Partida Rol por web

Gianna sabía que su amiga no era como las otras, las nobles y tal vez por eso era su le tenía tanto cariño.

-Bueno, no se si mi tío lo sabe pero ya no importa porque voy a hacer lo que tengo ganas de hacer y no lo que los demás quieren.

Sonrió pero pronto se borró esa sonrisa de su cara, porque su amiga estaba triste y ella no había hecho nada por ayudarla con ese gran problema que era tener a su hermano extraviado.

-Se me ocurre algo: luego de cenar iremos a buscar a mi amiga la diosa para ver si ella conoce a alguien así. ¿Qué te parece?

Hizo un alto pensando un poco y luego volvió a hablar.

-Dime lo que sepas de esa mujer... Tal vez yo misma la conozca.

Había que intentar cualquier cosa.

-Me parece una excelente idea, y sabes que tienes mi apoyo para lo que necesites. A ambas nos vendrá muy bien irnos por un tiempo. – Le contestó con alegría ante la respuesta de que no pensaba contar con su tío para ese viaje.

-¿De verdad tu amiga podría ayudarme? ¡Eso sería estupendo! ¡Estoy deseando conocerla! – Respondió entusiasmada. La idea de que hubiera una mujer que puede que supiera algo sobre la noble hizo que su cara se iluminara de esperanza, abrazando a su querida amiga con todo el cariño que tenía. –Pero ¿Por qué la llamas la Diosa? ¿Es su nombre artístico o algún tipo de apodo? – Preguntó intrigada por aquel hermoso mote de la misteriosa mujer.

Cuando Gianna le preguntó qué más podía decirle sobre aquella mujer, la jovencita se volvió a poner algo seria ante la impotencia de no poder darle demasiada información. No obstante, recopiló cada detalle que poseía para ofrecérselo a su amiga. -Pues no se demasiado de ella. Lo único que sé es que Un joven con mejor aspecto que muchos de los jóvenes en la calle y que puede coincidir con la descripción de mi hermano, termino ofreciéndose a una mujer noble extranjera por mucho dinero. Al parecer el negocio le funciono aunque dicen que el joven se ha convertido en la mascota de esta. No se la descripción de dicha noble, pero al parecer no se quedaría demasiado en la ciudad.

Gianna empezaba a sentirse una egoísta porque antes no se había apurado a buscar al hermano de su amiga pero por eso ahora haría lo que fuera que estuviera en su poder.

-Será un viaje espectacular pero primero vamos a encontrar a tu hermanito.

Suspiró.

-No lo se, siempre la llamé así y nunca me ocupe de preguntarle su nombre... Soy una persona horrible pero bueno..., ella conoce a mucha gente y tal vez pueda ayudarnos.

Gianna lo creía de verdad así que acarició el cabello de su amiga.

-Haré lo que sea que este en mis manos para encontrarlo, pero no estes más triste.

Cuando Gianna afirmó que antes del viaje encontrarían a su hermano, el rostro se le iluminó. Había otras personas como Camila y Konrad que habían prometido buscarle, pero esta era la primera vez que alguien hacía algo de forma activa y, aunque no tuviera ninguna seguridad de poder encontrarle, aquello significaba muchísimo para Leonor.

-No eres una persona horrible. Eres una de las personas más buenas y cariñosas que nunca he conocido. Jamás podré agradecerte todo lo que haces por mí, Gianna. - Respondió sin dudar dejando que le acariciara los cabellos.

-Cuéntame. ¿Qué tienes planeado para el viaje que estamos a punto de realizar juntas? No sabes la ilusión que me hace ir contigo – Preguntó con genuina curiosidad mientras sus ojos azules brillaban con ilusión.

Gianna negó con la cabeza.

-No tienes nada que agradecerle y lo sabes. Espera.

Se levantó y fue hasta la puerta dando órdenes expresas de traer a la diosa en ese momento y sin pretexto alguno. Luego volvió con su amiga.

-Bueno, supongo que el camino nos permitirá conocernos más y conocer a los que irán con nosotros. Además, al llegar a tierra, podemos hacer algunas compras y yo vez me busque una casa allí... Aunque no se para qué si Cirino..., bueno, ya lo sabes... Es posible que podamos llevar a tu hermanito si lo encontramos antes de irnos

Leonor contempló como su amiga se asomaba a la puerta y pedía que la Diosa se uniera a su cena. Realmente fue una sorpresa para ella puesto que no sabía que la misteriosa mujer de la que hablaba Gianna estuviera en la mansión. No obstante no preguntó nada al respecto, puesto que había muchas cosas que no sabía y que seguramente nunca supiera sobre la hermosa e impresionante mujer que tenía frente a ella.

