llego de parte de la noble. “Me siento alagado aunque tambien algo confundido con su invitacion Lady Gianna. Porque me invita a este viaje?” pregunto esperando a que responda a que diga la razon antes de confirmar si iria a no.

Gianna se quedó un momento meditando y escuchando sus palabras.

-Sólo no es un buen momento al menos para mi.

Levantó una ceja y sonrió.

-Mentiría si os dijera cuánto planeo que dure este viaje pero imagino que aproximadamente cuatro semanas.

Se inclinó un poco hacia él para responderle.

-Creo que si sois como vuestro hermano, me conviene tener a personas así a mi lado y porque creo que seria bueno conocerlos.

Se quedo pensando en el tiempo que le había dado ella como si hiciera un mapa en su cabeza con distintos destinos que necesitaran ese tiempo para llegar. Aunque finalmente nego con la cabeza y la miro curioso. “Un mes y un poco mas. Ya veo que se tomara su tiempo en el viaje.” Comento dejando sin preguntar lo que queria.

El rubio también se acerco cuidando que su copa no derramara el vino dentro. “No soy como mi hermano, yo soy otra persona mi lady.” Aclaro o al menos sintió que debia aclarar. “De cualquier manera conocernos no nos haria mal.” Dijo dandole un guiño tal vez no muy ubicado mientras daba otro sorbo al vino.

“Digame Lady Gianna cual es todo el plan…siento si le gustaria guardarlo en secreto pero a mi me puede mucho mi curiosidad.“ comento con cierto humor antes de ponerse un poco mas serio.”Y algo tengo que decir a mis padres o no lo cree necesario?”

-Siempre me tomo mi tiempo para este tipo de cosas.

Escuchandolo se dio cuenta que quizás era menos adulto de lo que ella creía pues aún tenía que dar cuenta por cuenta de sus pasos a sus padre.

-Se que no sois como Leonzio, nadie es como él.

Sonrió brevemente y a encogió de hombros, tal vez no debió invitarlo.

-Podría decir que vacaciones pero bo lo son. Tampoco es una expedición en favor de la Ciencia, sólo quiero visitar a mi primo a quien mi tío envió lejos para separarlo de una mujer. No pude despedirme, así que quiero saber como está.

Bebió de su copa nuevamente y mucho más tranquila.

-Como ya os dije es una invitación pero si no deseáis venir, no os sintais comprometido.

“Ya veo, una aventura familiar…” comento el joven que dejaba la copa a un costado, quedándose un poco meditativo observándola. “No se preocupes mi Lady, la invitación la acepto tras meditarlo un poco solo quería saber de que se trataría este viaje para ver como prepararme.” Dijo sonriendo con cierta emoción, tomando de nuevo la copa buscando un brindis.

“Me pregunto si nos pelearemos con un pirata o algo parecido.” Comento de la nada pero pareciendo aclimatizarse rápido al viaje en barco que tendria que realizar.

Finalmente la vio de nuevo.“¿Necesita mas de mi, mi lady? Que la ayude en algo?”

Él parecía finalmente haber aceptado y sin muchos reparos, eso provocaba que la misma Gianna no estuviera tan renuente o arrepentida de haberlo invitado. Se levantó y caminó hasta él, tomó sus manos y sonrió.

-Espero que no tengamos que pelear con nadie o especialmente mis caballeros.

Hizo un alto y luego continuó.

-Tal vez haya algo que podríais hacer por mí, siempre y cuando estéis de acuerdo, claro.

Soltó sus manos lentamente, las de ellas estaban tibias y habían dejado su aroma eb las de Alfio.

-Aún no he ido al muelle a buscar el mejor barco, tal vez vos podríais elegirlo por mí.

Aguardo por su respuesta.

El joven sonrio junto a ella y se levanto, aunque dejo que ella se le acercara sola y tomara su mano. “Si su primo no esta muy lejos entonces solo deberemos pelear con otros italianos, lo que sera mas entretenido que trágico.” Comento con media sonrisa tal vez tratando de tranquilizarla del posible miedo que tendria ella con respecto a la violencia.