-Estoy segura de que cuando Cirino te vea, muchas cosas se esclarecerán. Sigo pensando que tiene que existir una razón de peso para que desapareciera de la forma en que lo hizo, y no descarto que haya podido ser arrastrado a la fuerza a aquel viaje. - Comenzó a decir, justo antes de que Lady Scarpati hablara de la posibilidad de incluir a Theo también en el viaje - ¿De verdad? Yo sería la mujer más feliz del mundo si eso pasara. - Expresó con un brillo en sus ojos azules que la hacía llenarse de esperanza.

Gianna estaba tranquila, la diosa tardarìa un rato porque tendrìan que ir por ella hasta el lugar donde estuviera por lo cual podìa hablar tranquila con su amiga.

-Siempre que queremos algo, que lo queremos de verdad, peleamos con unas y dientes contra eso. Si bien es posible que mi tìo haya enviado a Cirino a la fuerza a aquel lugar o de sorpresa, siempre pudo enviarme un mensaje con algùn sirviente, dejar en el salòn algùn pañuelo como señal, incluso pudo pagar a alguien para avisarme... Lo que fuese, cuando uno està enamorado hace lo imposible por esa persona, incluso contra cualquier voluntad como lo es la de su padre de casarme con alguien rico y poderoso. Pero no, Cirino antes de irse, la ùltima noche que estuvimos juntos me dijo que me casara y que èl serìa mi amante...

A Gianna se le hizo un nudo en la garganta, si bien le gustaba retozar con uno y con otro, ademàs de que Cirino no estaba cerca de ser el mejor amante que hubiera tenido, tambièn era verdad que lo querìa como no habìa querido a nadie pero eso se estaba terminando.

-Dime, querida, ¿què hombre enamorado le dice a la mujer que ama que se case con otro y èl serà el amante por siempre?

Se encogiò de hombros y se obligò a sonreìr porque no querìa echar a perder la bonita noche que planeaba tener con Leonor. Acariciò su mejilla y tras soltarla iba a servir un poco màs de vino para ambas pero su amiga no habìa ni siquiera probado el primero.

-Bueno, primero tenemos que encontrar a Theo y espero que sea antes de marcharnos, asì que sì, tu hermano vendrìa con nosotros. No me atreverìa a dejarlo aquì, capaz que al volver, mi tìo lo ha casado con alguien.

La noble intentaba quitarle hierro al asunto.

-Pero puede que Cirino esté prisionero o herido de gravedad y no le sea posible mandar ningún mensaje. Recuerda que yo estuve presente cuando el alemán amenazó tu vida en su presencia, y fui una de las pocas personas que pudo mirarle a los ojos y descubrir todo lo que sentía por ti. ¿Qué pasaría si estuviera retenido en contra de su voluntad sin posibilidad de pedir auxilio? ¿Qué harías en ese caso si le vieras? ¿Seguirías queriendo dejarle? – Le preguntó a Gianna hablando con el corazón de una soñadora, sabiendo que había algo que no cuadraba en la partida inesperada del hombre que ella había conocido por un espacio tan corto de tiempo, y que claramente había estado dispuesto a sacrificar su propia vida para salvar la de la mujer que tenía delante.

– Pero si me preguntas qué hombre enamorado le dice a la mujer que ama que se case con otra, te diré que alguien que quiere de verdad y que esté dispuesto a sacrificar su propia felicidad por la mujer que ama – Respondió con sinceridad ante la pregunta que su amiga le hacía – Gianna, hay muchas cosas que no entiendo sobre la nobleza, pero hay algo que todo plebeyo sabe muy bien: Los nobles rara vez pueden casarse por amor y eso es algo que tu tío está tratando de asegurarse muy bien. Tú eres una hermosa dama con una gran fortuna que tiene un poderoso apellido, y tu tío es quien lleva las finanzas y la contabilidad. Estoy segura que se ha encargado muy bien de explicarle a su propio hijo que si se casa contigo no podrá darte lo que mereces ni contribuir con el gran legado de tu casa, especialmente si deseas mantener el mismo estatus económico y la opulencia tras cada fiesta en tu mansión. ¿Puedes hacerte una idea de la presión que eso pudo llegar a generar en tu Cirino? El seguro que quiere lo mejor para ti, por eso te dijo que estaría por siempre a tu lado entre las sombras, para permitirte que obtuvieras una gran fortuna o un aun más influyente apellido.

Leonor realmente envidiaba la relación que existía entre ambos primos, puesto que el hombre que la amaba deseaba sacarla de su hermosa Venecia para llevarla a sus tierras en contra de su voluntad, obligándola a que tuviera que comportarse ante sus iguales como una esclava, una sirviente o un simple objeto. Ni por un segundo había pensado Konrad en complacer sus deseos de permanecer aquí, por lo que cuando veía alguien que anteponía su propia felicidad por el bien de la otra persona, su corazón se llenaba de alegría.

-Estoy segura de que si tú me ayudas a buscar a Theo, le encontraremos. Aunque si esa noble no le tiene bajo su protección… me iré contigo porque ya no sé donde más buscar – Le prometió, sintiendo que necesitaba seguir adelante con su vida ante la dolorosa posibilidad de que su hermano hubiera muerto.

Gianna la escuchó porque la apreciaba mucho pero ya había dado por sentado que con Cirino las cosas habían terminado porque él así lo quería y sin embargo, algo de esperanza guardaba para sí.

-Entiendo todo lo que dices pero precisamente por la fortuna que tengo es que debería poder casarme con quien amo y no con quien me elija mi tío.

Ya tampoco le importaba mucho.

-Ya me lo dirá él, de toda maneras no me urge casarme. Lo que me urge es divertirme aunque claro, primero encontrar a Theo.

Y eso era verdad, lo dijo mirando a loa ojos a su amiga.

-Cuando encontremos a tu hermano nos iremos y luego tal vez elija esposo. El hermano de Leoncio parece interesado... todo depende de qué tan buen amante sea.

Leonor la escuchó con cariño. Sabía que Gianna sentía todo lo que estaba diciendo, aunque no tenía ni idea de qué ocurriría cuando finalmente Cirino y ella se encontraran de verdad, por lo que continuar con aquello tan solo entristecería a su amiga, y la pelirroja quería todo menos eso.

Escuchar que no le urgía casarse fue algo que la llenó de alegría. La joven huérfana realmente pensaba que lady Scarpati era una mujer perfectamente capaz que no necesitaba ampararse bajo la sobra de ningún hombre, por lo que aquella noticia fue muy bien recibida por su querida amiga que se alegraba de la decisión de no depender de nadie para ser feliz.

-Estoy segura de que nos divertiremos en ese viaje. No veo el día en que partamos para vivir aventuras y que Theo nos acompañe. ¿Puedes hablarme un poco de la gente con la que viajaremos? Tan solo te conozco a ti… y al Giovanni le conozco únicamente del rato en el que nos presentaron en tu fiesta. Del resto no sé nada de nada y sería de agradecer que me dieras algunas pistas – Le respondió, sin poder evitar que sus modales la abandonaran, encontrándose a sí misma picando un poco del suculento manjar que había en la mesa, ante la respuesta de un rugidito proveniente de su estómago.

Gianna miró a su amiga comer, le gustaba mucho que se sintiera cómoda en su casa porque para ella era como la hermana que no había tenido y que siempre había querido.

-Bueno, Alfio es el hermano de Leoncio, es muy guapo y atento. Además es menos acartonado que muchos nobles que conozco, luego está Bastien que como ya sabes es mi guardia personal y también algo más su eso.

Con Leonor ella no tenía secretos.

-Bueno, la diosa a quien conocerás ahora en cuanto aparezca y que es una mujer de teatro como ya te he dicho pero muy hermosa, te gustará. Y sobre Ignacio no hay mucho que decir, es un gran amante pero seguro que a ti eso no y interesa, es algo parco en palabras pero parece un buen tipo y necesitaremos que nos cuiden.

Se bebió su vino de una sola vez, no están comiendo mucho pero picaba aquí y allá. Aunque se estaba poniendo colorada y sonreía más de la cuenta.

Leonor escuchó con interés las explicaciones de Gianna, mientras cada vez con más frecuencia comenzaba a comer aquí y allá sin darse demasiada cuenta de lo que hacía. Todo estaba tan delicioso que le costaba mucho mantener la compostura, por lo que aprovechó los momentos en los que su amiga, hablaba para no interrumpirla y saborear aquellos suculentos platos que jamás había probado en toda su vida.

-Si Alfio te hace feliz, seguramente me gustará. A Bastién ya le conozco de cuando el incidente del alemán y de cómo Cirino le miraba con cara de pocos amigos cuando no te dabas cuenta – le reveló con una sonrisa, sabiendo que posiblemente aquella demostración de celos divirtiera a su anfitriona.