Se quedo esperando paciente a que le digiera lo que pretendía de él y cuando llego lo que era la miro con algo de sorpresa. “De verdad piensa que soy el mas indicado para elegir un barco de los que posee su familia?” no era que le estuviera dando una negativa aunque le sorprendía tal vez la confianza que le daba. “Podria ir a echar un vistazo si aun lo piensa adecuado.” Termino agregando para dejar claro que podria hacerlo.

-No sólo lo considero así, querido Alfio, de hecho me gustaría mucho poder contar con vos en esos menesteres. Aunque estoy un poco nerviosa porque no sé qué podría pensar vuestro padre... Tal vez deseéis que sea yo quien hable con él.

Gianna sonrió a Alfio, estaban cerca, no se había apartado para hablar con él y se daba cuenta que no era tan infantil como cualquiera podría pensar de un chico como aquel. Era evidente que a la noble le gustaban los hombres y no los hijos de mami.

-Alfio, ¿entendéis que a vuestra madre puede no hacerle mucha gracia que os vayáis conmigo? Quiero estar segura que no represento un problema para vos en ningún sentido y que si lo fuera, prefiero que os quedéis al lado de vuestra madre que ya bastante ha sufrido la pobre.

Siendo honesta consigo mismo, a Gianna le importaba poco y nada esa maldita mujer que la culpaba de algo en lo que de verdad no tenía culpa pero no quería ser una grosera con Alfio, no sólo por las tardes de juegos (al ser el hermanito, a veces se juntaba a algún juego) sino porque le veía un amplio potencial.

-Necesito confiar en alguien que me conozca, así que tendréis que conocerme pero bueno, ya lo sé, estoy hablando demasiado y esto no se trata de mí sino de vos.

“Yo tampoco se lo que pueda pensar mi padre, aunque seria la menor de mis preocupaciones en el tema familiar…” comento aunque escuchar de parte tuya de su madre le hizo asentir varias veces ya que era a eso a lo que se refería. “No me debería causar ningún problema desobedecer a mi madre, incluso mi padre tampoco creo que de mucha pelea si te acompaño. Él sigue teniendo la idea de que nuestras familias estén juntas aunque no unidas.” Le comento el joven mostrando que por si mismo podría ir. “Si quieres puedes hablar con él, pero creo que yo lo haré mejor.”

Nego con la cabeza. “Yo no tengo problema que sigas hablando Gianna, tienes una linda voz y me ayuda a comprender lo que estas planeando.” Comento con cierta picardia. “Aunque creo entender donde vas.”

“De mi no hay mucho que hablar, siendo segundo hijo no tenia gran importancia pero ahora aunque cambio nuestra vida sigo teniendo la libertad de un segundón por lo que hable con mi padre. La verdad tengo cierto conocimiento de barcos por lo que no te has equivocado al pedir mi ayuda, aunque no soy un marinero y no he salido de esta ciudad. Tengo cierto conocimiento marcial aunque no es algo que me apasione se me va bien. Lo que si me gusta es ir a explorar fue algo que seguro recordas cuando era chico.” Comento haciendo que Gianna volviera al pasado donde para cierta molestia cuando era chica Alfio terminaba perdido en la mansión de ella por su curiosidad.

Tomando las manos de ella se volvió a acercar a ella. “Puedes confiar en mi Gianna, no soy mi hermano pero te quiero de la misma manera.” Dijo acercándose a ella y dándole un beso en el cachete aunque teniendo el suficiente tino para dejarse sentir en un rincón del labio de Gianna.

A cualquier mujer le gustaba que la halagaran un poco y Gianna no era la excepción, aunque tampoco era que cualquiera pudiera convencerla con poco sino más bien todo lo contrario pero Alfio no era cualquiera y ambos lo sabían.

-Me alegra saber que puedas hacer frente a vuestros padres. Tampoco quiero parecer intrusiva, así que mejor si vos os hacéis cargo.