-Con respecto a Ignacio… ya me di cuenta de que no es muy hablador, aunque tengo que decir que a mí no me hizo demasiado caso en tu fiesta, por no decir que trató de centrarse lo menos posible en mí… Estaba bastante más interesado en cierta noble cuya belleza es capaz de eclipsar el sol. Confieso que me sentí desplazada cuando me robó a mi querida amiga por el resto de la noche. Casi me atrevería a decir que somos lo suficientemente capaces como para no necesitar que nos cuide un niño rico, aunque al menos será agradable a la vista aunque no hable. – Bromeó bastante contenta, imitando a Gianna y dando un sorbo a su copa de vino, pero procurando no beber demasiado al conocer lo poco que resistía el alcohol.

A Gianna le divertía que Bastien le causara celos a Cirino, si es que eso fuera así.

-Bastien es divino y tiene un potencial que creo que lo conservare por mucho tiempo.

Y ella lo creía así. Dejó que Leonor comoera mientras ella bebía y se ponía más contenta cada vez.

-Confieso que al principio y por cómo me trató la madre de Leoncio, pensé en seducir al padre pero luego lo pensé bien y no, no me gustan los viejos.

La noble se levantó tambaleando un poco y fue hasta su ropero de donde sacó tres vestidos nuevos, uno azul cielo con adornos plateados, uno verde con adornos parecidos y uno amarillo.

-Elige dos y pruebatelos, serán tuyos.

Quería verla hermosa.

-Así ninguna noble eclipsara tu belleza...

-Bastien es muy atractivo y se preocupa mucho por ti. Tienes suerte de tenerle a tu lado – Respondió, totalmente de acuerdo con ella. – Quizá en este viaje llegue a conocerle un poco más. Hasta ahora tan solo he cruzado un par de palabras con él.

Pero cuando Gianna dijo que pretendía seducir al padre de su difunto prometido, Leonor casi se atraganta con la comida, obligándose a toser durante un rato y a beber un poco de vino para que la comida no la asfixiara – Gianna… Dios Santo… no me… des esos sustos… - Respondió mientras se recuperaba hasta volver a recobrar la sonrisa – Eres toda una fuerza de la naturaleza. ¿Le lo han dicho alguna vez?

Entonces, y sin esperarse aquel gesto, su amiga se dirigió hacia un ropero para sacar tres hermosos vestidos y ponerlos frente a ella. Inmediatamente los ojos de la huerfanita se abrieron de par en par mientras sus mejillas se sonrojaban visiblemente - ¿De verdad son…? No no, no puedo aceptarlos. es demasiado… además de que el vestido carmesí que me regalaron las Giovanni no era el responsable de que Ignacio no se fijara en mí precisamente – Respondió con una sonrisa pícara, mientras sus manos tocaron de forma anhelante los hermosos bordados del vestido azul y el verde.

Mientras Leonor revisaba los vestidos una sirvienta llego para confirmarle que la artista que ella llamaba diosa había llegado a la mansión. Solo tras que la noble le permitió unirse con ellas, la bella mujer apareció por el umbral de entrada de la habitación de Gianna.

La mujer era preciosa, no había tenia nada que envidiarle a Gianna respecto a su belleza natural e incluso tenia una aura que parecía volverla mas atrayente. El nombre de diosa parecía encajarle bien no solo por su apariencia, también por su forma elegante de caminar y su vestido.

Se acerco a Gianna dándole dos besos uno en cada mejilla y luego fue hacia Leonor para hacerle lo mismo, siendo mas delicada para que la otra mujer  no se asustara. “Pareces no aburrirte de mi presencia querida…lo que es muy bueno. Un placer.” Dijo mirando en un principio a Gianna antes de mirar a Leonor.

Gianna se quedó pensativa por un momento.

-No me lo han dicho de esa manera tan linda pero gracias. Prometo no darte más sustos de estos.

La noble con la Copa en la mano se acercó a Leonor y los vestidos.

-No tienes opción, no aceptaré un no por respuesta así que elige los que desees... Y si ninguno es de tu agrado, hay más en ese armario.

Sonrió pero entonces una sirvienta les aviso que la diosa estaba ahí y ordenó que la dejaran entrar. Tras los saludos pertinentes le presentó a la pelirroja como era protocolario aunque no hiciera falta. Entonces Gianna tomó de las manos a la mujer.

-Si te extrañaba pero la verdad es que necesito tu ayuda para encontrar a una persona...

Esperó por la respuesta de la diosa.

A Leonor le encantaba la sonrisa de aquella mujer que llevaba las riendas de su propio destino con una fuerza y determinación encomiables. Cuando Gianna dijo que no tenía ninguna opción de rechazar los vestidos, supo al instante que decía la verdad y que no permitiría que se fuera de su casa sin ellos.

-Está bien. Tú ganas… Soy incapaz de decirte que no a algo, y son tan bonitos…. – Le respondió alegremente para darle un beso cariñoso en la mejilla, justo en el momento en el que entró la Diosa tras recibir el permiso de su anfitriona.

En el momento en que Gianna presentó a la mujer, Leonor aprovechó para intentar saber su nombre con sutileza y educación justo después de que ella la besara en la mejilla – El placer es todo mío. MI nombre es Leonor ¿Y vos sois? Gianna me ha dicho que podríais ayudarme. Os estaría muy agradecida… – Dijo justo antes de guardar silencio para ver qué respondía la Diosa y para permitir que su amiga le explicara un poco más.

La diosa miro curiosa a ambas chicas luego de escuchar que Gianna buscaba a una persona. “Una persona? Yo conozco a muchas que le gusta el arte del teatro y algunos de ellos incluso podrían ayudarles si se los pido.” Comento la diosa con una sonrisa amistosa a ambas esperando mas detalles de la búsqueda.

“Ah, pero no contó como me llamo?” pregunto divertida mirando con complicidad a Gianna, aunque era mas que se divertía un poco con ambas. “Me llaman la Diosa del Mar, esa con la cual cada Dogo se casa una vez al año.” Dijo entre risas propias y con gestos como si bailara al ritmo del mar para ellos deslizándose por la habitación dandose cuenta de los vestidos que habian quedado en la cama.

“Mi nombre es Monica, aunque no es uno que use mucho prefiero mi nombre artistico. Pero como pareces amiga de Gianna, creo que corresponde que te lo diga.” Se termino presentando para una y para otra.

Pronto se dio cuenta que no se había equivocado al llamar a la Diosa. Además, estaba claro que Leonor le había agradado y así sería mas sencillo todo.

-Es un placer conocerte, hermosa. Verás...

Pero antes de seguir llenó las copas de ambas y dispuso de una más para la recién llegada y se la entregó.

-El hermano de mi amiga está extraviado... No se bien los detalles pero Leonor podría dartelos. Sólo se que al parecer podría estar con una mujer mayor, alguien que pronto a ira de aquí y no podemos perder tiempo.

La tomó de las manos cariñosamente.

-¿Nos ayudarias?

Leonor escuchó como la Diosa se ofrecía a ayudarla sin mayor problema e incluso mostrando bastante curiosidad. Su corazón comenzó a latir rápido con la esperanza de que esa mujer que parecía conocer a tanta gente, encontrara por fin entre sus círculos a su hermano desaparecido.

Incluso el nombre de la Diosa del Mar era bonito, y parecía que su sonrisa mantenía a las dos mujeres felices mientras hablaba, lo cual hizo que cuando Gianna mencionó que ella podía ofrecer más detalles, la joven Leonor se apresuró a responder con todo lo que pudo.

-Veréis. Mi hermano Theo es un joven alto y apuesto de cabellos oscuros y algo rizados. Tiene ojos castaños muy oscuros, un mentón pronunciado y su piel es menos pálida que la mía. Siempre han dicho que es más guapo que la mayoría y que posee una poderosa constitución, aunque yo nunca me fijé demasiado en esas cosas, centrándome en lo cariñoso que era conmigo y en todos sus esfuerzos por enseñarme valores y por darme una buena educación. Cuando se separó de mí me escribió una nota explicándome que había encontrado una oportunidad para que ambos pudiéramos tener una vida mejor, e incluso nadar en la opulencia y me pidió que no le buscara porque se reuniría conmigo lo antes posible… pero ha pasado más de un mes y no se absolutamente nada de él salvo que un joven con mejor aspecto que muchos de los chicos en la calle y que puede coincidir con la descripción de mi hermano, terminó ofreciéndose a una mujer noble extranjera por mucho dinero. Al parecer el negocio le funciono aunque dicen que el joven se ha convertido en la mascota de esta…. Pero no se dónde buscar y puede que la noble deje Venecia sin que la encuentre. – Le explicó, esperando que Monica pudiera saber algo y quedando a la expectativa ante la pregunta de Gianna sobre si las ayudaría.