La cercanía con él no le molestaba en absoluto, así que lo permitió. Recordaba mucho de su carácter pero realmente la sorprendía y muy gratamente.

-Elegí bien entonces y me alegro por ello..., no dudaba que estabais bien educado al respecto. Aprenderemos en el camino porque tampoco es que yo sepa demasiado.

La noble sonrió y aceptó aquel beso que la tomó desprevenida y la hizo darse cuenta que Alfio ya no era aquel niño que recordaba.

-Se que no sois él pero también se que puedo estar tranquila si estais a mi lado. Sólo tened cuidado porque mis labios no siempre son tan correctos.

Si la entendía o no, ya lo vería según la respuesta que le diera.

Asintió a la decisión final que fuera él quien se encargara de hablar con sus padres. Habria que ver mas tarde como salía eso, pero al menos según el rubio parecía que hubiera más oportunidades con él.

“Bueno si tienes algo de deseos de aprender no dudo que podría darte una clase rápida que te ayude.” Le ofrecio educadamente pareciendo pensativo en ese momento de las clases que podría darle.

Fue ante sus últimas palabras que la mirada de Alfio se dirigió a sus tentadores labios antes de volver a la mirada de la noble. “Confieso que ya sabia eso…” respondió con cierta confianza al ver la respuesta que recibía. “Aunque no sabía como serian conmigo. Pero si estas tranquila estaria dispuesto a seguir.” Dijo con un guiño que dejaba en claro que entendia sus palabras y que tampoco parecia estar muy timido de pasar ciertas lineas. “Aunque no ahora, que no quiero robar su tiempo mi lady.” Dijo levantandose de su asiento esperando a que ella hiciera lo mismo.

Gianna sonrió, la actitud de Alfio le gustaba mucho.

-Cuando lo creas conveniente.

Dijo olvidando el protocolo.

-En cuanto tengas decidido qué barco vamos a usar, espero que me lo hagas saber. Y ahora soy yo la que no te quita más el tiempo. Gracias por venir

"Un gusto conocerla." se despidio el joven, terminado su vino y danle un beso en la mano recuperando la formalidad del encuentro.

Sin mas el joven se retiro a su casa, dispuesto a hablar con sus padres sobre el viaje que haria en un futuro. Su excito lo sabria ella mas tarde en el dia, pero por el momento tocaba seguir buscando reclutas.

El segundo posible miembro de la embarcación no se encontraba demasiado lejos, vivía en ese lugar y habia ganado el puesto de guardia para la familia Scarpati, junto a otro puesto mas privado. Tras el encuentro con el hermano de Leonzio, vino Bastien.

El caballero se encontraba vistiendo una tela azul bastante galante, decorada de una forma algo mas arreglada de lo que podria tener un caballero humilde pero sin excederse marcando cierta nobleza en su proceder. El caballero frances no pedia mucho de ella solo un lugar para dormir tanto para él como su compañero y la posibilidad de defenderla. Por lo que en si podria ser un sirviente y amante muy importante en el viaje.

“Mi señora pidio mi presencia?” pregunto con elegancia, aunque sabia muy bien que asi habia sido ya que ella habia pedido a un sirviente para que le buscara.

Gianna lo miró y sonrió al verle, con todas las cosas que habían sucedido, no habían tenido todo el tiempo que necesitaban y el francés se hacía extrañar. Ella se levantó y fue hasta donde estaba él, se recargó en su pecho con una sonrisa y lo miró a los ojos.

-Si, solicité tu presencia... Debo reconocer que te extraño, Bastien.

Tal vez uno de los mejores amantes que había tenido.

-Haré un viaje para ir a buscar a mi primo porque mi tío no me ha dejado despedirme de él... Le he pedido al hermano de Leonzio que venga conmigo y a mi querida amiga Leonor. Quiero que vengas conmigo pero sólo si quieres, no te sientas obligado.

Gianna sabía que podía hacerlo, obligarlo pero no quería. Se inclinó un poco poniéndose en puntillas y lo besó apasionadamente antes que le respondiera.